Microplástico

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Los microplásticos son pequeñas piezas de plástico que contaminan el medio ambiente.[1]​ Aunque aún se debate a partir de qué tamaño puede considerarse microplásticos, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) utiliza el parámetro de menos de 5 mm de diámetro para clasificarlos. Aunque como bien indica su nombre,se les llama mircoplásticos por que van del orden de las micras (una milésima de milímetro).[2]​ Estos provienen de una gran variedad de fuentes, incluidos los cosméticos, ropa, artículos de pesca, desechos plásticos de uso cotidiano y procesos industriales.

Dos clasificaciones de microplásticos existen actualmente: microplásticos primarios, los cuales son fabricados específicamente para ser utilizados en productos; y microplásticos secundarios, los cuales derivan del proceso de deterioro de desechos plásticos más grandes, como las partes de plástico macroscópicas que conforman la Isla de basura del Pacífico.[3]​ Se ha demostrado que los dos tipos de microplásticos permanecen en el medioambiente en altas concentraciones, particularmente en ecosistemas marinos y lacustres.[4]

Debido a que no se biodegrada y solo se desintegra en partes más pequeñas, estos microplásticos terminan siendo absorbidos o ingeridos por muchos organismos, alojándose en sus cuerpos, tejidos[5]​ y después de su muerte por intoxicación, al no poder diferenciar entre sí es su alimento marino, incrementándose el problema, entre aves marinas, peces, escualos, mamíferos acuáticos, como una ballena varada que murió a causa de la ingesta de plástico. El ciclo completo y movimiento de los microplásticos en el medioambiente aún no se conoce por completo, pero es un tema que actualmente se está investigando.[6]​ También continúan siendo investigadas las posibles consecuencias de estos microplásticos que terminan alojados en el cuerpo humano, que han sido encontrados en algunos alimentos provenientes del mar, como la sal, el agua embotellada y la del grifo.

Microesferas de polietileno en pasta de dientes
Fibras Microplásticas identificadas en el ambiente marino

Clasificación[editar]

Microplásticos primarios[editar]

Los microplásticos primarios son fabricados específicamente para ser utilizados en productos. Se utilizan generalmente como limpiadores faciales y cosméticos.[cita requerida] En algunos casos, han sido utilizados en la medicina como vector farmacológico.

Microplásticos en sedimentos de ríos

Microplásticos secundarios[editar]

Los microplásticos secundarios se derivan del proceso de deterioro de desechos plásticos más grandes, como las partes de plástico macroscópicas que conforman la Isla de basura del Pacífico. Con el tiempo, las propiedades físicas, biológicas, incluyendo la fotodegradación causada por la exposición al sol, puede reducir la integridad estructural de los desechos plásticos a un tamaño que es finalmente indetectable a simple vista. Este proceso de descomposición de material plástico grande en pedazos mucho más pequeños se conoce como fragmentación.[cita requerida]

Fuentes[editar]

La existencia de microplásticos en el medio ambiente a menudo se establece a través de estudios acuáticos. Estos incluyen la muestras de Plancton, análisis de arena y sedimentos fangosos, la observación del consumo de vertebrados e invertebrados y la evaluación de la interacción química en la contaminación. A través de tales métodos, se ha demostrado que hay microplásticos de múltiples fuentes en el medio ambiente.

Plantas de tratamiento de aguas residuales[editar]

El tratamiento de aguas residuales de plantas, también conocidos como plantas de tratamiento de aguas residuales, retiran los contaminantes de las aguas residuales, principalmente de las aguas residuales de los hogares, utilizando diversos procesos biológicos físicos, químicos. En la etapa principal del tratamiento, se emplean procesos físicos para eliminar aceites, arena y otros sólidos grandes utilizando filtros, clarificadores convencionales y tanques de sedimentación. El tratamiento secundario utiliza procesos biológicos que implican bacterias y protozoos para descomponer la materia orgánica.[cita requerida]

Neumáticos de vehículos rodados[editar]

El desgaste de los neumáticos contribuye de manera significativa al flujo de plásticos en el medio ambiente. Ya que estos se parten en partes más pequeñas que viajan tanto por aire tierra y agua.

Industria cosmética[editar]

Algunas empresas han reemplazado ingredientes naturales exfoliantes con microplásticos, por lo general en forma de "microperlas" o "micro-exfolia". Estos productos están compuestos típicamente de polietileno, un componente común de plástico, pero también pueden ser fabricados a partir de polipropileno, tereftalato de polietileno, y nailon.

Ropa[editar]

También en la ropa. Tejidos sintéticos como poliamida, nailon, poliéster o acrílico liberan en cada lavado y dichas microfibras no son filtradas ni por las lavadoras ni por las depuradoras de agua.[7][8]​ Estos son unos de los problemas con la contaminación causada por la Moda rápida.

La contaminación por microfibras plásticas producida por el lavado doméstico y comercial de textiles sintéticos es la principal fuente (hasta un 90%) de microplásticos primarios en los océanos, esto según diversos investigadores y literatura científica. Por otro lado, la cantidad de microfibras liberadas depende de la composición de la prenda, del hilado de la misma y de la temperatura del agua de lavado. Otro factor a considerar es que según un estudio publicado en el año 2019, la liberación de microfibras disminuye con la cantidad de lavados sucesivos, siendo significativamente menor luego del cuarto o quinto lavado.[9][10]

Botellas de plástico[editar]

En un estudio, el 93% del agua embotellada de 11 marcas diferentes mostró contaminación microplástica. Los investigadores encontraron un promedio de 325 partículas microplásticas por litro. De las marcas probadas, las botellas Nestlé Pure Life y Gerolsteiner contenían la mayor cantidad de microplásticos con 930 y 807 partículas microplásticas por litro (MPP / L), respectivamente.[11]​ Los productos de San Pellegrino mostraron la menor cantidad de densidades microplásticas. En comparación con el agua de los grifos, el agua de las botellas de plástico contenía el doble de microplástico. Parte de la contaminación probablemente proviene del proceso de embotellado y envasado del agua.

Efectos en los seres humanos[editar]

Al ingerirse, las partículas de menos de 2,5 μm pueden ingresar al tracto gastrointestinal a través de la endocitosis por células M de las placas de Peyer. Las células M transportan partículas del lumen intestinal a los tejidos linfoides mucosos o mediante el transporte paracelular. La toxicidad resultante se produce a través de la inflamación debido a la naturaleza persistente de los microplásticos, así como a sus propiedades únicas, como la hidrofobicidad y la composición química y un efecto acumulativo que depende de la dosis.[12]

Políticas y legislación[editar]

En respuesta a la concientización de los efectos perjudiciales de los microplásticos en el planeta, se ha incentivado la eliminación y prohibición de estos fragmentos de plástico en varios productos. Estas iniciativas reguladoras específicas buscan tratar el impacto de los microplásticos primarios o secundarios. Hoy en día se ha logrado prohibir el uso de microperlas en los productos de cuidado personal, como los exfoliantes y la crema dental. De manera voluntaria, la industria cosmética también ha apoyado esta iniciativa con el objetivo de limitar la dispersión de microplásticos en el medio ambiente y fomentar prácticas más sostenibles.

Estados Unidos[editar]

En los EE.UU., algunos estados han tomado medidas para mitigar los efectos ambientales negativos de microplásticos. Illinois fue el primer estado de EE.UU. para prohibir cosméticos que contienen microplásticos.

Japón[editar]

El 15 de junio de 2018, el gobierno japonés aprobó un proyecto de ley con el objetivo de reducir la producción y la contaminación microplástica, sobre todo en los ambientes acuáticos.

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. Blair Crawford, Christopher; Quinn, Brian (2016). Microplastic Pollutants. Elsevier Science. ISBN 9780128094068. 
  2. Arthur, Courtney; Baker, Joel; Bamford, Holly (Enero de 2009). «Proceedings of the International Research Workshop on the Occurrence, Effects and Fate of Microplastic Marine Debris». NOAA Technical Memorandum. 
  3. «Great Pacific Garbage Patch». National Geographic. 19 de septiembre de 2014. Consultado el 12 de abril de 2016. 
  4. Vega Moreno, Daura (12 de febrero de 2023). «Océanos de plástico: mucho más allá de lo visible». ULPGC. Consultado el 12 de enero de 2024. 
  5. Grossman, Elizabeth (15 de enero de 2015). «How Plastics from Your Clothes Can End up in Your Fish». Time. 
  6. Lusher, Amy; Hollman, Peter; Mendoza-Hill, Jeremy (2017). Microplastics in fisheries and aquaculture: Status of knowledge on their occurrence and implications for aquatic organisms and food safety (en inglés). Food and Agriculture Organization of the United Nations. ISBN 978-92-5-109882-0. Consultado el 4 de septiembre de 2018. 
  7. «Mitigation of microplastics impact caused by textile washing processes». MERMAIDS Life+ project (en inglés). Archivado desde el original el 19 de octubre de 2018. Consultado el 14 de junio de 2019. 
  8. «¿Sabes que cada vez que pones la lavadora liberas microplásticos al mar?». Leitat Project's Blog. 20 de noviembre de 2016. Consultado el 14 de junio de 2019. 
  9. Gaylarde, C., Baptista-Neto, J. A., Monteiro da Fonseca, E. «Plastic microfibre pollution: how important is clothes’ laundering?». 
  10. De Falco, Francesca; Pace, Emilia; Cocca, Mariacristina; Avella, Maurizio (2019). «The contribution of washing processes of synthetic clothes to microplastic pollution». Scientific reports. doi:10.1038/s41598-019-43023-x. Consultado el Junio 2021. 
  11. Mason, Sherri A. «Synthetic polymer contamination in bottled water» (en inglés). FREDONIA: STATE UNIVERSITY OF NEW YORK. Archivado desde el original el 6 de julio de 2021. Consultado el 7 de marzo de 2019. 
  12. Wright, Stephanie L.; Kelly, Frank J. (20 de junio de 2017). «Plastic and Human Health: A Micro Issue?». Environmental Science & Technology (en inglés) 51 (12): 6634-6647. ISSN 0013-936X. doi:10.1021/acs.est.7b00423. Consultado el 7 de noviembre de 2023. 

Enlaces externos[editar]