Universitat de València
TESIS DOCTORAL
ESPACIOS DE INCLUSIÓN E IMPLICACIONES
EDUCATIVAS ENTRE ESCUELA, MUSEO Y
UNIVERSIDAD. ANÁLISIS DESDE LA
INVESTIGACIÓN-ACCIÓN.
Presentada por Mª Dolores Soto González.
2015
Dirigida por:
Dr. Ricard Huerta Ramón.
Programa Art, Filosofia i Creativitat. Àrea d’Estètica i Teoria de l’Art.
Facultat de Filosofia i Ciències de l’Educació de la Universitat de
València.
2
AGRADECIMIENTOS
Dedico esta investigación a todas y cada una de las personas con las que me
he encontrado durante el recorrido de mi vida, creando un rastro que ofrezco como
testigo de mi gratitud a cada una de ellas.
A mis amigos y amigas, a todos y todas, que han compartido conmigo parte
de su tiempo; a mis alumnos y alumnas por el aprendizaje mutuo que generamos en
el espacio-tiempo, por su energía e implicación, porque dan sentido a la pasión que
siento por mi profesión.
A las personas y entidades que han hecho posible esta investigación.
A cada proyecto, acción y entrevista desarrollada y a cada una de las personas
participantes.
A Escuela 2 y a Florida Universitària por ayudarme en mi crecimiento y
desarrollo personal y profesional.
En esta relación no quiero evitar detallar a algunas personas:
A Vicent Miralles por su tiempo, esfuerzo, cariño y sacrificio.
A mi familia.
A todos y todas, por no consentirme estar en soledad.
Y por último, mi agradecimiento más sincero y cariñoso al director de mi tesis
Ricard Huerta, por su confianza y apoyo.
3
4
ÍNDICE
JUSTIFICACIÓN
Síntesis del discurso………………………..……………………………………..15
Síntesis de los capítulos…………………………………………………..……….22
CUERPO TEÓRICO
2 DESTINOS COMPLEMENTARIOS: ESCUELA, MUSEO Y
UNIVERSIDAD
Relaciones: escuela, museo y universidad…………..……………………….......25
¿Qué puede hacer el profesorado y los investigadores y las investigadoras
universitarias?.........................................................................................................28
2.2.1
2.2.2
2.2.3
2.2.4
2.2.5
2.2.6
La sensibilización como bisagra y la mirada hacia la identidad. .................... 31
Circulaciones comunes. .................................................................................. 32
La colaboración entre educadores y profesorado. ........................................... 35
El alumnado universitario en el contexto museístico actual. .......................... 37
El papel del profesorado universitario en las relaciones museo-alumnado. ... 38
Actividades de enseñanza-aprendizaje en el museo y en la escuela. .............. 40
Políticas colaborativas y experiencias culturales: contextos complejos para la
labor pedagógica……………………………………………………………….....43
3 MUSEO Y ESCUELA, UNA COMBINACIÓN POSIBLE
Un poco de historia………………………………………………………………...45
Lugares de Cultura: museos y escuelas…………………………………………..48
3.2.1
3.2.2
3.2.3
3.2.4
3.2.5
3.2.6
Museos como contenedores de saberes y como medio pedagógico. .............. 49
Museos adaptados a una sociedad cambiante. ................................................ 50
Las relaciones museos - escuelas. ................................................................... 51
Territorio de los museos en los centros escolares. .......................................... 54
La brecha entre museo y escuela..................................................................... 55
Aproximación al problema.............................................................................. 55
El impulso de la didáctica…………………………………………….....................56
3.3.1 Necesidad de una didáctica del patrimonio, del museo. ................................. 59
5
El saber escolar y los museos……………………………………………………..61
3.4.1 El museo como lugar para el impulso del desarrollo de competencias
cognoscitivas. .................................................................................................. 62
3.4.2 El museo como lugar que alberga las herramientas procedimentales para la
educación…………………………………………………………………… 62
3.4.3 El museo como creador dinámico. .................................................................. 63
3.4.4 El museo como lugar de disociación de lenguajes: el lenguaje escolar contra el
lenguaje formal. .............................................................................................. 64
3.4.5 El lenguaje de los museos frente al lenguaje educativo. ................................. 65
3.4.6 Uso de la plástica y la visualidad en los museos. Interpretaciones. ................ 65
3.4.7 La integración del currículo y la reformulación del lenguaje museográfico. . 66
3.4.8 Museo frente a currículo. ................................................................................ 69
3.4.9 Cambios metodológicos desde las escuelas. ................................................... 74
Los museos en la revolución didáctica del aprendizaje por competencias …….75
3.5.1
3.5.2
3.5.3
3.5.4
La relación entre el enfoque por competencias y la reforma curricular.......... 75
Los retos de la museografía didáctica. ............................................................ 77
Los desafíos educativos de los museos en el contexto pedagógico actual...... 77
La pedagogía de la inclusión en los museos. .................................................. 79
La función educativa del museo………………………………………..………...79
3.6.1 ¿Qué necesita la escuela del museo?............................................................... 84
3.6.2 ¿Qué puede aportar el museo a la escuela? ..................................................... 84
Los museos y las escuelas en la era de la información: La huella de las
tecnologías...............................................................................................................84
¿Por qué el profesorado debe visitar un museo de arte con su alumnado?........91
¿Cómo visitar el museo?..........................................................................................93
4 EL ARTE DE INCORPORAR NUEVOS HORIZONTES EN LA
PRÁCTICA ESCOLAR
Referentes educativos del arte…………………………………………..………...98
El lugar que ocupa el arte en la vida escolar…………………………..………..107
Por qué enseñar arte en las escuelas……………………………………..………111
4.3.1 La señal de lo artístico-estético en la organización del conocimiento en
correlación al eje aprendizaje-cognición....................................................... 113
6
Desarrollar prácticas creadoras: arte, aprendizaje e inclusión educativa…....116
Espacios y proyectos de creación artística en la escuela……………………….117
Salir del aula, aprender en otros contextos……………………………………..120
CUERPO EXPERIMENTAL
5 DELIMITACIÓN DEL PARADIGMA METODOLÓGICO Y
CARACTERÍSTICAS DE LA INVESTIGACIÓN
La enseñanza como acción investigadora…………………………………….....130
Recomendaciones entre docente e investigación………………………………..131
Teoría y práctica: comprensión pedagógica…………………………………….133
Conocimiento y cultura como profesora………………………………………..134
Investigación y autodesarrollo profesional. Reflexión en la acción....................136
Ensambles en las mejoras de los contextos sociales……………………………137
6 REFLEXIÓN EN LA ACCIÓN: FUNDAMENTOS Y MÉTODOS
DEL CONOCIMIENTO DE LA PRÁCTICA EDUCATIVA
La reflexión en la acción…………………………………………….....................139
La investigación-acción: la metodología docente de investigación.....................141
7 LA INVESTIGACIÓN BASADA EN LAS ARTES. REFLEXIONAR
LA INVESTIGACIÓN
Un punto de partida………………………………………………………………145
¿Qué significa realizar una parte de la investigación basada en las artes?. El
estudio de casos ………………………………………………………………….148
Directrices de esta investigación basada en las artes…………………………..151
A/r/tografía……………………………………………………………………….154
Un breve extracto de las primeras percepciones: situándome como a/r/tógrafa
……………………………………………………………………………………156
¿Por qué nos interesa la a/r/tografía como metodología de investigación en la
tesis?...................................................................................................................... 159
¿Qué aporta a esta tesis la investigación basada en las artes (IBA)?...................160
¿Qué dificultades ha encontrado esta tesis en la Investigación Basada en Artes
(IBA)?....................................................................................................................162
7
8 OBJETIVOS E HIPÓTESIS, CLAVES METODOLÓGICAS Y
PROCESO DE INVESTIGACIÓN
Objetivos e hipótesis……………………………………………….......................167
Identificación de los procedimientos de análisis de datos y técnicas de recogida
de información…………………………………………………………………..169
8.2.1 Estudio de Casos: Ser de Huevos y Falla SOS.............................................. 169
8.2.2 Entrevistas a expertos y expertas. ................................................................. 182
Ejecución del diseño de la investigación…………………………………………188
Elaboración y/o selección de los procedimientos y técnicas de recogida de
información .………………………………………………………………….....189
Tratamiento y análisis de datos. Obtención de resultados…………………….190
Interpretación y reflexión…………………………………………......................190
Redacción y difusión del informe de investigación……………………………..192
9 ESTUDIO DE CASOS
Introducción a los proyectos: estudio de casos………………….………………193
9.1.1 El arte como tejido de vida y de socialidad…………..……………………..193
9.1.2 Proyectos para asociar los espacios de arte y la educación contemporánea:
fusión de creaciones y movimiento en las fisuras. .................................... …195
9.1.3 Un poco de historia de Escuela ……………………………………………..200
Caso 1: Proyecto Ser de Huevos………………………………………………....202
9.2.1 Introducción ................................................................................................. ..202
9.2.2 Planificación ................................................................................................ ..210
9.2.3 Desarrollo ...................................................................................................... 212
9.2.4 Reflexión y evaluación……………………………………………………...215
9.2.5 Conclusiones y recomendaciones .................................................................. 217
9.2.6 Documentación visual del proyecto Ser de huevos……………………………..218
Caso 2: Proyecto Falla SOS………………………………………………….…..227
9.3.1 Introducción ................................................................................................... 227
9.3.2 Planificación .................................................................................................. 234
9.3.3 Desarrollo ...................................................................................................... 236
9.3.4 Reflexión y evaluación ……………………………………………………..246
9.3.5 Conclusiones y recomendaciones .................................................................. 248
9.3.6 Documentación visual del proyecto Falla SOS……………………………..251
8
Recordando y conexiones…………………………………….......................262
9.3.7.1 Profesorado Escuela 2: Rafael Adell y Ana Montagud ……………262
9.3.7.2 Exalumnado. ..................................................................................... 264
10 ENTREVISTAS A PERSONAS EXPERTAS
Triangulación de opiniones de expertos y expertas entrevistadas……………269
10.1.1 Introducción y justificación……………………………………………….269
Relación entre museo, escuela y universidad. Necesidades y vínculos………..277
10.2.1 Ideas fuerza de las entrevistas de personas expertas de la relación entre museo,
escuela y universidad. Necesidades y vínculos..............................................288
Desescolarizar el museo. Aprendizaje escolar y estrategias de motivación…..291
10.3.1 Ideas fuerza de las entrevistas a personas expertas sobre la escolarización del
museo, el aprendizaje escolar y las estrategias de motivación………………296
Docentes y museos……………………………………………………………....298
10.4.1 Ideas fuerza de las entrevistas a personas expertas en relación con los y las
docentes y los museos………………………………................................. 303
Formación de educadores y educadoras de la escuela………………………...305
10.5.1 Ideas fuerza de las entrevistas a personas expertas sobre la formación de
educadores y educadoras de la escuela ……………………………..……...312
Formación de educadores y educadoras de museos…………………………..315
10.6.1 Ideas fuerza de las entrevistas a personas expertas sobre la formación de
educadores y educadoras del museo………….. ......................................... 319
Espacios y dimensiones del museo……………………………………………...322
10.7.1 Ideas fuerza de las entrevistas a personas expertas en relación a los espacios y
a las dimensiones del museo…………………. ............................................ 328
9
Herramientas de investigación en educación y museos……………………….332
10.8.1 Ideas fuerza de las entrevistas a personas expertas en referencia a las
herramientas de investigación en educación y museos….. ........................... 335
Valores y actitudes que se fomentan en los museos…………………….……..338
10.9.1 Ideas fuerza de las entrevistas a personas expertas en relación con los valores
y actitudes que se fomentan en los museos ................................................... 342
CONCLUSIONES
11 DISCUSIÓN GENERAL, LIMITACIONES DEL ESTUDIO Y
FUTURAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN
Discusión general………………………………………………………………..345
11.1.1 Confirmación de hipótesis de partida, objetivo general y específicos…….. 355
11.1.2 El rastreo del quid de la cuestión. Pensar con personas expertas………….359
11.1.3 Movimiento tras movimiento, rastro a rastro………………………………362
11.1.4 Se podría…………………………………………………………………..364
La investigación en el futuro…………………………………………………...372
12 BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………….377
ANEXO - CD: TRANSCRIPCIÓN DE LAS ENTREVISTAS A
PERSONAS EXPERTAS
10
ÍNDICE DE FIGURAS Y TABLAS
ÍNDICE DE FIGURAS
Ilustración 1. El elemento de Ken Robinson .................................................... 105
Ilustración 2. Ciclo de la investigación-acción ................................................ 142
Ilustración 3. Ciclo de la investigación-acción según Whitehead. ................. 143
Ilustración 4. Estructura del estudio de casos: Basado en Stake en Denzin y
Lincoln (2005). .................................................................................................. 172
Ilustración 5. Variables de la investigación……………… .............................. 177
Ilustración 6. Escuela 2 .................................................................................... 200
Ilustración 7. Proyecto de trabajo de Escuela 2. .............................................. 204
Ilustración 8. El lenguaje de Escuela 2 ............................................................. 204
Ilustración 9. Las inquietudes de Escuela 2 ..................................................... 204
Ilustración 10. Nuestro proyecto de trabajo, Escuela 2. .................................. 205
Ilustración 11. Huevos Guillén. ........................................................................ 206
Ilustración 12. Participantes de la Comunidad Educativa de Escuela 2 ........ 207
Ilustración 13. Integrantes del proyecto Ser de Huevos .................................. 207
Ilustración 14. Alumnado de Escuela 2 vaciando huevos ............................... 213
Ilustración 15. Colaboración con la cocina. .................................................... 213
Ilustración 16. Participantes y artista con Ser de Huevos. .............................. 214
Ilustración 17. Fotos cedidas por el artista Adolfo Siurana del proceso de
elaboración de Ser de Huevos. .......................................................................... 220
Ilustración 18. Exposición en la Sala Parpalló y Ser de Huevos. ................... 223
Ilustración 19. Ser de Huevos. .......................................................................... 224
Ilustración 20. Páginas del Catálogo de la exposición de Oposiciones. ......... 225
Ilustración 21. Portada del Catálogo de Oposiciones. ..................................... 226
Ilustración 22. Boceto de la tierra y los planetas. ............................................ 236
Ilustración 23. Boceto Dama de la Sostenibilidad ............................................ 237
Ilustración 24. Cabeza de la Dama de la Sostenibilidad. ................................ 238
Ilustración 25. Cuerpo de la Dama de la Sostenibilidad .................................. 239
11
Ilustración 26. Dama de la Sostenibilidad. ...................................................... 239
Ilustración 27. Nube de amor. .......................................................................... 240
Ilustración 28. Boceto Mundo Enfermo. ......................................................... 241
Ilustración 29. Boceto y dimensiones del Mundo Enfermo. ........................... 242
Ilustración 30. Ninot Mundo Enfermo. ........................................................... 243
Ilustración 31. Detalle del corazón del Mundo Enfermo. ............................... 244
Ilustración 32. Falla de la Sostenibilidad. ....................................................... 245
Ilustración 33. Falla de las Artes. ..................................................................... 251
Ilustración 34. Falla geométrica La niña bonita. ............................................ 252
Ilustración 35. Bocetos de falla. ....................................................................... 253
Ilustración 36. Figuras falla. ............................................................................ 254
Ilustración 37. Proceso de elaboración de la falla. .......................................... 255
Ilustración 38. Proceso de elaboración de la falla. .......................................... 256
Ilustración 39. Montaje de la falla. .................................................................. 257
Ilustración 40. Proceso de elaboración de la falla. .......................................... 258
Ilustración 41. Cálculos y proceso de elaboración de la falla. ........................ 259
Ilustración 42. Estructuras y dimensiones de la falla. .................................... 260
Ilustración 43. Cremà de la falla ....................................................................... 261
Ilustración 44. Rafa Adell Valero y Ana Montagud Moya .............................. 262
Ilustración 45. Victor Pons . ............................................................................. 264
Ilustración 46. Adrián Solbes. .......................................................................... 265
Ilustración 47. Falla creada por CREARQCIÓ ............................................... 267
Ilustración 48. Ángela Estévez. ........................................................................ 268
Ilustración 49. Relación entre museo, escuela y universidad. Necesidades y
vínculos ............................................................................................................... 289
Ilustración 50. Relación entre museo, escuela y universidad. Necesidades y
vínculos ………………………………………………………………………...290
Ilustración 51. Desescolarización del museo, el aprendizaje escolar y estrategias
de motivación. .................................................................................................... 296
12
Ilustración 52. Desescolarización del museo, el aprendizaje escolar y estrategias
de motivación. .................................................................................................. ..297
Ilustración 53. Docentes y museos. ............................................................. ….303
Ilustración 54. Docentes y museos. ................................................................ ..304
Ilustración 55. Formación de educadores y educadoras de la escuela. .......... 312
Ilustración 56. Formación de educadores y educadoras de la escuela. .......... 313
Ilustración 57. Formación de educadores y educadoras de la escuela. .......... 314
Ilustración 58. Formación de educadores y educadoras de museos. .............. 319
Ilustración 59. Formación de educadores y educadoras de museos. .............. 320
Ilustración 60. Formación de educadores y educadoras de museos. .............. 321
Ilustración 61. Espacios y dimensiones del museo. ......................................... 328
Ilustración 62. Espacios y dimensiones del museo. ......................................... 329
Ilustración 63. Espacios y dimensiones del museo. ......................................... 330
Ilustración 64. Espacios y dimensiones del museo. ......................................... 331
Ilustración 65. Herramientas de investigación en educación y museos. ........ 335
Ilustración 66. Herramientas de investigación en educación y museos. ........ 336
Ilustración 67. Herramientas de investigación en educación y museos. ........ 337
Ilustración 68. Valores y actitudes. .................................................................. 343
Ilustración 69. Valores y actitudes. .................................................................. 344
13
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 1. Esquema de la tesis doctoral..………………………………………………....22
Tabla 2. Tipología de textos……………………………………………………………150
Tabla 3. Estructura conceptual del estudio de caso. .................................................... 175
Tabla 4. Estructura del trabajo de investigación. ....................................................... 176
Tabla 5. Relación de objetivos, hipótesis, temas y variables. ....................................... 178
Tabla 6. Esquema de estudio de casos. ......................................................................... 181
Tabla 7. Preguntas de la entrevista realizada a personas expertas. ............................ 184
Tabla 8. Tipos de grupos de discusión extraída de la fuente de Fontana y Frey. ....... 185
Tabla 9. Personas expertas entrevistadas. .................................................................... 277
Tabla 10. Personas expertas entrevistadas y temas tratados ........................................ 344
Tabla 11. Objetivos específicos y evidencias ................................................................ 359
14
CAPÍTULO 1
JUSTIFICACIÓN
Síntesis del discurso
Una parte importante de la aventura creativa del siglo XX y de lo que hemos
recorrido del siglo XXI se ha orientado hacia el papel social de las artes. El hecho de dotar
de un quehacer social a los artistas y su voluntad de participar en los debates colectivos
no es una idea nueva. Muchos artistas nos han mostrado de qué manera las posibilidades
de las artes marcan, a veces de un modo rotundo, realidades incluso incómodas que hacen
bajar la mirada de la ciudadanía. De hecho los cambios de forma y de significado que han
experimentado las artes en las últimas décadas han propiciado una ejemplificación de las
prácticas que se agrupan bajo el epígrafe arte. Nos planteamos muy seriamente la
posibilidad de que el arte no sea únicamente el resultado de un trabajo individual de su
creador/a particular, sino el producto de una interacción colectiva. Entendemos asimismo
que las artes no han de funcionar, necesariamente, como un modo de transmisión vertical
desde la cultura de expertos (encarnada en el museo) hacia la colectividad, que se supone
ignorante y, al mismo tiempo, ávida de productos culturales de excelencia.
Por el contrario, una de las formas en las que se está redefiniendo el rol del/de la
artista es como catalizador/a de proyectos que inciden en una realidad concreta, en un
contexto específico con incidencia en un grupo humano determinado. La persona artista
se compromete con un colectivo. Escucha, acompaña, cataliza inquietudes y proyectos y
aporta su bagaje desde los saberes artísticos para dotarlos de formas visibles.
Atentos a esta nueva sensibilidad social concretada en textos específicos y
construidos con personas y grupos probablemente aliados a la institución arte, muchos
museos entienden su labor educativa como un esfuerzo por acoger y dar soporte a este
tipo de proyectos.
Desde los departamentos de educación de los museos habitualmente se ha
contemplado la educación formal como un partner necesario en la labor de mediación y
acción educativa. La creación de sinergias y complicidades entre los museos, los centros
escolares y las universidades, entre los educadores de museos y el profesorado de los
diferentes niveles educativos, desde la infancia a la universidad fomenta la aproximación
de nuevos públicos, posibilita la participación y el intercambio. Pero es evidente que en
este camino de colaboración también hay dificultades. Los museos de arte se centran en
su labor educativa en la difusión de artistas profesionales, en la mediación cognitiva para
la compresión de las artes o se aventuran en proyectos a favor de la inclusión social y la
incidencia en la comunidad.
El profesorado de educación formal de todos los niveles ve su trabajo más
enmarcado por las prescripciones institucionales en forma de currículum, horarios,
grupos, programas. A menudo las artes son, como mucho, una parte más de un denso y
complejo currículum para cuyo desarrollo, a veces, cuentan con escasa preparación. A
partir de aquí nos surge la inevitable pregunta, ¿cómo se puede mejorar la cooperación
15
entre el museo, la universidad y la escuela?, y para buscar la respuesta tantearemos temas
como la formación de los docentes, la potencialidad del arte para la enseñanza reglada y
su concreción y qué pueden aportar los museos, y nos plantearemos la creación de redes
que conecten museo, escuela, universidad y comunidad; en definitiva cuáles son las vías
para renovar y profundizar la comunicación y la colaboración.
La presente investigación plantea herramientas para proporcionar, valorar y
coordinar un diálogo entre la educación formal y la no formal, rompiendo barreras y
generando vínculos, con sus protagonistas, sus responsables y sus usuarios. Fundamentar,
narrar, investigar, ordenar e interpretar el amplio espectro de las relaciones entre el
museo, la universidad y las escuelas en el ámbito de la educación, son las tareas
fundamentales a realizar .
Todo museo de arte que quiera situarse como un lugar adicional y
enriquecedor en términos del conocimiento como parte de la cultura, está obligado a
considerar a la comunidad en la que se inserta. Sería importante generar un espacio
donde las personas usuarias puedan resignificar y apropiarse de contenidos científicos y
sociales. Las escuelas y la universidad deberían demandar la cooperación y coordinación
inter-institucional.
No se trata únicamente de una investigación educativa, la propuesta
conlleva una estrategia de impulso pedagógico. Identificar las formas de inserción de
las visitas escolares es necesario para construir la plataforma que contribuya a la
formación de un público autónomo. De manera que, a partir de la información que
proporcione este proyecto, el vínculo con las escuelas pueda establecerse de una forma
más eficiente. Se trata de abrir un espacio de comunicación.
Si el museo intenta ser una institución democratizadora ha de tener a la escuela y a
la universidad como intermediarias casi imprescindibles. Ambas instituciones le pueden
acercar públicos nuevos. Si se garantiza la apropiación cultural a todos y todas, o por lo
menos a gran parte de sus miembros, estaremos cimentando la existencia de futuras
personas usuarias de museos.
Señalar, desde el punto de vista de la escuela y de la universidad, cuál es el
tipo de prácticas que quieren hacer en el museo, o en otros contextos, permitirá a este
último responder más puntualmente a las demandas escolares y universitarias y así
enriquecer las propuestas con sus propios objetivos. Es necesario integrar los
intereses del museo con los de la escuela y la universidad para dar lugar a una
actividad motivadora y rica en aprendizajes.
Por eso planteamos la necesidad de conceder a la educación la importancia que se
merece, en primer lugar, para resolver la desvinculación entre el museo, la escuela y la
universidad y en segundo lugar, para utilizar el arte contemporáneo como mediador de
relaciones que permite a las personas y a las instituciones educativas formar parte activa
de la construcción de conocimientos partiendo de su significatividad.
La siguiente investigación intenta dar visibilidad a este tipo de cuestiones,
proponiendo la metodología de trabajo por proyectos a través del arte contemporáneo
como potenciadora de vínculos en las tres instituciones planteadas mostrando dos
experiencias que ofrecen un nuevo modo de relacionarse. Se trata de concebir la creación
16
artística desde una perspectiva contemporánea, es decir, entender el arte como una
herramienta capaz de suscitar en las personas implicadas una nueva visión del mundo
subjetiva y personal. Hemos tratado de ofrecer el análisis de dos experiencias educativas
a través del arte desarrollada por un grupo de profesionales de la educación en museos,
por universitarios y universitarias y por comunidad escolar. Este tipo de proyectos nos
permite investigar y profundizar en las relaciones entre profesionales de la educación y
las instituciones educativas en la construcción de nuevos contextos educativos
significativos. La inclusión de equipos educativos, multidisciplinares e
interinstitucionales, en este tipo de proyectos, no es más que un primer paso para la plena
inclusión de éstos en el diseño y conceptualización de las metodologías cooperativas en
contexto.
En esta tesis se exponen los dos proyectos Ser de Huevos y Falla SOS, experiencias
que vieron su primera edición en artículos publicados en los diez últimos años,
renovándolos, seccionándolos o enriqueciéndolos con nuevos fundamentos y
observaciones, algunas conferencias impartidas y preocupaciones y meditaciones del día
a día como docente y gestora educativa. Con estas revisiones se da a conocer el discurso
de la investigadora a medida que se irá profundizando en la investigación basada en las
artes.
Hace mucho tiempo que vengo recapacitando de qué modo desarrollar tácticas
educativas basadas en arte. En este proceso evidencia que las historias de vida lograban
aproximarnos a la comprensión de lo pedagógico y de lo educativo y por supuesto a la
educación artística. Abordé con entusiasmo la tarea de prestar atención a las tres
instituciones –escuela, universidad, museo-, cuyas voces habían sido insuficientemente
escuchadas. Esas voces eran señales de ilusiones, de posibilidades, de fracasos y aciertos,
de evocaciones, de conocimientos y pasiones. La idea me retaba. Son narraciones que no
pretenden tener un principio ni un final, son circulaciones de la trayectoria profesional,
de la vida, un ser estando, un transcurso paralelo al vivir e incluso mucho más.
Recupero la idea ya utilizada en otras investigaciones actuales que nos remiten
asiduamente a conceptos como:
Experiencias desde el yo, procesos de experiencia y narraciones del
profesorado, huellas de la evocación, reflexión, relatos de trabajo, acción de
recordar experiencias, procedimiento biográfico, los diarios de aula de
docentes, el ámbito de lo cotidiano, incertidumbres en las vivencias, retos que
puntean lo cotidiano, narrativas del alumnado, lo ocurrido como un instante
vivo, escuchar la voz del profesorado, contar sus historias de vida, pensar y
relacionar relatos con cuestiones del arte contemporáneo, historias de nuestra
formación docente, rehacer historias.
Según Jackson (1991), los relatos poseen fundamentalmente una doble función,
una epistémica y la otra transformadora. Las narraciones originan cambios de
conocimiento y conciencia, representaciones renovadas, opiniones diferentes, etc.
colaboran para establecer nuevos beneficios, iluminan e instruyen. Las historias que
examinamos y releemos nos forman y nos ayudan a ser lo que somos, son una porción de
17
nuestra circunstancia de persona. Conocer estas narraciones nos ayuda a saber cuál es el
mundo en el que vivimos.
Por otro lado la escuela es un territorio de reproducción social, pero a su vez es
además un lugar donde es posible trabajar nuevas y diferentes formas de relación,
experimentar vínculos, reorientar conductas y aprender a explorar el patrimonio tanto
tangible como intangible de la diversidad cultural. La misma diversidad que hay en el
patrimonio debe estar presente en la escuela. Intentar trabajar las relaciones y vínculos
con otras instituciones educativas tanto de los espacios reglados como no reglados y
mantener una relación de reciprocidad, de igualdad y de confianza ayudará a transformar
la variedad en oportunidades educativas y de enriquecimiento. La escuela debiera ser un
espacio abierto donde la relación con otras instituciones posibilite que las personas
aprendan a conocer, comprender y a comunicarse. Como apunta Edgar Morin,
“... la comprensión es al mismo tiempo medio y fin de la comunicación humana.
Ahora bien, la educación para la comprensión está ausente de nuestras enseñanzas.
El planeta necesita comprensiones mutuas en todos los sentidos. Teniendo en
cuenta la importancia de la educación para la comprensión en todos los niveles
educativos y en todas las edades, el desarrollo de la comprensión necesita una
reforma de las mentalidades. Tal debe ser la tarea para la educación del futuro.
[...] La comprensión mutua entre humanos, tanto próximos como extraños, es en
adelante vital para que las relaciones humanas salgan de su estado bárbaro de
incomprensión. De allí la necesidad de estudiar la incomprensión desde sus raíces,
sus modalidades y sus efectos. Este estudio sería tanto más importante cuanto que
se centraría no sólo en los síntomas, sino en las causas de los racismos, las
xenofobias y los desprecios. Constituiría, al mismo tiempo, una de las bases más
seguras para la educación por la paz, a la cual estamos ligados por esencia y
vocación” (Morin, 1999: 57).
Debemos reformar el pensamiento. Cada vez se va generando una mayor distancia
entre nuestros saberes, fraccionados, espaciados, y los contextos cada vez más
multidimensionales, multidisciplinares y universales. Este escenario dificulta percibir la
complejidad de las interacciones y autorregulaciones entre los fragmentos y el todo, y los
inconvenientes principales. No obstante, las peticiones y apremios que atiende la escuela
no le permiten orientarse hacia dicho objetivo por falta de tiempo para la deliberación y
para la formulación de propuestas didácticas concretas.
Esperamos que la presentación de las propuestas de esta tesis ayude a transformar
el pensamiento y las experiencias pedagógicas. En ese sentido planteamos cómo es
posible abordar en la escuela los vínculos con otras instituciones educativas diversas.
Consideramos que para trabajar la vinculación entre instituciones es necesario un
cambio de mirada que enlaza los siguientes aspectos:
Decidirse a pensar juntos. El fin central de la escuela es formar ciudadanos y
ciudadanas que recapaciten y piensen, por lo que consideramos fundamental
que la colectividad docente de una institución educativa decida pensar. Ofrecer
tiempo para pensar cuando todo va en dirección contraria requiere coraje. Hay
que superar el engaño de separar lo intelectual de lo emocional, el pensamiento
18
de los afectos. Pensar es vivir y crear vida nueva. Es posible educarse a través
del pensamiento.
Decidirse a trabajar juntos para promover la transformación del contexto.
Disponer a sentir. Es necesario no perder a la persona en el sistema educativo.
Es fundamental que el profesorado y la escuela recobren la voz de las
emociones, las vibraciones, el cariño y el conocimiento para crear en la realidad
los métodos de humanización.
La actividad cotidiana de las instituciones educativas, las ocupaciones permanentes
de docentes y estudiantes, la propagación de silencios, algarabías y bullicios, conceden
una componenda polifónica y propia. Esta pluralidad de contextos, acciones y prácticas
que poseen los universos educativos conceden un complot único, con infinidad de
tonalidades, repleto de significados específicos y diversos a los de distintos universos
sociales. Los espacios educativos existen atravesados, constituidos, por sucesos de
cualidad diversa. Pero poco más o menos todas las vicisitudes que acontecen en la escuela
se corresponden de un modo u otro con la vida, actual, pasada o futura de las personas
que la ocupan.
Por ser espacios sociales, tanto la escuela como la universidad o los museos son
pesadamente reveladores, están surcados por narraciones, impregnados de tradiciones. Y
es en esas narraciones donde persistentemente el profesorado y los educadores reforman
su identidad profesional. Al narrar o escribir historias sobre la educación y sus
experiencias pedagógicas, sobre los aprendizajes del alumnado, sobre las inseguridades,
sobre las tácticas de enseñanza que se implantan o los pensamientos que estimulan horas
de trabajo académico los docentes dialogan de sí mismos, de sus ilusiones y de su
actuaciones.
Narrando las experiencias educativas en las que somos protagonistas estaremos
narrando las propias historias profesionales, manifestaremos emociones acerca de lo que
pensamos que son buenas prácticas de enseñanza; el rol de la escuela, del museo o de la
universidad en la sociedad contemporánea; de sus propios espacios de enseñanza así
como los razonamientos de mediación curricular y docente que utilizan; las hipótesis que
subyacen a las valoraciones de las prácticas de sus estudiantes. Con las historias
estaremos expresando un fragmento del saber didáctico, experto y muchas veces implícito
o silenciado. Historias que se fundan y se refundan en la diversidad de experiencias y
preocupaciones que cumplieron y plasmaron sobre su trabajo. De ahí la idea de compilar
los relatos de profesionales expertos, para así poder dar a conocer parte del recorrido
profesional de las personas entrevistadas implicadas. En estas entrevistas nos muestran
sus saberes y supuestos sobre la enseñanza, sus recorridos laborales, sus convicciones,
sus vacilaciones e interrogantes, sus expectativas, aspiraciones y satisfacciones. De esta
forma se logra una visión todavía más completa, ya que las entrevistas con sus relatos se
han organizado y compilado de manera que seguramente obtendremos una historia de las
instituciones diferente de la que conocemos, de la que habitualmente leemos, de la que se
expone de manera oficial, la que se supone indiscutible.
Cuando las personas expertas cuentan sus experiencias profesionales y pedagógicas
relatándolas en primera persona componen materiales excepcionales mediante los cuales,
en el apartado de la tesis donde se confrontan las opiniones, la investigadora podrá
19
reflexionar sobre los contextos de vinculación del museo, la universidad y la escuela y el
compromiso pedagógico desde sus puntos de vista y la expresión de sus representantes.
El objetivo es exponer las ideas fuerza que es el compendio de todas las reflexiones
conjuntamente. Fundamentar las experiencias profesionales y pedagógicas a través de las
entrevistas y de la indagación artístico-narrativa de experiencias y discursos posibilita la
comunicación y tránsito de opiniones, sapiencias, descubrimientos y proyectos que los
interpelan en su profesionalidad y en su protagonismo como actores y actrices centrales
de la historia pedagógica de las escuelas, los museos y las universidades. Diferentes voces
se citan en esta tesis dando una visión más poliédrica de la relación entre estas tres
instituciones y numerosos temas más, lo que hace más enriquecedor el debate dándole un
talante más crítico al incorporar al texto valores, identidades, relaciones de poder.
Seguidamente se ofrece una selección de ideas extraídas de una serie de teóricos
que nos ayudan a justificar la motivación de la investigación, dándonos su visión y
conocimiento sobre las narraciones, relatos e historias de vida para reforzar nuestra
posición sobre el uso de la metodología de investigación para la realización de esta tesis.
Según Booth la narrativa es una forma de arte: “mi argumento es que la sociología
necesita llegar a ser más como la historia en reconocer el rol de la imaginación en la
reconstrucción creativa de otros mundos” (Booth, 1996: 246).
Ronald Barthes (1994) nos explica que los relatos están presentes en todos los
tiempos, lugares, y que todos los grupos humanos tienen sus relatos y que muchas veces
son saboreados por personas diversas. El relato está allí como la vida.
Según McEwan y Kieran Egan (1998), los relatos ayudan a fortalecer nuestra
habilidad para combatir en torno a asuntos y dificultades educativas y además es
fundamental para comprender la enseñanza y el aprendizaje. En palabras de Bolívar y
otros: “Estos relatos que la gente cuenta sobre la vida personal o docente hablan de lo
que hacen, sintieron, les sucedió o las consecuencias que ha tenido una acción, siempre
contextualmente situados en relación con otros; no desde un yo solitario o imparcial. La
narrativa expresa la dimensión emotiva de la experiencia, la complejidad, relaciones y
singularidad de cada acción: frente a las deficiencias de un modo atomista y formalista
de descomponer las acciones en un conjunto de variables discretas” (Bolívar et al., 1998:
12).
Los relatos nos han permitido significar la identidad, las prácticas, los sentimientos
y la razón por la cual debemos seguir un determinado tipo de acciones y no otras. Es muy
importante dar cuenta de la mirada de quien relata, eso favorecerá comprender de una
nueva manera el mundo. Como afirman diversos autores, somos narradores de historias
propias y ajenas; los tipos de contexto narrativo nos permiten representar las experiencias
habituales.
“Mediante la narrativa construimos, reconstruimos, en cierto sentido hasta
reinventamos, nuestro ayer y nuestro mañana. La memoria y la imaginación se
funden en este proceso” (Bruner, 2003: 130).
La idea que queremos destacar es que las maneras de investigación narrativa se
vinculan esencialmente con los métodos artísticos. La narrativa igual que el arte expresa
a una condición connaturalmente humana, es sensible a los valores del contexto
20
contemporáneo, proporciona una manera cualitativa de conocer y la narración es un modo
de expresión artística. Anhelamos, como proponen McEwan y Egan (1998), poder
desplegar mapas de ruta que sirvan para delimitar los temas y situar conocimientos dentro
del estudio de la narrativa en la investigación artística.
Como afirma Eisner (1997), cualquier modo de representación alternativa puede ser
empleado con la finalidad de mejorar la experiencia e incrementar la comprensión. La
investigación artística-narrativa nos permite atender a una riqueza de datos, detalles y
significados, emociones, estimulaciones, aspiraciones o propósitos que no podrían ser
reflejados tan fácilmente recurriendo a otro tipo de propuestas o expresiones. Por eso
utilizamos la narración de la experiencia como táctica para recapacitar sobre nuestra
identidad y sobre aquello que queremos crear o ser. Como propone Witherell:
“Los relatos nos invitan a conocer el mundo y a saber qué lugar ocupamos en él,…
nos convocan a considerar lo que somos, cuáles son nuestras esperanzas, quienes
somos y qué anhelamos. Las historias tienen cierto poder cautivante…”
(Witherell, 1998: 73).
La perspectiva narrativa contribuye a ser una ventajosa herramienta para
comprender la enseñanza, para captar una realidad específica donde podemos representar
tanto el período en el que sucede el trabajo de aprendizaje como su contexto concreto.
Nos ayuda a utilizarla como una lupa que delimita e irradia la complejidad de los métodos
de enseñanza y del pensamiento. La investigación es un proceso complejo y reflexivo de
reconstrucción que procura trascender el análisis de la experiencia personal, para un
mayor conocimiento del contexto educativo por medio de la interpretación de
significados.
Esta investigación despliega modelos de innovación competentes de capturar e
indagar el conocimiento de las y los profesores y su modo de enseñar. También
consideramos que, para la formación del profesorado, narrar la experiencia establece una
clave estratégica para pensar sobre la identidad profesional y sobre lo que se anhela hacer
o ser. En este sentido, en la escritura de esta tesis, nos permite enunciar y articular los
métodos formativos desde la óptica de la persona que realiza el proyecto y de su propia
trayectoria.
El museo, la escuela y la universidad no son piezas aisladas de un rompecabezas,
sino que conforman una trama educativa que discurre por múltiples lugares y contextos
que, en la disposición que intenten corresponderse entre sí, caminan para cimentar una
educación a través del arte objetiva, apropiada a la manera en que sucede en el entorno:
interconectada. Así, los estudios de caso y las entrevistas que se exponen en esta tesis
son acciones que procuran vincular los tres espacios educativos, o al menos dos de ellos,
indagando sobre los beneficios, la adición de concordancias y las múltiples posibilidades
que se generan.
21
Síntesis de los capítulos
División de la tesis doctoral:
INTRODUCCIÓN
CUERPO
TESIS
TEÓRICO
CUERPO
EXPERIMENTAL
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
Tabla 1. Esquema de la tesis doctoral.
Esta tesis doctoral se divide en cinco partes: introducción, cuerpo teórico, cuerpo
experimental, conclusiones y bibliografía. Estos apartados se articulan a su vez en dos
bloques diferenciados: uno teórico y otro empírico.
El primer capítulo es la justificación de la tesis.
CUERPO TEÓRICO: Se organiza en tres capítulos, cada uno de los cuales trata de
analizar los destinos complementarios de la escuela, la universidad y el museo, así como
la vinculación del museo y la escuela haciendo un breve repaso de su situación resaltando
la importancia de la didáctica y del paradigma educativo utilizado.
En el segundo capítulo se centra en abordar las relaciones entre escuela, museo y
universidad planteándose qué puede hacer la investigación y el profesorado y cuáles
deberían de ser las políticas colaborativas y experiencias culturales en contextos
complejos para la labor pedagógica.
En el tercer capítulo se hace un breve repaso histórico y se analizan las relaciones
entre el museo y la escuela, así como las necesidades mutuas, resaltando su importancia
en el desarrollo del currículum a través de la didáctica. Además se destaca cómo el museo
es posibilitador del desarrollo de aprendizaje por competencias. Se reflexiona también en
este capítulo sobre las razones por las que el profesorado debe visitar el museo así como
las cuestiones a tener en cuenta durante la visita. Concebir nuevos modelos educativos se
hace imprescindible en la actualidad en esta relación.
En el cuarto capítulo se presenta cómo el arte hace posible incorporar nuevos
horizontes en las prácticas escolares. Se analizan los referentes que existen para este
22
nuevo paradigma educativo, haciendo un breve repaso histórico. El arte contemporáneo
debe ocupar un lugar importante en el currículum escolar y universitario; por ello se
justifica en uno de los apartados su importancia. Es clave tener en cuenta el impacto de
lo artístico y lo estético en la estructuración del pensamiento complejo y cómo a través
del desarrollo de la práctica creadora en contexto se puede generar dicho conocimiento.
Consideramos que es fundamental crear en las escuelas y en la universidad espacios y
proyectos de creación artística que permitan el aprendizaje inclusivo a través del arte,
retando a las instituciones a estar abiertas a aprender en otros contextos educativos.
CUERPO EXPERIMENTAL: La segunda parte de la investigación está dedicada
al marco empírico y compuesto a su vez por ocho capítulos donde se trata de analizar un
nuevo modelo educativo, exponiendo la justificación de la presente investigación, además
de ofrecer una descripción de la metodología utilizada a lo largo de la misma. Se
encuadran en métodos de investigación y formación en concordancia con los valores
contemporáneos del arte actual y se fundan en la idea de la creación de lugares
intermedios en los cuales los proyectos de creación artística y la vida se movilizan. El
apartado de entrevistas e historias compartidas debe concebirse como un modo de
investigación alternativo cuya intención es aproximar la visión de las personas expertas
sobre la situación educativa por medio de una batería de preguntas sobre las que pensar,
expresar y/o documentar ideas y experiencias personales como modo de incrementar el
conocimiento profesional.
En el quinto capítulo se realiza una introducción que justifica el tipo de
investigación, así como los planteamientos generales de la investigadora respecto a esta
tesis, planteando la investigación como mejora de la profesión docente y como reto para
la innovación. Se delimita el paradigma metodológico y las características de la
investigación planteando la enseñanza como una acción investigadora.
En el sexto capítulo se tratan los fundamentos y métodos del conocimiento de la
práctica educativa a partir de la reflexión en la acción. Se aborda la metodología docente
de investigación: la investigación-acción.
En el séptimo capítulo abordaremos la reflexión de la investigación basada en las
artes, tratando el método de estudio de casos que es el desarrollado para analizar los dos
proyectos presentados. Repasaremos las directrices de la Investigación Basada en Artes
(Arts-Based and Artistic Research), dando un tratamiento especial a la A/R/Tografía
(A/R/Tography), planteando las dificultades y las ventajas.
El octavo capítulo está dedicado a la hipótesis y los objetivos de la investigación,
así como a las claves metodológicas utilizadas y a mostrar el proceso. En este apartado
se identifican los procedimientos de análisis de datos y técnicas de recogida de
información. Se presenta el método de estudio de casos planteado para los proyectos Ser
de Huevos y Falla SOS. También se explicita el método de entrevistas realizadas a las
personas expertas.
En el noveno capítulo se expone el estudio de los dos casos tratados en la
investigación (Proyectos Ser de Huevos y Falla SOS) y la triangulación de las entrevistas
realizadas a personas expertas. Se plantea el arte como tejido de vida y de socialidad.
23
También activamos los recuerdos y las conexiones con la ayuda del profesorado
implicado en el Proyecto de Falla SOS y también con los exalumnos participantes en
dicho proyecto, haciendo conexiones con su desempeño profesional actual y valorando
en el transcurso del tiempo las aportaciones y su transferibilidad al presente.
El capítulo diez se centra en las entrevistas realizadas a las personas expertas. Se
realiza una justificación de la discriminación de la información, la interpretación y la
triangulación mediante narrativas. Como conclusión se presentan unas tablas con las ideas
fuerza de las temáticas tratadas mediante la entrevista. Las preguntas de las entrevistas
han sido agrupadas como se expone a continuación:
Relación entre museo, escuela y universidad. Necesidades y vínculos
Desescolarizar el museo. Aprendizaje escolar y estrategias de motivación.
Docentes y museos.
Formación de educadores y educadoras de la escuela
Formación de educadores y educadoras de museos
Espacios y dimensiones del museo
Herramientas de investigación en educación y museos
Valores y actitudes que se fomentan en los museos
CONCLUSIONES: Finalmente, el último capítulo, el once,
plantea las
conclusiones de nuestra investigación en función de los resultados Además, ofrece al
lector una visión de las limitaciones que en este estudio se ha encontrado y de las posibles
líneas de investigación que este trabajo puede ofrecer. A modo de final, presento un
resumen de conclusiones pero que no pretende resultados finales. Al recordar, al volver
sobre las acciones desarrolladas evoco las ideas que me transportaron a la creación de
proyectos en la tarea como profesora, artista e investigadora de educación artística a
través de los años y la huella que marcaron sobre la piel. No son afirmaciones estáticas,
son investigaciones en progreso, concepciones e ideas en acción.
BIBLIOGRAFÍA: En esta tesis se realiza un recorrido bibliográfico, tomando
aportaciones de distintas disciplinas, para establecer relaciones que se dan entre la
educación y el arte, la escuela, el museo y la universidad como punto de partida para una
indagación completa. Toda ella se recoge en el capítulo doce.
24
CUERPO TEÓRICO
CAPÍTULO 2
DESTINOS COMPLEMENTARIOS: ESCUELA, MUSEO Y UNIVERSIDAD
2.1
Relaciones: escuela, museo y universidad.
Los nuevos contextos sociales derivados de los avances científicos y tecnológicos
inducen a nuevos retos de formación a los estados y sus sistemas educativos tanto
formales como informales. En esta perspectiva, los sistemas formales de educación se
ven presionados por las nuevas demandas de la sociedad, en términos de formar
ciudadanos que se manejen con competencias básicas y personales, muy distintas a las de
hace tan solo algunos años; entre ellas, las de desarrollar un sentido de identidad que
preserve las raíces culturales que son la base de las nuevas sociedades.
Es imprescindible que nos aventuremos a crear distintas maneras de articular el
sistema educativo escolar y universitario con el entorno. Debemos establecer nuevas
colaboraciones, crear vínculos con organizaciones de la comunidad para que puedan
colaborar con la labor educativa. Y es aquí donde necesitamos a los museos. Debemos
crear espacios en los que escuchar las demandas y necesidades de las familias, los
trabajadores, las universidades, las escuelas, para analizar lo que el sistema educativo
aporta a la sociedad. De lo que se trata es de establecer puntos de conexión con el entorno
en todas las instancias del sistema educativo, con el objetivo de hacerlo penetrable y
competente para explorar las señales expuestas por los ciudadanos (culturales, sociales,
políticas, económicas) y procesar las respuestas adecuadas en un clima de colaboración y
de construcción de consensos.
Por otro lado, las instituciones que tradicionalmente han tenido la misión de
resguardar, difundir y preservar el Patrimonio Cultural de las sociedades, los museos,
también sufren las presiones del sistema educativo formal y deben buscar satisfacer esas
demandas. Ante esta nueva realidad, surgen propuestas para que el museo, como un
espacio de comunicación más interactiva, se haga eco de las necesidades educativas del
sistema formal de educación y de las nuevas demandas culturales de la sociedad. En los
contenidos por primera vez encontramos el patrimonio vinculado a la dimensión
contemporánea de la cultura, al incluirse la preocupación por el patrimonio. En palabras
de Aguirre, “frente a la idea de que lo patrimonial remite a lo antiguo y heredado, cada
vez es más frecuente encontrar situaciones en las que hechos y bienes culturales
contemporáneos son calificados como patrimonio cultural” (Aguirre, 2008: 70). Ambas
son, en todo caso, dimensiones de una realidad, el patrimonio cultural, que sucede en el
tiempo como un presente continuo, entendiendo que incluso lo heredado del pasado se
recibe, analiza, interpreta, conserva, disfruta, valora y se transmite en herencia desde
parámetros y contextos siempre contemporáneos.
25
El sistema formal de educación debe perfeccionar su mirada didáctica con el
objetivo de hacer eficientes las visitas a los museos potenciando el desarrollo de nuevos
aprendizajes en los alumnos y alumnas atendidos. El museo, la escuela y la universidad
no son segmentos aislados, sino que conforman un tejido educativo que transcurre por
numerosos espacios y contextos que, en la medida que busquen relacionarse entre sí, nos
van a permitir construir una educación artística realista, adecuada al modo que acontece
en la realidad: interrelacionada.
Actualmente es necesario revisar el mapa de complejidades y relaciones entre arte
y educación, ya que tradicionalmente esta relación parecía relegarse a esferas
independientes entre sí. Sin embargo estas demarcaciones de territorios ahora mismo ya
son insostenibles debido a la expansión y contaminación tanto de la institución escuela
como del museo y de la universidad.
Lo que surgió como ámbitos diferentes con espacios perfectamente definidos,
actualmente, debido a la redefinición constante y la autorreflexión, tanto en la enseñanza
reglada como en lo museológico y en lo universitario, ha llevado poco a poco a establecer
redes de colaboración y compromiso incluso hasta el punto en el que hoy en día muchos
proyectos se muestran en una zona común de difícil categorización para anteriores
definiciones. Dicha agrupación emerge de un eje común de desarrollo que las escuelas,
los museos y las universidades comparten; la tentativa de garantizar el acceso universal
al conocimiento, como declara Vicente Todolí cuando Manen (2006) le hace las
siguientes preguntas sobre el tema; ¿Qué piensas de esta corriente en el contexto
institucional del arte contemporáneo, donde vemos la voluntad de convertir los centros
en centros educativos? ¿Nos enfrentamos a un problema de la universidad o se trata de
una reformulación de la institución artística? “Creo que hay dos aspectos, el primero es
político (dependemos del ministerio que se encarga de la política, la comunicación y los
deportes, así que la educación es una parte importante para ellos), pero también nosotros
tenemos interés en trabajar en educación porque esto es lo que crea la audiencia del
futuro, y la educación es la única vía con la que puedes tratar la diversidad. (…) Para
nosotros, el programa educativo es esencial y es lo que justifica la inversión que hace la
sociedad en nuestra institución; una de las partes que lo justifica, no la única”. “Con las
corporaciones, nos encontramos ahora en un momento de cambio de la cultura a los
temas sociales. Es como un péndulo. Digamos que ahora, sin un programa educativo, no
puedes lograr tanto dinero, también de corporaciones. Y en los próximos años este
fenómeno va a crecer”.
A nivel escolar, en la esfera de la enseñanza, se empezó a incluir el museo como un
recurso más, de manera que comenzaron a proliferar, en la década de los 70-80,
numerosos departamentos de educación en los museos y centros de arte españoles a causa
de los rápidos cambios políticos e institucionales que los museos españoles
experimentaron. A ello se unían las contradicciones que propiciaba la economía
neoliberal, donde se les pedía una doble función: por un lado, sentido de servicio público,
y por otro, entretenimiento cultural. Esto nos lleva a que no podemos pensar los museos
26
sólo desde su proyecto pedagógico, sino que es necesario contemplarlo y considerarlo
dentro de su complejidad con su contexto social y cultural. Y es en estos contextos donde
debemos conseguir el apogeo de la educación, es en los procesos colaborativos o
relacionales con su entorno social y urbano donde el museo tiene que generar el desarrollo
de sus políticas museísticas y educativas.
Sin embargo había una pequeña parcela de este territorio que todavía se mostraba
reticente. Si bien se hacía un uso desde los museos desde lo educativo el auge por la labor
pedagógica se centró en un principio en un público más concreto, seguramente bajo la
premisa de dar acceso y significatividad a un colectivo, el infantil-juvenil, que hasta ese
momento no tenía cabida en estos espacios. Falta de adecuación de contenidos,
atractivo… problemáticas que fueron rápidamente solucionadas y que incluso llegaron a
convertir a escolares en usuarios frecuentes. ¿Qué ocurría con lo universitario?
Consideramos que simplemente se daba por hecho que no demandaban ayuda o no sentían
motivación para recorrer sus salas. Esto era consecuencia de su propia definición como
Enseñanza Superior. Dicha idea ha sido soterrada gracias a las nuevas pedagogías
aplicadas en los últimos años, así como a la consideración de los distintos visitantes del
museo, con sus múltiples características y capacidades, adaptándose los unos a los otros
en un proceso de aprendizaje mutuo.
Por ello percibimos que en muchos proyectos contemporáneos brotan nuevas
relaciones entre estas dos instituciones, volviéndose a su vez más interdisciplinares y
difundidas. Esta asociación de museo y universidad es una maniobra incuestionable y
tremendamente seductora. Se trata de un señuelo y de un aparente camino a una alta
cultura que en realidad ya no lo es. La alta cultura se ha popularizado.
Es atrayente plantearnos sobre todo los cambios de estructura en las entidades
(museo, universidad y escuela) y en sus políticas específicas y las reglas de
responsabilidad concreta sobre las que se despliegan, más allá de los discursos que se
conciben desde ellas. Replantearnos qué equipos, qué estructuras, qué relaciones y qué
profesionales entran en estos proyectos es una cuestión de política pública que afecta al
aparato de mediación que se despliega. Para que se pueda producir este cambio es
necesario recapacitar la mediación como un transcurso de cambio institucional en donde
se tiene que volver a pensar las organizaciones y subjetividades que constituyen a dichas
instituciones.
En esta mediación debemos concentrarnos en cómo aprendemos conjuntamente, y
cómo afecta gradualmente a nuestros modos de trabajar en las instituciones e iniciativas
que desarrollamos. Es absolutamente necesario promover el trabajo colaborativo y
cooperativo.
Para Muntsa Calbó i Angrill, la educación del patrimonio ha de formar parte de la
educación general porque tiene que ver con el desarrollo de las personas y de las culturas;
justamente por ello, puede contribuir a mejorarnos la vida o al menos a intentarlo (Calbó,
2005: 24-25).
27
Existe una necesidad social de proveer de argumentos y propuestas innovadoras a
las universidades, los museos y los centros educativos. La investigación es el medio por
el que se pueden encontrar respuestas a los nuevos retos culturales y comunicativos, para
lo cual el apoyo universitario está siendo revelador y con perspectivas de éxito.
Desde la universidad se ha de favorecer un contrato de interés que vincule a los
distintos profesionales de cada institución. Consideramos que este es el mejor escenario
para la investigación implicando a personas e instituciones. La universidad puede ser el
eje que articule las investigaciones, profesionales investigadores universitarios,
responsables de departamentos de educación y los docentes de las distintas etapas
educativas.
Hemos de concebir ideas, diseñar interrogaciones, proteger posicionamientos, a
partir la reflexión razonada, y con la ayuda de la sensibilidad necesaria entre escuelas,
museos y universidades. Debemos hablar de estrategias para afrontar los cambios y
colaboraciones en redes que se pueden generar desde la universidad y contando con todos
los agentes implicados. La investigación que necesitamos ha de ser muy porosa a los
flujos de ideas que circulan en la sociedad. Los cambios que están sucediendo son
constantes y complejos, nuestro reto es gestionar mucho mejor nuestras respuestas.
Es necesario encontrar los interrogantes que pueden ayudarnos a buscar y entender
mejor para abordar mejor las investigaciones. Estudios de caso en los que se evidencian
aportaciones que pueden generarse al conectarse universidades, centros de arte y centros
educativos, asumiendo cada una de los implicados su parte de responsabilidad ofreciendo
programas innovadores.
Debemos buscar a los grupos de investigación activos y no a las personas concretas
que lo componen. Es muy eficaz la creación de estos grupos de investigadores desde los
cuales cada vez es más importante articular proyectos en los que se implican instituciones
y empresas. La educación artística es una excelente generadora de espacios de
interacción.
2.2 ¿Qué puede hacer el profesorado y los investigadores y las investigadoras
universitarias?
En los usos y estrategias de los maestros y maestras en las visitas a los museos es
clave la comunicación con los gabinetes didácticos de los museos. Nos planteamos que
el mecanismo dinamizador podría ser el uso de internet, ya que facilita las tareas al
profesorado, resulta cómodo, ágil y económico. Podemos resaltar la importancia de la
preparación de los educadores; la universidad puede y debe ayudar a los museos en sus
posibilidades pedagógicas, aproximando las necesidades del colectivo docente al museo,
además de crear redes para concebir identidad del colectivo en todos los niveles desde
28
infantil hasta la universidad. Otra oportunidad es generar encuentros enriquecedores y
posibilitadores para todos y todas. El arte y la educación posibilitan dicha comunicación.
Nuestro ámbito de acción es la educación artística, entendida tanto desde el
planteamiento curricular, ya que es materia en los planes de estudio, como en su vertiente
más transversal, desde la que se puede elaborar un discurso multidisciplinar. Es básico
establecer contacto entre educadores y educadoras, pero también es necesario que los
museos generen diálogo para concretar sus propuestas didácticas. Lo más importante en
este momento es promover el intercambio entre los profesionales de la educación y los
gabinetes educativos de los museos e instituciones. Si este dialogo, que ya se está
realizando, continúa mejoraremos las propuestas educativas.
Enumeraremos los factores que aumentan las distancias entre las instituciones:
Los educadores de museos no disponen, en ocasiones, de suficientes
herramientas adecuadas para poder convertir las visitas en experiencias
enriquecedoras.
Existe una insuficiente formación inicial en materia de cultura visual, falta de
conocimiento sobre los códigos.
Pensamos que el educador es la pieza clave, la persona más capaz de enlazar el
vínculo entre el museo y el alumnado funcionando como un gatekeeper. Término
establecido por Kurt Lewin en 1947 y aplicado por D.M White el cual estableció que el
trabajo del gatekeeper es una acción individual y subjetiva fundamentada en la propia
experiencia profesional y en el aprendizaje cotidiano. Es la persona que en un equipo de
trabajo actúa como especialista de información, respondiendo eficazmente a las
demandas de información.
La enorme cantidad de fuentes de información, su complejidad y sus limitaciones
hacen que el intermediario/a gatekeeper sea cada vez más necesario. Algunos sinónimos
que podrían ayudar a definir un gatekeeper son: agente de enlace, agente del cambio,
adaptador del conocimiento, intermediario, mediador, experto en información.
Los educadores como fuente de cohesión cultural deben intentar aunar las
iniciativas de las diferentes administraciones. Para ello es necesario ampliar los canales
de comunicación, ya que eso favorece contactos y conocimientos mutuos. Las
universidades logran construir esos puentes adecuados y necesarios entre los educadores
y educadoras, conduciendo sus intereses. Es preciso además crear lazos, armonizando la
transmisión de los grupos que investigan y narrando métodos e inquietudes de cada
universidad, aportando al espacio del arte un lugar de acción mucho más afín con el tejido
social y cultural del que formamos parte.
Como contraste con el pasado, los conocimientos e informaciones logrados en la
etapa de formación en las escuelas o universidades no permitirán a las personas
desempeñarse por un extenso ciclo de su vida activa. La obsolescencia será cada vez más
29
vertiginosa, exigiendo métodos de reconversión profesional, permanente a lo largo de
toda la vida. Pero, al mismo tiempo de la reveladora velocidad en la elaboración de
conocimientos, también coexiste actualmente la posibilidad de acceder a una cuantía
enorme de informaciones y de noticias que nos exigen saber elegir, organizar, procesar la
información, para que logremos manejarla.
Los museos constituyen un elemento de primer orden en la dimensión patrimonial.
La educación ha de colaborar en el conocimiento del patrimonio cultural, promoviendo
la cultura visual como mecanismo integrador. Museos, universidades y escuelas pueden
ser partícipes y cómplices para agrupar energías en los diálogos lingüísticos, visuales y
culturales. Los educadores resultan concluyentes en el acercamiento.
Al mismo tiempo, no hay que dejar de lado el bagaje mediático del que disponen
tanto el alumnado como el profesorado que puede ser aprovechado por la persona del
museo para su potencial práctica estética, implicándolos claramente con la vida y con sus
intereses, adecuándose a las distintas edades y madurez de los públicos escolares y
universitarios.
Según De Luelmo (2007) existe una interdependencia histórica entre las escuelas y
facultades de arte y el museo, empezando por su vínculo en la antigüedad y continuando
con el progreso análogo de ambas entidades artísticas, incluso para lograr una
organización sólida de sus fines y sus hechos pertinentes. En España el afianzamiento del
concepto contemporáneo de museo, entendiéndolo como institución de cuidado,
clasificación y desarrollo del patrimonio artístico de lo pasado y de la actualidad, ha
concordado con la época de fortalecimiento de las facultades de Bellas Artes como
centros oficiales para la formación en artes plásticas, de modo que puede afirmarse que
ambas instituciones han logrado su madurez de forma paralela y en tiempo bastante
reciente. Esta coincidencia debería favorecer que las relaciones entre ambas se diesen las
consideraciones ni las prácticas constreñidas en épocas pasadas, beneficiándose con ello
de proyectos vinculados, eficientes y de significativa trascendencia. Asimismo, con la
creciente apertura del museo hacia diversos sectores de público ha sido necesario ofrecer
también una especialización de sus trabajos educativos y de difusión. Este hecho ha traído
como consecuencia una nueva dimensión social del museo, paralela también a nuevos
escenarios a los que se deben adecuar los titulados en Bellas Artes, en Geografía e
Historia, en Historia del Arte. Uno de ellos es la eventualidad de desarrollar su actividad
posterior en el museo, de modo que la cooperación entre éste y la universidad, previa a la
licenciatura, ha de ser lo más consistente posible. En esta línea, ambos han de conservar
su colaboración, como hasta ahora, en tareas de estabilidad y desarrollo del arte, pero a
este nexo cultural deberíamos de unir también otros de índole profesional, dado que la
cantera de futuros mediadores se encontraría, en buena proporción, en las facultades y
carreras universitarias anteriormente citadas.
A día de hoy, este tipo de relaciones se presentan casi exclusivamente en los
programas de postgrado o en los estudios de máster, y consideramos necesario plantear
programas de actividades concretas en los estudios de grado que preparen al alumno de
30
cara a esta posible salida profesional. Es necesario también consolidar las relaciones
propiamente pedagógicas, es decir, aquellos que atañen a la utilización de colecciones y
exposiciones como instrumento de aprendizaje.
Debido a la alta especificidad de este alumnado universitario faltan estrategias
educativas preestablecidas. El profesorado debe promover y desarrollar los medios
necesarios para remplazar este vacío, utilizando su preparación especializada para ejercer
como mediador. Existen multitud de recursos pedagógicos que permiten perfilar
actividades de aprendizaje sin necesidad de ampararse en convenios o colaboraciones
oficiales, ya que el alumnado no debe depender de esa contingencia para desarrollar
satisfactoriamente su formación. Muchas de estas actividades, sin embargo, necesitan de
apoyo por parte del museo, señalando así que la labor conjunta de facultad y museo resulta
totalmente necesaria.
2.2.1 La sensibilización como bisagra y la mirada hacia la identidad.
Es necesaria una sensibilización hacia el arte y la educación, así exploraremos en
estos valores estéticos, emocionales y sociales, para comprenderlos en la generalidad de
sus dimensiones. Para ello es ineludible razonar su coherencia histórica e indagar en la
relación que guarda con determinados intereses de nuestro tiempo, es decir, aportar
evidencias que doten de coherencia interna y externa al arte y la educación actual. La
sensibilización se convierte en inflexión para poder lograr los fines pedagógicos.
+Además debemos descubrir y tener como fin la apropiación simbólica de los contenidos,
es decir, debemos concebirlos como nuestros e integrarlos con algún referente de nuestro
contexto e identidad. Es decir que pase a formar parte de nuestras utilidades, inquietudes,
predilecciones, estimulaciones o necesidades. Que favorezcan nuevos conocimientos ya
sean de tipo cognitivo, afectivo, social, etc.
Tenemos experiencias, vivencias y conocimientos sobre los que se debe articular
los nuevos aprendizajes. Esta idea nos obliga, como enseñantes, educadores,
investigadores, a partir de las realidades de las personas que van a participar en el proceso
de aprendizaje. En la memoria se guarda todo lo sensible, es por ello que nos va a ayudar
a organizar, a retener experiencias significativas de nuestra vida. Es decir, sólo es posible
aprender de lo que sabemos, de la experiencia y del vínculo que establecemos con las
cosas. Por estas razones, tanto en las escuelas como en los museos y universidades
debemos de partir de experiencias colectivas y personales. En palabras de Juanola y
Calbó, el desarrollo de las artes está íntimamente ligado con la cognición: “la educación
artística pone su énfasis en sus consecuencias cognitivas: el trabajo en arte contribuye
al desarrollo de complejas y sutiles formas de pensar. Examinadas analíticamente, las
tareas artísticas ofrecerán un contingente rico en oportunidades” (Juanola y Calbó,
2004: 116).
Desde la mirada educativa, el valor de la identidad es uno de los más importantes
ya que el centro de interés es la persona o el grupo que aprende y es importante revelar y
31
ayudarles a descubrir lo que el museo, el patrimonio, le pueden aportar, lo que les pueden
enseñar, y cómo pueden incidir en aprendizajes y vivencias de todo tipo (conceptos,
procedimientos y actitudes). El arte se convierte en mediador de la identidad y permite
que escolares y universitarios aprendan, comprendan, se identifiquen, se relacionen, sin
olvidarnos de la experiencia de sentir, opinar y formar parte de. Las obras pueden sugerir
recuerdos que nos pueden llevar a conversaciones que además se pueden estimular
mediante preguntas. Esta práctica educativa está relacionada con la reminiscencia y unida
a la expresión de emociones y sentimientos ligados a los recuerdos. Por eso que el arte se
llena de conceptos y palabras que aportan experiencias vividas. El grupo de estudiantes
buscará las obras que le causen mayor impacto por la relación que establezca con su
experiencia de vida y lo que ocurrirá en esa conexión es lo que hará que pertenezca a su
patrimonio. Por eso, la educación en los museos permite entretejer y establecer
conexiones, aunque en los museos es difícil localizar si se establecen bajo el paraguas de
alguna teoría o práctica educativa que condiciona sus actuaciones. Normalmente suelen
priorizar la práctica para determinar su identidad como museo.
2.2.2 Circulaciones comunes.
Transitar de la escuela al museo y viceversa, transitar de la universidad al museo y
viceversa, reconocer lugares educativos comunes. Esos lugares educativos pasan por
comprender que los estudiantes de cualquier edad tienen distintas inteligencias y
capacidades diversas y por ello tanto las escuelas como los museos y las universidades
han de ser activos en el diseño de experiencias. Y en esas circulaciones tienen que buscar
permanentemente su intersección para facilitar procesos fluidos de intercambio y
proyección conjunta.
Hasta el siglo XX no se tomó conciencia de la importancia de la educación artística
como algo esencial en los museos y el patrimonio. En los últimos años se han ido
incorporando de forma más o menos natural departamentos educativos en los museos,
pero siguen teniendo numerosos obstáculos de cara a la realización de una verdadera
acción educativa. Hemos de decir que el acercamiento ha sido muy intenso, pero aun así
consideramos que en la gran mayoría de museos la tarea educativa sigue sin ser la
prioridad. Los equipos de educación se instalan muchas veces en una rígida estructura y
asumen discursos tradicionales.
Es cierto que la comunidad escolar acapara un gran esfuerzo de los educadores,
instalándose en los discursos oficiales del museo y fomentando la función tradicional de
formador, constructor de contenidos, etc. lo que hace que el estudiante tenga un rol
pasivo. Los educadores, con su trabajo práctico y con su experiencia diaria, van asentando
su cultura educacional. Se trata de continuar buscando conexiones entre educadores y
estudiantes que favorezcan los procesos de recepción del hecho artístico. Es aquí donde
la universidad puede dar soporte para desarrollar una formación didáctica adecuada y
proporcionar mediante las investigaciones información relevante y contrastada sobre
buenas prácticas innovadoras en el ámbito del museo.
32
Los equipos de educación de los museos de arte contemporáneo se instalan en la
problemática de la aceptación y la dificultad de comprensión que generan las obras
expuestas en las salas. Existe una escasa formación en cultura contemporánea (Fontal et
al, 2008), lo que puede hacer que no interese o que sufra rechazo en el público escolar y
universitario hacia este tipo de arte. Por ello es muy importante compartir vivencias
personales para reconstruir una memoria tanto personal como colectiva y así ayudarles a
buscar nuevas formas de interpretar y expresar sus recuerdos a partir de las obras
expuestas. No debemos ocultar la dificultad de la mediación. En este contexto, nuestras
acciones son herramientas necesarias para proporcionar esa aproximación. Sin embargo,
lograr que se construya una relación valiosa no es fácil. La experiencia del día a día está
llena de dificultades que no alcanzamos excusar en la definición de los planteamientos de
los programas.
Las innovaciones que se han originado en el arte desde los inicios del siglo XX
hacen que resulte ineficaz la actitud de escolares y universitarios simplemente
observadores que adoptan muchos de ellos. Pensar que el arte es algo que mirar,
preferiblemente con una materialidad concreta, un objeto, es engañar la naturaleza de los
contenidos, su visibilidad, su razón de ser. El placer que provoca el reconocimiento es
algo que se comprueba a diario en el recorrido cuando acompañas a los visitantes.
La actitud de indiferencia impide la comprensión por parte del visitante escolar y
universitario de ciertos proyectos; para enfrentarse a situaciones nuevas es necesario que
estén atentos a cosas que suceden y preguntarse por el motivo, la intención o las
consecuencias que tiene. Es necesaria la colaboración del espectador. Entender el arte
como una actividad reflexiva de la que, más allá de un resultado objetual, puedan
derivarse situaciones o realidades nuevas supone para la mayoría una enorme dificultad.
Pero, como hemos dicho, la obra de arte no tiene un sentido único, por tanto, el
otorgado por el autor o autora es uno más al que se añade al de la crítica, el del educador
y el de cada uno de los espectadores escolares o universitarios que se enfrentan a ella a lo
largo del tiempo. En muchos de los comentarios de estudiantes está presente la idea de
que la pasión y formación del educador o educadora son los únicos medios para llegar a
comprender los contenidos del museo, es decir, que se necesita un don o mucha sabiduría.
Consideramos muy importante, en el contacto con el público tanto escolar como
universitario, que el educador revele el modo en que se aproximen a lo que ven; puede
ser muy útil.
El proceso de preguntas que produce una visión atenta y cómo a ésta se suma la
información, las asociaciones más personales y las miradas de sus compañeros y
compañeras sirven para justificar todas esas incógnitas que precisamente no tienen una
contestación específica. Una de las observaciones que hace el alumnado tras la visita al
museo es que le han hecho pensar, ver las cosas de otra manera, cuando ellas y ellos en
realidad creían que iban a mirar o a escuchar. Debe descubrir que su actitud ha de ser
distinta. Son cada uno de ellas y ellos los que tienen que elevar los puentes para
33
aproximarse a unas expresiones que creen alejadas y de las que pretenden hallar una
explicación a través de los sentidos o del discurso del educador o educadora.
La idea de que la obra no existe sino en el proceso de recepción se encuentra
formulada en la teoría de la estética de la recepción. Para sus autores lo que hay
previamente es una propuesta que se completará de forma diferente según el contexto del
receptor o receptora.
Entre las maneras de construir significado en los museos Lois H. Silverman (1999)
señala una que no debe ser ignorada, aquella que tiene que ver con comportamientos
básicos del ser humano. Se apoya en las teorías cognitivas para hablar de la memoria
como el mecanismo fundamental de la construcción de significado, pues el visitante
intenta ubicar lo que encuentra dentro del contexto de su experiencia. Esas conexiones
son para esta autora fácilmente distinguibles. Junto a los conocimientos sobre el tema, las
expectativas y las normas de comportamiento en los museos, se encuentran los eventos y
las situaciones de la vida, como las relaciones, los rituales y logros personales. Formas
subjetivas en las que estudiantes utilizan sus experiencias, opiniones, imaginaciones y
memorias para otorgar sentido y que demandan por parte de los museos estrategias que
las faciliten.
Los recuerdos, las opiniones y las asociaciones más personales de los estudiantes,
con independencia del nivel de enseñanza, deben adquirir protagonismo no como en las
visitas tradicionales donde lo ocupan las obras, los artistas y el discurso del educador o
educadora. En el recorrido por las salas del museo debe existir una selección y a poder
ser que esté motivada por los vínculos que las obras permiten establecer con una cultura
compartida; el vínculo se creará con la historia personal. Para ello el educador debe aliarse
con los soportes que hagan experimentar a los escolares, los que tengan una enorme
capacidad para activar su memoria y así se conviertan en perfectos aliados. Los
comentarios, más o menos breves, narrativos o descriptivos, sirven para descubrir cómo
el significado que pueden dar a las cosas se articula siempre a partir de un discurso
exterior a éstas, condicionado por situaciones personales y contextuales. Las tertulias
finales acerca de cómo han visto su experiencia en el museo, así como de los temas que
surgen a partir de propias elecciones, hacen que las sesiones sean relajadas y a veces se
prolongue más de lo previsto.
El profesorado de cualquier etapa educativa debe ser reflexivo y estar abierto a la
experiencia del museo, tanto cuando acompañan a sus alumnos y alumnas en las visitas
como cuando acuden a las sesiones informativas y cursos de formación deben manifestar
abiertamente sus carencias y prejuicios.
Es muy importante activar las narraciones individuales sugeridas por las piezas o
los espacios del museo. Porque contrariamente al sentir de la mayoría, el significado no
es único y no habita únicamente en la obra. Es continuamente arbitrario y atribuido. El
arte no es propio sino que es construcción cultural que está en incesante proceso de
definición. Como afirman las corrientes pedagógicas contemporáneas existe un rico
34
arsenal teórico-práctico para reconstruir la escuela, el museo y otros ámbitos educativos
(incluida la universidad), con el fin de afrontar los nuevos retos y desafíos de la educación
en el siglo XXI. Estos se sustentan en una racionalidad de época dialógica, compleja,
multifocal y fundamentalmente arraigada en el presente de la humanidad, en el cual se
muestran contextos educativos que hay que confrontar críticamente; todo los cual son
expresiones de los conflictos entre la racionalidad moderna y la posmoderna. Sólo es
posible aprender desde lo que sabemos y por tanto si entendemos el arte como experiencia
en la que se deja ver un conocimiento nuevo para las cosas, sus elaboraciones logran
sentido sólo a partir del vínculo que establecemos con ellas. Ver sencillamente no basta,
porque lo que miramos no logra notabilidad sino después de nuestra interpretación, de ahí
el grado de importancia que tiene hacer consciente al estudiante de su rol protagonista.
Su necesaria contribución para completar, cediendo sentido, la proposición del artista es
una labor improbable de promover sin un cambio de actitud en la relación con las obras.
Ese cambio de actitud implica una complicidad entendida como colaboración necesaria
para precisar el sentido de la obra y en cuanto a comunicación afectuosa con ella (Seco,
1999).
Las claves que vamos descubriendo para los estudiantes de cualquier edad son
siempre comunes y condescendientes con el hecho educativo del museo y las resumimos
en las siguientes:
Priorizar la experiencia por encima de la obra de arte
Tener en cuenta los contextos de recepción
Pensar en su contexto sociocultural
Evitar la autoridad del museo
Evitar la potencialidad discursiva del museo
Evitar que la educadora sea la figura clave en el discurso educativo
Generar discursos educativos
Dinamizar conciencias
Sensibilizar y poner en valor los contenidos del museo conectándolos con la
cultura actual
Afrontar la obra como un relato abierto capaz de generar múltiples
interpretaciones
Crear narrativas a partir de la interacción y experiencia del estudiante
2.2.3 La colaboración entre educadores y profesorado.
Abrir las puertas de los museos hacia los maestros y maestras de infantil y primaria
para que utilicen el museo como espacio y recurso educativo continúa siendo un gran
reto. Debemos ocuparnos en desarrollar formas de relación y aprovechamiento de los
potenciales del educador del museo y del maestro, coordinándose en la elaboración de los
itinerarios y las propuestas didácticas. Para que sea efectivo, debe buscarse la continuidad,
35
pensando en todos los usos didácticos y de experiencia de vida que pueda ofrecer el
museo. Buscar las conexiones del museo y el currículum escolar de infantil y primaria,
sin olvidar las motivaciones del alumnado. Es decir buscar entre ambos los fines
didácticos. Lo mismo ocurre a nivel universitario con las titulaciones de campos afines al
museo, debemos de ocuparnos de buscar estrategias comunicativas para acercar y
aprovechar las potencialidades que nos puede brindar el museo como espacio educativo.
Un gran avance sería sentar las bases para el funcionamiento de grupos de trabajo
y las líneas de colaboración. Para ello es necesario el fomento de la cultura colaborativa
basada en el diálogo, en el reconocimiento mutuo de las potencialidades de cada
institución, en la creación de espacios de formación reconocidos para experimentar e
investigar sobre la propia práctica, buscando referentes y ejemplos de buenas prácticas de
colaboración museo–escuela-universidad. Finalmente, también es importante hacer
difusión de los propios recursos educativos tanto del museo como del entorno escolar.
Desde una visión contemporánea, el anhelo básico del museo debe ser desarrollar
la cultura de calidad a un público lo más extenso y heterogéneo posible. Pero queremos
resaltar que quizá lo principal aún ha de ser su preocupación por aquellos grupos que se
hallan en una etapa concreta de formación educativa y profesional. En este sentido como
menciona De Luelmo (2007), hay una colectividad muy determinada que necesitará un
cuidado exclusivo, al ser conformado por personas que en un futuro próximo podrían
entrar a formar parte de los equipos de responsabilidad museística, o incluso ofrecer los
contenidos de las exposiciones: alumnado de los grados de Historia del Arte, Geografía e
Historia, Bellas Artes, y añadimos también a los Grados de Maestro/a de Educación
Infantil y Primaria. Las relaciones entre estos colectivos y los museos muestran tantos
puntos de acercamiento como desencuentros, pareciendo obvio que los vínculos entre
ambos demandan una organización mejor estructurada y más consistente que la habitual
hasta la actualidad, propósito en el que el profesorado universitario juega un papel
fundamental.
Las relaciones entre universidades y museos no muestran la fluidez que cabría
suponer, al recluirse en una organicidad independiente que, si bien ayuda su estabilidad
interna, desatiende la posibilidad de nexos con áreas afines. Sería injusto afirmar que no
hay voluntad de implicar al alumnado de las universidades en los museos, y
recíprocamente, pero es una obviedad señalar que esta correspondencia puede
optimizarse notablemente en un tiempo en que, por un lado, la entidad museística corre
el peligro de enfrascarse en una dinámica empresarial y, por otra, los estudios vinculados
al área de humanidades necesitan una consistente redimensión profesional. Por eso es
inevitable modificar estas vinculaciones desde sus fundamentos, es decir, desde la
adecuada tarea docente, organizando un escenario educativo que provoque e impulse
dichos lazos y que recíprocamente correspondiera descubrir su correspondencia en los
diferentes departamentos de los museos. Ya que esta última capacidad escapa casi
totalmente al profesorado universitario, nos concentraremos en aquellos asuntos que sí le
36
conciernen directamente y en los cuales tiene capacidad de acción inmediata, esto es, los
referentes al proyecto de metodologías activas de enseñanza aprendizaje afines al museo.
Los lazos entre educación artística y museos existentes en España han resultado ser
hasta el momento excesivamente formales y endogámicos. A finales del siglo XX, el
restablecimiento del mundo político y cultural español en el horizonte internacional
supuso la rápido y necesario ajuste a estas representaciones, de modo que tanto el modelo
museístico como el modelo educativo han aparecido experimentando un nuevo enfoque,
irregularmente exitoso. Asimismo, la creación de una organización diversa conformada
por áreas y departamentos dentro de los museos, esto es, la profesionalización y
especialización de sus competencias, se ha visto acompañada en el tiempo por una
reestructuración de los estudios de grado de las titulaciones semejante al espacio del
museo. Realmente, la asociación de éstos a los estudios superiores ha sido concordante
con la creencia pública del gran valor del museo, especialmente en lo concerniente al arte
actual. Se considera un paso sincrónico, suficientemente incuestionable: al transformarse
el arte, se transforma la didáctica ligada a él y cambia del mismo modo la institución que
acoge de modo más certero dichos cambios, el museo. El museo sufre una enorme
revolución cognitiva, teleológica y formal del arte moderno que ha provocado la
transición de una estrategia del museo enfocada únicamente en el objeto a una centrada
en sus públicos, por medio del amparo de razones didácticas y ya no puramente por
razones estéticas o de colección, salvando su conveniente valoración y contextualización.
Así pues, hemos pasado de un tipo de museo como contenedor del arte a un tipo de museo
activador del arte, simultáneo con la metamorfosis experimentada por las instituciones
universitarias. Esperemos que esta concordancia constituya, de modo concluyente, un
estímulo para su recíproca aproximación.
José M. Esteve (2005), en un estudio sobre la formación inicial del profesorado de
secundaria, señalaba con claridad que las instituciones de formación del profesorado,
particularmente la universidad, dan un tipo profesional fundado en el concepto de
investigador-especialista, más que en el concepto de profesor-educador. Tomando el
ejemplo de la historia, Esteve señala que los estudiantes se definen a sí mismos como
futuros historiadores y no como futuros profesores de historia, y que la enseñanza en la
secundaria sólo es percibida como una alternativa de segundo orden: un fastidio
lamentable para escapar al paro. Este fenómeno se presenta con características más o
menos similares para otras áreas como las ciencias y las artes, donde el alumnado es
formado como científico o como artista y no como profesores de esas áreas del proceso
pedagógico.
2.2.4 El alumnado universitario en el contexto museístico actual.
Existen porqués más que razonados para conservar y fomentar los lazos entre ambas
entidades y sus componentes, pero en la práctica tanto los departamentos de educación
de los museos como las universidades desatienden esta situación. Por un lado, éstas
intentan proporcionar mayor cuidado a las salidas profesionales puramente creativas en
37
el caso de bellas artes y docentes en el caso de historia del arte, geografía e historia y
magisterio, etc., teniéndose el museo por una especie de entidad burocratizada y
restrictiva que apenas posibilitaría en sí mismo dicha capacidad. Por otra parte, la política
educativa del museo, al tener que atender a un público extenso y fraccionado en grandes
sectores de población, no puede concentrarse adecuadamente en las características que
este tipo de público requiere. De hecho, el perfil del estudiante universitario estaría entre
lo que se denomina un visitante con cultura, con una pretensión heterogénea del museo
como sede de investigación y como lugar de perfil exclusivamente educativo y de cultura.
Al parecer, a los estudiantes se les pide que sean autosuficientes para afrontar de
modo individual y silencioso las obras. En esta línea, este público es el más antagónico a
una verdadera estrategia pedagógica fundamentada en los cauces educativos para el
colectivo. La formación que reciben estos estudiantes de su profesorado universitario está
desconectada del equipo del museo (León, 1978). Este colectivo de estudiantes podría
incluirse junto al gran público escolar de enseñanza reglada, personal, profesionales y
demás personas que visitan el museo. En consecuencia, y de acuerdo con estas premisas,
el visitante alumno de Bellas Artes, Geografía e Historia, Historia del Arte, e incluso de
Magisterio, etc., se hallaría entre la investigación elemental por ser afín claramente con
el arte, la educación formal por ser estudiantes y la no formal por ser visitantes,
dificultando su adscripción a uno u otro modo de metodología de trabajo.
Como escribe Mª Inmaculada Pastor (2004), habría que repensar continuamente el
cuidado educativo a grupos concretos, más allá de sus edades o cursos, quizás no sea
posible demandar a los departamentos educativos que atiendan igualmente la elevada
especificidad de este colectivo, pues ello comportaría la programación de actividades muy
específicas que desvanecerían las pautas pedagógicas normales en estos grupos de
trabajo. Sin embargo, sí habría que pedirse la cooperación de estas y otras esferas del
museo – conservadores, comunicadores, bibliotecarios, etc.- con el docente, dado que
interviene como agente ineludible, como receptor de las informaciones y gestor de los
útiles participantes en los trabajos de enseñanza-aprendizaje.
2.2.5 El papel del profesorado universitario en las relaciones museo-alumnado.
Definir las particularidades del buen profesora, es una necesidad para alcanzar una
educación de calidad. Al profesorado del siglo XXI le corresponde estar sólidamente
formado en las disciplinas de su especialidad para que logren comunicar debidamente los
últimos avances de su rama de conocimiento, pero a su tiempo comprometido y
generosamente formado para desempeñar con pertinencia las funciones docentes, de este
modo estará favoreciendo aprendizajes significativos y útiles para la práctica profesional
de los egresados. Por ello, el profesorado tiene que ser experto en su materia, debe saber
educar adecuadamente de forma que los estudiantes razonen, debe ser competente para
lograr que su alumnado aprenda de modo significativo, tiene que ser investigador
permanente, no solo de su ámbito de conocimiento, sino también de su tarea didáctica, y
sobre todo le corresponde estar al tanto de los aspectos sociales de la educación y de la
38
docencia. El profesorado de calidad tendrá que participar en el progreso intelectual y
humano de sus estudiantes, así como estar preparado para infundir valores y cualidades
profesionales y sociales, congruente con la época en que viven.
La universidad se encuentra inmersa en un complicado proceso de metamorfosis de
sus ordenaciones y cometidos, proceso que tiene como objetivo su ajuste al nuevo modelo
de sociedad y a las necesidades que éste suscita. Las bases de esta causa fueron
determinadas a nivel europeo en la llamada Declaración de Bolonia de 1999, y consigue
aseverar que supone una nueva dimensión de lo que concebimos como educación
universitaria, ya que propugna el paso de un modelo rigurosamente directivo a otro, más
flexible, en el cual el alumnado aparece como corresponsable de su propio aprendizaje.
El deseo básico del modelo educativo que expresa el Espacio Europeo de Educación
Superior (EEES) es que el alumnado sea competente para atender la información que
recibe y de adecuarla a sus beneficios, eligiendo y completando lo que le resulta más
oportuno para cada contexto concreto, en medio de una sociedad en que los escenarios
evolucionan continuamente. El museo en nuestro país se halla en pleno periodo de
consolidación.
En la esfera del arte y, en consecuencia con todo lo mencionado en el párrafo
anterior, la museología está vinculada a él, los giros y los cambios existen a la orden del
día, constituyéndose parte esencial de su actividad interna. Es por esto que la educación
del alumnado universitario tendría que estar encaminada, fundamentalmente, a este
acontecimiento, colaborando a su adaptación y su capacidad de respuesta debido al
apresurado ritmo de los cambios que suceden en nuestras sociedades, concerniéndole
además en todo ello un papel de propósito, conforme con su capacidad innovadora y
creadora. Desde este punto de vista, al modelo educativo tradicional, sumativo y
fragmentado, se le enfrentaría un nuevo modelo, integrador y constructivo, que en su
adecuada distribución y dinámica acarrearía ya los caracteres de la sociedad en la que se
asienta. Es decir, la idea del conocimiento artístico a modo de un constructo cerrado, de
corte tradicional, visible aún hoy en ciertas facultades, tendría que dar camino a una idea
emprendedora y flexible con multitud de persuasiones e informaciones, dispuestas a ser
desarrolladas si el momento (laboral, creador, investigador) así lo solicitase. Se trataría,
en resumen, de deshabilitar cualquier método de enseñanza estancada y de suplantarlo
por un tipo en que el alumnado realizase un rol determinante, pues solamente así podría
caminar en paralelo con el variable reglamento del arte y del museo contemporáneo. Este
acontecimiento conlleva, como es natural, un cambio de paradigma, desde una didáctica
del enseñar a lo que se ha designado didáctica del aprender: en el marco del EEES, el
docente transita de ser un puro presentador de contenidos a proceder como una especie
de guía del conocimiento que incita al aprendizaje al alumnado de un conjunto,
preestablecido pero flexible, de contenidos, ya sean de concepto, de metodología o
actitud. Estas capacidades se ajustan a la obligación que marcábamos en correspondencia
al rol mediador del docente con el museo y a su compromiso con esta relación, y habrían
de estimular un nuevo perfil del profesorado universitario, más indagador, emprendedor,
39
dialógico y empático, en comunicación continua con el progreso de esas idénticas
cualidades en el espacio del museo contemporáneo.
2.2.6 Actividades de enseñanza-aprendizaje en el museo y en la escuela.
En el ámbito de la educación artística, las relaciones entre museo y universidad
suelen ceñirse por norma general a una colaboración puntual y esporádica, lo que no
permite al profesorado efectuar una conjetura firme del aprendizaje, salvo si ambas
instituciones se favorecen con un convenio marco que lo incorpore con anticipación en
los programas de estudios. De acuerdo con nuestra experiencia personal, los modelos de
cooperación museo-universidad se suelen limitar, hoy en día, a la ejecución de prácticas
en determinados montajes expositivos, como operarios técnicos, asistentes o cuidadores,
o en departamentos museísticos, a modo de auxiliares. Aparte de su carácter
pseudolaboral, la gran incoherencia de este escenario es empezar prácticas sin un apoyo
teórico que las preceda ni una seria contextualización de los objetivos del museo. En este
sentido, es de lamentar que, salvo en los recientes masters o en cursos de postgrado, pocas
veces se den prácticas de cooperación que provean al alumnado conocimientos complejos
y pedagógicos sobre la organización o la adecuada actividad del museo, su patrón, sus
metodologías, su estrategia narrativa o de publicidad, sus planes de investigación o sus
razones de archivo, por situar algunas cuestiones. Ante este escenario, el profesorado
universitario debe plantear por sí mismo actividades de aprendizaje que sustituyan este
vacío educativo, a ser posible con la contribución puntual, como señalábamos, de ciertos
miembros de la plantilla del museo. Eilean Hooper-Greenhill (1998) nos señala que la
labor del aprendizaje, en concordancia con el museo puede fraccionarse y facilitarse
dentro de los subsiguientes tipos: de modo simbólico (lectura y escucha de materiales
textuales: acción pasiva, abstracta), de modo icónico (mirar objetos, imágenes o acciones
relacionadas con los contenidos del museo: acción pasiva, concreta) y de modo activo
(interactuando con los trabajadores del museo o con los artistas que expongan en él,
participando en debates y foros, presentando trabajos ante el conjunto del aula: acción
activa y experimental). Las actividades que plantee el docente tendrán que adaptarse a
esta triple tipología, desdoblándose entre aquellas aptas para desplegarse anticipadamente
en el aula, presencialmente en el museo, con continuación en la clase o, posteriormente,
en tutorías personalizadas. A continuación realizaremos una representación de modelos
de actividad que planteamos para estos cuatro ámbitos; en cada uno trataremos de realizar
una breve mención al nivel de colaboración que demanda por parte de los diferentes
agentes educativos.
a. Trabajos previos
Una localización lógica y motivada, dentro de la programación de los estudios, del
conjunto de actividades a desarrollar. La tarea inicial del docente será, sin duda,
argumentar la relación del alumnado con el museo y el lugar que cubrirá dicha actividad
en su proceso pedagógico, intentando crear los objetivos claros y los propósitos, con el
fin de incitar su interés y su cooperación activa. Esta actividad no convendría que fuese
40
solamente ocasional, sino habitual, manteniendo una agenda de temas aptos para de ser
abordados en relación con el museo.
Una evaluación del museo como entidad. Ciertas maneras museísticas, afines al
dirigismo político y a expresas astucias de mercado, así como un innegable desengaño
generacional, han favorecido en las facultades un crédito de indiscutible predisposición
contra el museo que exige al docente empezar por hacer apreciar el museo como
herramienta formativa para el alumnado y para la sociedad. Esta tarea requiere efectuar
un fundamento detallado y razonado de la idea de museo, incidiendo en sus circunstancias
históricas y en los modelos e implicaciones que muestra en el momento presente.
Una adecuada contextualización del museo en sí. Es necesario efectuar un estudio
detallado del museo con el que se vaya a entrar en relación, detallando su lugar en el
panorama museístico y cultural, sus objetivos, su recorrido y su escenario actual. En este
momento es interesante efectuar consultas grupales sobre el museo a través de Internet,
un instrumento que suele apoyar una colaboración más activa del alumnado, a fin de
contar con la ayuda del museo en el suministro de información que habitualmente no
figura en los archivos.
b. Acciones colectivas en el museo
Realización de visitas adecuadas del estudiante universitario. El conocimiento de
todo lo relativo al museo habría de efectuarse siempre a través de una visita guiada,
llevada a cabo por o en cooperación con alguno de los trabajadores especializados en
estas ocupaciones. Con aviso previo del docente se deberá hacer mayor insistencia en
descubrir y expresar al alumnado determinados apartados o áreas afines con sus intereses
inmediatos o futuros. Hay tener en cuenta que el carácter de esta visita es muy específico:
los equipos del museo han de entender que no se trata de abrir sus lugares de trabajo a un
público cualquiera, sino de proporcionar el aprendizaje a alumnados muy determinados
que el día de mañana tal vez logren, o bien emplearse en estas entidades, o bien como
artistas proveerlas de contenidos, siempre dependiendo de su titulación y talento. Las
facilidades proporcionadas al grupo han de ser reales y prácticas.
Material documental técnico. Para el alumnado universitario es evidente que tanto
las hojas informativas como las fichas o carpetas didácticas que van dirigidas al público
general pueden resultar en algunas ocasiones demasiado básicas. Una información más
esmerada sobre cada exposición (plan general, metodología investigadora, dinámica de
los equipos de trabajo, secuenciación de los procesos, etc.) será de gran provecho para un
conveniente conocimiento de la complejidad de los métodos participantes en la tarea
museística. De todos modos, es esencial tener el catálogo de la exposición para su
consulta simultáneamente en el desarrollo de la visita, con el objetivo de mejorar la
información visual y de condicionarla al contraste con los referentes reales, apreciando
precisamente el valor intrínseco de cada soporte, el material y el bibliográfico.
41
Diarios de visita. Es de gran provecho solicitar al alumnado que tome anotaciones
de lo que considere importante de lo que vea y de lo que escuche por escrito sus opiniones
e impresiones en el lugar del museo: valoraciones personales, valoraciones sobre la obra
mostrada, etc. Este diario puede ser utilizado posteriormente, en el aula, para el desarrollo
de tareas de modo grupal o individual.
c. Acciones grupales en el aula
Las acciones de aprendizaje cooperativo. Con las averiguaciones recogidas en
visita al museo y de otras derivadas a través de la búsqueda posterior, una actividad
característica suele ser confeccionar trabajos en equipo. Esta estrategia educativa
compromete a la cooperación entre el alumnado.
Un trabajo realmente cooperativo, como el que se despliega en los museos, implica
el cruce entre los diferentes equipos de trabajo, cada uno de ellos realiza una labor
específica. Una técnica simple radica en especializar a cada equipo de tal modo que,
reuniendo a representantes de cada grupo, éstos intercambien averiguaciones y puntos de
vista entre sí y se ayude de modo eficaz y general.
Representación de roles. Consiste en constituir un reparto de papeles entre un
número pequeño de alumnado, de tal forma que cada uno personifique una función dentro
del proyecto que se desarrolle, mientras el resto de la clase examina y aprecia su
realización personal y de equipo. De este modo, el alumnado es consciente y desarrolla
una mejor comprensión de la práctica museística establecida, y de la necesidad de
sinergias y compromisos que ha de regir continuamente su dinámica de trabajo.
Seminarios temáticos. Citar al aula a especialistas en determinadas áreas u
ocupaciones del museo y realizar reuniones conjuntas de consulta o debate crea sin duda
una buena herramienta de estudio. En este sentido colaborar con el equipo técnico y
pedagógico, así como con artistas que reflexionasen en torno a su obra resultaría de gran
interés.
Foros de reflexión crítica. Este modelo de actividad permite al alumnado
recapacitar y cuestionar razonadamente sobre colecciones o exposiciones en una esfera
colectiva, de igual a igual, siempre y cuando el docente guíe con capacidad y talento la
actividad. A forma de soporte, o como incitación para el debate, pueden utilizarse
ejemplos de prensa experta que contribuyan a orientaciones más nítidas o elaboradas
sobre museos o exposiciones específicas.
Estudio de casos. Un magnífico método para involucrar al alumnado en la
problemática del museo contemporáneo es el planteamiento de casos o escenarios
específicos en los cuales se ha de tomar partido por una postura determinada. Debido a la
gran diversidad de orientaciones éticas y estéticas en el momento de problematizar sobre
una exposición, este método adquiere una formidable relevancia formativa.
42
d. Tareas personalizadas
Trabajos individuales tutorizados. Tienen como objetivo promover habilidades de
autoaprendizaje, una herramienta repetida es el planteamiento de trabajos teóricoprácticos de elaboración individual, bien afines con la museología y la museografía en
una concepción más amplia, o bien con los contenidos de un museo o de una colección o
exposición concreta. Comprensiblemente éstos han de ser revisados por el profesorado
en atención de tutoría, gestionando un compromiso formal del trabajo a las
particularidades de cada alumno para así favorecer la máxima garantía.
Información adicional personalizada. Toda información complementaria
(bibliografía, direcciones, materiales gráficos, etc.) puede ser proporcionada con mayor
escrupulosidad y claridad en el espacio de tutorías, un lugar donde el docente puede actuar
como elemento de unión con el museo y valer como garantía frente a dicha institución,
formulando cartas de autorización para la investigación o elaborando convenios
puntuales. Para ello es necesario, que el docente conozca adecuadamente las posibilidades
profesionales del trabajo del museo, con la finalidad de orientar al alumno sobre las
posibilidades laborales en este ámbito y sobre el ajuste de su currículum a esa finalidad,
así como informarle acerca de posibles becas, intercambios o cooperaciones que le
faciliten esa elección.
2.3 Políticas colaborativas y experiencias culturales: contextos complejos para la
labor pedagógica.
Entendemos que las políticas colaborativas entre museo, universidad y escuela
suponen entender la capacidad crítica de estos por su trabajo colaborativo entre los
agentes y redes que interactúan, y las formas de complejizar y construir redes y espacios
de colaboración provechosos y críticos. Por ello una política de apoyo en esta tríada se
concibe desde la complejidad de estas cooperaciones más allá de una resolución de
sentido que obstaculice la capacidad de acción o innovación de la experiencia cultural.
Debemos señalar asimismo que esta labor en redes presume un profundo cambio no
únicamente de conocimientos sino sobre todo de modos de gestión de espacios, tiempos
y ritmos de las instituciones (escuela, museo y universidad). Como consecuencia la
cooperación sobrelleva una reinvención de las políticas de compromiso, y con ello un
compromiso político de aprendizaje entre instituciones, y no una simple transmisión de
conocimientos o mediación. Esta complicada labor de aprendizaje se ubicaría en
comprender qué aprenden las entidades comprometidas en los proyectos, y qué excesos
institucionales y nuevos contextos de colaboración se posibilitan. Debemos centramos en
entender la estructura de los programas de colaboración, donde la negociación y
planificación entre instituciones supone el trabajo de pedagogía y política como un medio
para implantar estrategias sostenibles y en red.
43
Estas políticas colaborativas conciben los proyectos como una colectividad viva, en
evolución y multidimensional. Esta multidimensionalidad supone comprender que los
proyectos reconocen variados objetivos y complejidades, que se abren incluso
desconocidos objetivos y contextos en el proceso, y sobre todo que multiplican y transitan
variadas posibilidades que han de tenerse en cuenta como recursos. A la par el trabajo
con contextos y con estas instituciones nos impulsa a concebir los conflictos y
negociaciones como oportunidades para trabajar en el laberinto y de viabilizar el
patrimonio y particularidad que cada entidad aporta.
Nos planteamos en este momento los efectos de cara a la experiencia pedagógica
de esta dimensión colaborativa. La pedagogía se instaura en las actitudes colaborativas,
donde los métodos de aprendizaje son variados. Éstos contienen tanto a participantes y
colaboradores en proyectos, como los agentes culturales y las tres instituciones
implicadas. Por ello de cara a una pedagogía ubicada en la dimensión colaborativa, es
preciso recalcar diferentes aspectos:
Supone concebir los proyectos como comunidades de aprendizaje, es decir como
grupos o colectivos en los que las personas intercambian conocimientos y
experiencias a través de métodos de aprendizaje dialógico. La educación se
convierte en un complejo coloquio cultural. Se crean ocasiones complicadas de
negociación y compensación de prácticas y conocimientos.
Concebir las experiencias culturales como procesos de investigación colaborativa
y participativa. La labor de la educación no es únicamente transferir
conocimientos o puramente desarrollar cierto tipo de destrezas sino, sobre todo,
es un compromiso de investigación sobre lo local y en contexto, con el
perseverante análisis de interpretación y difusión de los conocimientos derivados.
Atender a este espacio de indagación, ya que es significativo ocuparse de otras
narrativas y representaciones posibles de estos proyectos, con diversas
expresiones y formatos en los que transita la información. Estas narraciones deben
considerarse como parte integral del proceso de elaboración del conocimiento y
la experiencia de la cultura. Asimismo los mecanismos que orientan la circulación
del conocimiento también son producidos colaborativamente.
Finalmente en estos proyectos puede ser más interesante resaltar las tramas,
relaciones, procesos de trabajo y circulaciones que el simple hecho de destacar la
experiencia artística en un contexto social como algo transgresor e innovador.
44
CAPÍTULO 3
MUSEO Y ESCUELA, UNA COMBINACIÓN POSIBLE.
3.1
Un poco de historia.
En el siglo XIX tanto la escuela como el museo se confirmaron y difundieron como
un segmento de la transformación de las estructuras sociales, y de la firme
democratización del camino a la cultura. Es entonces cuando se toma conciencia del poder
educativo de los museos. Se reconceptualiza la función de ambas instituciones en el
mundo contemporáneo. Se concibe el museo como una entidad educativa con más
flexibilidad que la escuela, que tiene la rigidez de un currículo, al que el ciudadano medio
puede llegar más fácilmente.
Eilean Hooper-Greenhill (2007) escribe que durante el siglo XIX, la educación
llega a ser la función primaria del museo. El ideal del museo fue entendido como “la
escuela avanzada de auto instrucción”, y el lugar donde los maestros deberían “ir
naturalmente para asistencia”. Aunque muchos museos y galerías fueron incapaces de
lograr este ideal, esta visión fue mantenida firmemente. Por los años 20 esta convicción,
sostenida firmemente por los pensadores del siglo XIX en muchas áreas de la vida
intelectual y política, fue echada atrás. Una nueva generación de curadores se interesó
menos en el uso público de los museos, y más interesado en la acumulación de
colecciones.
Durante el siglo XIX en escuelas e institutos se establecieron colecciones y museos.
Y se fundaron muchos museos expresamente con fines puramente educativos. La lección
del objeto fue un proceso importante durante el siglo XIX. El propósito era el desarrollo
por parte de los niños en la adquisición del conocimiento. Era la utilización de los sentidos
y las percepciones que posibilitaban acumular datos sobre un objeto, después se
relacionaba con datos y experiencias previas y se comparaba con las percepciones de
otros.
El Museo y la Escuela se consideraron fundamentales y jugaron un papel
importante en la construcción de las relaciones culturales, sociales y políticas. Desde ese
punto de vista, el museo y la Escuela se constituyeron en instituciones disciplinarias. Las
instituciones disciplinarias han sido objeto de la reflexión de varios intelectuales, en
especial de Michael Foucault quien escribió varios libros al respecto.
A finales de los años 60 empiezan a tomar fuerza los contextos de la exposición y
del público, convirtiéndose en fundamentales ya que el museo como institución tiene
razón de ser en el marco de sociedades y comunidades concretas. No se desprecian los
contextos del objeto y de la colección, sino que estos están en función de la acción del
museo hacia la sociedad que se expresa en los contextos de la exposición y de los públicos
que concurren a las diversas actividades del museo. A este desplazamiento de contextos
45
se la ha venido denominando el desplazamiento del paradigma que ha venido
fortaleciéndose lentamente en las últimas décadas. El corrimiento del paradigma consiste
en que la concentración de los esfuerzos del museo se va a desplazar de los contextos del
objeto y la colección a los de la exposición y el público. Esta situación crea situaciones
propicias para mejorar la relación museo – escuela.
Bauman sugiere que el presente periodo de la última, alta, líquida postmodernidad
se caracterizaba por la finalización de procesos incompletos de la modernización y al
respecto, el campo de la cultura no es la excepción. Los museos han sido sujetos de
innumerables llamadas para modernizar sus propósitos y sus logros han sido escrutados,
analizados y criticados. Siguiendo a Bauman1 y ante la acción indefinida de nuestros
museos en el siglo XIX, es necesario que los museos asienten su acción en el campo de
la formación de ciudadanos y ciudadanas en un contexto de globalización y en un marco
de construcción de una sociedad del conocimiento afín con una ciudadanía re-creativa,
innovadora y productiva.
Al surgir los museos comunales, los ecomuseos y los museos interactivos en los 60
va a empezar a cambiar el panorama de los museos. Los procesos comunicativos y
educativos vuelven a tomar relevancia. El proceso se inicia lentamente, pero después
toma fuerza y constituye lo que se conoce como el corrimiento del paradigma, que, como
se había visto, consiste en que la concentración de los esfuerzos del museo se va a
desplazar de los contextos del objeto y la colección a los de la exposición y el público.
En un museo, el contexto de la exposición, los talleres y actividades corresponde al
ámbito de la educación informal. El museo sirve de apoyo a la educación formal. La
educación es permeable en todas las actividades del museo.
Los museos tienen departamentos de educación que desarrollan proyectos pero
también es necesario que tengan una política educativa estructurada y ponerla en marcha
es el desafío de nuestras instituciones. La escuela por otra parte ya no puede ser pensada
como cerrada. Las tecnologías de la información y la comunicación, han tenido la virtud
de transportar la vida a la escuela y además de irrumpir en los privilegios de la educación.
Esto supone un cambio radical. Las personas nos movemos en un mundo y en una vida
tridimensional pero la escuela se mueve fundamentalmente en dos dimensiones, el libro
todavía es la fuente básica de comunicación e inevitablemente esta deberá ampliar sus
fuentes de comunicación.
Eilean Hooper-Greenhill en Museums and Education, purpose, pedagogy,
perfomance (2007), asegura que al comienzo del siglo XXI los museos se están
En su libro Los retos de la educación en la modernidad líquida parte de lo que llama el “síndrome de la
impaciencia”, un estado de ánimo que considera como abominable el gasto del tiempo. Así, el consumismo
característico de estos tiempos no se define por la acumulación de las cosas, sino por el breve goce de éstas.
Desde esta visión se ve a la educación como un producto, más que como un proceso. Así la educación
parece abandonar la noción del conocimiento útil para toda la vida, para sustituirla por la noción del
conocimiento de “usar y tirar”.
1
46
reorientando a sí mismos a través de imaginar de nuevo lo que ellos pueden llegar a ser;
las prácticas familiares están siendo revaluadas y las filosofías cansadas están siendo
echadas abajo. Nuevas ideas acerca de la cultura y la sociedad y nuevas iniciativas
políticas retan a los museos a repensar sus propósitos y a rediseñar sus pedagogías.
Si el museo quiere preocuparse sobre su interacción con la escuela debe atender
tanto a su propia problemática como a la de la escuela: debe conocer las expectativas de
ella y analizar cómo le puede dar una respuesta adecuada. Se trata de pensar cómo se
insertan las interacciones escolares en su política hacia el público. Es decir, pensar qué le
interesa comunicar a ese público en particular, y hasta qué punto se pueden utilizar las
actividades escolares para atender a la formación de un futuro público autónomo. Para
ello es necesario tener claros los objetivos de la institución, y reflexionar sobre las
acciones que emprende de acuerdo con el público al que están dirigidas.
La escuela ha ocupado los nuevos valores democráticos, y se están haciendo serios
esfuerzos para que la tolerancia y el reconocimiento de los derechos de «el/la otro/a»
formen parte de los programas educativos oficiales.
La afinidad entre los valores de los museos y los de la educación formal produciría,
de inmediato, una especie de romance entre los centros de arte y las instituciones
escolares. Pero no está claro que sea así. La evidencia de que falta mucho por hacer en
este terreno nos obliga a plantearnos qué está pasando y qué cuestiones deberíamos
transformar.
Llama la atención, en primer lugar, la progresiva asunción por parte de los museos
de tareas tradicionalmente confiadas a los espacios educativos: conferencias, cursos de
historia del arte, de formación de profesorado, visitas guiadas, talleres de creación, etc.,
se organizan en unos centros de arte renovados, que no se conciben ya a sí mismos como
meros contenedores de obras inmortales, sino como agentes activos en la transformación
cultural de la sociedad. También es frecuente, por otra parte, que algunas actividades
escolares propiamente dichas no se desarrollen en el aula, sino en las salas de los museos,
o en algunas de sus dependencias. Así es como las instituciones artísticas más dinámicas
de nuestros días son ya órganos de difusión cultural (suplantando a los lugares de
entretenimiento juvenil y a los de la educación), así como aularios o talleres más o menos
lúdicos para actividades escolares complementarias. También dice mucho de esa voluntad
colonialista del museo moderno el hecho, ya mencionado, de que otros aspectos básicos
de la formación cultural y moral se estén presentando en sus salas en forma de
exposiciones temáticas, y no siempre con una excusa artística.
Ha llegado el momento de determinar mejor los papeles para que tanto la escuela
como el museo colaboren de un modo más efectivo. El museo no debe pretender suplantar
a la institución educativa. Hay algo siniestro al imaginar a las escuelas como simples
proveedoras de un público sometido que aumente los números oficiales de visitas y aliente
las salas de exposición mediante la represiva coacción de asistencia conveniente de la
educación reglada. Los museos no deben renunciar a sus programaciones culturales ya
47
que están intentando llenar vacíos que nadie cubre. Pero la colaboración entre museo y
escuela se puede incrementar y perfeccionar si se hace un esfuerzo más serio por enlazar
los objetivos de unos y otros, intentando sacar el máximo rendimiento social mediante la
coordinación de los recursos existentes.
Una solución es programar más exposiciones de carácter didáctico general. Uno de
los caminos que se podría seguir es que haya compatibilidad entre la claridad y el interés
objetivo de lo presentado. Deberían tenerse más en cuenta las programaciones escolares,
generándose actividades conjuntas que atiendan a necesidades pedagógicas específicas.
Esta consideración es válida para todos los niveles educativos. Los gabinetes didácticos
de algunos museos podrían especializarse creando secciones para los distintos sectores de
la enseñanza.
Hay que continuar insistiendo para que los museos se comprometan más
activamente en la educación. Ellos deberían ser los primeros interesados en que se
corrigiesen algunas carencias de los programas educativos. Se trata de un mero ejercicio
de coherencia profesional: el museo por sí solo no puede subsanar las múltiples lagunas
de la educación reglada y debe estar acompañado por un trabajo serio en la escuela.
Otro aspecto a considerar es el de la elaboración de instrumentos didácticos como
cuadernos de actividades, libros escolares, juguetes, recortables, programas de ordenador,
etc. Hay en el mercado mucho material de este tipo, pero es muy heterogéneo y de calidad
desigual. Las mejores herramientas son, con frecuencia, ilocalizables. Cabe imaginar la
posibilidad de crear talleres conjuntos entre los consorcios escolares y los de los museos
con el objetivo de producir los materiales que una verdadera educación artística
requeriría. Se trata de hacer cosas efectivas, no de rutinas o puros gestos para la galería.
Los museos y la escuela, trabajando juntos, tienen mucho que ganar.
Museos y escuelas deben darse cita para aspirar a un pacto, con el fin de promover
una labor pedagógica más desarrollada y profunda que la que han llevado a cabo hasta
ahora. Ambos organismos son lugares de comparación con el contexto de la sociedad.
Los museos, como esferas de relación directa con las obras del presente y la memoria; las
escuelas, con el compromiso de educar en contenidos socialmente significativos. Museos
y escuelas deben comprometerse con la educación, la educación es para la vida, para la
vida cotidiana, la del día a día y para la vida en sociedad, en la cual es inevitable
desarrollar capacidades y destrezas de todo tipo, individuales y sociales, que nos permitan
crear ciudadanos y ciudadanas, pero que también permitan cohesionar la sociedad.
3.2 Lugares de cultura: museos y escuelas.
Las visitas a museos conquistan una ración de las acciones proyectadas por las
escuelas cuando asumen que deben salir de la clase. Al inicio del curso escolar la
48
información que llega a dichos centros de museos y otros espacios patrimoniales, tanto
culturales como naturales, ofreciendo sus servicios es enorme. Quizás tendríamos que
preguntarnos si la vinculación del museo y el centro escolar ha cambiado en el transcurso
de los últimos tiempos y cuál es el contexto presente.
Desde la óptica de los museos, con mi experiencia como profesora, opino que en
los últimos años las relaciones escuela-museo han sufrido un cambio positivo. La
implantación de la reforma educativa en la década de 1980, significó un cambio verdadero
en cuanto a la revalorización de la metodología y del dominio del método por parte del
alumnado. Esta nueva situación ha permitido a los museos tener un papel importante en
la educación formal.
3.2.1 Museos como contenedores de saberes y como medio pedagógico.
Los tiempos de cambio han afectado a los museos, también en su organización. En
la tríada conservación-investigación-difusión, este último aspecto comenzó a tener igual
consideración que los otros dos, cuando promovieron el diseño de tácticas para la
atracción de las diversas tipologías de visitantes, entre ellos el escolar. En una gran
cantidad de museos y de lugares del patrimonio se vio la necesidad de estar al tanto de las
demandas de este segmento de público para poder desplegar maniobras que cautivaran a
sus futuros visitantes. Asimismo se han valorizado las actividades educativas,
pedagógicas, didácticas.... con las que cuentan muchos museos. Los que han obtenido
mayor triunfo son, innegablemente, los que han tenido más claridad sobre cuál es su
situación intrínsecamente a la enseñanza formal y han trabajado adecuadamente la
expresión didáctica en sus servicios, sin manejarla únicamente como una expresión de
comercialización para vender más.
Siempre los museos han tenido claro su papel cultural como depositarios de
conocimiento, pero frecuentemente estos conocimientos se han dirigido a un público
erudito. Pero en el momento en que los museos se comprometen a ser espacios de
instrucción, educación y divulgación orientados a público diverso, entre ellos el escolar,
se han visto obligados no solamente a presentar su patrimonio sino a hacerlo
comprensible. Esto ha implicado saber transferir todo un conjunto de conocimientos de
manera que facilite llenar el saco del bagaje cultural del que todo ciudadano debería
disfrutar. Esta preocupación por llegar a un público no erudito ha sido quizás más intensa
en los museos de ciencia y tecnología. Las supuestas dificultades de comprensión del
mundo tecnológico-científico han motivado que, desde un principio, las temáticas
tratadas en sus muestras o exposiciones hayan intentado acercar el saber "sabio” a la
divulgación.
En el campo de las humanidades - geografía, arte, historia, antropología, etc. parece mucho más fácil acomodar estos conocimientos a la divulgación. Pero esta no es
la realidad. Se parte muchas veces de principios generales que no encajan en el marco
concreto estudiado y fácilmente en lugar de divulgar se vulgariza. Es fácil opinar y dar
49
juicios de valor sobre hechos históricos, sociales sin documentarse, sin seguir un método
científico, sin una intervención didáctica. Nadie se atreve a discutir el método de un
biólogo o de un químico, mucha gente se atreve a hacer de historiador, de geógrafo, de
analista social. Es preciso tener mucho cuidado en la presentación y divulgación en el
campo de las humanidades.
Por otro lado, la aparición de las áreas de conocimiento implica la necesidad de
introducir la interdisciplinariedad y la multidisciplinariedad entre los saberes
disciplinares. Los museos son espacios privilegiados para tratar las diferentes temáticas
desde esta óptica global que facilita el proceso de enseñanza- aprendizaje. Este sistema
de trabajo implica la necesidad de trabajar en equipo dentro del museo y fuera del museo.
3.2.2 Museos adaptados a una sociedad cambiante.
A pesar de haber avanzado enormemente, estamos muy lejos de tener unos servicios
educativos en los museos que funcionen siguiendo una filosofía y unos objetivos
educativos concretos. Frecuentemente los servicios educativos se ciñen a la concertación
de visitas de diferentes tipos y a la elaboración de algún tipo de material didáctico. Los
servicios educativos o didácticos siguen siendo los parientes pobres del museo, con bajo
presupuesto y donde muchas veces se hace un trabajo didáctico o de divulgación para
hacer comprensible una exposición. También es frecuente "externalizar" el servicio, es
decir, encargar a empresas externas la gestión de este servicio con un control más o menos
directo sobre las finalidades y los objetivos. Esta externalización de servicios no es
incorrecta siempre y cuando la institución tenga claros sus objetivos y haga un
seguimiento de los mismos para ver su cumplimiento.
Es necesaria una evaluación de resultados a partir de un estudio de público tanto a
nivel de profesorado como alumnado que permita conocer si los objetivos del proceso de
enseñanza-aprendizaje se cumplen y, en caso negativo, incidir en los cambios pertinentes.
Es preciso, también, un conocimiento profundo de los cambios en los programas escolares
reglados para poder adaptar la oferta a las necesidades de la escuela. Pero esta adaptación
no puede ceñirse solamente a lo que decrete el ministerio correspondiente. Tiene que ir
más allá, analizar la sociedad actual y tener una visión de futuro. Conceptos como
globalización, local-global, interculturalidad, multiculturalidad tienen que dejar de
pertenecer al mundo erudito y penetrar en las propuestas que ofrezcan los museos como
espacio de cultura para una mayor comprensión del mundo actual. Pensemos en los
perfiles del alumnado de primaria y de secundaria que frecuentará los museos y los
espacios culturales. ¿Cómo integramos a hijos e hijas de inmigrantes a una cultura común
sin dañar su cultura de procedencia? ¿Qué elementos pueden ser utilizados para mostrar
más las afinidades entre culturas que las diferencias? Estas son algunas de las cuestiones
que los espacios de cultura, como los museos, también deben empezar a preguntarse para
ayudar a la creación de una sociedad madura y responsable.
50
Para terminar este apartado, conviene hacer notar que los museos cada vez más
ejercen directamente una acción de instrucción, ya sea porque el docente no tiene tiempo
para profundizar en los contenidos o porque se considera que no tiene formación
suficiente.
3.2.3 Las relaciones museos - escuelas.
Las relaciones entre ambas instituciones van convergiendo cada vez más. La
organización de encuentros, las visitas preparatorias organizadas por los museos, las
propuestas didácticas enviadas a los centros han facilitado la comunicación entre museo
y escuela. Algunos Departamentos han actuado como mediadores para acercar los puntos
de vista y las necesidades mutuas, como también algunos museos han organizado
seminarios permanentes de educación.
La interacción entre museos y escuela ha de ser, sin embargo, más profunda. En
estos momentos existe un cierto desencanto en el cuerpo docente motivado por múltiples
factores y en los museos una falta de recursos para avanzar en mejorar las propuestas o
analizar y proponer nuevas. Es razonable pronosticar también que la entrada en la
enseñanza reglada de nuevos docentes formados en unos planes de estudio donde no se
ha profundizado en las bases disciplinares mínimas de las distintas áreas que ha de tener
un docente, sobretodo en enseñanza primaria, crea unos déficits conceptuales
importantes. Los actuales planes de estudio de los grados de Maestro/a y del Máster en
profesorado de Secundaria adolecen de una falta de formación en las disciplinas
referentes de cada área de conocimiento. Creo que es necesaria una reflexión sobre la
necesidad de exigir en los distintos cursos de formación de maestros y maestras,
principalmente en primaria, una profundización en los conceptos principales de las
distintas disciplinas, además de incidir en las estrategias de enseñanza-aprendizaje. Bajo
esta óptica el papel de los museos es muy importante ya que pueden suplir las lagunas de
la escuela. Es por ello que es muy necesario que la relación escuela-museo focalice la
relación con los docentes para facilitarles la información, actualización y formación de
contenidos más que con el alumnado. Incluso en el ámbito de usuario/a es más importante
la relación con el profesorado porque es el "cliente" potencial y directo, el que aportará
el público escolar. Sería interesante que las administraciones educativas locales,
autonómicas o estatales se implicaran más en equilibrar y disciplinar la vertiente
pedagógica de los profesionales docentes, como indica el informe Delors (1996). Un
marco idóneo sería la formación continuada a través de programas conjuntos entre la
administración educativa y la cultural, programas que no fueran esporádicos ni puntuales,
sino pensados como proyectos a corto, medio y largo plazo.
La relación entre escuela y museo ha sido centro de hondos análisis, pero se observa
la huida de esta discusión a pesar de las voluntades que se han desarrollado por mejorar
la tarea de transmisión de los museos. Ellos no han sido capaces de recoger las
necesidades sociales para poder afrontar los desafíos que nacen de la reflexión didáctica
a nivel mundial y que acarrean nuevas perspectivas epistémicas, pedagógicas y didácticas
51
que están transformando lo que sabemos y entendemos por educación. En el transcurso
de los cambios que hemos aludido igualmente podemos circunscribir a la didáctica, que
se ha convertido en un saber complejo y que personifica un espacio de confluencia de
saberes de metodología, de psicología, de pedagogía, de las instituciones, de cultura y de
lo humano, con las constantes resistencias que recibe.
Emerge la demanda de incorporar a los equipos profesionales de los museos,
expertos y expertas en didácticas de las especialidades, para ajustar los planteamientos
conceptuales y las razones del museo utilizadas en relación a sus trascendencias
disciplinarias y pedagógicas, con el objetivo final de manifestar tácticas metodológicas
que posibiliten especificar acciones de enseñanza – aprendizaje prácticas y eficaces,
fundamentadas en reflexiones alrededor de cuestiones como: ¿qué tipo de aprendizajes
pretende originar el museo?, ¿qué aprendizajes origina evidentemente?, ¿qué
metodologías son más oportunas?, ¿cómo se logra crear una mediación eficaz para sus
estudiantes?, y ¿qué aprendizajes formalizan, y cuáles razonan que son poco relevantes
en concordancia con sus conocimientos previos?, ¿son aprendizajes significativos para
sus jóvenes en conexión con sus contextos sociales y culturales?....
Uno de los inconvenientes que observamos asiduamente en los museos es su
apuesta por los relatos historiográficos, otorgándoles una completa credibilidad por su
disposición como alocuciones formales autoexplicativas en la sociedad. No obstante, no
se reflexiona suficientemente en relación a la necesidad de un enlace que permita el
tránsito del saber erudito al saber enseñado, esto es, la transposición didáctica. Si bien la
definición de la ICOM sobre las ocupaciones principales de los museos contempla de
manera formal la función educativa, se observa una cierta desviación de estas
instituciones con respecto a los fines primordiales de la educación formal. Apreciamos
que en los museos no se observa una inquietud real por ocuparse de los retos de las áreas
del conocimiento que se desarrollan en ellos, y tampoco de los didácticos y de la tarea
pedagógica. Opinamos que se ha creado una desunión entre sus planes estratégicos y las
demandas de cultura y de educación de la sociedad, es por eso que ellos están postergados
al espacio de la casualidad, de la visita esporádica, de la práctica momentánea asentada
en el mirar sin observar, desaprovechando la ocasión que les ofreció la última Reforma
educativa (LOGSE) para situarse como contexto para la labor didáctica. Por otro lado,
tenemos determinado que desde siempre el sistema educativo no aprecia a los museos
como contextos para la construcción de la tarea educativa ni, por consiguiente, para el
provecho de aprendizajes prácticos. Los museos únicamente son la esencia de utilidad
alrededor de la preparación de ciertas actividades globales de los programas curriculares,
en las asignaturas de Conocimiento del Medio, Geografía e Historia (Ciencias Sociales),
Educación Plástica y Visual, de modo específico en correspondencia a sus temáticas.
Ellos son abordados reflexionando la actividad afín al museo como pura petición de ayuda
de lo contemplado en la labor de la clase, como una práctica en la cual no reside un valor
formativo fundamental ni que simbolice algún método de labor pedagógica de
indiscutible especificidad. Se encuadra en la casualidad y en la disculpa momentánea del
sistema educativo.
52
Otras cuestiones que hemos especificado que impiden una labor más fluida entre
museos y escuelas es el alejamiento entre las programaciones del año escolar o de cada
trimestre que confecciona el profesorado de las programaciones de los museos, así como
la dificultad que supone desplazar a sus estudiantes. Estas actuaciones son bastante
complejas, lo que añadido al tiempo que demandan las visitas a las exposiciones, acaba
haciendo desistir al profesorado de llevarlas a cabo. Nos queda la certeza de que es
necesario revisar la secuenciación de los contenidos de los museos según criterios
pedagógicos y dejar a un lado la arcaica partición cronológica historiográfica de las
exposiciones, que no propicia la reflexión y la comprensión.
Surge también la necesidad de emplear nuevas clases de estudio en las
características del museo de nivel historiográfico, con el objetivo de crear modelos
interpretativos que tengan más correspondencia con las personas, su historia y sus
necesidades en la vida. Esto demanda que se debatan los contenidos que, con frecuencia,
son desnaturalizados en las exposiciones de los museos sin pensar en los conocimientos
previos de los destinatarios. En este aspecto se plantea la concepción de una
correspondencia dialógica entre exposición-visitante, y en el mejor de los casos, un
contexto para el aprendizaje en la correspondencia museo-estudiante. Esto requiere una
adaptación del discurso del museo, para potenciar su comprensión teniendo en cuenta la
representación holística y de proceso.
Las nuevas propuestas, en lo fundamental, respaldan el diseño del museo como un
lugar de comunicación y de intercambio, receptivo ante las solicitudes de la sociedad y
preocupado por la actualización de su discurso y sus prácticas pedagógicas. Las
dificultades de los museos son la evidencia de las situaciones anacrónicas de su
epistemología, que repite constantemente un objetivo de percepción antiguo del pasado
historiográfico que exige a la sociedad evocar un tiempo pasado, estático y no
humanizado, y sin relación con la existencia de los visitantes.
Nos preguntamos cuál debe ser la dirección a seguir para reducir la distancia entre
los contenidos de los museos y el saber de la escuela; dicho de otro modo, cómo superar
la falta de sentido y de significado de los contenidos del museo para sus visitantes, el
camino a realizar en el marco curricular y de las propuestas de programación que de él se
derivan que hagan posible la comprensión del proceso y la valoración de la historia
presente También es esencial añadir en los diferentes ambientes de la narrativa histórica
contenidos referidos a formación y derechos ciudadanos, la vida democrática y el valor
de las instituciones y el progreso histórico de las estructuras de la sociedad. Esto no
supone solamente la adopción de los programas, sino la comprensión de sus múltiples
dimensiones, incluidos los objetivos transversales. Aquí se encuentra el ambiente de
acción de expertos y expertas, y la concreción de este proyecto requiere de la labor en
equipo de características interdisciplinares. Es obligatorio abordar la naturaleza del saber
escolar y su separación diaria con el lenguaje y los contenidos del museo, con el fin de
favorecer la reconstrucción del conocimiento en el alumnado mediante experiencias y
contextos específicos y significativos. Consideramos que sólo en este sentido el museo se
53
instala en el escenario de las necesidades educativas reales y contingentes de la sociedad,
transformándose en una herramienta de la labor educativa, quedando en planos
homólogos, ya no subordinados, a su labor de investigación o de conservación y
administración patrimonial. Para los docentes, el museo debe transformarse en otra
dimensión de la experiencia educativa, en la que se pueda vincular el trabajo de aula y la
visita al museo en una relación de continuidad y no de trabajo apartado. Sus salas de
exhibición deben representar instancias de plena realización del proceso educativo,
contribuyendo a la ampliación del horizonte cultural de los estudiantes, aspecto en el que
se incluye la apropiación de tal escenario. El museo debe representar un contexto formal
de aprendizaje, y el docente y la cultura escolar deben promover esta transformación
mediante el apoyo decidido de una política de impronta didáctica hacia este sentido.
Se nos plantean ahora las preguntas más importantes que deben formularse en los
equipos profesionales de los museos: ¿Qué tipo de aprendizajes deseamos promover?, ¿a
qué epistemología o pensamiento pedagógico estamos haciendo referencia en las acciones
educativas que se promueven en las exposiciones? La apuesta, y ya hay elementos que en
el texto hemos planteado, es por el socioconstructivismo y el enfoque de aprendizaje por
competencias.
3.2.4 Territorio de los museos en los centros escolares.
Las apreciaciones que se tengan sobre algunas situaciones no son siempre una
narración de lo que realmente está ocurriendo. Las visitas a los museos son, posiblemente,
una de las muestras más repetidas a la hora de citar las acciones más habituales y
representativas.
En general, y concordando con las propuestas que surgen de las áreas de enseñanza,
la programación de visitas a museos se vincula casi exclusivamente a unos pocos cursos
de primaria y de secundaria en los cuales se abordan temáticas propias del área mientras
que los demás niveles ni tan solo lo avistan como una propuesta opcional.
Intrínsecamente ligada al diseño del currículum, la inserción de los museos en los
trabajos de aula está principalmente encaminada a:
Despertar en el alumnado motivación para afrontar el proceso de unidades
concretas o proyectos.
Recapitular la información relevante de esas unidades o proyectos y reforzar los
conceptos tratados en clase.
En la mayoría de los casos, el profesorado establece las acciones como una especie
de evento con características de ocio, distracción y/o sociales, planteadas con escasos días
de anticipación y sin atender a las cuestiones didácticas.
Otro tema que merece reflexión es el desfase que se origina entre las planificaciones
docentes anuales y las del museo. Las exposiciones de carácter estacional concuerdan en
54
escasas ocasiones, en tiempo y contenido, con lo que el profesorado está trabajando en
un curso determinado. Además las programaciones de estas entidades no llegan a tiempo
o han sido planificadas y difundidas después del período de planificación de las
actividades escolares.
Es necesario reflexionar sobre lo que sucede con las personas en la correspondencia
didáctica, al igual que sobre lo que le ocurre al alumnado y cómo perciben estas
experiencias de visita al museo y si son de utilidad para ellos y ellas. La respuesta más
habitual es que se aprovecha para hacer los trabajos que a menudo, como el antiguo
modelo de memorización, demandan de información continua, de identificaciones
precisas, y que no pretenden la labor de síntesis ni análisis de dicha información. En
ocasiones el museo tiene un lenguaje difícil de comprender para mostrar sus contenidos.
Es decir, hay un sesgo esencial en el lenguaje del museo. En muchas ocasiones es un
lenguaje académico y poco cercano que hace que un joven se vaya del museo con más
vacilaciones que antes de entrar, sin la menor pretensión de solucionarlas.
3.2.5 La brecha entre museo y escuela.
Los museos ocupan un papel esencial como parte de la producción de cultura al
promover la conservación y la indagación del patrimonio en sus múltiples expresiones a
pesar de ello el papel educativo y el rol pedagógico de estas organizaciones continúa
siendo una de las cuestiones más descuidadas. Sus contenidos, así como sus fórmulas de
representación descriptiva y plástica, se distancian de las necesidades de la educación
formal y reglada. Es decir, existe una desunión habitual entre los contenidos y
perspectivas de los museos y los planteamientos curriculares oficiales.
La concordancia entre escuela y museo, no obstante, ha sido objeto de profundas
investigaciones y estudios (Cuenca et. al. 1999, 2003; Hernández, 1998; Fernández,
1998); se trata de una temática que todavía se está abriendo paso, lo que genera
inevitablemente una sucesión de desafíos en el terreno de la reflexión educativa. Como
por ejemplo el ámbito de actuación de la didáctica, las experiencias docentes, las
necesidades del alumnado, la apreciación del patrimonio, los variados papeles de las
entidades museísticas, las señales de las reformas curriculares en la educación reglada.
3.2.6 Aproximación al problema.
La incertidumbre se plasma diariamente cuando nuestro alumnado entra en las salas
y salen de ellas habiendo comprendido escasamente lo visto o escuchado, y pensamos
que esto ocurre por la rigidez institucionalidad de la cultura más que por falta de
competencia o de motivación de los expertos que en aquel lugar se despliegan.
Efectivamente, los museos tienen, cada vez más, profesionales, con una preparación cada
vez mayor para abordar los trabajos a los que se han de enfrentar. No obstante, ya sean
los servicios culturales que se desarrollan como los proyectos del museo que se
55
formalizan tienen medidas metodológicas, didácticas, plásticas, disciplinares,.., que no
obedecen a las demandas del sistema educativo, es decir, no tienen el más mínimo
acercamiento al repaso, la comprensión o el comentario de los criterios de los programas
curriculares.
Para el especialista del museo formado en la materia, la propuesta de que los museos
acojan y profundicen en la planificación curricular, atendiendo a los conceptos, la
metodología, el procedimiento y la actitud deberían suponer la oportunidad de incursión
en la disciplina. Pero seguramente escucharíamos voces que protestarían por lo que
entenderían como una coerción de su autonomía de creación y de comunicación.
El objetivo es proyectar el museo como un lugar de comunicación, de intercambio,
receptivo a las demandas de educación de la escuela y a las necesidades de cultura de la
sociedad, donde se da una correlación dialógica específica pendiente de las demandas de
identidad social colectiva. El conflicto del museo reside en la anacronía de su episteme,
que constriñe a sus visitantes a encontrarse con una época pasada, alejada, estancada e
inhumanizada, y sin relación con la existencia actual de las personas que lo disfrutan, es
decir, una práctica poco reveladora para su público.
3.3 El impulso de la didáctica.
La pedagogía es un saber complicado, que se sitúa justo en el espacio en el cual
confluyen aspectos de diferente naturaleza -de contenidos, de metodología, de psicología,
institucionales-, su específico contexto constitutivo acarrea una tirantez constante con las
áreas con las que se relaciona y debería colaborar. El cuerpo de estudio y utilidades
variadas de la didáctica confirma la necesidad del dialogo entre las diferentes áreas y la
demanda de relaciones interdisciplinares que se intentan en el ámbito escolar y
universitario y que se contemplan en los proyectos curriculares.
La didáctica permaneció, en su inicio, encerrada en la esfera de la educación
reglada, mientras que su aportación en el museo ha sido más bien escasa. Por suerte en
los últimos tiempos los equipos expertos de los museos han incorporado las didácticas de
las especialidades, lo que está abriendo la vía hacia la innovación esencial del rol de estas
entidades en la educación. Es camino recorrido, no obstante, es insuficiente porque no
ha evolucionado verdaderamente hacia la estructuración de una didáctica adecuada del
museo, con todas las exigencias que plantea. Como mucho, los museos han comenzado
con algunos cambios en la exposición de sus originales, pero el reajuste de sus temas ha
sido arbitrario y las tácticas de la metodología para la enseñanza-aprendizaje que en estos
lugares podrían fomentarse son imprecisas e insuficientes en su claridad.
El museo, a modo general, desempeña el rol de baúl de los recuerdos. Se almacenan
los ajuares, las cosas y las fotografías de otra época con el peligro de que se deterioren;
56
son imprescindibles como almacenes de nuestras historias, pero hay que tener valentía
para organizarlos y desempolvarlos, aunque en sus escondidos patrimonios recopilemos
raros restos de enorme valor comunitario. El museo es un contenedor de patrimonio que
no desarrolla, con la asiduidad que convendría, una evaluación firme de su papel social y
cultural, dejando de lado que tiene tareas pendientes en el ámbito de la educación. Tal
vez este horizonte algo gris se pueda alumbrar con la labor de todos y todas, y hay que
reconocer que no alcanza ni debe extenderse a todos los museos. Algunos se han
aventurado por la incorporación de las tecnologías de la información y de la comunicación
y por la interactividad, asumiendo el reto impulsado por las reformas educativas al
completar la tarea de los centros escolares, con el fomento de aprendizajes significativos
y el desarrollo de destrezas complejas. Desde esta posición, el contexto de los museos
más atrevidos beneficia la investigación y la comprensión no formal. Los museos con
más tradición exigen la formación y mejora del profesorado y de los guías como
intermediarios apropiados entre la información de la exposición, las tareas establecidas y
los estudiantes. Como menciona Louis Not2, no es posible que el conocimiento se
aprehenda claramente de forma continuada por las personas, ni ellas lograrán acometer
cada descubrimiento o recuperar cada concepción de la humanidad, que es lo que intenta
el aprendizaje por descubrimiento, sino que es necesario un enlace que permita la
conexión del saber de la academia con el saber didáctico, es decir, que exista una
traducción pedagógica, proporcionando el acercamiento de sus visitantes al enorme
universo cultural.
Debemos recordar que el Consejo Internacional de Museos (ICOM, www.icomce.org/), organización no gubernamental dependiente de la UNESCO, describió en sus
estatutos el concepto de museo como “… una institución permanente, sin fines lucrativos,
al servicio de la sociedad y de su desarrollo, abierta al público, que adquiere, conserva
e investiga, comunica y exhibe, con fines de estudio, de educación y deleite, evidencias
materiales de la humanidad y su entorno. Esta acepción se encargará de hacer presente
que si bien el museo tiene otras importantes funciones, no puede descuidar el aspecto
educacional, pues forma parte de su misión fundamental”.
Habitualmente no se aprecia en los museos un gran interés por estar al tanto de los
distintos retos que se le plantean desde diferentes ámbitos del conocimiento,
particularmente desde las áreas que se están más presentes en ellos, desde el aprendizaje
y la tarea didáctica, así como desde sus visitantes. Dentro del museo se concibe que su
labor se formaliza de manera autónoma a las premuras y demandas de otros espacios,
supuestamente desligado de otras organizaciones. Efectivamente, los museos cuentan con
la riqueza de personas expertas formadas en el ámbito educativo, encauzadas según sus
2
Not define la educación como un proceso de transformación con determinadas finalidades y la
pedagogía la define como la ciencia de los métodos de la educación. También, expone la noción
de sujeto como fuente de acciones y la de objeto como el lugar de una acción que se ejerce en él.
Not analiza las teorías pedagógicas elaboradas en la época moderna (heteroestructuración y
autoestructuración) y la tercera y última parte al estudio de la aplicación de los procesos de
interestructuración desde una perspectiva de desarrollo.
57
adecuadas ideas y programas de la institución; en la mejor de las situaciones, tienen
departamentos de educación que ordenan la labor de profesionales que guían y de
personal voluntario de la cultura. Con todo, se orienta a enlazar el museo con la
colectividad, sin limitar su función a la de simples expositores, argumentadores de una
disertación de la historia y la cultura que los museos suelen aceptar como correcto, pero
que se manifiesta insuficientemente sensible a las tendencias y a las expectativas de la
sociedad.
Así como la educación cambió, también cambiaron los museos. Ahora no son tan
sólo instituciones a las que se acude para aprender conceptos. Ahora, y aún, más en el
futuro, el museo deberá ser el lugar donde acudirán los alumnos y las alumnas para
aprender a formular hipótesis, a clasificar, a emitir juicios críticos, en suma, a poner en
juego las capacidades propias de su edad. Se lo considera, pues, un instrumento útil para
el trabajo procedimental. Es decir, hay que ir allí para resolver un enigma, un problema
previamente planteado en clase, para buscar modelos sobre los hechos, para ejercitarnos
en el juicio crítico y para aprender a comparar elementos o fenómenos. Ahora no hay un
programa único para enseñar en una etapa o en un curso. Por tanto el maestro o maestra
puede estructurar el curso y la etapa según convenga a las necesidades o capacidades de
su alumnado, y por ello los museos deberían ser promotores/creadores de actividad
didáctica y no simples receptores de alumnos y alumnas. Han de enseñar cómo se
investiga, cómo se trabaja. Para hacer este trabajo disponen de instrumentos muy eficaces,
casi insustituibles, como lo son las fuentes principales, las obras de arte.
La labor educativa de los museos no se desarrolla únicamente por medio de sus
exposiciones, hace falta una apuesta más específica en torno a las necesidades de la
educación. El primer paso para convertir los museos en contextos de aprendizaje hay que
darlo en la clase, en la escuela. Los siguientes pasos los daremos en el propio espacio
museístico. En este intercambio de papeles debe darse asimismo una confluencia del
profesorado, quien debe dominar el puesto de mediador o facilitador, para convertirse en
activista cultural con todos los compromisos que ello implica (Ayala y Gómez, 2005).
Asimismo es preciso plantearse terminar con la separación existente entre los esquemas
conceptuales de las exposiciones del museo y los contenidos del currículo, con el objetivo
de relacionarlos con los contenidos museísticos en el ámbito de los saberes y
conocimientos imprescindibles para el alumnado.
Educación no es lo mismo que difusión cultural. Para educar en los museos hace
falta transparencia de metodología y de exposición con fines innovadores. Estas
entidades han ser un espacio para una enseñanza activa, donde se manifiesten los
progresos cognoscitivos y de cultura que están modificando la educación a nivel integral.
La tarea pedagógica tiene enormes retos a los que también están convocados los museos,
en aras de facilitar su soporte como espacio pedagógico para la culminación metodológica
de diferentes rumbos que surgen de la preocupación didáctica contemporánea y que se
han situado como colaboraciones cognitivas cuyo despliegue es urgente. Nos estamos
58
refiriendo al aprendizaje por competencias3. Es ineludible la evolución de la presente
práctica didáctica hacia una nueva cultura educativa de una renovada acción docente
alrededor de la generación de una educación con más sentido y correlación con el tejido
social y cultural, y conexión con la articulación local y las demandas de toda la sociedad.
Lo que verdaderamente perseguimos es recapacitar si la labor educativa de los
museos se inspira en pensamientos que han surgido de la tendencia pedagógica
contemporánea y de acuerdo con ello verificar si contribuyen a la educación y si están
dando respuesta a los retos del entorno.
3.3.1 Necesidad de una didáctica del patrimonio, del museo.
Es necesario que, desde la didáctica de la educación plástica y visual, se potencie
una reflexión profunda acerca de los museos como espacio didáctico y de comunicación
y que ello se evidencie en las prácticas docentes. Es preciso superar los círculos viciosos
que se crean tanto en las escuelas como en los museos y el objetivo debe ser proponer
ideas para que el vínculo entre ambas instituciones sea cada vez más posible. La delgada
línea se podría superar trabajando en conjunto para que la asociación entre escuela y
museo pueda concretarse y aunar intereses y esfuerzos.
Los museos, como contenedores patrimoniales, precisan de un personal especialista
en tratar los temas patrimoniales. Todos los bienes patrimoniales son objeto de estudio
que movilizan saberes, proporcionan información y general conocimiento más allá de sí
mismos. A la vez, son valiosos instrumentos procedimentales que permiten que el proceso
de enseñanza - aprendizaje sea estimulado por la emoción de construir el conocimiento
mediante el desarrollo de competencias cognitivas a partir de la participación activa. El
conocimiento del patrimonio comporta, además una valoración de las sociedades del
pasado por parte de la sociedad actual. Conocer, valorar y respetar el patrimonio implica
también una educación en valores. El conocimiento del patrimonio cultural no constituye
un fin en sí mismo, más bien es un medio que se puede utilizar para incidir en las formas
y en las características de las relaciones sociales. Y es aquí donde es necesario que el
museo desarrolle una didáctica del patrimonio para hacerlo comprensible, darle sentido y
aprovechar su potencial educativo.
En buena parte, la didáctica del patrimonio se está conformando como didáctica
específica a partir de la larga experiencia didáctica en la acción educativa (geografía,
historia, historia del arte, bellas artes, historia de la tecnología, etc.). Las aportaciones de
la didáctica a esta área del conocimiento y su experiencia durante más de cien años
fundamentan actualmente las estrategias de promoción y de difusión del patrimonio más
3
Se ha definido como un nuevo paradigma dentro del pensamiento pedagógico y ha dado pie al
desarrollo de un intenso debate epistémico en torno al ajuste de las políticas de los sistemas
educativos a la sociedad actual.
59
avanzadas: la enseñanza activa, el valor del aprendizaje significativo, la importancia de
la observación y de la experimentación, la necesidad de contacto con la realidad, etc.
Equipos de trabajo y de investigación compuestos por didactas, profesores y
personal de museos son necesarios para formar especialistas en esta temática que vayan
más allá de la educación formal, que puedan actuar en campos de actuación emergente.
El término mediación se utiliza mucho en psicología, sociología y pedagogía. Trata
preferentemente de la resolución de conflictos entre dos partes con la participación de un
tercero, el mediador, que está habilitado para ayudar a las partes en conflicto a alcanzar
voluntariamente un acuerdo. No es la resolución de conflictos lo que se propone en la
mediación didáctica en patrimonio. Creemos que las funciones del mediador o mediadora
didáctica en patrimonio deberían ser:
Coordinar los diversos agentes sociales implicados en la difusión, la promoción
y la explotación de un patrimonio que trabajan con un objetivo final común, en
este caso la educación.
Servir de puente entre la escuela y el museo; para ello habría de tener suficiente
conocimiento del funcionamiento y las necesidades de la escuela y del
funcionamiento y las ofertas del espacio cultural, en este caso el museo. Todo
ello facilitaría el trabajo y las relaciones de ambas instituciones.
Aplicar los principios de la didáctica del patrimonio a los proyectos y
actividades del museo que interesan a la escuela, enfatizando la visión sistémica
del patrimonio.
Destacar la importancia de la mediación didáctica respecto a los saberes
disciplinares que haga posible la transferencia de los conocimientos de las
disciplinas referentes a un elemento mediador (guías, material informativo,
elementos interactivos, etc.) para hacerlos comprensibles.
Evaluar el proceso de enseñanza - aprendizaje tanto desde las necesidades de la
institución museística, que no tienen por qué coincidir con los escolares, como
desde el centro de enseñanza, para analizar las fortalezas y debilidades
observadas y poder prever acciones a modificar.
¿Dónde encontrar esta especie de mirlo blanco de la didáctica? ¿Dónde formarlo?
La respuesta la tenemos el profesorado y los responsables de museos. Es un reto que
tienen que recoger tanto los Departamentos de Didácticas específicas, como los museos.
La didáctica del patrimonio puede tener un excelente futuro.
60
Es una didáctica compleja, pero que puede ayudarnos a comprender nuestro mundo,
nuestra sociedad porque, como dice Edgar Morin (2001)4, " la sociedad está presente en
cada individuo como un todo a través de su lenguaje, su cultura, sus normas" y nos
atrevemos a añadir: y su patrimonio.
A modo de recomendación, proponemos algunas cuestiones a tener en cuenta:
Hay que ir al museo para hacer aquello que en las aulas no es fácil hacer.
Hay que ir al museo a buscar respuestas a preguntas y enigmas previamente
planteados.
Hay que ir al museo a plantear preguntas y enigmas.
El museo ha de ser activo, entendiendo como tales actividades de procesos
mentales y no simplemente manuales.
La exposición debe ser didáctica.
Los museos requieren ideas didácticas.
Hay que ir al museo para aprender a hacer cosas.
Las y los escolares no tienen por qué ver todo el museo.
Es factible instrumentar estrategias didácticas entre escuelas y museos, que
provoquen interés y faciliten el acercamiento de los museos a la comunidad. Productos
sociales que la escuela debe estar interesada en desarrollar, dado que son contenidos
transversales que atraviesan la historia, los espacios geográficos, las concepciones
filosóficas, científicas y tecnológicas, y las posiciones políticas, entre muchas otras
variables. Hay que valorar la gran aportación que puede ofrecer la práctica docente a la
educación no formal.
3.4 El saber escolar y los museos.
¿En qué están los museos? Se comprueban dos hipótesis: como requisitos
universales los museos tienen analogías de materias con el currículum escolar, pero no
programan, ni en lo más mínimo, un conocimiento, recapitulación o unificación de los
fines ni de las enseñanzas de las programaciones del currículum. Esto es más evidente en
las temáticas relativas a la educación y derechos de los pueblos, así como de la existencia
democrática y la valía de los organismos institucionales.
4
El Pensamiento complejo y su particular interpretación de lo que se ha dado en llamar
transdisciplinariedad son en la actualidad, asideros, epistemológicos que nos ayudan a
comprender los fenómenos inéditos de esta nueva visión de la humanidad, la vida, la existencia,
el conocimiento y las disciplinas, el desarrollo humano, la sustentabilidad de la especie humana, la
educación y las reformas profundas que deben abordarse para suscitar nuevas esperanzas.
61
3.4.1 El museo como lugar para el impulso del desarrollo de competencias
cognoscitivas.
Un adecuado encuadre teórico de las exposiciones de los museos exige una cita con
las peculiaridades de las disciplinas o de los contenidos, con los objetivos transversales y
la exploración de las enseñanzas establecidas en los proyectos curriculares. Esta actuación
no es pequeña, requiere un cambio profundo de los fundamentos y métodos
interpretativos de las exposiciones de los museos. Representa diseñar la visita del museo
como una práctica. Debe hallarse una correspondencia entre los temas de la escuela y el
contexto de los conceptos de las exposiciones. Esta correspondencia de relación ayudaría
positivamente a convertir la visita al museo en una práctica que suscite la mejora de
competencias cognoscitivas, especialmente, por medio de estudios didácticos concretos
que se programan para la labor del museo (Hernández, 2002 y Cuenca, 2003). No
debemos dejar de lado la proposición de procedimientos que plantea la programación
curricular; el museo asimismo puede ser un lugar de perfeccionamiento de métodos de
trabajo. Una nueva definición de los modelos desde el encuadre teórico del currículum
podría favorecer que el museo, verdaderamente, se convierta en un lugar educativo de
progreso e impulso de capacidades cognoscitivas. El modelo principal de esta
metamorfosis es que debe concebirse el museo como un instrumento de la educación, con
un papel esencial y no limitado únicamente al de sede de investigación, conservación y
gestión del patrimonio. Al final, son incomparablemente más significativos nuestros
públicos que las obras almacenadas dentro de los museos. No se trata de escolarizar los
museos, sino de conectarlos con las necesidades de la educación, de sus públicos
escolares, congruente con la situación social y económica de la colectividad.
3.4.2 El museo como lugar que alberga las herramientas procedimentales para la
educación.
El tema es complejo y la respuesta es fácil si incorporamos recursos humanos
profesionales a la relación escuela – museo y pensamos el museo como un espacio de
relación en el que las personas implicadas en los procesos educativos tienen compromisos
y también ocupaciones en colaboración. Los cambios propuestos a lo largo de este
capítulo podrían realizarse si hay una labor de cooperación que posibilite determinar sus
causas y la reflexión y generación de un tipo de labor más eficiente.
En primer lugar habría que olvidar los rituales obsoletos de la escuela y
comprometerse a la realización de salidas más habituales a los museos, pues es casi
imposible que un museo sea aprehendido con una única visita anual. Cada elemento
necesita una labor pormenorizada, no se puede intentar aprender todo lo contenido en el
museo en una única visita. Esto significa hacer del museo un lugar de aprendizaje, en el
que el profesorado se adueñe de él como un medio pedagógico más, lo que presume un
papel dinámico del docente como entendido de la expresión del museo y de los caracteres
del museo; conocedor de las obras exhibidas en el museo y del sentido global de la
62
exposición. El profesorado debe ser operativo con una relación didáctica entre las
temáticas y sus estudiantes, estableciendo la posibilidad de aprender actuando como
mediador de estas obras. Este compromiso supone un cambio fundamental en el talante y
la actitud del profesorado, responsable de la mejor educación y consecuente con el reto
profesional que emprende. Por otro lado, esta voluntad debe estar autorizada y apoyada
por el centro escolar, y ser valiente para llevar a cabo una estrategia pedagógica palpable
en este espacio del saber. Al profesorado le corresponde desplegar los procedimientos
para el éxito de las enseñanzas esperadas, y no delimitar la práctica didáctica del museo
únicamente a la observación y, en la mejor de las situaciones, a la labor de recapitulación
e interpretación.
3.4.3 El museo como creador dinámico.
El museo, hoy por hoy, es un espacio de aprendizaje, un laboratorio donde la
reconstrucción de conceptos, procesos y actitudes tiene en cuenta tanto componentes
artísticos como del progreso humano a través de la capacidad creadora, a partir de
contenidos artísticos o contenidos transversales. Pensamos el arte no sólo como
contenido, sino además como medio para el aprendizaje, y asimismo como medio de
expresión y de comunicación.
Los museos alojan el patrimonio material e inmaterial pero además debemos
pensarlos como espacios que conforman identidades y a su vez construyen patrimonios.
En ese museo que consideramos patrimonial, la educación es un componente clave,
idóneo para activar un proyecto educativo y para desplegar estrategias didácticas que
ayuden a conectar el patrimonio con las necesidades del escolar. El objetivo es que
entiendan, respeten, aprecien, gocen y se conciban a sí mismos como piezas del museo y
de sus patrimonios. Para esto es preciso que el público escolar conozca su historia,
participe y establezca sus predilecciones, se emocione y sienta en el tejido y el contexto
museístico. Una posibilidad es que el museo se convierta en espacio de educación a lo
largo de la vida concentrándose en todos los aspectos de lo humano: las emociones, el
conocimiento, lo social y lo cultural. Igualmente podría ejercer como lugar de
experiencia, ya que es viable trabajar desde la autonomía porque no está tan directamente
sometido a leyes educativas como sucede en los centros educativos. Todo esto nos
aproxima a la idea del museo como un lugar de comunicación, de socialización y de
inclusión.
Nos centramos en esta tesis en los museos de arte contemporáneo ya que estos
albergan la realidad del patrimonio actual, en donde muestran sus obras artistas
preocupados por la realidad, que es común tanto para los educadores, como para el
profesorado, los artistas y el alumnado. Estos museos nos brindan obras que contribuyen
a una incesante revisión crítica de las desigualdades sociales, políticas y económicas, que
nos ayudan a comprender la realidad multicultural del presente.
63
Es incuestionable que cada vez más museos, tanto a nivel nacional como
internacional, cuentan con una estructura asentada en la programación educativa cuyo
objetivo principal es hacer más accesibles las colecciones a los diversos públicos, entre
ellos el escolar. Actualmente se está dando un avance teórico y experimental, con
múltiples actuaciones basadas en la inclusión; los museos se conciben cada vez más como
lugares creadores de conocimiento, así como lugares donde priman los valores sociales y
la comunicación.
Los museos de arte, en la actualidad, se ofrecen cada vez más como espacios
sociales propicios para las relaciones humanas en los cuales convergen diferentes miradas
hacia una misma elección de creaciones culturales. Son espacios adecuados para
proyectar esa diversidad de miradas, para crear situaciones comunicativas y
socializadoras. Son, por lo tanto, lugares de encuentro educativo y social.
Conseguir el éxito por parte de los educadores y educadoras de museo no es tarea
fácil. Trabajan en unos espacios museísticos en los que el esfuerzo mayoritario sigue
siendo comprar “artefactos” que, debidamente presentados, se convertirán en potentes
objetos de contemplación. Hay muchos y muchas educadoras que ponen todo su empeño
en desactivar esa idea. El reto de convertir los espacios y los contenidos en
verdaderamente relevantes concierne a todos los que están implicados. Al público, que
rechaza gratuitamente lo que no responde a sus ideas preconcebidas en lugar de tener una
mirada más amplia. Al ámbito de la educación formal, que relega de sus currículums las
manifestaciones culturales y artísticas más contemporáneas. A las instituciones
museísticas, que aíslan demasiado a menudo a los servicios educativos de su actividad
general. Y a los propios artistas que, si en sus trabajos se han ido acercando
progresivamente a la realidad, sus actitudes, en ocasiones, parecen estar más encaminadas
a un reconocimiento del mundo artístico que a llegar de manera efectiva a todo el público.
3.4.4 El museo como lugar de disociación de lenguajes: el lenguaje escolar contra
el lenguaje formal.
En los museos sigue predominando la ambigüedad y la interpretación
“políticamente amable”, más que la apuesta por diferentes visiones y diversidad de
representaciones. Por otra parte, basar la visita en la contemplación, y no en el diálogo ha
hecho que el museo sea un lugar socialmente improductivo, limitado a las elucidaciones
personales que cada cual logra extraer de su bagaje particular. No obstante, emplear una
táctica de comunicación orientada al enriquecimiento de los visitantes consigue originar
la transformación de la visita en una práctica pedagógica que hace evolucionar la relación
entre visitante y museo hacia una correspondencia dialógica. Esta es la vía más
dificultosa, ya que presupone que los museos tengan la capacidad de estar al tanto,
descifrar, cambiar, esquematizar y emplear las variadas perspectivas de trabajo y de
mejora temática que plantea el currículum.
64
Habitualmente se observan divergencias entre las expresiones del museo y las de
los escolares, es decir, entre un lenguaje formal, comprensible, claro, simple y didáctico
y el lenguaje informal o poco correcto del alumnado. Es esencial que el museo se deshaga
del arquetipo de la obra exhibida como un rito con su ficha explicativa a su lado. Tal vez,
convendría plantearse en el futuro acoger las expresiones juveniles con todas sus
salvedades y su riqueza. Esta metamorfosis del lenguaje formal de los museos supone
romper con las representaciones rígidas de las disciplinas, que ya han sufrido algunas
transformaciones al avanzar epistemológicamente hacia actitudes más innovadoras. Si el
currículum escolar ha superado el enfoque de los hechos y contenidos, y suscita una visión
desde los procesos, una enseñanza activa de raíces constructivistas, y la diversidad de
miradas, ¿por qué el museo continúa con esa mirada tradicional? Probablemente porque
persiste una visión academicista de la transmisión de sus conceptos que no ha asumido
los cambios que se vienen dando desde las primeras décadas del siglo XX. El método
historiográfico ya ha perfeccionado sus innovaciones en el lenguaje formal, abriéndose a
nuevas temáticas sociales ajustando su sentido y contenidos (Schama, 1997).
3.4.5 El lenguaje de los museos frente al lenguaje educativo.
El lenguaje del museo no es únicamente formal y de una sola dirección, también
construye muros sociales sobre la base de su falta de transparencia y accesibilidad. Su
público puede resultar azaroso y desconcertante: después de superar la mirada suspicaz
de los guardias, en la visita de una persona etiquetada como “no ilustrada” se puede
producir una experiencia estética fascinante o, simplemente, una visita. Aun cuando en
muchos museos se apuesta por la educación y la apertura al público general de temas
tradicionalmente vedados por su especificidad, sus gestores los han transformado en
espacios rígidos e incomprensibles para el público escolar o con escasa formación. Esto
hace más necesario el ajuste didáctico de sus contenidos, tanto para quienes están en
proceso de formación, como para aquellos cuya educación formal es manifiestamente
insuficiente.
Es primordial un museo cuyos contenidos estén sensibilizados con las diferencias
de cultura de sus públicos, evitando enfrentarlos a perspectivas rígidas o a formatos que
no logran entender. Normalmente las exposiciones demandan de sus visitantes un
conocimiento previo; sin él el museo es una práctica ininteligible. Existen otras
dificultades relacionadas con esta cuestión ya que los museos deben ser sensibles hacia
la diversidad de su público.
3.4.6 Uso de la plástica y la visualidad en los museos. Interpretaciones.
Las decisiones relacionadas con el diseño de las exposiciones se toman por un
equipo integrado por especialistas de disciplinas, curadores, museólogos y diseñadores,
bajo la supervisión de la dirección de la institución. Su enunciación multidisciplinar, no
obstante, no responde a códigos visuales y contenidos conceptuales de dominio masivo.
65
Pero, nos gustaría preguntarnos si estos planteamientos se deben entender por sí solos y
si comunican lo mismo a sus visitantes. La contestación nos parece obvia. Es muy difícil
que todas y todos perciban lo mismo, pero es posible que algunos salgan de las
exposiciones sin entender nada. Por un parte está el lenguaje del museo, pero además está
el planteamiento subjetivo que museólogos y diseñadores crean en la exposición. Esto
significa que, quizás, diseñadores y público no tienen los mismos elementos de
significado, por lo que no dan el mismo sentido a lo que observan. Consideramos que lo
visual es importante en la experiencia museográfica; la razón visual debería dominar en
la confección de exposiciones, tanto por lo estético como por un lenguaje que establece
un recurso didáctico que suscita el desarrollo de habilidades cognitivas como la
interpretación, el análisis y la síntesis de la información. En esta línea de cambio, también
podríamos romper el muro de no tocar, mediante la formulación de instalaciones
resistentes y duraderas. El tacto aporta en la visita al museo otra dimensión sensorial. La
idea no es hacer museos interactivos en los se levanten figuraciones sino crear propuestas
didácticas de acercamiento a los contenidos que provoquen un aprendizaje palpable y
revelador.
Todo ello nos llevaría a una nueva concepción del museo, donde es fundamental
evitar el encorsetamiento de la información en etiquetas académicas para convertir sus
diferentes rutas de acceso en una elección personal y un recurso lúdico.
3.4.7 La integración del currículo y la reformulación del lenguaje museográfico.
El trabajo de los museos debe guiarse por las demandas de la educación formal y
no por la continua referencia a sus funciones superiores en el marco de la investigación y
la conservación patrimonial. El museo, sin una tarea educativa enérgica, es un espacio
muerto, y ejemplos de esto tenemos muchos. El currículum determinado en la ley
educativa es una propuesta completa que funciona eficientemente en el marco teórico, así
como en el conceptual, el metodológico o el pedagógico.
¿Cómo se integran las leyes educativas en los museos? Hacer una visita a un museo
es una práctica relevante en nuestras vidas. Su valor reside en que se le concede sentido
al proyecto del museo, por eso hay que diferenciar entre las expresiones artísticas,
plásticas o las formulaciones teóricas y los planes meramente subjetivos de
planteamientos asequibles, de carácter educativo, de acuerdo a cánones y tópicos
conocidos o identificables por los estudiantes, y demás público.
Nos preguntamos si la visita al museo continua siendo una práctica formativa en la
actualidad, y en nuestra opinión consideramos que no siempre. Es necesario la creación
de una relación pedagógica basada en unos métodos que vinculen el contenido del museo
con la información curricular de manera sincrónica y respetando el nivel educativo en que
se halle el estudiante. Esta condición admite la compatibilidad de variados planteamientos
paralelos que pueden ser decodificados por sus visitantes desde sus acopios de cultura,
determinados por su curso formativo y sus específicos contextos culturales. Este reto
66
supone propiciar y plasmar una relación pedagógica entre estudiante y museo, que en vez
de ser una relación estéril sea una práctica altamente motivadora que metodológicamente
viabilice la lectura, la visión, la interpretación y la síntesis de sus contenidos. La
coherencia entre la información del museo y las demandas educativas de los escolares
puede ocasionar un desarrollo más integral y menos separado del museo, ya que el
contenido se transforma en un agente del proceso de aprendizaje.
Algunos teóricos promueven un desarrollo autónomo de los museos y encuentran
equivocado el planteamiento de articular museos con el trabajo pedagógico por medio de
la educación activa. No obstante, es primordial que los contenidos de los museos tengan
correlación con el saber de la escuela y especialmente con el contexto cultural y material
de niñas, niños y jóvenes que lo visitan. No hacemos referencia únicamente a las
cuestiones de actitud y al desarrollo de una relación de empatía, es vital que el pasado
histórico sea revelador y que tenga vínculos positivos con el presente, evidentes,
identificables, con el entorno personal de sus estudiantes. Favorecer el desarrollo de
procedimientos y herramientas didácticas diseñadas para el conocimiento puede ayudar a
la materialización de esta perspectiva en las exposiciones del museo.
La organización del museo como un lugar de soporte e impulso al avance de
destrezas cognoscitivas y al provecho de los aprendizajes requiere preguntarnos si de
verdad existe una correlación comunicativa entre estudiantes y el museo, cómo es ese tipo
de comunicación y qué es lo que se comunica en dicho proceso. Más interesante aún es
preguntarnos si esta relación posibilita el aprendizaje. Si existe una relación
comunicativa, esta tiende a programarse desde las exposiciones de los museos de manera
unidireccional, y también, asimétricamente, ya que es una realidad muy
institucionalizada. Es, en resumen, una acción de autoridad, con contenidos de concepto
y de configuración disciplinar que en muchas ocasiones nada tienen que ver con los
conceptos escolares. Se necesita una innovación en las estructuras conceptuales de los
museos que se dirija a adecuar los contenidos, adoptar instrumentos de procedimiento que
ayuden al progreso cognitivo del alumnado, y ello comporta una adaptación semántica,
léxica y gramatical de los contenidos a un lenguaje accesible para los estudiantes y el
público general.
Entre el alumnado de educación Primaria y Secundaria se generan unas opiniones
muy contundentes sobre los museos. Los elementos que actúan como sus descriptores y
que ayudan a su identificación y a la ordenación de sentido del museo son múltiples y
variados, y el resultado es que el museo representa un espacio de recopilación de cosas
raras; la idea de lo extraño, de lo exótico y de lo no cotidiano. Es así como el museo
funciona como un contexto impenetrable y rígido que establece y estipula sus contenidos
con un discurso anticuado basado en adaptaciones historiográficas con una pretendida
objetividad que no comprometa a las instituciones ni a sus responsables. Tal vez esto
ayudaría a entender por qué los museos no se aprecian como lugares de experiencia
creativa de la comunicación didáctica, función obviamente atribuida a los centros
escolares.
67
El museo puede y debe funcionar como una vibración para la democratización de
la sociedad. Adaptado a las perspectivas transversales de la ley educativa, el museo
adquiere una nueva dimensión: un lugar donde se accede al saber para la vida, a muchos
modos de pensar, de ver el mundo, de exponer la historia humana; un lugar de enunciación
de diferentes enfoques e interpretaciones de temas. Deberíamos preguntarnos por qué en
este periodo de gobiernos democráticos los museos no han incorporado aspectos
concernientes a la valoración de la vida y la cultura democrática, al ejercicio de los
derechos ciudadanos, o al conocimiento de los derechos humanos.
Las exposiciones como guiones de conceptos con organizaciones narrativas
originan una supuesta interpretación oficial que se opone a las disciplinas y las
metodologías del currículo escolar y a la presentación de la multiplicidad de
sensibilidades y de enfoques. Esto crea unas evidentes discrepancias entre los guiones de
concepto del museo y las demandas educativas, entre la influencia de un conocimiento
positivista de la disciplina y la multidisciplinariedad y la transversalidad en la educación.
El recorrido del museo muestra en ocasiones un discurso lineal para representar una
realidad fija e institucionalizada que no atiende a sus propias restricciones en el campo
de la disciplina, de la museografía ni a la necesidad de recibir soporte desde la educación.
En este sentido, no hay una relación dialógica entre museo y profesorado, como tampoco
la hay entre exposición y estudiantes. La coordinación entre profesorado y museos es
esencial y los instrumentos metodológicos que mostraremos a continuación respaldan que
es necesario establecer metodologías de relación de trabajo cooperativo entre profesorado
y museo. El objetivo último de esta relación es la creación de un espacio de activación
pedagógica, fundamentado en un conocimiento recíproco, donde el profesorado toma un
papel activo como mediador de los contenidos del museo, entendido este último como un
espacio de desarrollo de los contenidos de concepto, de procedimiento y de actitud.
Planteamos la necesidad de despedirse del aislamiento de los museos, conformándolos
como una propuesta de trabajo y un lugar para la reconstrucción del conocimiento. En
definitiva, el museo como lugar para la educación y la formación.
Las propuestas metodológicas recaen sobre los compromisos relativos a la
elaboración de los materiales didácticos necesarios para modular la labor pedagógica que
se propone. Esta dificultad es compartida tanto por los docentes como por el personal de
los museos, de modo que nos preguntamos quién debe crear y elaborar ese material. Los
materiales que viabilizan una labor de media y larga duración entre estudiantes y museos
han de ser creados y elaborados por los propios museos, enunciados desde sus
departamentos de educación. También nos preguntamos quién debe conocer el museo. El
profesorado debe interiorizar los planes conceptuales y los recursos de patrimonio que
tiene el museo, manejando sus herramientas didácticas para lograr los objetivos
proyectados en sus áreas de conocimiento. Otra cuestión es quién debe guiar en los
museos, y pensamos que los educadores y educadoras del museo asumen el papel
protagonista, pero en ningún caso han de desplazar al profesorado, ya que éste debe
adaptar el trabajo realizado tanto a los aprendizajes como a su programación escolar. La
68
siguiente pregunta que nos hacemos es quién debe desarrollar el trabajo pedagógico con
el museo. Sabemos que la experiencia didáctica se puede desarrollar tanto en el museo
como en el aula. En ambos espacios se puede conseguir un aprendizaje significativo a
través de la aplicación de herramientas metodológicas simples que concluyan con la
experiencia de la visita al museo como una práctica aislada en el tiempo. Esta labor es de
corto y medio plazo, y aunque su cumplimiento depende del profesorado, continuará
siendo una propuesta que depende de los educadores y las educadoras de los museos. A
ellos corresponde crear espacios de diálogo con la comunidad escolar con la finalidad de
recoger sus visiones, y también trabajar activamente en el ajuste y la relectura de la
programación del currículo.
3.4.8 Museo frente a currículo.
La tarea educativa en el contexto de la reforma curricular impone un desafío enorme
para el profesorado consistente, esencialmente, en el cumplimiento de estrategias de
enseñanza centradas en el trabajo procedimental y en rescatar la trascendencia del
conocimiento en el vínculo que se establece entre él y la realidad del estudiante. De modo
que el docente debe crear contextos y materiales proactivos a la tarea didáctica. El
encuadre del currículo referente a objetivos y contenidos mínimos obligatorios de la
Educación Primaria y Secundaria se plasmó en la LOE, un aspecto fundamental de la cual
es el desarrollo del Anexo I que promueve competencias que dan operatividad, completan
y activan el conocimiento, es decir, promueven una pedagogía constructivista que acerca
a los conocimientos por medio de procedimientos determinados y escenarios problema,
según se expresa en dicha ley.
Ejemplo de referencia Anexo I: 4. Competencia cultural y artística
(boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2006-21409).
“Esta competencia supone conocer, comprender, apreciar y valorar críticamente
diferentes manifestaciones culturales y artísticas, utilizarlas como fuente de
enriquecimiento y disfrute y considerarlas como parte del patrimonio de los
pueblos” (BOE Nº 21409, 2006).
“Apreciar el hecho cultural en general, y el hecho artístico en particular, lleva
implícito disponer de aquellas habilidades y actitudes que permiten acceder a sus
distintas manifestaciones, así como habilidades de pensamiento, perceptivas y
comunicativas, sensibilidad y sentido estético para poder comprenderlas,
valorarlas, emocionarse y disfrutarlas” (BOE Nº 21409, 2006).
También se establecieron los objetivos, los contenidos y las competencias básicas,
sentando las bases para el desarrollo de un aprendizaje que debe conseguirse a través de
una labor pedagógica pensando la planificación didáctica del alumnado, sus actividades,
sus características, valorando su nivel de conocimientos y sus experiencias previas. Como
conclusión, es una propuesta que se centra mucho más en el aprendizaje que en la
69
enseñanza y para ello es necesario crear las estrategias adecuadas al alumnado, respetando
sus ritmos, diferencias y pensando en los diferentes modos de aprender. Valorando como
más adecuadas las experiencias prácticas en relación a los contextos de aprendizaje
mediante el trabajo tanto individual como colectivo. Todo ello orientado a desarrollar un
aprendizaje por competencias.
Junto a las escuelas, los museos son una de las más prominentes instituciones de
aprendizaje en la sociedad. Cabría preguntarnos: ¿qué aprendemos mirando en los
museos? Nuestra hipótesis es que el museo juega un papel importante como espacio social
tanto desde el punto de vista educativo como de entretenimiento. La importancia de su
cometido en el desarrollo de la sociedad del conocimiento se presenta incuestionable.
Miramos por tanto a los museos (cfr. Yanes, 2011: 20) como instituciones
“llamadas a ser el centro de la vida cultural del mañana, partiendo de la conservación
de un patrimonio devuelto a la vida y no puesto enfermo en mausoleos que son
inaccesibles para la mayoría de las personas” (Leroux-Dhys, 1989: 66-67).
Los museos procuran recursos y posibilidades que complementen lo determinado
en el currículo escolar. Si revisamos los objetivos en la enseñanza obligatoria hallamos
que entre los que conforman el de Educación Primaria se encuentran los siguientes5:
“Conocer, comprender y respetar las diferentes culturas” (BOE Nº 52, 2014:
art. 7d).
“Utilizar diferentes representaciones y expresiones artísticas e iniciarse en la
construcción de propuestas visuales y audiovisuales” (BOE Nº 52, 2014: art.
7j).
Y en los objetivos de la Educación Secundaria6:
“Concebir el conocimiento científico como un saber integrado que se
estructura en distintas disciplinas, así como conocer y aplicar los métodos para
identificar los problemas en los diversos campos del conocimiento y de la
experiencia” (BOE Nº 3, 2015: art. 3f).
“Conocer, valorar y respetar los aspectos básicos de la cultura y la historia
propias y de los demás, así como el patrimonio artístico y cultural” ((BOE Nº
3, 2015: art. 3j).
Una vez expuestos los objetivos tanto del currículo básico de la Educación Primaria
como del de Educación Secundaria Obligatoria, es oportuno considerar en qué medida
los museos pueden acompañar a los centros educativos para favorecer el desarrollo de
5
Cfr. Real Decreto 126/2014, de 28 de febrero, por el que se establece el currículo básico de la
Educación Primaria (BOE nº 52, de 1 de marzo de 2014).
6
Cfr. Real Decreto 1105/2014, de 26 de diciembre, por el que se establece el currículo básico de
la Educación Secundaria Obligatoria y del Bachillerato (BOE nº 3, de 3 de enero de 2015).
70
contenidos curriculares conceptuales, procedimentales y actitudinales concernientes a
temas como: conocer el entorno natural, fomentar actitudes de conservación y cuidado
del mismo, valorar las expresiones artísticas, promover la creatividad, la resolución de
problemas, comprender cuestiones científicas, aprender asuntos relativos a la cultura, la
historia y el arte, entre otros. Por lo tanto debemos entender la visita al museo como
complemento o recurso para la planificación docente, con el objetivo de reforzar los
conocimientos previamente trabajados, bien como introducción de alguna investigación
o temática que a continuación se tratará en la clase. En la actualidad está asumida la idea
de que la enseñanza en el ámbito educativo precisa del camino al conocimiento más allá
de las aulas, al menos en el entorno social y cultural próximo (Nájera, 2010). Los museos
pueden ser un buen recurso para lograrlo.
Por otro lado, sabemos que las personas aprenden más y mejor cuando desean
aprender. La motivación es un factor esencial tanto en el aprendizaje cognitivo como en
el emocional. La visita al museo puede considerarse una contribución válida para
aumentar la motivación y el interés de los alumnos, así como para estimular su curiosidad
y su capacidad de observación (Bellamy et al., 2009).
Tanto el museo como la escuela son entidades educativas que poseen al menos
como espacio en común la transferencia de conocimiento, si bien utilizan metodologías
distintas y cada una puede promover competencias diferentes. No obstante, los museos
han sufrido evoluciones considerables en las últimas décadas, ajustándose de desiguales
maneras a los distintos cambios sociales, culturales y económicos sucedidos. Si
armonizamos estas innovaciones con teorías contemporáneas en torno a la cognición y el
desarrollo humano (cfr. Tishman, 1999, 2007), resulta que los museos se convierten en
unos lugares excepcionales en los que es posible investigar el aprendizaje en acción y la
innovación con nuevas prácticas educativas, entre las que podemos destacar:
El aprendizaje a través de las obras reales expuestas, que no ofrecen únicamente
información sobre fenómenos artísticos, sino que presentan en parte la herencia
cultural, permitiendo evocar, y algunas veces conocer, lo que sucedió (Hidalgo,
2012; Marcus et al. 2012).
La aproximación a lo que en los museos de arte se presenta a través del
aprendizaje por descubrimiento.
El trabajo de investigación por proyectos. Supone dar la oportunidad al
alumnado de formular preguntas; investigar, para descubrir respuestas a sus
preguntas; proyectar hipótesis; documentar el proceso y los resultados,
desplegando la creatividad en los modos de representación.
El trabajo en grupo y el aprendizaje cooperativo. Hay autores que apuntan a que
una de las razones del éxito de los museos y las escuelas es que crean contextos
que abren la puerta a la interacción social y el aprendizaje colaborativo. La
posibilidad de aprender juntos es uno de los motivos que ha ayudado a que los
museos sean recursos legítimos de aprendizaje no formal (Dierking et al., 2003).
71
El museo como medio para desarrollar el aprendizaje basado en problemas. De
esta forma se favorece el aprendizaje significativo y se suscitan una serie de
habilidades y capacidades intelectuales (Pérez y Chamizo, 2011).
La teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner. Para algunos
investigadores resulta un magnífico modelo para innovar en el museo una
alternativa de aprendizaje informal en el cual viven representadas la diversidad
de habilidades e inteligencias de sus visitantes. En nuestra opinión estas y otras
propuestas metodológicas logran funcionar como fundamento común en ambos
ámbitos, y sobre ellas sería viable plantear la base de las visitas llevadas a cabo
en el museo para que verdaderamente sean complemento o continuidad del
aprendizaje escolar. Evidentemente, la coordinación y el entendimiento de las
formas de trabajo de las dos instituciones permitirán desplegar proyectos
educativos en común y emprender de forma sólida la visita al museo.
Un ciudadano comprometido y responsable se preocupa por los problemas
comunes. En este sentido, tanto la UNESCO7 (1972) como Naciones Unidas (1992 y
2003)8 señalan la posibilidad de que los museos favorezcan a la educación ciudadana en
aspectos como la toma de decisiones y los necesarios cambios de comportamiento
respecto a los problemas en nuestro planeta.
Finalmente, conviene señalar que la ciudadanía democrática en la sociedad del
conocimiento depende, entre otras cosas, de la habilidad de los ciudadanos y las
ciudadanas para comprender, criticar y analizar conceptos. Deducimos, por tanto, que la
educación que se lleva a cabo en ambos espacios, tanto en el escolar como en el
museístico, converge también en el aspecto social. Ambos participan de un punto de vista
abierto de la educación a la sociedad (Marcousé, 1973). Los centros educativos tienen la
obligación de preparar a los futuros ciudadanos para vivir en sociedad de forma activa y
responsable; y los museos abren sus puertas a la ciudadanía para mostrarles aspectos que
comparten socialmente.
Asimismo podemos decir que son espacios que brindan experiencias de
socialización a las personas visitantes, entre otras razones porque:
Las exposiciones de un museo son expresión de la identidad de una comunidad,
a nivel local, regional, nacional, internacional, global. Visitarlas facilita estar al
tanto y tomar contacto con otras culturas. Ayudan a entender las diferentes
identidades y a ubicarnos a nosotros mismos en un mundo global (Serota, 2009).
Cuando los estudiantes visitan un museo habitan en un contexto social en el que
se relacionan con más personas. Colaboran con ellas en un espacio público, un
7
La Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia
y la Cultura, en su 17a, reunión celebrada en París del 17 de octubre al 21 de noviembre de 1972.
whc.unesco.org/archive/convention-es.pdf consultado el 1 de marzo de 2015.
8
Informes de las misiones del Consejo de Seguridad www.un.org/es/sc/documents/missions
72
lugar para todos, en el que pondrán en juego sus habilidades sociales en un
contexto diferente al usual.
Los museos, además de tener una función cultural y educativa, también son
espacios de coexistencia y recreación. Por ello entendemos beneficioso que en
las visitas, principalmente con estudiantes, se reserve un tiempo para poder
deleitarse con las propuestas como puro placer y diversión enriquecedora.
Los valores, las actitudes y las expectativas sociales que conforman una
sociedad se muestran en el sistema educativo y en las instituciones que la
resisten, evidentemente también en los museos (Morris y Spurrier, 2009).
Facilitan al alumnado el desarrollo de la creatividad y los diversos modos de
expresión. El beneficio de que la sociedad se conforme por personas creativas,
capaces de recurrir a diferentes lenguajes para significar la realidad y de crear
nuevos modos de explicarla e interpretarla es indiscutible.
Las visitas contribuirán a promover, admirar y apreciar la sensibilidad,
sentimientos y creaciones de los demás, que es un aspecto significativo en una
educación encaminada a la coherencia social.
Con todo lo expuesto ponemos el acento en el rol del museo como lugar de
aprendizaje, en el sentido de aprendizaje cognitivo o conceptual, cuya dimensión es
incuestionable, pero no ilimitada. Entre otras consideraciones porque la recepción de sus
mensajes no implica una voluntad de aprendizaje, es decir, no implica obligatoriamente
un aprendizaje formal. Para que se produzca el aprendizaje se demandan procesos de
atención, memorización e incluso motivación que tal vez no en todas las situaciones se
facilitan. En los museos se proporciona lo que podríamos llamar un aprendizaje por
connaturalidad. Es decir, que aun sin intentar un aprendizaje formal, al incitar al
estudiante a la observación, la creatividad o la reflexión crítica, se posibilita el
conocimiento.
En esta tesis hemos pretendido recapacitar y profundizar sobre el rol de los museos
desde una visión educativa más extensa, en definitiva, sobre su contribución en el impulso
del espacio social de la educación. Es indudable que los museos contienen obras de arte
y colecciones, pero también están repletos de ideas, pensamientos, sentimientos,
experiencias, creatividad, participación en la comunidad, aportaciones culturales y, lo que
es más importante, personas (Merilla, 2009). Son lugares de encuentro con la cultura de
la sociedad y las personas que la conforman. Desde este punto de vista su contribución a
la educación cívica de los ciudadanos se muestra evidente.
En definitiva la preparación para el ejercicio activo de la ciudadanía democrática,
la resolución pacífica de los conflictos y el fomento de la igualdad de derechos parece
una cuestión importante a tener en cuenta en los museos desde el punto de vista de su
potencial contribución a la educación de todos sus visitantes. Evidentemente, para que las
visitas a los museos sean provechosas, conviene que en su preparación trabajen
conjuntamente el profesorado de las escuelas y responsables educativos del museo. Tanto
unos como otras necesitan estar preparados para ello.
73
Considerar los museos como un recurso adecuado para el logro de los objetivos
educativos y la promoción de la educación social implica, en nuestra opinión, tenerlos en
cuenta en la preparación inicial del profesorado, como un recurso importante de su futura
labor docente. Desde las facultades de educación es importante subrayar lo importante
que son los museos como organismos del entorno social cercano, que viabilizan el camino
al conocimiento fuera de las clases. Es conveniente que el futuro profesorado conozca y
experimente el potencial que los museos brindan en la educación de los escolares.
Si bien los museos pueden ser espacios de reflexión en torno a los problemas a los
que se enfrenta la humanidad y el modo de asegurar un futuro sostenible, la realidad es
que la consecuencia de alguna investigación realizada invita a la cavilación: “de forma
global, podemos decir que los museos de ciencias no están prestando suficiente atención
a los graves problemas con los que se enfrenta hoy la humanidad y, por lo tanto, no
contribuyen a mostrar una visión global y adecuada de la situación del mundo”
(González, 2007: 298).
Efectivamente, en las últimas décadas se ha evolucionado mucho en relación al rol
que juegan los museos en la sociedad; no obstante, todavía queda mucho por recorrer y
propuestas y contribuciones por crear para continuar avanzando en este trayecto.
3.4.9 Cambios metodológicos desde las escuelas.
Definimos el museo de acuerdo a como se formula en los programas del MEC, es
decir, como otra “dimensión de la experiencia educativa”. Las leyes educativas dan la
razón a la idea de que el proceso educativo no se reduce a la clase o al centro escolar, sino
que amplifica sus límites al contexto social y cultural de sus estudiantes. Efectivamente,
los lugares formales del aprendizaje han sido superados por los contextos informales, por
lo que niños y jóvenes tienen más y mejores medios de información que acrecientan su
acopio informativo y amplifican sus conocimientos y conceptos en muchas áreas. La
agregación de otros contextos para la educación es afín a las indicaciones de la legislación
educativa, que propone desarrollar habilidades y destrezas del pensamiento crítico y al
mismo tiempo efectuar una enseñanza activa, superando la clase tradicional expositiva
como método. En definitiva, opinamos que es esencial crear materiales didácticos que
ayuden al vínculo museo-clase. El objetivo es convertir los museos en lugares para un
aprendizaje visible y socialmente ventajoso en jóvenes; creando una demanda de
compromiso efectivo entre museo y escuela. No es recomendable que estas circunstancias
de trabajo se vean condicionadas por un criterio comercial que fuerce a los escolares a
comprar materiales en los comercios de los museos. El profesorado es el indicado para
crear este material, adecuándose a las intenciones del museo para alcanzar sus objetivos
educativos.
74
3.5 Los museos en la revolución didáctica del aprendizaje por competencias.
En este punto, y relacionándolo con el anterior, expondremos los desafíos que
representa abordar una labor educativa efectiva y coherente desde los museos, más allá
de los procesos que se esperan en la formulación convencional de sus exhibiciones y sus
visitas guiadas. Creemos que la labor educativa de los museos no se realiza solamente a
través de sus exhibiciones, se requiere de una apuesta más concreta en torno a las
necesidades reales de la educación, transformando los museos en escenarios de
aprendizajes, proceso que tiene su origen en el aula y que se proyecta al museo en un
proceso de transferencia y continuidad. En este cambio de rol también se encuentra una
encrucijada para el docente, quien debe asumir la función de mediador o facilitador,
transformándose en un gestor cultural con todas las responsabilidades profesionales que
ello implica. También planteamos que es necesario terminar con la distancia existente
entre los guiones conceptuales de las exhibiciones museográficas y los contenidos
curriculares, con el fin de dar coherencia a los contenidos del museo en el plano de los
saberes y conocimientos necesarios para nuestros estudiantes, situándolos en los marcos
conceptuales que son exitosamente mediados por los docentes, en concordancia con sus
programaciones y, en último término, de acuerdo a lo propuesto en el marco curricular.
En estas páginas reflexionaremos sobre las definiciones esenciales de la labor
educativa de los museos y abordaremos aspectos generales del desarrollo del debate sobre
el enfoque del aprendizaje por competencias, para terminar con las definiciones sobre las
responsabilidades que, en este enfoque, son demandadas a los museos por la sociedad
actual en el contexto de la globalización. El contenido de este punto encierra aspectos
teórico-metodológicos que comprometen la labor educativa de los museos así como a
toda la educación formal, en tanto se verifica su lenta imposición desde el escenario
internacional. Lo importante es reflexionar si la labor educativa de los museos se inspira
concretamente en ideas que han surgido del pensamiento pedagógico contemporáneo, y
de acuerdo con ello, estimar si cumplen con el real propósito y función social que es
aportar a la educación y si están recogiendo los desafíos y propósitos en los que se centran
nuestras expectativas de crecimiento en equidad social.
3.5.1 La relación entre el enfoque por competencias y la reforma curricular.
El enfoque de aprendizaje por competencias determina un carácter modernizador y
radica en el deseo de lograr aprendizajes que contribuyan positivamente a una variedad
de tareas e intereses personales y sociales, entre ellos: la formación para una ciudadanía
más activa; la promoción y ejercicio de los derechos humanos y los valores democráticos;
y la adquisición de competencias necesarias para facilitar la inserción de los jóvenes en
el mundo laboral. Las competencias básicas, que se incorporan por primera vez a las
enseñanzas mínimas, permiten identificar aprendizajes que se suponen indispensables
desde una idea integradora y orientada a la puesta en práctica de los conocimientos
logrados. Su logro deberá capacitar a los alumnos y alumnas para su realización personal,
75
el ejercicio de la ciudadanía activa, la incorporación satisfactoria a la vida adulta y el
desarrollo de un aprendizaje permanente a lo largo de la vida.
Desde los elementos teóricos-metodológicos del enfoque por competencias, el
proceso pedagógico tiene como objetivo formular y concretar procedimientos vinculados
a contextos específicos (realidades inmediatas de los alumnos y sus contextos
socioculturales) para el aprendizaje y/o movilización de contenidos conceptuales,
cuestión que encierra diferencias fundamentales con el paradigma educativo
predominante en el siglo XX.
La labor educativa no se debe limitar a las instituciones educativas, ni mucho menos
enclaustrar en el aula, debe apropiarse del escenario de otros servicios culturales, como
por ejemplo los museos, bibliotecas, salas de exhibiciones, etc. ampliando materialmente
y didácticamente la “dimensión de la experiencia educativa” a los que apela la Ley
Orgánica de Educación. En este sentido, se reconoce que el proceso educativo no se
reduce al aula o a las escuelas, sino que se extiende a las fronteras del contexto
sociocultural de los estudiantes. Las instancias formales del aprendizaje se han extendido
a contextos informales por lo que el factor de la pertinencia de los contenidos curriculares
tiende a fluctuar en el tiempo y en el valor del significado social de la información. Un
desafío es poner en permanente construcción el currículum, con el fin de que sea capaz
de responder a la demanda de sentido que le impone, silenciosamente, la sociedad. Más
aún cuando se pretende formar en competencias relacionadas con la realidad social los
estudiantes.
La educación por competencias apunta al desarrollo de experiencias prácticas, que
se enlaza a los conocimientos para lograr un propósito. La teoría y la experiencia práctica
se vinculan, utilizando la dimensión teórica para aplicar el conocimiento.
La reforma curricular nos abre el camino para el desarrollo del enfoque por
competencias, pero ello no debe llevarnos a ignorar el desafío que recae en el profesorado,
consistente en la ejecución de habilidades de enseñanza ajustadas al trabajo de
procedimientos y en el establecimiento de la trascendencia del conocimiento a través de
la creación de vínculos significativos entre él y la realidad del estudiante, de modo que el
docente debe propiciar contextos educativos más amplios que el trabajo del aula, que
apelen a la realidad, además de crear herramientas proactivas a su labor pedagógica
tendentes a la concreción de este objetivo. Muchas veces, la legislación y la planificación
que implica no da pie a la interpretación del programa, la innovación o el cambio basado
en decisiones profesionales ajustadas a la realidad de los estudiantes, imposibilitando una
transformación como la que se ha descrito.
El concepto de competencia no reside particularmente en el estudio o en el ejercicio
de la práctica, sino en que el estudiante es el que posee y moviliza sus recursos para llevar
a cabo con éxito una actividad. La definición de competencia como un conjunto integrado
de saberes y/o cualidades está dando paso a una comprensión del concepto basada más
en capacidades movilizadas. El desempeño competente tiene como característica una
76
compleja mezcla de atributos, las tareas y la capacidad desarrollada por los estudiantes
para poner en marcha todo esa acumulación personal que se transforma en su principal
capital humano. De este modo, las situaciones, los problemas, los contextos culturales
toman especial relevancia para el logro de las competencias, fundamentalmente el
escenario social donde se concretan en acciones exitosas. Las limitaciones de la cultura
escolar y del propio currículum son evidentes. Se hacen evidentes, entonces, las
reticencias del medio escolar a las exigencias que el propio currículum impone o propicia
para el desarrollo de actividades complejas (algunas actividades genéricas), así como para
la consecución de una transversalidad ya difícil de traducir en una gestión didáctica
concreta y efectiva.
3.5.2 Los retos de la museografía didáctica.
Algunos gestores de los museos no se han querido dar cuenta de las diferencias
entre divulgación general y educación, dejando esta labor en manos de las instancias de
la educación formal. La idea del museo como espacio de entretenimiento ha desorientado
a sus funcionarios, y se han quedado sin comprender la relación verdadera y pedagógica
de la acción de aprender cosas útiles para la vida social de las personas, y principalmente
para los niños.
Se abandona la difusión general por una acción educativa coherente con el marco
curricular. El museo es llamado a incorporar en las formulaciones museográficas
planteamientos y gestión didáctica acorde a las necesidades de los jóvenes, y en lo
fundamental, contribuir a sus vidas, mediante la oferta de información pertinente y útil;
valedera para la vida social y ciudadana, culturalmente validada en el sistema social;
necesaria para la futura vida personal y para el mundo del trabajo. Estas formulaciones
requieren de definiciones en torno a cuáles son las competencias que deseamos promover
en los estudiantes. Muchas de ellas se encuentran enunciadas en los programas
curriculares, otras las percibidos intuitivamente ante el individualismo y las apatías
arrolladoras que se enquistan en nuestros jóvenes. Los museos tienen desafíos
pedagógicos ante la sociedad; ellos no están relegados exclusivamente en la educación
formal. Es tarea de los museos indagar cuál es el rumbo a tomar para verificar esta
transformación didáctica en los contenidos y los discursos museográficos.
3.5.3 Los desafíos educativos de los museos en el contexto pedagógico actual.
De acuerdo a los elementos teórico-metodológicos y al debate pedagógico
contemporáneo al que hemos hecho referencia aquí, proponemos desafíos para los
museos en los siguientes enunciados:
Los museos deben transformarse en espacios de procesos enseñanzaaprendizaje efectivos, acordes con los planteamientos de la educación formal.
77
Deben asumir las consecuencias culturales, sociales e ideológicas de la
reproducción de los discursos implícitos u explícitos en los contenidos
conceptuales de sus exhibiciones.
Los museos deben apuntarse a integrar su quehacer en la educación formal,
transformándose en herramientas que comparten los objetivos fundamentales
de tal formación.
El museo debe ser un escenario del aprendizaje, pero a la vez instancia
formativa que promueva la integración de conocimientos conceptuales,
procedimentales y actitudinales, apelando a la realidad de los estudiantes.
Los contenidos conceptuales de sus exhibiciones deben apuntar a lo procesual.
Todos los contenidos que se formulen en los museos para comunicar, para
realizar extensión o divulgación cultural, deben orientarse de acuerdo a algún
principio pedagógico, formulados desde conocimientos fundamentados
pedagógicamente y no guiados solo por la intuición o lo meramente conceptual,
estético o sugestivo.
Los museos deben dar cuenta de la diversidad de miradas, de actores sociales
y de realidades socioculturales.
Los museos deben evitar discursos historiográficos rígidos como los que a
menudo fomenta la institución universitaria.
Implementar en los museos metodologías de trabajo e instancias museográficas
para la construcción de aprendizajes por el estudiante, en un rol activo y como
centro del proceso.
Poner a los museos en el sitio de una educación social, en que el aprendizaje de
competencias cívicas es fundamental, así como la construcción de una identidad
cultural y política.
No perder de vista que los contenidos culturales de los museos deben
corresponder a la lente perceptual de nuestros niños y jóvenes, fuertemente
condicionados por el contexto de la sociedad de la información o sociedad del
aprendizaje. El aprendizaje significativo y empático es la clave de la
comunicación del aprender.
Los museos, desde este enfoque, se hacen parte de la educación formal,
haciendo suyas las demandas emergentes y los desafíos de la sociedad, en torno
de la promoción de la igualdad de oportunidades y la equidad en la educación.
Promover el concepto de aprendizaje por competencias en la perspectiva del
ejercicio de la pedagogía de la inclusión, esto es, la convergencia de las
dimensiones educativas conceptual, procedimental y actitudinal,
mediatizándolos en el lenguaje museográfico.
Los museos han de ser necesarios para la construcción de aprendizajes y para
aprender a aprender, y transformarse en referentes permanentes de la educación
social para que la experiencia vivida en ellos contribuya al desarrollo integral
de las personas.
78
Los museos no han de ser lugares de visitas esporádicas, sino que deben
convertirse en entidades que, por su gran valor cultural, ayudan al progreso
educativo y promueven la mejora del capital humano.
Estas propuestas son el resultado de una agrupación de decisiones y trabajos que
han de orientar las políticas educativas de esta institución. Hemos de comprender que los
museos no son lugares únicamente para la recreación o el deleite artístico. Los museos
tienen en sus exposiciones la huella de un discurso que no conecta con el pensamiento de
una ciudadanía activa ni con las demandas de libertad y equidad social. Los museos son
contextos para la formación de sus ciudadanos y ciudadanas y la identificación de la
cultura. Su papel es fundamental para el logro de una ciudadanía plena que supone el
conocimiento y la comprensión de la dimensión histórica, social, educativa y política de
las personas y sus tramas sociales.
3.5.4 La pedagogía de la inclusión en los museos.
Según se ha planteado en la legislación educativa las competencias van más allá de
las habilidades o destrezas, ya que ser competente teniendo en cuenta las revisiones que
hemos realizado de las definiciones la competencia, también implica una labor de
correlación de conocimientos, habilidades, valores a manera de síntesis relacionada y
reorganizada para solventar contrariedades de la vida. Este es un reto educativo para los
gobiernos, las instituciones educativas y su profesorado. No obstante, esta visión
demanda de un ajuste cultural, en definitiva, un cambio de concepción. Los museos tienen
un papel fundamental en esta evolución, y han de ocuparse de sus compromisos en el
ámbito de la tarea pedagógica que efectúan.
3.6 La función educativa del museo.
Los profesionales e investigadores implicados en educación en los museos, como
Barret (2000), Hooper-Greenhill (1992, 2000b), Garoian (2001), Roberts (1997) y
Wallach (1998), han propuesto el desarrollo de prácticas que, en palabras de Elizabeth
Reese (2003): “… nurture multiple ‘knowledges’ rather than knowledge, facilitate
multiple interpretations rather than a single interpretation, and encourage interaction
among numerous narratives rather than the presentation of a single narrative”9 (Reese,
2003:33).
9
"Nutre que los saberes sean múltiples en lugar de únicos, facilita múltiples interpretaciones en
lugar de una sola interpretación, y fomenta la interacción entre diversas narrativas en lugar de una
sola narrativa".
79
En este contexto, que busca promover formas alternativas de interpretar y
experimentar los museos (Roberts, 1997), así como provocar una interpretación polivocal
sobre los objetos (Padró, 2005), una de las principales estrategias y metas para argumentar
ha sido la negociación entre las narrativas proporcionadas por los museos y las aportadas
los visitantes. El objetivo de este tipo de prácticas educativas es desafiar las tradicionales
narrativas, permitiendo que otras voces sean escuchadas (Hooper-Greenhill, 1999, 2000a,
Reese, 2003; Roberts, 1997; Padró, 2003, 2005). Desde esta perspectiva, las prácticas
educativas se rebelan contra la tradicional dicotomía entre productores-traductores y
consumidores del conocimiento, por lo que las interpretaciones hechas por los visitantes
deben ser consideradas valiosas y significativas como las propuestas por la institución
(Padró, 2003, 2005).
En consecuencia, en los últimos años, ha habido una redefinición radical del papel
que el espectador debe desempeñar en la interpretación de obras y exposiciones. Los
educadores, influenciados por el cambio creado por las teorías post-modernas,
constructivistas y post-estructuralistas, pasan a dar a los visitantes una autoridad en la
interpretación que, hasta ahora, se les había negado.
El libro Del conocimiento a la narrativa: Los educadores y el Museo de Cambio
(1997), de Lisa Roberts, se ha convertido en una referencia que aclara cómo el paso de la
modernidad a la posmodernidad ha afectado a la educación en los museos. Roberts
declara que el cambio hacia el protagonismo del espectador en la construcción del
significado busca legitimar: "Experiencia personal como fuente de significado diferente
de, pero no menos válido que el conocimiento curatorial” (Roberts, 1997: 70).
Una de las medidas iniciales que debemos adoptar en el ámbito de la educación en
museos y del patrimonio es que tenga una lectura pedagógica que haga beneficiosa el
ajuste o traducción educativa y que busquemos el camino más conveniente según los
contextos y sus recursos. En algunas ocasiones lo que el patrimonio nos plantea como
más revelador o más significativo no es lo que precisamente tengamos que conseguir
educativamente. Lo que los centros escolares pretenden lograr quizá no sea lo prioritario
para la institución por lo que el diálogo escuela – museo debe programarse de un modo
respetuoso y complejo.
Una idea equivocada muy desarrollada entre el profesorado y que suele ser origen
de malas experiencias es que una cuestión es la viabilidad patrimonial, y otra cosa muy
diferente es la viabilidad comunicativa que tenga esa programación. La viabilidad
comunicativa no depende solamente de la viabilidad del museo. Podemos disfrutar de una
exposición totalmente asombrosa y tener un museo con insuficiente viabilidad desde el
punto de vista cognitivo, social, expresivo o de servicio.
El modelo actual de museo y el patrimonio acrecienta los medios pero además hace
que sea más difícil porque las cosas se realizan deficientemente. Pol y Asensio en La
historia interminable: una visión crítica sobre la gestión de audiencias infantiles en los
museos relatan que la oferta de los museos al público escolar es clásica y tradicional.
80
“En nuestro entorno, es difícil encontrar un museo que tenga una oferta moderna;
la mayoría de los programas giran en torno a visitas guiadas, talleres y fichas
didácticas. Todos estos tipos de formatos se vienen utilizando en museos desde
hace al menos 50 años. Un hecho más. No conocemos ningún museo por estos
lares que mantenga una política continuada interna o externa de evaluación o
control de calidad de la oferta de estos programas infantiles (por si alguien se
quiere consolar, tampoco del resto de programas, y en contadísimas ocasiones de
otros aspectos de la gestión museística), siendo los referentes y los patrones de
calidad totalmente groseros, como el número de participantes, o meras opiniones
más o menos interesadas” (Pol y Asensio, 2006: 11).
El patrón conservador, como poco más o menos en todos los aspectos de la
existencia, es más elitista y parco en sus fines, pero es más convincente. Por ello, el patrón
innovador debe duplicar sus revisiones de eficacia, la evaluación es esencial para
salvaguardar el trabajo. Hay que crear, pero hay que descubrir el valor de los trabajos, y
esto perturba tanto a la organización del museo como a su utilización mediante programas
educativos. Sin embargo, hay varias cuestiones importantes para llevar a cabo este
aparente desarrollo. El primero es la persistencia de una mentalidad en la que el público
escolar de los museos, niños y adolescentes, es visto como un problema para la seguridad
y la conservación de las colecciones, así como para la imagen o para la tranquilidad de
las salas. La persistencia de estos pensamientos tradicionales se manifiesta en las disputas
por el logro de espacios en los que poder desplegar planes. La incongruencia de los
espacios para crear algo más que una visita de observación es un estigma que entorpece
el cambio efectivo en los proyectos del museo. La enorme importancia y peso, aun
actualmente, del espacio de exposición y de los espacios de gestión y de colecciones,
frente a los espacios de valores educativos continúa siendo una de las mayores
dificultades a la hora de concebir una oferta más innovadora. En los diferentes
departamentos educativos están habituados a la habilitación de pabellones en las plazas y
jardines, al manejo de las zonas de acogida o cualquier espacio aprovechable.
Nos quedan todavía ciertos asuntos más por solucionar para que niños y niñas
consigan pensar los museos como un espacio afable. El primero es la incongruencia de
las narraciones y mensajes de las exposiciones. ¿Es viable que los museos no sean
tediosos? Sin duda, la pesadez de razones taxonómicas del siglo XIX no ayuda
demasiado. Los museos tienen el desafío decisivo de desplegar narraciones que, a la vez
que ubican el valor de la cultura material, comuniquen a sus visitantes unos saberes y
unos valores que les resulten seductores.
Otra restricción que vamos a interpretar es una autocrítica que todos y todas las que
nos dedicamos a la educación museística tendríamos que asumir. La oferta de programas
es todavía escasa, lo cual puede tener inconscientemente la ventaja de trasladar la
responsabilidad a la dirección o a otros departamentos, pero también suele ser anticuada,
simple y aburrida, además de no mostrar una gran preocupación por su calidad.
81
Existe una implicación directa en el momento de diseñar las tareas a desplegar por
parte de los museos: todos los elementos a plantear son significativos y no únicamente
los referentes a los contenidos y las obras, sino asimismo al tratamiento de los mensajes,
la estructura y sintaxis de las actividades, su planificación, su facilidad, la versatilidad de
las herramientas comunicativas, así como de todos los servicios afines.
Como muchos y muchas profesionales han destacado, los museos deben alejarse de
las estrategias de popularización al precio de pérdida de rigor patrimonial y de
planteamientos que defienden el divertimento y propuestas lúdicas descontextualizadas
de los contenidos del museo. Y la razón es que los niños y jóvenes valoran muy
positivamente la cultura material e inmaterial y además son capaces de valorar la esencia
de la experiencia. Hay que exigir también la mejora de la accesibilidad a las exposiciones
para la diversidad de públicos y principalmente para los menos cultos, que se preocupen
de las necesidades específicas y características de los diferentes segmentos a fidelizar.
Esta rigidez del patrimonio asequible no debe asentarse en propuestas triviales y
superficiales sino que, por el contrario, debe indagar en profundidad contenidos y
acciones que son demandaos por la diversidad de públicos. El error, seguramente, está en
que los contenidos son tradicionalmente observados por expertos que suelen perderse en
erudiciones endogámicas, en vez de en cuestiones relacionadas con la aplicabilidad y la
contextualización del conocimiento. En esta línea, cada vez son más los museos que
agregan planteamientos novedosos y atractivos tanto en las exposiciones como en el
tratamiento de los programas que ayudan a su valorización y les dan un valor
complementario.
Asimismo, una creencia bastante difundida entre el profesorado y también en el
ámbito de los museos y de la cultura, es que todo vale. Siendo más exactos, existiría una
idea, según la cual cualquier rutina del patrimonio con fines pedagógicos es un
provechoso uso del patrimonio y tiene valor propio. Lamentamos ser portadores de malas
noticias, pero esto no es así. En nuestra opinión, el patrimonio se está utilizando mal desde
el punto de vista pedagógico. Y estas inapropiadas experiencias consiguen efectos
desafortunados. Hubo un tiempo que especulábamos que las personas adultas no asistían
a los museos porque de niños no visitaron los museos, actualmente es posible hallar a
personas adultas que no van a los museos porque de niños estuvieron en ellos, y las visitas
figuran en sus recuerdos como somníferas, insignificantes y sin ningún encanto.
Es necesario recapacitar para conseguir cambiar las acciones hacia unos usos y
tareas más apropiadas. Debemos partir de una autocrítica significativa sobre la labor
pedagógica presente en el contexto de los museos para poder prosperar hacia trabajos más
valientes y eficaces.
La planificación por parte del profesorado es, a menudo, minúscula. Y no es tan
complicado plantear algo tan elemental como programar tareas anteriores y posteriores a
la visita, detallar unos objetivos y una programación de actividades y realizar una
evaluación continua. Imaginemos el resultado con criterios más estrictos de vínculos
curriculares, preparación anterior de los contenidos, ajuste a las capacidades básicas del
82
alumnado, labor con la diversidad, programación de las interacciones, la socialización, y
trato de los valores. Estas reflexiones coinciden con las realizadas en otros países, por
ejemplo el informe estadounidense realizado por la Smithsonian Institution www.si.edu
(OoP&A, 2004) sobre las visitas escolares en Estados Unidos.
Otro ejemplo, que podemos sumar a lo que anteriormente hemos interpretado, son
los resultados obtenidos cuando hacemos evaluaciones a medio y largo plazo, y que
rastrean las pistas de la visita al museo. Animaríamos a la mayor parte de las personas
implicadas a asombrarse de cuáles son las evidencias que permanecen al pasar unos meses
o quizás años de una visita a un museo. Las visitas de escolares, en la mayor parte de las
ocasiones, son como una estela temporal que no deja huella. Es más, existen datos que
nos indican que pasadas unas semanas ya se han olvidado prácticamente de todo. Y
también existen evidencias de que cuando se pregunta a los escolares, durante la visita al
museo, sobre qué están haciendo, la mayoría son incapaces de dar una explicación de por
qué o para qué están en aquel lugar. Desde esta situación es de donde hemos de recapacitar
para intentar movilizar las cosas hacia unos propósitos y unas labores más eficaces.
Los departamentos de educación de los museos deben tener en cuenta todos los
factores que intervienen en el proceso de comunicación. El educador en el museo tiene
que ocuparse de las personas que lo visitan y de la relación que establecen con los objetos.
Esta preocupación lo diferencia del tradicional curador, que focaliza su acción en los
objetos. El público escolar necesita de un personal capacitado y especializado en niños y
jóvenes, dispuesto a soportar su ruido, su eventual falta de motivación y, a veces, esto
produce el desencuentro entre ambas instituciones. El personal debe estar preparado para
diversos tipos de públicos, no sólo para un tipo ideal. El museo está al servicio de la
escuela desde las últimas décadas del siglo XIX, pero su uso de forma masiva es un
fenómeno reciente. No vamos a discutir si el museo cumple bien o mal su función
educativa entre el público escolar que lo visita, lo que es preciso tratar es si los museos
pueden ofrecer servicios adecuados a las necesidades y lógicamente también a las
capacidades de la infancia y la adolescencia. Entonces es necesario diseñar estrategias
adecuadas que tengan en cuenta cómo se aprende, las situaciones grupales de aprendizaje,
las anticipaciones, las hipótesis, cómo piensan las y los alumnos, cómo enseñan hoy las
maestras y los maestros.
Es necesario que exista un interés por parte del educador en la valoración de las
interpretaciones del escolar, esa actitud se releja en una fuerte predisposición para
proporcionar al escolar visitante un papel relevante en la construcción de significados.
Detallar las políticas de mediación genera un espacio institucional en que las voces de los
escolares se puedan desarrollar de tal manera que así se sientan representados, librando
al museo de su propia caracterización como una institución elitista. La idea de que el
alumno tenga un papel destacado y activo debe ser una decisión compartida por la
totalidad de los educadores y responsables del departamento de educación.
83
3.6.1 ¿Qué necesita la escuela del museo?
Presentación, específicamente dirigida a las escuelas, de la programación del
museo.
Explicaciones contextualizadas.
Itinerarios por tema.
Exhibiciones temporales.
Espacios preparados para ser recorridos.
Posibilidad de ir a una sola sala.
Oferta de talleres y actividades.
Inclusión en las explicaciones de aspectos arquitectónicos.
3.6.2 ¿Qué puede aportar el museo a la escuela?
Explotar los modos de comunicar.
Espacios activos.
Libertad para la acción del público.
Materiales de trabajo para antes/durante/después de la visita.
3.7 Los museos y las escuelas en la era de la información: La huella de las
tecnologías.
Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación están logrando una
mayor aproximación de los museos a la sociedad y, sobre todo, están alcanzando verificar
de modo más extendido su intención en entidades educativas.
En el museo postmoderno actual, o en el museo virtual, en el cual sus usuarios ya
no tienen la atribución crono-lineal del museo tradicional sino un cosmos de información
textual y de imágenes no se pretenden lecturas fijas sino que el público puede escoger sus
propias composiciones para la visita, respetando la creación personal. Como ha destacado
Castellanos (1998) el museo es un medio de comunicación, ya que: "La estructura de un
museo le convierte en un emisor de mensajes, de estímulos cuyo interés es influir en sus
visitantes"… “Los museos son vistos, por tanto, en la actualidad, como centros de
información y de comunicación” (Castellanos, 1988: 4).
Consideramos pues, que los museos se están volviendo instrumentos sociales, y
tienden a renovarse, conscientes en una actitud de establecer diálogo con el visitante,
considerado copartícipe en un proceso de aprendizaje.
Para Delacôte (1998) entre la escuela y los museos existe una indiscutible
complementariedad, si bien una y otro son distintos; mientras la escuela es un ambiente
84
sólidamente organizado con una programación definida que tiene la estructura espacial,
temporal y numérica muy bien determinada, el museo es un contexto más libre y solitario.
Por eso, nos explica que para poder sustentar de modo global el hecho de aprender es
transcendental desplegar todos los medios que consigan completar los del centro
educativo modulando los tiempos convenientes a los diversos procesos sociales. Según
este autor, una buena formación elemental debe hacer que cada individuo consiga tomar
medidas reflexivas y acertadas como ciudadano y también como persona. Refuerza el
pensamiento de que la formación debe animar la investigación y comunicar el placer del
descubrimiento y del conocimiento del mundo.
Un plan atractivo en el que se visualiza un ejemplo de cooperación escuela-museo,
es el que se está desarrollando en Escocia, llamado SCRAN (Scottish Cultural Resources
Access Network, www.scran.ac.uk ). Se trata de una enorme base de datos on-line con
más de un millón de archivos de texto e imágenes sobre el patrimonio cultural escocés,
una gran biblioteca interactiva que se ha creado con la ayuda de los recursos de
información de los museos escoceses. Su utilidad primordial es la de servir de gran
enciclopedia, como instrumento educativo y complementario para niñas y niños de los
centros educativos escoceses.
Otro tipo de colaboración entre educación y museos es el expuesto por Libedinsky
(1999), el cual trata de acercar a graduados y graduadas en Ciencias de la educación al
ámbito de los museos, al entender que los museos son entidades educativas, que habrían
de tener la intención de educar. Su aportación ha sido establecer materiales didácticos y
tareas pedagógicas que intercedan entre los museos, en algunos momentos únicamente
con dedicación a profesionales expertos en el espacio de los museos. También por medio
de puntos de interpretación, simulacros, modelos, divulgaciones, imágenes, vídeos o
multimedias que logra situar en relación al usuario del museo con ese ámbito experto que
en él se observa, sin limitarse, como ocurre habitualmente al catálogo del museo.
Los museos virtuales son una de las riquezas de la red que se pueden manejar en la
clase para favorecer los diferentes medios de enseñanza telemáticos, principalmente
como fondos de recursos para el provecho de expresos contenidos de aprendizaje, al igual
que se manejan las plataformas de datos o las revistas electrónicas. Pero también se
utilizan por parte del profesorado para incrementar el saber general de su alumnado de un
modo más motivador e innovador, y asimismo se utiliza para aproximar el extenso
patrimonio formativo que se recluye en las sedes museísticas de todo el universo a las
nuevas generaciones. Al mismo tiempo los museos virtuales consiguen constituir de un
modo mucho más general y relacionado las colecciones. Pero también el alumnado de
una clase puede organizar su propio museo virtual digitalizando, recopilando y
estructurando documentaciones, representaciones de imágenes o vídeos afines con una
cuestión específica, y situándolos a disposición de sus usuarios mediante la red. Existen
museos escolares que están en un espacio físico, pero consideramos que es todavía más
cómodo fundar museos escolares virtuales.
85
A modo de resumen, Libedinsky (1999) piensa que a un museo, Internet le interesa
para:
posibilitar la comunicación con diversas fracciones de público de modo
diferenciado.
mostrar informaciones actualizadas sobre acciones temporales, bases de datos
de sus archivos y bibliotecas, catálogos y revistas on line, comunicar nuevas
publicaciones sobre libros con la temática museística o de las exhibiciones
estacionales.
concebir materiales pedagógicos para que los manejen los centros escolares y
sus usuarios, precedentemente y posteriormente a las visitas, diversificando por
niveles.
exhibir imágenes adelantadas de lo que se va a mostrar en el museo, exponer lo
que va o no va a ocurrir.
mostrar prácticas desarrolladas en centros escolares a partir del ofrecimiento del
museo.
exhibir herramientas de evaluación, destinadas a sus visitantes tanto de la web
como del museo.
mostrar material de lectura renovado y actualizado afín a la temática del museo
diversificando el material para personas expertas y material para personas
novatas.
crear discusión en foros o chats.
poder ser localizados por profesionales o por profesionales investigadores
interesados en los temas centrales del museo y que se hallan en diferentes partes
del mundo.
y para mostrar que el museo está vivo y activo.
Internet fundamentalmente ayuda a los museos a acercarse a la sociedad, al
fomentar un interés a priori de los usuarios potenciales para aproximarse a los museos,
permitiendo una visita real más documentada y directa, así como la posibilidad de una
visita virtual a posteriori, en el caso de querer profundizar más en la información que ese
museo posee. Y tenemos el convencimiento de que permitirá que los usuarios tengan
mayor información de las colecciones y, por tanto, del patrimonio cultural, estimulando
más, si cabe, la visita, que deja de ser anecdótica para transformarse en usual.
Para Delacôte: "En definitiva, deben reconsiderarse las formas tradicionales de
museología. El público espera actividades más pertinentes, más atractivas, capaces de
entusiasmarlo. Pide más movilidad en los temas, más agilidad en la reacción al
acontecimiento; y esto puede lograrse en particular con el uso de las recientes redes
electrónicas, con un mayor acceso a la relación con personas idóneas, con la alternancia
de papeles en cada individuo, como aprender para enseñar y enseñar para aprender;
esos fines pueden alcanzarse asimismo con más flexibilidad, más experimentación, más
interrogaciones, más debates. [....] Ha llegado la hora de los grupos, de las redes y de
los entornos dinámicos, activos" (Delacôte, 1988: 234).
86
Junto a las estrategias de difusión debemos abordar la utilización de las nuevas
tecnologías de la comunicación como vehículo fundamental para dar a conocer el museo,
sus servicios y su colección a escala planetaria. Al visitar Internet se aprecia que prolifera
la información sobre museos. Hoy en día casi todos los motores de búsqueda tienen una
sección específica para museos, lo que demuestra la gran implantación que estas
instituciones están teniendo en la red. Así el ICOM, el Consejo Internacional de Museos,
(www.icom-ce.org ) es un buen instrumento para acceder a listados de páginas web
ordenadas por temas y países: www.comlab.ox.ac.uk/archive/other/museums.html
Los museos han convertido Internet en un sustituto de las páginas tradicionales de
sus boletines y publicaciones periódicas, folletos y catálogos pero con la gran ventaja de
posibilitar una difusión de ámbito global. Esta cualidad ha generado una necesidad en los
museos o más concretamente en sus Departamentos de Educación y Acción Cultural pues
para aprovechar la potencialidad difusora de Internet se impone ajustar las estrategias que
aún siguen en vigor para boletines y publicaciones periódicas sobre soportes
convencionales. Junto a la difusión de su boletín de actividades, Internet ofrece a los
museos la posibilidad de difundir sus fondos pudiendo despertar el interés de visitantes
remotos que, atraídos por el conocimiento previo, pueden convertirse en futuros visitantes
e inmediatos clientes.
El Pequeño Thyssen ofrecía ya en 2004 -2005 una atractiva presentación, que ya no
descuidaba los contenidos didácticos, y donde se podía conseguir una información muy
completa sobre las obras del museo. A partir de un personaje animado, «Guido», se podía
acceder a distintos apartados: Aventuras en el Museo Thyssen, Para saber más, Galería
de arte y Laboratorio. De todos ellos el más interesante era el primero pues permitía al
niño introducirse en un espacio imaginario del museo y acceder a las distintas obras y
estilos de la mano de Guido, deteniéndose en pinturas de los siglos XIV al XVI, collages,
obras de surrealismo, futurismo y expresionismo abstracto. Para completar la información
ofrecida se podía acceder a «Para saber más» donde se presentaban todos los cuadros
anteriores
incorporándoles
la
bibliografía
del
artista
(www.lookenter.com/web/art/thyssen/educathyssen/html/apoyo/zonadedescargas.html).
Actualmente el Museo Thyssen ha renovado su página y se accede a EducaThyssen
que es el nombre del portal en Internet (www.educathyssen.org ) del Área de Educación
del Museo Thyssen-Bornemisza. Por extensión también suele denominarse así al
programa didáctico, es decir, al conjunto de programas educativos y otras acciones de
apoyo interpretativo, divulgativo y de mediación entre el público y el Museo. Este
programa se basa en un sólido desarrollo metodológico que han desarrollado en el área
durante los últimos quince años. Este proyecto educativo entiende su Web como un
laboratorio en el que experimentar con nuevas formas de transmitir el conocimiento, y
que les permite trabajar con personas que no tienen un acceso sencillo al Museo, ya sea
por cuestiones geográficas o de otra índole. EducaThyssen es también un lugar de
encuentro, de intercambio de conocimiento, un reflejo de sus actividades en el Museo
físico –como si de una extensión de éste se tratase- donde las personas con necesidades
87
educativas, sean de la índole que sean, pueden disfrutar de una manera comprensiva del
Arte.
La tecnología multimedia ayuda a los museos a potenciar su carácter didáctico y
educativo. Una de las características que las nuevas tecnologías han aportado a los museos
es la interactividad. Los museos se hacen interactivos desde el momento en que el público
no sigue una exhibición de manera lineal. A esto ayuda la implantación de los sistemas
multimedia en los museos para presentar información de lo que en ellos se ve o para
ampliar la información de la exhibición (Castellanos, 1998). Y aunque en muchos casos
la incorporación a los museos del multimedia toma forma de vídeos interactivos con
pantalla táctil o sin ella, no se trata tan sólo de vídeo, ya que los multimedia nos ofrecen
una posibilidad al permitir al usuario que interactúe con el medio, que escoja el camino y
el sentido de la narración, de una forma libre o semilibre, en función de quienes idean o
realizan el programa. El usuario no tiene que seguir una lectura lineal, como en el libro o
en el vídeo, sino que puede saltar de una pantalla o de un contenido concreto a otro, sin
que ello suponga perder el contenido de la creación.
De un modo general se puede decir que casi todos los museos, especialmente los
creados en los últimos años, incorporan sistemas multimedia interactivos e hipertextuales.
La utilización de los sistemas multimedia interactivos en España no comenzó en los
Museos de Ciencias y Tecnología sino en los de Arte. Y aunque en 1986 en el Centro de
Arte Reina Sofía tuvo lugar un evento histórico, la exposición "Procesos: cultura y nuevas
tecnologías", fue el Museo de Arte Moderno de Cataluña, en 1991, el primero en recurrir
a esos sistemas.
Muchos museos españoles cuentan con multimedia Interactivos y sistemas
hipertextuales que ayudan a comprender mejor el museo tradicional (ej: Museo de
Historia de Cataluña en Barcelona, o el de América en Madrid). Pero si ha aumentado el
uso de sistemas multimedia en los museos, más espectacular ha sido el aumento de la
producción de multimedia de museos en CD-ROM de distribución masiva, tanto de
colecciones temporales, permanentes o sobre un artista concreto.
Los museos son lugares con un claro objetivo comunicativo y educativo. Ambas
funciones van de la mano. No puede llegar a haber educación en un museo si no se
comienza por entender cómo se está comunicando. El lenguaje que se encuentra en los
museos es muy diferente al que se desarrolla en el exterior. Igualmente ocurre con la
forma de educación.
Según el portal de la UNESCO: “[Un museo es una] institución permanente, sin
finalidad lucrativa, al servicio de la sociedad y de su desarrollo, abierta al público, que
adquiere, conserva, investiga, comunica y exhibe, para fines de estudio, de educación y
deleite, testimonios materiales del hombre y su entorno”.
Siguiendo las directrices del Plan Nacional de Educación Patrimonial
(/ipce.mcu.es/pdfs/PNEducPatrimonio.pdf) se plantea unir en un mismo proceso de
88
enseñanza- aprendizaje la educación formal (currículo escolar), no formal (museos) e
informal (Internet). Los museos y las escuelas deben facilitar esta unión. La interactividad
entendida como comunicación bidireccional, mediante los recursos físicos o virtuales,
plantea una renovación en los museos que los prepara para el presente y para el futuro.
Según Fontal Merillas (2003), internet encarna el sueño de la comunicación y la
información ya que en tiempo real podemos contactar con cualquier lugar del mundo y
obtener la información necesaria sin desplazarnos. Internet es un contexto de aprendizaje
flexible cuya potencialidad le permite asociarse a todo tipo de usos y contextos
educativos.
Se ha producido una revolución en la forma de entender la comunicación en el
momento en que hace su aparición y se desarrolla Internet. Este cambio también ha
afectado indirectamente a la forma en que nos relacionamos, nos divertimos, trabajamos,
informamos o aprendemos.
Internet ha permitido una evolución en la pedagogía y en las nuevas formas de
concebir la educación al fomentar la participación del alumnado, el aprendizaje
colaborativo y la interdisciplinariedad, aunando los contextos o ámbitos educativos y
planteándolos como espacios complementarios.
El Aprendizaje Invisible10 (Cobo y Moravec), apuesta indiscutiblemente por la
unión de los diferentes contextos educativos (formal, no formal e informal). Junto con la
aplicación de las nuevas tecnologías al proceso educativo se consideran los dos
fundamentos clave en la renovación educativa que está demandando con cierto apremio
la nueva sociedad del siglo XXI, esta que ha sido llamada como la Sociedad de la
Información y la Comunicación.
“La visión del aprendizaje invisible procura incluir las experiencias y estrategias
de aprendizaje adquiridas en diversos entornos, pero al mismo tiempo busca ser
inclusiva en cuanto a otros enfoques y aproximaciones” (Cobo y Moravec, 2011:
133).
La visita al museo se puede programar dentro del currículo escolar. Internet es un
recurso educativo más para el ámbito formal escolar. La renovación comunicativa de los
10
El aprendizaje invisible es una propuesta conceptual que surge como resultado de varios años
de investigación y que procura integrar diversas perspectivas en relación con un nuevo paradigma
de aprendizaje y desarrollo del capital humano, especialmente relevante en el marco del siglo
XXI. Esta mirada toma en cuenta el impacto de los avances tecnológicos y las transformaciones
de la educación formal, no formal e informal, además de aquellos metaespacios intermedios. Bajo
este enfoque se busca explorar un panorama de opciones para la creación de futuros relevantes
para la educación actual. Aprendizaje invisible no pretende proponer una teoría como tal, sino
una metateoría capaz de integrar diferentes ideas y perspectivas. Por ello ha sido descrito como
un protoparadigma, que se encuentra en fase beta y en plena etapa de construcción.
89
museos ha supuesto un cambio completo en el paradigma central de la museología,
entendiendo la interactividad como medio de comunicación.
Para Laia Coma (2011) los materiales interactivos hacen partícipes a las y los
visitantes en la construcción de su propio conocimiento. Pasan a ser agentes activos del
proceso de enseñanza-aprendizaje. Estos materiales les ofrecen el máximo de vías de
comunicación y de selección de la información, ayudando a establecer una relación
bidireccional: persona- artefacto y artefacto-persona.
La libertad de movimiento que otorgan los materiales interactivos se acentúa más
si se trata de una versión online ya que se puede elegir cuándo, dónde, cómo y con quién.
Todos ellos, presenciales o no, aportan algo más. Cada uno de los usuarios puede utilizar
aquel material que más se adecue a su estilo de aprendizaje. Estos recursos tienen una
función básica en el desarrollo de los procesos de enseñanza- aprendizaje que se
desarrollan en el museo (o en su dominio web).
Como indica Coma esto se aleja totalmente de la idea de comunicación
unidireccional (lineal) de las cartelas de los museos en las que sólo podemos leer y
contemplar. Coma (2011) nos define los “materiales didácticos interactivos” como:
Un recurso material que puede ser manipulado por una persona o varias a la vez
y que, como elemento tangible, puede ser manipulado de forma física o
virtualmente.
Un recurso didáctico por naturaleza, por lo que debe ser capaz de generar y
desarrollar procesos de enseñanza- aprendizaje.
Un recurso interactivo que implica una o varias acciones estableciendo un
vínculo (feedback) entre el material y el usuario que lo maneja.
Los museos son espacios comunicativos con una finalidad educativa. La adaptación
que se hace de este entorno y la inclusión de las nuevas tecnologías como es el uso de las
páginas webs es una necesidad en el momento en el que nos encontramos. Con la sociedad
completamente informatizada, la comunicación, al igual que la educación, ya no se puede
entender sin la utilización de Internet. La renovación de los museos está siendo un proceso
lento y complicado, todavía son muchos los que ni si quiera tienen presencia en la web.
Y son muy pocos los que llegan a tener este grado tan alto de interactividad y presencia
virtual.
Los museos y las escuelas deben aprovechar todos los recursos de que disponen
para poder llevar su finalidad educativa a la máxima expresión. Consideramos que ésta
no es más que poder llegar a unir en sus dominios físicos y virtuales la educación formal,
no formal e informal. Sólo de esta manera se aseguraría que nos hallaríamos ante unas
instituciones capacitadas para el futuro, con el lenguaje y la comunicación adecuadamente
renovados. Hablémosle a la sociedad en el lenguaje que actualmente conoce, maneja y
domina. Presentémonos ante niños y jóvenes con un perfil totalmente renovado,
actualizado, preparado para desafiar los retos del siglo XXI. Guiando los medios y los
90
discursos, los museos volverán a tener un espacio determinado dentro de la comunidad
que les debe otorgar el valor suficiente como para proyectarlos hacia futuro.
Entre las múltiples propuestas de virtualidad de los museos encontramos diversas
posibilidades muy valiosas y enriquecedoras. Sin embargo, no todas las opciones ofrecen
una buena oportunidad de exploración, aprendizaje y/o disfrute. Algunos museos ofrecen
auténticos viajes que nos incitan a internarnos en universos específicos. En otros casos,
nos presentan atrayentes colecciones que no es viable decodificar sin ciertos apoyos o que
llevan a perderse en el universo al que no se puede dar significado y por tanto no se llega
a aprovechar la experiencia. Será tarea del docente seleccionar las mejores experiencias
para su alumnado y, en los casos en que estas no estén bien estructuradas, complementar
las propuestas con diferentes tipos de intervenciones que favorezcan su aprovechamiento.
3.8 ¿Por qué el profesorado debe visitar un museo de arte con su alumnado?
La mayoría de las salidas realizadas por el profesorado de centros escolares a los
museos se producen en el momento de aplicar o sintetizar un tema que se ha trabajado
anteriormente en el aula, principalmente con el objetivo de establecer relaciones
significativas entre diversos contenidos. También se utilizan como introducción de un
tema, para favorecer la motivación inicial o para establecer conexiones significativas con
los conocimientos previos. Estas situaciones proyectan unos problemas en el instante de
plantear las actividades, exigiéndonos una gran flexibilidad y una preparación de los
educadores que permita ajustar los contenidos a los fines de los docentes, variables en un
mismo día y para una misma actividad. Las peticiones de amenidad, complementariedad,
aplicabilidad, introducción de informaciones nuevas, etc., se vinculan con la generación
de curiosidad, la sorpresa, la novedad, la manipulación de objetos reales, etc., que en
definitiva son los elementos diferenciales respecto al aula.
Para justificar las visitas a los museos de arte el profesorado suele argumentar que
el museo de arte es patrimonio de la humanidad, contiene obras importantes, hay grandes
autores y autoras, expone gente joven con talento. Pero después de ello viene un
cuestionamiento sobre sus prácticas. Para todos los docentes está clara la valía de la
entidad en el plano teórico, pero no en asuntos prácticos, no nos queda clara su
importancia objetiva. Conviene asimismo tener en cuenta las excusas para no realizar las
visitas como síntoma de una apatía generalizada en la que subyace la consideración del
museo de arte como algo poco útil en el mundo contemporáneo. La idea de la visita al
museo es un asunto crítico en el profesorado que es sumamente importante afrontar ya
que en ella hallaremos que el museo de arte es consecuencia de una de las mayores
aportaciones de la sensibilidad humana: el arte. En la cita de Richard F. Brown
encontramos una excelente justificación de las visitas a los museos de arte:
91
“La finalidad del museo consiste en que cada vez mayor número de personas
hagan más descubrimientos sobre arte, más fácilmente y en condiciones
agradables que les impulsen a volver frecuentemente, y así, mediante el placer
visual, poder alcanzar una comprensión más profunda de la naturaleza, la
historia y el hombre” ( Brown, 1973: 37).
Visitar el museo de arte permite experimentar alguna de aquellas experiencias que
van más allá de las habituales del arte. El museo de arte aproxima a las personas el
conocimiento del arte de modo particular, debiendo permitir que las relaciones entre la
obra de arte y quien la observa se desplieguen por cuestiones particulares más que
grupales; y ello no debería verse afectado por el hecho de que el museo de arte esté
integrado por recopilaciones académicamente importantes o que muestre una expresión
joven y experimental, porque el museo tiene la gracia de amparar incuestionables
funciones del arte para gestionarlo, pero eso debe ser reconocido por la persona que se
aproxima a sus recintos y los recorre. A pesar de que el museo está dispuesto para las
visitas colectivas, la experiencia sigue siendo particular y por ello debemos detenernos en
la consideración de lo individual antes de pasar a lo grupal. No importa si se hace el
camino a través de una visita guiada, acompañado de un dispositivo o con un guía del
museo, si se hace como grupo escolar o con la familia o en solitario; el encuentro con la
obra de arte es tan personal como la vida misma. En esta experiencia el museo nos hará
una serie de aportaciones que tienen que ver más con el hecho sensitivo de la persona que
con el arte mismo:
Disfrute: Aunque en esta investigación nos ocupamos de los valores educativos
específicos del museo o en el punto de vista social sobre el mismo, es evidente que el
disfrute, el deleite, es una de las funciones del museo de arte sin olvidar la concordancia
con la obra y con el proyecto expositivo.
Suscitar el hecho artístico: Mediante las instalaciones y exposiciones, el museo de
arte permite a la obra exhibida desarrollar su destino, ya sea permitir al conocimiento de
lo mostrado o facilitar una visión del mundo. El hecho es que a través de espacios,
iluminación, etc. la obra de arte logre tomar a la persona y producir la función para la cual
fue creada.
Comprender la historiografía del arte: Como organismo moderno, el museo de arte
especifica los parámetros de una acción humana que ha sido organizada con un método
académico, la historia del arte como historiografía. A partir del instante que la obra
ingresa en el museo de arte para ser mostrada, entra en calidad de obra de arte y establece
relaciones con sus análogas; por eso gran parte de la historia del arte, en la actualidad, se
desarrolla en el museo. No hablamos de un plan histórico del progreso universal del
pensamiento y de la cultura, sino de un lugar en el que existe un fin intelectual de
categorización y representación de la obra de arte y su estilo en un espacio y un tiempo
determinado.
92
Activar la imaginación: La imaginación como un transcurso reflexivo es suscitada
en el museo de arte al habitar el espacio en el cual las obras son producto de ese propio
acontecimiento como efecto de la expresión humana. Este proceso, incluso, puede
empezar antes de visitar el museo de arte gracias al conocimiento de sus programas
permanentes y temporales, lo que permite imaginar las posibles obras que el museo
exhibe.
Gestionar el imaginario social: El museo de arte hace posible el reconocimiento
del imaginario social ya que estimula la exposición de las subjetividades humanas a través
de la objetivación en lo que la institución define como obra de arte. La obra de arte como
subjetividad no muestra hermosura, sospecha, ambición u otras cualidades sino que a
través de materiales y soportes permite que la persona rehaga su subjetividad. El museo
cede a la persona que explore un imaginario común que es parte de su identidad como ser
social.
3.9 ¿Cómo visitar el museo?
Es muy importante que en las escuelas, sus responsables y docentes asuman el
compromiso de incluir al museo en el proyecto educativo. En la medida en que se
fortalezca esta relación, la sociedad y la comunidad educativa lograrán reconocer y
estimar el rol que cumple el museo en la formación integral de la persona. La visita al
museo no aspira a especializar a los escolares en un tema concreto, sino a transferir la
capacidad propia o agrupada de rastrear y construir el conocimiento con la intención de
manejarlo en diferentes contextos.
El museo se debe afrontar con una metodología activa y vivencial que impida
recorridos largos y con exceso de contenido. El recorrido debe ser delimitado y
establecido. Al museo hay que ir a descubrir y a debatir y no a oír lo que está escrito en
los libros. No debemos guiar al niño solamente a aprender sino, principalmente, a
provocar sus emociones. Desde este punto de vista, dicho acercamiento puede realizarse
desde dos puntos de vista:
Visita a una sala concreta
Selección de una temática, obra, documentos....
La visita al museo demanda de una meticulosa programación, para conseguir el
mayor provecho y requiere la colaboración de un equipo humano preparado para ayudar
a progresar culturalmente. Al proyectarla se han de tener en cuenta las actividades que se
van a desarrollar antes, durante y después de la visita:
Realizar una visita exploratoria del museo con el objetivo de familiarizarse con el
lugar: precios, disponibilidad de material didáctico, recursos físicos, humanos,
trámites para solicitar la visita, exigencias, normas, horario, etc.
93
Si el museo tiene un departamento educativo, establecer contacto con el objetivo
de beneficiarse de los servicios pedagógicos que brinda la institución. Proyectar
en conjunto con el responsable de servicios educativos o el personal de guías,
tanto la visita como las actividades adicionales que se consideren provechosas.
Precisar la temática, los objetivos y las actividades que se pretende desarrollar
antes, durante y después de la visita. Es muy importante tener en cuenta las
motivaciones del alumnado e implicarlo en la organización de la visita para que
desde su contexto fortalezcan su propia colaboración.
Para cumplir la visita con éxito conviene partir los grupos en subgrupos de 15
niños acompañado por un adulto responsable. Es muy importante repartir el
contenido del museo por temas o por salas. Así se evitará la aglomeración.
Requerir la colaboración de la comunidad educativa, profesorado, padres y
madres de familia y de las guías del museo, para atender a grupos reducidos. Tanto
el profesorado como las guías deben estar al tanto por anticipado de los objetivos
y experiencias pedagógicas que se plantean con el fin de posibilitar su
acompañamiento y soporte.
La visita escolar al museo, y restantes salidas fuera del aula deben estar incluidas
en el Proyecto Educativo y apoyar las áreas curriculares de acuerdo a los objetivos
y fines. El docente debe evitar que la visita carezca de sentido y sea simplemente
ir de excursión.
Incluir en la visita el acercamiento y reconocimiento del entorno en donde se
localiza el museo. Ello permite integrar varias disciplinas y actividades al
relacionar los elementos más significativos durante la ruta.
Si el inmueble del museo es parte del patrimonio nacional, es una reliquia
arquitectónica o aporta información histórica remarcable, conviene resaltar este
aspecto e incluirlo dentro de la visita.
Preparar y motivar al alumnado antes de efectuar la visita al museo. Ajustar en
este período la presentación de audiovisuales, exposiciones, etc.
Concebir la visita al museo siempre como una situación de descubrimiento y de
aprendizaje diferente al diseño de la clase. Es importante resaltar que la visita
representa poner al alumnado en contacto con experiencias directas. Es durante la
visita donde se ha de dar prioridad al desarrollo de los sentidos: vista, oído, tacto
y olfato. Aguzar los sentidos e indagar la obra es el punto de partida para concebir
nuevos conocimientos y desarrollar la curiosidad.
Concentrar las actividades en la obra y no tanto en la información escrita. El
museo es el lugar en el cual podemos buscar la relación estudiante-obradescubrimiento, permitir que el alumnado llegue a una interpretación propia y
meditada de las obras seleccionadas o ensalzar las capacidades del
descubrimiento.
En el museo, orientar al estudiante de manera que pueda establecer una
comunicación directa con la obra. Permitirle observarla, analizarla y admirarla,
despertando un sentimiento afectivo. Buscar tanto el desarrollo estético como el
desarrollo intelectual.
94
Tras la visita, es muy importante recuperar en el aula las experiencias y extraer
conclusiones en conjunto con el alumnado. Esta última fase tiene la finalidad de
conectar la información recogida, integrar los conocimientos y permitir el logro
de los objetivos de aprendizaje.
Entre las actividades de esta fase están:
- Comentar los sentimientos del grupo sobre la visita. Suministrar un marco
de referencia en el cual logren el significado los datos acumulados.
- Investigar para poder aplicar la información a situaciones o problemas
específicos.
- Realizar talleres lúdicos de acuerdo con los fines de la actividad.
Recapitulando, a través de la visita se han de conseguir los siguientes objetivos:
Estimular el desarrollo de los componentes emotivos y creativos del niño/a al
permitir que la obra sea descubierta no sólo desde su contenido sino también desde
un punto de vista estético a través de la recreación y expresión subjetiva.
Desplegar la interpretación personal subjetiva y objetiva al combinar la
información que se tiene y la realidad que se brinda.
Desarrollar la capacidad de descubrimiento, observación y descripción de las
obras y el contexto.
95
CAPÍTULO 4
EL ARTE DE INCORPORAR NUEVOS HORIZONTES EN LA PRÁCTICA
ESCOLAR.
Debemos reflexionar sobre el papel del arte en la escuela, en especial en
experiencias educativas que se han generado para movilizar, complementar, facilitar,
aprendizajes alternativos. Nos planteamos la necesidad de incluir el arte como una de las
bases importantes para el desarrollo de experiencias educativas enriquecedoras desde las
cuales podamos analizar y volver a definir los procesos de aprendizaje.
Las actividades artísticas pueden ayudar al itinerario formativo de muchos y
muchas escolares ya que favorecen la experiencia estético-expresiva teniendo en cuenta
el desarrollo de la creatividad, centrando la mirada en el aprendizaje en contexto. Las
prácticas artísticas en los espacios educativos se han diseñado con metodologías
individuales sin reflexionar las problemáticas sociales. Consideramos que es necesario
abordar los puentes entre las experiencias artísticas y las tareas educativas formales.
También hay que tener en cuenta en los centros escolares las problemáticas sociales
complejas desde una visión contextual e interdisciplinar.
Nuestra propuesta es valorar qué cambios se deben efectuar y describir estrategias
que desarrollen aprendizajes del sujeto educativo en los contextos complejos y
paradójicos en que se desenvuelve. A partir de este enfoque, se propone realizar cambios
de procesos, buscar posibilidades y potencialidades.
Desde las aportaciones teóricas de la Psicología Cultural11, recurrimos a Lave &
Wenger que sugieren una nueva postura ontológica.
“En la perspectiva situada, el aprendizaje y el desarrollo son vistos como un
progreso a lo largo de una trayectoria de participación y de crecimiento de la
identidad... En estas prácticas, los estudiantes desarrollan patrones de
participación que contribuyen a sus identidades como aprendices, lo cual incluye
las maneras en que toman la iniciativa y la responsabilidad por su aprendizaje, y
funcionan activamente en la formulación de metas y criterios para su éxito” (Lave
& Wenger, 1991: 9).
11
El mayor reto de la psicología cultural es comprender la conducta humana, producto de su
origen y naturaleza social, histórica y cultural sin menospreciar la herencia biológica que
permanece siempre unida y condicionada al medio de vida de cada cual. Ello conlleva buscar
modos de relacionar formas psicológicas particulares (emociones, percepciones, recuerdos) con
factores culturales particulares, entendiendo que la cultura supone un nexo entre lo que hemos
llamado aproximación micro (individuo, relaciones interpersonales) y macro-cultural
(instituciones sociales, artefactos, conceptos culturales).
97
Lave (2001) sostiene que “(…) no se los puede individualizar en la cabeza de las
personas ni en las tareas asignadas ni en las herramientas externas ni en el medio, sino
que residen en las relaciones entre ellos” (Lave, 2001: 21). El término aprendizaje, a
causa de su connotación tradicional, es reemplazado por los de comprensión y
participación en las actividades. (Lave, 2001)
Maddonni y Aizencang, plantean que: “(....) hace falta reconstruir la posición del
aprendiz, en la participación de un proyecto que permita la inclusión y la pertenencia.
[Posibilitar que] el aprendiz pueda encontrarse y sentirse parte. Procurar ofrecerles un
lugar central en la construcción de su trayectoria escolar que fortalezca su autoestima,
su creatividad y sobre todo la posibilidad de ser constructores de su propio recorrido
escolar” (Aizencag, N. y Maddonni, P., 2004: 141-143).
Nos planteamos muchas preguntas, sin la intención de encontrar una respuesta
concreta, pero tomando como punto de partida el papel central que el arte podría jugar en
las situaciones educativas. Proyectaremos algunas ideas desde un marco teórico que
mantiene la importancia de que la escuela asuma el aprendizaje y la enseñanza del arte,
concediéndole un lugar central junto con las otras áreas del conocimiento.
4.1 Referentes educativos del arte.
Desde múltiples campos del conocimiento (psicología, pedagogía, historia del arte,
sociología,…) se han valorado las potencialidades del arte como herramienta educativa
para fomentar capacidades creativas, intuitivas, manuales, expresivas y visuales. Desde
esta posición es pertinente recordar que el concepto de desarrollo humano debe ser un
concepto holístico; es decir, que tenga en cuenta todas las capacidades del ser humano sin
darles más importancia a unas que a otras. Para colaborar en la consecución de esta meta,
la educación a través del arte ofrece un interesante marco educativo en el cual se pueden
desarrollar capacidades que quedan relegadas en otros campos, además de promover el
desarrollo y el autoconocimiento. Por otra parte, la actividad artística entendida como un
camino de autorrealización, cuando va acompañada de la autoobservación y de la
introspección, puede convertirse en una herramienta de autoconocimiento.
A continuación, a modo de resumen, plantearemos las influencias a través de la
historia que nos han ayudado a conocer todas las posibilidades que nos brinda el arte
como medio formador y trasformador del ser humano, ya que el arte es una herramienta
muy versátil y de múltiples usos. No obstante, creemos que se están desaprovechando o
infravalorando las potencialidades de esta herramienta.
En la metodología a través del arte buscamos su referente en las corrientes
pedagógicas y diversos autores/as liberales de inicios del siglo XX:
98
La Escola Nova, también llamada Escuela Activa y muy próxima al concepto de
Escuela Progresiva de Dewey, quería conseguir la educación intelectual, social y
moral de los niños y las niñas. La atención al currículum a través de materiales
permite que los niños vayan trabajando con los recursos que atienden a su
momento de aprendizaje. La observación de las maestras y maestros y la atención
a todo lo que va pasando en los ambientes permite una atención individualizada a
través del desarrollo de proyectos reales, que surgen totalmente del interés del
alumnado. Estos proyectos se van desarrollando según los intereses que van
manifestando en su trabajo espontaneo. De esta manera se materializan y se
promueven las potencialidades de los niños y las niñas, y sus derechos por
convivir y aprender en un espacio que responda a sus necesidades individuales.
La Escuela Moderna, que se lleva a cabo una enseñanza inspirada en el libre
pensamiento, practicando la coeducación -de sexos y de clases sociales-,
insistiendo en la necesidad de la higiene personal y social, rechazando los
exámenes y todo sistema de premios y castigos, abriendo la escuela a las
dinámicas de la vida social y laboral, y organizando actividades de descubrimiento
del medio natural. Los niños y niñas tendrán una insólita libertad, harán juegos y
ejercicios al aire libre, y uno de los ejes del aprendizaje lo constituirán sus propias
redacciones y comentarios de estas vivencias. Ferrer i Guàrdia, fundador de la
Escuela Moderna, comprometió su vida con un ideal de emancipación de los seres
humanos, el despertar de una conciencia libre, crítica y racionalista entre la
ciudadanía. Y sabía muy bien que eso empezaba por la educación de las niñas y
los niños.
Las escuelas Waldor, cuya base pedagógica es el conocimiento del ser humano
como un ser tripartito: físico, anímico o emocional y espiritual, cuyo desarrollo se
conforma por etapas de siete años, con necesidades particulares, que requieren un
acompañamiento y un abordaje pedagógico adecuados a cada una de ellas. Su
pedagogía busca educar la totalidad del niño/a, equilibrando el trabajo práctico
con sus manos, con el progresivo desarrollo de la voluntad individual y de las
capacidades intelectuales. Su objetivo es trabajar equilibradamente las tres
facultades humanas: el pensar, el sentir y el hacer o actuar. Según nos dice Rudolf
Steiner debemos acoger al niño con respeto, educarlo con amor, dejarlo ir con
libertad.
Johann Heinrich Pestalozzi, fue el primero en considerar la educación desde una
perspectiva psicológica, dando un paso más hacia la educación como bien social.
Pestalozzi indicó que la educación solo podía realizarse conforme a una ley de
armonía con la naturaleza. De este principio se deriva la necesidad de libertad en
la educación del niño; es preciso que esté libre, para que pueda actuar a su modo
en contacto con todo lo que le rodea.
99
Celestin y Elise Freinet, para ambos la escuela es el lugar en el que los alumnos
deben unir pensamiento y acción. Por ello procuran el trabajo del alumnado en el
aula, el cuidado de la huerta y de los animales y les coloca en situación de
comunicación a través de los medios de que dispone. Su objetivo es que el niño
piense haciendo y haga pensando. La escuela debe ser pública popular; para todos
y todas, libre, democrática y participativa, anticapitalista, sin imposiciones
externas y renovadora de las estructuras.
Friedrich Fröbel, consideraba el juego como el medio más adecuado para
introducir a las y los niños al mundo de la cultura, la sociedad, la creatividad y el
servicio a los demás, sin dejar de lado el aprecio y el cultivo de la naturaleza en
un ambiente de amor y libertad.
Édouard Claparèd. Su principal preocupación pedagógica fue la de conseguir una
escuela activa, en la que primara la necesidad y el interés del niño, consiguiendo
la creación de un colegio a la medida del alumno. Para ello tomó las ideas y
conceptos de la psicología para aplicarlas a la pedagogía; así, propuso que las
maestras y los maestros aprendieran a observar a sus alumnos y trabajaran e
investigaran a partir de estas observaciones. No olvidó dentro de la pedagogía los
temas sociales y económicos.
Las escuelas de Reggio Emilia que potencian la experimentación, la percepción,
la libertad y la creación. Se basan en considerar que el niño es sujeto de derechos,
que tiene un gran potencial para el desarrollo, que aprende, y crece en la relación
con los demás.
Y también, queremos hacer referencia a modelos de educación artística que
aparecen en el período de entreguerras como la corriente de la autoexpresión
creativa o expresión libre que potencia el trabajo expresivo de los alumnos y
pretenden transformar la sociedad a través de la educación de la infancia. “La
guerra representó un reto especial para los educadores de arte que tuvieron que
demostrar que el arte estaba ideológicamente comprometido con el esfuerzo de
preservar la libertad y la democracia, la verdad era libertad que permitía la autoexpresión artística” (Efland, 1990: 24-25). Ello produjo una nueva concepción de
la educación artística fundamentada en la expresión, cosa que defienden autores
como Read, Lowenfeld, Stern y Duquet, con un propósito no intervencionista en
la educación artística, para potenciar la creatividad y la imaginación en el alumno
por medio de la expresión libre de limitaciones consignadas por el profesor y la
profesora.
Otro modelo sería la corriente reconstruccionista que propugna que la creación
artística puede servir para reconstruir el conocimiento y transformar la vida del
individuo y de la sociedad. El reconstruccionismo es una tendencia filosófica que
100
tiene como eje fundamental "reconstruir" la sociedad con el propósito de resolver
la crisis cultural de nuestra época. Dentro de este concepto fundamental, la
educación debe reinterpretar los valores occidentales a la luz de los conocimientos
que nos ofrece la ciencia actual. Se busca una sociedad más equitativa y un nuevo
orden social. Entonces, se habla de una educación que ha de preocuparse por su
responsabilidad social y por lograr fines sociales específicos. Según Brameld, uno
de sus representantes más notables, el reconstruccionismo tiene seis principios
básicos: fomentar un programa de reforma social, trabajar sin demora, buscar una
sociedad democrática, educar democráticamente, reconstruir los fines de la
educación de acuerdo con los adelantos científicos relacionados con el
comportamiento, y reconocer que todo lo que pasa en educación está conformado
por las fuerzas sociales y culturales. (Kneller, 1967).
Y finalmente, la tendencia expresionista, que también centra la educación artística
en la creación libre del individuo, y es coetánea al movimiento artístico del
expresionismo abstracto. Uno de los profesores más destacados de dicha corriente
fue Lowenfeld (Lowenfeld y Lambert, 1972), quien cree que a partir de la
actividad creadora se produce un desarrollo emocional y afectivo; intelectual;
físico; perceptivo; un desarrollo social; estético y creador.
Eisner (2005) se refiere a los autores y autoras de las corrientes anteriormente
citadas, convencido de que para ellos y ellas el arte es una forma de explotar el
manantial creativo del niño y la niña y que beneficia su desarrollo personal. Pero
Elliot Eisner (2002: 70-92) nos deja las siguientes reflexiones sobre qué enseñan
las artes que vamos a desarrollar a modo de decálogo:
1. Las Artes enseñan a los niños a tomar buenas decisiones sobre
relaciones cualitativas. A diferencia de la mayor parte del currículum
en el que las respuestas correctas y reglas prevalecen, en las Artes el
juicio y la opinión prevalecen sobre las reglas.
2. Las Artes enseñan a los niños y las niñas que los problemas pueden
tener más de una solución y que las preguntas pueden tener más de una
respuesta.
3. Las Artes muestran múltiples perspectivas. Una de sus grandes
lecciones es que hay muchas maneras de ver e interpretar el mundo.
4. Las Artes enseñan a los niños y las niñas que en las complejas formas
de resolver problemas rara vez hay una única solución, sino que
cambian según las circunstancias y la oportunidad. El aprendizaje de
las Artes requiere la capacidad y la voluntad de entregarse a las
inesperadas posibilidades del trabajo que desarrollan.
5. Las Artes hacen visible el hecho de que ni las palabras en su forma
literal ni los números nos muestran todo lo que podemos saber. Los
límites de nuestro lenguaje no definen los límites de nuestro
conocimiento.
101
6. Las Artes enseñan a los estudiantes que pequeñas diferencias pueden
crear grandes efectos. Las Artes viven de las sutilezas.
7. Las Artes enseñan a los estudiantes a pensar a través de y con lo
material. Toda forma de Arte emplea algún medio a través del cual las
imágenes se convierten en realidad.
8. Las Artes ayudan a los niños y las niñas a aprender a decir lo que no
pueden decir. Cuando se les pide expresar lo que una obra de Arte les
hace sentir, desarrollan sus capacidades poéticas para encontrar las
palabras adecuadas.
9. Las Artes permiten experiencias que no se pueden adquirir a través de
otras fuentes, y a través de esas experiencias, las Artes permiten
descubrir la amplitud y variedad de lo que somos capaces de sentir.
10. La posición de las Artes en el currículum escolar simboliza para los
jóvenes lo que los adultos creen que es importante.
Elliot Eisner, fallecido en 2014, fue defensor de las enseñanzas
artísticas, profesor de la Universidad de Princeton, presidente de INSEA
(International Society of Education Through Art, (www.insea.org ). Sus obras
son referencia en la enseñanza de las Artes y sus críticas al vigente currículum
son tan directas como las de Sir Ken Robinson.
Sir Ken Robinson es un experto que defiende un sistema educativo que enseñe
a innovar, hace una apasionada y divertida argumentación en la conferencia Las
escuelas matan la creatividad, (TED 2006, www.youtube.com/watch?x-ytcl=84924572&v=nPB-41q97zg&x-yt-ts=1422411861), nos habla sobre la
importancia de la creatividad para los retos de nuestro siglo. Con un sentido del
humor digno de alabanza, Ken Robinson hace una crítica constructiva al sistema
educativo, el cual considera anticuado y basado en las necesidades del S. XIX.
La necesidad de industrialización ha hecho que se infravaloren capacidades que
son fundamentales en la sociedad actual, como la innovación o el arte.
“Nuestro sistema educativo se basa en la idea de habilidad académica
y hay una razón: todo el sistema fue inventado. En el mundo no había
sistemas de educación pública antes del siglo XIX. Surgieron por las
necesidades de la industrialización. Su jerarquía está basada en dos
ideas:
1ª. Que las materias más útiles para el trabajo estén en la cima.
Así quizás fuiste sutilmente apartado en la escuela de cosas que te
gustaban, porque nunca ibas a conseguir trabajo haciendo eso,
¿cierto? No toques música, no vas a ser músico, no practiques arte,
no vas a ser artista. Consejos bien intencionados pero profundamente
equivocados. El mundo entero está metido en una revolución.
102
2ª. La habilidad académica ha llegado a dominar nuestra visión
de la inteligencia, porque las universidades diseñaron el sistema a su
imagen. Si lo piensan, todo el sistema de educación pública en todo
el mundo es un prolongado proceso de admisión universitaria. Y la
consecuencia es que muchas personas altamente brillantes, creativas,
creen que no lo son porque en lo que eran buenos en la escuela no les
fue valorado o fue estigmatizado.
Creo que no podemos permitirnos seguir así.”
(Video: Las escuelas matan la creatividad, TED/2006).
Queremos compartir otro decálogo de reflexiones acerca de las teorías
de Sir Ken Robinson, que nos sirven para fundamentar alguno de los proyectos
de prácticas de arte en la escuela que se expondrán a continuación. Buena parte
de su pensamiento gira en torno a varios ejes:
1. La imaginación es la fuente de todo logro humano. Esta es la primera
frase que nos encontramos al entrar en su página web
(sirkenrobinson.com/). Concede gran importancia a la imaginación y,
sobre todo, a la originalidad. No concibe una educación que no se base en
potenciar la inteligencia. Precisamente será esta inteligencia la que nos
distinguirá y la que enriquecerá la sociedad.
2. Si no estás preparado para equivocarte, nunca llegarás a nada original.
Este autor es tremendamente crítico con la visión de la educación actual.
Uno de sus argumentos es que penaliza el error y la equivocación.
Penalizar el error mientras se educa es sencillamente una paradoja, porque
es a partir del error de donde podemos sacar las mejores enseñanzas. El
error debe verse como un proceso positivo dentro del propio aprendizaje
del alumnado.
3. Las escuelas se parecen a las fábricas. En el siglo XXI aún mantenemos
una estructura educativa industrial. Ken Robinson critica que en muchos
centros educativos las y los alumnos se parezcan más a obreros que a
estudiantes. Cuestiona la rigidez de los horarios, la separación de las y los
alumnos por edades, la descompensación horaria de las materias y el
hecho de priorizar el producto manufacturado al talento y a la creatividad.
4. La creatividad se aprende igual que se aprende a leer. El concepto de
creatividad es una constante en la obra de este autor. Y en este sentido la
figura del docente resulta determinante para que el alumno desarrolle
dicha creatividad en su centro educativo. Desgraciadamente, el modelo
educativo actual mata la creatividad, no potencia el talento, sino que
prioriza el resultado final más que el proceso en sí.
5. Es necesario potenciar la diversidad. Si el docente es capaz de potenciar
la originalidad y el talento en su alumnado, entonces habrá logrado algo
tremendamente importante: superar el modelo industrial basado en la
103
6.
7.
8.
9.
homogeneización del producto. Las fábricas producen. Y el producto que
se crea es siempre el mismo producto. ¿Es eso lo que queremos de nuestro
alumnado? ¿Es este nuestro ideal de enseñanza? Mediante la creatividad
y el talento hacemos posible la diversidad. Para Ken Robinson dicha
diversidad es uno de los activos más importantes que existen en la
sociedad actual. Cuanto más creativos sean las y los niños, más
posibilidades tendrán de autorrealizarse. La única forma de detectar
talentos es hacer pensar a los alumnos de forma diferente.
La educación del talento no es lineal. Otro de los grandes errores del
sistema educativo actual es pensar que el conocimiento es lineal. Para el
autor el aprendizaje no es lineal, sino orgánico, porque el mundo actual
ha dejado de tener una concepción lineal para pasar a tener una visión
global. La escuela se ha obsesionado en hacer creer al alumno que su
destino pasa por la universidad.
Los niños y las niñas de ahora harán trabajos que aún no están
inventados. En la línea del pensamiento lineal encontramos esta otra frase
de Ken Robinson. Actualmente, estamos enseñando en los centros
educativos contenidos que no tenemos ni idea de si servirán o no dentro
de un período relativamente corto de tiempo. Esto debería hacer pensar a
los docentes y hacerles ver que lo que importa no es lo que enseñan, sino
cómo enseñan para que sus alumnos y alumnas puedan aprender por sí
mismos cuando en un futuro no muy lejano deban llevar a cabo
actividades que ahora ni imaginamos que desarrollarán. El saber no está
en los libros de texto, sino en la imaginación y el talento que puedan
desarrollar.
La creatividad es tan importante en educación como la alfabetización, y
por eso debemos tratarla con la misma importancia. Otro de los grandes
problemas de la educación actual es que no se da la misma importancia a
la alfabetización que a la creatividad. Basta mirar la descompensación de
las asignaturas de las diferentes etapas educativas. ¿Por qué puede ser?
Yo creo que la respuesta es muy sencilla. Es muy fácil enseñar a leer y a
escribir, pero como docentes no tenemos ni idea de cómo enseñar a ser
creativos. Es por ello que debemos aumentar el tiempo que dedicamos a
preparar una sesión lectiva y bajar nuestra productividad en beneficio de
la creatividad de nuestros alumnos y alumnas. Cuanto más pensemos, más
creativos seremos. Si los docentes somos creativos, entonces será muy
fácil enseñar creatividad en las aulas, independientemente de las materias
que se impartan.
La gente produce lo mejor, cuando hace cosas que ama, cuando está en
“su elemento”. El concepto elemento es un término al que el autor hace a
menudo referencia. Cada individuo debe buscar “su elemento”, es decir,
debe ser capaz de encontrar por sí mismo o mediante la ayuda de otros
sus aptitudes, sus pasiones, sus actitudes y sus oportunidades. Estos son
los cuatro pilares fundamentales para el crecimiento personal de los
104
individuos. Tenemos la obligación de descubrir qué se nos da bien y qué
nos encanta hacer. Consiguiéndolo será como podremos autorrealizarnos
y contribuir para crear una sociedad mejor. De ahí que como docentes
debamos superar el pensamiento ilustrado basado en el análisis y en la
lógica para sustituirlo por un sistema educativo holístico, abierto, flexible
y diverso. Sólo siendo profesionales creativos dejaremos de ser
conformistas.
10. No se trata de estandarizar la educación, se trata de subir el estándar de
la educación. El error del sistema educativo actual se debe a la
estandarización. Estandarizar la educación no hace más que limitar la
educación de nuestros alumnos y alumnas, porque frena las aptitudes y el
talento. A mayor estandarización mayor fracaso escolar, mayor abandono
escolar. De ahí que sea necesario modificar el paradigma educativo actual
donde la mecanización de los contenidos está por encima de la búsqueda
del talento.
Ilustración 1. El elemento de Ken Robinson
La pedagogía crítica transformadora: Es una perspectiva que acepta la
diversidad dentro de sí, empezando por las denominaciones: educación crítica,
educación transformadora, educación liberadora, educación popular, educación
emancipadora.... A continuación intentaremos resumir lo que nos parece que
son los fundamentos más valiosos para el tema que nos ocupa de entre las
distintas formas de concebir la educación crítico-transformadora.
Según expresa Mary E. Boyce (1996), tres son los principios organizadores
en la pedagogía crítica:
la educación no es neutral
105
la sociedad puede ser transformada mediante el compromiso de personas
conscientes y críticas
la praxis conecta la educación liberadora con la transformación social
Según palabras de Peter McLaren, la pedagogía crítica invita a analizar la
relación entre experiencia, conocimiento y orden social, con una perspectiva
transformadora:
"Todo el proyecto de la pedagogía crítica está dirigido a invitar a los
estudiantes y a los profesores a analizar la relación entre sus propias
experiencias cotidianas, sus prácticas pedagógicas de aula, los
conocimientos que producen, y las disposiciones sociales, culturales y
económicas del orden social en general (....). La pedagogía crítica se
ocupa de ayudar a los estudiantes a cuestionar la formación de sus
subjetividades en el contexto de las avanzadas formaciones capitalistas
con la intención de generar prácticas pedagógicas que sean no racistas,
no sexistas, no homofóbicas y que estén dirigidas hacia la transformación
del orden social general en interés de una mayor justicia racial, de género
y económica." (McLaren, 1997: 270).
Por tanto, la educación, y por ende la educación artística, no se admite de
ningún modo al margen de la sociedad en la que actúa. Recuperamos además, para
dar soporte a estos fundamentos, la tradición de la renovación pedagógica, aunque
únicamente cuando está ligada al cambio social y va más allá de las ideas
didácticas. En este sentido hay que destacar en España los movimientos de
renovación pedagógica, inspirados en Freinet.
Según las palabras de los siguientes autores y autoras, Botella-Nicolas,
Martínez y Fernández (2014), la diversidad existente actualmente en las aulas,
provoca que se precise de una respuesta a través de prácticas que promuevan el
compañerismo, la cooperación y la solidaridad entre semejantes. Para abordar este
fenómeno de la multiculturalidad se precisa de un docente capaz y formado, que
sepa dar respuesta a las necesidades del alumno.
Tampoco podemos olvidar a Paulo Freire, con su proposición de educación
liberadora y dialógica: "La pedagogía del oprimido que, en el fondo, es la
pedagogía de los hombres que se empeñan en la lucha por su liberación, tiene sus
raíces ahí [inserción crítica en la realidad mediante la praxis transformadora].
Y debe tener, en los propios oprimidos que se saben o empiezan a conocerse
críticamente como oprimidos, uno de sus sujetos”. [los educandos] "en vez de ser
dóciles receptores de los depósitos se transforman ahora en investigadores
críticos en diálogo con el educador, quien a su vez es también un investigador
crítico” (Freire, 1997: 52 y 91).
106
De Freire consideramos que su enfoque, por más que haya de ser mejorado,
contextualizado y criticado como cualquier otro, resulta la más completa y
coherente en una educación que se procure emancipadora. Sus inquietudes
inundan el plano educativo y son tremendamente sugerentes para todo proceso de
transformación social y conocimiento crítico.
En España, y en la actualidad, hay que destacar el Centro de Investigación
Social y Educativa (CREA, Universidad de Barcelona, creaub.info/) que defiende
el objetivo de democracia cultural en lugar de democratización de la cultura, así
como un enfoque comunicativo y un aprendizaje dialógico basándose
principalmente en Freire y Habermas:
"En las últimas décadas se ha pasado del objetivo de la democratización
cultural al de la democracia cultural. Si la práctica de la primera consistía
en (Ander-Egg) proporcionar conocimientos culturales, en hacer
participar de los beneficios de la élite cultural, la segunda consiste en
asegurar a cada uno (individuos, grupos o pueblos) los instrumentos para
que con libertad, responsabilidad y autonomía puedan desarrollar su vida
cultural” (Flecha, 1990: 76).
"La perspectiva comunicativa supone la aceptación de que nadie tiene la
solución sobre el qué, cuándo y cómo enseñar y evaluar, pero que se
pueden ir construyendo soluciones provisionales, siempre mejorables
posteriormente, a través de la dinámica intersubjetiva" (Ayuste et al.,
1994: 81).
Carlos Núñez (2003) afirma que es el campo de la pedagogía de la
autonomía, de la pregunta y del diálogo donde se produce la comunicación
verdadera, y no una simple extensión soberbia y autoritaria del saber establecido
y dominante. Es, en síntesis, la triple combinación de sus valores, sus opciones y
las formas de luchar por ellos, la que define e identifica, al igual que siempre, la
propuesta teórico-práctica, histórica y contextual.
4.2 El lugar que ocupa el arte en la vida escolar.
Históricamente, sabemos que, el arte ha beneficiado el desarrollo de la sensibilidad
y ha apoyado la mejora de las potencialidades humanas. Las experiencias artísticas
propician una aproximación a la naturaleza afectiva de las personas. En ellas se posibilita
poner en interacción la imaginación, los sentimientos, la percepción y el pensamiento;
dependiendo de la situación y de cuánto se involucre la persona se generará un nivel de
intensidad diferente.
107
Las artes desarrollan un papel transcendental en el desarrollo de personas críticas y
en el crecimiento de la experiencia estético-expresiva del alumnado. Pero todavía es
necesario seguir fortaleciendo la idea de que el arte debe ocupar un papel principal tanto
en la escuela como en la sociedad. A continuación expondremos las argumentaciones de
diversos autores y autoras:
Flavia Terigi retoma algunas ideas de las funciones que Eisner adjudica al arte,
para argumentar la importancia que la enseñanza del arte:
“(....) un sentido de lo visionario en la experiencia humana, funciona también
como un modo de activar nuestra sensibilidad (....), vivifica lo concreto,
articula nuestra visión del mundo y captura el momento, nos transporta (....)
al mundo de la fantasía y del sueño. Llama nuestra atención sobre los
aspectos aparentemente triviales de nuestra experiencia, produce afiliación
mediante su poder de impactar en las emociones y generar cohesión entre los
hombres. [En síntesis], el arte constituye una dimensión vital de la
experiencia humana” (Terigi, 1998: 49-50).
Es necesario que la escuela tenga un proyecto educativo que no minimice la
actividad artística, que no la argumente por su tradición instrumental, que incluya las
vanguardias, el arte actual y el al arte público entre otros, que desarrolle el derecho de
todas y todos a realizar y valorar las obras artísticas y que este proyecto educativo esté
acompañado por una política cultural que lo apoye.
En palabras de Rudolf Arnheim “(…) en nuestra tradición occidental la naturaleza
del arte a menudo se ha tergiversado considerándola nada más que un entretenimiento
agradable (…). En las escuelas, esto ha generado un abandono de la educación artística.
Las habilidades verbales y numéricas han conseguido dominar los planes de estudio”
(Arnheim, 1993: 78).
Este teórico propone el arte como una de las tres áreas que debería ser obligatoria
y central para desarrollar un exitoso currículum escolar. Menciona la filosofía, el
aprendizaje visual y el lingüístico. Destaca del aprendizaje visual, su importancia como
“(…) medio principal para abordar la organización del pensamiento” (Arnheim, 1993:
89).
También debemos destacar aportaciones como la de Vygotsky para que
recapacitemos en una educación que otorga al arte un papel más importante en el
desarrollo humano. Destacamos a continuación algunas de sus importantes ideas
pedagógicas: “(....) la necesidad de ampliar la experiencia del niño si queremos crear
bases suficientemente sólidas para su actividad creadora”, “y el desarrollo y ejercitación
de su imaginación como uno de los factores principales del trabajo pedagógico. Además,
es importante destacar el supuesto de que la actividad creadora no depende del “talento”
sino que forma parte de la experiencia cotidiana de las personas” (Vygotsky, 2003: 23).
108
Y por último, destacar que “es precisamente la actividad creadora del hombre la que
hace de él un ser proyectado hacia el futuro, un ser que crea y transforma su presente”
(Vygotsky, 2003: 13-14).
Por otro lado Eisner (2003) nos plantea que la educación debe de aprender del arte
en todo lo que los diversos modos de pensamiento que el arte y desarrolla, como la
destreza para componer y relacionar cualitativamente diversas intenciones, la idea de que
no existe únicamente una sola respuesta correcta, la revelación de que la forma y el
contenido son inherentes, la importancia de la correspondencia entre el pensamiento y el
material que utilizamos en las tareas y la idea de que el conocimiento no está delimitado
por el lenguaje verbal.
Algunas consideraciones importantes con respecto al arte y a su importancia social
y académica curricular son las siguientes:
1. Se le reconoce su valor social y de prestigio, considerándolo parte de la alta
cultura. Pero en el reparto curricular tanto de escuelas como universidades no
está siendo muy favorable. Es decir, como dice José Gimeno Sacristán:
“(…) se trata de un ámbito cultural valorado socialmente, pero que, por
razonas diversas, esa valoración no se plasma en una satisfactoria presencia
en la escolaridad”, (…) “se trata de un tipo de cultura valorado pero no
considerado como del todo pertinente como para formar parte del quehacer
escolar”,(….), “quizás el haber sido considerada la creación artística como
algo propio de seres elegidos y la posesión de obras artísticas señaladas
como algo propio de unos pocos elegidos, haya creado una representación
social que tiene al arte como algo no substancial en la educación de masas.
O, al menos, que existen otras prioridades para la educación general de
todos” (Gimeno, 2002: 135).
2. La educación del ser humano no se cierra en el sistema educativo. Como afirma
Bourdieu (1988), los niveles de educación formal alcanzados están muy
directamente relacionados con las prácticas de consumo cultural en general,
fuera de las instituciones escolares.
3. Entender la racionalidad posible en la educación de forma más flexible,
valorando la expresividad autónoma de las personas, tanto profesorado como
estudiantes, de modo que en el proceso de consecución se acoja y estimule una
dimensión expresiva que no se puede prever ni regular y que constituye la
esencia de la libertad en educación.
Es necesario recobrar el sentido legítimo del arte como experiencia de vida. El arte
no sólo se enseña y se aprende, sino que podemos resaltar con prácticas didácticas una
mirada más amplia que mencionamos en los siguientes puntos:
109
El arte como conocimiento: los procesos artísticos como los científicos, son
parte principal de un aprendizaje que nos relaciona con el mundo a través de los
métodos simbólicos. Si “conocer” es siempre un “conocer a través de”, arte y
ciencia son complementarios e igualmente necesarios (Goodman y Thiebaut,
1990).
Según Goodman, “Dado que tanto la ciencia como el arte consisten, en gran parte,
en tratar con símbolos, el análisis y la clasificación de los tipos de sistemas simbólicos lingüísticos, notacionales, diagramáticos, pictóricos, etc.- y de las funciones simbólicas
literales y figurativas -la denotación, la ejemplificación, la expresión, y la referencia a
través de cadenas de éstas- proporcionan un fundamento teórico indispensable”
(Goodman, 1995: 227).
Con estas ideas, Goodman afronta la ineludible regeneración de la enseñanza del
arte atendiendo a la valía de la experiencia artística, ya no entendida únicamente desde el
placer, sino a partir del aprendizaje fundamental de las personas. Las obras artísticas no
forman exclusivamente nuestro deleite estético, sino que asimismo ayudan a nuestra
comprensión-construcción del mundo.
El arte como inclusión. La producción simbólica de poéticas visuales únicas,
específicas de otros modos de ver y concebir la realidad, que utilizan como
recursos realizables de transformación social (Dillon y Ruiz, 2006).
El arte como espacio de creación de identidad y producción de subjetividades.
En tanto favorece la necesidad de historiar y relatar escenarios vivenciales. En
otras palabras, salir del anonimato, de la desubjetivación y el borrado de
singularidades. (Duschastzky y Corea, 2005).
El arte como un lenguaje que enseña a percibir y entender la realidad de nuevas
formas. Se implican distintos modos de desarrollar la inteligencia para apreciar,
especular y expresar (Gardner, 1995). Se trata de favorecer la formación de
nuevos lazos entre pares, con los docentes de arte, con los equipos técnicos de
las entidades museísticas, con sus familias y grupos de pertenencia.
A partir de estos planteamientos abordaremos cómo volver a valorar ciertas
experiencias afines al arte que se desarrollan en las escuelas, con el objetivo de producir
efectos multiplicadores.
Según nos exponen Martínez, Botella y Fernández: “Consideramos que el área
artística reúne todas las condiciones que hacen posible una forma de aprender más
integral y creativa, que contemple mejoras en el aprendizaje del ser humano y que
reportara beneficios ampliables al resto de aprendizajes de otras materias. Por qué no
aprovechar la oportunidad de reunir las manifestaciones artísticas en su conjunto sin
necesidad de segregar el aprendizaje para generar un conocimiento más integrador y
holístico” (Martínez, Botella y Fernández, 2014: 322).
110
4.3 Por qué enseñar arte en las escuelas.
Consideramos que el valor principal de las artes en la educación reside en que, al
proporcionar un conocimiento del mundo, hace una aportación única a la experiencia
individual. A través del arte podemos conocer la esencia de las culturas y a nosotros
mismos, comprender y mejorar el mundo en que vivimos. Por medio de la exploración y
la comprensión de la cultura visual, el alumno amplía su universo personal. Por ello,
educar en la experiencia visual implicaría asumir la responsabilidad de guiar en el
conocimiento de este lenguaje complejo que necesita ser decodificado y articulado. La
enseñanza de las artes en la escuela, en mayor o menor medida, debe abarcar los cuatro
ámbitos que tienen como objeto el estudio del arte, es decir, la producción artística, la
historia del arte, la crítica y la estética. En alguna de las prácticas presentadas en la tesis
se decidió poner énfasis en las elaboraciones y utilizar la historia del arte como soporte
de las mismas, dando lugar en el aula o fuera de ella (visitando museos, centros culturales,
la propia ciudad etc.) a espacios de observación, apreciación y crítica de producciones
artísticas y obras de arte. Este pensamiento reflexivo y crítico lo irán ejercitando los
alumnos sobre sus producciones, y de esta forma desarrollarán su conocimiento en
relación al lenguaje visual. Por otro lado, consideramos imprescindible interrelacionar la
disciplina artística con otros espacios de la cultura y con otras disciplinas que tienen lugar
en la escuela, potenciando así el sentido de las artes como forma de interpretar el mundo
que nos rodea.
La educación artística en la escuela favorece las prácticas compartidas y las
experiencias sociabilizadoras en el mismo grupo o entre grupos. Pero debemos enfocar
cada trabajo plástico de nuestros alumnos y alumnas hacia una dimensión más amplia que
nos arrastre fuera del aula y trascienda, al menos, el entorno escolar.
Cada actividad plástica debe ser abordada siempre desde dos vertientes:
1. Individual. Desarrollo conceptual, perceptual y procedimental. Consecución de
objetivos propios de la materia y progreso artístico personal. Este es el
planteamiento básico en una programación convencional de la materia.
2. Social. Propiciando la proyección social de la actividad artística. Con
actividades artísticas interdisciplinares. Con exposiciones colectivas. Con la
utilidad del trabajo plástico realizado para completar una dinámica escolar. Con
la participación en certámenes artísticos de la localidad.
Tanto en una vertiente como en la otra se generan vínculos de participación
colectiva donde se transmiten los valores de la convivencia tolerante y constructiva.
Desde la vertiente 1: En el desarrollo de la actividad artística, la individualidad es
el origen de su expresividad plástica, pero durante el proceso creativo el alumno va siendo
objeto de comentarios y críticas más o menos favorables por sus propios compañeros y
compañeras de grupo, que de una manera intuitiva se atreven a aplaudir o denostar el
trabajo de los demás, incluso el suyo propio Se crea una relación recíproca de reflexión
111
artística no dirigida. El profesorado se limita a observar y cuidar de la trascendencia de
los comentarios espontáneos emitidos.
Desde la vertiente 2: Proyección social de la práctica artística ya concluida, que se
traslada a otras aulas para su difusión. Se comparte, se muestra y en ocasiones forma parte
de una experiencia artística colectiva de la escuela. El alumnado se relaciona, pues, por
medio de su trabajo artístico con el alumnado de otros niveles y aprende a respetar y a
convivir dentro de la diversidad escolar. Siempre consideramos el valor de la convivencia
dentro del aula y olvidamos que las relaciones en la escuela se establecen en distintos
ámbitos tales como comedor, patio, actividades deportivas y extraescolares,… con una
amplia diversidad de edades y procedencias. En estos espacios se conocen y descubren,
y se desarrollan relaciones personales no académicas.
Las experiencias artísticas propuestas a continuación generan entre los alumnos y
alumnas el conocimiento de sus diversas realidades y la creación de vínculos afectivos
nuevos. Los mayores acogen y ayudan a los menores y los menores se sienten incluidos
en el distante mundo de los mayores. Esto facilita un ambiente escolar menos agresivo.
Se trata de crear acciones educativas artísticas que relacionen a todo el alumnado de la
escuela desde la práctica creativa y que se sientan responsables del resultado final,
ampliando el conocimiento personal y emocional del alumnado de diferentes edades y
creando nuevas relaciones escolares.
A modo de resumen presentamos la cita de Bajardi y Álvarez que recoge en
profundidad lo reflexionado en este punto:
“La educación artística contribuye al desarrollo de las competencias cognitivas,
instrumentales y, sobre todo, de las competencias socio-emocionales,
fundamentales para la construcción de la identidad personal y profesional. De
hecho, las actividades artísticas fomentan el desarrollo de capacidades
emocionales, intelectuales, imaginativas, estéticas, perceptivas y sociales. Estas
funciones se adaptan a los objetivos pedagógicos de la enseñanza como el
desarrollo global de la personalidad, del espíritu constructivo, del sentido crítico,
de la creatividad, del espíritu de cooperación, de la responsabilidad, de la
solidaridad y de la tolerancia. Resulta ahora necesario definir las modalidades
para el desarrollo de las competencias socio-emocionales y comunicativas que
favorecen la calidad de la acción docente” (Bajardi y Álvarez, 2012: 623).
La educación artística es una educación para la vida y para el arte. Según Muntsa
Calbó (2006), consolida la visión del mundo, la propia subjetividad, la identidad y el
criterio, establece relaciones y sirve para enseñar y aprender a convivir, a respetar y a
sentirse interdependiente respecto al mundo, a la naturaleza y a los demás seres humanos
con quienes nos relacionamos.
112
4.3.1 La señal de lo artístico-estético en la organización del conocimiento en
correlación al eje aprendizaje-cognición.
Es fundamental que la escuela favorezca el progreso del pensamiento creativo, y la
práctica artística es una base significativa para desarrollarlo. Los distintos lenguajes
artísticos (visual, corporal, musical, teatral) componen procedimientos figurados de la
cultura que suscitan ocasiones de expresión y comunicación. Es por ello que hemos de
preocuparnos por la calidad del espacio de las artes en los centros escolares y del camino
a la práctica estética- expresiva como derecho mundial y elemento esencial del progreso
humano.
La expresión oral y escrita así como los diferentes lenguajes y materiales de las
disciplinas del arte (música, danza, teatro, artes plásticas) constituyen técnicas simbólicas
de cultura a través de las cuales niños y niñas despliegan su colección de patrimonios
expresivos, críticos y explicativos del universo que les envuelve y a la vez organizan una
vistazo reflexivo sobre sus prácticas. Por medio de la comunicación que suscitan los
lenguajes artísticos y con la conducción de las herramientas diferenciadas (imagen,
tiempo, movimiento, lugar, cuerpo) de las diferentes disciplinas artísticas se producen
múltiples medios expresivos y de comunicación. Pensamos que el aprendizaje y la
expresión son hechos dinámicos sincrónicos. Esta idea requiere recurrir a enfoques que
ubican los aprendizajes del área artística como accesorios o secundarios y subrayan la
superioridad de los saberes estimados útiles, concibiendo por tales a los dominios donde
prevalecen los contenidos escolares académicos.
La educación artística es una forma de desarrollo de la sensibilidad que involucra
un conocimiento extenso de la cultura ya que proyecta interés por incitar las capacidades
de la persona y de su grupo social para desplegar las potencialidades creadoras,
emprender la propia experiencia y colocarla en contacto con los otros y las otras. En ese
sentido esta educación convendría contemplarla desde marcos interpretativos
interdisciplinares que permitan ubicarla contextualmente tanto en los procesos históricos
y culturales como en los talantes cognitivos y sensitivos innatos a la persona.
En sus teorías, Vygotsky proyecta la importancia del arte en cuanto a su ámbito
social; en esa dirección Del Rio expone que "al arte como el instrumento cultural que nos
permite acceder al descubrimiento de una verdad más humana, más elevada, de los
fenómenos y situaciones de la vida." (Del Río, 2004: 49). Asimismo Vygotsky admite la
creación como un paso que logra situarse, desde la más prematura niñez, como un estado
imprescindible para la vida y nos indica “....la necesidad de ampliar la experiencia del
niño si queremos crear bases suficientemente sólidas para su actividad creadora"
(Vygotsky, 2003: 23).
Desde esta representación, se debate el conocimiento del talento manteniendo que
tanto la expresión como la interpretación artística no son innatas sino que logran educarse
siempre y cuando la práctica sea proporcionada en el seno de una cultura.
113
Vygotsky reseña la condición de poseer una innegable categoría de sensibilidad
emocional como lugar de partida para cualquier labor pedagógica y nos indica que "la
experiencia y la investigación han demostrado que un hecho impregnado de un tinte
emocional se recuerda más sólida, firme y prolongadamente que uno indiferente"
(Vygotsky, 2005: 184).
Estimamos que la comprensión del rol del arte en la práctica humana, así como la
creencia y reconstrucción de modos de trabajar el arte en las escuelas requiere no sólo del
conocimiento de los contextos sociales e históricos en que se despliega el currículo de
enseñanza del arte sino además de ubicar cuáles han sido los diferentes modos de exponer
los procesos de apropiación del aprendizaje del arte.
La reflexión en relación a cómo se ocasiona el aprendizaje del arte, cómo se accede
a la comprensión y de qué modo estas acciones logran aumentar la inteligencia humana
son semblantes decisivos para asegurar el pensamiento de la importancia del arte como
una práctica obligatoria para provocar el pensamiento, el conocimiento del mundo y de
sus variados significados.
Bruner (1996) diferencia dos tipos de pensamiento: el narrativo o sintagmático y el
argumentativo o paradigmático como dos representaciones distintas de construir
significados. El arte queda patentemente vinculado al primer tipo de pensamiento. Así
pues, el significado se construye en forma mancomunada al crearse un lugar de
percepción de la realidad social y cultural. Esto permite al grupo compartir una visión
común de la experiencia y construye la situación de posibilidad de la acción común. Las
formas y modos de representación de los lenguajes del arte no se someten a las pautas
reglamentarias, lo cual permite mayor creatividad.
Una cuestión significativa en la que debemos pararnos a reflexionar es la
flexibilidad del pensamiento, que implica la posibilidad de realizar variaciones y
metáforas, lo cual permitiría extender la variabilidad individual en el discurso social. Ser
flexible es saber: crear, explorar, generar, imaginar, improvisar, inventar, modificar,
relacionar, transformar, adaptar…
El arte se caracteriza por la imprecisión de sus significados. Torrance y Myers
(1976) en su libro La enseñanza creativa, apuntan que el transcurso del aprendizaje
creativo se halla unido a la motivación interior con implicación personal en algo
significativo, investigación y avidez de saber ante lo que asombra constituyendo nuevas
mezclas. Propone métodos de producción y disonancia que proyectan nuevos dilemas y
la posibilidad de comprobar y demostrar.
Según Eisner (1995: 198-203) podemos distinguir cuatro tipos de conductas
creadoras que se manifiestan en la labor artística:
La conducta creadora que aumenta las fronteras impuestas por la cultura de cada
colectividad comunitaria.
114
La conducta de invención concerniente a la creación de un objeto a través de la
reestructuración de lo conocido (crear un objeto nuevo).
La conducta creadora que rompe límites, definida como problematización de lo
dado. Según Eisner, la intuición y la imaginación son peculiaridades de este tipo
de conducta creadora. Por una parte la intuición permite al individuo que crea
construir relaciones entre hechos figuradamente apartados y emancipados y
descubrir alteraciones e incoherencias en dichos hechos y por otro lado, gracias
a la imaginación, es competente para concebir imágenes y/o ideas nuevas para
suplantar aquello que a su juicio no marcha.
La conducta creadora basada en la estructura estética concerniente a la
clasificación de modos específicos para construir un todo coherente y
equitativo. Se trata de restablecer los elementos existentes, atendiendo al
progreso del orden estético y de su coherencia en la estructura.
En el interior de los variados talantes que plantea Eisner (1995) como adecuados de
esta tipología de aprendizaje apunta la importancia de crear formas artísticas, desarrollar
capacidades para la percepción estética y concebir el arte como fenómeno cultural.
Consecuentemente, concluimos que la educación artística provoca algunas
potencialidades que inciden en el aprendizaje de los contenidos escolares fundamentales
como la facilidad de asociación entre hechos, conceptos y palabras; la flexibilidad y
diversidad de ideas; la originalidad de contestaciones a contextos específicos y la
capacidad de inventar. En esas observaciones se detecta que cuando el niño y la niña
perciben que sus expresiones son respetadas sin ser sometidas a una perpetua evaluación
pueden expresar con mayor libertad su creatividad en multiplicidad de dominios y así
empezar un paso de autoevaluación advirtiendo su propio avance.
La educación artística es origen de incitación del desarrollo cognitivo, aunque la
creatividad no es patrimonio propio de las artes, pero por su adecuada naturaleza la
experiencia artística forma un asiento significativo para fomentar la actitud creativa. Se
subraya asimismo la importancia del desarrollo de la visión artística y de la sensibilidad
estética en las personas. En esa dirección se entiende la educación artística como una
representación desarrollada del conocimiento humano y se piensa que este enfoque se ha
encontrado relegado hasta muy recientemente en la educación pública.
Eisner se preguntó acerca de lo que involucra una representación aumentada del
saber. Y subrayó que: "(....) las actividades que parecen apoyarse en el uso de los sentidos
o en la afectividad se suelen considerar no intelectuales (....)." Y señaló que "esta
tradición, que se refleja no sólo en nuestro discurso psicológico sino también en nuestras
políticas educativas, se basa en una visión de la mente limitada y (....) contraproducente
para la educación" (Eisner, 1995: 52). Por el contrario, afirma que los procesos afectivos
y cognitivos no pueden separarse ni son independientes sino que se interpenetran (Eisner,
1995).
115
Durante tiempo histórico se ha primado la lógica de lo racional y no se han tenido
en cuenta otros talantes. Tal como lo exponen Álvarez y Del Río:
"(....) en los últimos treinta años se nos ha ido presentando una mente humana en
la que echamos en falta sus mejores atributos: el sentimiento, la imaginación y el
juego, el ingenio y la aventura, (....) la epopeya y el drama de la vida, la ascesis
y la creación del futuro.... en la medida en que la ciencia psicológica tiende a
presentar como convincentemente establecidos sólo los procesos más racionales,
se ha producido un desprestigio indirecto en el ámbito de los estudios sobre el
desarrollo humano y la educación de los procesos que no son claramente
racionales, con claras repercusiones en los diseños curriculares" (Álvarez, A. y
Del Río, P., 2007: 7).
Terigi (2007: 91) plantea ciertas inquietudes sobre el espacio que las artes han
tenido en el currículum de la escuela. Alude a tres interpretaciones de la inclusión de las
Artes en la escuela que perjudican a la práctica estética en la escuela:
Las artes como la parte del currículo reservado a la creatividad.
Las artes como saber de élites, lícito para quienes ya tienen consolidados otros
saberes.
Las artes como tiempo para desarrollar una recopilación más o menos
estabilizada de modos de actividad no comprometida con sus referencias
estéticas.
4.4 Desarrollar prácticas creadoras: arte, aprendizaje e inclusión educativa.
En nuestra idea de la educación, el arte ocupa un lugar central, ya que consideramos
que es la continuidad natural del juego, es decir un territorio de pacto, de metamorfosis
entre la persona y las inflexibilidades del mundo, en donde se fundan las entidades
personales. El arte conlleva en sus normas de juego esa libertad, esa peripecia de ser una
zona delimitada, donde uno funda lo oportuno, donde no se está oprimido por los
requerimientos de la propia subjetividad, ni por las exigencias de adaptación que da el
mundo; un territorio neutral. Es allí donde nos sentimos vivos. Dice Winnicot
(www.winnicott.com.ar/index1.htm) que no es lo mismo estar vivo que sentirse vivir y
eso es el arte. Podríamos añadir que en el arte nunca se está sometido a las exigencias de
cumplir con “el oficio de alumno o alumna”, cuestión que suele utilizarse como parámetro
para “medir la excelencia escolar” (Perrenoud, 1990), siempre y cuando, las artes no sean
manipuladas en las escuelas como medio para verificar con indiscutibles exigencias,
como eventos o acontecimientos. Por eso consideramos importante incluir los lenguajes
artístico-expresivos como posibilitadores de la apropiación de la experiencia cultural, la
sensibilidad, el pensamiento, la creatividad, la apertura hacia diferentes universos
posibles.
116
Las actividades artísticas ofrecen la oportunidad de que los alumnos se exploren
como personas competentes para aprender, para opinar libremente, crear bienes
culturales, en tanto se acepten como poseedores de cultura en una colectividad
determinada. La apreciación de estas destrezas podría ayudarles a otro tipo de vínculo
con las actividades escolares (Elichiry, 2002).
Estamos de acuerdo con Eisner cuando desarrolla la idea de la importancia de
construir “....una cultura escolar que dé mayor importancia a la exploración, que asigne
mayor valor a la sorpresa que al control, que otorgue mayor valor a lo distintivo sobre
lo estandarizado, y que preste más interés a lo metafórico que a lo literal” (Eisner, 2003:
27).
El arte posibilita jugar un rol muy importante para ayudar a esta innovación. Pero
para que sea posible, es necesario, como plantea Eisner, “navegar a contracorriente”,
superando los dificultades que impiden que estas experiencias tengan el espacio que
merecen. Eso pasa por que se dé un lugar más destacado a los contenidos artísticos y
deconstruir la idea de cuáles son los saberes útiles en el currículo escolar.
El arte es inclusivo ya que todos y todas puedan estimar, deleitarse, producir arte y,
lo que es más importante, desarrolla otros tipos de pensamiento que den lugar a un
movimiento más visual, auditivo, metafórico y kinestésico. Además del derecho de todos
a acceder a los bienes artísticos y culturales, nos lleva a rescatar la noción de igualdad. Y,
cada experiencia, donde algo es posibilitado en el terreno del arte, abre caminos y se
constituye en potencia multiplicadora.
Pensamos que a través del arte logramos mejorar las experiencias de aprendizaje en
una situación educativa escolar, que se ha caracterizado más por las convencimientos que
por las incertidumbres, que siempre ha incitado más a dar respuestas en lugar de situar el
foco en el planteamiento de interrogantes, que ha subrayado la meta a alcanzar en lugar
de comprender los múltiples recorridos que se transitan antes de llegar a la misma.
Consideramos que el arte ofrece medios para un aprendizaje más libre, reflexivo,
participativo, que se sitúa en una trama de relaciones colectivas que tiende a acrecentar
la experiencia estético expresiva, completando la sensibilidad, las emociones y la
cognición, el conocimiento de las personas y del mundo.
4.5 Espacios y proyectos de creación artística en la escuela.
A lo largo de la historia han existido diversos modelos de educación artística, pero
únicamente en algunos se ha dado importancia a defender espacios de creación en el
ámbito educativo que permitan al individuo crear de forma libre y autónoma. La idea de
que la creación artística está de forma permanente en la escuela, permitiendo al niño
aprender mediante las artes. En los proyectos la escuela crea sinergias duraderas con
117
artistas e instituciones con el objetivo de proporcionar experiencias de creación artística
a sus alumnos.
Como artista, profesora e investigadora en el ámbito del arte y de la educación
artística constato que la escuela actual necesita espacios físicos y temporales en los que
los niños y niñas puedan adquirir unas competencias cognitivas, personales y sociales que
únicamente podrán conseguir mediante la vivencia de experiencias artísticas.
Revisando el horario escolar de la mayoría de alumnos y alumnas de primaria y
secundaria observamos que no existen espacios ni tiempo para la creación artística, en
que el niño o joven pueda construir, experimentar, crear en libertad, en los que pueda
desarrollar habilidades relacionadas con la elección, la toma de decisiones, la autonomía
personal, la autorregulación, el trabajo cooperativo, proponer sus propios objetivos y
conseguirlos, mediante la experimentación, la investigación y el descubrimiento,
expresándose con lenguajes poco habituales en el ámbito escolar: los lenguajes artísticos.
La educación artística es necesaria para el desarrollo integral de la persona: desde
el conocimiento del mundo, de los otros y de uno mismo. Como dice Susane Langer (en
Efland, 2002), esta área desarrolla aspectos fundamentales propios del arte: la
imaginación, la creatividad y el lenguaje simbólico, entre muchos otros. Freire (2008)
afirma que si permitimos a cada persona la creación de sus propios símbolos, a partir de
sus sensaciones y sentimientos, se promoverá una sociedad de individuos que habrán
desarrollado todas sus dimensiones (física, afectiva, intelectual, social y espiritual)
integradas, vinculados en relación de igualdad, respeto y mutua satisfacción.
Los proyectos de arte tienen en común que el arte y la creación artística forman
parte de la experiencia diaria del proyecto educativo, mediante la presencia del artista en
la escuela. Algunos proyectos establecen que el vínculo entre educación y arte viene dado
por el trabajo en común de la escuela, el artista y las instituciones culturales. Este trabajo
cooperativo consigue crear espacios de libertad, necesarios para el desarrollo de
habilidades cognitivas, personales y sociales básicas para la formación del individuo. Este
proceso de acercamiento entre la educación y la creación artística se produce desde hace
relativamente poco tiempo, pues hasta el momento ambos ámbitos se han desarrollado
principalmente en paralelo. Esta aproximación se produce en un momento en que la
educación se interesa por la creación artística, no sólo en función de las personas que
quieren profesionalizarse en este terreno, sino como parte esencial en la educación de
todos los sujetos.
En una sociedad de la comunicación y de la información es necesario que la
enseñanza-aprendizaje de la lectura y de la creación de la imagen, entre otros contenidos
del área, pasen a ser consideradas imprescindibles.
Actualmente, en Europa (Projecte Tandem, Barcelona), Estados Unidos (Magnet
School) y otros lugares del mundo se están llevando a cabo proyectos en los que se
consiguen desarrollar todas las competencias educativas a través del arte. Investigaciones
118
sobre el impacto de estos proyectos coinciden en que los resultados académicos son
parecidos al resto de escuelas pero es mucho mayor el nivel de competencias personales
y sociales en los niños y niñas educados a través del arte (Bamford, 2009).
La creación artística es un proceso a través del cual la persona genera un producto
nuevo (idea, artefacto, forma, narrativa visual, audiovisual) que aparece desde su interior,
desde sus experiencias y conocimientos, y al que es capaz de dar forma y contenido, en
un espacio de libertad y de encuentro consigo mismo, con sus objetividades y
subjetividades, desde sus deseos y necesidades.
La experiencia creativa se desarrolla en un espacio y un tiempo en los que se
expresan sentimientos, deseos y emociones, se perciben sensaciones, se transforma, se
construye; en el que las personas se hacen conscientes de sus capacidades y limitaciones.
Con ella las y los alumnos alcanzan un conocimiento de sí mismos, de los otros y otras y
del entorno, que permite una adaptación e implicación más fuerte en la vida, y también
un desarrollo de su inteligencia (desde un modelo multidimensional) en los ámbitos de la
percepción, la memoria, la atención y el pensamiento; es un modo de conocimiento, de
expresión, comunicación y transformación basado en el análisis de las ideas, los
materiales que tenemos, el pensar y el hacer.
Uno de los proyectos que presentamos tiene en común la presencia del arte en la
escuela mediante la figura de un artista colaborador que genera ideas y las representa
mediante los lenguajes artísticos. Como explica Rob Fairley, fundador del Room 1312, el
artista es una persona que genera una relación única con los niños. Al no ejercer el papel
de adulto-tutor que educa, previene y sobreprotege, el artista estimula en los niños la
responsabilidad, la autonomía y el trabajo en equipo con los demás compañeros y
compañeras. Al ser el artista una persona que ha tenido la experiencia de la creación
artística acompaña a los alumnos sin intervenir en el proceso de creación, aunque puede
actuar como modelo y ayuda si se le requiere.
Algunos de estos proyectos relacionan tres contextos: el artístico, el educativo y el
cultural, creando intersecciones entre ellos para intercambiar estrategias y construir
conocimientos conjuntos, consiguiendo como objetivo final una mejora en la educación
holística de la persona. Todos ellos son proyectos de educación artística
interdisciplinarios e inclusivos, que potencian valores esenciales de la persona.
Después de analizar los proyectos en los que la creación artística es el eje de la
actividad del niño y todo lo que esta experiencia potencia, consideramos necesario
repensar cómo se imparte el área de educación artística en las escuelas. Esta relación entre
12
Room 13 es una organización empresarial de carácter social que ha construido una extensa red
de estudios artísticos a nivel mundial, incluyendo artistas, educadores, diseñadores y otros
profesionales. Es un estudio dirigido democráticamente que utiliza las estrategias empresariales
normales. Teniendo como peculiaridad que las y los miembros de su equipo administrativo tienen
entre 8 y 11 años.
119
creación artística y educación tiene como objetivo generar sinergias bidireccionales que
potencien la creatividad y el crecimiento holístico del individuo. En el desarrollo de estos
proyectos se pone el acento en las numerosas contribuciones de la actividad artística al
proceso educativo: el fomento de la percepción, del pensamiento divergente, de la
imaginación, de la flexibilidad, de la creatividad, del juego, de la motivación intrínseca,
de la no competitividad; consideración del azar, la sorpresa y la espera; valoración de las
formas por encima de los contenidos, de la expresión de los sujetos y de la experiencia
personal. Y todo ello entendiendo que estas capacidades, habilidades y actitudes van más
allá de unas meras competencias en unas áreas concretas, puesto que se proyectan de
manera amplia en el desarrollo general de todas las personas.
Si la creación artística por su idiosincrasia incorpora nuevas maneras de hacer a la
educación en general, nos debemos plantear cambios en la escuela para su sensibilización
hacia la educación a través de las artes. Como comenta Anne Bamford (en Hernández,
2005) es necesario advertir a pedagogos y responsables políticos de la importancia de las
artes en la educación; valorar los lenguajes artísticos como forma de expresión y de
construcción del conocimiento. En una sociedad en continuo cambio se necesitan
personas creativas, libres, responsables, que tengan conocimiento de ellas mismas y de
los otros, que sepan trabajar en equipo. La creación artística desarrolla la asociación de
pensamientos y el pensamiento divergente, elemento clave de una persona creativa.
La sociedad del siglo XXI exige cada vez más trabajadores creativos, flexibles,
adaptables e innovadores, y los sistemas educativos deben adaptarse a esta nueva
situación. La imaginación, la creatividad y la innovación son cualidades que se
encuentran presentes en todos los seres humanos y gracias a una educación que dé
prioridad a los lenguajes artísticos seremos capaces de potenciarlos y aplicarlos.
Rafael Bisquerra, profesor de la Universidad de Barcelona, en el programa Los
pilares de la educación del siglo XXI, (Redes 413, 2006) explica que la sociedad actual
necesita personas que aprendan durante toda la vida -la vida como proceso de creación-,
que aprendan a hacer -la creación artística-, que aprendan a convivir -las interacciones
que se generan entre los participantes en un taller de creación artística potencian la
individualidad como generadora de ideas pero también ofrecen posibilidad de
intercambio y colaboración- y, por último, que aprendan a ser -la creación artística
desarrolla los componentes de una conducta libre y consciente, autodeterminada.
4.6 Salir del aula… aprender en otros contextos.
El aprendizaje humano es un proceso individual y social, las personas nos
formamos en casi todos los contextos en los que participamos y a través de una gran
diversidad de recursos. Aceptamos que aprendemos especialmente en contextos
educativos formales como la escuela, pero no debemos olvidarnos que existe una gran
120
diversidad de espacios que permiten que desarrollemos conocimientos y experiencias.
Existen algunos escenarios atrayentes desde el punto de vista del aprendizaje, espacios
que van dejando su huella en las comunidades actuales por la valía que atribuimos a la
historia para comprender por qué somos como somos y cómo llegamos al contexto actual.
El aprendizaje humano es vital.
Los enfoques socioconstructivistas y culturales de la psicología argumentan que el
aprendizaje puede ser comprendido como un proceso social, situado y distribuido. Todo
el proceso de construcción de conocimientos representa una operación social e
históricamente condicionada que surge a partir de la elección de una manera de considerar
el mundo desde una aproximación singular. Es un transcurso que lleva su tiempo y se da
a través de toda la vida. Es un proceso social porque aprendemos con otros y otras,
nuestras habilidades y destrezas intelectuales, sociales y emocionales que construyen en
la interacción con varias personas en una pluralidad de contextos. Es situado, la acción
de aprender se desenvuelve en un espacio y un tiempo, proporcionando como resultado
clasificaciones específicas en las que concurren lugares, personas, recursos, objetos y
conocimientos. Es distribuido entre las personas y los contextos permitiendo al estudiante
acceder a una mayor diversidad de recursos que le dan acceso a construir conocimientos
sin necesidad de estar dentro de la clase.
Existen, en el momento actual, un conjunto de propuestas cuya finalidad es mostrar
que “si incorporamos las perspectivas socio-cultural y lingüística al modelo cognitivo de
los procesos mentales, es posible vislumbrar cómo el lenguaje y los procesos sociales del
aula, constituyen las vías a través de las cuales las y los alumnos adquieren y retienen el
conocimiento” (Nuthall, 1997: 758).
La tendencia actual de la investigación psicoeducativa sigue una línea integradora
entre las posiciones más renovadoras del constructivismo cognitivo y los
constructivismos de corte social (constructivismo socio-cultural y construccionismo
social). Este intento de integración, en su vertiente más moderada, ha conducido a la
elaboración del constructo denominado “cognición situada” en su vertiente más
polarizada hacia el constructivismo exógeno, a la de “cognición distribuida”.
Cuando se postula que el conocimiento es situado (cf. los trabajos del Laboratory
of Comparative Human Cognition, University of California, San Diego,
lchc.ucsd.edu/home), queremos decir que es parte y producto de la actividad, el contexto
y la cultura en que se desarrolla y utiliza (Brown y Cole, 2001). En la cognición situada
los elementos implicados en el proceso de construcción del conocimiento son: el sujeto
que construye el conocimiento, los instrumentos utilizados en la actividad, de manera
especial los de tipo semiótico, los conocimientos que deben ser construidos, una
comunidad de referencia en la que la actividad y el sujeto se insertan, un conjunto de
normas de comportamiento que regulan las relaciones sociales de esa comunidad y un
conjunto de reglas que establecen la división de tareas en la actividad conjunta.
121
La concepción de la cognición como inextricablemente situada y distribuida nos
conduce a la noción de comunidad de aprendizaje. El concepto de comunidad de
aprendizaje se puede definir como un grupo de personas que aprende en común,
utilizando herramientas comunes en un mismo entorno. Las comunidades de aprendizaje
nos hablan de grupos de personas con distintos niveles de pericia, experiencia y
conocimiento que aprenden mediante su implicación y participación en actividades
auténticas y culturalmente relevantes, gracias a la colaboración que establecen entre sí, a
la construcción del conocimiento colectivo que llevan a cabo y a los diversos tipos de
ayuda que se prestan mutuamente, de manera que lo que se pretende es la construcción
de un sujeto socialmente competente.
En definitiva existe un enfoque constructivista emergente que sería el resultado de
la coordinación explícita de dos perspectivas teóricas: una perspectiva social, consistente
en una visión interaccionista de los procesos colectivos y compartidos que tienen lugar
en el aula y una perspectiva psicológica, consistente en una visión constructivista
cognitiva de la actividad individual de los alumnos mientras participan en esos procesos
compartidos (Coob y Yakel, 1996: 176).
El constructivismo, en esencia, plantea que el conocimiento no es el resultado de
una mera copia de la realidad preexistente, sino de un proceso dinámico e interactivo a
través del cual la información externa es interpretada y reinterpretada por la mente. En
este proceso la mente va construyendo progresivamente modelos explicativos, cada vez
más complejos y potentes, de manera que conocemos la realidad a través de los modelos
que construimos ad hoc para explicarla. Decía Punset que “si ya sabíamos que el alma
estaba en el cerebro, ahora podemos contemplar todo el proceso molecular mediante el
cual el pasado y el futuro convergen y observar cómo la materia cerebral y la memoria
fabrican nuevas percepciones sobre las que emerge el futuro” (Punset, 2011: 43).
La ciencia ha puesto de manifiesto que en los inicios de cualquier proceso cognitivo
sólo el pasado cuenta, pero en el mismo momento que se empieza a modelar el futuro y
merced a la descarga de la inteligencia social, se pone en marcha un proceso en el que la
capacidad de imitación, instrumentada por las llamadas neuronas espejo, interactúa con
el conocimiento acumulado de la propia especie y con un archivo de recuerdos y huellas
de emociones propias y surge el pensamiento nuevo.
Esta es la idea inicial de todo constructivismo: la elaboración necesaria para
efectuar la convergencia del pasado y del futuro. Pensar el aprendizaje a partir esta
perspectiva extensa nos permite distinguir una diversidad de contextos para aprender que
no se limitan solamente a la educación formal. Entendemos por contexto para aprender
una ordenación particular donde se entretejen personas, objetos, contenidos, lugares,
tareas y propósitos; es decir que no se reduce exclusivamente al espacio físico en el que
tiene lugar el proceso de aprender.
Normalmente, en nuestra sociedad se reconocen tres tipologías de contextos
educativos: formales, informales y no formales. La educación formal se halla constituida
122
en un sistema educativo, hondamente institucionalizado, cronológicamente graduado y
jerárquicamente estructurado que se desarrolla desde los primeros años de la escuela
infantil hasta los últimos años de la universidad. La educación informal es un proceso que
dura toda la vida y en el que las personas logran y atesoran conocimientos, habilidades,
actitudes y modos de conocimiento a través de prácticas cotidianas y su correspondencia
con el entorno social, cultural, ambiental, económico y político del que participan. Por
último, la educación no formal representa a todas aquellas instituciones, actividades,
medios y ámbitos de educación que no siendo escolares, han sido creadas expresamente
para compensar explícitos objetivos pedagógicos. Dentro de ella existen una
heterogeneidad de instituciones e iniciativas.
Las nuevas ideas del aprendizaje desde la Psicología Educacional permiten que
pensemos en diferentes ámbitos y actividades para aprender. Las ideas de aprendizaje
situado, distribuido y social, son claves para introducir innovaciones a nuestras prácticas
educativas comunes.
Los museos son espacios educativos prometedores para aprender, ya que consienten
desplegar destrezas como la observación, la exploración, la curiosidad, la creatividad, la
imaginación, el lenguaje, el reconocimiento de los propios sentimientos y de los
sentimientos de otras personas a partir de acciones de artes visuales entre otras. El museo
puede ser considerado desde una cadena de propuestas psicológicas y educativas que
sirven de faro para trazar actividades que completen las diversas tramas.
Una primera proposición es procurar variados aspectos para enseñar y aprender;
varios puntos de vista y experiencias para entender el universo recobrando no
únicamente el pensamiento del docente, sino asimismo el del alumnado, el
ambiente, los medios de comunicación, la comunidad, otras instituciones
educativas; igualmente concentrar propuestas que armonicen el aprender con
unos y otras, en diferentes zonas y con variados recursos.
Una segunda proposición es plantear acciones de aprendizaje que permitan que
el alumnado pueda trabajar activamente en la construcción de conocimientos.
Esto se consigue programando trabajos de alcances extensos que involucren la
resolución de dificultades complejas y reales, retando a las personas desde el
punto de vista cognitivo, emocional y social. Por ello e profesorado debe
orientar a su alumnado originando un papel activo en sus aprendizajes.
Una tercera proposición reside en aumentar las metas de acceso al conocimiento
a partir de las propuestas educativas. La colaboración en prácticas de
aprendizaje formales habría de proporcionar oportunidades y contextos que
permitan aumentar los medios para acceder al conocimiento. Para algunas
personas el centro educativo constituye el único acceso a otras entidades de
cultura como los museos. Interesan a nuestros planes las ideas de Bourdieu y
Darbel (2003) sobre el rol de la escuela como institución responsable de
compensar la desventaja inicial de quienes no encuentran en el medio familiar
el estímulo para la práctica cultural y la familiaridad con los museos. Por ello la
123
escuela debe emplear todos los medios necesarios para asegurar el desarrollo y
constitución de prácticas que conformen un sujeto capaz de conocer, disfrutar y
valorar los bienes patrimoniales que lo rodean.
Una cuarta proposición es procurar ocasiones para la cooperación y
colaboración entre pares. Una metodología adecuada en esta dirección es el
aprendizaje cooperativo que se fundamenta en conformar equipos híbridos,
encaminados hacia un fin compartido, que trabajan en la confección de un
producto académico y en el desarrollo de un proceso educativo específico. El
alumnado se ayuda, debate con sus compañeros y compañeras, evalúan lo que
saben los demás y ayudan a superar sus dificultades de comprensión, aprenden
a pensar, a resolver problemas, a integrar y aplicar sus conocimientos y
habilidades a problemas reales y complejos.
Una quinta proposición reconoce la importancia de plasmar los productos
creados por las personas participantes en las experiencias educativas. Es
conveniente que las creaciones de la escuela logren darse a conocer, no
únicamente al docente, sino al resto de la comunidad educativa, otros
compañeros y compañeras, familias, escuelas, e instituciones. Existen
diferentes iniciativas como diarios escolares, radios, ferias, semanas culturales,
blogs y televisión educativa que permiten esta finalidad. Es importante poner a
disposición de otros y otras las obras educativas.
La sexta propuesta se refiere al impacto que generan las prácticas educativas en
las y los sujetos. La educación forma en habilidades, modos de pensar, sentir,
actuar y hablar, que contribuyen a la conformación de la identidad personal y
social de los alumnos y las alumnas. Es importante que la escuela ofrezca
oportunidades para que las y los estudiantes desplieguen sus aptitudes y valoren
positivamente estos esfuerzos.
Una séptima propuesta es señalar la relevancia del relato y la narrativa en los
procesos de aprendizaje. Contar nuestras experiencias nos permite estructurar
el mundo que nos rodea y otorgarle sentido así como compartir y discutir los
significados con otros y otras. La narrativa ocupa un lugar fundamental en la
construcción de la historia personal y colectiva.
Una octava propuesta consiste en ofrecer prácticas pedagógicas originales,
flexibles y variadas que desafíen la creatividad del alumnado y docentes. El
despliegue creativo tiene un alto componente ambiental, es decir que las
condiciones de los contextos en los que transcurren nuestras vidas pueden
facilitarlo u obstaculizarlo. En este sentido un medio que valore y estimule la
creatividad ofrecerá mayores oportunidades para su desarrollo y
aprovechamiento.
A continuación revisaremos algunas características centrales del escenario
museístico, comentando algunas actividades que pueden desarrollarse en él y mencionar
una serie de recomendaciones para los docentes.
124
El patrimonio cultural está constituido por aquellos bienes materiales e inmateriales
que representan la memoria colectiva y que fueron creados por el ser humano para
adaptarse al medio y organizar su vida, formando también parte de este patrimonio las
producciones humanas actuales (Martini, 2007). Los museos constituyen una de las
instituciones sociales destinada a conservar, exponer, investigar y divulgar el patrimonio
cultural.
La característica diferencial de los museos es el lenguaje de los objetos. De los
objetos producto de la actividad creadora de los hombres y las mujeres, como
producciones culturales (pasadas, presentes y futuras). Es decir los objetos de un museo
son importantes por las relaciones sociales (religiosas, económicas, políticas y culturales)
que representaron y representan. Los museos son medios de comunicación del mensaje
que transmiten determinados objetos contextualizados.
Las visitas a museos permiten conocer observando, analizando, imaginando,
comparando, jugando y empleando nuestros sentidos. En los museos podemos aprender
a través de actividades narrativas, artísticas; podemos acceder a información sobre una
variedad de contenidos de las artes así como de la formación ciudadana.
La UNESCO (www.unesco.org/new/es) reconoce la importancia de las
experiencias de aprendizajes en contextos no formales como los museos ya que estimulan
una actitud positiva hacia el aprendizaje.
Las visitas a los museos deben estar integradas con currículums escolares y deben
ser preparadas por los docentes. El profesorado no debe ocuparse sólo de los aspectos
organizativos de la visita, sino que deben pensar en tareas a realizar antes, durante y
después de ella. El profesorado, dependiendo de los museos y su estructura, puede
acercarse con propuestas concretas de trabajo, no necesariamente deben apelar a la visita
guiada. Sin embargo es interesante que alumnado y docentes puedan recurrir al personal
del museo para aclarar sus dudas. La visita al museo puede ser diseñada como el docente
crea conveniente; pero como hemos mencionado, la posibilidad de participar de contextos
flexibles y originales, de trabajar activamente en la construcción de conocimientos, de
acceder a otras maneras de conocer, de trabajar cooperativamente y poder contar a otros
y otras las obras educativas son principios que permiten configurar contextos poderosos
para aprender.
Orientaciones para las docentes y los docentes.
Cualquiera que sea el escenario elegido para visitar es importante que los docentes
puedan plantearse algunas cuestiones. Consideramos conveniente tener en cuenta las
sugerencias que presentamos a continuación para que las visitas a museos se conviertan
en esos contextos poderosos a que antes aludíamos:
Explorar los escenarios de antemano: Cualquiera sea el escenario elegido es
importante que el profesorado lo visite previamente, una vez o dos,
125
seleccionando aquello que conviene trabajar con el alumnado. Es interesante
que experimenten los objetos expuestos y participen de ellos, es necesario
que registren aquellos que consideren más atractivos para su alumnado y
sirvan mejor para reforzar las unidades curriculares que están impartiendo.
Llevar más de una vez a los estudiantes a ese escenario: Esto permite que
realmente la visita quede integrada en la propuesta curricular y que puedan
relacionarse los diferentes elementos con distintos temas, posibilitando la
realización de actividades previas y posteriores. Además la oportunidad de
visitar varias veces el mismo escenario supone que éste no es un hecho
aislado de la clase sino una práctica corriente.
Utilizar la visita como espacio para observar a sus alumnos y alumnas: Las
visitas se constituyen en oportunidades para observar cómo aprenden los
estudiantes. Podemos conocer qué les interesa, qué les sorprende, cuáles son
sus capacidades más destacadas, cómo se relaciona el alumnado en un nuevo
espacio y con sus compañeros y compañeras, entre otros aspectos.
126
CUERPO EXPERIMENTAL
METÁFORA DEL PANTANO DE SCHÖN
"En la variopinta topografía de la práctica profesional existen unas tierras altas y firmes
desde las que se divisa un pantano. En las tierras altas, los problemas fáciles de controlar
se solucionan por medio de la aplicación de la teoría y la técnica con base en la
investigación. En las tierras bajas del pantano, los problemas confusos y poco claros se
resisten a una solución técnica. Lo paradójico de esta situación es que los problemas de
las tierras altas tienden a ser de relativa importancia para los individuos o para la
sociedad en su conjunto, aún a pesar de lo relevante que puede resultar su interés
técnico; mientras que en el pantano residen aquellos otros problemas de mayor
preocupación humana. El práctico debe elegir. ¿Tendrá que quedarse en las tierras altas
donde le es posible resolver problemas de relativa importancia según los estándares de
rigor predominantes, o descenderá al pantano de los problemas relevantes y de la
investigación carente de rigor?" (Schön, 1992: 17).
CAPÍTULO 5
DELIMITACIÓN DEL PARADIGMA METODOLÓGICO
CARACTERÍSTICAS DE LA INVESTIGACIÓN
Y
DE
LAS
En este apartado se plantea el diseño metodológico de la investigación: sus
objetivos, prácticas, y protocolos, así como los instrumentos que nos aportaran los datos
suficientes para llegar a nuestro fin. Ha sido por tanto muy importante establecer la
metodología que se adapte a la naturaleza de nuestra investigación.
Esta tesis, que lleva por título Espacios de inclusión e implicaciones educativas
entre escuela, museo y universidad. Análisis desde la investigación-acción, requiere un
tipo de investigación de carácter cualitativo que nos permita observar los procesos en el
entorno de la práctica educativa de las escuelas, los museos y las universidades.
Una profesora como investigadora: Consideramos las funciones de la docencia y
la investigación como tareas propias del quehacer educativo. Planteamos la investigaciónacción como metodología para la mejora de la práctica educativa ya que nos ayuda a
decidir cómo elaborar un proyecto de investigación acción (identificar el problema, su
reconocimiento, el plan de acción, la acción, etc.), así como a describir las fases o
momentos de elaboración de los propios proyectos de investigación-acción.
El profesorado debe investigar la práctica profesional mediante la investigaciónacción con la finalidad de mejorar la calidad de la educación y a través de ésta transformar
la sociedad. Las escuelas, los museos y universidades han de institucionalizar la cultura
investigadora del profesorado. La investigación se supone que es una actividad que debe
solidificarse en la cultura de las instituciones educativas.
Este tercer milenio donde se producen cambios sociales y tecnológicos tan rápidos
nos exige construir nuevas imágenes tanto de la educación como del profesorado
conceptualizando a este último como investigador y al alumnado como ciudadanos
activos, pensantes, creativos, preparados para construir conocimiento.
La investigación tradicional se ha encaminado más a establecer las teorías sobre
la educación que a renovar la práctica educativa, apartando y separando a quienes
investigan en educación de quienes están en la práctica. Esta separación ha frenado el
avance de la calidad de la educación. Investigar para innovar: La capacidad de innovación
no debe entenderse como exclusiva de los más jóvenes pero sí de quienes tienen
capacidad para investigar y energía. Así pues, el auténtico problema no es tanto
generacional como de ideas, de actitudes y, en último término, de calidades y, por eso, de
horizontes. La innovación, y por ende la investigación, no es una elección, es una
obligación para cualquier docente del siglo XXI. El reto, entonces, es desplegar los
contextos que ayuden al impulso de ideas divergentes que, a su vez, nutran experiencias
de innovación en los centros escolares, los museos y las universidades.
129
5.1 La enseñanza como acción investigadora
Desde este nuevo perfil la enseñanza se piensa como una actividad investigadora y
la investigación como una actividad autoreflexiva elaborada por el profesorado con el fin
de regenerar su práctica. La enseñanza se convierte en un fenómeno social y cultural, en
una práctica social compleja, socialmente construida, descifrada y elaborada por el
profesorado.
La educación se idea como una tarea deliberada que se gobierna por normas
sociales, no por códigos científicos. La enseñanza renuncia de ser una habilidad para
aplicar el saber, para fundarse en una causa reflexiva en la adecuada experiencia que
traslada a un mejor conocimiento de las prácticas y contextos institucionales.
Aceptamos que el ecosistema de la enseñanza es complejo, por esa razón se hace
difícil que investigadores externos a la escuela, en un breve espacio de tiempo, logren
llegar a entenderla y comprenderla, cuando los datos de una primera observación varían
respecto a los recogidos en la siguiente observación. La práctica educativa se hace difícil
de entender sin hacer una reseña a las teorías sobreentendidas, a los propósitos del
profesorado y a las apreciaciones del alumnado. De ahí que Stenhouse (1998) discutiese
que el profesorado no debe ser objeto de investigación de personas externas, sino
investigador de sí mismo. Sólo el profesorado, con continuidad, tiene acceso a las
informaciones transcendentales para entender lo que ocurre en las aulas. Es obvia la
complejidad de la naturaleza de los procesos de enseñanza-aprendizaje “dudosos e
impredecibles” y la variedad de la lógica de las materias y las metas educativas que el
profesorado lleva a las aulas. La metáfora del pantano de Schön (1992) citada
anteriormente refuerza esta idea: [....] en la variopinta topografía de la práctica profesional
existen unas tierras altas y firmes desde las que se divisa un pantano. En las tierras altas,
los problemas fáciles de controlar se solucionan por medio de lo aplicación de la teoría y
la técnica con base en la investigación. En las tierras bajas del pantano, los problemas
confusos y poco claros se resisten o una solución única. Asimismo es clarificador el punto
de vista de la enseñanza como investigación que proyecta Stenhouse (1998), el currículo
es el medio por el cual el profesor aprende porque accede a comprobar las ideas a través
de la práctica, y por ende confiar en su sensatez y no en el criterio de otros. La función
del currículo es convertir las ideas educativas en acciones educativas, y eso es siempre
confuso. Los currículos son procedimientos hipotéticos que se llevan a cabo a través de
las ideas y propósitos educativos que el profesorado experimenta en el aula; no sólo se
tratan los procedimientos sino también las ideas que los guían.
El pensamiento de la enseñanza como una actividad investigadora ha ido
impregnando el espacio educativo, se fundamenta en que la teoría se despliega a través
de la práctica, y se transforma mediante nuevas acciones. El profesorado como
investigador expone nuevas cuestiones y problematiza sus experiencias didácticas. Los
130
datos se recogen en el acontecer de la práctica en la clase o espacio educativo, se observan
y se desentrañan y reaparecen para concebir nuevos interrogantes y conjeturas para ser
sometidos a investigación.
La investigación del profesorado obligatoriamente requiere integrar investigación
y práctica educativa, particularidad que facilita una auténtica circunstancia para el
autodesarrollo del personal docente. Si el fin de la investigación es regenerar la calidad
educativa, la enseñanza, pensada como actividad investigadora, tiene total sentido.
Para cambiar la escuela, los museos y la universidad es preciso que las prácticas
pedagógicas y didácticas cambien. Y para que se produzca dicho cambio se necesita un
profesorado y educadores de museo competentes para recapacitar, indagar y averiguar su
práctica docente, que se conforme como investigador de su propia práctica profesional.
Pensamos que la propuesta de la enseñanza como investigación que hacemos valer
en esta tesis se establece en una modalidad pedagógica de creación y cambio que revela
mejor las nuevas representaciones de formación y profesionalización del profesorado y
deviene una opción al modelo tradicional de enseñanza. Para implantar una cultura
investigadora es necesario que la escuela tome la idea de Stenhouse (1998) de la práctica
educativa como labor de indagación y del profesorado como un investigador que
cuestiona, examina y modifica su práctica educativa. Esta proposición es una nueva
imagen de la enseñanza como un modo de docencia creadora que favorece la mejora y la
transformación de las prácticas educativas del profesorado.
5.2 Recomendaciones entre docente e investigación
La expresión “investigación del profesorado” es bastante nueva, aunque no
podemos decir lo mismo de los conceptos de enseñanza y del profesorado que subyacen
en ella. A principios de siglo, Dewey (1933) reprochó la naturaleza del desarrollo
educativo, proponiendo que el profesorado aprendiera a moverse por sus propias ideas e
inteligencia. Dewey también enfatizó lo importante que era que el profesorado
recapacitara sobre su práctica y completara sus observaciones en las teorías que surgían
de los procesos de enseñanza y aprendizaje. Defendió que debería ser consumidor y
creador de conocimiento. El enfoque de Dewey del profesorado como estudiante que
aprende supone el concepto del “profesorado como práctico reflexivo” que
modernamente ha perfeccionado Schön (1998).
El pensamiento del profesorado como investigador en el aula se conforma y modula
con el movimiento del “profesorado como investigador” nacido en Inglaterra alrededor
del pensamiento innovador y creativo de Stenhouse. Los principios del “profesorado
investigador” como corriente se remontan al proyecto Humanities Curriculum Project
(lauwrencestenhouse.blogspot.com.es/2011/06/humanities-curriculum-project.html),
131
dirigido por Stenhouse, con un indiscutible énfasis sobre el currículo experimental y la
reconceptualización del desarrollo profesional a partir de la investigación del currículo.
La idea de que el profesorado experimente las teorías educativas en sus clases dio lugar
a la tradición del «profesorado investigador», una concepción que fue desarrollada por
Elliott en el Ford Teaching Project:
(www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/0305763760020212#.VPoqNS5UXP4).
En esta investigación resaltamos estos dos puntos:
Enfoque activo de investigación dentro de la práctica.
Definición por parte de la investigadora y profesora de un lenguaje, una
metodología y un talante de información más adaptable, a través del cual se
propician las reflexiones teóricas.
El pensamiento que subyace a esta proposición es el de una profesora con capacidad
para reflexionar sobre la práctica y para adaptarse a las situaciones cambiantes del aula y
del contexto social; la figura de una profesora crítica, capacitada para debatir, investigar,
examinar e descifrar las prácticas y contextos educativos que la tarea docente comporta.
Este posicionamiento contribuye con nuevos elementos al proceso educativo. Se nos
brinda la posibilidad de identificar problemas o dudas en la práctica docente, indagarlas,
reflexionar sobre las mismas y plantear tareas de mediación, conocimiento y posible
progreso de las prácticas educativas propias de las instituciones educativas (museo,
escuela o universidad).
El rol de la investigadora es asumir la práctica educativa como un lugar que hay
que investigar; se pregunta el ser y hacer como profesora; se pregunta sobre sus
responsabilidades y sobre su representación; se cuestiona su trabajo docente y los fines
de la enseñanza; analiza contenidos y métodos, al igual que las habilidades que maneja;
sistematiza el trabajo pedagógico, valora el proceso y los resultados.
Hay diferentes maneras de estar en la educación; la del profesorado investigador es
cuestionándola; innovando, modernizando, experimentando sus creencias,
problematizando lo que hace con el fin de regenerar su práctica docente. La investigadora
como docente que relata sus experiencias en esta tesis reflexiona sobre su práctica,
algunas veces utiliza el apoyo externo, recoge datos, los considera, diseña hipótesis de
acción, redacta informes accesibles a críticas, incorpora las reflexiones de manera
sistemática, busca la mejora contrastando hipótesis. Los temas de investigación le surgen
de la práctica diaria, de las diferencias entre lo que se proyecta y lo que sucede en clase.
El proceso que se realiza en esta investigación es de cuestionamiento y hondamente
reflexivo, inmediato, y concerniente al alumnado y a las tramas escolares.
La complejidad de la práctica educativa hace ineludible que el profesorado asuma
el rol de investigador; que esté atento a las contingencias del contexto; que se cuestione
los escenarios problemáticos de la práctica; que dé contestación a las necesidades del
132
alumnado e intente indagar en diferentes direcciones. La educación es una causa en la
cual tienen lugar paralelamente múltiples mundos en interacción, lo que dificulta su
investigación y comprensión.
Una derivación destacable del papel de la autora de esta investigación es que se
apropia y ejerce una mayor revisión sobre su vida profesional y despliega su reflexión
profesional alcanzando independencia y autonomía. Dewey señala que un buen
profesorado es el que está preparado a mudar de aires en la dirección que le establece la
meditación sobre las certezas que le muestra la práctica; las aulas o los espacios
educativos son contemplados como laboratorios en los que los y las profesionales de la
educación, con el enfoque de regenerar el aprendizaje del alumnado, someten
continuamente a ensayo las ideas, las metodologías y los valores que trasfieren al aula o
al museo.
Las reflexiones anteriores nos ayudan para poder rediseñar la idea del profesorado
como investigador, y además para arrogarse al ofrecimiento de Stenhouse que concreta
el currículo en términos de investigación: "El currículum es un intento de comunicar los
principios esenciales de una propuesta educativa de tal forma que quede abierto al
escrutinio crítico y pueda ser traducida efectivamente a la práctica" (Stenhouse, 1984:
29).
El currículo es examinado como un proyecto de investigación en el que el
profesorado es y debe ser el investigador principal, que llega a su rol profesional en la
medida que investiga e indaga su práctica.
Queremos añadir la reflexión de Bajardi y Álvarez sobre la formación docente que
citamos a continuación:
“La formación del docente, además del “saber”, del “saber hacer” y del “saber
cómo hacer” tiene que concretarse en el proceso de construcción de la identidad
donde el aprendizaje basado en la experiencia práctica tiene un papel fundamental. Otros procesos eficaces para desarrollar la propia identidad profesional son
la auto-reflexión y la comparación individual y colectiva de experiencias. Estos
procesos sirven para revivir las experiencias profesionales y atribuirles
significado, favoreciendo el manejo de conflictos, la conciencia, el
reconocimiento y la valoración de la propia profesionalidad” (Bajardi y Álvarez,
2012: 622).
5.3 Teoría y práctica: comprensión pedagógica
Tradicionalmente la teoría y la práctica han cohabitado incomunicadas. La teoría
ha sido impuesta como un compendio de conocimientos sobre el entorno del mundo
alcanzado por medio de la investigación, facilitando así la reconstrucción de un cuerpo
de conocimiento, que explique el mundo. Su papel ha consistido en enfocar la práctica y
133
mostrar a las personas que están en ella qué vía alcanzar y cómo manejar el conocimiento
para conseguir las soluciones educativas del modo más eficaz. Aún perdura la idea de que
la teoría enfoca y guía la práctica educativa. A pesar de que esta perspectiva tiene un peso
significativo, en ciencias sociales ha emergido un enfoque nuevo que se muestra de
acuerdo en que la teoría y la práctica están estrechamente ensambladas y en dialogo
constante.
Desde la posición de la investigadora se defiende que teoría y práctica,
investigación y enseñanza, mantienen una estrecha correspondencia, ya que no hay
práctica educativa de calidad que no se afirme en las derivaciones de la investigación, ni
investigación que no localice en la práctica la vía y el lugar natural para investigar,
examinar y emplear sus deducciones. Vemos que la teoría y la práctica han de tener un
lugar común de diálogo, en el que la profesora investigadora asume el rol de
investigadora, pues es consciente de que nadie mejor que ella tiene las evidencias para
identificar, observar y facilitar una adecuada respuesta a las dificultades educativas.
En esta revisión de la relación entre teoría y práctica atribuimos a esta última un rol
decisivo, en especial, a la práctica concebida a través de la experiencia. La enseñanza
brota de la investigación de la práctica educativa. Elliott plantea un cambio en la relación
teoría-práctica: de ver la práctica como lugar de aplicación de la teoría, pasa a razonar
que la reflexión sobre la práctica revela a la teoría inseparable de la misma y permite
teorizar sobre la práctica. Esta idea admite un cambio decisivo: el profesorado investiga
sus propuestas pedagógicas y desarrolla inestimables teorías de su práctica.
“El propósito de la investigación–acción consiste en profundizar la comprensión del
profesor (diagnóstico) de su problema. Por tanto, adopta una postura exploratoria frente
a cualesquiera definiciones iniciales de su propia situación que el profesor pueda
mantener....La investigación acción interpreta lo que ocurre desde el punto de vista de
quienes actúan e interactúan en la situación problema, por ejemplo, profesores y
alumnos, profesores y director” (Elliot, 1982: 24).
Whitehead (1995) diseña una táctica general de teorización que supone un diálogo
entre teoría y práctica, y una reformulación incesante de una y otra. Este proceso de
teorización, donde la teoría y la práctica existen en incesante retroalimentación, es la base
de lo práctico creativo. En la representación del cuadro 1 ambas completan un proceso de
diálogo. En este proceso, la práctica didáctica es estimada como lugar de partida, como
eje de formación con entidad de meditación y de reconstrucción y, últimamente, como
objeto de innovación.
5.4
Conocimiento y cultura como profesora.
En educación se consideran distintas tipologías de conocimiento. Una de las
divisiones cataloga el conocimiento en científico y educativo. Uno expresado en
principios y teorías, fundado por quienes investigan, encaminado a la política educativa,
134
designado conocimiento científico o conocimiento sobre la enseñanza y que se considera
principal para la ciencia educativa. El otro creado por el profesorado, designado aquí
conocimiento educativo, también llamado conocimiento práctico, de trabajo, profesional,
etc., que pensamos ventajoso para proporcionar respuesta a las circunstancias
problemáticas que plantea la práctica educativa.
En esta investigación nos decantamos por el conocimiento educativo como
ventajoso para la práctica educativa, sin despreciar el conocimiento científico, que tiene
otros objetivos. La comprensión educativa se crea como una apertura trascendental para
la construcción del saber y al profesorado se le reconoce mayor independencia y
profesionalidad.
Por conocimiento educativo entendemos el conjunto interconectado de teorías
implícitas, de saberes acerca de la educación, y de valores docentes, generado a partir de
metodologías de reflexión sobre la experiencia y la práctica educativa, y simbolizado por
la habilidad para comunicar los métodos propios del aula y atreverse con los contextos
que se desarrollan. El conocimiento educativo es de carácter práctico y situacional, y
también dialógico, existiendo como elemento fundamental el juicio y la razón necesaria
para proceder en las tramas educativas. El conocimiento educativo es una comprensión
propia y personal, adecuada para maquinar en la complejidad de la clase y para salvar las
situaciones inciertas que nos depara la enseñanza; Dicho conocimiento pedagógico es
experiencial, lleno de valor propositivo y encauzado a la práctica; su reconstrucción
demanda que el profesorado repiense su experiencia profesional y personal. El
conocimiento educativo es fundamental para la práctica educativa de la que procede y a
la que regresa, es un componente clave para una educación de calidad, desafiando a un
profesorado competente a cambiar y evolucionar su práctica.
Para Bruce y Russell (1992), el conocimiento educativo:
Es creado desde la práctica en diálogo con otros profesionales reflexivos, en el
que el profesorado es el foco del proceso; es un conocimiento ocasionado por y
para docentes.
Es constituido por el profesorado al indagar su práctica.
Representa lo que acontece cuando el profesorado trata de renovar el
aprendizaje del alumnado.
Se alcanza desde la práctica, al repensar los métodos y procesos didácticos que
se despliegan en el aula.
Es de naturaleza dialéctica, ya que se inicia y se sostiene de refutaciones, se
experimenta y se despliega en la práctica a través del diálogo.
El valor epistémico del conocimiento educativo reside esencialmente en su
ambiente dialéctico. Los resultados son puestos a prueba continuamente y
adecuados a los nuevos escenarios. La investigación, como la concebimos,
demanda un foro, un grupo experto con quien comprobar y explorar
críticamente los resultados.
135
5.5 Investigación y autodesarrollo profesional. Reflexión en la acción.
Ojalá los comienzos del tercer milenio se caracterizasen por una mayor conciencia
y preocupación social por los asuntos educativos, y de forma más específica por la calidad
de la educación. Al profesorado se le responsabiliza de ser las piezas fundamentales para
lograr dicha meta, razón por la que su formación docente es foco de debate en la actual
problemática educativa.
Una de las preocupaciones de esta tesis es pensar en la investigación como un
elemento constitutivo del autodesarrollo profesional de su autora. En el ámbito de la
capacitación docente la propuesta de la enseñanza como investigación se constituye en
una modalidad de formación que integra la docencia y la investigación en las aulas, de
forma que ésta y el autodesarrollo profesional son procesos interrelacionados. La
profesión docente requiere desarrollar constantemente nuevos conocimientos en relación
con los cambios continuos que tienen lugar en la sociedad; de ahí que la acción
investigadora de esta docente se constituye en su elemento profesionalizador. Desde esta
idea, la práctica educativa sirve de laboratorio para el progreso del profesorado, cuyas
propuestas curriculares son conjeturas de acción con el objetivo de verificarlas en la
experiencia. Las ideas de desarrollo del currículo y las que germinan de los escenarios
problemáticos son experiencias para el laboratorio del aula. Conviene citar a Stenhouse
(1988) cuando reseña que no hay desarrollo curricular sin desarrollo del profesor y
además añade que el profesor es un investigador en el aula. Así, la investigación, la vemos
además de como una metodología para solucionar las dificultades educativas, como
modelo de formación continua, es decir, como poderosa herramienta para el
autodesarrollo profesional.
Las lecturas realizadas por esta investigadora destacan el éxito de la investigación
como guía de formación del profesorado tanto de infantil, como de primaria, secundaria
y también universitaria. A través de la investigación, el profesorado consigue alcanzar la
profesionalización, interesarse por los aspectos didácticos de la educación, y motivarse
por completar la investigación con la enseñanza, perfeccionar los programas académicos
y la enseñanza del alumnado, y progresar en el conocimiento educativo; todo ello acarrea
un mayor goce profesional. Desde este punto de vista, la preparación del profesorado no
obedece tanto a la asimilación de teorías y técnicas científicas, ni al aprendizaje de
competencias didácticas, sino al desarrollo de la comprensión reflexiva sobre su práctica,
y de la reflexión e indagación de sí mismos. Lo antepuesto no significa que desestimemos
las competencias didácticas del profesorado, sino que la docencia, estimada como
actividad investigadora, solicita un nuevo perfil de docente. No se trata de sustituir unos
talantes por otros, sino de integrar ambos en el rol de docente investigador, que supere el
escenario existente en el cual la docencia y la investigación continúan estando separadas.
136
Desde esta visión integradora, en la capacitación de los docentes se han de
promover las circunstancias que revitalicen y piensen la educación como lugar de
reflexión, cuestionamiento y observación. A través de la investigación el profesorado
adquiere una mayor comprensión y conocimiento educativo de la enseñanza que puede
utilizar para optimizar su práctica docente, desarrollando:
Autodesarrollo profesional.
Una mejor práctica profesional.
Mejoras en la institución educativa.
Según Ángulo, Mínguez, Nicolás, Fernández y Martínez “Resulta fundamental
entender que la investigación es, de hecho, un fundamento de la innovación educativa.
También se insiste en la importancia del aprendizaje integrador y globalizador a través
de la expresión artística” (Ángulo et alt., 2013: 204).
5.6 Ensambles en las mejoras de los contextos sociales.
Una cuestión significativa que desea destacar la investigadora es que la
investigación en acción favorece su autonomía y su autodesarrollo profesional. Por medio
de la indagación, el profesorado es competente para construir una representación de una
teoría educativa viva (Whitehead, 1995), constituida por las descripciones y explicaciones
construidas sobre el propio desarrollo profesional cuando se contesta a la pregunta:
¿Cómo consigo renovar lo que hago? La investigación en el espacio educativo se
convierte, en este sentido, en una investigación personal, y ello implica un modo de
autodesarrollo profesional.
Nuestra experiencia en proyectos nos ha proporcionado sólidas certezas de los
cambios reveladores y de las señales que la investigación de los docentes tiene en su
práctica profesional.
137
138
CAPÍTULO 6
REFLEXIÓN EN LA ACCIÓN: FUNDAMENTOS Y MÉTODOS DEL
CONOCIMIENTO DE LA PRÁCTICA EDUCATIVA
La visión positivista de la práctica ha prevalecido en el espacio de la educación; ha
marcado las nociones básicas y ha fijado las bases en las que se sostiene la práctica
educativa.
El profesorado según el positivismo es percibido como beneficiario del saber, una
persona experta que traslada a la práctica los conocimientos científicos. En la racionalidad
técnica la teoría es el norte de las ciencias aplicadas y éstas tutelan la práctica. En
educación, siempre se ha respetado que las prácticas han de estar guiadas por las
disciplinas más científicas.
Desde el inicio de la década de los setenta las hipótesis de la racionalidad técnica
han recibido continuos ataques. Las investigaciones sobre la práctica social llevada a
partir de la filosofía de la práctica, o a partir la hermenéutica o desde la reflexión en la
acción, concuerdan en que la práctica pedagógica posee zonas indefinidas, (compuestas
por la inseguridad, la particularidad, el conflicto de valores) que se escapan a las
proposiciones de la lógica técnica. De esta manera, certifican que la práctica está
intervenida por métodos de interpretación de los y las copartícipes y reglamentada por
reglas éticas. La racionalidad técnica es una lógica restringida, ya que la teoría no logra
desplegarse en la práctica.
6.1 La reflexión en la acción
Schön (1992) analiza las actividades profesionales prácticas que, tal como sucede
con la enseñanza, se determinan por ser de naturaleza insegura, inestable, incierta, única
y por proporcionar en ellas compromisos de valor, y plantea la reflexión en la acción
como epistemología más conveniente para el estudio de las mismas. Se establece como
una categoría significativa para estudiar la práctica profesional a partir de las oportunas
acciones que efectúan los profesionales.
Subrayamos algunos atributos que concretan la epistemología de la reflexión en la
acción:
Ser una persona práctica reflexiva.
Ocuparse de rediseñar escenarios problemáticos en las prácticas.
Desplegar una mejor comprensión del conocimiento en la acción.
Inspeccionar y examinar nuevas situaciones.
Acoplar teoría y práctica, investigación y acción, saber y hacer.
Pensarla como actividad investigadora.
La investigación supone un diálogo con la realidad incierta en la que saber y
hacer son inherentes.
La reflexión en acción se establece como un paso que habilita a las personas
prácticas a desplegar una alta comprensión del conocimiento en la acción, aumentando la
capacidad profesional de los prácticos, ya que la reflexión en la acción les educa para
entender mejor los escenarios problemáticos, y estimula su destreza para sondear e
investigar los lugares imprecisos de la práctica. Renueva el modo de pensar sobre la
práctica profesional y la correspondencia entre la teoría y la práctica. La práctica obtiene
un diferente estatus en concordancia con la teoría. Desde el punto de vista de la reflexión
en la acción, la práctica pedagógica se ve a modo de actividad reflexiva, que demanda un
desempeño distinto para atreverse y solucionar las dificultades pedagógicas. Para dar
contestación a acciones de esta naturaleza, Schön plantea el práctico reflexivo como
nuevo patrón de profesional con el fin de afrontar las contrariedades relativas a la
educación, que se especifican por ser singulares y que requieren desempeños de
naturaleza deliberativa. Es una profesional o un profesional que reflexiona en el trabajo
y que, en la reflexión, promueve nuevas destrezas de acción, nuevos modos de búsqueda,
nuevas hipótesis y naturalezas de comprensión para afrontar y definir las situaciones
problemáticas. Por eso mencionamos a Bajardi y Alvarez que nos indican que “Hacemos
énfasis en la práctica reflexiva porque en la sociedad en la que vivimos, en continua
transformación, la capacidad de ser flexible, de innovar y regular la propia práctica es
decisiva. La reflexión sobre la experiencia es la que favorece la construcción de nuevos
saberes” (Bajardi y Álvarez, 2013: 618).
Por último, la reflexión en la acción proyecta un pensamiento epistemológico de la
práctica educativa diferente a la que hasta el momento siempre se ha contemplado desde
la esfera de la racionalidad técnica.
El pensamiento crítico-social de Carr y Kemmis (1988) contribuye a representar
nuevas representaciones de la enseñanza y del profesorado que son complementarias a
las opiniones de Schön sobre la reflexión en la acción que hemos mostrado con
anterioridad. Para esta perspectiva crítico-social, la reflexión sobre la práctica y la
adopción de una postura crítica en torno a lo social son dos modos de progresar o tomar
conciencia de las dificultades. Considera la dimensión crítica en tanto en cuanto el
profesorado piensa su práctica como problemática; proceso que va más allá de la
comprensión y del conocimiento vulgar y cotidiano. Los cambios educativos son
construidos mediante un proceso de pensamiento crítico, en torno a las contradicciones y
resistencias que nos encontramos entre los objetivos formativos y los valores, por un lado,
y el pensamiento social y político de la escolarización como institución por otro.
Dichos cambios educativos nos llevan a debatir persistentemente de modo crítico
las relaciones entre educación y sociedad. El quid del aprendizaje de la profesión reside
140
en entender el modo en el que los significados culturales son establecidos por las
organizaciones sociales, históricas y económicas, y a través de este conocimiento lograr
la capacidad de proceder sobre las mismas. Hay que destacar, asimismo, el talante ético
de la enseñanza que se debe reforzar en la formación del profesorado.
Educar no es una acción de habilidad, imparcial y apolítica, indiferente de las
contrariedades morales, sociales y políticos, como surge en la racionalidad técnica; ni
tampoco es un sumario para formar al profesorado sobre sus valores y experiencias. Para
esta corriente de pensamiento la educación es contemplada como una acción
comprometida con los valores sociales, morales y políticos, en la cual la política de la
educación debe favorecer los contextos que auxilien al profesorado a preguntarse sobre
la práctica educativa: el modo de educar, las teorías contenidas que ampara, la manera de
crear una clase; a planearse de un modo crítico la educación, a formularse interrogantes
del tipo: ¿por qué lo concibo de ese modo?, ¿qué provecho tiene?, ¿por qué es tan difícil
imaginar los sucesos de otro modo?, ¿qué idea de la educación está presente en el modo
de establecer las formas?.
6.2 La investigación-acción: la metodología docente de investigación
De las metodologías que aporta la investigación educativa, la que se ajusta mejor al
perfil del profesorado como investigador que hemos descrito, la profesionalización del
docente, entendida ésta como el proceso a través del cual adquiere una formación
epistemológica, teórica, metodológica y estratégica para estudiar, comprender y
transformar su práctica educativa es, sin lugar a dudas, la investigación-acción. Creemos
que no todas las metodologías de investigación valen para investigar la práctica
profesional; va a depender de las intenciones y de los fines que persigamos. En el caso
del profesorado, la finalidad es mejorar, innovar, comprender los contextos educativos,
teniendo como meta la calidad de la educación. Se defiende, pues, una investigación en
la escuela y desde la escuela, en la universidad y desde la universidad y en el museo y
desde el museo realizado por las y los docentes, con el objetivo de dar una contestación
precisa a las situaciones problemáticas que tienen lugar en las aulas o en los museos.
En este encuadre, la indagación en el aula es, posiblemente, la estrategia
metodológica más provechosa para conseguir esta nueva idea sobre el profesorado
investigador y de la enseñanza como actividad investigadora. En la ilustración 1 se
muestra el ciclo de la investigación-acción, donde el transcurso de la reflexión en la
acción se establece como un paso de la investigación en la acción. Observamos que el
ciclo de la investigación se conforma alrededor de cuatro tiempos o fases: planificación,
acción, observación y reflexión. El período de observación, el de la recogida y análisis de
los datos con carácter metódico y riguroso, es lo que le otorga naturaleza de investigación.
141
PLAN DE
ACCIÓN
ACCIÓN
REFLEXIÓN
OBSERVACIÓN
DE LA ACCIÓN
Ilustración 2. Ciclo de la investigación-acción
La autora de este trabajo diseña la investigación-acción como un modo de
indagación para perfeccionar e innovar en sus “entretejidos docentes” y facilitar la
revisión de la práctica a la luz de las certezas conseguidas a través de los fundamentos y
del juicio crítico propio y de otras personas. Esta tesis recoge informes de investigación
acción realizados sobre temas y niveles diferentes; pero que todos poseen un elemento
común que es recapacitar y renovar la labor docente y profesional. Como profesional de
la educación emerge el pensamiento educativo de considerar ser investigadora, práctica,
reflexiva; incorporando en la práctica la función investigadora como dispositivo de
progreso profesional y mecanismo para reformar la calidad de los centros educativos y
universitarios, la formación del profesorado.... Defendemos por tanto el rol del docente
como persona investigadora, como creadora de programas de autodesarrollo, como
innovadora y de práctica reflexiva, competente para analizar la experiencia, repleta de
cualidades, valores, simbologías, emociones, beneficios sociales y patrones culturales.
Este perfil de pensamiento pasa por la transformación académica de toda institución
calificada de educativa, pasa por una docencia renovada y por un rol docente creador,
formado en una doble perspectiva: la disciplinar y la didáctica. Pensamos que si de verdad
perseguimos alcanzar una educación de calidad, la escuela, el museo y la universidad del
tercer milenio precisan llevar a cabo una docencia transformadora.
La disociación de la investigación en educación tradicional y la práctica docente ha
demorado el progreso en la calidad de la educación; el enfoque integrado de una y otra
nos proporciona una nueva imagen de la enseñanza como actividad investigadora. La
enseñanza pasa a ser un fenómeno cultural y un proceso reflexivo sobre la propia práctica,
que nos lleva a una mayor comprensión de las prácticas y contextos institucionales
(museos/ universidades/escuelas). Somos conscientes de que para cambiar la escuela es
obligatorio cambiar las prácticas docentes, y para que éstas cambien se hace falta un
profesorado preparado para reflexionar, analizar e indagar sobre su experiencia
pedagógica, que se establezca como investigador de su práctica profesional. Pensamos
142
que la enseñanza como investigación, que reivindicamos, forma una modalidad didáctica
de innovación y cambio que responde mejor a la nueva imagen de formación y
profesionalización y puede ser una nueva alternativa al modelo tradicional de enseñanza.
Por eso asumimos la idea de Stenhouse (1998) de la práctica educativa como tarea de
indagación y del profesorado como un investigador que cuestiona, indaga y transforma
su práctica profesional, desarrollando una imagen de la enseñanza como docencia
innovadora que favorece la mejora y la transformación de las prácticas pedagógicas del
profesorado.
Whitehead (1989), fue crítico con los planteamientos de Kemmis y de Elliot, por
entender que se desvían bastante del contexto educativo traduciéndose más en un ejercicio
académico que en un modelo que permita optimizar la relación entre la teoría pedagógica
y el autodesarrollo profesional. Por ello propone una espiral de períodos, cada uno de
ellos con los caminos que se detallan en la ilustración 2.
Sentir o experimentar un problema
Imaginar la solución del problema
Poner en práctica la solución imaginada
Evaluar los resultados de las acciones emprendidas
Modificar la práctica a la luz de los resultados
Ilustración 3. Ciclo de la investigación-acción según Whitehead.
143
144
CAPÍTULO 7
LA INVESTIGACIÓN BASADA EN LAS ARTES. REFLEXIONAR LA
INVESTIGACIÓN.
7.1 Un punto de partida
La investigadora desarrolla su actividad profesional en Florida Universitària, centro
adscrito a la Universitat de València, donde es directora de la Unidad de Educación que
imparte, entre otros títulos, los Grados de Maestro-Maestra de Educación Infantil y
Educación Primaria. En esta Unidad desarrolla también su trabajo como docente y en
ambas actividades trata de favorecer experiencias de aprendizaje y de investigación afines
con la fundamentación disciplinar de las artes, principalmente desde la Pedagogía del
Arte y el estudio del significado cultural de las representaciones del arte y los artistas en
los contextos de los museos en particular y del patrimonio en general. Además, investiga
las relaciones entre Cultura Visual, Artes Visuales y Educación. Desde los inicios de su
relación con el campo de las Artes Visuales ha tratado de indagar alternativas a lo que se
supone como investigación científica, de modo que el rigor y la exigencia no estén
desligados de formas de búsqueda que convivan con absorber los métodos afines a
diferentes formas de experiencia. Una de ellas sería la artística.
Esta perspectiva, a partir de la cual enlaza las artes con la educación, ha estado
presente en su recorrido, tanto en proyectos de investigación como en la docencia y en
gestiones concretas de formación. Los pasos iniciales de esta correlación entre arte y
educación son los que a continuación vamos a señalar. Para la investigadora fue
transcendental conocer un ascendente y una aportación de las artes a la educación a través
de la proposición de evaluación que Elliot Eisner (1981) y la escuela de orientación
cualitativa que surgió en la Universidad de Standford que planteaba sus fundamentos en
los procedimientos de la crítica artística y ponía en marcha este modelo que rompe
tajantemente con los modelos experimentales tradicionales.
El modelo de crítica artística aplicado a la evaluación educativa se asienta en un
pensamiento de la enseñanza como arte y del profesorado como artista. El evaluador es
una especie de experto en educación que presta atención a un espacio cultural atiborrado
de significados.
Queremos retomar el pensamiento de Eisner para dar soporte a esta investigación.
Eisner (1981) nos plantea que la crítica educativa debe tomar la forma de un documento
escrito cuyo propósito es ayudar a otros a percibir, entender y evaluar el carácter de la
práctica educativa y sus derivaciones. Para el citado autor en este documento pueden
identificarse tres aspectos sucesivos:
145
1. Aspecto descriptivo. Una descripción viva y pormenorizada del entorno que
contiene una perspectiva fáctica y otra artística. La perspectiva fáctica utiliza
numerosas citas directas de la disertación del profesorado y del alumnado. La
perspectiva artística es literaria y metafórica e incluso poética. La dificultad de esta
investigadora va a ser ayudar al lector a participar de forma vicaria en
acontecimientos que el lector no ha experimentado en directo, sabiendo el papel
tan importante que juegan las emociones en la comprensión, utilizándolos para
enriquecer el proceso para representar las experiencias.
2. Aspecto interpretativo. El crítico educativo da cuenta de las interacciones que
observa en los contextos de escolares. Toda interpretación valiosa maneja un
marco teórico para expresar los sucesos cotidianos. El vínculo entre teoría y
práctica se desarrolla a través de un proceso crítico y fluido. Al descifrar, al
emplear en la realidad ideas y patrones teóricos se perfecciona tanto la teoría como
la práctica. Desentrañar supone escrutar significados, comprender lo que sucede
más allá de lo visible, inferir y descubrir interacciones complejas y latentes.
3. Aspecto de los juicios de valor. Hace referencia a la labor de efectuar juicios de
valor alrededor de los méritos educativos de lo que ha sido explicado o explicado.
Para Eisner (1981) la evaluación e investigación es ante todo una actividad de
valoración porque la propia educación es una actividad normativa. Para establecer
el valor educativo de los eventos observados, la crítica educativa valora tales
acontecimientos utilizando criterios que estén ajustados para su especificidad.
Dicha evaluación supone valorar cada situación como única y no con criterios
estandarizados universales y concluyentes, sino teniendo en cuenta las
particularidades que diferencian y definiendo cada realidad educativa especifica.
La crítica educativa es fundamentalmente cualitativa y de proceso. Ha de ser
receptiva a los caracteres que surgen en la vida del aula. Tratar de aprehender lo propio
de lo único, lo notable, las relaciones que especifican la actitud de las personas y el
progreso de los procesos. El punto de vista que se plantea en esta investigación maneja
pues, teorías, modelos, proyectos y conceptos para diferenciar y separar lo principal y
expresar lo complicado y oculto, pero demanda además usar capacidades de percepción,
de intuición y empatía, para bucear en el recorrido vivaz de los sucesos. Por lo que, como
Alfaro (2000) comenta, la intención principal de la evaluación es restablecer la capacidad
de apreciación, conocimiento y valoración de aquellos que participan en los proyectos o
prácticas pedagógicas, formando una representación cierta y profunda de las condiciones
y procesos pedagógicos.
El modelo de evaluación fundada en la negociación es una representación que mana
como mecanismo clave para percibir la correspondencia que se establece entre la persona
que evalúa y la persona evaluada en tiempo de interactuar en una labor pedagógica.
146
Elliot Eisner razona que:
“el modelo de negociación concibe la enseñanza como un proceso dinámico cuyo
significados y cualidades están combinados continuamente, son raramente predecibles y
a menudo no pretendidos e idiosincráticos. Surgen a partir de numerosa y complejas
negociaciones entre los participantes y sus audiencias significativas en espacios
institucionales únicos y solamente pueden analizarse por medio del estudio de casos,
utilizando una estrategia de (enfoque agresivo) basada en la observación participativa y
entrevistas informales” (Eisner, 1982: 240).
Los planteamientos de Eisner en los años 70 y 80, con su propuesta de modelo de
evaluación apoyado en la crítica artística nos estaban marcando la vía que situaba en
correspondencia conocimientos y experiencias emanadas de las artes visuales con ideas
y experiencias afines con la formación escolar. Este hecho ha tenido mucha importancia
en mi trayectoria como docente y por supuesto también como investigadora de la
educación a través del arte.
Otra perspectiva importante para esta investigación es el movimiento llamado
Investigación basada en las Artes (IBA) (Arts based Research –ABR- en inglés) que
comenzó como parte de la rotación narrativa (Conelly y Clandinin, 1995, 2000; Lawler,
2002) en la investigación en Ciencias Sociales a comienzos de los años 80 y que enlaza,
a partir de una doble correspondencia, la investigación con las artes. Por un lado, a partir
una petición epistemológica-metodológica, desde la que se cuestionan las convenciones
hegemónicas de investigación que se centraba en el desarrollo de procedimientos que
hacen hablar a la realidad; y por otro, a través del uso de procedimientos artísticos
(literarios, visuales, preformativos, musicales) para responder a fenómenos y experiencias
a las que se destina la investigación en cuestión.
El paradigma de esta investigación, se ve también reforzado por las aportaciones de
Bruner (1996) sobre la importancia de la narrativa biográfica, el relato de vida, que
funciona de un modo análogo a un diálogo entre el carácter pragmático y el carácter
narrativo/imaginativo.
La huella de estas ideas no ha pretendido únicamente abrir la investigación a otros
modos narrativos que constituyan cartografías de la práctica humana que acaecían
escondidas bajo el manto del objetivismo, sino que además pretende debatir lo que es o
puede ser investigación. Eso ha llevado a teóricos como Eisner (1998) y Barone (2001) a
plantear que la investigación científica es únicamente un paradigma de investigación,
pero que no es el único modo de investigación viable. Principalmente si se considera
investigar hechos relacionados con conductas humanas, relaciones sociales o
representaciones simbólicas. Es por ello que se habla de investigación etnográfica,
biográfica, histórica, narrativa, preformativa,… (Bolívar, 1998). A partir de estas
147
representaciones que ven a la persona y a la narrativa proporciona un avance de la
experiencia, por lo que se trata, como marca Eisner, de:
“abrir nuevas vías de pensamiento sobre cómo llegamos a saber y exploramos las formas,
a través de las cuales lo que sabemos se hace público. Tales formas, como la literatura,
el cine, la poesía y el vídeo se han utilizado durante años en nuestra cultura para ayudar
a que las personas vean y comprendan cuestiones y acontecimientos importantes. En
raras ocasiones se han utilizado en la realización de investigación educativa. Estudiamos
la enseñanza con herramientas estadísticas muy poderosas, pero rara vez la estudiamos
también como un arte práctico. Mi propósito es plantear otros modos de ver cómo puede
realizarse la indagación en cuestiones educativas” (Eisner 1998: 283).
Con esta idea, lo que Eisner plantea, en la línea de Dewey (1949), es que el
conocimiento se consigue igualmente de la experiencia. Y una forma legítima de
experiencia es la artística. Esta aseveración de la experiencia artística ha hecho que
Sullivan propusiese una perspectiva de investigación que resuelve teorizar la práctica de
las artes visuales ubicándola en correlación a tres paradigmas: el interpretativo, el
empirista y el crítico. Sullivan señala que las teorías explicativas y transformativas del
aprendizaje humano consiguen encontrarse en la experiencia que se obtiene en el taller
de arte. En su obra plantea que “la práctica del arte puede reconocerse como una forma
legítima de investigación y que la indagación puede localizarse en la experiencia del
taller” (Sullivan, 2004: 109).
7.2 ¿Qué significa realizar una parte de la investigación basada en las artes?
Para responder a esta pregunta fue ineludible en primer lugar indagar algunas de las
relaciones entre las acciones artísticas e investigadoras y de éstas con la educación.
Consideramos una primera correlación que se asume y es que en toda actividad artística
hay una intención de investigar. Hay, además, un objetivo pedagógico, en el sentido de
que fundan y programan representaciones sobre espacios del contexto, que establecen
modos de ver y de verse. Existe otra postura que plantea que algunas actividades de
investigación tienen y descubren elementos estéticos y de diseño que perturban la propia
indagación. Estos elementos, además, están presentes en todas las acciones educativas.
Cuanto más visibles son más se identifican como investigación basada en las artes.
Resaltamos pues una definición, que acontece de la meditación de Barone y Eisner
(2006), que conforma a la IBA como un tipo de investigación de orientación cualitativa
que maneja procedimientos artísticos (literarios, visuales y preformativos) para la
realización de prácticas de experiencia en las que tanto las diversas personas
(investigadora, lector, colaborador) como los comentarios acerca de sus experiencias
descubren cuestiones que no se hacen evidentes en otro tipo de investigación. También
queremos destacar el pensamiento de Leggo, Grauer, Irwin y Gouzouasis (2004-2006),
148
que constituyen parte del grupo de investigación de la Universidad de British Columbia
que se ha denominado A/r/tography. Los investigadores que siguen esta perspectiva
incorporan métodos de búsqueda visuales, performativos, poéticos, musicales y
narrativos en sus propósitos renovadores de investigación; asimismo evidencian las
limitaciones de las prácticas de la investigación en Ciencias Sociales, e indagan cómo
estos modos de búsqueda basados en las artes pueden ser utilizados, representados y
publicados para público académico, profesional y público en general.
Otra aportación es la de Huss y Cwikel (2005) que nos ayudan a ver que el objetivo
principal de la IBA es manejar las artes como un procedimiento, un modo de estudio, una
temática,… dentro de la investigación cualitativa; se ubicaría dentro del grupo de modos
alternativos de investigación. Por estas razones lo utilizamos en la investigación en
educación.
En la bibliografía existente sobre investigación cualitativa encontramos un eclosión
de modos de investigación basadas en las artes. Lo que tienen en común estos modos de
investigación es que al averiguar sobre la creatividad como contenido y su interpretación
como explicación del contenido, el participante en la investigación se fortalece, las
relaciones entre la investigadora docente y las y los participantes se incrementan y se
hacen más igualitarias, y el contenido es culturalmente más estricto y claro, ya que se
proporcionan tanto modos de conocimiento emocionales como cognitivos.
Queremos retomar para reforzar nuestra investigación la idea de Silverman (2000)
que considera que el fin de cualquier investigación es lograr acceder a lo que las personas
crean y no únicamente a lo que expresan. Llevamos las artes -el crear- al campo de
investigación. Esto nos permite trabajar con un método de investigación que utiliza
elementos de la práctica de las artes creativas, incorporando el crear arte por parte de la
investigadora, como modos de entender el significado de lo que creamos dentro de nuestra
práctica y de la enseñanza.
A través de las aportaciones de Barone y Eisner (2006), justificaremos las razones
por las cuales una parte de esta investigación se caracteriza como una Investigación
Basada en las Artes (IBA):
Utilizar elementos artísticos y estéticos.
Buscar otros modos de observar y significar la experiencia.
Tratar de descubrir aquello de lo que no se habla.
Tampoco intenta brindar alternativas y medidas que asienten las decisiones de
política educativa, cultural o social, sino que traza un diálogo más amplio y profundo
sobre las políticas y las prácticas pretendiendo descubrir aquello que a veces damos por
hecho y que es habitual.
El desafío del apartado de nuestra investigación basada en las artes es visualizar las
experiencias y los fenómenos a los cuales se destina su observación a partir de distintos
149
puntos de vista y plantearnos argumentos que otros modos de realizar la investigación no
nos ofrecen. En cierto modo, lo que nos ofrece la IBA es, en ocasiones, más proponer
más interrogaciones que dar contestaciones.
Cuando pensamos en la IBA no sólo lo hacemos fundamentando el uso de las
imágenes o representaciones artísticas visuales o performativas como mecanismo
principal de la representación de las experiencias de las personas, sino que también la
vinculamos con el manejo de discursos que nos permitan lograr el plan heurístico que esta
perspectiva nos facilita. Textos que permitan a los lectores plantearse razones
significativas y no perder de vista en ellos a forma de espejo que les pregunta.
Con estas técnicas en los textos nos proponemos mostrar un paisaje como si fuera
visionado por vez primera, al mismo tiempo que nos permite favorecer un conocimiento
a partir de la empatía por parte de los lectores. En el siguiente cuadro mostramos los tipos
de textos con los que nos podemos encontrar. Según Barone y Eisner (2006) hay tres
modos de lenguaje, o tres tipos de textos, a los que se suele recurrir en la IBA y que se
resume en la siguiente ilustración.
TEXTOS
EVOCATIVOS
Incitan la imaginación.
TEXTOS
CONTEXTUALES
TEXTOS
VERNACULARES
Manejan metáforas y
descripciones densas
procedentes de la
observación, sin utilizar
términos de argot.
Incorporados con
experiencias vividas, con el
lenguaje de la gente, con la
finalidad de atraer a aquellos
y aquellas que no suelen
interesarse por la
investigación.
Descubren las
Facilitan que los
complejidades de un
lectores rellenen los
espacios disponibles del suceso, representación o
contexto.
texto con significados
personales.
Persiguen una representación
polifónica, que descubre las
historias personales.
Tabla 2. Tipologías de textos.
150
7.3 Directrices de esta investigación basada en las artes
Tal como hemos ido señalando, la Investigación Basada en Artes (IBA) no se
fundamenta únicamente en la manejo de formas visuales, sino de distintos recursos con
valía artística o estética. Esto ha significado admitir, de un modo sistematizado, el manejo
no exclusivamente de diferentes modos de escritura, sino asimismo la mezcla de diversos
modos de narrar en un documento de investigación.
Esta tesis desde la perspectiva literaria:
Trata de vincular en una narración los diversos modos de vivencia de las personas,
manejando para ello la inclusión de diferentes tipologías de narraciones con el objetivo
de que las historias que se presentan no contengan únicamente las experiencias de quienes
hablan sino que permite a los lectores hallar lugares en los cuales pueden ver manifestadas
sus propias narraciones.
Dos referentes de la investigación narrativa, Clandinin y Connelly (2000),
concretan como una particularidad de esta perspectiva metodológica la representación del
investigador como alguien que está dentro, que mantiene narraciones y no únicamente las
acopia, que se expone como un protagonista sensible e inevitablemente con dificultades.
A partir de esta postura, lo que creamos con la investigación narrativa no es estrictamente
conocimiento, sino un discurso, una narración que cualquiera puede leer, y es justamente
ahí donde convive un horizonte de correlación esencial: relatar una historia que permita
a otros contarse la suya. La finalidad sería provocar y desatar diferentes narraciones.
Esto ha supuesto enormes avances para la reconstrucción de la relación
investigadora-investigados-lector y ha situado la metodología narrativa con serenos
vínculos deconstruccionistas. En esta dirección, la investigación narrativa de esta tesis
abre, entre otras, las subsiguientes expectativas en la narración:
Dejar lugares que puedan ser llenados u ocupados por los diversos lectores
Evitar la invención perfecta que simbolice de modo unívoco el entorno
Visibilizar el metarrelato y que ofrezca sentidos variados al recorrido
investigador
Proporcionar la experiencia al lector de acabar la narración.
Los discursos evocativos son los que poseen el suficiente ímpetu para que el lector
se ubique dentro de la experiencia (Denzin, 1997). Las narrativas evocativas que se
encuentran en esta tesis tienen el propósito de estimular y despertar. De esta manera es el
lector quien consigue pensar si es una experiencia probada, verosímil o viable y a su vez
transformadora y así sentir motivación por reflexionar sobre las experiencias descritas
151
desde las entrevistas relatadas y con el relato de estudio de casos que propone la
investigación.
A partir de estas proposiciones, lo que se visibiliza, y la IBA asume como una de
sus condiciones, es que el sentido de la experiencia ocurre, como nos dice Tomm, en
modo de relatos tanto textuales, como visuales y también performartivos, en la medida en
que “nosotros, como humanos, no sólo damos significado a nuestra experiencia al narrar
nuestras vidas, sino que también tenemos el poder de ‘representar’ nuestros relatos
gracias al conocimiento que tenemos de ellos” (Tomm, 1993: 12).
Esta tesis desde la perspectiva artística:
El manejo de caracteres artísticos visuales compone una de las principales
perspectivas de la IBA. Por ello en el desarrollo de esta tesis se incorporan imágenes ya
que se considera efectivo poner en relación discurso y visualización con el objetivo de
evidenciar más lo que se muestra de modo escrito. Esta correlación que se plantea tiene
el propósito de ilustrar complementariamente: el texto ilustra la fotografía, la fotografía
ilustra el texto. El reto de esta investigación es tratar de desplegar en paralelo narrativas
de texto y visuales y que se complementen, entretejan y permitan que surjan espacios a
partir de los cuales se puedan establecer distintos significados y relaciones. De esta forma
la narración visual y la textual se integran. Las imágenes ayudan a visualizar el contexto,
mientras que la narración, origina una polifonía, a partir de otra esfera sobre el contexto.
Las representaciones artísticas dibujos y fotografías ejercen como recursos intermediarios
que viabilizan diálogos y vínculos con el instinto de las personas y con sus nexos
culturales. El interés de la investigadora está en la comprensión que se origina, en
requisitos de la metodología narrativa, proporcionar distintas visualizaciones que
conciban conexiones con los relatos y vínculos presentados.
Esta pretensión ilustrativa se utiliza con la finalidad de crear conocimiento, al situar
en relación y desvelar mediante diferentes estrategias lo que la imagen recoge con lo que
también aportaría información a nuestra investigación ya que nos ayuda a hablar a través
de las imágenes.
La investigadora desea reflejar a través de la escritura y la fotografía una
comprensión de los hechos y mostrar cómo diversas cuestiones interconectadas de su
experiencia en los casos mostrados y las entrevistas afectaron a su comprensión teórica y
pedagógica. Aunque la investigación aborda casos experimentados por la autora no
pretende ser una investigación que se mire modo autocomplaciente y hable de ella misma.
Es más, por el contrario, explica y rodea otras incertidumbres. Si bien es un estudio de
los proyectos realizados por ella misma en colaboración siempre con un amplio grupo de
profesionales y de su propio alumnado, esto ha ayudado a definir un encadenamiento de
conocimientos reales y cognitivos en la investigación. También se explora cómo una
educadora puede conseguir una educación cooperativa y trabajar desde el juicio crítico y
desde el posicionamiento de las personas participantes. En gran medida lo que se procura
es indagar sobre estudios pedagógicos que conjugan la relación entre educación a través
152
del arte integrando las distintas instituciones educativas tratadas, museos, escuelas y
universidad.
La fotografía habla por sí misma y sirve a la investigadora para instalarse en el
contexto desde el que se va construir la narración. El desarrollo del texto, mediante el
estudio de casos permite el espacio de relación pedagógica. La foto, por sí misma, puede
remitir a múltiples contextos. Sin embargo, el uso del texto delimita los significados,
desde los que se invita al lector a construir otras relaciones en las que situarse ante los
actores de la narración.
Esta tesis desde la perspectiva performativa
Esta tercera tendencia de la tesis forma parte de una metodología de investigación
que se centra en la práctica, en la acción artística, a partir lo que se ha llegado a denominar
como estudios performativos.
Lo que se pretende con este pauta de relato performativo es, como apunta Vidiella
(2005) es hacernos pensar sobre nuestras enfoques, orientaciones, sobre nuestros roles
como creadores y/o espectadores, colapsando los límites entre artista-obra de arte; artistaespectador y obra-espectador. La relación entre artista, sujeto y público nos alienta a
pensar sobre los métodos a través de los cuales elaboramos historias e historias del arte,
para reflexionar los modos en los que entendemos cómo tiene lugar el significado, y
abriendo de este modo la subjetividad como algo específico e implicado en redes de
relación”. Lo relevante para la tesis de esta perspectiva es que facilita la vigilancia de
modo prioritario al papel del cuerpo en la narrativa, clave para investigar la experiencia
performativa relacionada con las artes visuales y la docencia. Como relata Spry (2001),
la noción de performance es un modo de transgresión que propone un tipo de narración
que habla a partir de uno mismo y no de uno mismo. Esta perspectiva se ubica en relación
con la investigación postmoderna, conectada con la fenomenología de la experiencia y la
autoetnografía, que pone el acento en el acto de comunicar una experiencia en la que la
investigadora está implicada, hasta el punto de que es la experiencia de la propia
investigadora.
Desde la investigación performativa y durante el desarrollo de esta tesis hay una
preocupación por el discurso, la escritura, el testimonio, la corporeización de las personas
que narran las experiencias para la configuración de significado. La escritura se convierte
precisamente en un medio a través del cual se recrea experiencia en la que la investigadora
se halla insertada y en su relación con otros y otras. La narración performativa de esta
investigación se dispone precisamente en lo que Denzin (1997) especifica como poéticas
etnográficas que adquieren fines análogos a los fines del arte: esperan tocar al espectador,
rememorar emociones, y aportar perspectivas alternativas de percibir el mundo.
Investigar sobre la aparición de mi persona presume aprender sobre y a través de la
narración, sobre todo en el momento que se está pensando y escribiendo.
153
Pero en mi caso, como profesora que escribe en algunos momentos del desarrollo
de esta tesis como una autoetnógrafa para poder repensarse como docente, supone
igualmente preguntarse sobre el lugar de los cuerpos en la escuela, en el museo y en la
universidad. Vislumbrar cuáles han sido los mecanismos de inclusión de las personas en
nuestro sistema educativo de la escuela y la universidad y qué relación guardan con el
museo y la invisibilidad de la relación de los sujetos pedagógicos que se encargan de
fomentar estos vínculos. Supone investigar cuáles son los medios que abren las
experiencias y las prácticas sobre performatividad para repensar esos espacios educativos
como lugares de encuentro entre sujetos con su biografía y sus raíces.
7.4
A/r/tografia
Expondremos por último la relación de la metodología de investigación de esta tesis
con la tendencia denominada A/r/tography (Berridge, 2007; Irwin, 2004; 2006; Irwin et
al. 2006; 2007) que se ha originado y extendido a partir de los trabajos de un grupo de
investigadores e investigadoras en el campo de la educación y las artes visuales en la
Universidad de British Columbia (Canadá).
A/r/tography es una metodología de investigación de las artes que hace hincapié en
cuestiones vitales y en la práctica reflexiva a través de la indagación de los espacios
intermedios de la creación artística/investigación/enseñanza. Rita Irwin (2004) explica
que A/r/tography se basa en los tres reinos de conocimiento de Aristóteles: Theoria
(saber), praxis (hacer), poiesis (construir). Los a/r/tógrafos, tienen múltiples roles, como
el de investigador, el de artista, y el de profesor, prestan atención a lo intermedio, donde
los significados residen en el uso simultáneo del lenguaje, las imágenes, materiales,
situaciones, espacio y tiempo (y crean) las circunstancias que producen conocimiento y
comprensión a través de procesos repletos de investigación artística y educativa. (Irwin y
Springgay, 2008: 19-26). Una de las contribuciones destacadas de sus trabajos es el
énfasis que adoptan en la ineludible concordancia entre los modos artísticos y los
narrativos.
Rita Irwin, reseña que estar implicado en el proceso de la a/r/tography “significa
indagar en el mundo a través de un continuo proceso de hacer arte en cualquier forma
artística y escrita de manera que no estén separadas ni sean ilustración una de la otra,
sino que estén interconectadas y entretejidas una con la otra para crear significados
nuevos y/o relevantes”. En esta misma dirección Rita Irwin apunta que la a/r/tography
“es un lugar donde conocer, hacer y producir se unen en una zona fronteriza que también
puede llamarse mestizaje”. “Un lugar donde la integración en y el flujo entre lo
intelectual, el sentimiento y la práctica tienen lugar a través de la recreación, la
indagación y el reaprendizaje de la comprensión del mundo y de nuestras experiencias y
memorias”. “Este espacio de mestizaje, que se nutre de ideas modernas y postmodernas,
es un lugar de relación y metonimia donde el pensamiento dialógico y la metáfora
sustituyen a los dualismos, y donde las diferentes estéticas se utilizan como vehículos de
significado más que de mostrar hechos” (Irwin, 2004: 28-35).
154
Incidiendo en el pensamiento de la interconexión entre fotografías y dibujos y
textos narrativos, Springgay, Irwin y Kind presentan la a/r/tography “como un
perspectiva de interpretación del sí mismo (self) a través de una indagación viva entre
arte y texto. Es una investigación que da más que un simple significado a nuestra
experiencia; sus fundamentos están en las pérdidas, los cambios y las rupturas que
permiten que emerjan nuevos significados”. Este doble significado incluye la creación de
arte y palabras. No son, por tanto “discursos que se colocan uno sobre el otro con la
esperanza de transferir un significado de un campo textual al otro; más bien son
interconexiones que hablan en conversaciones con, en y a través del arte y el texto, de tal
manera que estos encuentros son constitutivos más que descriptivos” (Springgay, Irwin
y Kind, 2005: 899).
A/r/tografía es por tanto una metodología de investigación en artes que enfatiza la
investigación de vida y de reflexión práctica. A través del examen de los espacios “inter”
de la creación artística / la investigación / la docencia. Los A/r/tógrafos, tienen múltiples
funciones como investigadores, artistas y profesores:
Deben prestar atención a la in-entre, donde los significados se encuentran en el
uso simultáneo de lenguaje, imágenes, materiales, situaciones,
Considerar el espacio y el tiempo y crear las circunstancias que producen el
conocimiento y la comprensión de los procesos a través del arte y la
investigación educativa.
Además, Rita Irwin y Stephanie Springgay (2008) explican que a/r/t/ografía no
puede limitarse al estudio de la mecánica de hacer arte, ni puede ser definida simplemente
como múltiples identidades. A/r/tógrafos están conectados, no separados de la
investigación, ni de los procesos de la técnica y de enseñanza.
Derivado de los trabajos de Gilles Deleuze y Félix Guattari (1987), la a/r/t/ografía
se describe metafóricamente como rizomática, que permite múltiples puntos de entrada y
salida, no jerárquica. Según explican en la web (www.artografia.net ), la a/r/tografía se
interesa por los espacios de conocimiento situados en la intersección de las identidades
del artista, el investigador y el educador. Propone la interrogación sobre lo que puede
significar hacer arte, educar e investigar cuando las tres prácticas se entrecruzan como
procesos de indagación vital.
Dedicarnos en el desarrollo de esta tesis a la práctica de una investigación
a/r/tográfica ha significado indagar a través de un transcurso continuado de creación de
arte en cualquier formato, comprobando que la escritura no se separa de lo ilustrativo,
que están interconectados y se va tejiendo a través de las palabras y las imágenes para
crear significados mejorados. La a/r/tografía es una metodología de contigüidad, de
investigar viviendo, donde se incorporan las metáforas, metonimias, reverberaciones y
con una condición de indagación en estética relacional.
155
En el tránsito de la investigación se producen entendimientos e intercambios entre
el arte y el texto, y entre las identidades concebidas de artista/investigadora/profesora.
Pero además la a/r/tografía es social desde el momento que implica a grupos de personas
y comunidades que juntos participan en la investigación compartiendo. Es un acto de
profesionales y alumnado crítico, lo que ayuda a articular una evolución de las preguntas
de investigación, llegando a conseguir presentar sus (nuestras) obras colectivas
evocadoras y provocativas hacia los demás.
7.5
Un breve extracto de las primeras percepciones: situándome como a/r/tógrafa.
Una primera pregunta: ¿Cómo se empieza una tesis con características artográficas?
La ayuda surgió de la lectura de las palabras de Carl Leggo
(/lled.educ.ubc.ca/profiles/carl-leggo/ http://artography.edcp.educ.ubc.ca/?p=31) que me
conmovieron, y a partir de ahí descubrí que las posibilidades eran innumerables.
“Cuando me entrevisté en marzo de 1990 por un puesto en el Departamento de
Lengua y Alfabetización Educación de la Universidad de la Columbia Británica,
le expliqué que yo era un poeta, educador y académico con un gran interés en la
promoción de la poesía y la escritura creativa, y especialmente formas de apoyo
a la investigación educativa, la teoría y la práctica, asistiendo a las cuestiones de
discurso poético y saber poético. En mi enseñanza, la investigación y la escritura,
he seguido promoviendo el valor significativo de asistir a la lengua desde
perspectivas creativas. Me he comprometido a explorar las intersecciones
animadas entre el discurso crítico y discurso creativo. Con demasiada frecuencia
en la academia, las artes creativas se separan de las disciplinas de las ciencias
sociales. Mi objetivo es abrir espacios para las artes creativas para informar a la
investigación en educación. En los últimos años, con mucho gusto me he llamado
a/r/grafo, y como artista e investigador y maestro, me seguirá tratando de
entender cómo la poesía es una práctica del lenguaje y la alfabetización que
pueden fomentar la esperanza y sabiduría para vivir de manera más eficaz y
productivamente en el mundo. Como educador, estoy convencido de que todos
nosotros, los estudiantes, los profesores, los padres, artistas, administradores
tenemos la necesidad de atender a múltiples formas de conocer y llegar a ser. La
poesía ofrece maneras significativas para el aprendizaje y la práctica de nuestra
vida en el mundo”.
La A/r/tografía pues, nos invitaba a participar activamente, subjetivamente y
totalmente con nuestro trabajo y nos permitía además incluir el trabajo de otros, y así, con
esta idea no sólo únicamente en la mente sino también en el corazón empezamos a decidir
que es la metodología que más se adecuaba a nuestras necesidades. La a/r/tografía nos
abría un mundo de posibilidades. Se trataba pues de polarizar las identidades artista156
investigadora-profesora, ya que nunca trabajé únicamente para mí y no podía separar las
partes de mí misma. Al igual que muchos educadores siempre he sentido que enseñamos
lo que somos. Esta metodología me permitía ser yo en comunidad, ya que es así como
surgen los procesos creativos de los estudios de caso que presento, con sentido ético y
haciendo resonancia colectiva. El trabajo se encuentra en las intersecciones del arte y la
investigación con gran interconectividad.
Realizar una tesis con un punto de vista a/r/tográfico nos permitía intentar una
contribución no sólo a la investigación de artes visuales, sino también al ámbito
interdisciplinar y basado en las artes de investigación y pedagogía más ampliamente
transdisciplinares. Ha permitido la apertura de nuevos espacios para la colaboración, y la
transformación de la forma en que concebimos y realizamos nuestro trabajo (por ejemplo,
véase Bagley y Cancienne, 2002; Barone y Eisner, 2012; Knowles & Cole, 2008; Leavy,
2009).
Durante la última década la a/r/tografía se ha desarrollado como un conjunto de
prácticas de investigación basadas en las artes dentro de la investigación en educación,
pero ahora se extiende a través de las fronteras disciplinares (por ejemplo, véase Irwin &
de Cosson, 2004 ; Sinner, Leggo, Irwin, Gouzouasis, y Grauer, 2006 ; Springgay, Irwin,
Leggo, y Gouzouasis, 2008 ). Este deslizamiento y esta expansión son apropiadas, es un
acto de interdisciplinariedad. Rita Irwin escribe que hay espacios entre y espacios entre
el inter. Existen múltiples fronteras difusas.
La A/r/tografía fusiona las imágenes y el texto, sin establecer jerarquías, con el fin
de abrir y crear nuevos significados y fantasías. A través de la metáfora, la yuxtaposición,
la presencia y la ausencia, las reverberaciones y el exceso, el matrimonio de textos en
diferentes medios y la fusión de diferentes formas de conocimiento, se crean significados
múltiples, que reflejan y refractan lo velado. También hay una fuerte corriente de justicia
social que atraviesa la metodología artográfica, realización de obras por las personas
invitadas, permitiéndoles co-crear e imaginar lo imposible y lo posible. También permite
forjar nuevos espacios para la conexión de espacios entre los espacios, es decir, creación
de nuevos espacios en las grietas.
Dentro de la investigación educativa que se realiza en esta tesis me interesa la
a/r/tografía como metodología de investigación basada en las artes ya que se preocupa
por los espacios de conocimiento situados en la intersección de las identidades de la
artista, la investigadora y la profesora. Propone la interrogación sobre lo que puede
significar hacer arte, educar e investigar cuando las tres prácticas se entrecruzan como
procesos de indagación vital. Se trata de escribir e investigar con metodologías artísticas
para explorar de otras maneras cuestiones sobre educación y repensarlas. A diferencia de
la investigación basada en las artes, que utiliza metodologías cualitativas, concluye
representando de forma artística lo que se ha indagado. La a/r/tografía reclama la
aproximación artística durante el proceso de investigación invitando al movimiento: una
pregunta inicial que va desplazándose, alguien que al investigar se sorprende, personas
157
atentas a lo que sucede entre ellas… la propia experiencia de indagación es lo que se
valora desde la a/r/tografía.
Rita Irwin (2004), su ideóloga, concibe el a/r/tógrafo como provocador de
situaciones en las que junto a otras personas ensaya una mirada intersticial. Consideramos
que es justamente la atención a este espacio no etiquetado, ni esperado, lo que convierte
la a/r/tografía en un trampolín perfecto para realizar el desarrollo de los estudios de caso
presentados en esta tesis.
Rita Irwing y Stephanie Springgay describen seis interpretaciones de a/r/tografía:
Contigüidad: prestar atención a los espacios intermedios entre el arte, la
educación y la investigación, entre “arte” y “grafía”, y entre arte y a/r/t/e.
Investigación de vida: prestar atención a la complejidad y las contradicciones
de las relaciones entre la gente, las cosas, y el entendimiento de las experiencias
vitales.
Aperturas: prestar atención al diálogo y al discurso.
Metáfora y Metonimia: prestar atención a las nuevas conexiones y relaciones
entrelazadas.
Reverberaciones: prestar atención a los cambios en un nuevo significado, nueva
conciencia y nuevos descubrimientos.
Exceso: prestar atención a lo que está fuera de lo aceptable.
Esta lista no es exhaustiva, porque a/r/tografía es un interminable e incompleto
proceso de investigación, a/r/tografía permanece abierta a la reinterpretación de las
interpretaciones y al descubrimiento de otras nuevas. La interpretación no debe
confundirse con los métodos. Mientras los métodos son organizadores de procedimientos
para la recopilación de datos, las interpretaciones organizan conceptualmente ideas. En
resumen, las interpretaciones no tratan de recopilación de datos (o reproducción/copia de
una pieza de arte) sino más bien se aproxima a una investigación a través del proceso de
creación artística.
La interpretación a/r/tográfica de contigüidad examina los espacios intermedios de
una idea en contacto con otra o estando adyacente, o en presencia de otra. La búsqueda
de espacios intermedios perturba el pensamiento dualista y alienta la interconectividad de
las diferencias sociales y culturales, opuestas y desconocidas. Por lo tanto, los espacios
intermedios “no son simplemente una localización física o un objeto sino un proceso, un
movimiento y desplazamiento de significado” (Irwin y Springgay, 2008: 20).
158
7.6 ¿Por qué nos interesa la a/r/tografía como metodología de investigación en la
tesis?
Una de las preocupaciones a lo largo del desarrollo de la tesis ha sido evitar
enmarcarme en alguna perspectiva o paradigma. Como contrapunto la a/r/tografía nos
resultaba un trampolín para pensar y hacer, un trampolín que nos impulsa hacia alguna
parte… Una mirada intersticial atenta a lo que (nos) sucede al rozar con otras personas;
una mirada que interroga los cruces habituales entre arte y educación; ¿Cómo podríamos
repensar la escuela, el museo y la universidad desde una aproximación a/r/tográfica?
En mi trayectoria que transita desde ser maestra hasta profesora universitaria en el
campo de la Cultura Visual, he ido explorando métodos que me permitirían incorporar el
arte en el trabajo de investigación. Esta curiosidad me ha llevado a conocer trabajos de
Investigación basada en las artes y reconocía en los procesos y formatos posibilidades
para vincular lo académico con lo artístico. Cuando empecé a leer sobre la a/r/tografía
sentía una afinidad con el énfasis que pone en la práctica artística como elemento central
de la investigación. La a/r/tografía hace referencia a una materialización artística del
resultado. De este modo, para la investigadora la a/r/tografía es un desafío. En el
desarrollo de esta investigación esperamos poder explorar el uso de esta metodología
tanto en mis trabajos como en el de otros.
La a/r/tografía se basa en las prácticas artísticas y pedagógicas contemporáneas.
Muchos artistas contemporáneos ponen en tela de juicio la primacía del objeto y sugieren
que el proceso es tan importante o más incluso que el objeto. Mientras que una a/r/tografía
no descarta un producto (creación o documento teórico), el foco principal está en el
proceso de cuestionamiento, la indagación de vida, el compromiso, la contemplación, la
acción.... Habita en espacios intermedios de los binarios existentes, en ambos al mismo
tiempo y no existentes en ambos. No es “o” pero si “y”. Es un lugar rico para la
exploración, la creación, la imaginación y con posibilidades de preguntarse a través de la
práctica artística. Y, sin embargo, para garantizar la vertiente investigadora, es necesario
tener alguna forma sistemática de recogida de información, de examinar las ideas de uno,
de hacer preguntas difíciles, y hacer frente a situaciones desafiantes. Aunque en
a/r/tografía el arte capta nuestra atención en primer lugar, el profesor y el alumno no
pueden ser ignorados. Sus prácticas deben llevarse a cabo con el mismo vigor, las mismas
preguntas, las mismas rupturas, la misma exploración. Así como artistas contemporáneos
nos llevan a repensar la primacía del objeto, pedagogos contemporáneos nos llevan a
repensar la primacía de cada estudiante, o la institución de la escolarización. En ambos
casos, buscamos más allá de lo que hemos conocido antes y volver a buscar lo que aún
no hemos experimentado. El proceso de cuestionamiento y de búsqueda se convierte en
el punto focal.
La a/r/tografía es la metodología de investigación que consideramos está
perfectamente ubicada para adoptar, desarrollar y problematizar pedagógicamente en esta
tesis, al igual que se convierte en un programa de formación docente. La A/r/tografia es
159
una forma híbrida de la investigación-acción basada en la práctica dentro de la educación
y las artes, que se basa en las prácticas profesionales de los educadores y los artistas, ya
que en esta propuesta se afirma que se utilizan en un contexto de formación docente y así
poder realizar la investigación utilizando sus sensibilidades y capacidades artísticas y
pedagógicas en su desarrollo profesional, comprometido en la comunidad, utilizando las
formas dialógicas de la investigación. Convertirse en una investigadora de la pedagogía
a través del arte requiere de un compromiso con el aprendizaje, la investigación, la
curiosidad y el coraje de cambiar. También hay que recalcar que el profesorado,
utilizando esta metodología, puede aprender a aprender e informarse a través de los
marcos disciplinares e interdisciplinares de la mente.
Necesitamos un nuevo enfoque para aprender a aprender a medida que se adopta
una disposición para adecuar las prácticas pedagógicas. Esta investigación tiene el
potencial de avanzar en el conocimiento de la educación artística del profesorado y así
poder influir profundamente en las próximas generaciones. El impacto de la adopción del
arte y la práctica pedagógica a través del arte en la educación con un enfoque basado en
la investigación consideramos que mejorará las vidas creativas e intelectuales de las y los
individuos, y por lo tanto, en última instancia, podría afectar a la economía basada en el
conocimiento creativo.
7.7 ¿Qué aporta a esta tesis la investigación basada en las artes (IBA)?
Es necesario hacer valoraciones de qué es lo que la IBA nos aporta para repensar el
sentido y el fin de esta investigación. Tomando como referentes a Weber y Mitchell
(2004) para valorar dichas aportaciones concluimos que serían las siguientes:
Reflexividad: Enlaza las distancias entre el yo y el nosotros, procediendo como un
espejo. Por su propio entorno, la expresión artística asimila y revela talantes del yo y nos
sitúa en concordancia con cómo verdaderamente nos creemos, miramos y procedemos,
logrando llevarnos a una mayor profundización de la disertación de una misma. De modo
paradójico, tales circunstancias al tiempo que nos sitúan en una escenario de performance
autobiográfico, de la misma manera nos transportan a mover un paso atrás y a mirarnos a
partir las nuevas situaciones afines a los adecuados medios de
investigación/representación que manejamos, ampliando el potencial de un estudio más
profundo del yo.
Tal como señala Alexander (2006: 67) esto origina una gran reflexividad crítica, en
la medida en que ocurre el proceso en el que la autora hace públicos los procesos de su
propio trabajo, en una continua innovación y vigilancia, que supone una energía personal
y una performance cultural. También queremos recuperar aquí los planteamientos de
Eisner (1995: 1) en correspondencia con la estética como muestra inseparable de nuestra
necesidad de proporcionar sentido a la experiencia, y sus expresiones en correlación a
160
que las representaciones visuales nos permiten revelar aquello que sería difícil percibir a
través únicamente del lenguaje seriado y del numérico. Las metodologías de investigación
basadas en las artes nos auxilian para permitir aquello que es difícil de relatar con
palabras, como son los aspectos afines al conocimiento experiencial y en contexto, que
de otro modo persistiría velado, incluso para nosotros y nosotras.
El arte es una experiencia, que de modo simultáneo encanta a nuestros sentidos,
agitaciones e inteligencia. Es popular, no consigue fácilmente ser inadvertido, solicita la
curiosidad de los sentidos, de la emoción y del intelecto. La razón por la cual precisamos
y creamos arte tiene que ver con la capacidad de concebirnos vivos y vivas y de revelar
lo que no éramos conscientes que sabíamos y que sabemos, o lo que percibimos que antes
no nos habíamos dado cuenta, incluso cuando está presente frente a nosotros y nosotras.
Consideramos que ello es debido a que lo visual y lo artístico consiguen una respuesta
tanto multisensorial y emocional como intelectual; puede incluso ser más creíble que
numerosos argumentos escritos y por tanto creemos que tiene un mayor dominio. Las
imágenes o experiencias de esta tesis poseen una referencia emocional y perduran con
nosotros, tal vez veladas en nuestro inconsciente, para brotar e incitar a una respuesta más
pausada. El manejo de formas artísticas de representación amplía la posibilidad de
descubrir una voz o de poseer una huella, bien sea positiva o negativa en el
lectora/visualizador/comunidad, y sobre todo, en nosotros mismos.
Las narrativas que la investigadora construye sobre sus recorridos en relación con
las artes y las instituciones, le ayudan a construir un relato visual y textual que permite,
de una forma holística, modos de conocimiento que no potenciarían únicamente de forma
escrita. A través de una pincelada y un tejido visual, mostramos lo que de una persona
logra resonar en la vida de muchos y muchas.
La representación artística funciona como facilitadora de la empatía y nos permite
percibir a través de la contemplación de la investigadora-artista. Escuchando, percibiendo
o apreciando los datos de una experiencia coexistida, sus tejidos y representaciones, nos
ayudan a realizar la documentación honesta y verosímil, y nos permite advertir cómo la
experiencia de la investigadora-artista se nos muestra cercana. Como escribió Eisner
(1995: 3), la obra perfilada de modo artístico provoca una singularidad, pues muestra lo
que es universal por medio de la creencia de la narración de lo particular. En cuanto con
más detalle se facilite la información del contexto de la experiencia y las interpretaciones
de la investigadora, mejor se permitirá a la audiencia entender cómo logra o no emplearlo
en su práctica, y cuanto más honesta surja la obra mejor permite al observador concluir o
percibir por sí mismo.
La investigadora potencia que lo habitual surja como extraordinario, en la
disposición en que induce, transforma y deaactiva intransigencias, transportándonos a
imaginar nuevos modos de conocer o crear sucesos. Como observa Grument “lo estético
se distingue del fluir de la experiencia diaria, de las conversaciones por teléfono, del
paseo a la tienda de la esquina, sólo por la intensidad, la ‘complitud’ y la unidad de sus
161
elementos y por una forma que reclama un nivel de percepción que es, en sí mimos,
satisfactorio” (Grument, 1988: 88).
Proporcionar una desconocida circulación simbólica a los sucesos habituales
conmueve puesto que no tenemos quién nos salvaguarde de lo insignificante. Esto hace
que sea una defensa intensa para traspasar nuestras apreciaciones cotidianas y deriva en
que las instalaciones, las performatividades, o las fotografías exponen de un modo distinto
los hechos frecuentes que nos envuelven, en este caso la escuela, la universidad o los
museos, aportándoles desconocidos significados. Esto ha supuesto dar cuerpo a las ideas
y provocar contestaciones corporeizadas; no somos únicamente ideas, sino seres de carne
y hueso que asimilamos a través de nuestros sentidos. Las metodologías visuales ayudan
a los investigadores a percibir sus cuerpos y los de los estudiantes y a comunicar el
análisis elaborado y las teorizaciones que supongan la enseñanza y el aprendizaje como
prácticas corporeizadas.
De acuerdo con lo que plantean Williams y Bendelow (1998) los modos artísticos
de representación nos proyectan un reto refrescante e inexcusable frente a las formas
dominantes de la perorata académica. El manejo de códigos culturales considerablemente
compartidos y de imágenes muy conocidas hace que algunas expresiones visuales sean
más asequibles que lo que brinda el discurso académico. En la medida en que el fin de las
instituciones educativas es incitar a la discusión y crear pensamiento, al mismo tiempo
que significar la indagación a una audiencia más extensa, el uso de las artes visuales abre
diversas posibilidades al debate y a formar pensamiento.
En nuestro caso, en esta investigación, hace lo particular social, y lo personal
público. Al caminar hacia lo público empuja a la investigadora a ocupar un rol más
agitador. Como nos plantea Florence Krall “el camino interior se convierte en un proceso
continuado que lleva a una comprensión más completa de la condición humana. La autocomprensión no es sólo la reflexión de lo que somos sino de quienes somos en relación
con el mundo” (Krall, 1988: 199). Desde este posicionamiento nos apuntamos a que
cuando la intención del arte es traspasar la conciencia convenida y tradicional, las
representaciones artísticas reaparecen en medio para renovar los mensajes a los que
precisamos dar oídos y revelar a los otros para romper los relatos y enfoques
hegemónicos.
7.8 ¿Qué dificultades ha encontrado esta tesis en la Investigación Basada en Artes
(IBA)?
En el desarrollo de esta tesis no pretendemos hacer una defensa únicamente de las
aportaciones de la IBA. Igualmente es preciso prestar atención a las disyuntivas a las que
nos desafía. Por eso nos parece inevitable asimismo aprender de las críticas que recibe la
IBA, para así aprovechar el panorama de la valoración de este paradigma de
162
investigación. Tal como nos plantea Eisner (1997) nos encontramos con una sucesión de
problemas metodológicos que se descubren en esta perspectiva de investigación. También
hacen referencia a este tipo de dificultades Denzin y Lincoln (1998: 152) que consideran
que los procesos que se centralizan en las prácticas personales tienen que ir “hacia dentro
y hacia fuera, hacia delante y hacia atrás”, lo que requiere una continua elasticidad en el
transcurso de la narración. Además, al utilizar también productos artísticos para
desarrollar la investigación se crean más lagunas y puestas en escena de probabilidad que
juicios acabados o soluciones. Sin embargo esto, desde nuestro punto de vista, es lo que
permite que diferentes personas logren hallar lugares de vínculo con una imagen. Pero no
podemos olvidar que el transcurso artístico además implica circular entre mutismos,
períodos de acción, de escucha, de diálogo, de miradas, de ideologías, y entre las grietas
y las vínculos entre todo lo antepuesto.
Lo que estamos razonando es que no es una labor fácil, y ha implicado decidir entre
lo que hemos querido decir y se expone y el modo en que lo decimos y mostramos; hemos
tenido que tomar decisiones alrededor de qué manifestaciones se incluían y cuáles se
velaban. Pero también nos ha supuesto conservar una elasticidad en los relatos que
descubriese lo que de otro modo subsiste oculto. Algo que en esta investigación espero
que hayamos conseguido. A todo lo que hemos expuesto queremos también añadir otra
serie de dificultades que son propias del proceso que trae consigo este tipo de
investigación, según señala Sclater (2003) los obstáculos que surgen al tratar de concretar
los contornos de la IBA, y que pasamos a sintetizar a continuación:
La calidad artística
Mullen (2003) escribe que uno de los objetivos de la IBA es concentrarse en el
proceso de cómo expresar el contexto de las realidades vividas más que exponer
resultados finales distanciados del contexto de su creación. También expone Mahon
(2000) que lo que determina el componente estético de la IBA no es una condición
inseparable y fundamental sino que pertenece a un tejido social más extenso, el cual a la
vez transforma y es trasformado por el resultado artístico y alrededor del cual siempre
hay una cruzada en las discrepancias a la hora de descifrar sus significados.
Al mismo tiempo nos apoyamos en las ideas de Mahon que reivindica el carácter
contextual y situacional de las expresiones estéticas y que razona que los lenguajes
estéticos tienen su adecuada especificad y no logran transportarse a una investigaciónacción, a una comunicación, o a descifrarse como transcripciones directas de
interacciones sociales. Es aquí donde se nos plantea un respeto principal en
correspondencia a las demarcaciones de la calidad artística de lo manifestado en la
investigación. La calidad artística en la IBA no reconoce un criterio elitista, sino que
prioriza su valía comunicativa. Es este el sentido que nos interesa, las reacciones que
incita la expresión artística son más significativas que la calidad artística tal y como se
proyectaría a partir de razones estéticas externas. En este sentido durante el desarrollo de
las experiencias nos parece más importante que predomine el criterio de comunicación y
163
de responsabilidad social sobre el de la destreza artística (Finley, 2003; Mullen, 2003;
Sclater, 2003).
La relación de la investigadora y sus participantes
Una cuestión que también queremos considerar en esta investigación es la de los
límites en correspondencia con los roles de artista, investigadora y facilitadora en las
actividades creativas. Esta cuestión la consideramos principal, pero se hace ineludible
afrontarla en el momento que la investigación gira alrededor de proyectos de mediación
artística que son cooperativos y colaborativos. En este sentido Mullen (2003: 117) insinúa
que precisamos hallar modos no únicamente de simbolizar de forma creativa a los otros,
sino de modo que nos permita representarnos a nosotros mismos. Nuestro desafío es ir
más allá de la elaboración de argumentos o imágenes impresionantes, y conseguir
activarnos a nosotros y a otros a la acción; de este modo la consecuencia de la
investigación y de la colaboración en ella, será regenerar nuestras vidas. Esta es una
cuestión que conseguimos cuando en el transcurso de la investigación colocamos a los
colaboradores en una situación que les permite exteriorizarse a través de sus roles que
hacen posible la cooperación mediante recursos que dominan, les da la posibilidad de
revelar sus emociones, y les prepara para su metamorfosis.
La relación entre el arte y las palabras
Como hemos señalado en el desarrollo de este capítulo encontramos una constante
en la bibliografía alrededor de la IBA, que es cómo debemos enfrentarnos a la relación
entre los elementos verbales y no verbales que se ponen de manifiesto en las
demostraciones, las representaciones artísticas y su interpretación en el tejido de la
investigación. Para respondernos a este transcendental asunto nos basamos en Mason
(2002) que sugiere un encuadre teórico que contemple, en cierto modo cómo nos
planteamos desde la a/r/tografía, la parte artística dentro del puzle de la investigación.
Esto supone que debemos considerar los elementos verbales y no verbales como técnicas
de triangulación de evidencias. Consideramos que no podemos perder de vista y que no
podemos olvidar por qué estamos circunscribiendo representaciones estéticas y pensamos
en qué medida el manejo de elementos visuales contribuye a resolver el puzle de nuestra
investigación. En este sentido retomamos la definición y relación que hacen entre dibujofotografía y las palabras Save y Nuutinen como “la creación de un campo con múltiples
interpretaciones, como la creación de una ‘tercera cosa’ que es sensorial,
múltipleinterpretativo, intuitivo, y siempre cambiante, evitando sellarlo con una verdad
final” (Save y Nuutinen, 2003: 532).
Además de las dificultades señaladas en la metodología de investigación de esta
tesis, es para nosotros muy importante razonar las siguientes cuestiones, para resolver
algunas de las críticas que ha recibido la IBA.
Consideramos que esta investigación está suficientemente fundamentada
teóricamente, evitando planteamientos inexpertos y acomodados.
164
Consideramos que es una investigación profesional con la aportación de
procesos de creación artística.
La investigación se adscribe a la Investigación Basada en Artes estableciendo
suficientes vínculos con las disciplinas (artísticas, sociales, educativas…) a las
que hace referencia.
La investigación comunica de modo adecuado los resultados, afirmados en la
idea de que las imágenes o los textos consiguen hablar por sí mismos.
Levine (2004) considera que la Investigación Basada en Artes debe vigilar las dos
dimensiones de nuestro trabajo. Por un lado, proporcionamos en su desarrollo la claridad,
el orden, la forma, el significado y el método que se confía hallar en una investigación,
pero también se muestra la pasión, la sensualidad y la fuerza que son distintivos de las
artes.
Los relatos se caracterizan no únicamente para dotar de conclusiones sino también
para realizarnos preguntas selectas con relación a la metodología de investigación y la
educación en general. Con las narraciones no pretendemos engañar al lector o al
visualizador, haciéndole creer que lo que percibe o imagina es la única verdad. A lo que
aspiramos es a transferir las experiencias de un modo creíble.
De lo que estamos seguros es que llevar a cabo una Investigación Basada en Artes
nos representa descubrir la imaginación no únicamente en la formación de nuestros
conocimientos sino en el modo en el que llevamos a cabo nuestros proyectos. No tratamos
de encontrar una iluminación en la relación con la imagen, sino que lo que pretendemos
es que el modo de producir la investigación sea por sí mismo imaginativo. Esto nos ha
supuesto estar abiertos no sólo al conocimiento científico sino además a la imaginación
artística.
Por último queremos destacar que la plasmación del proceso produce no sólo una
visión diferente del problema de la investigación, sino también un renovado pensamiento
de la investigadora. Esto ha constituido un desafío que es contribuir a la educación con
esta tesis.
165
166
CAPÍTULO 8
OBJETIVOS E HIPÓTESIS, CLAVES METODOLÓGICAS Y PROCESO DE
INVESTIGACIÓN.
La realización de esta investigación para la tesis ha ayudado a avivar los sentidos
para formalizar los vínculos entre el inicio del itinerario profesional y lo que se trata de
hacer y ser como persona implicada en el ámbito de la educación. Ha ayudado a charlar
sobre la trayectoria de vida a través de la enseñanza- aprendizaje. También ha permitido
espacios para situar acontecimientos reales que se sitúan en los límites de la línea de
acción de la escuela, conectándolos con el museo y la universidad.
8.1 Objetivos e hipótesis
Pregunta hipótesis:
¿Conviene establecer vínculos entre los museos de arte, la escuela y la universidad?
Objetivo general de la investigación:
Establecer conexiones discursivas, prácticas, visuales y reflexivas entre las
instituciones museo, escuela y universidad.
Objetivos específicos:
Mejorar la labor como docente.
Desarrollar un recorrido conceptual sobre la temática de la educación en
museos, escuelas y universidad.
Brindar elementos metodológicos que permitan abordar la problemática de la
investigación museística y los espacios de encuentro entre universidad, museo
y escuela.
Favorecer el desarrollo de competencias profesionales vinculadas a la
educación a través del arte.
Propiciar un entorno apto para la discusión y el intercambio de experiencias,
avances y nuevos conocimientos en el ámbito de la vinculación de los museos,
las escuelas y la universidad.
Diseñar y elaborar propuestas pedagógicas y de comunicación enmarcadas en
la práctica profesional.
Desarrollar las bases que permitan articular las propuestas conjuntas entre las
tres instituciones educativas.
Plantear abiertamente distintas líneas de investigación basada en artes.
Abordar las complejidades de la investigación basada en artes (IBA) (Artsbased research- ABR).
Favorecer prácticas viviéndolas como proceso artístico desde la escuela, de
manera que vinculen al museo y la universidad.
Colaborar con artistas contemporáneos como cooperantes en el proceso artístico
y creativo de la comunidad.
Mostrar los proyectos realizados con el alumnado y demás participantes a través
de los cuales se deriva la cooperación entre las tres instituciones: museo,
universidad y escuela y reflexionar sobre ellos.
Establecer vínculos y suma de sinergias reales entre las diferentes instituciones
educativas.
Visibilizar una línea de acción docente basada en artivismo.
Favorecer, como profesora y gestora, actitudes positivas y vínculos
emocionales a través de experiencias artísticas con el contexto.
Arriesgar con un tipo de investigación más artográfica como posicionamiento
metodológico de esta tesis doctoral favoreciendo la consolidación de este
modelo de línea de investigación.
Búsqueda, divulgación y visibilización de pensamientos y teorías de expertos y
expertas, tanto los entrevistados como los consultados.
La construcción de la investigación se funda en torno a la hipótesis con el objetivo
de acercarse a la posibilidad de resolver los problemas planteados. En esta tesis:
ESPACIOS DE INCLUSIÓN E IMPLICACIONES EDUCATIVAS ENTRE
ESCUELA, MUSEO Y UNIVERSIDAD. ANÁLISIS DESDE LA INVESTIGACIÓNACCIÓN.
La hipótesis, ¿Conviene establecer vínculos entre los museos de arte, la escuela y
la universidad? combina teoría y práctica y nos lleva a plantear las siguientes hipótesis
secundarias:
La colaboración y cooperación conjunta tanto en el diseño de los proyectos
como en su conceptualización permite alcanzar sus fines.
La participación de profesionales internos y externos a la escuela en la
configuración y desarrollo de los proyectos favorece los vínculos entre
instituciones y por ende un espacio de aprendizaje colectivo.
La colaboración de artistas contemporáneos en el desarrollo de los proyectos
favorece la percepción de la educación a través del arte y rompe el
distanciamiento entre el arte y sus públicos.
Mediante el desarrollo de proyectos cooperativos entre la universidad, el museo
de arte y la escuela educamos a través del arte.
168
Realizando un proceso de análisis de la hipótesis principal y las secundarias así
como del objetivo general y los específicos de esta investigación trataremos de demostrar
la viabilidad de los dos proyectos presentados: Ser de huevos y Falla SOS y su repercusión
en las instituciones educativas: museo, escuela y universidad.
8.2 Identificación de los procedimientos de análisis de datos y técnicas de recogida
de información.
En la investigación de esta tesis el tratamiento y análisis de los datos no se realiza
de una única forma, sino que depende de los dos estudios que se han diseñado y de la
metodología y de la línea de investigación que se ha elegido. Todo ello ha sido para dar
coherencia y consistencia al trabajo que se deseaba realizar.
Por una parte los estudios de casos en investigación en acción y por otra la opinión
de los y las expertas mediante encuestas y grabación.
8.2.1 Estudio de Casos: Ser de Huevos y Falla SOS
Se realizará una descripción de cada caso detallando el proceso de trabajo y de
investigación, ofreciendo la información de las situaciones complejas que surgieron en su
desarrollo así como las relaciones que se establecieron con las personas e instituciones
implicadas. El objetivo es conocer, profundizar y así poder comprender la realidad
concreta investigada, los vínculos entre instituciones, así como las metodologías de
aprendizaje cooperativo.
La razón de la selección de estos dos casos es debido a las experiencias realizadas
en este ámbito de vinculación entre instituciones desde una concepción de escuela abierta
y que trabaja en contexto y la importancia que tiene la educación a través del arte desde
la organización cooperativa.
La educación está en continua reinvención o, al menos, convendría que lo estuviera.
Pensar en los proyectos como laboratorios de modernidad y actualización docente nos
ayuda como docentes a profundizar en las ventajas de las pedagogías rizomáticas y
colectivas. Además con el desarrollo de estos proyectos buscamos proyectar la actividad
educativa a espacios de exploración de arte para innovar y renovar contenidos,
metodologías y sistemas que enriquezcan la enseñanza en la educación infantil, primaria
y secundaria y proponer un aprendizaje cooperativo y multidisciplinar.
Por estos motivos expuestos, los dos casos se centran en analizar si es posible
vincular museo, escuela y universidad proporcionando espacios colaborativos. De este
modo con esta investigación abarcamos dos campos de conocimiento totalmente
imbricados, educación y arte, siempre desde una perspectiva multidisciplinar integrando
169
los diferentes objetivos y competencias que nos proponen los currículos de infantil,
primaria y secundaria.
Elementos estructurales del caso
El estudio de caso es una herramienta de investigación fundamental en esta tesis,
ya que nos ayuda a analizar temas y problemáticas actuales, hechos contemporáneos, que
constituyen algún ejemplo de problemática de la vida real educativa, en la cual la
investigadora no tiene control. Al recurrir a este método, la investigadora pretende
responder el cómo y el porqué, valiéndose de múltiples fuentes y datos.
Cabe mencionar que el estudio de casos, dependiendo de las y los autores, es una
concepción que comprende cuantiosos pensamientos sobre la investigación. De hecho, es
una expresión que sirve de protección para toda una extensa estirpe de métodos de
investigación cuya particularidad básica es la búsqueda alrededor de un ejemplo. Stake
plantea este tema cuando confirma que "existen muchísimas formas de hacer estudios de
casos". “El estudio de casos es el estudio de la particularidad y de la complejidad de un
caso singular, para llegar a comprender su actividad en circunstancias importantes"
(Stake, 2005: 11-12).
Recogidas las contribuciones de diversos autores y a partir además de nuestra
práctica investigadora, conseguimos subrayar un conjunto de particularidades
primordiales de los estudios de casos a los que hacemos referencia (Ser de Huevos y Falla
SOS):
1. Se realiza una descripción contextualizada de la esencia de estudio.
Consideramos que en ambos casos, su importante valor reside en mostrar las
relaciones entre dos circunstancias particulares y su contexto.
2. Son estudios holísticos ya que la investigadora observa y se inmiscuye en los
contextos con una mirada profunda y, además, trata de brindar un punto de vista
general de la causa de los casos de estudio, mostrando la complejidad de los
mismos.
3. Ambos casos manifiestan las particularidades y las características de cada una
de las circunstancias/escenarios a partir de descripciones densas y fieles a los
hechos de la investigación.
4. Los dos estudios de caso son heurísticos ya que intentan enfocarse a la
comprensión del lector sobre el hecho general de los objetos de estudio.
5. Sus enfoques no son hipotéticos, ya que se observa, se participa y se logran
conclusiones y se comunican.
6. En ambos casos, se concentran en las relaciones y las interacciones y, por tanto,
han exigido la cooperación de la investigadora en el acontecer y su desarrollo.
7. Ambos experimentan hechos contemporáneos examinando aspectos de utilidad
de los mismos, requiriendo de la investigadora una persistencia dilatada en el
campo.
170
8. Se dan en los dos casos procesos de pacto y negociación entre la investigadora
y los participantes de modo continuo.
9. Los estudios de ambos casos agregan variadas fuentes de datos y la
investigación de ellos se ha realizado de manera general y conectada.
10. Los indicios y la expansión de las conclusiones a otros casos nacen
principalmente de la labor de campo, lo que ha exigido una representación
meticulosa del proceso investigador continuado poniendo en práctica el
pensamiento inductivo.
Se realizará una descripción de cada caso detallando el proceso de trabajo y de
investigación, ofreciendo la información de las situaciones complejas que surgieron en su
desarrollo así como las relaciones que se establecieron con las personas e instituciones
implicadas. El objetivo es conocer, profundizar y así poder comprender la realidad
concreta investigada, los vínculos entre instituciones, así como las metodologías de
aprendizaje cooperativo.
La razón de la selección de estos dos casos es debido a las experiencias realizadas
en este ámbito de vinculación entre instituciones desde una concepción de escuela abierta
y que trabaja en contexto y la importancia que tiene la educación a través del arte desde
la organización cooperativa.
La educación está en continua reinvención, o al menos, convendría que lo estuviera.
Pensar en los proyectos como laboratorios de modernidad y actualización docente nos
ayuda como docentes a profundizar en las ventajas de las pedagogías rizomáticas y
colectivas. Además con el desarrollo de estos proyectos buscamos proyectar la actividad
educativa a espacios de exploración de arte para innovar y renovar contenidos,
metodologías y sistemas que enriquezcan la enseñanza en la educación infantil, primaria
y secundaria y proponer un aprendizaje cooperativo y multidisciplinar.
Por estos motivos expuestos, los dos casos se centran en analizar si es posible
vincular museo, escuela y universidad proporcionando espacios colaborativos. De este
modo con esta investigación abarcamos dos campos de conocimiento totalmente
imbricados, educación y arte, siempre desde una perspectiva multidisciplinar integrando
los diferentes objetivos y competencias que nos proponen los currículos de infantil,
primaria y secundaria.
Desde el momento que se diseñó la investigación se planificó también que tipo de
tratamiento y que análisis de los datos se iba a realizar con la información recogida. Se
decidió trabajar desde la perspectiva de la investigación cualitativa, estudio de casos.
Investigar con estudio de casos nos ha creado un lugar social de relación, esta
particularidad nos ha traído consigo el respeto a la ética. Todo lo que expresamos,
observamos, cooperamos, resolvimos y distinguimos responde a una labor ética puesto
que, de una manera u otra, poseen derivaciones para y en las personas y/o los colectivos
que han sido esencia de investigación.
171
•MARCO TEÓRICO
Investigaciones
relacionadas con el
tema estudiado
•CONTEXTOS
•Escuela 2
•Sala Parpalló
•Universidad de
Valencia
ACCIONES
Observación participante
Entrevistas a: alumnado
y exalumnado; artistas y
colaboradores/as; y a
profesorado
PARTICIPANTES/
•TEMA
•Falla SOS
•Ser de huevos
•La metodología de
proyectos cooperativos
favorece la vinvulación
entre las instituciones:
museo, escuela y
universidad.
CONTEXTOS DE LA
INVESTIGACIÓN
Escuela 2 y sus espacios
Exposición Oposiciones
Sala Parpalló
INSTRUMENTOS
INFORMANTES
Observación
Comunidad Educativa
Escuela 2
Diario de Campo
Colaboradores/as y
Artistas
Grupos de discusión
A/r/tógrafa
Entrevistas
Informes
•Declaraciones temáticas
•Preguntas informativas
Ilustración 4. Estructura del estudio de casos: Basado en Stake en Denzin y Lincoln (2005).
En la ilustración 3 mostramos la estructura de nuestra investigación, en el círculo
central podemos encontrarnos con toda la metodología utilizada para la recogida de datos
necesaria para el desarrollo de todo el proceso de investigación. En este estudio
observamos cuatro espacios diferenciados en los cuales se define los ámbitos concretos
de actuación:
1. Acciones específicas realizadas durante la investigación centrándose en un
aspecto específico del estudio a través de la recogida de datos significativos
para la investigación:
1.1. Observación participante durante el desarrollo de los dos proyectos.
Dirigiendo, gestionando y participando activamente en su elaboración
y desarrollo. Realizando reuniones con los equipos colaborativos que
172
nos ayuda a comprender y contrastar las diferentes perspectivas y así
como sus contenidos.
1.2. Entrevistas a docentes participantes en los dos casos, copartícipes del
diseño de los dos proyectos. Esto nos ayuda a contrastar la validez de
los proyectos así como analizar la transferibilidad de los mismos.
1.3. Entrevistas al alumnado participante durante y posteriormente a la
ejecución de los proyectos. Ellos y ellas son la clave para validar si el
aprendizaje con estos proyectos ha sido significativo.
1.4. Entrevista a los artistas participantes, y otros colaboradores.
2. Los contextos de los dos proyectos desarrollados y de las actividades
realizadas: Sesiones de cooperación y colaboración para el desarrollo de los
dos Proyectos (Falla SOS y Ser de Huevos) con las personas implicadas
(artistas, comunidad educativa, museo y patrimonio). Los espacios de trabajo
han sido de vital importancia para el desarrollo de los dos proyectos y sobre
todo refiriéndose a los ámbitos educativos y museísticos. En los dos casos
podemos establecer dos fases diferenciadas:
2.1. Una primera fase destinada a la preparación de los proyectos, casos
de investigación, desarrollando reuniones con profesorado,
colaboradores y artistas, realizadas en la salas de reuniones de Escuela
2, o en otros casos en despachos de Sala Parpalló, buscando las toma
de decisiones compartida y la puesta en marcha del proyecto.
2.2. Una segunda fase de los proyectos que los sitúan en su lugar de
realización, desarrollo y ubicación, Sala Parpalló y Escuela 2, en
función de cada proyecto.
3. El tercer y cuarto ámbito de actuación hace referencia a informantes y
participantes así como a las diferentes técnicas de recogida de datos.
3.1. Técnicas de recogida de datos. Son de vital importancia para nuestra
investigación ya que nos ayudan a recoger toda la información. Los
instrumentos han sido los siguientes: la observación participante, el
diario de campo, las entrevistas y los grupos de discusión.
3.2. Personas participantes e informantes: Cruciales en los dos proyectos
y en el desarrollo de la investigación desarrollando específicamente
cada una su rol: artistas, alumnado, exalumnado, colaboradores y
cooperantes, personal del museo, familias, profesorado y
responsables.
173
En la ilustración 3 mostramos la estructura de nuestra investigación, junto al círculo
central nos encontramos con unas estructuras de forma cuadrada que representan otros
aspectos fundamentales para el desarrollo de la investigación: el marco teórico, los
contextos de los proyectos y los agentes educativos.
El marco teórico de nuestra investigación. Es el soporte fundamental y donde
podemos hacer referencias a expertos, a otras investigaciones, y así dar a conocer de qué
parámetros teóricos nos hemos servido para armar la investigación.
Los contextos implicados en el desarrollo de los dos proyectos. En esta
investigación han participado docentes y directivas de Escuela 2 desde el ámbito de la
educación formal, pero también ha sido partícipe una representación de exalumnado y
artistas. En uno de los casos, la responsable de la Sala Parpalló y el artista de la obra Ser
de Huevos, Adolfo Siurana. No nos podemos olvidar de personas colaboradoras externas
vinculadas a la universidad por ser profesorado de dicha institución o por ser alumnado
en proceso de realización de prácticas.
Los agentes educativos implicados en el desarrollo de los dos proyectos. La
característica principal de los equipos de trabajo era su interdisciplinariedad y
multidisciplinariedad debido a la diversidad de perfiles implicados. Las personas
procedían de diferentes formaciones y trayectorias personales y profesionales, y por
supuesto, ellas determinaban en una gran medida el desarrollo del proyecto.
En la parte inferior de la ilustración 3 situamos la estructura conceptual de la
investigación haciendo referencia al tema de estudio, las declaraciones temáticas y
finalmente las preguntas informativas. Citando a Stake (1999) las declaraciones temáticas
nos van a ayudar comprender mejor los dos casos de estudio y organizarlo para su
posterior análisis y por otro lado las preguntas informativas que surgen a partir de las
declaraciones temáticas nos han servido para desarrollar y centrar los temas seleccionados
y así facilitar su interpretación.
174
DECLARACIONES TEMÁTICAS
Sistemas de colaboración y cooperación
educativa
PREGUNTAS INFORMATIVAS
¿Es posible la concepción de un proyecto
cooperativo entre las diferentes instituciones y
agentes educativos implicados?
¿Por qué es importante la colaboración entre
los distintos agentes e instituciones educativas
en el desarrollo de proyectos cooperativos?
¿Es viable la realización de proyectos
cooperativos por parte de profesionales de
contextos diferentes?
¿Existen diferentes percepciones de la
educación a través del arte entre las y los
diferentes profesionales implicados/as en los
proyectos?
Transformaciones de la percepción de la ¿Es necesaria una transformación de la
educación a través del arte entre los agentes y percepción de la educación a través del arte y
las instituciones educativas participantes en de las prácticas educativas para afrontar este
tipo de proyectos?
los proyectos
¿Cuál debería ser la percepción de la
educación a través del arte para afrontar
proyectos de las características investigadas?
¿La metodología de proyectos a través del arte
La educación a través del arte y la
favorece las relaciones entre instituciones
metodología de proyectos como generadores
educativas, así como el aprendizaje de
de experiencias significativas en los
mecanismos y fórmulas de colaboración?
participantes
Desde la práctica educativa, ¿este tipo de
proyectos son innovadores?
Tabla 3. Estructura conceptual del estudio de caso.
175
Estructura conceptual que define los casos:
Esta investigación y estudio procura ahondar en una problemática concreta a la que
la investigadora intenta dar respuestas o soluciones, o al menos lograr entender mejor su
naturaleza. Siguiendo a Stake (1999), y con el objetivo de profundizar del modo más
coherente dos casos de estudio como son Ser de Huevos y Falla SOS, hemos determinado
un conjunto de temas que modulan la investigación y derivan en una serie de interrogantes
reveladores, que sintetizan y especifican el proceso adecuado de la investigación.
Fases del método
Desarrollamos el siguiente proceso y esquema de trabajo para nuestra investigación
que queda concretada en cuatro fases diferenciadas, aunque conectadas entre sí, que ha
supuesto un camino en la práctica en el cual se establece el transcurso de los dos proyectos
realizados.
FASE
PREPARATORIA
TRABAJO DE
CAMPO
ETAPA
REFLEXIVA
ETAPA DE
NEGOCIACIÓN
FASE ANALÍTICA
ANÁLISIS DE
DATOS
ETAPA DE
DISEÑO
ETAPA
EXPOSITIVA
Tabla 4. Estructura del trabajo de investigación.
Fase preparatoria:
Esta fase se dividió en dos etapas: una reflexiva que consistía en la revisión de los
conocimientos y experiencias previas de la investigadora y otra de diseño en las cuales se
planificaron las diferentes actividades de investigación.
Etapa reflexiva: El tema que es objeto de estudio estuvo relacionado con todos los
aspectos que definen a la investigadora: contexto de desarrollo profesional, formación,
expectativas, experiencias, criterios e intereses. En el caso de la investigadora, la
condición de maestra desde hace más de veinticinco años y su trabajo en la escuela y la
universidad condicionan también el tema seleccionado.
176
Etapa de diseño: donde se planifica las diferentes actuaciones del proceso de
investigación que, en el caso que nos ocupa, se centró en dos fases distintas aunque
relacionadas entre sí: una de diseño de los proyectos y una segunda basada en la
implementación de los dos proyectos.
Debido al carácter hermenéutico propio de esta investigación de tipo cualitativo en
el contexto de estudio de casos, pensamos que es ineludible crear un grupo de categorías
de estudio que nos ha permitido ordenar de manera coherente la gran cantidad de
averiguaciones que demanda un tipo de investigación de estas características. La
categorización en elementos más simples nos permite demarcar el proceso y construir
síntesis conceptuales específicas que facilitan la comprensión de los datos que fue
suministrando la investigación. Especificamos, por tanto, el siguiente esquema de
variables en función de las preguntas de la investigación y de las hipótesis:
Variables
Sistemas de trabajo cooperativo como base de los proyectos
educativos en contextos educativos donde estan implicadas las
tres instituciones (museo, escuela y universidad).
Cambios en la percepción de la educación a través del arte de
los profesionales de las tres instituciones educativas implicados
en el proyecto.
Experiencias de aprendizaje cooperativo significativas.
Proyectos interinstituciones desde contextos educativos.
Ilustración 5. Variables de la investigación.
En las siguientes tablas mostramos el procedimiento de relaciones entre objetivos,
hipótesis, temas y variables que modulan la investigación.
177
OBJETIVO
GENERAL
Establecer
conexiones
discursivas,
prácticas,
visuales
y
reflexivas entre
las instituciones
museo, escuela y
universidad.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
HIPÓTESIS
Diseñar y elaborar propuestas pedagógicas y La colaboración y
de comunicación enmarcadas en la práctica cooperación
profesional.
conjunta tanto en el
diseño
de
los
Favorecer, como profesora y gestora,
proyectos como en
actitudes positivas y vínculos emocionales a su
través de experiencias artísticas con el
conceptualización
contexto.
permite alcanzar
sus fines.
TEMAS
¿Es posible la concepción de
un proyecto cooperativo entre
las diferentes instituciones y
agentes educativos
implicados?
¿Por qué es importante la
colaboración entre los distintos
agentes e instituciones
educativas en el desarrollo de
proyectos cooperativos?
VARIABLES
Sistemas de trabajo
cooperativo como base
de los proyectos
educativos en
contextos educativos
donde están
implicadas las tres
instituciones.
¿Es viable la realización de
proyectos cooperativos por
parte de profesionales de
contextos diferentes?
Tabla 5. Tabla. Relación objetivos, hipótesis, temas y variables.
178
OBJETIVO
GENERAL
Establecer
conexiones
discursivas,
prácticas,
visuales y
reflexivas entre
las instituciones
museo, escuela
y universidad.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Propiciar un entorno apto para la discusión y
el intercambio de experiencias, avances y
nuevos conocimientos en el ámbito de la
vinculación de los museos, escuelas y
universidad.
Mostrar y reflexionar sobre los proyectos
realizados con el alumnado y demás
participantes a través de los cuales se deriva
la cooperación entre las tres instituciones:
museo, universidad y escuela.
Favorecer, como profesora y gestora,
actitudes positivas y vínculos emocionales a
través de experiencias artísticas con el
contexto.
HIPÓTESIS
La participación
de profesionales
internos y
externos a la
escuela en la
configuración y
desarrollo de los
proyectos
favorece los
vínculos entre
instituciones y por
ende un espacio
de aprendizaje
colectivo.
TEMAS
¿Existen diferentes
percepciones de la educación a
través del arte entre las y los
diferentes profesionales
implicados/as en los
proyectos?
¿Es necesaria una
transformación de la
percepción de la educación a
través del arte y de las
prácticas educativas para
afrontar este tipo de
proyectos?
VARIABLES
Cambios en la
percepción de la
educación a través del
arte de los
profesionales de las
tres instituciones
educativas implicados
en el proyecto.
¿Cuál debería ser la percepción
de la educación a través del
arte para afrontar proyectos de
las características
investigadas?
Tabla 5. Relación de objetivos, hipótesis, temas y variables.
179
OBJETIVO
GENERAL
Establecer
conexiones
discursivas,
prácticas, visuales
y reflexivas entre
las instituciones
museo, escuela y
universidad.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Favorecer el desarrollo de competencias profesionales vinculadas a la
educación a través del arte.
Colaborar con artistas contemporáneos como cooperantes en el
proceso artístico y creativo de la comunidad.
Brindar elementos metodológicos que permitan abordar la
problemática de la investigación museística y los espacios de
encuentro entre universidad, museo y escuela.
Favorecer prácticas viviéndolas como proceso artístico desde la
escuela, de manera que vinculen al museo y la universidad.
Desarrollar las bases que permitan articular propuestas conjuntas
entre las tres instituciones educativas.
HIPÓTESIS
TEMAS
VARIABLES
La colaboración de
artistas contemporáneos
en el desarrollo de los
proyectos favorece la
percepción de la
educación a través del
arte y rompe el
distanciamiento entre el
arte y sus públicos.
¿La metodología de
proyectos a través el
arte favorece las
relaciones entre
instituciones
educativas, así como
el aprendizaje de
mecanismos y
fórmulas de
colaboración?
Experiencias
aprendizaje
cooperativo
significativas.
A través del desarrollo
de proyectos
cooperativos entre la
universidad, el museo de
arte y la escuela,
educamos a través del
arte.
Desde la práctica
educativa, ¿este tipo
de proyectos son
innovadores?
Proyectos
interinstituciones desde
contextos
educativos.
Establecer vínculos y suma de sinergias reales entre las diferentes
instituciones educativas.
Tabla 5. Relación objetivos, hipótesis, temas y variables.
180
de
Trabajo de campo: Esta fase se subdivide en dos etapas. Por un lado, el proceso de
colaboración y negociación con los agentes implicados en los dos proyectos Ser de huevos
y Falla SOS, estableciendo los contenidos de cada proyecto, así como su desarrollo. Y
por otro lado, el contexto y ubicación de la obra artística cooperativa final.
Etapa de negociación: El proceso de negociación y colaboración entre las personas
implicadas en cada uno de los proyectos en una investigación de tipo cualitativo ha
supuesto un contexto de interacción personal con todas y cada una de ellas. El papel de
a/r/tografía con observación participante hacia absolutamente necesaria la interacción con
todos y cada uno de los profesionales participantes así como con el alumnado. En ambos
proyectos contamos con una primera parte donde se diseña y conceptualiza el proyecto,
y una segunda, centrada en el diseño de los proyectos y todas sus actividades educativas
para la comunidad educativa implicada. Se acompaña esta etapa con una documentación
fotográfica con el fin de registrar y poder evidenciar todo el proceso de trabajo de ambos
proyectos. Además se realizó un seguimiento en el cuaderno de campo para así poder
registrar las impresiones, problemáticas y sucesos que surgían a lo largo de las sesiones
de desarrollo de cada uno de los Proyectos. Etapa expositiva: Dos exposiciones
Sostenibilidad (Falla SOS) y Oposiciones (Ser de Huevos). A lo largo de un tiempo de
realización de ambos proyectos se llega a la etapa final de la exposición de la obra artística
cooperativa.
Fase analítica: Se centra en el análisis de los datos recogidos en las etapas
anteriores, fase preparatoria y trabajo de campo, del desarrollo de ambos Proyectos.
Adoptamos para presentar la información de cada uno de los casos la estructura que a
continuación detallamos con el fin de organizar, categorizar y codificar la enorme
cantidad de datos recogidos durante el desarrollo de la investigación de ambos proyectos
(Ser de Huevos y Falla SOS):
1. Introducción: Análisis del contexto, descripción del contexto, constitución del grupo de
trabajo (participantes, organización, roles, objetivos, motivaciones y temática a investigar.
2. Planificación: Descripción y focalización del problema que hay que investigar (cómo surge
y cómo evoluciona), planificación de estrategias e hipótesis de acción.
3. Desarrollo: Organización del trabajo, puesta en marcha y recogida de información.
4. Reflexión y evaluación: Recopilación de información, y presentación de los datos para
posteriormente validarlos y poder así interpretar la información.
5. Conclusiones y recomendaciones: Análisis de los efectos de las acciones que hemos
realizado y determinación de los efectos formativos que han tenido en las personas
participantes.
6. Bibliografía.
Tabla 6. Esquema de estudio de casos
181
8.2.2 Entrevistas a expertos y expertas.
Los procedimientos y técnicas de recogida de información han permitido obtener
los datos necesarios para llegar a establecer las conclusiones pertinentes sobre la situación
analizada.
La entrevista cualitativa nos permite la compilación de la información precisa ya
que la persona que comunica coopera oralmente con la investigadora en aquello que
concierne a nuestro tema concreto, como dicen Fontana y Frey (2005). Para Denzin y
Lincoln la entrevista es “una conversación, es el arte de realizar preguntas y escuchar
respuestas” (Denzin y Lincoln, 2005: 643).
Rubin y Rubin mencionados por (Lucca y Berríos, 2003: 320) detallan las
particularidades que diferencian la entrevista cualitativa de otros modos de compilar la
información y que nosotros adaptamos a nuestra realidad específica:
1. La entrevista cualitativa es una amplificación de un diálogo estándar con la
particularidad de que la investigadora escucha para comprender el sentido de lo
que la persona entrevistada expresa.
2. La investigadora se encuentra sumergida en el conocimiento, en la comprensión
y en la apreciación de la persona entrevistada más que en clasificar a personas
o acontecimientos en función de teorías académicas.
3. Tanto el contenido de la entrevista como el flujo y la elección de los temas varía
según lo que la persona entrevistada conoce y siente.
Esta práctica está fuertemente influenciada por las particularidades personales de la
entrevistadora, así mismo, y se ha convertido en una acción importante de nuestra
investigación; a pesar de que la entrevista es un argumento negociado ha sido de
específica e importante utilidad en este trabajo.
Nos atrevemos a indicar que la entrevista dentro de la investigación cualitativa es
más íntima, y flexible, según Creswell citado por Hernández, Fernández y Baptista
(2005). Las entrevistas cualitativas han de ser abiertas, sin categorías preestablecidas, de
tal modo que los participantes puedan opinar sobre sus experiencias. En relación con esto,
Alonso (2007) señala que:
“(…) la entrevista de investigación es por lo tanto una conversación entre dos
personas, un entrevistador y un informante, dirigida y registrada por el
entrevistador con el propósito de favorecer la producción de un discurso
conversacional, continuo y con una cierta línea argumental, no fragmentada,
segmentada, precodificado y cerrado por un cuestionario previo del entrevistado
sobre un tema definido en el marco de la investigación” (Alonso, 2007: 228).
De tal modo que la entrevista cualitativa, tal como nos la planteamos y menciona
Fernández (s. f.).
182
“(…) es un modelo que propicia la integración dialéctica sujeto-objeto
considerando las diversas interacciones entre la persona que investiga y lo
investigado. Se busca comprender, mediante el análisis exhaustivo y profundo, el
objeto de investigación dentro de un contexto único sin pretender generalizar los
resultados”.
La entrevista tal como nos la hemos planteado, desde la representación del
paradigma mencionado, establece un fluir original, sincero y profundo de las experiencias
y evocaciones de las personas a través de la presencia y persuasión de la investigadora,
quien consigue, por medio de la descripción, absorber todo el patrimonio de sus diversos
significados.
Existe unanimidad entre los teóricos (Guardián, 2010; Hernández, Fernández y
Baptista, 2005; Lucca y Berríos, 2003) en que desde el momento que se lleva a cabo una
entrevista cualitativa es recomendable tener en cuenta las subsiguientes cuestiones:
abordar a la persona entrevistada favoreciendo la naturalidad, ayudando a que se sienta
segura y serena; dejarla hablar y así poder concluir sus narraciones; recurrir a cuestiones
fáciles de entender; actuar espontáneamente; escuchar tranquilamente con paciencia y
comprensión, respetando las pausas y los silencios de la persona entrevistada; constatar
que las respuestas a las cuestiones sean completas y se correspondan con la intención de
la investigación; no proporcionar consejos ni evaluaciones; ser empáticos; no discutir ni
oponerse a la persona entrevistada, manifestar a la persona entrevistada el respeto por la
legitimidad, el fundamento y la categoría de su aportación.
Ha sido muy importante aplicar estas recomendaciones ya que son fundamentales
para efectuar las entrevistas. Hemos tenido en cuenta que el contexto en el cual se
produzca sea un territorio imparcial, en el que no se califique la opinión y el sentir de la
persona entrevistada.
Tipos de entrevistas realizadas:
El tipo de entrevista ha variado dependiendo de las condiciones que se han
manejado para la aproximación y el contexto en que se han desarrollado. Para la
investigación de esta tesis se abordaron dos tipos de entrevista.
Entrevista no estructurada.
La entrevista no estructurada nos proveía de una mayor abundancia de recursos en
comparación con la entrevista estructurada. Según Del Rincón et al. (1995), el diseño de
preguntas y su sucesión no está determinado, las preguntas son de carácter abierto y la
persona entrevistada tiene que construir la respuesta; son flexibles y nos permiten un
mayor ajuste a las necesidades de la investigación y a las características de las personas
a entrevistar. Aunque ha requerido de más preparación por parte de la investigadora, la
información ha sido más dificultosa de indagar y demanda de más tiempo.
183
Hemos elegido la entrevista no estructurada ya que se subraya la interacción de la
investigadora con las personas entrevistadas, lo cual está vinculado por una relación de
persona a persona cuya pretensión es comprender más que exponer, por lo que
consideramos que para esta investigación era recomendable enunciar preguntas abiertas,
expresadas con claridad, únicas, simples y que implicaran una idea principal que
manifieste el tema principal del estudio.
A continuación, presentamos la entrevista no estructurada realizada en 2014 y 2015,
cuya intención fue conocer la opinión de expertos y expertas en el terreno de la educación
desde el ámbito de los museos, las escuelas y las universidades.
Tabla 7. Preguntas de la entrevista realizada a personas expertas.
1. ¿Qué necesita la escuela del museo?
2. ¿Qué puede ofrecer el museo a la escuela?
3. ¿Qué necesitan la Universidad de los museos y de las escuelas?
4. ¿Qué necesita los museos y las escuelas de la Universidad?
5. ¿Debe escolarizarse el museo?
6. ¿Qué aprende el escolar en el museo?
7. ¿Qué estrategias se podría utilizar para motivar e involucrar al público escolar?
8. ¿La importancia del arte está socialmente valorada por el profesorado?
9. ¿Qué mueve al docente a visitar un museo?
10. ¿Cómo estamos formando a los educadores y las educadoras tanto de los museos
como de las escuelas?
11. ¿Conviene repensar los espacios para la educación en museos?
12. ¿Qué dimensión debería tener un museo para facilitar la actividad educativa?
13. ¿Cuáles son las herramientas más adecuadas para investigar en educación y
museos?
14. ¿Qué valores y actitudes crees que incita el museo?
15. ¿Cuáles debería incitar?
184
Consideramos que es necesario referirse a Fontana y Frey (2005) cuando abordan
el tema de la entrevista no estructurada indicando que es importante considerar que cada
investigación maneja diversos elementos y de modos diferentes.
1. Entrevista grupal
En este apartado abordaremos los grupos de discusión organizados en el desarrollo
de los dos proyectos (Ser de huevos y Falla SOS), técnica comúnmente utilizada por los
investigadores cualitativos. Patton citado por Flick define la entrevista grupal del
siguiente modo: “La entrevista de grupo de discusión es la realizada con un pequeño
grupo de personas sobre un tema específico, los grupos son normalmente de seis a ocho
personas que participan en la entrevista durante una hora y media a dos horas” (Patton,
2007: 126).
La entrevistadora intentó ser flexible, objetiva, empática, persuasiva y una buena
oyente. Vemos la entrevista de los grupos de discusión como una práctica de recogida de
testimonios cualitativos muy eficaz que aporta algunas observaciones de calidad sobre la
recogida de los datos ya que las personas participantes tienden a suministrarse
intervenciones y razonamientos las unas a las otras.
En desacuerdo con otros y otras investigadoras Patton señalado por Flick recalca el
hecho de que “la entrevista del grupo de discusión es, en efecto, una entrevista. No un
debate. No es una sesión de resolución de problemas. No es un grupo de toma de
decisiones. Es una entrevista” (Patton, 2007: 127). Coincidimos con esta explicación, ya
que no es un debate, es una entrevista que se produce entre varias personas. Para Fontana
y Frey (2005) el grupo de discusión es substancialmente una técnica de acopio de
información cualitativa, que estriba en las preguntas sistemáticas que responden varias
personas conjuntamente, de modo informal o formal. En la tabla siguiente presentamos
el tipo de grupos de discusión organizados para desarrollar esta investigación, con la
intención de recoger información para los dos casos mencionados:
Tipo
Lluvia
ideas
Propósito
principal
de
De
camponatural
Rol de la
entrevistadora
Formal o
informal
No directiva
Informalespontánea
Moderada,
directiva
no
Formato de
preguntas
Propósito
No estructurada
Exploratoria
No estructurad
Exploratoriafenomenológica
Tabla 8. Tipos de grupos de discusión extraída de la fuente de Fontana y Frey (2005: 705).
Durante el desarrollo de las entrevistas la investigadora ha sido responsable para
hacerlas fluir con un rol de moderadora y de guía de la dinámica del grupo para conseguir
185
que el grupo entrevistado se preocupe del guion de las preguntas y las imágenes y
paralelamente sea sensitivo en la interacción grupal. Esta práctica no es sencilla;
desplegarla demanda de preparación y experiencia en la conducción de grupos.
La transcripción de los textos producidos a través de las entrevistas nos explica el
cosmos profesional de referencia de la persona entrevistada y nos permite captar a través
de continuadas lecturas y relecturas las diferentes síntesis que combinan su mundo de
significados, su propia mirada, la emergencia de disertaciones que relacionan a la persona
entrevistada con sus grupos de referencia.
Como hemos comentado, la entrevista es una diálogo considerado como el arte de
efectuar preguntas y escuchar, no es una herramienta imparcial, por lo menos dos
personas generan el contexto de la misma, en el cual se dan contestaciones.
El uso en esta investigación de entrevistas no estructuradas es para reafirmar que
son preguntas abiertas y flexibles y que la persona entrevistada tiene absoluta libertad
para expresar sus sentimientos y opiniones. Además consideramos que es una técnica
muy provechosa dentro de la investigación cualitativa, pero que demanda determinadas
condiciones para llevarla a cabo, así como también determinadas habilidades por parte de
la investigadora, recalcando que las personas son complejas y sus puntos de vista son
variados. Lo que se ha buscado en todas las personas entrevistadas es que estén implicadas
en un proceso de creación de contexto social en el ámbito de la escuela, el museo o la
universidad a través de sus ideas y de sus trabajos. Lo que hemos tenido en cuenta y es
significativo mencionar es que ante todo hemos prestado atención a la persona
entrevistada, su circunstancia social, estatus, género, conocimiento, entre otros aspectos,
que son de vital importancia para un buen proceso de la entrevista.
Técnicas de Encuesta: Entrevistas a expertos. Se opera a través de la formulación
de preguntas por parte de la investigadora y de la emisión de respuesta por parte de los
expertos y expertas que participan en la investigación. La información que se trata de
obtener con esta técnica tiene que ver con los aspectos profesionales y sociales de las
personas entrevistadas que se concretan en datos de opiniones, actitudes, intereses,
motivaciones, intenciones y deseos, y es la información que necesita la investigadora.
Interesa conocer las opiniones y vivencias personales y subjetivas de los expertos sobre
la escuela, los museos y la universidad y sus relaciones de interdependencia.
Esta técnica de investigación cualitativa e investigación en acción es especialmente
relevante ya que aporta a la investigación el conocimiento de los expertos. La entrevista
sinceridad en las respuestas, dando oportunidad a la relación interpersonal, y permite
complementar y contrastar las respuestas obtenidas entre las personas expertas. La
grabación, ha permitido ahondar en detalles y testimonios en torno a las cuestiones
tratadas, logrando así una mayor calidad y fiabilidad en la información obtenida.
186
La información recogida mediante la entrevista ha sido útil en los siguientes
objetivos de la investigación:
Realizar análisis exploratorios sobre cuestiones concretas detalladas en las
preguntas de la entrevista.
Analizar tendencias en los ámbitos de la escuela, la universidad y los museos
según el desarrollo profesional del experto entrevistado.
Ayudar a tomar decisiones en aspectos concretos.
Averiguar las posibles relaciones entre la escuela, los museos y la universidad
y las variables de estudio para ayudar a una mejor comprensión.
Orientar acciones recomendables dirigidas a promover los cambios necesarios
para desarrollar relaciones de interdependencia entre escuelas, museos y
universidad.
Esta diversidad de objetivos de la investigación es viable gracias a que la
información recogida permite ser tratada con prácticamente todos los procedimientos de
análisis de datos.
Cómo técnica de encuesta, la entrevista consta de un cuestionario y se diferencia
así de una mera conversación espontánea porque tanto las preguntas como el lugar y el
momento se planifican para recoger la información útil para alcanzar los objetivos de la
investigación.
Para la investigadora la realización de las entrevistas es un reto ya que necesita del
desarrollo de habilidades sociales, de comunicación y de autorregulación emocional,
necesita generar un clima de confianza antes de empezar las preguntas claves de la
investigación, lo que requiere una cierta capacidad de empatía que permita al experto
sentirse cómodo, respetado, comprendido durante la conversación y que facilite hablar
con confianza sobre los temas previstos. Ello garantizará la fiabilidad de las respuestas y
de la validez de la información obtenida en la grabación.
En esta investigación se realiza una triangulación de expertos contrastando la
información emitida por las personas entrevistadas, contrastando los diferentes puntos de
vista sobre una misma realidad estudiada. La investigadora ha estado motivada para llevar
a cabo este proceso de recogida de información, que ha sido costoso y en ocasiones ha
exigido largos desplazamientos y ha necesitado la coordinación de los tiempos para la
realización de las entrevistas. Ha requerido por otra parte a la investigadora una formación
técnica en el uso de la cámara y de los programas de video para la grabación de las
entrevistas. Requiere asimismo una postura ética respecto a la valoración de las opiniones
de los expertos ya que si no podría sesgarse la información en detrimento de la calidad y
sinceridad de las respuestas en la investigación.
La investigadora ha debido de controlar las expectativas que tenía sobre las
personas y sobre la temática investigada y el tipo de averiguación que está esperando que
se pronuncie ya que también puede sesgar la orientación de las contestaciones; no
187
obstante el que se efectúe una grabación ayuda a controlar este proceso. La entrevista
también requiere de la entrevistadora control de las actitudes, emociones y reacciones
para no condicionar la recogida de datos y afectar a la fiabilidad, la validez, la objetividad
y la precisión de los mismos. En resumen, debe demostrar en el proceso de las entrevistas
y grabaciones el saber, el saber hacer y el saber ser y estar. Es decir, utilizar las habilidades
de regulación de las emociones y actitudes para vigilar sus propias ideas y no introducir
sesgos en la información recogida. Además para recabar la información han sido
necesarias habilidades en comunicación, tanto de expresión oral como gestual, como la
empatía, la mirada, la expresión facial, la escucha activa, etc.
En el transcurso de la grabación y ejecución de la entrevista no todas las personas
tienen idéntica motivación para proporcionar la información que hace falta en la
investigación, por lo que la investigadora, en momentos muy precisos, ha considerado
conveniente estimular la participación. Otro dato a tener en cuenta es que no todas las
personas expresan con la misma precisión las opiniones, ideas o sentimientos y eso
dificulta en ocasiones la comprensión, lo que ha requerido por parte de la investigadora
sensibilidad, persistencia y atención a la hora de aclarar determinadas informaciones.
Atendiendo a cada uno de los contextos de las entrevistas y las grabaciones había
que considerar algunas características como ruidos y luminosidad ya que había que
averiguar las circunstancias más convenientes para estimular a los expertos y las expertas
la motivación hacia la exposición de la información, falta de concentración por ambas
partes, demasiada rapidez en la emisión y recogida de los datos, premura en la finalización
de la entrevista, etc. Obviamente este tipo de situaciones iba a condicionar la fiabilidad,
validez y rigurosidad, lo que hizo que la investigadora anticipase lo máximo posible las
situaciones de incertidumbre.
8.3 Ejecución del diseño de la investigación
Esta investigación ha requerido la ejecución y aplicación de los procedimientos de
recogida de información previstos, así como organizar y analizar los datos para poder
llegar a los resultados, pasando por la interpretación para llegar a establecer las
conclusiones pertinentes sobre los dos estudios realizados: el de los proyectos (casos)
desarrollados en el ámbito de la docencia y las encuestas a personas expertas.
En los procedimientos de recogida de información y obtención de datos, y para
garantizar su calidad, también ha sido importante la motivación de la investigadora para
ser constante y persistente en la persecución de sus objetivos.
188
8.4 Elaboración y/o selección de los procedimientos y técnicas de recogida de
información.
Los diversos procedimientos de recogida de información se han planteado según la
necesidad de la investigación; para ello la investigadora se ha formado y entrenado en su
uso, ya que es decisivo recoger información de calidad científica (fiable, válida, objetiva,
rigurosa, precisa) que ha permitido exponer posteriormente las conclusiones oportunas
sobre los dos casos estudiados, Falla SOS y Ser de Huevos, y las entrevistas realizadas a
personas expertas. Ha sido necesario tomar decisiones para actuar de la mejor manera
posible en los dos planteamientos de la investigación. Hemos comprobado que la calidad
de la información que se alcance en este período determina la calidad de los procesos
posteriores a ella y de la investigación en sí misma.
Para garantizar esta calidad en la información, es decir, que sea fiable, válida,
objetiva, rigurosa y precisa, además de contar con técnicas fiables y válidas hemos
necesitado atender tres aspectos fundamentales que detallamos a continuación:
Las características de la investigadora: motivada por el proceso de recogida de
información que ha sido largo costoso en el tiempo y en ocasiones alejado del
lugar de residencia. La investigadora conoce las técnicas utilizadas para la
recogida de la información: la entrevista, la observación sistemática y las
normas técnicas. En esta investigación se cuenta con su saber y saber hacer lo
que asegura la validez interna de los procesos señalados. En el caso de las
entrevistas como ya se ha comentado en el apartado de entrevistas realizadas se
ha omitido cualquier juicio para no condicionar las respuestas y no emitir sesgos
en la información conseguida. Ha sido imprescindible respetar la sinceridad de
las respuestas de los expertos y expertas y controlar las expectativas de la
investigadora lo que ha llevado a vigilar sus emociones, actitudes y reacciones
para no condicionar su fiabilidad, validez y precisión de los resultados. Todo
ello ha supuesto un verdadero trabajo cooperativo facilitando el proceso de
recogida de datos como el posterior análisis de los mismos y ayudando a generar
las conclusiones de los dos casos estudiados. Esto ha exigido a la investigadora
una actitud colaborativa.
Las características de las personas que emiten la información también
comentado en los tipos de entrevistas: no todas las personas entrevistadas han
tenido la misma motivación para facilitar la información lo que ha necesitado
una adaptación a las circunstancias de las personas ya sea individualmente o en
grupo, por lo que ha sido necesario en ocasiones estimular la participación. Por
lo general todas tenían interés en participar ya que conocen la realidad y quieren
mejorarla. El sistema de recogida de la información ha sido la mayor parte de
las ocasiones de forma oral y eso nos ha permitido comprobar que no todas las
personas expresan con la misma precisión sus opiniones, ideas o sentimientos.
Fue necesario por parte de la investigadora una especial sensibilidad, esmero y
189
constancia para explicar lo que la persona intenta mostrar, evitando así cometer
errores de interpretación de la información.
Las características de la situación en que se recoge la información. Lo que sí
se ha comprobado en la recogida de datos es que la situación espacial y
ambiental condicionaba la emisión de la información y podía restar atención.
8.5 Tratamiento y análisis de datos. Obtención de resultados
En primer lugar se depuraron los datos y se seleccionaron de entre todas las
entrevistas grabadas aquellas contestaciones que se ajusten más a las preguntas de la
entrevista para darle el rigor, la precisión y la objetividad que necesita la investigación.
Este proceso de selección de información ayuda a contrastar y a triangular las respuestas
con la información recogida de los estudios de caso. En determinados momentos de la
exposición de los resultados de la investigación se realizarán narraciones ya que
pensamos que ayudará a darle un carácter ideográfico, inductivo, explicativo y personal.
Estas descripciones son de gran valor para entender las diferencias que se originan en
casos particulares y los elementos de diversidad que se hallan implicados en las
situaciones que los rodean.
Para organizar la información recogida de las entrevistas grabadas ha sido preciso
transcribir la información antes de pasar a realizar el análisis de contenido, que ha
consistido en categorizar, codificar y clasificar los diferentes temas expresados por los
expertos y las expertas en base a ciertos criterios que se están manejando en la
investigación (Rodríguez, Gil y García, 1999).
En nuestra tesis, los análisis de datos cualitativos requieren una gran implicación y
habilidad interpretativa por parte de la investigadora para llegar a identificar
adecuadamente los significados de la información recogida. Estos significados pueden
facilitar establecer ideas fuerza de cada pregunta analizada, de modo que se pueda llegar
a alcanzar una verdadera y adecuada comprensión de la misma y 1as propuestas y
actuaciones más valiosas. Después de las transcripciones y la triangulación de los datos
que han sido analizados con procedimientos cualitativos a través de las narrativas se
obtienen los resultados, planteados como ideas fuerza a modo de resumen en unas tablas
que ayudan a organizar visualmente la información obtenida y así poder interpretarla más
fácilmente.
8.6 Interpretación y reflexión
Esta fase ha sido considerada por la investigadora como una de las más relevantes
en el proceso de investigación ya que es la que supone establecer el verdadero significado
de la información recogida. Es además donde se valora si las hipótesis planteadas al
190
diseñar la investigación, o las que han ido emergiendo en el transcurso de la misma, van
a ser aceptadas o no, pero también ha permitido avanzar en el conocimiento de la
situación, en la formulación de conclusiones válidas y en la toma de decisiones sobre las
acciones a emprender para avanzar y potenciar algunos aspectos que surgen a través de
la investigación.
Ha sido apasionante para elaborar las conclusiones de la investigación relacionar
las teorías de partida sobre los casos y las entrevistas, y ha ayudado a interpretar más
fácilmente lo que ha sucedido. También es gratificante contrastar los resultados obtenidos
y comprobar que son acordes con los principios que se establecen en las teorías o, por el
contrario, añaden algo novedoso que además condiciona a seguir estudiándolo en futuras
investigaciones.
Se aprende durante este proceso que para realizar una buena investigación no basta
sólo con hacer un buen diseño, sino que se debe saber recoger adecuadamente la
información a través de las diferentes técnicas empleadas, conocer y utilizar, según los
casos, determinados procedimientos de análisis de la información y no otros. También se
ha desarrollado en esta investigación la habilidad para contrastar y relacionar
convenientemente la información que aportan los resultados. Fue necesario descomponer
las realidades de cada caso de estudio y de las entrevistas en elementos para poder
analizarlos mejor y posteriormente volver a componer las realidades para establecer las
relaciones oportunas entre los elementos en base a las relaciones que ha sido necesario
establecer en base a los resultados. Eso ha permitido a la investigadora poder llegar a
conocer en mayor profundidad y con una mayor globalidad y así poder extraer
conclusiones y tomar decisiones sobre acciones a realizar en la realidad.
El desarrollo de la investigación cualitativa realizada en los estudios de caso y en
la entrevista son procesos inductivos en base a la información que se va obteniendo
progresivamente al analizar las realidades estudiadas, con la que se ha ido configurando
hipótesis emergentes, modelos de representación de esas realidades y teorías sobre el
funcionamiento de la misma y sobre los factores que inciden en ella.
Ha sido necesario relacionar bien toda la información ya que así ha permitido la
formulación de hipótesis sobre los factores que han promovido en las personas
entrevistadas un desarrollo personal y científico notable. Esta investigación establece una
relación profunda y compleja entre la información que han aportado los datos, y además
de los conocimientos necesarios y las habilidades, fueron necesarias ciertas actitudes y
características de personalidad. Se destaca la curiosidad para implicarse en descubrir lo
que sucede al relacionar y contrastar la información; creatividad para relacionar la
información de modos diversos y originales y así poder descubrir nuevos fenómenos e
identificar nuevos aspectos a investigar, también capacidad de sorpresa y de aprendizaje
de los resultados obtenidos, sin pensar que ya se sabe todo; en algunos momentos
paciencia y tranquilidad para poder reflexionar adecuadamente sobre los resultados
obtenidos para no llegar demasiado rápido a conclusiones erróneas; persistencia para
volver una y otra vez sobre las informaciones y seguir analizándolas desde distintas
191
perspectivas hasta obtener una comprensión más profunda y global de lo que sucedía en
cada estudio de caso y en las entrevistas a expertos; y humildad para aceptar las
conclusiones a las que llevaba la investigación tras la interpretación de los resultados y
sobre todo en los casos que eran diferentes a los esperados.
8.7 Redacción y difusión del informe de investigación
El objetivo tras la realización de la tesis es transmitir a los interesados en este
ámbito del conocimiento los aspectos más relevantes de la misma. En algunas ocasiones
durante el desarrollo de la tesis ya se han realizado algunas aportaciones parciales de
modo oral — jornadas, congresos, seminarios, charlas, etc. —, pero es en esta tesis donde
se da cuenta de todas las actividades realizadas, de los resultados obtenidos, de las
conclusiones a las que se ha llegado sobre los espacios de encuentro de los museos,
escuelas y universidad que es nuestra objeto de estudio. Esta tesis permitirá dar a conocer
a otras personas lo que se ha averiguado sobre el tema analizado, y servirá también como
resultado final que justifica el tiempo invertido en realizar el estudio. La investigadora
espera que su aportación sea útil y encuentre espacio en publicaciones especializadas en
educación y museos.
Esta tesis posee entre otras características las siguientes: está probada, sirve de
instrumento de comunicación y es útil.
192
CAPÍTULO 9
ESTUDIO DE CASOS
9.1 Introducción a los proyectos: estudio de casos
Los proyectos de arte comunitario en contextos escolares consiguen valer como
transmisores de valores, saber y afectos. La razón, es porque el espacio en el cual se
simbolizan y despliegan estas prácticas es el espacio de la vida. El arte conquista el medio
y dota de significado y sentido a través de las acciones que se suscitan y formaliza una
colectividad, y esto, sin ninguna duda sucede en la escuela casi en cada jornada,
únicamente es necesario que se reconozca como importante y preferente.
9.1.1 El arte como tejido de vida y de socialidad
Existen diversas manifestaciones del arte contemporáneo que son integrables en la
escuela para desarrollar la innovación educativa y como posibilitadoras de modelos de
impulso patrimonial Hemos de partir de la idea de concebir que las relaciones humanas
(los equipos de trabajo, los eventos, los vínculos con otras instituciones,…) pueden
conseguir estipular una creación artística (Bourriaud, 2007). En los dos estudios de caso
que presentamos Ser de huevos y Falla S.O.S expondremos como en la escuela se puede
utilizar el arte para que nos conecte y desarrollar proyectos cuyo valor primordial habita
en la calidad de las relaciones humanas que suscita, explora y aclama. Este modo de
diseñar el arte en colectividad, se descubre a través de acciones o proyectos que implican
en su propia dinámica a un colectivo. Son acciones en comunidad fundamentadas en una
cooperación creativa que utiliza del arte como facilitador y mediador de métodos para
empatizar con la existencia, la transformación de sentido y la sensibilidad.
En nuestros casos se observa como el arte se convierte en el momento en una
responsabilidad para educarse a nosotros/as mismos/as y a los demás, obteniendo de estas
gestiones agrupadas, la representación de vínculos potenciales y con ello la creación de
los mejores contextos para la reciprocidad y la calidad de la vida en la escuela.
Reconocemos el arte como la estética de las relaciones y nos basamos en nociones como
la democracia cultural, la cooperación inclusiva de toda la comunidad educativa y la
comunidad local, generando el aprendizaje dialógico para la gestión del consenso y del
conflicto.
El resultado artístico se valora pues, no como obra artística, sino a partir del
desarrollo de las personas y de la comunidad que supone para la escuela un gran
enriquecimiento como espacio donde se crea un conocimiento desde el contexto social y
cultural. Este pensamiento del arte, a fin de que sea un lugar de encuentro con el/la otro/a,
para ello es necesario generar relaciones de compañerismo, y cada contribución se
considera inestimable ya que es única.
193
El arte cooperativo pasa ser, de este modo, un arte de innovación social y educativa
ya que los métodos cooperativos alteran inevitablemente la noción de lugar, el sentido de
inclusividad, las distribuciones imaginadas que comparte una colectividad, la concepción
de identidad fundamentado en métodos de vida de personas en incesante circulación, etc.
En estos dos casos construimos una narración compartida a través del arte. Las
propuestas de arte cooperativo se muestran de diferentes modos, muchos de ellos, a través
de acciones efímeras y sutiles que se encuentran en la cotidianeidad para poder fundar las
narraciones del existir juntos y juntas en la escuela. Narraciones que se vinculan, tanto
con los períodos extraordinarios como asimismo con las rutinas, valiendo para explorar
lo realmente significativo y para mostrar a las y los demás las vinculaciones que se
originan en esa confluencia y entretejido de vidas que es la escuela.
Escuela 2 es un centro educativo de narrativas que se relatan a sí mismas a través
de guiones que se escriben desde las palabras y trabajos de cada cual. El guion de la
escuela persiste constantemente accesible a nuevos acontecimientos, iniciativas y
sucesos, en el cual además hay capacidad para las revisiones y las correcciones, pues se
analiza y renueva continuamente por sus actores y actrices. Además se representan estos
relatos de vida de manera permanente. La presentación de estos dos casos con toda la
documentación consigue ser un modo de dar a conocer y percibir estos proyectos, pero
también la escultura y la falla como representación de establecer un acontecimiento
identificable en el tiempo y en el espacio escolar. Asimismo, es además un modo de
recapacitar que el futuro es una narración cooperada que emprendemos y suponemos
desde edades tempranas en la escuela. Éstas y otros modos del arte cooperativo como
proyecto escolar, nos consienten ahondar en el entrecruzado fundamental de la
reconstrucción social del saber cómo práctica dialógica, concibiendo que somos
creativos/as en el declaración de la creatividad de las y los otros y como suceso espléndido
de prestación a la comunidad. Así, el arte Escuela 2 manifiesta relaciones inéditas entre
los acontecimientos y las personas que cohabitan en el espacio escolar, formando al
mismo tiempo, descubrimiento y vínculos con el mundo y con su entorno local.
El arte cooperativo en Escuela 2 nos ayuda a:
Aplaudir que habitamos y experimentamos juntos y juntas en la escuela.
Integrarse en un saber de alegorías.
Establecer encuentros en una trama de relaciones.
Concebir el arte como práctica reveladora.
Dar trasparencia al proyecto educativo y la cultura escolar.
Descubrir valores humanos.
Explorar la recreación compartida como alegoría de vida.
Establecer la noción de pertenencia a la comunidad educativa.
Recolectar las propias narrativas de la escuela.
Mostrar un lugar de creencia e identificación de cooperación.
Mostramos ahora narraciones visuales de algunos proyectos de arte en comunidad.
194
9.1.2 Proyectos para asociar los espacios de arte y la educación contemporánea:
fusión de creaciones y movimiento en las fisuras.
“Representar una realidad es comenzar a transformarla” Gausa, M. [et. al] (2002).
Si tenemos en cuenta la época que estamos viviendo, la vinculación entre espacios
de arte, artistas, instituciones y educación contemporánea, necesitamos reconsiderar las
ideas, crear procedimientos dinámicos e indagar caminos de responsabilidad
fundamentados en la cooperación y la investigación. De esta relación y de la necesidad
de indagación han brotado numerosas y diversas propuestas que poseen en común la
búsqueda de nuevos espacios de creación-educación y se sitúan entre los museos, la
universidad y las escuelas, en los huecos o rendijas a los que las entidades y los sistemas
instaurados no alcanzan. Métodos que han encontrado en las grietas lugares de acción
artística y educativa.
El potencial camino según John Berger (1972), es la experiencia que es la base de
la creación. Es necesario pensar en la importancia de la experiencia en la relación con el
arte y con el alumnado como creador de sentidos. Son proyectos de vida, viajes
construidos, podemos verlo a través de las fotos con los que vamos enlazando un ideal y
lenguaje visual personal, como un mundo vivo. Son alegorías que irradian identidades,
que nos hacen participes en el dialogo de la relación entre las personas y su contexto. Son
obras cooperativas que se inventan colectivamente y se muestran a las y los demás.
También es necesario hablar de la necesidad de descubrir las identidades y de indagar
espacios nuevos y modificar la relación o la noción de museo.
Existen valores concretos en arte y educación que son necesarios y nos ayudan a
vislumbrar, nos cuentan relatos, nos informan,…, asimismo se le conceden a la educación
otra ristra de valores que casi continuamente desvían a los y las usuarias de la obra
contemporánea. Persiste la idea que la educación forme, que transfiera conceptos, que
prepare para las cuestiones técnicas, que aproxime destrezas y que descubran
visiblemente habilidades inaccesibles para la totalidad, que se eduque para un sentimiento
artístico, y que sean creativos. Pero, no nos podemos olvidar, que escasas veces se le
consienten valores que apelen y tengan en cuenta los emociones, las pasiones, los
apegos,… que son modos necesarios e imprescindibles para percibir y recrearse con el
arte. Nosotros pensamos que estos valores habitan allí, en el arte y en la educación.
Según la experiencia desarrollada por Ángulo, Mínguez, Nicolás, Fernández y
Martínez nos exponen que:
“El trabajo por proyectos sirvió también para crear contextos de aprendizaje
colaborativo con el alumnado y para abordar conjuntamente tareas educativas
como, por ejemplo, el trabajo autónomo y la evaluación. Ha sido una metodología
de gran utilidad para la planificación de la docencia por parte del profesorado
y ha servido también para crear contextos de aprendizaje colaborativo”
(Angulo et alt., 2013: 205).
195
“Todo lo relacionado con trabajo por proyectos motivaba especialmente a los
docentes implicados porque resonaba como una idea innovadora y rompedora de
moldes. Sin embargo, en la práctica, resultó muy difícil concretar el nivel de
interacción necesario, incluso negociar cómo articular los diferentes estilos
docentes. Los detalles relatados hasta ahora son un ejemplo de las complejas
circunstancias que rodean toda situación docente en sus inicios” (Angulo et alt.,
2013: 209).
“Sin embargo, lo fundamental no eran las destrezas artístico-expresivas sino que
el alumnado enfocara las sesiones monográficas de expresión plástica con
expectativas reflexivas, maduras y viables para trabajar en relación con un
proyecto” (Angulo et alt., 2013: 209).
Nuevas maneras de habitar en el arte y la sociedad.
El arte y la sociedad de la cultura visual contemporánea nos brindan nuevas maneras
de mirar y de comunicarnos, en definitiva de habitar. El arte nos pide interrogaciones y
debatir los valores con los que nos aproximamos a la sociedad, facilita un diálogo y un
posicionamiento crítico por parte de las personas. Y en esta indagación, la práctica y
vivencia personal es clave. Estamos coexistiendo en un contexto repleto de imágenes,
somos personas constructoras-creadoras de compartimentos visuales en los que los
vínculos se centuplican.
Para no perder de vista, para observar, nos miramos, debemos partir de nosotros
mismos y de nuestra práctica visual. Y es en esa experiencia, tan dilatada como la propia
vida, donde se democratiza el arte, nos permite aproximarnos a las obras con un bagaje
de información, vivencias y experiencias.
Los Proyectos: Estudios de dos Casos.
El planteamiento desde el que la investigadora propone la vinculación arteeducación parte del pensamiento del proyecto y del proceso. Cuando iniciamos cualquier
proyecto con el alumnado y el profesorado partimos del arte como un proceso
cooperativo. Tratamos de establecer relaciones, de manifestarnos y manifestar quienes
somos desde el laberinto complejo que comporta la creación artística y la educación.
Lo que pretendemos con la realización de los proyectos es utilizar como lugar de
partida y como medio creativo la creación de contextos para ser vividos. Se trata de pensar
la correspondencia de la enseñanza-aprendizaje como un modo de arte cooperativo y que
el pensamiento de responsabilidad de alcance personal sea la perspectiva de cualquier
proposición, ya que sin compromiso e implicación es difícil innovar y transformar. Esas
imágenes que se presentan y acompañan al estudio de casos, dialogan con estos
pensamientos de partida en el viaje y nos descubren continuamente zonas de encuentro
como lugares donde la cooperación y la comunicación dialógica son posibles.
196
Proyectos como cartografías introspectivas. Pensadas. Semblantes frecuentes.
En nuestro contexto, esta perspectiva de los proyectos como si se visitasen
cartografías propias, espacios en donde pararse, trayectos propios o itinerarios que se
preparan para conocer, para percibir, para sentir, para hallarse logran un exclusivo
significado como manera de educar la práctica artística. Buscamos la semejanza entre el
patrón de formación y el proceso de creación.
La propuesta que planteamos es que estas cartografías de lo humano penetren de
igual forma en los espacios de la educación artística. Para ello, buscamos
premeditadamente apropiarnos de los métodos de creación y de las contribuciones de las
y los artistas que colaboran en los proyectos. En estos casos que exponemos hacemos
especial insistencia y nos vinculamos a los museos y al patrimonio puesto que
consideramos que muchas veces en la educación los artistas y sus creaciones permanecen
al margen o son manejados a modo de soportes para la reproducción. Así que uno de los
propósitos de enfrentarnos a los proyectos es siempre indagar sobre las reseñas artísticas
y por supuesto la colaboración con los artistas. Narraciones como estelas claras, huellas,
rastros, con un propósito rotundo de crear una comunicación dialógica en la que
intervienen el arte, los creadores, los educadores, el conocimiento artístico, la educación,
los jóvenes, la creación, y en la cual establecemos las líneas para constituir una educación
artística.
En estas cartografías introspectivas, el alumnado y toda la comunidad educativa
reciben las emociones estéticas, las memorias, las huellas que nos estimula el contexto,
la ciudad a modo de descubrimiento, de encuentro con el otro y, por supuesto, con el arte
y la educación.
Son proyectos sinceros, y estas mediaciones en los lugares, en las colectividades,
en los espacios donde verdaderamente consigues evolucionar y transformar,
introduciendo cambios en el conjunto, van haciendo que el lugar donde existimos, el
espacio en el cual vivimos, la memoria de la que participamos, y la comunidad en la que
cohabitamos, vayan transformándose.
Cartografías de la escuela, de las calles, de las instituciones colaboradoras, pero
además de las intimidades, algo que una educación individualista no está preparada para
ofrecer. Cartografías que se expanden ante las personas que colaboran en el proyecto y
también hacia su comunidad como un panorama en el que iniciar su correcta asimilación,
su oportuna aventura en cooperación fomentando territorios donde el cambio no está
programado, espacios donde el fin no preexiste ni es imaginable.
Este esfuerzo y atrevimiento ha originado nuevos vínculos institucionales, nueva
cultura educativa y nuevas voces. Su propósito es introducir territorios, como laboratorios
de lo social y cultural, y como contextos de aprendizaje y mejora con los proyectos. Con
ellos pretendemos, a partir de la educación artística, favorecer un campo de acción, de
práctica, de experiencia y diálogo teniendo una especial atención al momento de
penetrante innovación y transformación que experimenta el espacio sociológico en el que
197
existimos, entendiéndolo como entorno social. Así, toda la comunidad que experimenta
los proyectos tendrá un medio fundamentado en el arte contemporáneo para su educación,
fortaleciendo una relación de apertura con los museos, el patrimonio, la ciudad como
museo, en los que cada uno podrá verse expresado, mirando desde una perspectiva
personal o colectiva cada una de las creaciones artísticas mostradas.
Proyectos como fórmulas abiertas: la creación artística como narrativa.
Los proyectos a través del arte son métodos de enseñanza-aprendizaje eficaces y
eficientes que viabilizan el encuentro entre distintas y diversas perspectivas,
desarrollando los encuentros dialógicos y cooperativos como un camino esencial. Esta
metodología ayuda a integrar grupal e individualmente para que el proyecto se haga
propio. Desarrollamos encuentros con artistas, seminarios, eventos que aproximan el arte
contemporáneo a la escuela haciendo partícipe a la comunidad escolar de la creación
artística, de los procesos de reflexión y experimentación que conlleva toda experiencia
artística. Durante en desarrollo de los proyectos se estructuran contextos que posibilitan
la capacidad de experimentar, de situarse en el territorio del artista, del creador de
elementos artísticos.
Estos dos casos que presentamos a continuación van en muchos sentidos y
direcciones: de la escuela hacia fuera, el contexto próximo o de ambos lugares hacia sitios
de encuentro intermedios. La escuela, la universidad, los espacios de arte, los museos,
son lugares de cultura, pero asimismo de experimentación y de investigación, podemos
aprovechar todas sus potencialidades significando y suministrando el proyecto y su
desarrollo. Para establecer nuevos roles del museo y de la escuela como espacios
educativos y de experimentación es clave la relación con la universidad. Durante el
desarrollo de estos proyectos hemos colaborado de diferentes maneras: exposiciones,
seminarios, creación artística y talleres donde todo giraba en torno a la educación artística
y creación de contenidos a partir de las demandas del profesorado que se implica en cada
uno de los proyectos, donde nos comprometemos para dar espacio y visibilidad a las
propuestas de estudiantes, suscitar el trabajo con responsabilidad a partir de contextos y
de la acción artística. En definitiva todos como comunidad que aprende hemos pretendido
ver la educación desde el punto de vista del arte contemporáneo e ir más allá de los muros
de las aulas.
Para desarrollar los proyectos siempre incorporamos pensamientos del siguiente
tipo: qué nos gustaría crear que consiga transformar la educación, y con el objetivo que
sea a través del arte cercano a los temas sociales. Asimismo también nos planteamos con
quienes nos gustaría construir el desarrollo del proyecto, cómo, con qué artistas o
conceptos artísticos, qué encontramos en nuestro contexto que nos pueda ayudar, con qué
profesionales puedo trabajar y cooperar.
198
Proyectos como medio para la creación con la comunidad. Proyectos en
tránsito.
Así han germinado los dos casos, con ideas y propuestas para trabajar con grupos
cooperativos en el centro educativo Escuela 2, una escuela que integra las acciones e
intervenciones artísticas dentro de su proyecto educativo. Se trata de intervenir en la
comunidad a través del arte contemporáneo.
Inicialmente la idea de los talleres y actividades de esta escuela tenía como
propósito intervenir y acercar el arte a la comunidad pero con la pretensión de trabajar
valores. Sabemos que trabajar de este modo implica cooperar y comunicarse planteando
dinámicas de trabajo y de encuentro, nuestro objetivo es trabajar en contexto. Pensamos
en cómo orientar los talleres, cómo intervenir en los espacios buscamos siempre distintas
reseñas artísticas y también contamos con las ideas y propuestas de los artistas
colaboradores pero sobre todo con los diseños e ideas del alumnado. Todos los grupos
cooperativos se implican desde el principio, y con sus contribuciones y su trabajo, las
propuestas se convierten en un verdadero proyecto de investigación en acción a partir del
cual se inicia el proceso de intervención.
Son proyectos que vinculan la creación artística y la investigación con compromiso
pues su finalidad es transformar la sociedad a través del arte. Todos los proyectos son
independientes, colaborativos, e integran diferentes disciplinas, y acaban siendo posibles,
es decir, llegando a ser presentados a las instituciones, a la comunidad en el lugar para el
que fueron pensados. Son innovadores y buscan una estrecha conexión con el contexto,
parten de situaciones y preguntas y se convierten en posibilidades de creación, de
transformación. Son proyectos en los que al inicio lo desconocemos todo y no sabemos
qué va a ocurrir hasta que todo fluye y ocurre. Como un sueño que concluye y al final se
muestra.
Lo que sí tenemos claro, es que la educación a través del arte no reside en un espacio
único. Como señala Mª Jesús Agra: “Resulta imposible referirse a ella sin asumir su
complejidad, la diversidad de sus contextos, su constante interactividad, su plasticidad
inherente, sus múltiples facetas” (Agra, 2003: 59).
Cada proyecto es una enciclopedia, un archivo, una colección de modos de hacer
en el que todo se consigue fusionar y reordenar de todas las formas posibles. Esto ayuda
a construir el concepto de contemporaneidad que nos interesa transmitir en cooperación
con las instituciones educativas.
No es habitual, pero en algunos centros educativos se reflexiona a través del arte,
implicando para ello a artistas y profesionales de diversas manifestaciones o tendencias.
En el caso de Valencia podemos citar algunos centros conocidos por sus esfuerzos en este
sentido, escuelas que se agrupan en el colectivo Akoe, www.akoe.org, (del cual forma
parte Escuela 2). Se trata de cooperativas de enseñanza que desarrollan un currículo muy
pendiente del arte y de sus protagonistas. Este tipo de iniciativas suelen estar coordinadas
por profesorado consciente del papel del arte en la vida del alumnado, de manera que
199
acaban implicándose en estas actividades todos los colectivos del centro (padres/madres,
alumnado, profesorado, personal de administración y servicios). Vale la pena reconocer
el alto grado de cohesión que todo ello comporta, tal y como ya habíamos relatado en
anteriores ocasiones, con motivo de algo tan particular de nuestra ciudad como las fallas
(Huerta, Soto y Ramon, 2007). Creemos que el contacto del alumnado con las geografías
del arte pasa por un acercamiento directo a ciertas manifestaciones contemporáneas, por
eso la participación de un artista en una actividad escolar propicia encuentros y flujos
mucho más impregnantes que el puro conocimiento de la existencia de obras o autores.
En el panorama anglosajón se ha incentivado mucho el acercamiento de las y los artistas
al espacio escolar. Un caso especialmente conocido de esta realidad es el que propaga la
organización Engage (www.engage.org) en el Reino Unido, desde donde se coordinan
este tipo de contactos. Algunos autores (Thornton, 2005) defienden incluso el papel del
profesor/a-artista como la mejor estrategia.
Hemos elegido estos dos casos, Ser de Huevos y Falla S.O.S, para investigar en
profundidad aunque al final del capítulo se añade una serie de fotografías de otros
proyectos realizados que, con el mismo planteamiento he vivido como artógrafa en mi
estancia en Escuela 2. Esas páginas nos ayudarán a entender el concepto de comunidad y
colaboración que se plantea en el desarrollo de proyectos cooperativos artísticopedagógicos donde continuamente se evidencian las relaciones entre miembros de
instituciones. Así ayudamos a visualizar los vínculos que se pueden establecer entre
instituciones cuyo propósito es la educación.
9.1.3 Un poco de historia de Escuela 2
Ilustración 6. Escuela 2
200
Escuela 2 educa a través del arte, el arte desempeña un papel fundamental como
medio educativo.
La investigadora, como profesora y directora de Escuela 2 en el desarrollo de los
dos proyectos que se convierten en parte de la investigación presentada como estudio de
casos, se ha preguntado por las funciones que había de desempeñar el arte en la propuesta
de actividades de aprendizaje. No siempre ha tenido claro aquello que ha llevado a cabo
ni tampoco aquello que debía realizar. Recreamos a pensadores de la educación como
Giroux (1989) o Eisner (1989), por poner algún ejemplo, para manifestar este estado de
incertidumbre y confusión en los proyectos educativos, que también es usual en la
sociedad actual donde existen complejas contradicciones y discursos muy variados.
Vivimos como educadoras en situaciones de perplejidad en la llamada sociedad
formadora y educadora (Husen 1993). Bien es cierto que como profesional de la
educación, la investigadora ha podido enriquecer sus posibilidades educadoras con los
modelos que han aparecido desde los años setenta y primeros ochenta, pero ha visto cómo
cada vez se han hecho más complejas nuestras tareas.
La investigación educativa nos muestra que no hay una manera exclusiva de educar.
La vertiente como profesora, gestora y creadora hace que se entienda la educación
artística como un espacio compartido en el que el arte se entrecruza con el territorio, la
palabra, las preocupaciones sociales, la música, el drama, las intervenciones urbanas, las
experiencias cotidianas.... Todo lo que nos rodea nos va dibujando como somos y, por lo
tanto, el arte y la vida son mapas que se superponen en nuestra trayectoria como personas.
En los proyectos de investigación en acción que presentaremos a continuación
queremos aproximarnos a ideas y propuestas que permitan profundizar en la relación
entre tres ámbitos que son interdependientes: arte, educación y ciudadanía.
Arte en contexto pues, que propone buscar vínculos entre la acción educativa y la
acción artística contemporánea. Entendemos que la educación puede ser entendida como
un proceso artístico, proceso que lleva a desarrollar acciones a través de las cuales se
pueden operar cambios en la forma de entender esa relación entre las manifestaciones
artísticas contemporáneas y la sociedad. Cada acción supone, además de un proceso, una
actuación reivindicativa del papel del arte en la vida y, por lo tanto, en la experiencia de
la persona. Además de evidenciarlo es necesario ir avanzando hacia una educación
formulada desde el punto de vista del arte.
Así, los proyectos permitirán conocer diferentes experiencias encaminadas a activar
la educación artística y a promover proyectos cooperativos en los que la escuela o la
universidad asumen un papel de dinamizador de la cultura y del espacio urbano. También
acercarán diferentes contextos de la acción educativa en relación con el arte en los museos
y en el espacio público a través de experiencias muy significativas, tomando como
referencia en la creación artística problemas reales de la persona y su relación con el
entorno o construir itinerarios urbanos donde poner a la vista lo que siempre nos queda
oculto. Todas ellas son, claramente, posiciones artísticas que pretenden comunicarse con
201
la sociedad de la que surgen. Las vivencias, así como las reflexiones de espectadores y
usuarios del arte contada en primera persona, también tendrán cabida con el fin de
compartir estas cuestiones interrogantes en torno a la educación artística.
Las experiencias que se describen en esta tesis son las de una Escuela cooperativa,
Escuela 2. Una escuela cooperativa que tuvo en su momento que adoptar una estrategia
de supervivencia para adquirir una personalidad propia y terminar convirtiéndose en una
singularidad en el sistema educativo de Valencia. Cobrar identidad propia le ha permitido
salir del anonimato y convertirse en un centro de referencia. Este cambio se ha producido
en un marco temporal de poco más de una década, y gracias al esfuerzo y espíritu
emprendedor de su claustro y de su equipo directivo.
Pero para poder articular este apartado de la tesis fue necesario montar toda una
ingeniería de acciones que le dieran coherencia y aportasen un análisis teórico que pudiera
ser de utilidad. Esos proyectos tenían que estar a la altura de iniciativas innovadoras y en
torno al tema que nos ocupa.
Mediante la metodología de trabajo por proyectos se han ido incorporando los ejes
transversales, el trabajo por competencias, la cultura emprendedora y las buenas prácticas.
Los hábitos de trabajo en equipo y la colaboración entre las diferentes etapas educativas
y la comunidad escolar de Escuela 2, movilizando todos los recursos humanos que
estaban a nuestro alcance son en definitiva nuestro capital, nuestro capital humano.
9.2 Caso 1: Proyecto Ser de Huevos
9.2.1 Introducción
Análisis del contexto.
El mundo de la creación artística ocasionalmente cuenta con el apoyo de la escuela
en el momento de la producción de piezas, pero el artista suele refugiarse en su taller
durante el proceso de creación. Si bien ésta es la tendencia habitual, no siempre ocurre
así. Presentamos un proyecto desarrollado conjuntamente entre un artista (Adolfo
Siurana), un centro educativo (Escuela 2 - S.C.V de La Canyada, Valencia
www.escuela2.es) y un espacio expositivo dedicado exclusivamente al arte
contemporáneo (Sala Parpalló, Valencia, www.salaparpallo.es). Se trata de una iniciativa
que irrumpe en un panorama de saludable crisis y confrontación de valores y estrategias,
en un momento en el que se están proponiendo nuevos imaginarios y, aún más importante,
nuevas ideas sobre la producción, difusión, circulación y consumo del arte y la cultura
contemporánea. Ejemplo de todo ello es el caso de Adolfo Siurana con su propuesta de
proyecto interactivo en el cual una de las obras para su exposición Øposiciones en la Sala
Parpalló, www.salaparpallo.es/ficha_exposicion.html?cnt_id=29, (concretamente la
escultura “Ser de Huevos”) da cabida a la participación de toda la comunidad educativa
del centro Escuela 2.
202
Con esta iniciativa se persigue la consecución de un proyecto de cooperación con
dos objetivos concretos: sostenibilidad humana y reciclaje. La obra pone en evidencia la
necesaria reformulación del papel del alumnado y del profesorado, ya que en ella se
encuentra un lugar para la persona espectadora que ya no es pasivo. Una redefinición del
concepto de visitante-espectador-usuario, una recreación de los “modos de ver” actuales,
una redefinición del modelo de artista y de su papel en la sociedad, una nueva función del
arte y de la cultura en el entramado de la contemporaneidad, una redefinición de los
límites del arte. 10000 huevos hay metidos en el proyecto, pero también tesón, trabajo y
horas de tareas colectivas que lo han hecho posible. Pensamos que es necesario fomentar
este tipo de complicidades para abordar, en una sociedad como la actual, los nuevos retos
del arte, sus creaciones, sus percepciones, y sus públicos. Puede que en el caso que ahora
analizamos, el artista Adolfo Siurana interviene como detonante de la actividad, mientras
que la profesora, artista e investigadora canaliza y ordena los circuitos de la trama
artística. Gracias al encuentro se verifica una realidad que encaja perfectamente en el
ámbito educativo de Escuela 2.
Constitución del grupo de trabajo.
Participantes: Adolfo Siurana, la comunidad educativa de Escuela 2 y huevos
Guillén.
El artista Adolfo Siurana (Valencia, 1970):
Dentro de un lenguaje figurativo, Siurana produce series de hombres idénticos
entre sí que interactúan con el espacio que los circunda, y los agrupa o los
dispersa de modo que el concepto que nos viene a la mente observando sus
instalaciones es el del ”adocenamiento” y, al mismo tiempo, el del aislamiento del
ser humano contemporáneo.
“....la desazón de la vulnerabilidad del espacio como ente inasible centra el trabajo de
este escultor interesado por el vacío y su relación entre las formas y los seres
humanos....” (Armando Pilato).
“Las piezas de Adolfo Siurana remiten a un silencio que chirría y a una soledad que se
resuelve en el tumulto de la consternación” (David Pérez).
Siurana trabaja con materiales frágiles como el vidrio, la cera, la porcelana o el
jabón. Uno de los temas recurrentes de su producción es el cuerpo humano, tema
elegido precisamente para el desarrollo del Proyecto conjunto que se realizó con la
comunidad educativa de Escuela 2: Ser de huevos, junto a la Sala Parpallo, con la
colaboración de otras entidades y personas implicadas en el Proyecto.
203
La comunidad educativa de Escuela 2:
Ilustración 7. Proyecto de trabajo de Escuela 2
Escuela 2 opta por una pedagogía de la cooperación y por ello apuesta
abiertamente por una sociedad en la que prevalecen valores como la comunicación,
la ayuda, la colaboración, el respeto, la diversidad, la inclusión, la participación y
la responsabilidad. Es una escuela pensada para acoger y sacar lo mejor de cada
uno, para lograr desarrollar las capacidades de su alumnado y profesorado, no de
manera uniforme y con la vista puesta sólo en las y los mejores, sino en potenciar a
todos y todas.
Un enfoque en el cual la
diferencia y la heterogeneidad se
entienden como oportunidad y no
como problema. En él se intenta no
sólo alcanzar un nivel satisfactorio
de rendimiento escolar de todo su
alumnado, en función de sus
capacidades individuales, sino
también el desarrollo de actitudes
relacionales
y comunicativas
impregnadas de colaboración.
Ilustración 8. El lenguaje de Escuela 2
Ilustración 9. Las inquietudes de Escuela 2
204
El proyecto educativo, fundamentado en conceptos básicos como la inclusión, la
coeducación y el laicismo ha determinado la configuración de una escuela abierta
y participativa, preocupada por atender a la diversidad individual y compensadora
de desigualdades, centrada en posibilitar la vivencia de una niñez y una
adolescencia dignas y felices.
Ilustración 10. Nuestro proyecto de trabajo, Escuela 2.
La implicación en el proyecto Ser de Huevos se abrió a toda la comunidad educativa
de Escuela 2.
Sala Parpalló de Valencia:
La Sala Parpalló, abrió sus puertas en 1980 bajo la dirección de Artur Heras
integrada en la red de museos de la Diputación de Valencia. Fue el primer espacio
institucional valenciano que presentó de una manera continuada arte
contemporáneo, dando especial relevancia a la fotografía, por aquel entonces una
extraña en los espacios museísticos. En sus inicios fue el primer espacio público
dedicado a mostrar arte moderno y contemporáneo en la ciudad de Valencia.
205
Cumplidos sus primeros treinta años, la Sala Parpalló mantiene un explícito
compromiso de continuidad con lo que siempre ha representado, diálogo entre
creadores jóvenes y consagrados, apuesta por los nuevos lenguajes y formas
expositivas, y un estrecho contacto con el mundo artístico y académico valenciano.
La crisis no tiene miramientos y se cobra toda clase de víctimas. El arte no ha
podido escapar a la difícil coyuntura económica y ha sufrido cierre de galerías y
recortes en los presupuestos. En Valencia, la última afectada por esta situación ha
sido la sala Parpalló. El veterano espacio cierra su sede en 2010 y se muda al
MuVIM.
Entre el 30 de mayo y el 2 de septiembre de 2007 la Sala Parpalló dedicó una
exposición al escultor Adolfo Siurana. El trabajo que presenta, Øposiciones, es el
resultado de uno de los proyectos premiados en la convocatoria de las Becas Alfons
Roig de 2004. Se trata de reflexiones concebidas y realizadas durante estos últimos
años en Sajonia-Anhalt (Alemania Central) y Valencia (España).
La fragilidad es el hilo conductor de las 4 instalaciones pensadas para el espacio
expositivo de la Sala Parpalló, ubicado en el antiguo refectorio del convento de la
Trinidad (del siglo XV). Dicho espacio se comunica con el claustro a través de un
muro, que se convierte en una de las claves de la exposición. Ambos espacios tienen
en común la contemplación y la meditación. Son dos ámbitos, el arte
contemporáneo y el monasterio, que dialogan entre sí con un discurso humanista y,
a su vez, con el espectador.
Los materiales empleados, como cera refundida (procedente de diferentes
religiones, bares y clubes), huevos, acero o luz, pretenden desdoblar la dualidad y
multiplicar los puntos de vista. Materiales que a través de la forma nos permiten
acceder a metáforas cotidianas. El vacío y su relación con las formas y los seres
humanos, adocenados y aislados al mismo tiempo, la metáfora de los materiales y
la ordenación y la medida de las figuras reflexionan sobre la fragilidad, el silencio
y la soledad.
Esta Sala, la Sala Parpalló es el lugar donde se expone la Obra Ser de Huevos de
Adolfo Siurana con el apoyo en su realización de la comunidad educativa de
Escuela 2 y el patrocinio de Huevos Guillen.
Huevos Guillén:
Ilustración 11. Huevos Guillen
A principios de los años 60, Benjamín
Guillén Ferrer, natural de Gúdar (Teruel), se
trasladó a Valencia, para comenzar su
andadura por el mundo de la avicultura.
Comenzó vendiendo huevos que compraba
206
en distintas granjas de la zona de Sinarcas, hasta que pudo adquirir su primera nave
en el citado municipio.
En 1975 se le unió su hermano Joaquín, poco a poco y con gran esfuerzo,
consiguieron que la empresa fuera creciendo, expandiéndose por toda la
Comunidad Valenciana.
En 1984 se fundó la empresa familiar Huevos Guillén s.l. incorporándose a la
misma, nuevas generaciones de la familia Guillén, reforzando con juventud y
formación académica, la experiencia y el tesón de los que ya estaban, logrando en
la actualidad que la empresa sea una de las más importantes del sector avícola en
España.
Uno de los hermanos de la empresa familiar era padre de un alumno de Escuela
2 y, tras hablar con él la directora del Centro acompañada por el artista Adolfo
Siurana, amable y rápidamente se dispuso a colaborar en el proyecto de la creación
de la Escultura Ser de Huevos aportando los huevos necesarios para la realización
de la obra. La empresa Huevos Guillén sería nuestra patrocinadora.
Organización:
Padres y madres, profesorado, alumnado y personal de cocina del centro Escuela 2
han sido partícipes, junto al artista, de la creación de la pieza Ser de Huevos. La obra
medía aproximadamente cinco metros. Se trataba de una estructura de metal que se
suspendía de una pared.
Dirección
Claustro
profesorado
Personal de
Cocina
Adolfo
Siurana
Comunidad
Educativa
Escuela 2
Huevos
Guillen
Alumnado
AMPA:
Padres y
madres
Ilustración 7. Participantes Comunidad
Educativa Escuela 2
Ser de huevos: Sala Parpalló
Ilustración 8. Integrantes del
proyecto
La estructura se completa al cubrirla con los huevos, elementos que habían sido
vaciados por el alumnado, trabajadores del centro educativo y familias.
207
Existe un proceso clave para que el proyecto llegue a buen puerto y es la
organización del proceso y de las personas implicadas para su desarrollo, además de
establecer los canales de comunicación necesarios para que toda la comunidad esté
informada y conozca las vías y formas de participación.
El equipo de dirección de Escuela 2 aprobó la propuesta presentada por la directora
y el artista Adolfo Siurana que fue comunicada a continuación al Claustro, el Consejo
Escolar y la Asamblea de Trabajadores/as de Escuela 2. Es desde estos órganos
representativos de la Comunidad Educativa donde se realiza la proyección del Proyecto
Ser de Huevos y donde se acuerda el papel de cada equipo y estamento en el desarrollo
del mismo. Se encuentra el sentido del mismo ya que en ese curso académico se prestaba
especial atención al Reciclaje y la Sostenibilidad Humana y era uno de los objetivos
propuestos dentro de la Programación General Anual. Dicho proyecto Ser de Huevos
reunía los planteamientos y características para dar sentido a dicha acción educativa y nos
propiciaba un nuevo contexto educativo.
A partir de ahí se definió la estructura para su realización y la comunicación del
Proyecto.
Se creó un equipo de trabajo configurado por las personas que estaban más
directamente implicadas en el proyecto: Adolfo Siurana, una representante del personal
de cocina, un profesor del tercer ciclo de primaria, una profesora de secundaria, una
miembro del AMPA, y un alumno de Secundaria y otro de Primaria (ambos miembros de
la representación del alumnado Gente Ze y Consejo de Ancianos) y la directora.
Objetivos:
Participar con el artista en la creación de una obra a través de la
realización de un proyecto comunitario.
Trabajar la idea de reciclaje y sostenibilidad humana como valores
sociales y humanos.
Desarrollar la metodología de trabajo en equipo cooperativo como
base para el desarrollo de proyectos e ideas.
Demostrar que un colectivo unido puede llegar a lograr su objetivo con
la implicación de todos y cada uno y una de los miembros de la
comunidad escolar.
Posibilitar las colaboraciones y vínculos institucionales.
Comprobar cómo la grandeza de las acciones reside en la participación
y cooperación.
Propiciar cambios en los modos de ver y en las formas de generar
cultura visual
Educar en empatía con el arte.
Motivaciones:
208
Los modos de ver de las diferentes culturas y personas evolucionan y varían con el
paso del tiempo. Están y han estado condicionados por múltiples factores. En el proyecto
Ser de Huevos interesaba discernir algunos factores y caracteres específicos del mundo
en que vivimos para ser conscientes de cuáles son o podrían ser nuestros modos de ver y
su influencia en todos los terrenos, en especial en el territorio de la educación artística
(algo que desde Escuela 2 se fomenta no únicamente en el aula, sino también en las visitas
a museos, conciertos, proyecciones de películas, teatro, conferencias, etc). Nuestra visión
está condicionada por nuestra historia y nuestra concepción sobre la educación.
En la medida en que la educación que recibimos esté más conectada con las
condiciones del presente que habitamos, más adecuada será nuestra visión para vivir en
el mundo, para entenderlo e incluso para transformarlo. Conseguir que la educación esté
conectada a las condiciones de este presente acelerado y cambiante que nos ha tocado
vivir y crear, no está exento de problemas y tensiones: implica una formación continua
por parte del profesorado, una actitud muy flexible y sin prejuicios, una voluntad de
cambio incesante (incluso voluntad de cambiar aquellas instituciones más perdurables
como la institución museística o ciertas convenciones muy asentadas en la propia escuela)
y una férrea intención de aprender nuevos parámetros desde los que pensar la cultura, las
artes, la educación y todos los ámbitos de la vida. Se trata de elegir entre una visión basada
en el pasado para vivir el presente, o una visión del presente para crear el futuro, con todo
el compromiso y riesgo que conlleva. Algunos de estos conflictos son observables
también en los propios generadores de la cultura.
En el actual panorama de la creación cultural podemos distinguir dos posiciones:
artistas convencionales que usan materiales tradicionales y conceptos asociados a las
categorizaciones ilustradas sobre la escultura, la pintura, el dibujo, etc. (pensemos en
criterios como la originalidad y la trascendentalidad), y por otro lado artistas
transdisciplinares que exploran nuevas configuraciones formales, nuevos materiales y
soportes, así como los nuevos conceptos a ellos asociados. En relación con esta idea, el
proyecto que nos ocupa ejemplifica a la perfección el momento de cambio en que
vivimos, producto de los roces y las tensiones generados entre dos estadios culturales: la
cultura alfabetizada visual y literariamente generada por la imprenta desde el
Renacimiento hasta nuestros días (que conforma la visión más convencional y asentada
desde la Ilustración), frente a la aparición de una nueva dinámica cultural establecida por
la alfabetización de la imagen (que produce y gestiona unos modos de ver radicalmente
diferentes).
Si bien es verdad que a nuestro alrededor todo está cambiando a una velocidad
vertiginosa, no es menos cierto que el modelo general de acercamiento al arte se viene
manteniendo en la mayoría de las ocasiones prácticamente estancado. Esta es una de las
ideas que extraemos del programa “Cambiar la mirada”, del Centro Galego de Arte
Contemporánea (CGAC), en el que se reflexiona sobre los cambios que la gran mayoría
de la población ha efectuado en su modo de vida, y respecto a todo lo que le rodea,
mientras no ha alterado su manera de mirar al arte. Y lo cierto es que el arte ha cambiado
en la misma medida en que lo ha hecho el mundo en el que vivimos, o más aún, desde
209
ciertos ámbitos de la creación y la difusión del arte contemporáneo se ha ido en
avanzadilla hacia los nuevos estadios de la recepción. Ahora son los públicos, también,
quienes son tenidos en cuenta a la hora de gestionar su propia mirada hacia el arte (Agra
y Mesías, 2007). A medida que nos adentramos en el nuevo siglo aparecen, desde las
llamadas “microutopías”, posibilidades que se le ofrecen al alumnado para que participe
con sus propias creaciones e implicaciones en la redefinición del arte como escenario
abierto, sin complejos adquiridos. Además, se nos exige cierta implicación cuando se
defiende que: “el arte de hoy tiene, más que nunca, una función activista con un marcado
compromiso social” (Agra y Mesías, 2007: 19).
Temática que hay que investigar:
La temática a investigar es si es posible desarrollar un proyecto entre una
comunidad educativa y un artista para su posterior exposición en una sala de arte
contemporáneo. Además descubrir que en el desarrollo y realización del Proyecto Ser de
Huevos existen objetivos y competencias contempladas en el currículo escolar, así como
descubrir nuevas metodologías y métodos interdisciplinares que desarrollan inercias de
aprendizaje (Fontal, 2004) y vínculos institucionales.
9.2.2 Planificación
Descripción y focalización del problema que hay que investigar:
¿Cómo surge?
No es casualidad que ciertos artistas contemporáneos lleguen a colaborar con
determinados centros educativos. El inicio de tal apuesta suele originarse en la amistad
personal que une a individuos con preocupaciones y sensibilidades afines. Loli Soto y
Adolfo Siurana se conocieron en las aulas cuando ambos estudiaban Bellas Artes. Se ha
fraguado una amistad entre ellos que transcurre y evoluciona desde hace años. Adolfo fue
premiado con la Beca Alfons Roig de la Diputación de Valencia, lo cual supone además
preparar una exposición individual para la Sala Parpalló. El reto escenifica ciertos riesgos,
teniendo en cuenta las limitaciones de tiempo, presupuesto y espacio expositivos. Adolfo
comentó desde el inicio con la investigadora su idea de gestar una pieza escultórica
monumental. Uno de los inconvenientes consistía en realizar dicha pieza, ya que se había
concebido cubierta con una cantidad considerable de huevos. La investigadora, en ese
momento directora del colegio, sugiere que dicho material pueda ser manipulado desde
su centro. Aquí empieza una genuina relación de encuentros, ya que todos los colectivos
de la escuela apoyaron desde el inicio la idea de la dirección. Resulta impresionante la
colaboración desinteresada por parte de padres y madres, alumnado, personal de comedor,
y del profesorado. Entre todos consiguen llevar a cabo el reto, con lo cual la pieza ha
podido construirse.
210
¿Cómo evoluciona?
Adolfo Siurana nos plantea participar en una de sus obras Ser de huevos.
Encontramos buenas razones para participar: Reciclaje y Sostenibilidad Humana. Era
muy grande para una escuela poder participar en una obra tan especial. Tener la
oportunidad de enseñar al mundo cómo de la estrecha colaboración nace un producto
sostenible, un aprovechamiento total. Ver cómo su grandeza reside en la participación y
cooperación.
Tras ser aprobado el Proyecto por el Consejo Escolar de Escuela 2 donde están
representados todos los miembros de la comunidad educativa se crea un equipo
multiprofesional con representación de todos los estamentos escolares de la cooperativa
que será encargado de comunicar y organizar el proceso para el desarrollo del Proyecto
Ser de Huevos.
Por otra parte, el artista Adolfo Siurana será el encargado de la relación y
comunicación de la marcha del proyecto con la responsable de la Sala Parpalló y de la
coordinación con el padre copropietario de la empresa Huevos Guillen para planificar y
establecer los tiempos y cantidades necesarias de huevos durante el período de desarrollo
del proyecto.
Estrategias e hipótesis de acción:
A continuación presentaremos las estrategias de comunicación y también las
estrategias utilizadas para la coordinación y la creación de la estructura necesaria para
abordar el caso de estudio: Ser de Huevos. Describiremos asimismo la hipótesis de acción
planteada.
Estrategias de comunicación:
Sesión Informativa al Claustro de trabajadores y trabajadoras de
Escuela 2.
Sesión informativa y aprobación del Proyecto en el Consejo Escolar.
Sesión informativa al Consejo de ancianos y ancianas como órgano
de representación del alumnado del centro.
Sesiones realizadas por los ancianos y ancianas al resto del
alumnado informando y animando a la participación.
Cartas informativas a los padres y madres por parte del representante
del AMPA del Consejo Escolar
Sesiones informativas y de trabajo con el artista al alumnado
implicado en el proyecto.
Información del Proyecto en el boletín Kikiriquí.
211
Estrategias de coordinación y de generación de estructura:
El equipo multiprofesional genera su calendario de reuniones y
dirige todas las acciones a realizar tanto del Plan de comunicación
del Proyecto como del desarrollo de las acciones necesarias para su
realización.
Cada miembro del equipo asume un rol y unas funciones que debe
llevar a cabo.
Planificación y coordinación con el profesorado.
Planificación y coordinación con el personal de la cocina y del
comedor.
Planificación y coordinación con los padres y madres
colaboradores/as.
Coordinación de la cocina, el artista y el proveedor de huevos.
Coordinación del artista y la directora con la Sala Parpalló.
Hipótesis de acción
Solicitar a la comunidad educativa de Escuea 2 que colaboren junto con el
artista Adolfo Siurana en el vaciado y limpieza de los huevos para la elaboración
de la escultura Ser de Huevos que posteriormente será expuesta en la Sala
Parpalló.
9.2.3 Desarrollo
Organización y puesta en marcha del trabajo:
La investigadora, coordinadora del proyecto y profesora de Educación Plástica y
Visual, tuvo que elaborar un complicado entramado de complicidades para coordinar la
participación de cada colectivo. El alumnado y el profesorado del tercer ciclo de primaria,
así como el de secundaria, fueron los grupos más vinculados a la propuesta. La pericia
con que el alumnado tuvo que extraer la parte comestible del huevo llegó a convertirse en
un ritual compartido con sus compañeros. La idea de recuperar y aprovechar aquel
material comestible empujó la dirección del centro y a las trabajadoras de la cocina a
elaborar menús planificados con antelación para que el colesterol no dejara huella.
212
Alumnado de Escuela 2 vaciando los huevos
blancos que posteriormente recubrirán la piel
de la escultura. Recogida de la parte
comestible.
Ilustración 14. Alumnado de Escuela 2 vaciando huevos
Con el material reciclado separado del
cascarón se procedió a elaborar diferentes
platos de menú.
Ilustración 15. Colaboración con la cocina.
213
Algunos padres y madres, profesorado, y el
artista, posan ante la escultura expuesta en la
Sala Parpalló.
Ilustración 16. Participantes y artista con Ser de Huevos
La repercusión mediática de esta exposición de arte contemporáneo fue un aliciente
más, añadido al ya de por sí gratificante esfuerzo que supuso la participación en el
proyecto.
Recogida de información:
En este proyecto se realiza una recogida de la información con una metodología de
investigación cualitativa como es el estudio de casos. La recolección de datos ha resultado
fundamental y lo que hemos buscado ha sido la información de las personas participantes,
así como la de la propia investigadora. La investigadora utiliza una postura reflexiva y
trata, lo mejor posible, de minimizar sus creencias, fundamentos o experiencias de vida
asociados con el tema de estudio y al proyecto desarrollado. Consiste, como hemos
mostrado, en la descripción profunda y completa de dicho proyecto mostrando con
imágenes el desarrollo y evolución del proyecto así como la inauguración de la exposición
de Oposiciones del Artista Adolfo Siurana en la Sala Parpalló. Se muestra además a modo
de relato las imágenes de todo el proceso donde se ilustran las situaciones, interacciones,
experiencias, actitudes, emociones, pensamientos y conductas de las personas
participantes, ya sea de manera individual, grupal o colectiva. Se han recogido todas las
imágenes para mostrarlas como datos con la finalidad de mostrar para comprender la
hipótesis de acción y responder así a preguntas de esta investigación y posibilitar la
214
generación de conocimiento. La recolección de imágenes-datos se realiza en los
ambientes de desarrollo del proyecto. Para evitar inconvenientes en la investigación de
este caso hemos utilizado una combinación de técnicas para obtener la información
necesaria, revisión de documentos y colaboración de personas. Por tanto, las fuentes de
información que se utilizan en este estudio de casos son múltiples.
En este proceso de investigación no nos hemos limitado únicamente a modelos
teóricos, sino que éstos se han completado con la interacción de las voces. En el estudio
de caso de Ser de Huevos nos hemos permitido triangular horizontalmente nuestra voz
como investigadora con las del profesorado implicado y la voz del alumnado participante
a través de la narración y las imágenes como instrumentos de carácter cualitativo.
Escuchar y triangular estas voces nos ha permitido un progreso metodológico en la
investigación y dar más validez a sus resultados y a las conclusiones obtenidas.
9.2.4 Reflexión y evaluación
En este caso, Ser de Huevos, hallamos las siguientes justificaciones y valoraciones
para su desarrollo:
Hemos encontrado buenas razones para participar; ya que se trataba
de un proyecto donde se trabajaba el reciclaje y la sostenibilidad
humana.
Nos hemos enfrentado a los 10000 huevos necesarios para desarrollar
el proyecto pero también al tesón, el trabajo y las horas colectivas
para hacerlo posible.
Era un proyecto muy grande para nosotros, por eso fue necesaria la
implicación de toda la comunidad educativa. Para todos y todas era
inimaginable participar en un una obra tan especial.
Hemos tenido la oportunidad de mostrar cómo de la estrecha
colaboración nace un producto sostenible, donde se realiza un
aprovechamiento total.
Hemos visto cómo su grandeza reside en la participación y
cooperación.
Con el proyecto Ser de Huevos se fue construyendo conocimiento fruto del
intercambio de aportaciones e ideas de cada persona e institución participante que se
dejaban emerger en las sesiones de trabajo conjunta y los seminarios. Para desarrollar un
buen proceso de investigación ha sido necesario un trabajo conjunto de diferentes agentes
implicados en el contexto de la investigación. Este acompañamiento y trabajo conjunto
ha permitido llegar a unos resultados óptimos.
Tres elementos que han contribuido en la estrategia de triangulación del proyecto
Ser de Huevos han sido el contexto estudiado, los instrumentos utilizados en la recogida
de datos y el trabajo que ha realizado la investigadora. Un contexto dinámico con gran
215
variedad de personas implicadas con relaciones horizontales, y seis instrumentos
cualitativos destinados a analizar un mismo objeto de estudio (dosieres, voces,
entrevistas, fotografías, seminarios y diario).
Esta triangulación de datos nos ha ayudado a mejorar el proceso de investigación,
y nos ha servido como herramienta para mejorar y aportar nuevas miradas a un mismo
elemento de estudio. El trabajo conjunto entre las diferentes personas implicadas en el
proyecto Ser de Huevos nos ha permitido analizar la realidad desde diferentes puntos de
vista y debatirlo. La triangulación nos ha permitido una mejor aproximación a la realidad
y que la investigación haya sido más afín con el contexto. Rodríguez (2005) subraya la
necesidad de armonizar diferentes técnicas de investigación para lograr descubrimientos
complementarios y desarrollar el conocimiento referente, necesidad que en nuestro caso
la crea el análisis de una realidad cada vez más poliédrica.
El estudio de caso de Ser de Huevos además ha contribuido a finalizar el proceso
de investigación en el contexto estudiado con la retorno de los resultados al claustro de
docentes de Escuela 2. En nuestro trabajo se obtuvieron unos resultados útiles ya que
sirvieron para poder continuar mejorando el desarrollo de proyectos a través del arte con
implicación institucional y seguir avanzando, escuchando la voz de todas las personas
involucradas en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Como afirma Murillo (2003) uno
de los requisitos imprescindibles para que los resultados de la investigación aplicada sean
realmente útiles es que hayan sido obtenidos a partir del análisis de la realidad que se
quiere mejorar.
Donolo (2009) nos dice que para llevar a cabo la triangulación se demanda de
conocimiento, tiempo y de recursos para realizarla. En este caso se ha desarrollado una
triangulación múltiple, ya que se han combinado la triangulación de datos, la de métodos
y la de investigadoras (Denzin, 1970), así como la triangulación de distintas situaciones
(recogida de datos, discusión entre las estudiantes, discusión del profesorado y la
discusión de investigadora y artista). Se ha partido de los conocimientos de todas las
personas implicadas en el proyecto Ser de Huevos, de las evocaciones del alumnado y de
los diferentes recursos universitarios y escolares.
Este estudio de caso no se ha limitado únicamente a modelos teóricos, sino que
éstos se han completado con la interacción de las voces de todas las personas implicadas
en el estudio.
La triangulación metodológica nos ha sido de provecho para mejorar las
organizaciones y para renovar nuestra práctica como investigadora y como docente, por
lo que se convierte en una herramienta primordial para la investigación. El conocimiento
no se impone por ninguna de las personas participantes, sino que se construye de modo
conjunto, realizando préstamos de conocimiento, habilidades y destrezas, de unos a otros.
De este modo constatamos el pensamiento de Moreno y Romero (2011) que plantean que
la formación de los investigadores no es una cuestión únicamente cognitiva, sino que
también es de actitud y de moral.
216
A modo de conclusión, queremos destacar que hemos querido investigar teniendo
en cuenta las voces del alumnado atreviéndonos a romper la estructura del paradigma
tradicional orientado a explicar, predecir y controlar la realidad estudiada. Retomamos la
idea de Morin (1997) donde nos plantea que la presencia y validez de las disciplinas
académicas tradicionales en la investigación tiene consecuencias sobre el conocimiento,
quedando falseado y fragmentado, ya que imposibilita unir, situar la información en un
contexto real, de comprender el conocimiento como parte de un conjunto más extenso.
Por eso, consideramos que se demandan métodos de investigación alternativos, otras vías
de escucha (Susinos y Rodríguez, 2011).
Escuchar y triangular las voces del alumnado y la voz de la investigadora y del
artista implicado ha favorecido el avance metodológico en la investigación para así poder
dar una mayor validez a los resultados y conclusiones que hemos obtenido. En particular
nos ha permitido repensar las prioridades del alumnado y también ha ayudado a
aproximarnos a un conocimiento del contexto más amplio, menos compartimentado y
parcelado, que nos apoya para que no perdamos la perspectiva del caso experimentado.
Como nos recuerda Allan (2008), más atrayente que la categorización, son los trayectos
y los vínculos, las grietas para lograr acceder a una realidad más compleja e
interrelacionada, que la realidad fraccionada y disciplinada que ha acompañado hasta la
actualidad el paradigma de investigación tradicional.
9.2.5 Conclusiones y recomendaciones
Aquí se analizan los efectos de las acciones que hemos realizado y efectos
formativos que han tenido en las personas participantes ofreciendo nuevos planteamientos
y propuestas.
Propiciar cambios en los modos de ver y en las formas de generar cultura visual.
Educar en empatía con el arte.
Apuestas radicales frente a escenarios de inmovilidad.
La producción de mundos y la generación de un nuevo modo de ver han de ser
asimilados por el museo, la escuela y los docentes como una práctica continua. Se trata
de interiorizar los fundamentos de una renovación de la educación artística, de modo que
la aplicación cotidiana de los principios asimilados acabe evidenciando un cambio
efectivo de su práctica escolar. Un cambio que va a propiciar en la educación, tanto en el
profesorado como entre el alumnado, una adecuación entre lo que enseñan /aprenden y el
mundo de hoy. En el mismo sentido, el museo, incluso quienes acceden a él como
creadores, habrán de interiorizar las numerosas cuestiones que hemos reseñado hasta
ahora, las zonas de conflicto, las novedades que problematizan la realidad en la que
vivimos: una redefinición del concepto de visitante-espectador-usuario, una recreación
de los “modos de ver” de nuestra sociedad, una redefinición del modelo de artista y de su
papel en la sociedad, una nueva función del arte y de la cultura en el entramado de la
contemporaneidad, una redefinición de los límites, en ocasiones frustrantes o elitistas, del
217
arte. La economía ha cambiado, la sociedad también lo ha hecho, la cultura material no
deja de renovarse, el mundo en el que vivimos no cesa de transformarse y se ve construido
día a día con todo ello. No se puede cambiar una pieza del entramado sin cambiar cada
una de las piezas que lo constituyen. La escuela también ha de estar preparada para
cambiar, para responder a la nueva realidad, para adecuarse a ella, e incluso para
construirla.
El arte puede transformar y replantear todos los ámbitos de la vida, desde el laboral
hasta el doméstico, los aspectos identitarios, o la misma educación. Se trata de un campo
bastante novedoso que acoge sueños y vocaciones: los sueños de los activistas que
esperan que se convoque más vida social, civil y democrática. Resulta fácil sucumbir ante
estos sueños o delirios; la velocidad de los cambios apenas nos permite adaptarnos y
motiva una necesaria y continua renovación del aprendizaje, de forma que toda persona
deberá necesariamente reciclarse varias veces en su vida. Para Verónica Sekules “el
proceso de integración puede ser profundamente exploratorio, y requiere una agilidad
mental capaz de profundizar en la memoria, así como recoger o responder a una reacción
improvisada” (Sekules, 2007: 47).
La misma autora, refiriéndose a las implicaciones sociales de estos procesos de
adecuación, asegura que: “curiosamente, cuanto más profundos y especializados son los
encuentros, menos solitario y más social será el campo de encuentro” (Sekules, 2007:
47).
La renovación constante en la que vivimos inmersos es producto también del
desarrollo de las nuevas formas de hacer arte, su proliferación, su difusión, los nuevos
modos de participación,… Pero para poder seguir el ritmo de las transformaciones no sólo
hay que tener flexibilidad de adaptación y formas de aprender a lo largo de toda la vida,
sino que hemos de garantizar que las personas puedan formarse en y con el arte, lo cual
nos puede ayudar también a cambiar nuestra propia existencia.
Lugares comunes para el arte y la educación
Efectos de las acciones
Efectos formativos en las personas
Nuevos planteamientos y nuevas propuestas de acción
9.2.6 Documentación visual del proyecto Ser de Huevos
En esta tesis existe un apartado de desarrollo de proyectos que parte por un lado de
la exposición formal de cómo fueron abordados pero también encontramos reflexiones y
opiniones de sus participantes con la intención de buscar topografías críticas de la
innovación docente y de sus territorios, para posibilitar y mostrar que la recuperación de
la práctica, de la cual estamos al corriente a través de relatos y narraciones, suscita la
metamorfosis y progresión de ideas e intuiciones del alumnado, profesorado y de las
instituciones implicadas acerca de la educación, del arte, de la educación artística, del
218
aprendizaje y de la vida en los contextos educativos. Intentando escribir sobre lo
intangible, recogiendo las evidencias de las acciones de aprendizaje. Examinando el
pensamiento de proceso de aprendizaje como un viaje contado desde la propia
experiencia, desde una mirada más subjetiva y de vivencia.
Mediante esta reflexión hemos tenido que reescribir aperturas, completar párrafos
y fragmentos, hacer resonar y destacar las razones esenciales, pero sobre todo, para
obtener un sentido completo y de unidad que oriente a las personas que se acerquen a este
trabajo, utilizando la polifonía de voces en que consiente la práctica docente.
Es difícil acercarnos, mediante el relato y la explicación de los proyectos y
propuestas artísticas, a conocer cómo se construye esta práctica pedagógica. Cada curso
es diferente, ya que está configurado por personas diferentes, con intereses distintos y en
situaciones y momentos temporales y sociales diferentes. A consecuencia de la dificultad
de poner por escrito todo lo vivido y recapacitado con el alumnado de educación primaria,
secundaria y universitaria, nos planteamos cómo hacer visibles las diferentes cartografías
sensitivas y entretejidas encontradas, cómo transmitir lo dialogado con mensajes que
brotan del contexto. A todo ello hay que añadir la preocupación constante de cuál sería la
mejor manera para hacerlo llegar a las personas que no han participado en la experiencia.
Estos proyectos de investigación en educación artística surgen con el propósito de
descubrir las posibilidades educativas de entretejer diferentes espacios de formación. La
propuesta es indagar sobre el contexto en el que vivimos y cómo conseguimos imaginarlo
y visualizarlo manejando el medio artístico. Surgieron en la práctica pedagógica distintos
trayectos: vías consonantes, itinerarios desconocidos, puntos desatendidos, lugares
límites, vedados, narraciones de casualidad, la potencia imaginativa de los proyectos
seleccionados,…
Construir desde el pensamiento de espacios de encuentro intermedios, planteando
un diálogo en diferentes tiempos y lugares y con diferentes representantes y sobre cómo
es posible la relación entre escuela, universidad y museo. Localizar esas relaciones interespacio en un mapa general, acercando las trayectorias elegidas, imágenes, diseños,
opiniones, ideas, comentarios, contrariedades y emociones. A partir de las primeras ideas,
se prepara la plasmación de los proyectos. Y así, enfrentar al alumnado a situaciones de
aprendizaje que les aproximen a la creación artística, para que puedan entender la
complejidad de los procesos, desde su propia vivencia.
219
Ilustración 17 Fotos cedidas por Adolfo Siurana del proceso de elaboración de Ser de Huevos
220
Ilustración 17 Fotos cedidas por Adolfo Siurana del proceso de elaboración Ser de Huevos
221
Ilustración 17 Fotos cedidas por Adolfo Siurana del proceso de elaboración de Ser de Huevos
222
Ilustración 18 Exposición en la Sala Parpalló y Ser de Huevos
223
Ilustración 19 Ser de Huevos
224
Ilustración 20. Páginas del Catálogo de la exposición de Oposiciones.
225
Ilustración 21. Portada del Catálogo de Oposiciones.
226
9.3 Caso 2: Proyecto Falla SOS.
9.3.1 Introducción
Análisis del contexto:
Empezaremos con una breve referencia a los orígenes históricos de las Fallas.
Desde la segunda mitad del siglo XVIII al menos, ya tenemos evidencias de la presencia
de fallas. Específicamente hay reseñas y documentación a partir el año 1740 que lo
corroboran. Actualmente, coexisten tres grandes interpretaciones historiográficas en
relación al comienzo histórico de la celebración de las fallas. Una de ellas ubica este inicio
en sus raíces más populares y tradicionales, atribuyendo su instauración a una festividad
suscitada por el Gremi de Fusters, en honor a su patrón San José. Otras investigaciones
nos hablan de un origen de carácter ritual de anuncio del inicio de la primavera y con
designios de favorecer la fertilidad, y un tercer y último grupo de investigadores que
relaciona esta fiesta con los Carnavales y la Cuaresma. (Ariño, 1992).
Hoy en día parece más claro que esta festividad fue fundada y originada por
colectivos de vecinos anónimos y no por asociaciones o gremios, como en cierto tiempo
se había alcanzado a plantear:
[....] la víspera de San José era, desde el primer momento, una práctica ritual
organizada y celebrada fundamentalmente por las clases populares (“que pierden
jornales”) de una determinada barriada y a la que algunas manos de las clases
medias imprimieron desde mediados del XVIII una fisonomía, un desarrollo y una
ejecución más elaborados en los que era fundamental la técnica del especialista,
del carpintero (Ariño, 1992: 62).
Pero a nosotros, más allá de cualquier disputa historiográfica, nos afectan las fallas
tal y como se celebran en la actualidad, en la perspectiva de la cultura visual popular, de
festejo de calle cuyos valores y patrimonios plásticos es posible traspasarlos a la escuela.
Este espíritu de fiesta de raíz popular y de calle se vive no obstante desde su creación, y
más incluso en la actualidad con un indiscutible estancamiento y envaramiento,
posiblemente por la enorme representación institucional en la celebración.
Es fundamental subrayar el sentido material de la festividad, es decir, el eje de la
fiesta lo establece un objeto artístico alrededor del cual rondan y se despliegan
sucesivamente toda una sucesión de eventos y sucesos de carácter social y de cultura
popular que circundan el monumento efímero. Según nos describe Antonio Ariño en la
cita preliminar, estas primitivas fallas formaban expresiones técnicamente toscas y poco
desarrolladas pero, eso sí, conservaban una innegable distribución espontánea que se fue
perdiendo, con la creciente intervención de los artesanos y especialistas para alcanzar su
actual profesionalización. Hasta cierto punto, este primitivo grado de espontaneidad del
arte de las fallas, tamizado y reconducido hacia su vertiente más creativa por la labor del
227
profesional de la educación artística, está todavía presente en las fallas desarrolladas por
el alumnado en las escuelas en toda la Comunidad Valenciana.
Las fallas que vemos en la actualidad están ligadas a un proceso de cambio y
progreso desarrollado durante el siglo XX en la capital de Valencia, y que se ampliará a
continuación a todo su perímetro de influencia. En este transcurso progresivo se dan
algunas etapas. La primera etapa comprende desde 1901 a 1920 y se identifica por la
afirmación de la falla como elemento artístico y con un remarcado contenido estético.
Es un período de desarrollo creciente y es del mismo modo el período en el que se
generará la dictadura estética característica por la política de premios. Se instituyen los
premios desde las corporaciones oficiales, que en un inicio benefician e incitan el impulso
de los monumentos, permitiendo igualmente el establecimiento de una industria experta
artesana alrededor del universo de la creación de los monumentos de las fallas, pero
acabará convirtiéndose en un argumento devastador para el progreso de la creación y la
libertad artística, atribuyendo un deliberado pensamiento estético que se conserva
dominante hasta la actualidad. Una idea de belleza que espléndidamente nuestro
alumnado desafía en las escuelas con la colaboración de comprometidos/as profesionales.
En la segunda etapa de desarrollo que comprende desde los años 20 y 30 del siglo
XX, se arraiga todo lo expuesto anteriormente y traza además una expresión y
representación de las fallas que ya difieren muy poco de las actuales. Se trata de un
período de progresión y expansión exagerada de la fiesta, tanto en la capital de Valencia
como en los pueblos del área metropolitana, incluso mucho más allá. Surge la
conmemoración de la fiesta a lo largo de toda la semana, la jerarquización de los
monumentos en categorías y secciones y la relajación en el tratamiento de los contenidos
críticos, que realizan un giro a una sátira afable y se desvían de la dureza y la frescura del
inicio, una de las peculiaridades más determinantes en los iniciales tiempos y que alcanzó
a estimular incluso escenarios de escándalo y censura. Es así como la fiesta se despliega
como apariencia de atractivo turístico amable y en el cual la estética de raíz kitsch inicia
su incuestionado mando en el cosmos fallero.
Las fallas actualmente poseen una estética muy determinada y peculiar, que ha
conseguido imponer una losa de dogmatismo, una innegable dictadura estética que frena,
salvo muy escasas excepciones, cualquier señal de innovación o renovación creativa,
posiblemente por temor a poner en riesgo las organizaciones invariables de una
celebración que se ha transformado en una rígida institución, arrancando por completo la
idea originaria de creación espontánea popular de sus orígenes. No podemos dejar de lado
nunca que es en la actualidad toda una estructura económica y de atracción turística de
primer orden, entramado aterrado de que cualquier presunción de renovación ponga en
riesgo además esa seguridad económica. Comprensiblemente, la acción en las escuelas se
libera de estas condiciones y, como veremos en el proyecto y estudio de caso que
presentamos, permite un nivel de creatividad y progreso artístico muchas veces
inesperado, inexplorado, desconocido e incluso desprestigiado, que sobresale en algunas
228
cuestiones a la inmovilizada y disciplinada estética fallera presente en la actualidad y a
los valores que se muestran y se ponen en práctica.
La inclusión de esta fiesta como patrimonio en las escuelas es una posibilidad que
el profesorado está desplegando con gran profesionalidad, voluntad extra y espíritu
voluntarista.
Es cierto como nos indican los autores siguientes que:
“Els artistes fallers amb formació universitària utilitzen el mitjà «falla» com un
lloc més en el qual poder expressar les idees que els preocupen, i de la mateixa
manera que ho podrien fer mitjançant un vídeo, un quadre o una escultura” …
“El més important és que alguns joves artistes compromesos i estimulats han
sabut portar als seus monuments l’esperit artístic, convertint les seues obres en
entitats de reflexió, gaudi, anàlisi i participación” (Huerta, De la Calle y Miralles,
2014: 55-56).
Por eso consideramos que es imprescindible incluir la cultura propia y la cultura
popular específica en el currículum y en los proyectos de los centros de enseñanza, para
que haya una vía de doble recorrido de la sociedad a la escuela y de la escuela a la
sociedad. El patrimonio cultural popular es tan rico, amplio y diverso que los y las
profesionales de la educación deberíamos proponer proyectos y actividades dentro de
nuestro proyecto educativo de centro y de las planificaciones docentes.
Descripción del contexto:
Una de las preocupaciones del grupo de investigación Arte y Educación de la
Universitat de València es desarrollar nuevas estrategias para proporcionar al profesorado
del mundo de la educación instrumentos con que poder innovar en su compromiso
docente. El estudio de este caso presenta una investigación que surge de un
experimentado proyecto que es tradicional en los centros educativos de la Comunidad
Valenciana: la construcción de una falla. Como consecuencia de la realidad cultural y
patrimonial que encierra el acontecimiento social de las fallas, los centros educativos
incluyen dicha tradición en la planificación de sus actividades curriculares.
La arquitectura del monumento fallero es una actividad profesional ejecutada por
artesanos conocidos como artistas falleros. En algunas, raras, ocasiones los componentes
de las comisiones falleras también se implican claramente en la confección de la
escultura. Cuando este proyecto se pone en marcha en la escuela no existen ni artistas
falleros ni comisiones de fallas. En los centros suele haber algún profesor que asume la
responsabilidad, asesorando y dinamizando el evento, implicando a un grupo de
alumnado para construir la falla. Estas actividades emprendedoras y participativas se
introducen en algunas escuelas de manera muy natural por el esfuerzo social y cultural
que conquista esta fiesta.
Cuando la falla entra en el centro educativo, lo que acontece a continuación acapara
durante unas semanas la actividad pedagógica, lúdica y artística que desarrolla el centro.
229
Es en este espacio de acción donde encuadramos elementos muy positivos que estarán en
la raíz de nuestro proyecto, nuestro caso: socialización, trabajo en equipo, cooperación
del alumnado de diferentes edades, colaboración entre instituciones e incluso
participación de las familias y expertos (diseñadores, artistas, estudiantes en prácticas,
voluntariado,…) que también proponen y ayudan al compromiso de construcción de la
falla. El caso que a continuación vamos a desarrollar y a analizar es el de la Falla de
Escuela 2 de la Cañada (Paterna), con un llamativo planteamiento inclusivo, caso que
añadimos a la presente investigación de la tesis.
La grandeza de este caso de estudio se debe por tanto a un gran artefacto, la falla,
que es un elemento de cultura visual de gran importancia en una actividad que se incluye
en el desarrollo de los currículums de los diferentes cursos escolares debido a la
transversalidad de su contenido.
Constitución del grupo de trabajo:
Participantes: Profesorado, alumnado, expertos universitarios, artistas, familias,
instituciones … toda una comunidad educativa, una importante y auténtica comunidad de
aprendizaje, participa en una acción artística en la que personas, estructuras, entretejidos,
formas, colores, texturas, construcciones, y diseño del conjunto se encuadran en un
mensaje que normalmente posee un trasfondo crítico (social, cultural, ecológico, etc.).
Todas estas cuestiones se plantean como una coyuntura didáctica y cuyo espacio
educativo y artístico debemos aprovechar con todos sus beneficios. La universidad
participa en este proyecto a través de estudiantes en su periodo de prácticas, con
investigadores y con profesorado universitario que se implica en el diseño y desarrollo
del proyecto así como en la participación de seminarios y talleres y en la construcción de
la propia Falla SOS.
Organización:
Para llevar a cabo estos objetivos es necesario realizar una planificación. Para ello
se crea un programa que permite mostrar con claridad y calidad los diferentes apartados
del proyecto. El tema del proyecto en el cual está incluida la Falla SOS es el de
Sostenibilidad y es bianual. En ese curso escolar, 2007-2008, nos planteamos los
siguientes objetivos:
Ayudar al alumnado a contemplar los problemas ambientales
socioculturales y económicos del desarrollo en su globalidad,
teniendo en cuenta las repercusiones a corto, medio y largo plazo,
tanto para una colectividad dada como para el conjunto de la
humanidad y nuestro planeta.
Comprender que no es sostenible un éxito que exija el fracaso de
otros.
230
Respetar y potenciar la riqueza que representa tanto la diversidad
biológica como la cultural y favorecer su disfrute.
La responsabilidad individual. Posibles acciones concretas en los
más diversos campos, desde la alimentación al transporte, pasando
por la limpieza, la calefacción e iluminación o la planificación
familiar.
Objetivos:
En el proyecto Falla SOS, en el que están implicados diferentes sensibilidades y
colectivos, se destaca la defensa de la sostenibilidad como verdadera opción de cambio.
Nos hemos de acostumbrar a este concepto porque en su raíz está la verdadera idea de
solidaridad. No podemos olvidar que el respeto a nuestra tierra, al medio ambiente, tiene
raíces sociales y económicas; como el arte y como la libertad de las personas y de los
pueblos.
Consideramos necesario, al hablar del proyecto de la Falla SOS (SOStenibilidad),
plantear otro tipo de relacionalidad y recuperar la reflexión de John Dewey sobre el arte
como experiencia. Desde el punto de vista de la relacionalidad: el arte es capaz de
contribuir al fortalecimiento de las esferas ciudadanas y la participación de sujetos,
formas y espacios diferentes. En realidad el proyecto abarca todos los niveles educativos,
desde la Educación Infantil a la Primaria y la Secundaria Obligatoria.
Los objetivos del proyecto son los siguientes:
Habituar al alumnado al contacto habitual con obras de arte
Crear hábitos de entendimiento y respeto en la creación artística
Entender el patrimonio cultural como algo vivo y propio
Apreciar la diversidad como fuente de riqueza intelectual
Acercar al alumnado a las inquietudes de la creación actual
Conocer las técnicas y tecnologías expresivas actuales
Fomentar la curiosidad sobre el entorno humano
Favorecer la libre expresión
Respetar el trabajo creativo
Aproximar la creación plástica y visual al alumnado
Formar el gusto
Definir criterios de apreciación
Dotar del aparato intelectual suficiente para emitir juicios críticos
Definir necesidades y posibilidades de los alumnos y las alumnas
en cada nivel educativo
Crear una metodología adecuada con arreglo al apartado anterior
231
Organizar métodos de acercamiento y materiales adecuados a cada
etapa y/o curso
Establecer un programa coherente que muestre la diversidad en la
actualidad
Motivaciones:
Esta experiencia en la que se trasladan e insertan manifestaciones culturales valdrá
para mostrar, desde la práctica, algunos elementos educativos, sociales y culturales que,
a nuestro parecer, destacan por su contribución al desarrollo de valores del alumnado y
evidencian los vínculos entre universidad, escuela y el patrimonio como parte del ámbito
museístico.
Tal y como ya apuntábamos en anteriores ocasiones (Huerta, 2005a, 2005b), los
artefactos visuales que no se inscriben dentro de los formatos artísticos por excelencia
(dibujo, pintura, escultura, grabado,…) a pesar del paso del tiempo se perpetúan en cierto
modo relegados de las experiencias educativas, lo que nos evidencia el concepto actual
todavía dominante entre buena parte de los profesionales de la educación artística. Tal y
como ocurre en la práctica docente, la aproximación a todos los terrenos de la cultura
visual, en el caso que nos ocupa sería la falla, no halla el espacio apropiado para
consolidar un modelo extenso en el que logren confluir todas las dinámicas emergentes.
En un contexto de nuevas concepciones educativas como el que nos encontramos
nos parece conveniente tomar en consideración las siguientes cuestiones:
Reflexionar sobre qué posición toma el profesorado y concretamente el de
educación artística.
Pensar qué papel han de tener los proyectos curriculares para tener en cuenta
los intereses del alumnado.
Definir cuáles son los artefactos visuales que han de configurar los territorios
sobre los cuales plantear nuestros modelos.
Revisar en qué punto podemos establecer distancias y marcas entre las obras
maestras del arte y los productos de la cultura popular.
Plantear estrategias para activar nuestra presencia en las nuevas políticas
educativas.
Y sobre todo, empezar a modificar los actuales esquemas para ampliar las zonas
de intrusión de la educación artística.
Queremos revindicar un mayor interés hacia aspectos de la cultura partiendo de un
nivel mucho más cercano, atendiendo en este caso a la presencia de la fiesta de las fallas
en el imaginario del alumnado valenciano. Tratándose de una temática muy local como
puede ser la festividad de las fallas, esto nos permitirá adentrarnos en territorios liminares
que finalmente conducen a un curioso encuentro con la creación artística que llevan a
cabo algunas personas y colectivos de nuestro entorno. No perdamos de vista que artistas
232
de la talla de Pinazo, Sorolla, Renau, Ballester, Segrelles, Benlliure, Lozano, Mateu,
Miquel Navarro, Carmen Calvo, Genovés, Alfaro, Boix, Mariscal, Armengol, Carme
Vidal, Artur Heras, etc. han desarrollado piezas en las que reflejan el mundo de las fallas,
lo cual nos puede ayudar a crear un entramado más artístico sobre esta tradición popular.
Entre las temáticas por las que han optado los diferentes artistas que han tratado el tema
fallero dominan aquellas referencias convencionales alusivas a ciertos aspectos de la
fiesta: el fuego, el monumento, la gastronomía peculiar, la vestimenta, los tópicos, los
fuegos artificiales, los desfiles, y muchas más cuestiones. La crítica y la ironía, que
también resultan esenciales en la fiesta fallera, están en la base de muchas de estas obras.
La sátira ácida nos recuerda que formamos parte de la tradición mediterránea. Con estos
intereses y teniendo en cuenta lo poco conocida que es la tradición de las fallas más allá
de los límites geográficos valencianos, hemos optado por acentuar en nuestro trabajo dos
aspectos fundamentales: destacar la importancia de las fallas como manifestación cultural
con rango histórico, y posteriormente estudiar un caso emblemático como es la falla del
colegio Escuela 2 de Paterna por la creación de vínculos institucionales y la cooperación
en el desarrollo del proyecto.
Temática que hay que investigar:
Nuestra interpretación de las artes visuales y de la cultura visual en general va más
allá de las cuestiones procedimentales que tienen tradicionalmente las áreas más próximas
a la educación artística. Planteamos un análisis de los artefactos visuales fundado en las
contribuciones que durante décadas han divulgado los Cultural Studies (un campo de
investigación de carácter interdisciplinario que explora las formas de producción o
creación de significados y de difusión de los mismos en las sociedades actuales. Desde
esta perspectiva, la creación de significado y de los discursos reguladores de las prácticas
significantes de la sociedad revelan el papel representado por el poder en la regulación de
las actividades cotidianas de las formaciones sociales), en el ámbito anglosajón, y que
están muy presentes en los estudios de investigadores como Kerry Freedman (2006), Paul
Duncam (2004), Nicholas Mirzoeff (1999), o en un ámbito más próximo Fernando
Hernández (2007) o Imanol Aguirre (2005). Dentro de estas perspectivas, investigar las
actividades falleras se convierte en un atrayente modelo de lo que admite la mezcla entre
la cultura popular y las expresiones culturales escolares que se piensa están en el límite
de los bordes pedagógicos y cómo desarrollar un proyecto como Falla Sos, posibilita las
relaciones institucionales y se realiza una apertura a la comunidad.
Hacemos referencia durante en al texto artículo Revisando las actividades falleras
en los centros de Secundaria escrito por Huerta, Ramón y Soto (2007) en el que
pretendemos dar a conocer la notabilidad de las actividades didácticas concernientes a las
fallas que se despliegan en los centros educativos de secundaria de la geografía
valenciana.
233
9.3.2 Planificación
Descripción y focalización del problema que hay que investigar:
¿Cómo surge?
Iniciamos el recorrido por la experiencia de la Falla de Escuela 2 explicando el
proyecto en el cual nos basamos para desarrollar la actividad.
El colectivo de Escuela 2 apoya la idea del arte como lenguaje-herramienta para
reivindicar el respeto a los derechos humanos, y en especial, al derecho de las personas y
los pueblos a su tierra, su cultura, sus raíces y su libertad. Es un colectivo de personas
interesadas en el reciclaje creativo, el medio ambiente, el arte.... En Escuela 2 organizan
talleres donde enseñan las técnicas necesarias para la confección de objetos de utilidad o
artísticos a partir de material en desuso, ayudando así a aumentar la conciencia de la
necesidad de conservar el medio ambiente. Se trata de una escuela con un proyecto
multidisciplinar que intenta comprender el mundo con la ayuda del arte y sus
manifestaciones más contemporáneas.
En Escuela 2 trabajan acerca de cuestiones que nos afectan a todos y todas como la
identidad, la sexualidad, la relación con la naturaleza y el planeta tierra, la ciudad como
entidad vital y de convivencia, nuestro cuerpo, la comunicación, la incomunicación.... Un
espacio para la reflexión en el aula y fuera de ella que intenta complementar las
enseñanzas transversales de la educación obligatoria a través de las múltiples visiones y
opiniones que nos ofrecen los artistas en sus obras.
Se plantea un análisis de los distintos modos de hacer arte y educación en busca de
un modelo pedagógico útil y comprometido, utilizando la pluralidad de las
manifestaciones artísticas contemporáneas como plataforma desde la que contribuir a la
creación de un nuevo sentido social desde la escuela. La vinculación entre arte y
educación, desde una aplicación transversal, nos permite introducir las prácticas artísticas
en el aula tal y como suceden fuera de ella, es decir, con una implicación activa en
problemáticas de todo orden.
Queremos explorar alternativas a las actuales rutinas de la Educación Infantil,
Primaria y Secundaria Obligatoria y consideramos importante favorecer la creación de
experiencias educativas que planteen otras maneras de relacionarse con el arte
contemporáneo, la sociedad y la escuela. De ahí la propuesta de realización de una falla
en el centro escolar con la ayuda de todos los miembros de la comunidad educativa como
proyecto cooperativo y de participación fundamentado en la sostenibilidad. Este proyecto
está basado en una concepción amplia de la educación y en la consideración del arte
contemporáneo como herramienta a través de la cual complementar la enseñanza de las
materias transversales. Cuenta con la participación y la iniciativa de la totalidad de los
234
miembros de la comunidad escolar. Es interactivo porque potencia el intercambio de
experiencias entre las diferentes etapas y sectores. También es dinámico pues sus
contenidos aumentan, progresan y mejoran con la colaboración de todos y todas.
¿Cómo evoluciona?
Concretamente la Falla SOS es uno más de los proyectos que funcionan durante el
año para conseguir dichos objetivos. Se inicia en diciembre con la elaboración de los
bocetos de ideas y la creación de la comisión de falla. Antes del período de vacaciones de
invierno ha de quedar claro cómo va a ser la falla, la maqueta y el plan de trabajo en las
distintas etapas y cursos. Se inicia la realización a partir de enero en los talleres, clases de
plástica y tecnología. Culmina con la Semana de la SOStenibilidad (semana anterior a la
cremà de la falla –marzo-).
Estrategias e hipótesis de acción:
La primera de las acciones consiste en crear una comisión de falla con
representación de profesorado (un profesor o profesora por etapa y la especialista de
plástica y tecnología) y de alumnado (dos representantes por clase desde 3º de Primaria
hasta 4º de la ESO). Las responsabilidades de este grupo de trabajo son:
Comunicar el proyecto a toda la comunidad educativa.
Planificar el proceso y realizar el seguimiento del mismo.
Recoger, seleccionar y proponer el boceto o bocetos que recojan el sentir y
la idea global de sus participantes.
Realizar la maqueta y presentarla a toda la comunidad.
Establecer las necesidades materiales y ocuparse de su ubicación.
Escribir las cartas para peticiones de material.
Ofrecer a toda la comunidad educativa los espacios horarios de
funcionamiento de los talleres y clases.
Estructurar el trabajo global teniendo en cuenta la edad y las capacidades e
intereses.
Ayudar en el funcionamiento de los talleres específicos de falla.
Durante todo el primer trimestre se trabajan los contenidos en torno a la
sostenibilidad, mediante el trabajo de aula, talleres, clases, etc. En el mes de diciembre se
elabora el boceto – individual o en grupo – con la especialista de plástica. La selección
está a cargo de la Comisión de Falla con los siguientes criterios:
Recoger las ideas y dibujos que más se repiten.
Tener en cuenta que ha de ser construida entre todos y todas con lo cual
debe tener diferentes grados de dificultad.
Que todo el trabajo que se hace se muestra en la fiesta.
Elegir los ninots, detalles, ideas que mejor transmitan los objetivos.
Reelaborar la nueva idea, realizar boceto nuevo y maqueta.
235
Hipótesis de acción
Desarrollar un Proyecto cooperativo, la Falla SOS, entre las instituciones
implicadas y la comunidad educativa de Escuela 2 a través del arte con materiales de
reciclaje generando art encounters que permitan la inter y transdisciplinariedad y un
aprendizaje rizomático.
9.3.3
Desarrollo
Organización del trabajo y puesta en marcha:
Tanto los dibujos como los textos explicativos del dossier son originales que han
desarrollado los propios alumnos.
Boceto a partir del cual surge la idea de la figura
central de la falla.
Ilustración 22. Boceto de la tierra y los planetas
236
Se eligió un boceto de los seleccionados por la comisión de falla; era un dibujo de
un alumno de 6º de Primaria donde se veía la tierra y el resto de los planetas del sistema
solar. Tenía mucho color y nos pareció que estaba muy conseguido… Los miembros del
grupo nos pusimos a hacer bocetos y surgieron las primeras ideas:
Queríamos una figura que tuviera la cabeza del boceto.
El cuello sería un embudo donde se recogería el agua del planeta.
El torso estaría compuesto por tres alturas donde se representarían los
colores del reciclaje: azul, amarillo y verde.
Dibujo seleccionado entre los proyectos presentados por el
alumnado en el concurso de ideas para la falla del centro.
Ilustración 23. Boceto Dama de la Sostenibilidad
237
A medida que íbamos construyendo se añadían o modificaban las piezas y
accesorios del personaje. En el torso integramos figuras pequeñas. Al final nuestro
personaje representaba que el mundo estaba de luto, o mejor dicho, todos los planetas en
especial la tierra. En lo relativo al uso de materiales de reciclaje, al principio no estábamos
muy convencidos porque pensábamos que no saldría muy bien. Telas, pigmentos
naturales, cajas, periódicos, cola de empapelar,…, pero al final como todos los años quedó
una falla digna de ver.
Cabeza de la Dama de la Sostenibilidad, tal y como quedó construida a
partir del uso de materiales de reciclaje.
Ilustración 24. Cabeza de la Dama de la Sostenibilidad real.
238
Dentro del cuerpo de la “dama” se
integraron escenas representando diferentes
aspectos de temática ecologista.
Ilustración 25. Cuerpo de la Dama de la Sostenibilidad
Cuerpo completo de la figura central de la
Falla Sostenibilidad. La dama es una estructura
de más de cinco metros de altura.
Ilustración 26. Dama de la Sostenibilidad
239
Uno de los aspectos constructivos de la falla consiste en elevar, con materiales aptos
para su quema, una estructura que pueda soportar el viento y la lluvia antes del acto de
quemar el monumento.
Entre los alumnos son frecuentes los comentarios, tanto en el inicio de las
previsiones como a lo largo del proceso de construcción. Esto resulta muy positivo ya que
nos permite, a partir de sus propias observaciones, introducir aspectos tan importantes
como los valores o el respeto a la diversidad y al equilibrio:
“Hemos aprendido y probado algo nuevo que esperamos siga pasando los
próximos años, las cosas positivas que tiene reciclar” Ainhoa, Hannah, Julio y
Adrián (4º ESO).
La idea de la nube de amor surgió de Malena, una niña de 2º de Primaria. Con el
personaje queríamos introducir el amor sostenible. Con telas, pinturas, lana, periódicos,
cola, cartón, etc. La estructura tenía bolas de periódico que formaban el volumen.
Pensábamos que la nube era sostenible, lo hicimos con delicadeza. Con mucho esfuerzo
lo conseguimos. Mientras hacíamos la nube fuera de clase y usábamos la cola teníamos
frío en las manos porque también la cola estaba fría (hablamos de los meses de invierno
en los que se realiza la falla). También tuvimos que coser los corazones. Encolar la nube
resultaba fácil. La historia trata de una nube de amor:
“a la nube se le caen los corazones, que son como lágrimas debido a los
sentimientos que tiene por la contaminación atmosférica” Laura e Iván (E. E. 4º
ESO).
Personaje de la nube de amor creado por
una alumna de 2ª de Primaria y que
también se incorporó al conjunto de la
falla.
Ilustración 27. Nube de amor
240
La idea del proyecto “El mundo enfermo” surgió a partir del boceto de un niño de
primaria. La profesora de plástica se encargó de mostrar los bocetos seleccionados:
“Nos llamó la atención enseguida: un mundo enfermo que necesitaba goteros
para recuperarse. Pensamos que reflejaría muy bien todo lo que queríamos
expresar” Magda, Mariola, Vicky y Javi (4º ESO).
La idea del “mundo enfermo” aportada por un alumno de
primaria.
.
Ilustración 28. Boceto Mundo Enfermo.
241
Cuatro alumnos de ESO elaboran gráficamente (incluso con
indicaciones de construcción) la idea del “mundo enfermo”
aportada por un alumno de primaria.
Ilustración 29. Boceto y dimensiones del mundo enfermo.
La forma de explicar verbalmente su desarrollo gráfico es la siguiente:
“una silueta del mundo, cuyas extremidades están pintadas de dos colores, el
blanco que representaba la parte cuidada del mundo, y el gris, que en nuestra
opinión es mucho más abundante, refleja el desgaste y la contaminación. Por eso
el muñeco tiene unos goteros con letreros en los que se lee, amor, paz, libertad y
solidaridad, que es en nuestra opinión lo que al mundo le hace falta” Magda,
Mariola, Vicky y Javi (4º ESO).
En el centro de la silueta había un corazón, con una tapadera entreabierta y dentro
había como otro “minimundo”. Todo eso representaba que todos tenemos el mundo en
nuestro corazón, y que tenemos que pensar en él. Porque si nosotros no pensamos en él,
242
y no nos ocupamos de él, el mundo no pensará en nosotros. Entonces para que fuese más
evidente lo que queríamos decir, decidimos hacer un ninot sostenible, usando materiales
de reciclaje: periódicos, revistas, telas, cartones, pigmentos naturales, maderas,… y de
esta manera quedaron reflejadas nuestras ideas.
Ninot sostenible construido con materiales de reciclaje
Ilustración 30. Ninot Mundo Enfermo
243
Detalle del Ninot sostenible. Dentro de la silueta del corazón
aparece un minúsculo planeta tierra.
Ilustración 31. Detalle del corazón del Mundo Enfermo
Dentro del conjunto de aportaciones que realiza el alumnado también se les anima
a escribir narraciones en las que expliquen, casi como pequeños cuentos o relatos, sus
ideas y sentimientos:
“Érase una vez un muñeco que llevaba el mundo en su corazón, lo llevaba tan
dentro que cuando empezó a deteriorarse a causa de la contaminación, el muñeco
cayó enfermo. Entonces la gente concienciada de que quería cambiar el mundo
lo llevó a un hospital llamado “SOStenibilidad”. Allí le abrieron el corazón y
observaron el deterioro que estaba sufriendo. Así que para remediarlo le pusieron
unos goteros con dosis de amor, paz, libertad y solidaridad. Hoy en día continúa
244
intentando recuperarse. Depende de nosotros y nosotras” Magda, Mariola,
Vicky y Javi (4º ESO).
O bien:
“Cuando toda la falla estaba terminada se podía ver claramente el concepto de
sostenibilidad, que era lo que se pretendía expresar con este proyecto, para que
de una manera artística la gente se concienciase” Magda y Mariola (4º ESO).
Imagen de la falla construida en el patio del centro Escuela 2 de la
Cañada (Paterna, Valencia), cuyo tema fue la sostenibilidad.
Ilustración 32. Falla de la Sostenibilidad.
245
Recogida de información:
En este proyecto se realiza una recogida de la información con una metodología de
investigación cualitativa como es el estudio de casos. La recolección de datos ha resultado
fundamental y lo que hemos buscado ha sido la información de las personas participantes,
así como la de la propia investigadora. La investigadora utiliza una postura reflexiva y
trata, lo mejor posible, de minimizar sus creencias, fundamentos o experiencias de vida
asociados con el tema de estudio y al proyecto desarrollado. Consiste, como hemos
mostrado, en la descripción profunda y completa de dicho proyecto mostrando con
imágenes el desarrollo y evolución del proyecto, las personas de las instituciones
implicadas así como la celebración de la Cremà de la Falla de SOS (la sostenibilidad). Se
muestra además a modo de relato las imágenes de todo el proceso donde se ilustran las
situaciones, interacciones, experiencias, actitudes, emociones, pensamientos y conductas
de las personas participantes, ya sea de manera individual, grupal o colectiva. Se han
recogido todas las imágenes para mostrarlas como datos con la finalidad de mostrar para
comprender la hipótesis de acción y responder así a preguntas de esta investigación y
posibilitar la generación de conocimiento. La recolección de imágenes-datos se realiza en
los ambientes de desarrollo del proyecto. Para evitar inconvenientes en la investigación
de este caso hemos utilizado una combinación de técnicas para obtener la información
necesaria, revisión de documentos y colaboración de personas. Por tanto, las fuentes de
información que se utilizan en este estudio de casos son múltiples.
En este proceso de investigación no nos hemos limitado únicamente a modelos
teóricos, sino que éstos se han completado con la interacción de las voces. En el estudio
de caso de la Falla SOS nos hemos permitido triangular horizontalmente nuestra voz
como investigadora con las del profesorado implicado y la voz del alumnado participante
a través de la narración y las imágenes como instrumentos de carácter cualitativo.
Escuchar y triangular estas voces nos ha permitido un progreso metodológico en la
investigación y dar más validez a sus resultados y a las conclusiones obtenidas.
9.3.4 Reflexión y evaluación
En este caso, Falla SOS, hallamos las siguientes justificaciones y valoraciones para
su desarrollo:
Hemos encontrado buenas razones para desarrollarlo, ya que se trataba de
un proyecto donde se trabajaba el reciclaje y la sostenibilidad humana y
medioambiental.
Nos hemos enfrentado a la construcción de la falla con la recogida de todos
los materiales reciclados aportados por la comunidad educativa de Escuela
2 necesarios para desarrollar el proyecto pero también la constancia, el
trabajo y las horas colectivas para hacerla posible.
246
Fue necesario la implicación de toda la comunidad educativa y de las
instituciones educativas para llevarlo a cabo. Para todos y todas era un reto
como el que nos proponemos año tras año.
Hemos tenido la oportunidad de comprobar cómo de la estrecha
colaboración nace un producto sostenible, donde se realiza un
aprovechamiento total.
Hemos visto como en la Falla SOS el principal logro habita en la
participación y cooperación.
Con el proyecto Falla SOS se fue construyendo conocimiento fruto del intercambio
de aportaciones e ideas de cada persona e institución participante que se dejaban emerger
en las sesiones de trabajo conjunta y los seminarios. Para desarrollar un buen proceso de
investigación ha sido necesario un trabajo conjunto de diferentes agentes implicados en
el contexto de la investigación. Este acompañamiento y trabajo conjunto ha permitido
llegar a unos resultados óptimos.
Tres elementos que han contribuido en la estrategia de triangulación del proyecto
Falla SOS han sido el contexto estudiado, los instrumentos utilizados en la recogida de
datos y el trabajo que ha realizado la investigadora. Un contexto dinámico con gran
variedad de personas implicadas con relaciones horizontales, y seis instrumentos
cualitativos destinados a analizar un mismo objeto de estudio (dosieres, voces,
entrevistas, fotografías, seminarios y diario).
Esta triangulación de datos nos ha ayudado a mejorar el proceso de investigación,
y nos ha servido como herramienta para mejorar y aportar nuevas miradas a un mismo
elemento de estudio. El trabajo conjunto entre las diferentes personas implicadas en el
proyecto Falla SOS nos ha permitido analizar la realidad desde diferentes puntos de vista
y debatirlo. La triangulación nos ha permitido una mejor aproximación a la realidad y que
la investigación haya sido más afín con el contexto. Rodríguez (2005) subraya la
necesidad de armonizar diferentes técnicas de investigación para lograr descubrimientos
complementarios y desarrollar el conocimiento referente, necesidad que en nuestro caso
la crea el análisis de una realidad cada vez más poliédrica.
El estudio de caso de Falla SOS además ha contribuido a finalizar el proceso de
investigación en el contexto estudiado con el retorno de los resultados al claustro de
docentes de Escuela 2. En nuestro trabajo se obtuvieron unos resultados útiles ya que se
utilizaron para poder continuar mejorando el desarrollo de proyectos a través del arte con
implicación institucional y seguir avanzando, escuchando la voz de todas las personas
involucradas en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Como afirma Murillo (2003) uno
de los requisitos imprescindibles para que los resultados de la investigación aplicada sean
realmente útiles es que hayan sido obtenidos a partir del análisis de la realidad que se
quiere mejorar.
Donolo (2009) nos dice que para llevar a cabo la triangulación se demanda de
conocimiento, tiempo y de recursos para realizarla. En este caso se ha desarrollado una
247
triangulación múltiple, ya que se han combinado la triangulación de datos, la de métodos
y la de investigadoras (Denzin, 1970), así como la triangulación de distintas situaciones
(recogida de datos, discusión entre las estudiantes, discusión del profesorado y la
discusión de investigadora y artista). Se ha partido de los conocimientos de todas las
personas implicadas en el proyecto Falla SOS, de las evocaciones del alumnado y de los
diferentes recursos universitarios y escolares.
La triangulación metodológica nos ha sido de provecho para mejorar las
organizaciones y para renovar nuestra práctica como investigadora y como docente, por
lo que se convierte en una herramienta principal para la investigación. El conocimiento
no se impone por ninguna de las personas participantes, sino que se construye de modo
conjunto, realizando préstamos de conocimiento, habilidades y destrezas, de unos a otros.
De este modo constatamos el pensamiento de Moreno y Romero (2011) que plantean que
la formación de los investigadores no es una cuestión únicamente cognitiva, sino que
también es de actitud y de moral.
A modo de conclusión, queremos destacar que hemos querido investigar teniendo
en cuenta las voces del alumnado atreviéndonos a romper la estructura del paradigma
tradicional orientado a explicar, predecir y controlar la realidad estudiada. Retomamos la
idea de Morin (1997) cuando plantea que la presencia y validez de las disciplinas
académicas tradicionales en la investigación tiene consecuencias sobre el conocimiento,
quedando falseado y fragmentado, ya que imposibilita unir, situar la información en un
contexto real, de comprender el conocimiento como parte de un conjunto más extenso.
Por eso, consideramos que se demandan métodos de investigación alternativos, otras vías
de escucha (Susinos y Rodríguez, 2011).
Escuchar y triangular las voces del alumnado y la voz de la investigadora y de los
artistas implicados ha favorecido el avance metodológico en la investigación para así
poder dar una mayor validez a los resultados y conclusiones que hemos obtenido. En
particular nos ha permitido repensar las prioridades del alumnado y también ha ayudado
a aproximarnos a un conocimiento del contexto más amplio, menos compartimentado y
parcelado, que nos apoya para que no perdamos la perspectiva del caso experimentado.
Como nos recuerda Allan (2008), más atrayente que la categorización, son los trayectos
y los vínculos, las grietas para lograr acceder a una realidad más compleja e
interrelacionada, que la realidad fraccionada y disciplinada que ha acompañado hasta la
actualidad el paradigma de investigación tradicional.
9.3.5 Conclusiones y recomendaciones
Más allá de su carácter lúdico y festivo, las fallas se han convertido en un referente
sociológico y cultural de Valencia. Desde hace un par de décadas los centros educativos
se han apuntado a esta manifestación de carácter popular, en la cual el papel de los
educadores de artes visuales tienen un papel fundamental, tanto por su aportación desde
248
la tradición del arte, como por ser los más indicados para construir una escultura efímera
de estas características.
Pensamos que esta manifestación de la cultura popular debería ser tratada con más
interés por los profesionales de la educación artística, quienes en ocasiones se
desinteresan del tema por considerar “poco atractiva” la cuestión de las fallas.
Constituiría un error histórico despreciar dicha manifestación, teniendo en cuenta
el engranaje social que la mantiene y alimenta. Al mismo tiempo, se puede introducir en
el centro educativo como un eje motivador que nos lleve a reflexionar sobre temáticas de
actualidad que pueden afectar de manera muy directa al alumnado, y por tanto pueden
provocar su interés.
Con el caso analizado en este artículo demostramos que la falla en la escuela no ha
de ser forzosamente un elemento folklórico o kitsch, sino que puede alentar reflexiones
de tipo estético y reivindicaciones de orden social, político y cultural. De este modo
hacemos partícipes a los centros educativos de una realidad muy arraigada en su entorno.
Hemos expuesto que educar, formarse y comunicarse por medio del arte
contemporáneo permite crear art encounters, es decir, situaciones que desafían nuestras
nociones preconcebidas de cómo funciona el mundo; que produce una rotura o grieta en
los modos habituales de ser y de subjetividades, y es a través de esta ruptura que un nuevo
mundo se afirma, animándonos a pensar de forma diferente (O'Sullivan, 2006).
De este modo, nuestro objetivo ha sido mostrar un proyecto en el cual los art
encounters que suceden en la comunidad educativa de Escuela 2 y las instituciones
cooperantes en el desarrollo de la Falla Sos, nos producen la indagación de variados y
numerosos rizomatic wanderings ayudando al desarrollo de encounters interdisciplinares.
Esta situación nos posibilita abordar el currículo del alumnado de modo transdiciplinar,
generando conexiones continuas entre materias.
Enseñar, aprender y comunicarnos a través del arte contemporáneo hace que los
procesos de enseñanza y aprendizaje sean espacios posibilitadores que permiten a los
maestros construir de forma diferente sus propios y únicos modelos de enseñanza y el
aprendizaje (Ferrero y Jové, 2014). Además El arte contemporáneo permite ver los
procesos de enseñanza y aprendizaje como "compromisos sociales que tienen
consecuencias políticas, morales y éticas, a través de sus formas, así como de su
contenido" (Adams, 2011).
También se percibe cómo el arte es un posibilitador y potenciador de pensamientos
rizomáticos (Deleuze y Guattari. 1995) rompiendo el modelo de pensamiento jerárquico
y dando paso a otro con estructuras caóticas y conectadas de formas variadas.
El pensamiento rizomático es visto como nómada, en busca de nuevas posibilidades
(Jové, 2011). Como expone Farrero (2012), el arte contemporáneo nos ayuda a establecer
249
posibilidades rizomáticas desde cualquier disciplina para no quedarnos en ella sino como
búsqueda de un espacio híbrido interdisciplinar.
En este caso vemos cómo se ofrecen encuentros interdisciplinares, interetapas
educativas e intercontextuales. Planteamos la visión del currículo desde la perspectiva
rizomática y del contexto del flujo comunicacional que por medio de los distintos
rhizomatic wanderings que emergen de los art encounter y que nos muestran las
reflexiones de los estudiantes, así como sus intervenciones, sus creaciones. La interacción
con el arte contemporáneo nos permite múltiples y diversas ocasiones de relación con la
Sostenibilidad (rhizomatic wanderings) pero también hace que toda la comunidad
educativa de Escuela 2 y las instituciones participantes realicen una experiencia
interdisciplinar. Los art encounters reclaman la necesidad de trabajar colectivamente y
plantear propuestas conjuntas desde diferentes áreas. La síntesis de este proyecto nos
muestra como la interacción con el arte contemporáneo ayuda a la fortalecimiento de un
equipo docente que está generando un modelo pedagógico y docente desde la inter y
transdisciplinar que tiene como fin superar los modelos de enseñanza y aprendizaje
teóricos e investigar dotando de coherencia entre lo que decimos, lo que hacemos y lo
que mostramos en formación (Ferrero, Jové y Selfa, 2014).
En este Proyecto, siguiendo a Bajardi y Álvarez:
“destacamos el hecho de que las actividades artísticas y creativas contribuyen
a desarrollar y conectar entre sí capacidades emocionales, intelectuales,
imaginativas, estéticas, perceptivas y sociales” (Bajardi y Álvarez Rodríguez,
2013: 620).
“A través de la educación artística se desarrollan competencias comunicativas
relacionadas con las imágenes visuales, que es el lenguaje de comunicación de
la sociedad actual, puesto de manifiesto en la proliferación del uso de redes
sociales, la creación, obtención, elaboración, organización de material (texto,
imagen, audio, video), el intercambio rápido e inmediato y la agilidad en la
relación entre culturas” (Bajardi y Álvarez Rodríguez, 2012: 620-621).
250
9.3.6 Documentación visual del proyecto Falla SOS.
Ilustración 33. Falla de las artes.
251
Ilustración 34. Falla geométrica la niña bonita
252
Ilustración 35. Bocetos de falla.
253
Ilustración 36. Figuras falla
254
Ilustración 37. Proceso de elaboración de la falla.
255
Ilustración 38. Proceso de elaboración de la falla
256
Ilustración 39. Montaje de la falla
257
Ilustración 40. Proceso de elaboración de la falla.
258
Ilustración 41. Cálculos y proceso de elaboración de la falla.
259
Ilustración 42. Estructuras y dimensiones de la falla.
260
Ilustración 43. Cremà de la falla.
261
10.3.8 Recordando y conexiones.
10.3.8.1 Profesorado escuela 2: Rafael Adell Valero y Ana Montagud
Moya
Ilustración 44. Rafael Adell Valero y Ana Montagud Moya.
“La Falla SOS es un macro proyecto que abarca todo un curso escolar y a toda la
comunidad escolar. Básicamente se desarrolla en el segundo trimestre, aunque durante
todo el curso se realizan diferentes acciones relacionadas con la temática elegida.
La participación por parte de todos y todas, comunidad educativa, museo, personas
voluntarias o en prácticas, artistas, pero especialmente del alumnado, es uno de los
aspectos más importantes a destacar, desde la elección del tema, hasta la realización de
algunos talleres para otros alumnos y alumnas.
Es importante señalar que en este proyecto se atiende a la diversidad, ya que caben
todo el alumnado desde 3 a 16 años, trabajan juntos y juntas. Esto hace que la
interrelación entre ellos mejore la inclusión de alumnado con necesidades educativas
262
especiales, conociéndose y trabajando, respetando sus diferencias y destacando cada
cual en sus mejores habilidades y destrezas, lo cual mejora las relaciones entre alumnado
muy diverso. Esto es posible gracias a que el proyecto es flexible, abierto a sus intereses,
y a los de todas las personas que participan. El proceso es realmente la parte más
importante del trabajo. La motivación que genera el proyecto facilita enormemente su
desarrollo.
Las temáticas escogidas son muy abiertas, de manera que permite un trabajo
transversal e interdisciplinar de prácticamente todas las asignaturas en todos los niveles
educativos. Esto fomenta el trabajo de diversos aspectos curriculares dentro del
proyecto. Al mismo tiempo se fomenta ampliamente el desarrollo de competencias
básicas.
La flexibilidad del proyecto permite que sean personas especialistas, en ocasiones
padres y madres, u otras personas ajenas a la escuela, quienes realizan talleres, charlas,
etc. Esto refuerza la idea de comunidad de aprendizaje y permite la apertura del proyecto
y de la escuela a un ámbito no siempre fácil de implicar como son las familias.
Es importante destacar que el modelo de aprendizaje que se genera es vivencial y
significativo, porque es a lo largo del proceso y a medida que van surgiendo diferentes
dificultades, cuando el alumnado se ve obligado a tomar decisiones, consensuarlas,
llegar a acuerdos, aprendiendo a salvar los obstáculos que van apareciendo a lo largo
del proceso. También se trata de un aprendizaje cooperativo; el objetivo es que cada uno
y una aprenda según sus capacidades, no se trata de que aprendan lo mismo, sino de que
cada uno/a progrese todo lo que pueda en su aprendizaje.
Todo esto hace que el clima de trabajo sea bueno, el alumnado está contento y lo
muestra, la relación entre el alumnado y las persones adultas participantes que no son
únicamente docentes es cada vez mayor.
Lo que genera este buen clima en estos proyectos es:
La implicación de todo el profesorado
La implicación de toda la comunidad de Escuela 2
La implicación de otras personas profesionales externas
La división programada del trabajo entre cursos-ciclos y con las demás etapas
La claridad de las responsabilidades individuales y grupales, tanto del
profesorado, como del alumnado, así como de las demás personas implicadas
Sentir el proyecto como propio
Partir de las propias ideas y propuestas de toda la comunidad pero sobre todo
del alumnado.
La investigación sobre la temática
No todo el proyecto se realiza dentro del centro, se intentan siempre buscar salidas
relacionadas con la temática que aporten y sumen a los alumnos. En ocasiones es toda
263
la comunidad escolar junta la que participa de la misma salida, en otras ocasiones se
dividen por niveles.
Dado que lo que se está trabajando en el proyecto forma parte del currículum y se
están desarrollando competencias básicas, la evaluación del mismo es una parte
fundamental de todo este proceso de trabajo. Las tareas de aprendizaje y de evaluación
se estructuran de modo independiente, de manera que cada uno tiene unos objetivos
diferentes en función de donde parte. Se valora el esfuerzo y se reconoce el trabajo
grupal. Es importante celebrar el éxito de cada uno como colectivo. La evaluación es
continua, ya que hay una observación a lo largo del proceso de trabajo, lo que se evalúa
no es tanto el resultado.
En este tipo de proyectos el rol de profesor cambia respecto a un aprendizaje más
clásico. El docente no es el poseedor de los conocimientos, sino que es un guía que ayuda
en el proceso de enseñanza-aprendizaje. A nivel organizativo y de implicación del
profesorado, supone una gran dedicación en tiempo, recursos, esfuerzos; sin embargo,
ampliamente compensa por todo lo anteriormente mencionado”.
10.3.8.2 Exalumnado.
De Victor Pons (twitter.com/vicpons) y (GSOCIOGRAMA, grupo de
sociólogos, twitter.com/gsociograma)
Ilustración 45. Victor Pons.
“Ahí van unas palabras a partir de la experiencia vivida. He intentado dar un poco
de sentido a qué relación podía haber entre aquello que hacíamos en el cole y lo que
salió en Carlet.
Aquel año nos habíamos empeñado en representar el mundo de las artes a través
de grandes objetos. Cada uno de ellos simbolizaría una disciplina diferente de las artes.
Queríamos un gran monumento, que llamase la atención y que hiciese ver de lo que
éramos capaces, sería una falla de colegio pero no tendría que enviar a muchas otras
que habría en la calle. Como siempre, no creíamos en los límites. Una vez más, habíamos
264
dejado correr nuestra imaginación y nadie había puesto límites en ese proceso. Nos
habían enseñado a romper con ellos, a no aceptar lo que nos venía dado y aquel empeño,
esta vez también, lo hicimos nuestro. A pesar de nuestra motivación, de no haber sido
por el trabajo en equipo, el excesivo tiempo dedicado y la ayuda técnica de grandes
maestros hubiese sido imposible hacer aquello. La dificultad de hacer aquellos grandes
monumentos y el hecho de tener un día en que todo el trabajo tenía que estar terminado
fueron nuestras propias limitaciones. Las limitaciones las impondrían las circunstancias,
pero no la imaginación ni nuestro deseo. Quizá fue aquella una de las mayores lecciones
aprendidas: no poner límites cuando uno imagina. Los límites, si tienen que venir, ya
vendrán luego.
Años más tarde, esta vez lejos del colegio, el ejercicio de hacer una falla siguió un
patrón parecido… ¿Quién dijo que una comisión fallera encarga el monumento y no lo
ve hasta la plantà? ¿Quién dijo que un fallero no se involucra en el monumento? ¿Quién
dijo que la vida se hace en las carpas, alejados de la calle? ¿Quién dijo que la liturgia
de la fiesta ha de ser seguida a pies juntillas? Todo eso no estaba escrito, los límites se
los habían creído casi todos y ya era hora de empezar a descreer en ellos. De nuevo,
imaginar no fue lo difícil. Lo difícil fue explicar todo aquello a los falleros y ganarse su
confianza, romper con los temores. Pero cuando uno ya ha roto una vez con los límites
sobrepasarlos no da miedo. Y nosotros eso ya lo habíamos hecho”.
¡Gracias por haberme hecho recordar aquellos años tan buenos!
De Adrián Solbes (CREARQCIÓ)
Ilustración 46. De Adrián Solbes.
“Hacer las fallas de Escuela 2 me ha servido en casi todos los aspectos que tenía
la Falla Avenida Blasco Ibáñez que hice junto con Crearqció (mi colectivo de
arquitectura), pero me gustaría centrarme en tres, que creo que han sido los más
relevantes.
El primero es el acercamiento a la materia, mi único acercamiento al mundo fallero
antes de hacer la FABI, fue las fallas que hice en la escuela. Mientras muchos de mis
compañeros de Crearqció eran falleros, o estaban muy relacionados con el mundo
265
fallero, yo no le tenía mucho apego y seguramente sino fuese por las fallas que hice en
la escuela nunca se me hubiese ocurrido que hacer una falla era una posibilidad real y
que disponía del conocimiento necesario para empezar un proyecto de esa magnitud.
El segundo aspecto que encontré útil, fue la estética que siempre hemos puesto en
práctica en la escuela. En la FABI queríamos hacer una falla experimental, con
materiales reciclados y con una formalización bastante diferente a la de las fallas
tradicionales. No es que usase las mismas técnicas de la escuela, pero haber hecho esas
fallas me permitía ver el proyecto con otros ojos y no cerrarme las puertas a ninguna
formalización concreta.
Y por último y puede que lo más importante, es el conocimiento que una falla puede
estar hecha por cualquier persona. La falla de mi escuela, Escuela 2, la hacíamos entre
alumnos y profesores, diseño, figuras, estructura, todos pasábamos por todas las fases.
En la FABI pretendíamos hacer un proyecto participativo, donde los falleros hiciesen sus
propias figuras y nosotros construyéramos una gran estructura que las albergara. El
resultado fue muy interesante, los falleros formaron parte del proyecto en todo momento
e hicieron una parte de la falla. El objetivo si lo repetimos es que este año la puedan
hacer entera”.
266
Ilustración 47. Falla creada por CREARQCIÓ13
13
Crearqció es un colectivo joven que surge en Valencia, dentro de una escuela de arquitectura apagada,
donde las paredes de las aulas son demasiado gruesas para ver el exterior. Son personas heterogéneas pero
con la inquietud común de aprender actuando, con una sensibilidad especial hacia la sociedad que le rodea,
y con un equipaje lleno de creatividad, ilusión y voluntad de cambiar el mundo. El rigor, el compromiso
mutuo y la sonrisa, son sus principales instrumentos. La convicción de que otro mundo es posible subyace
en todos sus debates, en todas sus propuestas, en todas sus actuaciones. La realidad de que juntos llegan
más lejos, sin límites ni fronteras, les empuja a compartir esfuerzos y propuestas, con una vocación
manifiesta de encontrarse con otros colectivos, con otras gentes de ideario común. Pero siempre con la
intención de compaginar reflexión y acción. Crearqció cree en la gente, cree en la ciudad y cree en el espacio
público como exponente de encuentro, de cambio y de rebeldía. Por eso su escenario es el medio urbano,
donde vive, donde comparte conflictos y donde quiere desarrollar su trabajo.
crearqcio.blogspot.com.es/p/nosotros.html.
267
De Ángela Estévez (Maestra)
Ilustración 48. Ángela Estévez.
“Los días comenzaban con un encuentro de todo el alumnado del centro y a partir
del baile que daba inicio a la jornada, comenzábamos a vivir una serie de experiencias
que hoy en día todavía están presentes en la mayoría de mis recuerdos.
Durante una semana nos dedicábamos a la realización de talleres, juegos,
actividades, en definitiva, vivíamos momentos mágicos que compartíamos todos/as, desde
los más pequeños/as, hasta los más mayores del cole, pasando por familiares,
voluntarios, profes, personal del cole, etc. Todo el mundo se volcaba en lo que es una
semana mágica para la escuela. La semana De…
Pero el trabajo comenzaba mucho tiempo antes. Ya desde noviembre, se acordaba
de qué iba a tratar ese año la semana, y por lo tanto, cuál iba a ser la temática de la
falla. Y empezaba así un largo proceso en el que a partir de bocetos en los que se recogían
ideas de todo el alumnado, surgía un proyecto de falla que debía hacerse realidad.
Maderas, periódicos, material reciclado, muebles viejos, telas, el colegio se llenaba de
“trastos” que acababan convirtiéndose en una falla hecha por y para todos/as.
Hoy en día, ya como profesora, todas aquellas experiencias me impulsan a querer
transformar ciertos aspectos de la educación, porque el hecho de vivirlas me ha
demostrado que sí pueden hacerse proyectos en los que se involucre a toda la comunidad
educativa, en los que se paralice por un tiempo la rutina de la jornada escolar sin
importar los aspectos curriculares, en los que todo el mundo se levante de su silla y se
ponga a trabajar con un objetivo común. Proyectos que impulsan la cooperación, la
creatividad, la imaginación, las ganas de hacer cosas nuevas, el esfuerzo y la ilusión.
Vivir todo aquello me ha hecho creer en el arte, creer que a través de él, se aprende,
se conoce, se disfruta, se comparte, se vive… Y siento que es mi deber trasladar todo esto
a las aulas y poder ofrecer mis futuros alumnos/as experiencias como las que yo viví, que
sientan y se involucren en proyectos en los que más que el resultado final, importa el
proceso y los mecanismos que se utilicen para que éste salga adelante. Importa la
cooperación, el respeto, la ayuda y colaboración, importa el trabajo en equipo y la
constancia, el esfuerzo, las ganas, la ilusión… Nadie debería privar a los niños y niñas
de estas experiencias en las que a través del arte, uno/a se enriquece tanto”.
268
CAPÍTULO 10
ENTREVISTAS A PERSONAS EXPERTAS.
10.1 Triangulación de opiniones de expertos y expertas entrevistadas.
10.1.1 Introducción y justificación
Para realizar nuestro estudio y que esté realmente completo fue necesario manejar
las técnicas cualitativas (entrevistas y grupos de discusión...). En nuestra práctica
investigadora utilizamos el concepto de triangulación que supone el uso de diversos
puntos de referencia. Según Miguel S. Valles (1996) el término triangulación supone la
aplicación de diferentes sistemáticas y métodos en la investigación de un mismo estudio.
La triangulación de las entrevistas la hemos realizado una vez se ha concluido la
labor de recopilación de toda la información. Entendemos que este proceso de
triangulación hermenéutica requiere la acción de reuniones y de cruce de diálogos de toda
la información que hacen referencia a los temas de nuestra investigación.
El procedimiento práctico para efectuar la triangulación ha pasado por los
siguientes pasos:
compendiar la información obtenida en el trabajo de campo;
triangular la información por cada persona u/o estamento;
triangular la información entre todas los preguntas investigadas;
triangular la información con los datos obtenidos de los estudios de casos;
y triangular la información con el marco teórico.
La discriminación de la información de las entrevistas a expertos y expertas:
La discriminación de la información es lo que nos ha permitido diferenciar lo que
vale de aquello que es prescindible. El primer razonamiento objetivo para este trabajo de
discriminación de la información obtenida en las entrevistas a personas expertas ha sido
el de pertinencia y congruencia, que se expresa en la acción de tener en cuenta únicamente
lo que evidentemente concierne al tema de la investigación, lo que además nos permite
reunir las cuestiones emergentes, que son tan propias de la investigación cualitativa. A
continuación procedemos a localizar en las contestaciones adecuadas aquellas cuestiones
que verifican el segundo objetivo, que es para nosotros el de relevancia, lo que se desvela
ya sea por su recurrencia o por su asertividad en relación con el tema que se interroga.
Estos descubrimientos de información adecuada y principal son los que nos han permitido
transitar hacia la etapa siguiente.
269
La triangulación de la información por cada persona u/o estamento:
Las conclusiones de las personas y/o estamentos nos han permitido conocer la
opinión de las diferentes personas según las instituciones de procedencia, el museo, la
universidad o la escuela, parcelas en correspondencia con las transcendentales temáticas
de la investigación.
La vía propuesta para desvelar la información es a través de la inferencia, que
consiste en ir construyendo conclusiones ascendentes, concentrando las respuestas
principales por preferencias que pueden ser especificadas en procesos de coincidencias o
divergencias de cada una de las personas implicadas, en un proceso que nos diferencia
diversos paralelismos de síntesis y que llegan por las opiniones derivadas en correlación
con las preguntas claves que orientan nuestra investigación. Cruzamos los resultados
conseguidos a partir de las respuestas dadas por las personas entrevistadas en relación a
las preguntas realizadas. Además, a partir de los diferentes temas interrogados, hacemos
comparación entre las personas entrevistadas, lo cual permite a la investigadora
cualitativa construir significados relevantes, dependiendo principalmente del nivel de
discernimiento que se encuentra en toda la información recogida en la investigación.
Asimismo nos ha permitido realizar la triangulación con las diferentes fuentes de
información empleadas.
En esta tesis de investigación cualitativa, artográfica y a través del arte hemos
utilizado más de un instrumento para recopilar la información, además de las entrevistas,
hemos realizado acciones metódicas de observación etnográfica participante, así como
grupos de discusión, historias de vida y análisis visual de carácter artístico. Por eso el
proceso de triangulación se ha hecho más complejo, pues hay que formar todo el trabajo
de campo. Para hacer esto, el primer paso que hemos realizado es triangular la
información derivada de las diferentes herramientas aplicadas en el trabajo de campo.
Estas acciones nos permiten conocer la coherencia de las respuestas. El segundo paso
radica en componer la triangulación entre las diferentes entrevistas realizadas y contrastar
las diferentes respuestas y así poder generar nuevos discursos interpretativos. Estas
triangulaciones nos han ayudado a dar consistencia y coherencia a través de los resultados
de la investigación.
En esta investigación aportamos también la triangulación con el marco teórico, ya
que nos ayuda a realizar una exploración y discusión reflexiva de la bibliografía
especializada, renovada y oportuna sobre las temáticas de la educación a través del arte,
así como de las escuelas, los museos y universidades y de su vinculación, ya que es
imprescindible que el marco teórico no se quede únicamente con un encuadre teórico de
bibliografía sino que pensamos debe ser otra fuente fundamental para el proceso de
reconstrucción del conocimiento al que toda investigación debe contribuir.
Para ello, hay que retomar entonces esta discusión bibliográfica y desde allí
provocar una nueva discusión, pero ahora aportando las conclusiones sintetizadas del
trabajo de campo desde un cuestionamiento reflexivo entre lo que la literatura nos revela
270
sobre los diferentes temas y lo que nos hemos encontrado cuando hemos ejecutado la
investigación in situ. Consideramos que la realización de esta última triangulación es la
que le otorga a nuestra investigación su representación de cuerpo integrado y su sentido
con total significado.
La interpretación de la información:
La correcta formalización de este proceso de interpretación ha sido posible gracias
al recurso a cuestiones teóricas de base, que nos han ayudado a pensar de modo orgánico
y así poder ordenar de manera sistematizada y secuenciada la síntesis y la argumentación.
En el campo de la educación, y en nuestro caso de la educación a través del arte en
las tres instituciones educativas (museo de arte, escuela y universidad), este proceso lo
hemos realizado de modo que brota de la comprensión epistemológica desde la afluencia
de dos grandes planos:
1. El de la pedagogía, que estudia los hechos pedagógicos en sí mismo, constituido
por tres grandes ámbitos de teoría y práctica: el ámbito del currículo, desde el
cual se origina la elección del conocimiento educativo; el ámbito de la didáctica,
desde el cual se especifica el modelo de organización y construcción del hecho
de la enseñanza y aprendizaje de los contenidos seleccionados; y el ámbito de
la evaluación y valoración, que certifica y valida los aprendizajes de quienes en
este estudio son las personas protagonistas fundamentales del hecho educativo,
en nuestro caso las y los estudiantes.
2. El de las disciplinas y materias adicionales de la educación, que desempeñan la
función de contribuir con un amplio abanico de conocimientos que nos ayudan
a percibir, comprender y efectuar de la mejor manera posible la labor educativa,
y donde hallamos disciplinas tales como el arte, la filosofía, la sociología, la
psicología, la antropología…
Una vez hemos mencionado estas distinciones, el procedimiento que hemos seguido
para comentar la información es el planteamiento de preguntas posibles desde cada uno
de los diferentes ámbitos de las disciplinas de conocimiento, y que sobre la base de su
congruencia con la temática estudiada nos permita acometer la labor de su abordaje desde
las conclusiones obtenidas en la investigación, y desde ahí hemos ido creando el proceso
de interpretación que nos ha dado la posibilidad de reconstrucción de nuevo
conocimiento, enunciándolo con nuevos descubrimientos de relaciones o, con nuevas
manifestaciones de proposiciones.
La investigadora ha realizado 17 entrevistas a expertos y expertas tanto del territorio
nacional como internacional. A continuación detallamos la relación de personas
entrevistadas con una breve reseña de su currículum vitae que justifica la elección.
271
Personas expertas entrevistadas:
Agra Pardiñas, Mª Jesús
22/04/2014
Entrevistada en el Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC)
en Santiago de Compostela.
Artista visual, Doctora en Bellas Artes por la Universidad
Complutense de Madrid, es Profesora Titular de Educación artística
en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de
Santiago de Compostela. Centra su interés profesional en el análisis
de la relación Arte-Educación y su implicación en el ámbito de la
Formación del Profesorado. Su línea de investigación más reciente
se enmarca en torno a la Investigación Artístico-narrativa (Art-Based
Research), la investigación basada en las artes para el conocimiento
profesional del profesorado y en cómo las nuevas tendencias del Arte
Contemporáneo deben ser tenidas en cuenta en la Educación
Artística.
Abad Molina, Javier
30/10/2014
Entrevistado en el Centro Universitario La Salle de Madrid.
Artista Visual, Profesor Doctor Titular de Educación Artística en el
Centro Universitario La Salle (adscrito a la UAM).
Licenciado en Bellas Artes. Especialidades de Pintura y Grabado.
Experto Universitario en Museología y Educación Artística por la
Universidad Complutense de Madrid.
Tesis Doctoral: “Iniciativas de Educación Artística a través del arte
contemporáneo para la Escuela Infantil 3-6 años”.
Amaral Nunes, Lilian
28/10/2014
Entrevistada en el Museo del Traje – Centro de Investigación del
Patrimonio Etnológico. Madrid.
Artista visual, curadora e investigadora en arte público
contemporáneo en el contexto latino americano y europeo. Maestra
y doctora en artes visuales por la Universidad de Sao Paulo y la
Universidad Complutense de Madrid. Comisaria del Programa
Ciudades
Creativas
(Porto
Alegre/Brasil,
Santander
Cultural/Unesco). Directora del proyecto Museo Abierto. Directora
del ANPAP (Asociación Nacional de Investigadoras en Artes
Plásticas Brasil).
Dirigió el Museo Antropológico y Arqueológico de PUC Campinas.
Directora del Museo Abierto BR, proyecto que establece analogías
entre museos y ciudades en transformación. Directora del colectivo
artístico de Arte Público POCS | Barcelona.
272
Ayuso Moli, Helena
05/12/2014
Entrevistada en el Centre d’Art Contemporani La Panera. Lleida
Técnica de Gestión Cultural. Responsable del Servicio educativo de
La Panera, Centre d’Art Contemporani. Lleida.
El Centre d’Art la Panera es una plataforma de producción, difusión,
formación y exhibición de las artes visuales en nuestro país. Pretende
ser un instrumento que establezca puentes entre la creación visual y
la creación producida en otros ámbitos culturales. Así mismo, con
las exposiciones y las actividades generadas, aspira a ser un centro
de reflexión que vincule las artes visuales con las distintas
problemáticas que nuestra sociedad genera.
Calaf Masachs, Roser
23/04/2014
Entrevistada en su casa de Oviedo.
Roser Calaf Masachs ha centrado sus trabajos recientes en descubrir
y promover los vínculos entre la escuela y museo.
Licenciada en Filosofía y Letras. Doctora en Geografía e Historia.
Profesora de Ciencias de la Educación en el Área de conocimiento
de Didáctica de las Ciencias Sociales e investigadora principal de
grupo MIRAR (investigación, interpretación y recursos educativos
para poner en valor el patrimonio), en la Universidad Oviedo. Cómo
investigadora principal ha hecho el proyecto didáctico del MUJA
(Museo del Jurásico en Asturias). Designada por la Universidad de
Oviedo como coordinadora del programa de intercambio de
investigadores con la Universidad de Laval (grupo GRAMUL grupo
de investigación acción en museos), Québec - Canadá. Investigadora
principal del Proyecto de Evaluación cualitativa de programas
educativos en Museos españoles.
Ha coordinado varios títulos en TREA (editorial de referencia en
patrimonio) y numerosos artículos en revistas especializadas de
Didáctica de las Ciencias Sociales. Miembro de ICOM-CECA desde
2007.
De la Calle De la Calle, Román
08/07/2014
Entrevistado Museo de Bellas Artes San Pio V de Valencia.
Ha sido Director del Instituto Universitario de Creatividad e
Innovaciones Educativas de la Universitat de València y Presidente
de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos (Valencia). Tras
su jubilación, ha sido nombrado Profesor Honorario de la Universitat
de València. Cursó estudios de Filosofía y Letras, especializándose
en Filosofía. Desde 1990 ostentó la cátedra de Estética y Teoría de
las Artes en la Universitat de València-Estudi General
Su interés por el arte le lleva a coordinar durante años el Instituto
Universitario de Creatividad e Innovaciones Educativas de la
Universidad de Valencia y a fundar el Centro de Documentación de
273
Arte Valenciano Contemporáneo, adscrito a esa misma Universidad
de Valencia, que hoy lleva su nombre; desde ambos centros ha
promovido y coordinado numerosos talleres, postgrados, masters y
proyectos de investigación relativos a las artes plásticas y visuales.
Ha sido Presidente d’AVALEM. Associació Valenciana d’Educació
i Museus. En el año 2004 fue nombrado director del Museo
Valenciano de la Ilustración y de la Modernidad (MuVIM),
transformando por completo las líneas museológicas del mismo,
convirtiéndolo en prototipo de Museo de Patrimonio Inmaterial.
Falcón Vignoli, Marcelo
29/10/2014
Entrevistado en el Museo del Traje – Centro de Investigación del
Patrimonio Etnológico. Madrid.
Investigador y Profesor doctor en: Arte, Diseño, Sociología y
Educación e Investigación de la Universite Rene Descartes, Paris V,
La Sorbonne. Responsable del Greas, Grupo de investigación en
formación artística y sociedad. Es cofundador y presidente de la
Asociación Cultural Sousencre de Francia. Investigador del proyecto
I+D+I sobre Educación Patrimonial: Observatorio de Educación
Patrimonial en España.
También es « Directeur Artistique et Guérison Imaginal » en el
instituto de Investigación Social Cambodgienne (ASRIC), en
colaboración con el Instituto Asiatique/Pacifique/Américain
(A/P/A) et la Universidad de New York. Participa en el Centro de
investigación E:ETC (Expressões: Espaços e tempos de
Criatividade) a Portugal. Es colaborador del grupo de investigación
CUICA: Cultura, Imaginario y Creación Artística de la Universidad
Autónoma de Madrid.
Franco Vázquez, Carmen
22/04/2014
Entrevistada en el Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC)
en Santiago de Compostela
Profesora doctora en Bellas Artes, Licenciada en Geografía e
Historia y titular de la Facultad de Ciencias de la Educación de
Santiago de Compostela del área de Didáctica de la Expresión
Plástica.
Huerta Ramon, Ricard
27/11/2014
Entrevistado en la Facultat de Magisteri de Valencia.
Ricard Huerta es profesor de educación artística en la Universitat de
València y director del Instituto de Creatividad e Innovaciones
Educativas ICIE
Doctor en Bellas Artes y licenciado en Música y en Comunicación
Audiovisual. Profesor del Departamento de Didáctica de la
Expresión Musical, Plástica y Corporal de la Facultat de Magisteri.
Codirige junto a Román de la Calle el posgrado Educación Artística
y Gestión de Museos, diploma universitario galardonado con el
274
Premio Universidad-Sociedad. Miembro del proyecto I+D+i OEPE
Observatorio de Educación Patrimonial en España, en el que
participan universidades de varios países. También es asesor como
experto del I+D+i CEI Patrimonio cultural y natural de las
universidades de Andalucía.
Jové Monclús, Glòria
22/03/2014
Entrevistada en la Facultad de Ciencias de la Educación de Lleida
Profesora del Departamento de Pedagogía y Psicología en la
Facultad de CCEE de la Universitat de Lleida y Doctora en Ciencias
de la Educación.
Con 23 años de experiencia en la formación de maestros en la
Universidad de Lleida, investigadora con diversas publicaciones
sobre educación inicial. En los últimos años ha basado sus
investigaciones sobre el aporte del arte contemporáneo para el
desarrollo del currículo escolar. Lleva adelante un programa de
formación interdisciplinaria donde futuros docentes, trabajan con las
instituciones culturales como herramientas centrales para el
fortalecimiento del currículo.
Macaya Ruiz, Albert
09/10/2014
Entrevistado en el Museu d’Art Modern de Tarragona.
Artista visual y profesor de Arte y Educación de la Facultad de
Educación. Universitat Rovira i Virgili. Tarragona. Doctor en Bellas
Artes por la Universitat de Barcelona.
Es miembro de los grupos de investigación “investigación didáctica
y contenidos curriculares” (URV), “patrimonio y educación” (URV,
UdG) y, actualmente, al GRPAI (UdG, URV).
Ha participado en actividades de gestión y acción cultural en el
campo de las artes visuales y los museos, como miembro del
Patronato de Museos de Reus, del Patronato de la Fundación Pública
Pedrol Rius, como director de exposiciones del Centre de Lectura de
Reus, y coordinador del Área de arte y creación del Institut
Municipal d’Acció Cultural de Reus.
En el terreno de la creación artística ha centrado su actividad en la
escultura y la instalación.
Noguerol Elena, Luis
16/12/2014
Entrevistado en Florida Universitària en Catarroja-Valencia.
Educador artístico y secretario de AVALEM (Asociación
Valenciana de Educadores de Museo).
Tras licenciarse en Historia del Arte, complementa su
formación en el ámbito de la animación sociocultural, el
275
desarrollo comunitario, la gestión empresarial y la educación
artística.
Cursó Diploma de postgrado de Educación Artística y Museos.
Universitat de València, actualmente es profesor del mismo.
Administrador-Gestor Sociocultural. Culturama, empresa con
20 años de trayectoria en el campo de la gestión de actividades
socioculturales y del ocio educativo. Desde esta actividad
profesional ha diseñado y gestionado un importante número de
proyectos culturales y educativos, entre los que se incluyen
talleres en varios museos, orientados a diferentes perfiles de
públicos.
Suárez Barral, Marisa
09/10/2014
Entrevistada en el Museu d’Art Modern de Tarragona.
Jefa del Proyecto de Difusión del Museu d ́Art Modern de
Tarragona. Licenciada en Historia. Educadora del MAMT
Pedagógico. Concepción y diseño de actividades pedagógicas en el
MAMT.
Serra Medina, Nuria
09/10/2014
Entrevistada en el Museu d’Art Modern de Tarragona. Licenciada
en Historia del Arte
Educadora del MAMT Pedagógico.
Trigo Martínez, Cristina
22/04/2014
Entrevistada en el Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC)
en Santiago de Compostela.
Coordinadora del servicio educativo del CGAC e integrante del
grupo Paseantes de acción en arte-educación (coordinado por M. J.
Agra, de la Universidad de Santiago de Compostela).
Profesora en el Departamento de Didáctica de la Expresión Musical,
Plástica e Corporal de la Universidad de Santiago de Compostela.
Vallés Villaplana, Joan
29/10/2014
Entrevistado en el Museo del Traje – Centro de Investigación del
Patrimonio Etnológico. Madrid.
Licenciado en Bellas Artes y doctor por la Universidad de Girona,
catedrático de Artes Plásticas y Diseño profesor en el Departamento
de Didácticas de la Universidad de Girona.
Investigador del grupo de investigación GRHS03 de la Universidad
de Girona, miembro del Instituto de Investigación Educativa ( IRE )
y colabora con el Groupe de Recherche Eco - Education Artistique
276
et Société ( CREAS ) del Centro de Études sur l'Actuel et le
Quotidien de la Université René Descartes, Paris V (Sorbonne) y con
el grupo de investigación Estudios para la conservación y difusión
del bien con valor cultural del Instituto de Ciencias Sociales y
Humanidades (ICSYH ) de la Benemerita Universidad Autónoma de
Puebla (México).
25/04/2014
Viana Tomé, Marta
Entrevista en el Museo de Arte Contemporanea de Vigo (MARCO).
Responsable de Comunicación y de Didáctica del Museo de Arte
Contemporanea de Vigo.
Tabla 9. Personas expertas entrevistadas.
En este punto relataremos y triangularemos la información obtenida de cada uno/a
de los y las entrevistadas, desarrollando una exposición por preguntas planteadas. Al final
de cada apartado, la investigadora, tras la aportación de las personas expertas y tras una
lectura detenida y cuidadosa de las transcripciones, se plantea una relación de ideas fuerza
aportadas entre todas las personas participantes que nos ayudan a centrar los nuevos
enfoques en estas interrogaciones que plantea esta investigación.
10.2 Relación entre museo, escuela y universidad. Necesidades y vínculos
Estas son las cuatro primeras preguntas de la entrevista:
1.
2.
3.
4.
¿Qué necesita la escuela del museo?
¿Qué puede ofrecer el museo a la escuela?
¿Qué necesita la Universidad de los museos y de las escuelas?
¿Qué necesitan los museos y las escuelas de la Universidad?
Con ellas pretendemos explorar y analizar los vínculos entre las tres instituciones
educativas, museo, escuela y universidad y evidenciar qué pueden ofrecerse entre ellas y
qué necesidades plantea cada una de ellas. A continuación iremos relacionando y
exponiendo los planteamientos y pensamientos de las personas entrevistadas en referencia
a dicha relación.
Según Javier Abad los relatos de las tres instituciones educativas no son
convergentes y es necesaria una construcción de relatos ya que no son coincidentes y no
tienen las mismas derivas ni los mismos intereses, ni objetivos. Plantea que la institución
museística se sigue moviendo por parámetros estadísticos y en términos de rentabilidad.
Reconoce que es necesario que exista intercambio entre museo y contexto, entendiendo
277
el museo como un servicio social a utilizar tanto por parte de las escuelas como de la
universidad.
Román de la Calle nos expone que la relación entre la universidad, el museo y la
escuela es una relación dinámica esencial, y que cada formulación expositiva necesita una
vertiente determinada. Las materias no son inocuas; parece que tengamos formalmente
unas estrategias y se aplican a todo.
Abad opina que las instituciones museísticas no son del todo sensibles a las
necesidades de la escuela y la universidad, van un poco a su aire. Refuerza esta idea
comentando a la investigadora que los museos poseen ciertas conexiones con la realidad
y con los intereses educativos pero que todavía están muy encerrados en su propio relato.
Desde el punto de vista de Lilian Amaral los museos se deben preguntar qué conocen de
las escuelas. Y como nos dice ella, es cuando el silencio se hace. No existe esa correlación,
debemos “salir de la zona de confort” tanto la escuela como los museos y la universidad.
Desde el pensamiento de Marta Viana el museo ofrece un espacio de encuentro con
las obras de arte y posibilidades de mediación para ese encuentro. Lo que puede ofrecer
el museo a la escuela es “un lugar”, es decir, “un entorno diferenciado del contexto
habitual donde tiene lugar una experiencia que es única y, digamos, de algún modo
excepcional”. Es realmente eso lo que tiene un valor educativo memorable, es decir, de
crear posibilidad de “fijar esa experiencia en la memoria” y por lo tanto, “grandes
posibilidades para el aprendizaje”. Marta Viana y Albert Macaya nos plantean que lo
mejor es que el museo funcione como un espacio habitual de relación con las obras, como
algo diario, cotidiano o habitual con posibilidad de desarrollo de proyectos, actividades y
estrategias que tengan unos objetivos pautados en el tiempo y obtener así una mayor
familiaridad. Albert Macaya menciona la diferencia de tempos entre la escuela y el
museo, por eso plantea una colaboración sostenida que no es del todo frecuente. Debería
haber un antes, un durante y un después.
Marta Viana indica que el museo también puede ofrecer un lugar de prácticas para
futuros docentes, así como un lugar donde poner en práctica proyectos y resultados de
investigaciones.
Javier Abad comenta que las plantillas de los museos están compuesta por personas
muy competentes pero que no son realmente del ámbito educativo y por ello no
descienden a las bases educativas, por lo cual el mensaje queda algo ajeno a la escuela e
incluso a la universidad. También plantea que es necesario nutrir el pensamiento
pedagógico de los futuros maestros y maestras en formación de la cultura y el arte y
ayudarles a contextualizar sus reflexiones como educadores y educadoras. Por otra parte
nos comenta que el museo tiene unos contenidos y propuestas que se preocupan más por
el durante que por el antes o el después. “El museo se inscribe temporalmente en un
presente demasiado inamovible”; a Javier Abad le interesa más lo que sucede después ya
que es donde se percibe la transformación de las personas.
278
En esta misma línea Roser Calaf aporta que considera fundamental la docencia en
la formación de profesorado. El Máster de Música e Historia del Arte le ha permitido
reclutar a doctorandos/as, aunque no de magisterio ya que comenta que este alumnado no
realiza casi nunca el doctorado o bien se quedan por el camino.
Otra perspectiva muy diferente a la de Abad es la que nos relata Helena Ayuso del
Servicio Pedagógico del Centre d’Art Contemporani La Panera de Lleida debido a las
peculiaridades de su funcionamiento ya que nos explica que tienen una programación de
actividades más dinámica debido a la periodicidad de las exposiciones que está entre tres
o cuatro meses permitiendo la revisión de lo que se está haciendo y que haya más tránsito
y dinamismo entre personas, instituciones y actividades.
En el caso de La Panera, Helena nos comenta que es esencial la relación entre
escuela, museo (centro de arte) y universidad ya que es el museo el lugar donde se
ofrezcan nuevos contextos alfabetizadores. En el caso de esta institución se preocupa por
ver de qué forma se pueden relacionar contenidos, lo que hay que aprender, lo que hay
que saber, o que se está produciendo dentro de los centros educativos, y de qué forma lo
relacionamos; y con la universidad lo mismo.
Helena Ayuso nos sigue relatando las peculiaridades de La Panera, como que se
trabaja desde la autogestión con el alumnado de bachillerato y el universitario con
encuentros e intercambios. También plantea romper con la uni-disciplina en la relación
con los centros educativos y con la universidad. Ayuso nos comenta que mantienen
proyectos consolidados con La Facultad de Magisterio y otras instituciones educativas y
sociales. Manifiesta que tienen la obligación desde la institución de mantener los links,
“posibilitar la transdisciplinariedad que nos ofrece el arte contemporáneo es una forma
de romper con las directrices mantenidas a lo largo del siglo XX, pero insiste en que en
la actualidad esto se está rompiendo en muchos sitios.
Vivimos en un mundo de hibridación, por eso Lilian Amaral propone que el museo,
la universidad y la escuela deben pensar “proyectos comunes hibridados”. Esto demanda
un cierto grado de madurez para componer cosas, tiene que ver con experimentar. Y en
el caso del museo, la universidad y la escuela, comenta que estas instituciones están
asentadas en lugares muy definidos que tienen que ver con otra concepción modernista
que define las cosas “dentro de cajas”.
Roser Calaf nos explica que “la institución escolar está herida de muerte”, pero por
el contrario, la institución museo está emergiendo. Está emergiendo porque en un
momento de crisis como este es un espacio público que puede generar ocio, además se le
está otorgando la función de difusión cultural. Durante su explicación, Roser recuerda la
idea de Michel Allard que el cambio en la educación venga más de la mano del museo
que de la escuela. Roser durante su explicación recuerda una vieja escuela, sobre todo en
la zona mediterránea, donde las familias estaban concienciadas, donde existían modelos
de cooperación y con la creencia de que la escuela podía cambiar la sociedad, las escuelas
279
como futuro. Refuerza la idea de que “la escuela está esclerotizada, burocratizada y casi
muerta”.
En cuanto a la universidad, comenta que cuando esta institución habla del museo la
entiende como museo universitario, como “ese lugar de almacén de ideas y de objetos”,
y por lo tanto, no considera para nada que sea “un espacio de aprendizaje potencial”.
En resumen, Roser Calaf cree que la universidad no ve la necesidad de vincularse
con los museos ni con la escuela porque “la universidad está ensimismada”, se cree que
está en el Olimpo. Plantea la gran dificultad de la universidad debido a la complejidad de
su estructura institucional; eso dificulta la relación con otras instituciones y tiene que
pasar por protocolos que están reglamentados y eso impide en muchas ocasiones realizar
convenios con las instituciones museísticas.
Reconoce que la relación entre museo, escuela y universidad es muy compleja. La
universidad está ensimismada; el museo se queja de que muy pocas escuelas están
implicadas. Pero destaca que algunos museos han generado productos que sí interesan a
la escuela y que han fidelizado a unos determinados públicos, como es el caso de museos
más bien pequeños como el MAMT (Museo de Arte Moderno de Tarragona). Éste le
parece un caso paradigmático, donde existe esa vinculación entre museo y universidad
porque hay un profesor de la Universidad (Albert Macaya) colaborando, otro profesor
que es quien se ha cuidado y preocupado por formar la colección (Salcedo), y la directora
(Rosa Ricoma) que junto a Marisa Suárez generan el programa educativo del museo.
Tienen una web maravillosa que les hace un servicio extraordinario, y luego han creado,
digamos, una especie de “espacio”. “El museo es el laboratorio de esa producción que no
tiene la escuela; la escuela no tiene un taller para poder experimentar lo que es el proceso
de creación artística. Además Roser nos comenta que luego esto lo ha visto en el museo
de Valladolid, el de escultura, que son las pioneras de los programas educativos, creando
maletas didácticas que generan circulaciones entre el museo y la escuela.
Lilian Amaral propone que no trabajemos únicamente con estas tres instituciones,
museo, escuela y universidad, y que incorporemos otras como centros de cultura y otros
espacios educativos. Nos comenta que para ella el centro de arte contemporáneo, está en
todas partes: está en la comunidad, en la vida, está en el museo, está en muchos lugares…
Resalta que en los últimos treinta años ha habido un cambio muy importante tanto en la
función de los educadores como en el museo y en el sistema de arte y de la cultura.
Para ella, “la universidad está cada vez está más implicada en crear agujeros,
porosidades y diálogos con la sociedad y con las escuelas, que comienza a formar parte
de una red de educación más dinámica y viva”. En su experiencia comenta que tanto la
universidad, como las escuelas y los museos están en “un proceso de transformación
acelerada”. Por lo tanto la universidad tiene que estar en relación con la sociedad, con la
investigación y por supuesto con todo lo referente a la enseñanza. Piensa que el museo,
la universidad y la escuela tienen que hacerse preguntas. La investigación estaría basada
280
en hacerse buenas preguntas, no en buenas respuestas, porque buenas preguntas
desarrollan buenas respuestas.
Lilian Amaral hace referencia a Ana Mae Barbosa como directora de un museo del
MAC USP de Sao Paulo de Brasil que promovía la relación con el contexto, tenía un
papel fundamental en la formación de valores, al igual que un interés en la formación y
legitimación de perfiles profesionales adecuados para el museo. Y nos habla de su propia
experiencia como coordinadora en el proyecto Museando en la Fundación del Desarrollo
de la Educación, vinculada a la Secretaría de Educación de la Generalidad del Estado de
Sao Paulo, que vinculaba a la universidad, las escuelas y el museo. El objetivo era poner
a los educadores en un contexto abierto implicándolos e invitándolos a conocer más, una
red de vinculación con los museos.
Otra experiencia que está desarrollando en Brasil es el Observatorio de Educación
Patrimonial, creando una red con los demás países participantes. Tras realizar las
gestiones oportunas con la Secretaría de Educación incorporó el proyecto “Escuela en
Tiempo Integral”, participando con un proyecto complementario a la jornada escolar por
la tarde, acordado con la directora del sistema estatal de los museos ya que pensaban que
era muy importante la idea del observatorio de educación patrimonial. Las escuelas a
través de este proyecto podrían convertirse en un observatorio. Esta idea era muy
importante ya que permitía que los museos estuvieran abiertos, preparados, interesados
en los contenidos de desarrollo de las escuelas; prestando atención a lo que aprenden y
cómo aprenden los jóvenes, y el profesorado también.
Actualmente las exposiciones de los museos incorporan proyectos de formación,
visitas guiadas, programas educativos, un espacio web…; pero en su opinión lo
fundamental es que las experiencias cognitivas y estéticas, deben estar “mediadas” por
propuestas educativas. El público debe pasar por una experiencia “dialógica” a partir de
una relación con la obra de arte. Ubica la dificultad cuando el museo es de arte
contemporáneo, ya que existe todavía dificultad con trabajar con esos códigos, en este
caso lo importante es saber “hacerse preguntas”.
Lilian nos refuerza la idea de que el conocimiento se construye en relación y nos
invita a ser “termitas cognitivas”, es decir, que tengamos la flexibilidad y la disposición
de atravesar los espacios, los campos, para disminuir el prejuicio y la preconcepción que
tenemos acerca de lo que debe ser la universidad, lo que deben ser los museos y lo que
debe ser el papel de la escuela. Para sobrevivir, incita a los profesionales que trabajan en
estas instituciones a ofrecer calidad y actuaciones contemporáneas que transiten, que se
ubiquen en los flujos relacionales. Es decir, que no se encierren y que se formulen los
proyectos de una manera más horizontal. Lilian reconoce la complejidad de sus
planteamientos pero los considera más efectivos, porque se trata de construir polifonías y
las polifonías propositivas incrementan las ganas de conocimiento. Son necesarios nuevos
tiempos, tiempos abiertos a la experimentación; y dar respuestas diferentes a los modos
de actuar, romper con la herencia que tenemos de las formas institucionales ya que
debemos responder a lo que las personas quieren saber y cómo quieren saberlo.
281
Piensa Lilian Amaral que el museo no debe aceptar tener el papel de ofrecer
“píldoras”, ofrecer “caramelos”, cosas que muchas veces la escuela espera de los museos.
El maestro, la maestra, es el elemento, la persona “viva” que puede enlazar y conferir
significado en la experiencia con la conexión entre ciertos contenidos curriculares y los
contenidos que los museos ofrecen. Lógicamente, el profesorado debe tener tiempo de
investigar lo que pasa en los museos, en los espacios culturales y no puede quedarse solo
dentro de una clase, en el aula; y a veces, la estructura pública de educación de las escuelas
no permite que la formación del profesorado tenga el tiempo necesario para que el trabajo
tenga calidad, ello presupone un tiempo de investigación en el museo o en la universidad,
para poder ofrecer proyectos de formación continuada. Para ella no hay museos si no hay
público. Las instituciones ahora, están desarrollando contenidos, empezamos a tener
visibilidad… Nos propone reivindicar un lugar de expresión y no estar sumisos a un
discurso, porque también podemos lanzar propuestas y también investigar.
Lilian Amaral nos confirma que los museos tiene un papel de formación, por lo
tanto hay que desarrollar programas permanentes, tanto para la visita guiada de un grupo
específico para una exposición como para la formación de maestros y maestras. Para el
contacto de la universidad con la investigación, tanto en el ámbito de formación de
maestros como en la investigación de las colecciones.
La universidad, los museos y las escuelas forman parte de una misma ecuación, son
interdependientes. Las escuelas, cada vez más, deben convertirse en observatorios activos
o museos, eco-museos culturales, de los lugares, y comprender, como dijo Milton Santos,
el geógrafo brasileño, el lugar como el espacio vivido, practicado, habitado. La escuela
forma parte del contexto vivido, practicado, habitado, y así hay que comprender su papel
político, social, como un equipamiento, un instrumento de educación permanente. Son
elementos clave, y pienso que cada uno tiene ciertas responsabilidades específicas en la
formación del conocimiento, pero todavía tenemos que, sistemáticamente, hacer
preguntas, hacernos preguntas.
Román de la Calle nos habla de su experiencia en la universidad y en los museos y
cómo se situó en la necesidad de hacerse preguntas. Entre ellas, ¿qué tienen que hacer los
y las escolares antes de ir al museo? Y cuando la visita se acaba y vuelven a la escuela
¿qué deben hacer en la escuela? Esa doble pregunta, a Román, mediante los talleres, le
hizo pensar que los museos se preocupaban de lo que pasaba en su ámbito esencialmente,
y olvidaban los otros planteamientos.
Recuerda que escribía, al inicio de cada curso, más de mil cartas a directores y
directoras de escuelas; en los comienzos sólo era una invitación, y a dicha invitación
acompañaba la programación de todo el año y de todos los talleres, para que supieran qué
podían visitar. Tras conversaciones con el equipo del Muvim se veía una necesidad de un
trabajo previo en la escuela ya que si no el rendimiento era menor. La propuesta más
práctica fue preparar materiales para enviar a las y los responsables en los centros. “Pero
eso no dejaba de lado la necesidad de que existiese un responsable de cada centro que
282
viniera para tener contacto con nosotros. Los orígenes de los primeros congresos, de las
primeras jornadas que hicimos, surgieron precisamente de esa actividad de intercambio”.
Sentía que había una gran inquietud pedagógica en el extranjero que en nuestra
realidad no existía. Conseguir que la institución correspondiente asignara a una o dos
personas tenía que ser poco a poco para no asustar. Lo importante también era la
estructura de la programación.
En cuanto a su opinión sobre el uso de las metodologías, no es partidario en buscar
una metodología fija que se aplique reiteradamente. El equipo debe hacerse las preguntas,
dónde están el director, comisario, ayudantes, conservadores, responsables de publicidad,
y por supuesto el o la responsable de educación, desde el principio. Sigue ocurriendo que
el último invitado es el responsable de educación. Todas estas propuestas que expone
Román no se podía plantear si no era en equipo; “y ese equipo no era para mí sino la
extensión de las escuelas y sobre todo la extensión de la Universidad”.
Glòria Jové piensa que es necesario un cambio de jerarquía y propone el rizoma14
como organización de horizontalidad, rememorando a Deleuze y Guattari, dentro del
museo y entre el museo, la escuela y la universidad. Plantea a que sigue existiendo un
problema de actitud y de paradigma y nos propone para la relación de estas tres
instituciones educativas flexibilidad y apertura total y pensar en las posibilidades que
pueden ofrecer un museo o un centro de arte como entorno de aprendizaje.
Marisa Suárez plantea que el museo necesita de la escuela y viceversa y considera
que es necesario establecer diálogos. De ese modo el museo aportaría al profesorado
cuestiones relacionadas con el arte y la educación artística y aprovecharía la
retroalimentación que hace el profesorado desde su formación pedagógica y universitaria.
El museo aporta lo esencial, que es el diálogo entre el objeto y su mirada. Como educadora
plantea aprovechar el hilo y realizar preguntas para tirar de la conversación. Todos y todas
nos necesitamos, es cuestión de lenguaje.
Mª Jesús Agra nos expone que la escuela, la universidad y el museo son tres
instituciones diferentes y lo fantástico es que son diferentes. Reconoce que para buscar
esos espacios comunes, o de intereses comunes, es necesario “negociar”. Negociar
principios, negociar pretensiones, negociar expectativas, tanto del personal como del
profesorado o el alumnado, y también negociar una serie de objetivos. Es muy difícil
saber lo que espera cada institución. El museo espera que sus exposiciones sean garantía
de éxito, la escuela espera llevar al alumnado al museo para que le den un determinado
conocimiento y formación, y la universidad quizás es la que está más alejada, más ajena,
14
Rizoma es un concepto filosófico desarrollado por Gilles Deleuze y Félix Guattari en su proyecto
Capitalismo y Esquizofrenia. Es lo que Deleuze llama una "imagen de pensamiento", basada en el rizoma
botánico, que aprehende las multiplicidades. En la teoría filosófica de Gilles Deleuze y Félix Guattari, un
rizoma es un modelo descriptivo o epistemológico en el que la organización de los elementos no sigue
líneas de subordinación jerárquica, sino que cualquier elemento puede afectar o incidir en cualquier otro
(Deleuze & Guattari 1972: 13).
283
casi que no espera nada. Lo que espera la universidad de los museos es que le ceda
espacios para hacer ciclos de conferencias magistrales y poder traer gente. Destaca la
contradicción, o al menos la falta de coincidencia en las expectativas de las tres
instituciones.
Cristina Trigo resalta el carácter diferenciado de cada una de esas tres instituciones
y observa que mientras se mantienen esas características diferenciadoras y se buscan los
espacios de cruce, cada una de esas instituciones se extiende sin intentar, digamos, invadir
el espacio de las otras, siendo consciente perfectamente de sus limitaciones y de sus
posibilidades. En la medida que cada una de las instituciones, con sus características
diferenciadoras, contempla abrirse a otras cosas, lo consigue. Aun así, reconoce que
sabemos cómo se puede trabajar, pero dentro de las dinámicas de cada una de esas
instituciones; todavía no hemos encontrado el espacio, la manera de hacer que sea una
característica de cada una de esas instituciones, añadirla como característica a las que ya
tiene cada una.
Mº Jesús Agra identifica la clave en buscar alternativas que tengan continuidad.
Hay que conseguir que las propuestas que funcionan sean asumidas por la institución.
Cristina Trigo se pregunta cómo afianzar esa forma de trabajo, que a lo mejor no
tiene que tener el espacio ni en el museo ni en la universidad, a lo mejor es un espacio
virtual; igual es un espacio de asociacionismo, igual es otro tipo de espacio con el que no
estamos habituados a trabajar o que no conocemos porque el contexto también nos define.
Entonces, igual no es un espacio que funcione igual en todas partes, igual tiene que ser
una invención.
Agra nos menciona que las instituciones lastran las iniciativas y les ponen freno,
aunque ante ello, Trigo plantea que por la experiencia se sabe qué estrategias utilizar y
así detectar las carencias y buscar las necesidades para completar dichas carencias.
También plantea que las instituciones tienen en común contradicciones, como las
condiciones de trabajo, el personal educativo en los museos, los horarios del profesorado
y la precariedad en que nos movemos siempre en ámbitos de educación. Pero añade que
tanto el museo como la universidad y los colegios están muy habituados a moverse en lo
precario. Considera que esas contradicciones, son las que dan múltiples posibilidades de
vincular y de entrelazar la práctica artística y la práctica educativa y que provocan modos
de producción de conocimiento de manera muy enriquecedora y diferente, que a veces
nos llega a sorprender. Menciona que aparece gente anónima que realmente nos desborda
con una cantidad de cosas que tiene que decir y las ganas que tienen de decir y de
comunicar. Concluyendo este razonamiento señala que este caminar necesita un trabajo
que sea constante e incesante. Conseguir relaciones horizontales tal y como nos
comentaba también Glòria Jové. Agra nos dice que lograr esas relaciones horizontales es
una experiencia y es un saber compartido. Es un saber compartido entre los tres campos
profesionales: el campo de la producción artística, que es más museístico; el campo del
comisariado, que dice que siempre se queda fuera; y el tercer campo que es el ámbito de
284
la educación; y añade que todo ese trabajo debe estar centrado en la participación, y debe
saber moverse desde lo diverso y en lo diverso.
Carmen Franco refleja que la experiencia profesional que ha tenido, es una
experiencia de relación entre personas más que entre instituciones. Comenta que no son
el Departamento de la Didáctica de Expresión Plástica y la Universidad de Santiago
quienes colaboran con el “Centro Gallego de Arte Contemporáneo de Santiago, sino que
“somos Chus y Carmen las que colaboramos con Cristina”. Para ella, lo ideal sería que la
experiencia que ha fraguado a lo largo de los años por relaciones de amistad y por
relaciones afinidad en lo que creemos que es el arte y la formación del profesorado se
extienda realmente y se consolide y cuaje como algo que asuman las propias instituciones.
Mª Jesús Agra aporta una nueva idea que es que después de un tiempo ya no somos
sólo personas sino que existe un tejido creado a partir de nudos de relaciones, por lo que
cree mucho más en las micro-utopías: poco a poco, en pequeños sitios, se va cambiando
y sumadas una tras otras, va haciendo que algo se vaya transformando. Carmen Franco
añade a las palabras de Agra el término virus en su concepción de sus posibilidades de
extensión y contaminación.
Mª Jesús Agra y Carmen Franco coinciden en que sí se sabe cómo establecer unos
canales de colaboración entre las tres instituciones, escuela, universidad y museo. Por
experiencia saben los pasos que se han dado. Pero Mª Jesús encuentra la necesidad de que
el colectivo de profesionales de la creación contemporánea, de la educación artística, de
la acción social hagan una mediación cultural a partir de grupos de investigación, dentro
de las universidades o fuera de ellas, que tengan visibilidad y que se materialicen sus
propuestas.
Cristina Trigo cree fundamental un cambio de actitud, de mirada y de puntos de
reflexión. Apunta que igual que se han hecho avances en la relación universidad-empresa,
o en universidad-museos-masters, esa es la actitud que también tiene que cambiar hacia
el espacio del arte y de la educación pero desde arriba, desde la propia concepción del
museo, desde la propia concepción de cómo se dirige un museo y de cómo se gestiona.
Mª Jesús Agra añade que es de vital importancia llegar a las instituciones, no tanto
preocuparnos de los centros, qué interés tienen por las escuelas, por los museos, los
museos por las escuelas… sino realmente llegar a hacernos visibles ante las propias
facultades, las entidades museísticas y ante el comisariado. Eso sería un primer paso que
reconoce complejo.
Luis Noguerol reconoce que las tres instituciones se necesitan y tienen mucho que
aportarse, por lo que debemos de buscar todas las sinergias que puedan crearse. El museo
puede tener la función de dinamizar la creación artística, el patrimonio, y ponerlo a
disposición de la sociedad (incluidas la escuela y la universidad), la universidad forma a
las y los profesionales y también es la encargada de llevar la creación de la investigación,
tanto en el campo artístico como en el campo educativo, y la escuela es realmente el
campo de acción, el lugar en el cual se pueden testear todas las propuestas, tanto de la
285
universidad como de los museos. Hay que de seguir avanzando en la conformación de las
instituciones e ir hacia un mestizaje de la universidad, el museo y la universidad, donde
sean posibles líneas de trabajo de intercambio, de mezcla y de creación de sinergias, es
decir, crear proyectos que permitan ese trabajo en común.
Marcelo Falcón nos habla de la experiencia, ligada a la sociología comprensiva,
entendiéndola como la oportunidad de morir juntos y nacer en una nueva realidad. Esta
experiencia es una invitación. Nos hace la siguiente pregunta: ¿cómo podemos invitar e
invitarnos a participar en un ambiente colectivo? Hay que generar la temperatura
colectiva que nos haga existir en otra dimensión de lo real, aplicable a las tres
instituciones (museo, escuela y universidad).
Sugiere que debemos tener en cuenta otras cuestiones, lo homogéneo y lo
heterogéneo. Desde la sociología comprensiva es importante valorar la riqueza de lo
heterogéneo y no buscar lo homogéneo, es decir, no uniformizar. Tener en cuenta que la
realidad es compleja, múltiple, diversa y que hay una armonía tensional que hace posible
la convivencia de lo diferente. La idea que nos propone es la experiencia como invitación
de lo heterogéneo; y a partir de esta experiencia, nosotros sí podemos comenzar a “nacer”
en otro territorio de lo real.
Resalta Falcón que la clave es la experiencia como una oportunidad de morir y de
nacer colectivamente, en otro pliegue de lo real, teniendo en cuenta lo heterogéneo. Cada
institución como colmena tiene una multiplicidad de realidades y considera Marcelo, que
lo importante no es homogeneizarlas sino respetar su realidad diversa, su temperatura
diversa y hacer inmersiones en las pequeñas temperaturas y desde ellas recrear lo que se
manifiesta, recrear lo real; recrear lo que puede aparecer si las dejamos fluir. Será
entonces cuando la diversidad, heterogeneidad, multiplicidad de temperaturas y la
circulación a través de la experiencia, nos permita abrir determinadas compuertas para
que haya una circulación de este cuerpo institucional y de este cuerpo social. Si esta
circulación no se da, si la experiencia, en ese sentido de iniciación a otro mundo, no se
da, lo que hay es una obstrucción del cuerpo social, una obstrucción de las instituciones
y una obstrucción de nosotros mismos.
Marcelo Falcón opina que la educación artística y la educación que se sustenta en
un armazón sensible permite esta comunicación, esta capilaridad que hace que lo
heterogéneo, sin dejar de ser “lo diferente”, participe de una realidad que debe estar
sudada por la interacción del conjunto. La clave es reflexionar y ver cómo realmente
nosotros podemos hacer una inmersión en el otro, y junto con esa inmersión, y junto con
el otro, comenzar a crear y recrear propuestas de participación en lo cultural, en el
conocimiento… Añade que la educación y el mundo profesional de las tres instituciones
son descendientes de una modernidad que se ha encargado de separar y dividir. Separar
por disciplinas, una división que fragmenta el conocimiento. Y para esta nueva era
sensible, que comienza a invitar a ligar lo desligado, y que el mundo profesional, como
todo ámbito de conocimiento, tiene que comenzar a generar viajes interdisciplinares. Ese
es el verdadero viaje: viajar no es solo viajar en el territorio, cambiar de país… sino que
286
hay un viaje interdisciplinar, un viaje conectivo que va ligando los distintos
conocimientos. Los profesionales, los educadores tienen que comenzar a hacer inmersión
en el otro, e inmersión en el otro modo de pensar y en las otras disciplinas. El gran
problema es que no estamos formados para ello, porque somos hijos de una modernidad
que ha dividido para comprender y para controlar.
Comenta Marcelo que los que estamos en esto de “ligarnos”, estamos en los
primeros pasos. En sociología, siempre los cambios tienen tres etapas: Secreto, Discreto
e Instaurado. Estamos en un pasado que es la etapa de los secretos y comenzamos una
etapa de lo discreto. Comenzamos a visibilizarlos, a visibilizar otra forma de estar juntos
y con el tiempo podemos llegar a instaurar este modo colectivo de sentir y de pensar junto
a los demás. Pasarán algunos años y luego vendrán otros cambios, porque este modo de
pensar también se hará dogmático y comienza la vuelta: lo secreto, lo discreto y lo
instaurado. Estamos en una etapa discreta de vincularnos con lo heterogéneo. No hay un
modelo, no hay un modo de apreciación, sino que hay ricos balbuceos que generan
nociones de estar juntos de otro modo.
Marcelo nos dice: la sociedad es un golem, la educación es un golem, las
instituciones son un golem. El golem es muy difícil mejorarlo. Nosotros lo que podemos
hacer son invitaciones secretas a las personas que están dentro de las instituciones, buscar
los pequeños intersticios. No cambiar la institución: imantar a las personas que están
dentro.
Joan Vallés opina que la escuela, la universidad y el museo son tres paradigmas que
se complementan y merece la pena que trabajen juntos, ya que las miradas se
complementan. No se trata de diferenciar sino de complementar con diferentes miradas
en una única, o en un paradigma creciente entre todas y todos. Apunta que socialmente
no estamos acostumbrados a trabajar juntos, o sea, las disciplinas tienen un problema
disciplinar. Es decir, las disciplinas están separadas. Trabajar conjuntamente cuesta
muchísimo, cuando sabemos que los aprendizajes se generan a partir de la suma de
esfuerzos de las diferentes disciplina, de poder crecer todos y todas juntos/as. Trabajar
multidisciplinarmente supone colaborar y participar, dejar las verdades individuales para
sumarnos a la verdad de los otros. Y eso es aprendizaje, hace falta sumar.
Ricard Huerta reconoce que la universidad no está tan lejos de la escuela ni del
museo. De la escuela, porque formamos a los educadores y estamos muy pendientes de
cómo evoluciona su trabajo desde nuestra investigación y desde nuestra docencia en las
escuelas. Con el museo, Ricard nos comenta que ocurre algo similar. Además nos dice
que es partidario de acercar estas dos instituciones que son fundamentales, porque además
están muy próximas en cuanto a nacimiento, y también a evolución. Es decir, la escuela
es una institución muy decimonónica, y el museo, de la época… digamos, de la
ilustración. Lo que tienen en común es que la mayoría son servicios públicos, es decir,
servicio a la ciudadanía y de formación de la población. Resalta esa vocación
democrática, para todo el mundo. No es lógico que instituciones tan cercanas, en el tiempo
287
y en las funciones sociales, funcionen por separado. Acercarlas, por lógica, reforzaría su
utilidad pública.
Glòria Jové nos habla de los contextos educativos tanto de los museos, la escuela y
la universidad y nos dice que la clave está en la formación universitaria, es necesario
aproximar al alumnado a vivir la experiencia en el museo. Aprender más allá de las aulas
en la escuela y la universidad, aprender en los recursos comunitarios ya que tienen
servicios educativos muy potentes. Glòria nos comenta que lo que ocurre en determinadas
ocasiones es que el museo no sabe qué ofrecer, ya que están buscando nuevos públicos,
trabajar en red, buscar en los espacios híbridos trabajando con ellos. Es necesario
deconstruir el modelo de relación con el museo y que no haya un único tipo de visita sino
multiplicidad de posibilidades. Por ello considera que trabajar en red es una de las cosas
más importantes mediante la generación de proyectos concretos la relación con las
escuelas y la universidad.
10.2.1
Ideas fuerza de las entrevistas de personas expertas de la relación entre
museo, escuela y universidad. Necesidades y vínculos. (Preguntas 1, 2, 3
y 4)
RELACIÓN ENTRE MUSEO, ESCUELA Y UNIVERSIDAD.
NECESIDADES Y VÍNCULOS.
Construcción de relatos convergentes
Ruptura de ciertas herencias institucionales
Tránsitos y dinamismos entre persona, institución y actividades
Construcción de polifonías propositivas
Realización de proyectos comunes hibridados y horizontales
288
Creación de agujeros, porosidades y diálogos
Museo como un servicio social de accón cultural
Museo como gran posibilitador del aprendizaje contemporaneo
Museo como nuevo contexto alfabetizador
Museo como posibilitador de la interdisciplinariedad y transdisciplinariedad
Museo como entorno diferenciado, lugar de experiencias únicas y excepcionales
Museo como laboratorio
Museo como lugar de proyectos e investigación
Museo como espacio de transformación de las personas
Intercambios entre museo y contexto
Sensibilidad del museo hacia la escuela y la universidad
Diversificación de estrategias según la exposición y el público
Mediación de las propuestas cognoscitivas y estéticas por propuestas educativas
Salir de la zona de confort
Simplificación de protocolos institucionales
Potenciar colaboraciones sostenidas; desarrollo de proyectos
Realización de prácticas de futuros docentes
Profesionales en el museo del ámbito educativo
Prestar atención a cómo se aprende
Experiencias dialógicas
Propiciar la autogestión del visitante
Mayor implicación en los procesos creativos
Ilustración 49. Relación entre museo, escuela y universidad. Necesidades y vínculos.
289
Reforzar la educación en valores
Existir en otra dimensión de lo real
Volver a nacer colectivamente
Cambiar las jerarquías. Organización horizontal y rizomática
Nuevas miradas, conexiones e intersecciones
Flexibilidad y apertura
Buscar espacios de cruce, de interés común
Negociar y limar contradicciones
Caminar con trabajo constante e incesante
Crear tejido y nudos de relación
Asumir las responsabilidades y gestionar las instituciones
Continuidad en los proyectos
Mediación cultural a través de los grupos de investigación
Utilizar sinergias y mestizaje
Buscar líneas de trabajo e intercambio
Creación y creencia en las microutopías
Moverse en lo diverso y desde lo diverso. Riqueza de lo heterogéneo
Trabajar multidisciplinarmente e hibridamente y sumar en equipo
Reforzar la vocación pública y de formación ciudadana en las tres instituciones
Legitimación y formación de los perfiles profesionales del museo
Ilustración 50. Relación entre museo, escuela y universidad. Necesidades y vínculos
290
10.3 Desescolarizar el museo. Aprendizaje escolar y estrategias de motivación.
A continuación presentamos la valoración de las personas expertas de las siguientes
tres preguntas:
5. ¿Debe escolarizarse el Museo?
6. ¿Qué aprende el escolar en el Museo?
7. ¿Qué estrategias se podrían utilizar para motivar e involucrar al
público escolar?
Con ellas se pretende explorar y analizar lo que ocurre en los museos en lo referente
al aprendizaje que desarrolla el escolar, las metodologías y estrategias que se pueden
utilizar para una mayor motivación y valorar si se debe o no escolarizar el museo. A
continuación iremos relacionando y exponiendo los planteamientos y pensamientos de
las personas entrevistadas en referencia a dichas cuestiones.
Javier Abad cree que es un encuentro, un diálogo fértil entre ambas instituciones.
Considera necesario un consenso, ni el museo se tiene que escolarizar, ni la escuela se
tiene que museizar. Hay un punto intermedio en la zona de penumbra, pero tampoco tiene
que estar todo perfectamente claro y definido. Se enriquecen ambas instituciones. Nos
cuenta que existe un grupo que está activo todavía aunque tiene otros intereses, se llama
Enter-Arte, una de sus denuncias era “la escuela va una vez al año al museo, pero el museo
puede ir los 365 días a la escuela”. Se encargan de crear estrategias conjuntas, los
maestros y maestras están encantados.
Comenta que los museos e instituciones abren las puertas y esperan a que vengan
sus visitantes, les atienden fenomenal pero son anfitriones. Conoce un único caso que es
La Panera, que va a las escuelas, las propias formadoras (Roser y Helena Ayuso) son las
que, de alguna forma, están mucho más fuera de la institución que dentro de la institución.
Reconoce que ese tipo de relaciones genera vínculos, y cree que eso las escuelas lo
valoran mucho, porque conocen a la persona y se mezcla la narración de vida con el
desempeño profesional, porque al fin y al cabo está todo mezclado.
Helena Ayuso reconoce la ventaja de La Panera, que está en una ciudad pequeña
como es Lleida y las distancias son cortas, y nos explica que se trabaja desde la
autogestión directamente, sobre todo con el alumnado de bachillerato y de universidad.
Nos explica que el centro propone que ellos mismos, por su propio pie, vengan al centro
de arte, a hablar con las educadoras, que se autogestionen con una serie de encuentros y
se haga un intercambio. En cuanto a la escolarización del centro de arte, comenta que las
dinámicas que hacen en La Panera no son tradicionales, sino que las educadoras, siempre
a partir del conocimiento previo del visitante, crean diálogos en que la pieza de arte o el
proyecto artístico es la herramienta para poder hacerlo.
Roser Calaf nos pone un claro ejemplo de integración entre Universidad-MuseoEscuela, que es el Museo de Arte Moderno de Tarragona que tiene un programa de acción
291
cultural donde hay un programa educativo, consensuado. También observó esto en
Canadá, en el McCord. Retoma a Asensio y Paul para hablarnos de aprendizaje de “banda
ancha”, en el museo hay un tipo de aprendizaje, que como el niño no tiene conciencia de
que está aprendiendo, aprende más que en el espacio formalizado, porque ahí existen más
problemas.
Nos relata también su vivencia en el Museo de Bellas Artes de Montreal, donde se
trabaja en el museo, en la escuela, se realiza un proyecto y esto se devuelve también al
museo y se expone. Existe un espacio expositivo, justo a la entrada del museo, para ver
las obras que han producido los escolares. Lo mismo ocurre en el Museo de Arte Moderno
de Tarragona: expone las producciones del alumnado, retiran cuadros y colocan durante
un tiempo esto; por eso han creado esa complicidad con su entorno. Para ella, la educación
es un acto de complicidad.
Román de la Calle reflexiona sobre la escolarización del museo, si es más informal
o más formal, que es una cuestión de planteamiento intelectual. Nos dice que, a veces,
queremos el aspecto institucional de grado de escolarización. La misma pregunta es una
trampa. Si se plantea como institución, es muy posible cargarse la posible estrategia.
En esa relación entre museo y universidad, Román nos dice que hay siempre un
tema candente, que estaría vinculado a la pregunta “¿Hasta qué grado la escolarización
penetra en el museo, o el museo debe respetar esa escolarización como aportación de los
maestros?” No es fácil, porque las instituciones son las instituciones; y cuando se plantea
oficialmente algún tipo de cuestión en este sentido, surgen muchos inconvenientes.
Por esa razón propone como estrategia no plantear ciertas cosas encima de la mesa,
sino ser flexible en su aplicación, de tal manera que la institución no se vea obligada a
aceptar, ni a dar los planteamientos, ni tampoco a permitir algún tipo de decisión externa
que condicione demasiado al respecto. Ahora bien, la función educativa, informativa,
formativa de los museos es esencial. Sobre todo la de los que se vinculan mucho más a
ámbitos de la vida cotidiana, a ámbitos de la formación estética que se desarrolla en la
vida real y en la cotidianeidad.
Glòria Jové plantea deconstruir los programas que se hacen en el museo, antes de
ir a la exposición, durante la exposición y después de la exposición. Es importante
preguntarse por qué vamos al museo, ella realiza esa pregunta a su alumnado de la
Facultad de Educación in situ, para relacionarlo con Eisner y Dewey, es decir el arte como
experiencia, ahí considera que es donde está la esencia.
Continúa formulando preguntas: ¿Qué nos da el arte? En este sentido, sobre todo el
arte contemporáneo, desde su punto de vista, nos da unas posibilidades narrativas, porque
nos está hablando del hoy y del ahora y por tanto de las cosas que se pueden relacionar
en este sentido. Otra posibilidad que nos comenta es que se genera conocimiento en la
universidad, a través del arte existe una representación de objetos muy potente, nos
permite explorar contextos, generando así nuevas narraciones. Recalca que el alumnado
que no tenga experiencia en los museos, que no lo accionemos hacia un aprendizaje en el
292
contexto, seguramente no lo haría por sí solo. En ese sentido remarca la importancia de
la alfabetización de los maestros y maestras para que en el futuro puedan utilizar los
centros de arte o museos como una manera de expandir el currículum escolar a través de
su propia experimentación. Como formadora de futuros maestros propone a su alumnado
universitario la elección de un tema con una lluvia de ideas, y así van apareciendo nuevos
conceptos; luego, comparándolo con el currículo escolar aparecen otros conceptos.Y
cuando van al museo aparecen otros diferentes. Por tanto, utilizar los museos y los centros
de arte contemporáneos es una gran oportunidad de expandir las posibilidades
curriculares, relacionándolo con la vida, con la historia, con el conocimiento, con la
ciencia, con todo, esa es la clave.
Ricard Huerta propone evitar que el museo pase a convertirse en un espacio
curricularizado como la escuela. Es decir, no podemos encorsetar las formas de funcionar
del museo como han llegado a encorsetarse las formas de funcionar de la escuela, ya que
sabemos que se acaba de alguna manera impidiendo muchas acciones que nos gustaría
realizar y que no pueden ser. Eso no quiere decir que no podamos educar en el museo. El
museo, por el hecho de serlo, ya educa. Además entiende que cuando se entra en un
museo, y deberíamos ser conscientes de ello, se está generando una mirada muy especial,
muy particular, la del espectador fortalecido en el momento que la está viviendo. Es decir,
se miran las piezas con la mente situada en un plano con unas expectativas, y eso es lo
que para él, en realidad tienen en común la educación en la escuela y la educación en el
museo, la idea de las expectativas. Comenta que si estamos dentro de un museo y
queremos aprender, eso nos va a ofrecer muchas pautas muy atractivas para hacerlo, pero
recalca que el museo no puede estar en la concepción curricular de la escuela.
Luís Noguerol opina que no debe escolarizarse el museo, que no se reproduzca ni
se articule en función de los contenidos y las estructuras escolares. El museo lo considera
como parte importante de la educación no formal y la escuela sería educación formal.
Aunque esos límites cada vez están menos claros, sí que hay una base estructural que
marca mucho en la escuela. Por ello, el museo debe aprovechar esa ubicación dentro de
la formación no formal, ya que le permite una mayor flexibilidad en los contenidos que
hay que tratar, en cómo tratar las metodologías sobre todo, en cómo articular los espacios,
en cómo relacionarse… Esa riqueza, esa libertad de acción la podríamos encontrar en el
museo, y no se debería perder.
Según Joan Vallés el museo es patrimonio y la escuela es patrimonio. Nosotros
estamos trasladando elementos del patrimonio y hemos de ver cómo se apropian de ello,
no separando la escuela del museo. Él hace mucho tiempo que no habla de educación
formal y no formal o informal, sino que habla de escenarios educativos. Y uno de ellos
puede ser el museo, otro la calle, el vecindario... es decir que tenemos un espacio más
amplio. El museo necesita todo de la escuela y la escuela necesita todo del museo. En este
sentido no cree que haya una diferenciación en cuanto al estado o en cuanto a la categoría
de la una o el otro, para él hace falta trabajar conjuntamente con el patrimonio. Es
importante saber qué patrimonio es el que queremos transmitir, cómo hemos de hacerlo,
qué se apropian las personas del patrimonio, cómo hemos de disfrutar del patrimonio, es
293
decir, que se disfrute. Para Joan es necesario disfrutar, apropiándose del patrimonio y
sintiéndose partícipe de él. En cuanto a la escolarización del museo o la musealización de
la escuela, Joan Vallés entiende que no debe ocurrir ni una cosa ni la otra. Los museos
son un lugar más y eso es una herramienta útil para la ciudad. Los museos deben
aprovechar la ciudad para que sirvan de elemento vivencial y de recorrido; los museos
deben de socializarse.
Marta Viana cree que el museo no debe escolarizarse, más bien al contrario. Cree
que hay que sacar partido de las características específicas o diferenciadoras que un centro
de arte, en su caso el MARCO, puede tener y trabajar en ese valor. Actualmente no parece,
salvo excepciones, que los modelos educativos de la educación reglada alienten la
creatividad y tampoco creo que les resulte fácil dadas las limitaciones de todo tipo que
condicionan la labor educativa en los centros escolares.
Para Marta, las obras de arte contemporáneo son una oportunidad para potenciar
habilidades y capacidades de percepción y desde luego para el fomento de la creatividad
y del pensamiento y considera que esto es clave para el desarrollo del ser humano. En
todo caso, los museos y centros de arte lo único que pueden hacer es contribuir en una
pequeña medida al fomento de la mejora de la educación, pero esto es una labor de toda
la comunidad, de centros escolares, universidad, todo tipo de instituciones, museos,
escuelas, fundaciones, centros de enseñanza y cualquier otra persona o entidad implicada
en la educación. Cita a José Antonio Marina y el concepto de tribu; para educar a las
personas hace falta toda una tribu.
Marisa Suárez comenta que las actividades que realizan en el museo son actividades
para la vida y las pueden hacer servir para todas las asignaturas del currículum y nos
comenta que es ahí donde radica la importancia y el interés del museo. Albert Macaya
explica que antes de la visita las educadoras se preparan y la escuela también debería
hacer este esfuerzo, no se trata de venir un día de excursión, hacer la actividad, usar
material, pintar, dibujar e irse.
Para Marisa Suárez la actividad del museo es un intercambio intelectual; por lo
tanto lo que se debe hacer es sacarle el máximo partido posible, nos plantea que lo mejor
es hacer un avance antes de la visita, aprovechar estar frente al objeto, tanto desde la
escuela como en los museos con soportes tecnológicos, imágenes gráficas o fotografías.
Y destaca la importancia de la parte posterior a la visita, que no quede sólo en una
anécdota, como una cosa simple de que se ha hecho una visita y ya está. Es importante
salir del museo, de sus paredes sagradas, de la vitrina a través de diversas metodologías
y estrategias.
Román de la Calle, opina que el grado de escolarización del museo se generaliza
convirtiendo en escuela una sala, pero no sólo para las y los visitantes de la escuela, sino
para todo el mundo. Considera muy importante la visita previa del profesorado, para que
antes de asistir con el alumnado se les explique qué van a ver exactamente.
294
Para Cristina Trigo es importante intentar no reproducir los modelos de la escuela,
es decir, no trabajar los contenidos en relación con áreas de conocimiento por asignatura,
ya que en el museo todo está presente en todo, y partir de que el arte contemporáneo
refleja cómo los artistas ven el mundo a través de sus obras; partiendo de ahí, el
currículum está implícito. No hay que buscar ninguna relación específica porque está de
algún modo en las obras. A veces, a la hora de hacer material didáctico, o a la hora de
plantear cosas, lógicamente debe tenerse en cuenta el currículum escolar y adaptar los
contenidos, pero sin diferenciar por ámbitos; la experiencia que pueda ofrecerse en el
museo y la experiencia que tengan en la escuela son distintas, igual que hablábamos de
características diferenciadoras, se debe intentar que se mantengan esas características.
Por otro lado, Luís Noguerol nos plantea que debemos realizar una reflexión
ambivalente. ¿Qué aprenden los escolares en el Museo? Comenta que la respuesta a esta
pregunta está en función de cómo lo analicemos. Considera que por un lado sí que nos
podemos encontrar la enseñanza desde un punto de vista que sacraliza el espacio
museístico, que no se les facilita la participación, pero no siempre es así, afortunadamente,
hay museos en los que se aprende a cuestionarse las cosas, a explotar la capacidad de
sorprenderse, de preguntar, de tener curiosidad.
Albert Macaya considera que el diálogo es una herramienta fundamental: cómo se
desarrolla esa conversación delante de una obra artística, qué subrayar, cómo la podemos
conducir, cómo podemos tirar del hilo hacia dentro abriéndonos puertas. En definitiva,
plantea que es un concepto de fondo, que hemos de construir una cultura que sea un
diálogo, que no sea impositiva, sino que los niños sean interlocutores válidos y
reconocidos, y poder así intervenir en su bagaje, en su experiencia. Que no vengan
únicamente a conocer al gran artista famoso sino que de alguna forma interaccionen.
Quieren ver en el MAMT el diálogo como concepto: ir a dialogar y a compartir y ver
cómo ese diálogo se desarrolla, se concreta, qué funciona y qué no funciona, qué
preguntas y en qué momento son más válidas. Otro aspecto que valora y que opina que
está ahora más vigente es trabajar con los contextos, salir después del museo y llevar las
propuestas o hacerlas interactuar en contextos concretos como barrios, colectivos
determinados, etc.
Para finalizar, Marisa Suárez cree, al igual que Albert Macaya, que una clave
importante es el diálogo, es una de las claves para el cambio. Considera importante tener
en cuenta la autoevaluación cuando acabamos una actividad: ¿Qué ha pasado? ¿Por qué
ha funcionado? ¿Por qué no ha funcionado? ¿Qué tenemos que cambiar? Y después
cuando estás pensando te das cuenta que todo lo que se aprende viene de la experiencia,
tanto si ha ido bien, como si ha ido mal. Destaca ese momento en que con una pregunta
clave captas la atención e interés para que el grupo pueda tener una respuesta a la
actividad. También nos propone hacer encuentros con los maestros y maestras, nos
explica que en el MAMT van muy bien. Es ahí donde surgen muchos proyectos, proyectos
de escuelas o propuestas de charlas.
295
10.3.1 Ideas fuerza de las entrevistas a personas expertas sobre la escolarización
del museo, el aprendizaje escolar y las estrategias de motivación (preguntas 5, 6 y
7).
DESESCOLARIZACIÓN DEL MUSEO, EL APRENDIZAJE ESCOLAR
Y ESTRATEGIAS DE MOTIVACIÓN
Encuentro y diálogo entre ambas instituciones
Estrategias conjuntas. Punto intermedio.
Romper fronteras
Mezcla de narraciones de vida con el desempeño profesional
No a las dinámicas y rituales tradicionales
Programas de acción cultural consensuados
Aprendizaje de banda ancha
Complicidad con el entorno. Exploración de contextos
Vinculación con la estética y la vida cotidiana
Esencia: El arte como experiencia
Posibilidades narrativas del arte contemporaneo
Alfabetización del profesorado
Expansión del currículum
Evitar que el museo sea un espacio curricularizado
Generación de nuevas miradas y expectativas compartidas
Flexibilidad en los contenidos y en las metodologías
Utilización de los espacios como lugares de relación
El museo como espacio educativo amplio
Ilustración 51. Desescolarización del museo, el aprendizaje escolar y estrategias de motivación.
296
No a la musealización de la escuela
No a la escolarización del museo
No a la separación por ámbitos de conocimiento
Museos socializadores
Desacralización del espacio museístico
Alentar la creatividad y el pensamiento crítico
Ayuda al desarrollo humano
Museo y escuela como parte de la tribu necesaria para educar
El arte contemporaneo como facilitador de habilidades y capacidades de percepción
Museo para la vida
Facilitar la participación
Preparación de las visitas por parte del profesorado
Visita al museo para intercambio intelectual
Salir del museo: metodologías y estrategias
Curriculum implícito
Autogestión, encuentros e intercambios
Facilitar y disfrutar del patrimonio
Dialogar, compartir y participar, clave del cambio
Importancia de la autoevaluación y la reflexión
Encuentros, charlas y proyectos con el profesorado
Saber hacerse buenas preguntas para obtener buenas respuestas
Ilustración 52. Desescolarización del museo, el aprendizaje escolar y estrategias de motivación.
297
10.4 Docentes y museos.
Las siguientes dos preguntas a examinar son:
8. ¿La importancia del arte está socialmente valorada por el
profesorado?
9. ¿Qué mueve al docente a visitar un museo?
La intención es analizar y contrastar la valoración y aportaciones que realizan las
personas expertas sobre qué importancia tiene del arte el profesorado y también que
mueve a los y las docentes a visitar los museos. Como en los puntos anteriores
relacionaremos y expondremos los planteamientos y pensamientos de las personas
expertas entrevistadas.
Para Javier Abad es complejo generar un interés y una inquietud por esa
impregnación cultural que un museo puede ofrecer en un momento dado. Según su
percepción, si el profesorado va al museo es para buscar ideas, recursos… quedándose en
la praxis, en la parte más práctica, pero cree que también va por entrar en conflicto, para
generarse crisis, crisis docente; el profesorado va a buscar ideas. Una cuestión que le
preocupa es saber cómo se interpretan luego las ideas. Cree que el profesorado no va a
una exposición para que le subvierta, para que le genere conflicto, para que cuestionarse,
para salir de la zona de confort. Considera que los docentes no están en ese discurso, que
no les interesa, que les pesa más la seguridad, la certidumbre, tener recursos, hacer su
trabajo fácil. A menudo, cuando el profesorado visita el museo con los grupos escolares
están de figuras decorativas, por lo que cuando se diseñan las prácticas en los museos se
deben diseñar también los roles de las educadoras y del profesorado acompañante de
escolares. No podemos resignarnos a que se sienten, miren, o que se vayan a la cafetería.
Es fundamental su participación porque son un referente afectivo, y considera que puede
ser útil en la resolución de problemas y sobre todo por la seguridad que da a su alumnado.
Lilian Amaral califica al profesorado como soñadores practicantes. Nos
concedemos el derecho de inventar otras cosas porque sabemos que como está, no está
bien; es más trabajo, pero más placer. Pero considera que hay gente que les molesta el
placer y que tiene miedo de tener placer, cambiar algo y después tener que cambiarlo
todo, porque toda la vida han hecho cosas muy programadas, muy repetitivas, muy
sistemáticas. Según nos cuenta Lilian hay personas que viven así bien y felices, pero el
problema lo encontramos cuando estas personas tienen un espacio de poder y reproducen
esa mirada de repetición acomodada, y muchas veces, en las escuelas, en la universidad,
en los museos existen. Debemos según ella acercarnos y negociar y mediar, no quedarnos
únicamente como una familia afectiva, cerca de unos pero no de otros. A veces hasta nos
aproximamos, sin hacer una crítica muy dura. Lilian considera que es muy importante
comprender que hay espacios de comunicación y de aproximación y que es posible
acercarse y hablar.
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El museo es muy importante según Lilian Amaral pero considera que la mayoría
están lejos de la realidad y que existe una percepción con prejuicios y tipificadora de lo
que es el público escolar, qué son las escuelas; y hay escuelas y escuelas; personas y
personas; y subjetividades en las escuelas. Esto quiere decir que a veces nos
encontraremos con profesorado interesado, que son personas claves.
Helena Ayuso nos comenta que el profesorado debería estar motivado, ejemplifica
con maestros y maestras que en su día se formaron junto al museo y que ahora acuden
con sus grupos. Considera que cree que es debido a que el arte contemporáneo abre
distintas miradas sobre lo que nos envuelve, y esto es un poco también, lo que intentan
en colaboración con Glòria Jové y profesorado universitario a la hora de formar a los y
las futuras maestras, que todo el mundo pueda tener opiniones distintas porque no existe
una única opinión válida.
Helena nos cuenta que esto es un trabajo de años que surge por la inquietud de un
grupo de personas y se va extendiendo al claustro de profesorado. Han logrado una
metodología propia y creado sus vinculaciones con el arte contemporáneo. Ese grupo de
maestros y maestras solicitó formación al centro de recursos de la ciudad con el soporte
de La Panera y así es como se va generando red. Han hecho ya proyectos con escuelas en
las que todo el Claustro trabajaba con La Panera. Era una triangulación entre la
universidad, La Panera y la escuela. Hay muchas tipologías de relación entre la escuela
que viene de visita y se va; hay la escuela que viene de visita y hace una pequeña acción
y no vuelve; hay la escuela que viene tres veces al año; hay… bueno, pues las relaciones
son muchas. Lo interesante es que pase todo esto.
La Panera crea un dosier informativo sobre el proyecto expositivo, donde hay una
parte muy informativa de qué es, quién es el artista, por qué lo hace,… y luego hay una
última parte que es como una especie de pauta o punto de partida para trabajar en el aula.
Pero bueno, hay gente que sí que lo utiliza, gente que no lo utiliza, es una herramienta
que debemos tener porque la escuela que se aproxima en un primer momento quiere que
le demos información. Pero lo que les ocurre a las educadoras de la Panera es que luego
nunca coincide la actividad que se han propuesto que se repita, sino que la adaptan a cada
escuela, y esto lo valora Helena como una cuestión muy positiva. Nos explica que realizan
jornadas de puertas abiertas para las escuelas en septiembre y que coinciden además con
la exposición de obras escolares y de otras instituciones o grupos.
Helena Ayuso nos comenta que a veces la relación con los grupos escolares y con
el profesorado es una relación difícil, porque a veces se termina el diálogo, hay escuelas
que repiten, algunas incluso que van a ver la obra dos veces en momentos distintos,
porque van a pasar cosas distintas, pero son escuelas muy puntuales.
Román de la Calle nos habla de una vertiente de autoformación en el profesorado.
Diferentes tipos de docente priorizarán de forma diferente ese interés de formación. No
tiene que ver necesariamente con la especialización. En esa vertiente de la formación, nos
encontraríamos con el docente que visita el museo preparatoriamente ya no para él, sino
299
para su alumnado. Esa formación hace que a las y los docentes que tienen una alta
formación en arte, les salgan en sus explicaciones, en las metáforas, en las relaciones,
elementos fundamentales que incrementarán la formación del alumnado sea de la
especialidad que sea.
Es importante para Román reconocer que la utilización de la información está
vinculada a la formación recibida. Por tanto, el aspecto de la autoformación de esa
persona docente, le ayudará inmediatamente a crear las estrategias de preparación de la
visita. El profesorado a menudo habla de obras de arte que no han visto, que no conocen,
pero si se habla de una obra cuando se conoce se le puede dar toda la fuerza. La
deformación profesional está vinculada a los elementos que utilizamos para explicar. Si
estamos acostumbrados a ver la obra, pero lo que nosotros buscamos son elementos
iconográficos exclusivamente vinculados a un contenido histórico determinado, a lo
mejor es que es muy difícil mantener la mirada en la pintura, la mirada al contenido, pero
ese sería el ideal. Cada profesor tiene sus estrategias, podríamos decir que es casi
imposible la totalidad, pero depende del grado de esfuerzo didáctico, la educación tiene
esa maravilla de poder ponernos en el lugar de otros e ir matizando.
Ricard Huerta nos explica que hay maestros y maestras que les gusta el arte, que
están interesadas por el arte; que además es un profesorado que habitualmente estudia
también después historia del arte, bellas artes, que está formándose constantemente y
siempre muy pendiente de lo que ocurre en el mundo del arte, esa misma pasión que siente
por lo que está ocurriendo en el mundo del arte se la quiere transmitir a su alumnado
llevándole a los espacios donde se supone que se da prioridad a las cuestiones del arte.
Eso es lo que más mueve en los perfiles docentes. Nos explica lo importante y
fundamental que es fomentar las visitas a los museos y centros de arte en la formación
del profesorado.
Luís Noguerol nos plantea que si preguntásemos al profesorado si es importante el
arte, nos dirían que es una herramienta fundamental en la educación. Pero después,
cuando nos vamos a la práctica, sí que nos encontramos una resistencia, que cree que a
veces es debida a la falta de seguridad en cómo utilizar esa herramienta, y si hablamos de
Arte Contemporáneo mucho más. A veces se ha encontrado actitudes de rechazo a utilizar
el arte contemporáneo como una herramienta educativa, sobre todo en secundaria, ya que
en ese un nivel, por las características del alumnado, el profesorado es más reacio a
utilizar este tipo de herramientas, porque notan que se les van un poco de las manos los
resultados, o no saben hasta dónde pueden llegar al introducir el arte como herramienta
educativa.
También nos explica que va a depender del perfil docente el tipo de motivación que
encontremos. Nos habla de diferentes perfiles de profesorado, desde el perfil de profesor
llamado el guardián del silencio, que van chistando al grupo (silencio, atención, silencio,
atención, guardad silencio, prestad atención a lo que está diciendo la educador…) hasta
el profesorado que sí que articula esa visita dentro de su programa educativo, o incluso el
profesora que va más allá, y articula su programa educativo a partir de la visita al museo
300
y a los contenidos que se van desarrollando ahí. Luis observa una gradación de
motivaciones diferentes. Lo ideal es intentar potenciar estos dos últimos perfiles, y
ayudarles a utilizar esa visita al museo, esa participación en las actividades del museo,
para desarrollar todo el proyecto educativo, o unas líneas del proyecto educativo. Es muy
interesante porque es la educación a través del arte y del patrimonio.
Cristina Trigo nos comenta que en la actualidad, y hablando desde su experiencia,
tienen más relevancia en la relación con las escuelas los espacios basados en la
experiencia única. En el CGAC, además de la visita guiada han hecho otros programas,
con otro tipo de incidencia dentro de las escuelas, con material educativo que permite al
profesorado desarrollarlo en el centro. Es un programa que se llama “Aproximación al
arte contemporáneo”, que se desarrolla en la escuela, que tiene una relación con el museo
pero desde los educadores y educadoras de ambos, de la escuela y del museo. Este
programa requiere que estén en contacto pero tiene su trayecto en la propia escuela, con
unos contenidos que no están vinculados a la colección del centro ni a una exposición
concreta, sino que permite el acercamiento a la obra de arte contemporánea desde los
presupuestos de aprender a dialogar con lo que observas, de activar la mirada, la
curiosidad y el diálogo. Los centros también focalizan su relación con el museo con otros
programas, como el de las visitas guiadas o visitas-taller, tanto de primaria como de
secundaria, que se basan en la experiencia única, porque la mayor parte de ese alumnado
viene con un profesor o profesora, normalmente con mucha implicación, con una fuerte
complicidad con el arte contemporáneo, que considera necesario traer a su alumnado a
este tipo de oferta cultural. Para muchos de sus alumnos/as, esa experiencia es única,
quizás es la primera vez que visitan un centro de estas características, y se trata de ofrecer
lo que el CGAC tiene, adaptándolo a los diferentes grupos. Ese es el programa principal,
el espacio principal de vínculo, el de visitas guiadas y talleres.
Albert Macaya explica que en su colaboración con el MAMT ha observado las
interacciones y realizado prácticas para determinar lo que funciona y lo que no se debe
realizar. Observando lo que realmente pasa y funciona o no con la acción in situ se está
hablando de la realidad y verificando o no las teorías que nos podamos plantear. Si nos
preguntamos qué es lo que realmente funciona, por qué una pregunta, en un momento
determinado, abre todo un mundo de posibilidades o cuándo se da esta comprensión desde
la experiencia y cómo la podemos favorecer se abre un amplio espacio de reflexión, pero
también podemos ver qué pasa cuando las educadoras del MAMT están con los niños y
surge una pregunta genial, y se intenta averiguar cómo y cuándo se ha realizado. Según
Albert, queda mucho todavía por hacer, es importante por parte de la universidad
acompañar en estos procesos, que sea observadora y ayude a transcribir, sistematizar y
deducir qué tipo de preguntas funcionan y en qué momentos.
Marisa Suárez cree que esto es lo que falta. Comenta que es posible que el
profesorado universitario traiga a su alumnado a partir de un convenio, unas prácticas,
pero que el mismo alumno, que está estudiando para ser un futuro maestro o maestra,
quiere venir al museo. Han tenido una veintena de alumnos y alumnas que de manera
voluntaria o porque tenían que hacer algún trabajo han pedido poder asistir a algunas
301
visitas al museo, y comenta que es más trabajo porque además de tener al grupo de
escolares, está el grupo de maestros de la escuela que viene con los niños, y además estas
personas que actúan como observadoras y que van apuntando o van haciendo fotografías
o fijándose un poco en por qué se hace alguna pregunta o cómo se hace, para después ver
si pueden aplicarlo o, al menos, conocer qué se está haciendo allí. También nos cuenta
que han tenido alumnas voluntarias a título particular, y nunca han dicho que no, dan
muchas facilidades, pero cree que es su obligación dar facilidades a aquellas personas que
quieren experimentar, que quieren estar en el museo, con ellas, con escolares, cuando
están trabajando con ellos, o aunque sea solamente de observador. El trabajo sale de aquí,
se enfoca a partir de la práctica.
Albert Macaya plantea que donde realmente se aprende es el museo, in situ. La
universidad está realmente interesada ya que se puede observar qué es lo que realmente
pasa y aprender en la práctica. Una primera batalla librada, según Albert, es que el fin es
que entiendan que el arte es una cosa que tiene que ver con su propia vida, tiene que ver
con ellos. No es solamente una disciplina, un objeto de estudio académico con periodos,
estilos, técnicas. Al principio ha de ser una entrada más desde la experiencia propia. Por
tanto les dice a los mismos maestros: “El trabajo que hagáis en el aula depende de vuestra
capacidad cultural en definitiva. Lo que tú seas capaz de mostrar a los niños depende de
lo que tengas incorporado en tu propio bagaje de experiencia: qué cine ves, qué libros
lees, qué tipo de exposiciones visitas… y si tu bagaje es nulo o es pobre, ¿qué aportarás?”
Esto ya es un paso previo, que es convencerlos de que no es una cosa extraña o difícil,
sino que tiene que ver con ellos. Esta es la primera batalla, según Albert.
Núria Serra nos cuenta que cuando llegan al museo, piensan que hay como un
abismo entre la escuela y el museo o el arte. Hay que darles una tarea o hacerles ver que
ellos y ellas también pueden comprender el arte y pueden enseñar a su alumnado. Es un
error pensar que porque sepas historia del arte o técnicas artísticas eres él único que puede
enseñar arte.
302
10.4.1 Ideas fuerza de las entrevistas a personas expertas en relación con los y las
docentes y los museos (preguntas: 8 y 9).
DOCENTES Y MUSEOS
El arte como herramienta fundamental en la educación
Educación a través del arte
Generar interés e inquietud. Impregnación cultural
El profesorado buscador de ideas y recursos en el museo
Los museos como espacios de experiencia única
El museo generador de crisis docentes
Diseño de roles del profesorado y de los educadores en los museos
Fundamental la participación y motivación del profesorado
Profesorado como soñador practicante
Romper con las programaciones cerradas y repetitivas
Negociación y mediación
Buscar los espacios de comunicación y aproximación
Romper con los prejuicios y tipificaciones
Museo en contacto con la realidad
Ilustración 53 Docentes y museos.
303
Generar vínculos y redes
Creación de materiales informativos de los proyectos expositivos
Adaptación del museo a la escuela y viceversa
Visitas motivadoras y como ampliación
Escuela y museo como instituciones de posibilidad
Autoformación del profesorado para la preparación de la visita
Ampliación de estrategias del profesorado
Adaptación a los diferentes grupos
Esfuerzos didácticos
Potenciar la formación en artes en la formación del profesorado
Motivación en función del perfil del profesorado
Ayudas al profesorado para saber cómo utilizar el museo
Exposición de obras escolares en el museo
Investigar sobre los procesos del museo
Prácticas del profesorado en los museos
Facilitar la experimentación y la investigación
Romper el abismo entre escuela y museo
Entender que el arte tiene que ver con la vida
Ilustración 54. Docentes y museos.
304
10.5 Formación de educadores y educadoras de la escuela
La décima pregunta, ¿Cómo estamos formando a los y las educadoras de las
escuelas?, nos ha proporcionado un amplio abanico de respuestas que ha recomendado su
tratamiento en dos apartados. En este primero nos ocuparemos de las reflexiones sobre la
formación de maestras y maestros, y en el siguiente abordaremos la formación de los
educadores de los museos.
Exponemos a continuación de las aportaciones de las personas expertas
entrevistadas.
Javier Abad nos comenta que la formación pedagógica en Bellas Artes es mínima,
minimísima, es muy escasa. Nos explica la necesidad de equipos interdisciplinares, como
mínimo de tres personas (dependiendo de la dimensión del museo), una que aportara la
visión más pedagógica, otra la más artística y otra la más institucional (cultural y de
gestión). Esa triada seguro que sabría plantear de otro modo las exposiciones. Sería
interesante, si ello es posible, ya que ahí entramos en el apartado presupuesto y
contratación.
También plantea el tema de la investigación; sería muy interesante nutrir el campo
de la universidad y de los museos a través de los trabajos fon de grado, las tesis de máster,
las tesis doctorales, proyectos I+D o I+D+I. Propone generar proyectos de investigación
que los museos podían proponer a la universidad, y viceversa. A partir de ahí se podría
crear vínculos, un intercambio de personas y un viaje de ida y vuelta, y eso nos ayudaría
a generar realmente un diálogo.
Sería muy positivo, por otra parte, que maestras y maestros hicieran prácticas en
los museos, ya que han de ser gestores de contextos, de contextos humanos. Nos comenta
que somos demasiado directivos e intervencionistas con los y las escolares. Otra idea que
plantea es generar proyectos con familias, proyectos sociales, comunitarios.
Las prácticas escolares repiten los modelos en los diferentes cursos. Al alumnado
de educación le tenemos que propiciar contextos de aprendizaje conectados con la
realidad, con la vida, con otras instituciones. Bajo su punto de vista, la escuela se autoempobrece. Y a pesar de estar de acuerdo en que el escolar tiene que ser el centro, cree
que no debemos olvidar que los niños y niñas generan otro tipo de intereses que tiene que
ver más con lo social que con lo educativo. Un maestro o maestra debe ser, sobre todo,
un agente social. Y la educación ya se da, o sea, la educación es casi una inercia.
Plantea que en la educación y la formación del profesorado hay un encuadre, y en
ese encuadre nos encontramos con cuestiones previsibles y también imprevisibles. El rol
que asume un maestro en formación es demasiado intervencionista. Javier se interesa por
el imaginario docente, por sus expectativas, o la visión que tienen de su futuro como
maestros y maestras y se encuentra con que su modelo es directivo, muy de ostentar el
poder. No se desempoderan, les cuesta muchísimo, porque su imaginario es enseñar,
305
dirigir, ordenar, mandar, castigar, aprobar, suspender… ese es su imaginario. Esa piensan
que es la profesión del maestro: el Yo, el Yo, el Yo, el Yo…
Javier Abad piensa que no se ha deconstruido el rol de maestros tradicionales. Como
profesorado universitario de los futuros docentes hemos de hacer que se replanteen su
imaginario. Otra deconstrucción que debemos de realizar es la idea que tienen sobre la
creatividad, traduciéndola como protagonismo. Una persona es creativa cuando reconoce
la creatividad de la otra, sabe generar situaciones para la creatividad. Creen que es una
obra de teatro constante. Poseen un imaginario actoral, de contar cuentos, de llevar la
asamblea…, es decir del poder, pues tienen la palabra incluso como fuente de su discurso,
y el silencio no les encaja mucho. El silencio, la quietud, todas esas cosas que son tan
poéticas, tienen que tener un sitio, un lugar en la escuela.
El profesorado de las escuelas y las universidades, nos plantea Javier, saben que los
planes educativos actuales no funcionan. Si lo saben, si está más que hablado, está
reflexionado, se ha debatido, entonces se pregunta qué problema hay para cambiar la
mesa, los espacios para mañana, qué problema hay en quitar esa decoración y dejar el
espacio de otra manera, “¿Qué problema hay…?. Ya… no… es que tenemos que hablar…
Pero si ya está hablado, ya está hablado”.
Por su experiencia en formación al profesorado en centros educativos cree que es
imposible poner a todo el mundo de acuerdo, pero con que haya dos o tres personas que
tiren pueden generar cambio, propiciar dinámicas para arrastrar a los demás.
Javier Abad nos dice que la profesión docente en el fondo trastoca y provoca cambio
pero nos avisa que es una profesión que tiende a la acomodación y debería ser todo lo
contrario. A esas personas que de alguna forma tienen una experiencia o tienen ese
confort, no les interesa que venga la gente joven, otras personas, a cambiar las cosas.
Helena Ayuso considera que es necesario que exista formación y además debe ser
continuada. Lo que sí han detectado es que el profesorado está interesado porque el arte
contemporáneo no es un conocimiento o un contenido que dominen. En La Panera invitan
al profesorado antes de inaugurar, son los primeros que visitan la puesta en escena de la
exposición, y que conocen al artista, que conocen su propia voz. También les interesa
mucho en este centro de Arte que el/la artista transmita su proceso creativo a los maestros,
ya que consideran que es una forma de cultivar la creatividad. Con ayuda, el profesorado
va desarrollando estrategias para cultivar su creatividad. Consideran que trabajar
directamente con la voz del artista resulta muy interesante. En La Panera trabajan también
con la voz y la acción del artista con talleres formativos donde no sólo el/la artista expone
su proceso sino que se ponen a trabajar con el/la artista; el profesorado no sólo escucha
sino que intenta manipular, crear y en estas acciones sí que han comprobado que se
traslada realmente la acción a la escuela.
Las educadoras de La Panera realizan seminarios con maestros y maestras de
distintos centros educativos en los cuales se intenta trabajar estrategias creativas y que
parten de los proyectos artísticos contemporáneos, para que se realice transferibilidad a
306
las aulas. También asesoran a claustros que han decidido trabajar a partir del arte
contemporáneo, y es la educadora de La Panera la que se traslada al centro educativo
reuniéndose cada tres semanas para hacer seguimiento y trabajo conjunto. El objetivo de
estas estrategias es que el profesorado se sienta cómodo con lo que está haciendo. La
clave está en contar con la voluntariedad del docente ya que consideran que así es como
pueden salir los proyectos.
Roser Calaf considera que hay una falta de formación artística importante en las y
los docentes. Le interesa destacar que en el grado de Maestro únicamente tienen 60 horas
o sea seis créditos. Plantea que la formación artística la tiene que dar el profesorado que
viva el arte, que tenga proyecto artístico, que sea artista él también; puntualiza que el
mejor perfil es el de artista docente, que no siempre ocurre. Es decir, aquel que tiene su
espacio de reposo para crear su propia obra, pero que piensa que también es importante
dar clase y poner al sujeto en el hándicap del proceso creativo. Nos alerta del tema del
“dibuja y copia” entendido como dibujo artístico, esto es el resultado de una precaria
formación en artes del profesorado.
Nos habla de su experiencia compartiendo las ideas con un artista, en concreto con
Albert Macaya en la Escuela de Magisterio de Tarragona, implicándose en el MAMT, en
hacer unas jornadas de puertas abiertas, envolver la escuela con un mural pintado en papel
por todo el alumnado al modo del artista Cristo. Se trabajaba conjuntamente con la escuela
Tao en la que también estaba Ricard Bacaro, haciendo instalaciones; también se hacían
evaluaciones para ver cuál era el criterio estético de todos las y los niños de la escuela.
En ese estudio se podía observar el tránsito de la escuela infantil, que eran niños/as
creativos, a la escuela primaria, donde se observaba que se iba matando la creatividad,
para empezar a desear entender a Picasso o a entender a Miró a partir de la secundaria.
Roser opina que nos hemos encargado de matar el arte y la sociedad y contrasta con un
ejemplo sobre el modelo de la sociedad americana, en el que se han preocupado por
generar criterios artísticos por lo que ha generado que les interese la venta del arte. Y
como el mercado del arte es potente, se crea conciencia artística dentro de las propias
escuelas.
Glòria Jové, desde su docencia en la universidad, trabaja en la línea de cómo hacer
maestros para una escuela inclusiva, para que todos y todas puedan aprender basándose
en el concepto de diferencia como hecho positivo, porque la diferencia en nuestra cultura
siempre ha sido vista como una cuestión más peyorativa que positiva, y los maestros
deben dar respuesta a esta heterogeneidad. Para ello han de tener la capacidad que Lijiang
llama “Rhizomatic Wanderings” que son derivas rizomaticas: la capacidad de relacionar
unas cosas con otras, la capacidad de hacer relaciones, cosas que incluso ni podrías
imaginar.
Para Glòria Jové el arte contemporáneo es un medio para hacer estas “Rhizomatic
Wanderings”, porque el alumnado ve las posibilidades de relacionar cosas que en
principio ni se había imaginado. Está dinámica da mucho placer para funcionar en la vida.
El trabajo de los maestros y maestras es el currículum, por eso comenta que están
307
acotando lo que es el “Rhizomatic Currículum”; si hacemos estas alfabetizaciones a partir
del currículum lo relacionarás con la vida y con la época y llega un momento que lo estás
capacitando y dando competencias como persona, como maestro/a, para entender toda
esta vida y reflexionar cómo se sitúa cada uno como persona en el entorno tanto físico
como tecnológico.
Luís Noguerol plantea que en el proceso de aprendizaje existe un alejamiento del
material humano final. El educador, tanto de museos como de escuelas, va a trabajar con
personas e información. Da igual que sean niños, jóvenes o personas adultas, durante ese
proceso hay poco contacto. Debería fortalecerse ese contacto.
Como formador del postgrado de educadores/as de museos y en otros cursos de
formación ha visto personas con currículums impresionantes que se muestran inseguras,
tienen poca confianza en sí mismas a la hora de asumir lo que pueden hacer justamente
porque no han tenido esa experiencia del trato directo, del contacto con el alumnado, y
creo piensa Luis que es porque ese proceso no está lo bastante integrado. Conecta esa
falta de integración con el exceso de parcelación en la formación y considera que una
formación más humanística ayudaría mucho a obtener mejores resultados porque
aportaría fluidez para mezclar la teoría con la práctica y que esa práctica tenga una visión
más global.
Joan Vallés nos comenta que de entrada hay cosas que son importantes en la
formación de los maestros y maestras, hay una mayor exigencia y también ha cambiado
el paradigma de las personas que se dedican a hacer de maestros. Por su experiencia cree
que la gente que sale de la facultad puede aportar mucho a la escuela; también han de
aprender mucho, porque al principio son inexpertos/as, es una cuestión de voluntad, de
tener ganas y ser responsable con el trabajo que quieres hacer.
Para Marta Viana, en el caso de los maestros y maestras, la motivación parte casi
siempre del conocimiento, es decir, alguien que ha visitado una exposición, que ha
participado en una actividad y que la considera interesante para llevar a cabo en su centro
y acude posteriormente con su alumnado, o bien por el resultado de una experiencia previa
que resultó satisfactoria. Otra motivación importante es la relación directa de los
contenidos de algunas exposiciones u obras con los contenidos del currículum escolar.
Cristina Trigo considera muy importante el espacio de formación, los seminarios
de arte y educación, los cursos del “Cuaderno del Paseante”, y ahí nos situaríamos en la
colaboración Universidad-Escuela-Museo. Pero Cristina sí que cree que este vínculo
genera espacios importantes que se podrían aprovechar mucho más, que debemos
empezar a ver con más retrospectiva, trabajar como grupo, quizás de investigación en
diferentes ocasiones. En el CGAC han visto cantidad de gente que estaba interesada y
trabajaba en arte contemporáneo dentro de las aulas, que estaban haciendo InvestigaciónAcción dentro de su ámbito, y que acogía muy bien que hubiera un espacio y una
propuesta que les diera calidad, porque no se encontraban cómodos, encorsetados en
determinados materiales, determinados currículums, determinados planteamientos. Por
308
ello ve necesario generar espacios que permitan flexibilidad y jugar de diferentes
maneras, con estrategias nuevas y con propuestas distintas, donde normalmente la gente
se sienta bastante reflejada, bastante dispuesta.
Mª Jesús Agra nos comenta que todo su trabajo en la formación del profesorado
parte de unas premisas básicas, de un saber compartido, rizomático, una pedagogía
colectiva, a partir de crear situaciones como detonante para la creación, teniendo como
horizonte la implicación personal y vivir las cosas desde dentro. Para ella, el gran
contenido de la formación que puedo impartir está en la vivencia de las experiencias
artísticas, proporcionar experiencias, vivirlas, reflexionarlas y compartirlas; y para eso
están siempre las puertas abiertas a través del servicio de Cristina, del CGAC como
servicio educativo, de poder materializar aquí incluso parte de esos procesos; cosas que
no sabemos nosotras en clase que necesitamos. Ella va con sus estudiantes al CGAC,
trabajan con Cristina Trigo en el taller, la información fluye entre las aulas de la
universidad y el taller, y también se consigue una apertura para poder visibilizar
resultados de los proyectos, como fue el “Mural de los Paseantes”, como fue la exposición
del espacio educativo. Cree que es un valor a tener en cuenta, porque realmente no sucede
en muchas partes, y de eso han aprendido una nueva manera de trabajar que la lleva a
preguntarse por qué no es posible que sea lo habitual.
Mª Jesús Agra, hablando de su cometido como profesora que ha pasado por la
mayor parte de las etapas educativas, se hace la siguiente pregunta: ¿qué tendríamos que
hacer, cuál es nuestro sentido en este colectivo? Y explica que su sentido desde hace ya
unos años, cambió de ser una profesora más a ser profesora con una educación horizontal.
Esa horizontalidad muchas veces entra en contradicciones, ya que es ella la que al final
pone las notas. Nos relata lo que cuenta a sus estudiantes: ella tiene experiencia y ellos
tienen energía, y se intercambian, hacen trasfusiones de experiencia y de energía
constantemente.
Propone cambiar del grupo clase a grupo colectivo con un hacer determinado,
preguntándose muchas veces cuál es su función. Ha pasado por muchas funciones, de
querer darlo todo, de querer dar muchísima formación, a ir cada vez quedándose con la
esencialidad de la vivencia. Le interesa mucho más concebir la manera de trabajar en arte,
en proyectos artísticos, y esa es la formación, su proyecto artístico. Le interesa saber cómo
uno o una aprende, que el colectivo indague a través de las propuestas, cómo aprenden
ellos y ellas. ¿Cómo se aprende?, ¿cómo aprendemos cada uno/a de nosotros/as? Y
después verbalizar el proceso de aprendizaje.
Hay un desconocimiento enorme de cómo aprendemos cada uno, no es fácil porque
al colectivo de alumnado le cuesta mucho, porque es un ejercicio de introspección
personal muy grande, y en ese sentido es cuando surgen todas aquellas cosas que les
gustaría enfrascar. Surgen los talentos o esas capacidades que les encantan, pero que
nunca encuentran el lugar adecuado. Y esos momentos, que a veces son momentos
mágicos, no es que surjan siempre, pero cuando surgen es cuando hay que estar ahí para
decirle: “tira de esa cuerda, tira de tu talento”, para poder, a partir de ahí, empezar a
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construir desde lo que le apasiona, desde lo que vive, desde lo que siente. Intenta esa
manera de hacer con todos los colectivos con los que trabaja: da igual que sea con niños,
con mayores, debemos buscar aquello por lo que se emocionen.
Añade que depende también de la diversidad del colectivo que pueda romperse más
o menos fácilmente el poder indagar sobre uno mismo; en algunas ocasiones resulta más
complicado, más complejo, aparecen más trabas y más convencionalismos. Existe una
formación, que a veces es formación y otras veces es deformación, que se lo impide. Es
importante hacerles conscientes de trabajar como artistas educadores que son, todo pasa
por el ejercicio de introspección personal que reclaman las artes. Eso ya es trabajar la
formación desde un punto de vista artístico.
Del colectivo de alumnado del grado de Maestro de primaria le fascina, su
espontaneidad, el empoderamiento cuando les haces sentirse artistas. Después se dan
cuenta en su proceso de indagación sobre sí mismos de las carencias que tienen, pero le
interesa que detecten sus carencias y se responsabilicen y renuncien a no tenerlas. Porque
la formación hoy en día la puede adquirir cualquier persona, lo difícil es saber de qué
carecen, qué necesitan, y qué puntos débiles te encuentras. La dificultad de este
metodología es que es mucho más compleja debido al número de alumnado, pero no
quiere renunciar a trabajar así.
Albert Macaya nos expresa que en la formación de los maestros deberíamos
cambiar muchas cosas, como por ejemplo el considerar que todo este mundo del arte está
en un ámbito más amplio que sería el de la visualidad contemporánea, que es un mundo
muy rico, diverso, que hay en la publicidad, en los cines, en los medios de comunicación,
que hay muchísimas cosas que forman parte de nuestro mundo de una manera muy
potente, que está muy presente. La cultura es cada vez más visual, la imagen tiene mucho
peso y además es muy creativa.
Menciona los estudios que demuestran que escolares que fracasan en el mundo
académico, en cambio hacen un trabajo en lenguaje o en cultura visual; son capaces de
crear un cuento muy creativo y muy rico y en cambio en la cultura del aula se aburren. Se
pregunta cómo es posible que haya este desfase, una persona que tiene mucho talento en
el uso del lenguaje fuera del aula y luego suspenda la clase de lengua. Ahí tenemos un
problema. Por tanto nos propone que relacionemos el mundo de visión contemporánea
que es tan rico, tan oblicuo, tan multiforme, tan seductor, con el mundo del arte.
Otra cuestión importante es conectar la experiencia con la propia vida y no a partir
del autor importantísimo que deberías conocer. Esta es la vía del fracaso. En cambio, si
conectamos con la experiencia, con el mundo que les mueve y conmueve, es una vía
mucho más rica, una vía de atrapar.
También plantea la necesidad de basarnos en la interacción, en el aprendizaje
autónomo. Que no venga con los libros y el saber, cuya existencia, por otra parte no
cuestiona. Pero nos propone un planteamiento por descubrimiento, de búsqueda y de
310
indagación, integrando mucho lo que se aprende. Está claramente demostrado que con
estos estilos diferentes abriríamos las puertas.
Núria Serra considera que los y las universitarias salen bastante bien formados. No
se atreve a formular ninguna carencia. Con la asignación de prácticas se encamino hacia
su salida profesional. Su formación es de historia del arte y después hizo un postgrado de
gestión cultural, pero resalta que en cuanto a formación como educadora de museo ha
sido más autónoma, haciendo cursos aquí y allá. Recuerda que cuando ella empezó hace
diez años a trabajar aquí no estaba este perfil tan específico, ni existían las formaciones
universitarias como las de la Universidad de Valencia y Zaragoza. Su formación
complementaria ha sido hacer cursos, ir a conferencias en diferentes museos, a jornadas
que se preparan en el ámbito de educación y museos.
Marisa Suárez nos habla de sus 38 años en el MAMT. Ella tenía su formación de
Historia y tenía la necesidad vital de comunicarse con las personas que entraban por la
puerta y de comunicar lo que podía mostrar, los objetos que nos rodean. Con ese interés
intentaba ir a todas las clases de formación, cursos, seminarios, presentar
comunicaciones, ir a la universidad, pero sobre todo le interesaba comunicarse con los
otros departamentos de educación de museos.
Recuerda que ha estado trabajando sola alrededor de 24 años, porque no existía el
departamento de educación, y en 1991 empezó a visitar las escuelas más cercanas al
museo a preguntarles ¿cómo es que vais a Barcelona al Museo de las Ciencias pero no
venís al Museo de Arte Moderno de vuestra ciudad? La razón, nos explica, era que como
las cosas de arte quedan escondidas, los propios docentes tenían miedo a entrar o no
habían venido nunca. De hecho hay escuelas de Tarragona en las que la primera vez que
las y los maestros han entrado al museo es cuando han venido con la clase. Ahora ya no
ocurre lo mismo porque ya tienen muchos años de trabajo, pero al principio Marisa iba
por las escuelas entregando un pequeño proyecto educativo a partir de las obras que creía
que podían ser interesantes, siempre buscando un contexto entre las esculturas de la calle
y las esculturas del museo, buscando esa transversalidad dentro del currículum. Un golpe
de suerte fue cuando la Universitat Rovira i Virgili comenzó con Historia del Arte,
pusieron las asignaturas de museología y entonces este grupo de personas que estudiaba
museología venían a las practicas mientras ella estaba trabajando con las escuelas.
Aunque no tienen en Tarragona ningún Master de Educación y Museos, en la
medida de lo posible el museo colabora con la Universitat Rovira i Virgili. Han hecho las
jornadas de pedagogía Art i Museus y cada año montan un monográfico. Por lo tanto, de
esta manera intentan también dar una respuesta a las necesidades de las y los docentes, a
las necesidades de las y los futuros docentes, al alumnado de la universidad. Núria Serra
comenta que los profesores y profesoras que visitan el museo lo hacen porque tiene
interés, además de tener un mínimo gusto estético o porque, de alguna manera, están
vinculados con las artes, ya sea música, danza o lo que sea. Pero el profesorado que no
tiene este contacto, que no tiene este interés, es el que se queda más retirado en las visitas.
311
10.5.1 Ideas fuerza de las entrevistas a personas expertas sobre la formación de
educadores y educadoras de la escuela (pregunta 10).
FORMACIÓN DE EDUCADORES Y EDUCADORAS DE LA ESCUELA
Mínima formación pedagógica en determinadas titulaciones
Equipos interdisciplinares
Nutrir el trabajo de la universidad y de los museos a través de la investigación
Realización de prácticas en el museo en el período de formación del profesorado
Formación en gestión de contextos
Generar proyectos con las familias y la escuela
Contextos de aprendizaje conectados con la realidad, con la vida, con otras instituciones
Profesorado como agente social
Rol del profesorado no intervencionista, no directivo
Decostrucción del rol del profesorado tradicional
Replantear el imaginario de los y las docentes
Renovar la idea de creatividad
Plantearse el silencio y la quietud en la escuela
Reconsideración de los planes y espacios educativos actuales, están obsoletos
Propiciar dinámicas micro para arrastrar al cambio
Salir de la zona de confort
Necesidad de formación contínua del profesorado
Formación en arte contemporaneo
Transmisión de los procesos creativos artísticos
Ilustración 55. Formación de educadores y educadoras de la escuela.
312
Investigación acción en las aulas
Generación de espacios diferentes
Pedagogía rizomática y colectica
Vivir experiencias artísticas, reflexionarlas y compartirlas
Apertura y visibilización de proyectos
Colaboración entre museo, escuela y universidad
Buscar el sentido colectivo
Profesorado con educación horizontal
Trabajar como colectivo
Interesarse por cómo aprendemos
Introspecciones personales
Buscar los talentos individuales
Construir desde lo que apasiona y emocione
Trabajar la formación a través del arte
Saber detectar las fortalezas y las carencias formativas
Empoderamiento
Trabajar desde la visualidad contemporanea
Conectar las experiencias con la propia vida, lo que les mueve y les conmueve
Ilustración 56. Formación de educadores y educadoras de la escuela.
313
Asesoramiento a Claustros
Transferibilidad del arte contemporáneo a las aulas
Seminarios en los museos de estrategias creativas
Trabajo conjunto del profesorado con los y las artistas
Docentes artistas y artistas docentes
Escuela inclusiva, la difrencia como hecho positivo
Capacidad de relación
Derivas rizomáticas "Rhizomatic Wanderings"
Rhizomatic currículum
Capacitación universitaria de profesorado en artes
Acercamiento humano, fortalecer vínculos
Inter y transdisciplinaridad en las acciones y proyectos educativos
Responsabilidad
Motivación del profesorado
Trabajar como grupo de investigación donde estén incluidos los y las maestras
Trabajo en equipo y colaborativo
Aprendizaje autónomo
Planteamientos educativos por descubrimiento, por indagación,
e integrando lo que se aprende
Perder el miedo a las cuestiones del arte
Ilustración 57. Formación de educadores y educadoras de la escuela.
314
10.6 Formación de educadores y educadoras de museos
En el apartado anterior hemos presentado los resultados referidos a la formación de
maestros y maestras. A continuación nos ocuparemos de las reflexiones que provocó la
décima pregunta, ¿Cómo estamos formando a los y las educadoras de los museos?,
referida al personal que desempeña su labor en los museos.
Para Helena Ayuso un educador o educadora de museo necesita saber escuchar y
saber preguntar. Saber cómo establecer un diálogo con la otra persona, con el grupo,
conocer diferentes dinámicas de grupo. Saber, muchas veces, esperar. Saber qué
referentes tiene aquel artista, o qué relaciones con otras disciplinas. La formación de la
educadora del museo debe contemplar también la comunicación ya que tiene un papel
importante.
Roser Calaf considera que es muy importante la formación en gestión de las y los
educadores de museo. El educador no debe ser el último eslabón. Es necesario crear
programas, generar directrices y adaptar todo a cada museo. Resalta que las y los
educadores de museos tienen una procedencia muy heterogénea, de Historia del Arte, de
Bellas Artes, de Turismo, pero muy pocos son de Pedagogía o Magisterio, que sería un
campo precisamente a reivindicar.
Comenta que todos tienen una formación universitaria que luego complementan a
través de muchos cursos, de másteres, y eso les da un perfil interesante, porque se han
buscado la vida, y al buscarse la vida se han hecho profesionales más poliédricos. Opina
que la Universidad, en este momento, en lugar de formar, deforma; sencillamente; al igual
que la enseñanza secundaria. Solo se salva la educación infantil y no cree que sea
problema de la LOGSE. No es un problema de contenidos, sino de herramientas y esto la
LOGSE lo proporcionaba. Recuerda que en Canadá, cuando aún estaban en los
contenidos y estaban inventándose lo de los procedimientos, el museo era un espacio de
procedimientos, por eso se decía que el museo iba a ser el que iba a transformar la escuela.
Cree que los museos lo hacen todo lo bien que pueden, porque no lo pueden hacer
mejor. Considera que las educadoras del museo están ahí, con sueldos pequeños, con
contratos pobres y condiciones laborales precarias, a causa de la externalización de
servicios.
Román de la Calle se hacía siempre la siguiente pregunta: ¿Por qué no existe una
asignatura en el ámbito universitario sobre arte y educación? Esta preocupación le
impulsó a cambiar la situación y en una de las reformas de planes de estudio consiguió,
pactando con Historia del arte y Pedagogía que se introdujera la asignatura de “Arte y
Educación”, pero nos explica que después de un gran esfuerzo se puso en el pozo de la
optatividad, de esas que están ahí por si acaso. Pero recuerda que siempre tuvo esa mala
conciencia. ¿Cómo es posible que en Psicología no se hable de psicología del arte? ¿Cómo
es posible que en Pedagogía no tengan una asignatura donde se hable de arte? Las
titulaciones de Historia del arte, de Filosofía o de Bellas artes tampoco la tienen; la única
315
excepción es Magisterio. Esa mala conciencia le movió a crear el postgrado de Educación
artística y gestión de museos.
Las cosas están cambiando, nos explica Román, pero originariamente, quien se
dedicaba a estas cuestiones era la persona que menos trabajo tenía, no se exigía ninguna
titulación especial ni ninguna formación. Es decir, una de las personas que estaba allí se
dedicaba al ámbito de la educación, e intentaba realizar, sobre todo, las visitas guiadas.
Ese era el objetivo básico, que era la parte externa; el comisario daba unas guías y a partir
del texto elaborado, se las estudiaban e iban repitiéndolo, y esa era la estrategia que había
pero no tenían ninguna formación determinada. Cuando se empieza a hablar de que hay
que hacer talleres de educación donde las personas tenían que ser especializadas no hay
ninguna formación estándar. Los museos tenían que jugar con la buena voluntad, con las
lecturas correspondientes, buscar a un pedagogo, buscar un historiador de arte, acudir a
Bellas artes, a veces algún filósofo con buena voluntad. Tenían claro que con las personas
podrían hacer esa aventura y se acababa sin tener una titulación pero funcionando, porque
las necesidades las adecuábamos a las personas.
Recibían a las y los maestros que venían y había que hablar a los escolares. Todo
eso implicaba una preparación inmediata y una gran tensión. Porque se aplicaba lo que se
sabía. A partir de ahí empezaron a realizar jornadas periódicas, a editar las colecciones
de libros que han hecho, con el respaldo de Ricard Huerta, que según nos dice Román fue
muy importante. Después de veinte años han recibido un premio de Educación, algo
bueno, algo habrán hecho… Han puesto en marcha los másteres, cree que es muy
importante lo que se ha conseguido hacer: intentar, aunque sea en postgrado, una
formación determinada. Elogia la capacidad de AVALEM para hacer cosas.
Román ayuda a AVALEM, estaba el primer año como presidente pero no sabía qué
hacer, estaba desbordado por todos lados; ahora muestra su satisfacción por el alto
rendimiento de esas personas que tiraban del carro en educación, en la casa de la cultura,
en un pueblo… son los y las que tienen el mérito.
Explica que ha ido pueblo por pueblo, participando en concursos, dando
formación,… Lo hacía porque tenía tres vertientes que promover: la vertiente patrimonial,
que esas obras se quedaran en el pueblo y acabaran haciendo un museo; la vertiente
educativa y cultural del pueblo, que la gente se acostumbrara a ver exposiciones de arte
contemporáneo; y después está la vertiente del refuerzo profesional a los artistas. Estas
tres vertientes son el elemento fundamental a lo largo de nuestra comunidad.
Según nos cuenta, AVALEM ha sido fruto de la sensibilidad de las personas que se
dedicaban a eso, que no sabían a lo mejor qué era la gestión cultural, pero estaban
haciéndola; que no sabían la relación entre Arte y Educación, pero estaban ahí y estaban
preocupándose. Y es a posteriori cuando se comenzó a contratar a esta gente que salía de
las instituciones porque se veía que era importante que hubiera una persona formada en
los museos y empezaron a encontrar trabajo; gente de estas promociones, que ahora ya
316
van por libre, pero están consiguiendo contratos, prácticamente en todas las exposiciones,
lo cual le produce una gran satisfacción.
Hay una necesidad, hay un vacío determinado, y le sigue sorprendiendo que
todavía, pese a las reformas educativas, no esté eso introducido, que tengan que realizar
un postgrado.
En lo que respecta a los materiales que elaboraban en el MUVIM nos recuerda que
sabían qué era lo que iban a hacer junto a las y los responsables de taller, pero reconoce
que no sabían gran cosa sobre el aspecto pedagógico y el didáctico que cada nivel
necesitaba, no tenían, como responsables del Museo, ninguna preparación específica para
decidir o proponer. Surgía todo a partir de la inquietud, iban escuchando, discutiendo,
proponiendo.
También se dio cuenta y fue consciente de que sus escritos debían tener esa
vertiente. Considera que la sensibilidad es un primer paso fundamental para buscar las
herramientas y sobre todo, para atender a las y los especialistas. Cuando él fue director
del MUVIM había especialistas en cuestiones de museos, pero no existía ningún
especialista en cuestión de escuelas ni en cuestiones didácticas. Después de los seis
primeros años hubo un cambio importante que se tradujo en propuestas de modificaciones
de las exposiciones, permanentes y temporales, sugerencias…
En su época de director del MUVIM vivió situaciones donde la ideología política
sobrepasaba a los aspectos didácticos y educativos y llegaron incluso a alterar los
cimientos del museo. Aceptó con responsabilidad la creación del equipo de educación, lo
consideraba fundamental y su idea era fortalecer ese equipo y que de allí saliera su
sustituto el día que él lo dejara, pero no pudo ser así.
Ricard Huerta nos plantea otra cuestión en torno a la formación: si formamos a los
maestros y maestras, ¿por qué no estamos formando a las y los formadores de museos,
que es un elemento clave en esta instancia que estamos ahora trabajando? Una de las
propuestas que se está haciendo desde la Universitat de València es un Diploma de
formación de educadores y educadoras de museos, algo que no existía y que sigue sin
existir en otras partes. Hay únicamente dos propuestas a nivel de universidad en España
para formar a educadores y educadoras de museos, un clásico que es el de la Universidad
de Zaragoza y otro que es el de la Universidad de Murcia, que es más reciente y se cursa
on line,
En este Diploma se han centrado en los museos de arte, y desde luego la lógica sería
que en algún momento se transformara en un máster, y considera que la mejor opción
sería on line. La universidad tiene que responsabilizarse de formar a esas personas a nivel
universitario, ya que las y los educadores necesitan tener también esa capacitación que
les da el paso por la formación universitaria, y esta formación repercute también en el
impacto social de esa figura, que es lo que ha pretendido siempre el postgrado.
317
Glòria Jové cree que desde la formación de maestras y maestros y desde la
educación se puede hacer este trabajo. En Lleida es una suerte contar con La Panera y la
Fundació Sorigué, por su disposición a la colaboración. Esa es la base para comenzar a
trabajar juntos, para lo que recomienda olvidarse de rigideces y flexibilizar la
colaboración entre profesorado y educadores/as de museo para compartir sus
planteamientos y así poder generar narraciones interesantes. Por ello cita el concepto de
hibridación, la persona que está en el museo tiene una formación sobre la obra, la
exposición… pero el profesorado y sus visitantes tienen unas determinadas necesidades
y finalidades. Los museos han de ser flexibles para dejar espacio tanto a sus visitantes
como al profesorado. Recuerda las investigaciones de los años 70, donde decían que los
modelos que ponemos en práctica son los modelos que hemos vivido desde la experiencia.
Las personas que están en los museos vienen, normalmente, del ámbito de la Historia del
arte, han tenido unas experiencias en museos que son muy “curatoriales”, con mucha
repetición, centradas en la aproximación a la obra. Por eso son necesarios los espacios
híbridos de aprendizaje, estar abiertos a estos puntos de encuentro.
Luís Noguerol menciona una cuestión importante en el tema de la formación de
profesionales de la educación en museos, que considera como una formación abierta a la
que se llega desde muy diferentes ámbitos. Es una profesión que no está cerrada, en el
sentido de que nunca se acaba, necesita una formación constante. Recuerda cómo desde
el postgrado de Educador de museos de la Universitat de Valencia se planteó la creación
de una sociedad como AVALEM, ya que uno de sus objetivos es estar abiertos y
repensarse y formarse constantemente. El rol que cree que la asociación ha de cumplir es
también orientar a las instituciones que quieren plantear un espacio educativo dentro de
centros museísticos, que quieren dotarse de estos espacios; también el poder asesorar,
intercambiar criterios… pero sobre todo es ese punto de encuentro para profesionales.
Cristina Trigo expone que los museos deben ser espacios de investigación. Es
también el espacio fundamental para la formación del educador/a. Considera que la
formación de educadores/as de museo no debe basarse en el modelo anglosajón, que se
centra mucho en el márketing, al igual que la bibliografía y el material que se maneja se
centra mucho en ese tipo de museo, y cree que la realidad es muy diferente. El/la
educador/a de museo está trabajando a través de la pedagogía basada en las artes, ya que
está trabajando con colectivos, está siendo gestor, está siendo dinamizador, está siendo
provocador de acciones, está recibiendo todo lo que llega de fuera al museo, y está
intentando los caminos para poder integrarse con todo eso. De ahí que considere que la
formación es fundamental, porque ha de ser a largo plazo y a partir de realidades y
contextos muy diferentes: no es lo mismo el Guggenheim de Bilbao, que el CGAC, que
La Panera o cualquier otro centro… y la única forma de poder dar salida a esas
necesidades de formación es a través de la investigación.
Propone trabajar conjuntamente, plantear el trabajo como un proyecto de
investigación y al mismo tiempo dar cabida a otros trabajos de investigación, plantear el
museo como un espacio de experimentación y de laboratorio. Además el/la educador/a de
museo no debe concebir el trabajo sin las colaboraciones, sin conocer a los colectivos
318
próximos y los ámbitos de la comunidad que a priori no están dentro del museo. El espacio
de investigación es fundamental y también un correcto planteamiento del trabajo del
educador/a, muy de collage, muy de bricolaje para poder trabajar con la comunidad;
planteando nuevas ideas para trabajar, mucho más a fondo, con la complejidad de los
proyectos, ya que si no es así, tendemos más a un esquema de museo rico, de museo
autofinanciado o con financiación mixta…. aunque también es interesante trabajar desde
esos puntos de vista. Menciona por último trabajos que le parecen interesantes a nivel de
educación artística en relación con los museos, planteamientos como los de Javier
Rodrigo o Eneritz López.
10.6.1 Ideas fuerza de las entrevistas a personas expertas sobre la formación de
educadores y educadoras del museo (pregunta: 10).
FORMACIÓN DE DUCADORES Y
EDUCADORAS DE MUSEOS
Saber escuchar y saber preguntar
Establecer diálogos
Formación en dinámicas de grupo
Poder comunicativo
Formación en gestión
Creación de programas
Presencia de la Pedadogía en el museo
Profesionales poliédricos
Autoformación
Formación complementaria
Potenciar en el museo un espacio con procedimientos transformadores
Reconocimiento laboral
Ilustración 58. Formación de educadores y educadoras de museos.
319
Existencia de asignaturas en el ámbito universitario sobre arte y educación
Creación de Postgrados
Exigencia de titulaciones específicas
Adecuar las necesidades a las personas visitantes
Promover la vertiente patrimonial
Promover la vertiente educativa
Promover la vertiente profesional de las y los artistas
Asociaciones de educadores y educadoras
Conectar la formación de las titulaciones con sus salidas profesionales
Sensibilidad para buscar herramientas
Flexibilidad y disposición a la colaboración
Generación de narraciones contemporáneas
Especialistas en cuestiones didácticas
Los aspectos didácticos y educativos por encima de las ideologías políticas
Equipo educativo en el museo
Hibridación: escuela, universidad y museo
Actitud
Práctica desde la experiencia
Orientar a los centros educativos
El museo como punto de encuentro entre profesionales de la educación
Ilustración 59. Formación de educadores y educadoras de museos.
320
Museos para la investigación y como punto de encuentro
El museo como espacio de formación para el educador/a
Pedagogía basada en artes
Rol gestor, dinamizador, provocador de acciones,...
Capacidad de integración para trabajar con lo que ocurre fuera y lo que
ocurre dentro del museo
Partir de las realidades y los contextos diferentes
Plantear el museo como centro de experimentación y laboratorio
Conocer los colectivos próximos al museo
Concebir el trabajo en colaboración y en comunidad
Trabajo de collage, de bricolage
Trabajar a fondo en la complejidad de los proyectos
La investigación como parte del trabajo y del perfil del educador
Ilustración 60. Formación de educadores y educadoras de museos.
321
10.7 Espacios y dimensiones del museo
Las dos preguntas siguientes que planteamos en la entrevista son:
11. ¿Conviene repensar los espacios para la educación en museos?
12. ¿Qué dimensión debería tener un museo para facilitar la actividad
educativa?
Con ellas pretendemos explorar y analizar la visión de los y las expertas en relación
a los espacios del museo y evidenciar los nuevos planteamientos del uso de dicho espacio.
Añadimos también una cuestión que nos surge también durante la realización de la
entrevista que es el concepto de espacio.
Javier Abad, en referencia al tema de los espacios, comenta que percibe que se están
moviendo cosas, se han buscado espacios de transición, espacios intermedios, como decía
Winnicott, que también son un espacio simbólico, para que se generen relaciones; que no
se entienda el museo como una experiencia individual, sino como colectiva, comunitaria,
participativa, una experiencia relacional en definitiva.
En sus experiencias de colaboración con el Reina Sofía plantea un espacio de juego
antes de la visita que dura 45 minutos aproximadamente con el que se pretende que niños
y niñas tengan otra actitud corporal, visual, en todos los sentidos, en todas las
dimensiones, cuando ya se sitúan en un espacio museológico o delante de un cuadro, una
escultura... Es una instalación de espacio de juego, que va a generar conexiones: con la
vida, con experiencias previas, con visiones con la escuela, con su familia, con su hogar…
y todo eso luego, cuando se ponen delante de la obra, teóricamente el discurso es otro, su
actitud corporal es distinta, su pensamiento está abierto y preparado.
Se ha provocado emoción través de un juego previo, ahora necesitan representación,
poner palabras. Y la teoría dice que van a ser mucho más profundos, mucho más
dinámicos, mucho más activos, cuando están en una situación que ya se les ha preparado.
Antes se les empujaba directamente a una situación para ellos, ajena, extraña, diferente
y, claro, se bloqueaban. Abad nos comenta que a las instituciones museísticas únicamente
les interesa la mirada y el pensamiento, pero olvidan el cuerpo. Los niños van con su
cuerpo al museo. El cuerpo no es solamente un medio para transportar la cabeza, sino que
el cuerpo también piensa. Ese pensamiento corporal el museo no lo tiene en cuenta,
porque en la gente genera incomodidad, inseguridad. En resumen, los museos no están
preparados, por muchas razones, para que los niños y niñas de alguna forma sean cuerpo
en el museo.
Plantea cambiar los recorridos e incluso cambiar de algún modo la obra. Le parece
que es mucho más interesante una exposición de niños, en la que la obra no sea original,
pero donde proponemos algo que para los niños pueda ser más experiencial. Al no poder
acercarse a la obra sería recomendable generar un espacio, una situación, un contexto
diferente. Pero, insiste, el concepto de originalidad es muy subjetivo. Los espacios en los
322
museos deberían ser diferentes, y es necesario que los museos se den cuenta y sean
conscientes de que hay otra forma de generar cultura.
Según Lilian Amaral el curador, el comisario, aparece como una pieza muy
importante que organiza los temas, los grandes temas alrededor de los cuales el museo se
organiza y organiza las exposiciones, y eso afectaba directamente a los espacios. Resalta
que los museos son espacios vinculados al capital y también un espacio de marketing
cultural.
Nos explica que el museo está implicado con la cuestión del patrimonio, porque
tiene una colección, trabaja con fragmentos de la producción del conocimiento humano,
y esto tiene valores patrimoniales, pero quiere recalcarnos que cuando hablamos de
educación patrimonial, no podemos olvidar que patrimonio somos nosotros. Y no estamos
hablando de la “museificación” de la vida, pero tenemos que pensar que todo esto forma
parte de una concepción, valorar que a veces no está vinculado a una mirada hegemónica,
que alguien va a decirme qué es patrimonio; como en la UNESCO que hay unos códigos,
es importante sistematizar, organizar, clasificar… pero es importante también que la
gente se sienta autorizada a decidir lo que es patrimonial, lo que es patrimonio para cada
persona, para cada comunidad.
Comenta el papel que los museos ocupan en el imaginario social pero piensa que
cuando hablamos de patrimonio, de archivos, de la memoria, no está cerrado dentro de
un museo solamente. Las cosas más interesantes que ha encontrado los últimos diez años
están fuera de los museos, están muy vinculadas a proyectos autogestionados por grupos
formales e informales, transdisciplinares, que se articulan y se organizan en función de
las demandas, de la complejidad de los proyectos, y por lo tanto, piensa que los museos,
al lado de otros espacios, son fundamentales para una formación continuada.
Según Lilian Amaral, enseñamos lo que podemos compartir, lo que tenemos para
compartir. Si no tenemos nada para compartir no podemos enseñar. Por eso hay que
llenar, y mantener siempre muy activo y crítico el conocimiento que se produce y se
transforma sistemáticamente.
Helena Ayuso comenta que en La Panera no tienen un espacio educativo sólo para
el departamento de educación o para poder hacer un taller pero tienen el espacio del centro
de arte y considera que nos les ha limitado el hecho de no tener espacio, sino que le han
dado la vuelta y realizan los talleres en el espacio expositivo. Opina que no es lo mismo
trabajar en una sala aparte que trabajar delante de la obra o trabajar en la biblioteca; es
decir, si a veces la biblioteca se tiene que convertir en un espacio taller, se convierte; si
se tiene que convertir en un espacio de formación para maestros, se convierte. Recalca
que muchas veces el no tener no quiere decir que no puedas hacer.
También plantea que dentro de lo que es la ciudad, si no tienes el espacio, puedes
ir a buscar el recurso fuera. La Panera utiliza los recursos públicos de la ciudad
(universidad, auditorio, teatro,…), el museo no tiene por qué tener de todo, el tema es
323
cómo combinamos los recursos públicos y cómo dialogamos entre nosotros para poder
hacerlo.
Para Roser Calaf si en el museo hay un departamento de educación vinculado con
el propio museo, con estabilidad y conocimiento del propio patrimonio, el proyecto que
genera es un proyecto con estándar de calidad, valioso, porque conoce la institución.
Lo que ocurre, en su opinión, es que la mayoría de los museos no quieren o no
pueden tener personal de plantilla y entonces contratan a pequeñas empresas. Según qué
tipo de gestión tengas, te vas a encontrar un museo con una mayor o menor calidad. Hay
que estar en un diálogo paralelo o compartido con otros departamentos de gestión de los
museos. Nos comenta que se empiezan a encontrar museos que, como espacios públicos,
son un reclamo, sus exposiciones son mediáticas, los programas educativos y las audioguías generan espacios diferentes y se convierten también en un importante negocio. Para
ella es necesario repensar los espacios de educación en los museos, pero es importante
que nazcan de dentro del propio museo, con vocación y formación.
Román de la Calle cree que el aspecto educativo está en el taller: qué
planteamientos, qué materiales, dónde se ubica, ¿se puede hacer en el mismo salón donde
están los espacios expositivos? ¿Se puede hacer en un aula determinada? ¿Se puede hacer
en un taller donde la tecnología y los ordenadores están? ¿Se puede hacer en la calle? ¿Se
puede hacer frente al museo? Toda la animación… ¿podemos ocupar la plaza? Su idea
cuando era director del MUVIM era ir más allá del arte y ver los elementos de diseño
estético de la vida cotidiana, y nos comenta que eso a las escuelas sí que les entusiasmaba.
Nos resalta que hay que romper con la idea de que entrar en el museo es un acto de
consagración.
Comenta que el encuentra que existen diversidad museos, pero hay museos donde
las ideas de la vida cotidiana, la idea de la comunicación, y las actitudes, son muy
diferentes; por tanto la estrategia no puede ser la misma en todos los museos.
En su experiencia con los espacios del MUVIM encontró pegas a la construcción
del museo, que tenía un premio nacional, ya que no se había pensado en cosas como las
grandes cristaleras que no se podían cerrar. Entraba todo el sol y se comía los cuadros.
Pero lo más importante, nos comenta Román, es que no había un espacio dedicado al
elemento educativo, de taller; hubo que utilizar parte de la biblioteca para estas
cuestiones. Y no es el primer caso ni es el último.
Román nos recuerda como en el IVAM tuvo que ir ampliándose, porque no había
suficiente espacio; no se estudiaron bien las necesidades. El aspecto de comunicación, de
biblioteca, de educación… es como complementario y como mucho dejan unas naves y
que ahí se repartan. Es un gran error y acaba dependiendo de la buena voluntad del
director y de las posibilidades reales de dónde te ubican. Nadie se plantea esas
necesidades.
324
Recuerda que utilizaban unas salas abiertas donde podían poner mesas para los
talleres, y utilizaban sobre todo toda la parte del jardín exterior. Es decir, que el espacio
lo adecuaban según las necesidades, pero porque había una voluntad; si no, hubieran
acabado por poner una habitación, una alfombra y ya está. Insiste en que el tema de los
espacios es una gran laguna.
Ricard Huerta considera fundamental repensar constantemente los espacios tanto
geográficos como virtuales. Siempre será una necesidad. Reflexiona sobre la importancia
de llegar a un sitio, ver que las cosas ya están hechas y pensar “así es como deben ser”,
pero reconoce que no forma parte de la mentalidad universitaria, ni de la investigación,
ni de las personas sensatas.
Plantea que se debe establecer una especie de dialéctica con el lugar y con lo que
ocurre allí; es decir, aprovechar la parte válida de la situación. La fascinación de los
entornos entre kitsch, antiguos, decimonónicos… tienen su atractivo.
Por otra parte, nos habla también de la espectacularización del espacio actual de los
museos y propone una reflexión sobre el espacio y sobre lo que haríamos para
transformarlo en significativo. El color de las paredes, la distribución,… Los propios
museos ya lo tienen en cuenta, pero deberíamos dar importancia a la opinión del
profesorado que va con su alumnado habitualmente a los museos, es decir, qué ven ellos
en ese museo que podría facilitar o mejorar las visitas, de forma que se entusiasmase un
poco más al alumnado.
Para Ricard Huerta el museo es un recurso con tanto potencial y tan importante que
todavía no se han puesto en valor todas sus posibilidades, sobre todo desde el ámbito
político. Si fueran consciente de ese valor, los gobernantes dotarían al museo de esos
espacios, de medios, tanto personales como técnicos, para desarrollar todo su potencial.
En cuanto a la dimensión del museo, entiende que, evidentemente, es importante y
no es lo mismo decirle al alumnado os llevo al Prado, os llevo al Louvre, que os llevo al
museo municipal de “L’horta”, porque el impacto es diferente; no tanto por el tamaño
como por las expectativas que se generan. Lo importante no es lo grande que pueda ser
un museo, sino cómo se organiza la visita. Es partidario de ir a una pequeña parte, incluso
a unas pocas piezas, práctica que realiza con su alumnado de magisterio. Como decía
Isenberg, ir a ver una sola pieza y con una pieza ya es suficiente, beber bastante de lo que
es disfrutar el propio espacio en sí.
Luís Noguerol comenta que si hablamos de espacios físicos, en el contexto
valenciano, más que repensarlos hay que crearlos. Los museos de nuestro contexto no
tienen esos espacios educativos. Y los que tienen espacios específicos necesitan
repensarlos porque están totalmente desactualizados. Pero la mayoría no los tiene,
reutilizan espacios que tienen para otros usos.
Y continúa relatándonos que si hablamos del espacio educativo de manera no física,
también cree que deberían replantearse, basándose sobre todo en la función social activa
325
del museo. Necesitamos museos mucho más permeables a las necesidades e intereses de
colectivos sociales, entidades, que puedan y deban participar en un museo. Es básico y
fundamental que la sociedad esté conectada y que haya un intercambio.
En cuanto a la relación entre las dimensiones del museo y la actividad educativa,
más que una dimensión concreta, cree que tiene que ser una cuestión de proporciones y
de equilibrio. Es decir, el área de trabajo educativo de un museo tiene que estar en
correlación con el resto de áreas que son necesarias en un museo. Tiene que existir una
armonía entre las líneas de educación, con personal capacitado y objetivos claros, y la
dimensión del museo para que la sociedad pueda aprovecharlo. No es una cuestión de
tamaños sino más bien de equilibrios y de organización.
Cristina Trigo del CGAC nos comenta que el espacio museístico ha servido como
espacio de formación-acción artística, integrando la investigación, que muchas veces se
queda también dentro de cuatro paredes y dentro de unas actas, de un libro o una tesis,
pero que luego tampoco tiene muchas veces otra proyección. Reconoce que es difícil
seguir manteniendo los vínculos con todo lo que ocurre, que no se sabe aún encontrar
cómo generar estos espacios. Nos propone que hay que continuar indagando más para
descubrir ese espacio y sus relaciones.
Conectando con las ideas expuestas de Cristina Trigo, Mª Jesús Agra nos comenta
que hay gente que tiene muchas ganas de hacer y de compartir, mucha ilusión, y es en ese
proceso donde podemos aprender muchas cosas. Valorando actuaciones que han
realizado desde la USC y el CGAG incide que lo fundamental ha sido realizar una
colaboración horizontal, una colaboración de iguales, para dar forma a un trabajo
conjunto. Y específica, de iguales no significa que todos hagan lo mismo, sino que en
todos está el interés por un saber compartido y que fluye en lo intermedio, en las carencias,
en las ilusiones, en las expectativas, digamos en lo más sensitivo, que fluye casi como
una forma de vivir y de entender la educación y el arte.
Cristina Trigo nos habla de otros espacios del CGAC, talleres que implican un
acercamiento a la creación artística de mano de los propios artistas y de profesionales de
la cultura que son los que imparten esos talleres como espacio de experimentación.
Comenta la necesidad de un cambio de actitud en el espacio del museo, pasar de ser
un espacio cerrado, pasivo, a ser un espacio abierto y para la comunidad, donde la
comunidad tenga un papel importante. No sabemos cómo va a ser el/la ciudadano/a
paseante del museo, pero considera que seguramente va a tener otro papel. Igual, que
hemos de cambiar como espectadores/as, si modificamos nuestra forma de mirar y de
acercarnos a las obras, lógicamente todo va a ser distinto. No se atreve a elucubrar cómo
podrá ser, pero sí que tiene claro que ante un cambio de actitud, las prácticas serán
distintas. Y por otra parte, el museo, en el momento en el que lo asuma, podrá trabajar
por proyectos, la comunidad sabrá que no van a ser cosas puntuales. En el momento en
que el museo se entienda a sí mismo como algo mucho más abierto e interactivo, lo demás
va a funcionar como consecuencia lógica.
326
Mª Jesús Agra considera que al generar nuevos espacios también empezaríamos a
dejar de hablar de esa dicotomía entre arte y educación artística, museos y educación…
esos compartimientos estancos. Cree que lo importante es, hablando de esa utopía, crear
o realizar un tejido cultural que favorezca el diálogo en todo eso. Y dentro de eso está
también no solamente concienciar a los museos, sino concienciar a las universidades, y
dentro de las universidades a las facultades que les competen más en el ámbito de la
formación, pues realmente, al establecer ese cambio en la manera de pensar podremos
cambiar la manera de actuar.
Para Cristina Trigo, ese cambio vendrá respaldado y propiciado por la
investigación. En la medida en que existan materiales, libros, en que cambien las actitudes
dentro del ámbito de la formación y la investigación, se facilitará esa apertura.
Mª Jesús Agra habla de los espacios de conocimiento, de la investigación activa, no
de despacho, viva, la investigación en proyectos reales, con una transformación en lo real,
una investigación que se mueva en la vida.
Y acaba exponiendo una idea a la investigadora, consistente en proponer a los
colectivos con los que tanto Carmen Franco como Cristina Trigo y ella trabajan un
concurso de ideas sobre un proyecto artístico de cómo sería ese espacio de inclusión y de
interrelación. Hacer un proyecto artístico para poder después utilizarlo en el museo.
Considera muy interesante, trabajar esta temática a través de las artes, hacerlo visible y
comprobar cómo reaccionarían las instituciones.
Marisa Suárez considera que su museo tiene una dimensión adecuada, que es un
museo de barrio en que la dimensión de la ciudad ayuda. Su hándicap es no tener espacios
para poder trabajar al aire libre, hacer expresión corporal… porque no tienen más espacio
que las salas. El MAMT es un museo pequeño que abarca una colección de arte desde
finales del siglo IX hasta el siglo XXI y por tanto nos permite trabajar las obras y trabajar
el tema a demanda del profesorado. Si no hay las suficientes herramientas u obras para
que se pueda desarrollar una actividad, se puede reservar y pedir que las bajen y así poder
trabajar para la actividad. Acercan las obras a sus visitantes, ya que permiten interactuar
con las obras del museo, abren las vitrinas, los objetos salen de las vitrinas, con las
condiciones climatológicas adecuadas. Le gustaría que el museo fuera más grande, pero
buscan siempre la cultura de la solución e intentan sacarle el máximo partido a su espacio.
Nos comenta que los museos tienen las actividades educativas en un espacio
concreto, que en algunos casos es en el sótano del museo. Se dirigen todos allí, a esa aula
cerrada, sin estar en contacto con la obra; hacen una visita apresurada porque el museo es
tan grande y hay tantos visitantes que chocan los grupos de turistas. En otras ocasiones
ha visto otros museos que dedican un día para las escuelas, por tanto no se pueden mezclar
público y escuelas, pero tampoco lo considera adecuado porque si se está intentando
transmitir el valor de que el museo es de uso común no ve bien que separen a los alumnos
y alumnas de los visitantes.
327
10.7.1
Ideas fuerza de las entrevistas a personas expertas en relación a los
espacios y a las dimensiones del museo (preguntas: 11 y 12).
ESPACIOS Y DIMENSIONES DEL MUSEO
Búsqueda de espacios de transición, espacios intermedios
Espacios que generen relaciones
Espacios para experiencias colectivas, comunitarias y participativas
Familiarizarse a través del juego con el espacio museístico antes de visitar el museo
Pensar en el cuerpo y en el espacio de las personas visitantes
Adecuar los espacios de los museos a las necesidades de sus visitantes
y de los proyectos a desarrollar
Replantearse los recorridos
Espacios adjuntos para trabajar con obras no originales
Espacios experienciales
Ampliar las miradas sobre lo que es patrimonio
Papel de los museos como espacio en el imaginario social
Colaboración del museo con grupos autogestionados transdisciplinares
El espacio es todo el museo
Ilustración 61. Espacios y dimensiones del museo.
328
Buscar recursos fuera del museo
Trabajar sobre esta gran laguna
Revisión de espacios geográficos y virtuales de los museos
Establecimiento de dialécticas de los museos con sus lugares
Cuidado con la espectacularización de los espacios museísticos
Transformar los espacios en lugares significativos
Dar importancia a la opinión de las personas visitantes sobre el espacio museístico
Uso de los recursos públicos de la ciudad
La ciudad como espacio del museo
Diálogo entre instituciones para compartir espacios públicos
Espacio para los Departamentos de Educación en la estructura del museo
Museos como espacios públicos
Programas educativos, exposiciones, audio-guías generan espacios diferentes
Espacios generados a partir del propio museo: vocación y formación
El museo no es un espacio de consagración
Diversidad de espacios y de museos
Estrategias según el museo y sus espacios
Contar a la hora del diseño arquitectónico con personas expertas del ámbito
educativo
Estudios de necesidades a la hora de ampliar o construir un museo,
considerando su entorno.
Ilustración 62. Espacios y dimensiones del museo.
329
Museo como recurso con alto potencial
Poner en valor las múltiples posibilidades del espacio museístico
Dotación de más espacios y medios
Dotación de personal para gestionar los espacios museísticos
Concienciación política del valor de los espacios museísticos
Museos de diferentes impactos e implicaciones diferentes
Disfrutar del propio espacio en sí
Grandes espacios pequeñas ideas y pequenos espacios grandes ideas
Repensar y crear nuevos espacios físicos
Actualización de los espacios museísticos
Museo como espacio social activo
Espacios permeables según las necesidades y los proyectos
Museo como espacio conectado
Museos proporcionados y equilibrados
Integrar la investigación dentro del espacio museístico
Museos como espacios de formación no únicamente artística
Indagar sobre los espacios y sus relaciones
Generar espacios de colaboración horizontal para compartir trabajo conjunto
Necesidad de un cambio de actitud para y con los espacios museísticos
Espacios abiertos y para la comunidad
Prácticas renovadoras, espacios diferentes
Ilustración 63. Espacios y dimensiones del museo.
330
Generar otro tipo de conocimientos a través de la conceptualización del espacio
Nuevos espacios, nuevas inter y transdisciplinariedades
Espacios para crear tejido cultural
Espacios para el diálogo
Concienciación del museo, de la universidad y de la escuela en la configuración
de estos nuevos espacios
Cambios en la manera de pensar para cambiar la manera de actuar
Espacios de investigación de conocimientos activos.
Proyectos reales con transformación en lo real
Investigaciones que se muevan en la vida
Concursos de ideas sobre proyectos artísticos y creativos para vincular
espacios inclusivos y de interrelación
Mezcla de públicos en los espacios de los museos
Ilustración 64. Espacios y dimensiones del museo.
331
10.8 Herramientas de investigación en educación y museos
Para analizar las herramientas de investigación que utilizan los entrevistados y la
valoración que hacen de ellas, así como para conocer las aportaciones que hacen desde
su campo de acción en la investigación en educación y museos, les planteamos la pregunta
siguiente:
13. ¿Cuáles son las herramientas más adecuadas para investigar en Educación y
museos?
Con la mecánica habitual, las exponemos a continuación.
Roser Calaf avisa de la importancia de no confundir los términos investigación y
experimentación. Aprender protocolos de observación directa, afirma, no es hacer
investigación. Roser nos expone que las herramientas más adecuadas para investigar en
educación en museos son las que ha confeccionado el mundo de la pedagogía para
investigar, como son los métodos de investigación educativa que básicamente se dividen
en dos campos: la investigación cuantitativa y la investigación cualitativa, con todo un
rigor y un planteamiento muy organizado. El concepto de investigación se entiende a
menudo de manera muy amplia pero poco rigurosa; se ha trasladado una especie de
fenómeno que existía, de investigar en la escuela. Comenta que se puede investigar en el
mundo escolar pero exigiendo un cierto rigor metodológico que se configura a partir de
usar patrones que están más o menos avalados por la comunidad científica.
Román de la Calle plantea que la primera de las cuestiones es estar al día en todas
las investigaciones que se hacen a nivel internacional en los museos. Es decir, cuál es el
estado de la cuestión. No podemos descubrir el mediterráneo cada uno. Nos advierte, en
segundo lugar, que no se trata de extrapolar, sería una trampa. Se trata de adecuar: adecuar
a las necesidades, adecuar a la ideología, a las circunstancias determinadas, a la
mentalidad personal de cada una de las cuestiones. Y en tercer lugar nos aconseja atender
mucho a las estadísticas para ayudarnos a conocer exactamente la realidad del contexto.
El objetivo es buscar la adecuación al tipo de museo. Considera importante preguntarse
qué tipo de conocimiento hay en el museo. Aconseja Román la diversificación, el
desplazamiento y, sobre todo, la formación del profesorado en cada uno de los
planteamientos.
Glòria Jové, nos comenta que esta pregunta es compleja. Reconoce que lo primero
que se debe hacer es deconstruir qué se entiende por investigar, qué quiere decir
investigar. Para ella, se investiga para saber más, para averiguar más, para comprender
más y para poder actuar en consecuencia. Plantea el análisis desde la investigaciónacción. Para ella, el paradigma de la investigación acción es el paradigma que se tendría
que concretar con todas las acciones de mejora de contextos, de personas, de
humanización. Desde el ámbito pedagógico, nos explica Glòria su interés por la
metodología de investigación-acción que proviene de un paradigma socio-crítico, porque
es de implicación social, es decir, de cambio. Ella no sólo quiere comprender la realidad,
332
sino que quiere transformarla y mejorarla. Nos remite a Stenhouse con la investigaciónacción, donde delimitó una idea clave: No existe mejora profesional si no hay mejora
curricular. Piensa que esta cuestión es un problema a tener en cuenta; de no ser así, las
investigaciones en acción de la escuela no prosperan y se olvidan. Cree Glòria que es
debido a que no se es consciente de la importancia que tiene para desarrollarse mejor
como investigador/a, profesor/a investigador/a que estos sujetos mejoren sus procesos.
Hemos de ser mejores para posibilitar un buen currículum, entendiendo el currículum
como currículum amplio, todo lo que se ofrece al alumnado, todas las condiciones de
aprendizaje que se crean. Glòria Jové recuerda las palabras de John Elliot, discípulo de
Stenhouse, en un congreso en Málaga en 2010 que decia que no quería empenzar la
conferencia sin revivir lo que motivó a Stenhouse a delimitar el proceso de investigación
en acción: “no puede existir desarrollo profesional si no hay desarrollo curricular”. Glòria
relaciona lo anterior con los currículumns rizomáticos. Es decir, ser capaz de ver que una
cosa está relacionada con otra y que se puede aprender perfectamente a partir de
cuestiones que no serían imaginables. Evoca también a Kemmis como escritor sobre la
investigación en acción que la ha marcado mucho ya que dice que no olvidemos que
cuando hacemos investigación en acción más que enriquecer la ciencia estamos
escribiendo historias, con toda la experiencia se deben escribir historias.
Ricard Huerta reconoce que estas tres últimas décadas han servido para intensificar
la investigación. Disponemos de herramientas y material. En el sentido de herramientas
de investigación metodológica, nos comenta, que considera que es fundamental el estudio
de casos, acercarse al máximo a aquello que se está estudiando. Es cierto, nos comenta,
que tenemos a Pierre Bourdieu como referencia, pero eran los años setenta, dominaba la
investigación cuantitativa, fue pionero en estudios sobre los museos franceses implicados
en una gran investigación nacional sobre los públicos de los museos. Pero plantea que
cuatro décadas después hemos llegado a un momento en el que podemos acercarnos, a
los casos concretos que nos puedan interesar o que sean relevantes y estudiarlos en
profundidad. Por suerte también, existen otras instituciones, también los museos y las
universidades para refozar la educación con investigación.
Luís Noguerol plantea salirse de la típica división entre investigaciones cualitativas
y cuantitativas, y cree necesario vínculos de conexión, sinergias entre Museo, Escuela,
Universidad, pero también con la comunidad, con las entidades, con las asociaciones,…
utilizar esos nexos de unión para realizar investigación. Recuerda la necesidad de
potenciar las posibilidades que dan las nuevas tecnologías en cuanto al trabajo
colaborativo en investigación. Para la investigación es muy importante tener la capacidad
de recoger muchas opiniones, muchos trabajos, muchas sinergias, y poder interpretar todo
ello de diversas maneras, considera que son herramientas que todavía no se están llegando
implementar correctamente.
Mª Jesús Agra propone que empecemos a pensar que la universidad puede ser un
modelo para empezar a trabajar, para poder llegar a hacer algo que tenga repercusión,
aunque sea pequeña, pero que tenga una repercusión. Explica que las tres, Cristina Trigo,
Carmen Franco y ella están en el mismo grupo de investigación y por lo tanto está
333
representada la Universidad de Santiago y el Centro Gallego de Arte Contemporáneo.
Considera que, realmente, la misión de la Universidad en este ámbito podría dar mucho,
recalca el “podría” porque no lo está haciendo. Carmen Franco añade que cree que es
debido a que tiene unas estructuras muy rígidas. María Jesús Agra retoma las palabras de
Carmen y añade que además de rígida es la menos comprensiva. Cree que realmente hay
mucha más apertura en los servicios de educación, con todos los fallos, con todos los
defectos que se puedan tener, hay más apertura también en los colegios, en los centros
que en el propio seno de la universidad. Y aún concreta más, dentro de la Universidad,
en la Facultad de Educación. Es como un ámbito separado. Cree que uno de los mayores
pasos a dar es en la propia universidad y en sus facultades de formación de docentes.
En referencia a la investigación, Mª Jesús nos comenta que es lo único que genera
vida, la investigación y la innovación es lo único que genera cosas diferentes. Refuerza
la idea de Cristina Trigo proponiendo que habría que empezar a hacer esos espacios donde
el nudo de relaciones y de contradicciones no está en un sitio ni en otro, a lo mejor está
en un sitio que hay que hacer. Opina que la universidad debería potenciar grupos de
investigación completamente multi e interdisciplinares, sin poner tantas trabas a áreas que
tienen una tradición investigadora mucho más corta que las ciencias u otras áreas. Nos
cuenta que la prueba de ello es que ellas están en un grupo de investigación al abrigo de
un gran grupo de investigación que es de literaturas infantiles, y dentro de las literaturas
infantiles está la parte visual, porque como grupo de investigación autónomo, no tenían
cabida. Por cuestiones burocráticas y de cuotas de poder a veces iniciativas muy valiosas
se van apagando o desviando de sus objetivos. Por eso pediría a la universidad que
potenciara más los grupos de investigación transdisciplinares e interdisciplinares, donde
tuviesen cabida múltiples instituciones y múltiples agentes educativos ya que cree que, a
partir de ahí se generaría un proceso indagativo, y la cuestión de investigar es hacerse
preguntas, y hacerse preguntas para contestar, para hacer, para buscar nuevas estrategias,
para adaptarse y para responder a las expectativas. Plantea hacer investigación en las
aulas, aplicada, en los museos, en la calle… es decir, una investigación viva y activa, una
investigación como vital, ya que lo considera necesario; recomienda empezar a usar
metodologías emergentes de investigación, las artes como metodologías de investigación
y sobre todo para estudiar los conflictos y el ámbito educativo haciéndonos conscientes
las y los educadores, tanto de museos como de escuelas como de la universidad, de su
gran potencial y de que las artes nos sirven como metodología para investigar otros
ámbitos. Propone proporcionar una educación artística de calidad, darle un giro y hacer
que la educación tenga una visión artística. Esa sería nuestra gran revolución, cambiar no
tanto la preocupación por impartir una educación artística sino por darle una visión
artística a la educación. Aprenderíamos a vivir de una manera artística. Esa es una
revolución que realmente está por hacer pero considera que no está muy lejana.
Albert Macaya expone que la investigación del museo nos proporciona,
evidentemente, escenarios de búsqueda, ver qué es lo que ocurre in situ, qué es lo que
realmente pasa en el lugar, en un momento concreto.
334
10.8.1 Ideas fuerza de las entrevistas a personas expertas en referencia a las
herramientas de investigación en educación y museos (pregunta: 13).
HERRAMIENTAS DE INVESTIGACIÓN EN EDUCACIÓN Y MUSEOS
Utilizar patrones avalados por la comunidad científica internacional
Estar al día en todas las investigaciones realizadas internacionalmente
Evitar las extrapolaciones
Adecuar la investigación a las necesidades, la ideologia, las circunstancias y a la persona
que investiga
Atender a la realidad del contexto
Adecuación de la investigación al tipo de museo
Preguntarse qué tipo de conocimiento existe en el museo
Diversificación de las investigaciones
Formación el profesorado en investigación
Deconstruir qué se entiende por investigar
Preguntarse qué quiere decir investigar
Investigar para saber más y poder actuar en consecuencia
Paradigma de investigación acción para mejorar los contextos
Investigar para mejorar a las personas, para humanizar
Investigar para el cambio
Investigar para comprender y para transformar y mejorar la realidad
Ilustración 65. Herramientas de investigación en educación y museos.
335
Mejora profesional y curricular a través de la investigación en acción
No olvidar la investigación acción en el museo y en la escuela
Mejorar los procesos de la investigación
La investigación en acción también es contar historias
Acercarse al máximo a todo lo que se está investigando
Museos y universidades deberían reforzar la educación con investigación
Utilizar nexos institucionales para realizar investigación
Superar las típicas divisiones entre investigación cualitativa y cuantitativa
Potenciar las nuevas herramientas tecnológicas en investigación
Potenciar el trabajo en equipo y colaborativo
Contrastar de diferentes maneras las investigaciones
Repercusión de las investigaciones
Composición de los grupos de investigación por representantes de diferentes
instituciones .
Romper las estructuras rígidas universitarias
Ilustración 66. Herramientas de investigación en educación y museos.
336
Apertura de la universidad hacia la investigación
La investigación y la innovación es lo único que genera vida y cambio
Buscar nudos de relación y generar espacios diferentes para investigar
La investigación en el museo, en el lugar donde se hace, perfilará el espacio
Potenciar grupos de investigación multi e interdisciplinares
Dejar de poner trabas a áreas con menos tradición investigadora
Las cuotas de poder universitario pueden hacer que iniciativas valiosas se
apaguen
Cabida en los grupos de investigación de múltiples instituciones y agentes educativos
Utlizar en investigación metodologías emergentes
Las artes como metodología de investigación
La investigación basada en artes para investigar otros ámbitos
Ilustración 67. Herramientas de investigación en educación y museos.
337
10.9 Valores y actitudes que se fomentan en los museos
En este punto nos ocuparemos de las dos siguientes preguntas de la entrevista:
14. ¿Qué valores y actitudes crees que incita el museo?
15. ¿Cuáles debería incitar?
Se pretende con estos interrogantes buscar la opinión de los expertos y expertas
sobre las actitudes y valores que incita el museo y los que debería incitar y así analizar y
comprender qué pueden ofrecernos. Como en preguntas anteriores, iremos exponiendo y
relacionando las respuestas y los planteamientos que nos ofrecen.
Javier Abad nos plantea dudas sobre si el museo transmite valores o cuáles son los
que transmite, y al mismo tiempo reflexiona sobre la calidad de la visita al museo, que en
muchas ocasiones se basa en el conocimiento, en la información que se recibe, pero eso
deja de lado esa acción transformadora que puede tener la experiencia.
Javier nos dice que para educar en valores es necesario dar una formación, sería
como una especie de bucle, entrar de alguna forma en un proceso en el cual la visita que
haces por parte de la escuela o a nivel personal generara otra visita, y otra más, con lo
cual hubiera de alguna forma una especie de evaluación continua. Que una visita no fuera
un momento determinado sino que formara parte de la narración y de una necesidad de
volver porque te has hecho preguntas que, de alguna forma, vas contestando en el tiempo,
o en la vida. El museo debe generar pertenencia; eso es un valor. El valor pertenencial.
Para Lilian Amaral es importante tener en cuenta que trabajamos con el humano,
con personas. Por eso tenemos que estar abiertos en relación a las cuestiones de la
alteridad en el mundo global. Y se pregunta cómo podemos operar con la diferencia como
potencia creativa y creadora. Esto es una cuestión clave. Tenemos que pensar cómo vivir
juntos y juntas en un mundo global, en el que nunca ha habido tanto flujo de migraciones
como ahora y las personas se mueven incluso por supervivencia; las culturas se mezclan,
se hibridan, se mestizan cada vez más. Tenemos que estar preparados, buscar estos
espacios de interés de investigación.
El museo que quiere Lilian Amaral es el que está en la vida y que puede hacer la
mediación a través de un choque cognitivo. Esto es algo que el arte y el arte-educación
puede hacer: desconfiar. La experiencia de desplazarse por la ciudad le parece muy
importante en relación con el museo, por su código oculto. Nos habla del museo de arte
pero también de los eco-museos o los museos comunitarios que tienen mucha
importancia. La escuela está ubicada en un contexto socio-cultural y debemos ser
conscientes de que antes de decir lo que los museos guardan o lo que nos ofrecen, es
importante mirar el entorno donde uno o una vive y valorar entonces el rol, el papel del
museo, de la universidad y de la escuela, que es conectar la gente, con su propia cultura
y promover una mirada de valorización. Lilian nos dice que para poder valorar la propia
cultura es importante dar a conocer otras, porque el conocimiento es relacionar; sólo
338
puedes tener una opinión acerca de algo cuando tienes al menos dos contenidos para tener
una propia opinión. Los museos pueden dar acceso a la información, para que las personas
visitantes no tengan una única regla general. El papel del museo y la universidad en
relación a las escuelas es proporcionar alternativas y reforzar, presentar, permitir,
estimular y caminar juntos en dirección a los contextos de la vida.
Helena Ayuso nos comenta que los museos o centros de arte sí que incitan o
promueven o potencian valores y actitudes; aunque parezca que el espíritu crítico lo
tengamos dormido, todas y todos lo tenemos. Opina que lo que ocurre en la sociedad del
siglo XXI es que a veces tiene miedo de decir lo que piensa. El museo posibilita que las
personas visitantes piensen o interpreten lo que ven y ayuda a cultivar el espíritu crítico
para ser personas con criterio. Es muy importante generar desde los museos una actitud
para que como individuos se sitúen en una sociedad.
Para Roser Calaf, los valores que incita el museo son respeto, cuidado, trabajo,
silencio, multiculturidad; resumiendo, el museo es un espacio de convivencia, una forma
de sabiduría, un lugar en el que el público aprende, un lugar en el que las personas pueden
ir sin saber. Según Roser la persona entraba al museo como a un espacio sacralizado, y
considera que eso es un valor a recuperar porque ya empieza a haber en el museo
demasiado ruido. Nos dice que cuando llega un grupo escolar al museo y ella es visitante
les llama la atención si hacen ruido, por eso considera que los programas escolares deben
estar en unos días que no esté el público, ya que considera que los grupos realmente
entorpecen. En contraposición Marisa Suárez no estaba de acuerdo en programar espacios
únicamente para escolares, ya que consideraba que el museo es un lugar para la
convivencia.
Para Román de la Calle, la historia de las ideas, la historia de los medios de
comunicación, la historia del arte… van correlacionándose; casi no nos damos cuenta que
en la vida cotidiana tenemos cantidad de elementos estéticos que algún día estarán en los
museos.
Siempre ha pensado, y comenta que lo haría en todas las instituciones, que cada vez
que se edita un programa, una tarjeta, un libro, un cartel… hemos de ser conscientes de
que estamos haciendo historia y de que la responsabilidad educativa nos lleva a hacer
cosas como si ya tuviésemos preparada la parte que esos planteamientos recibirán en la
historia. Por ello considera muy importante concienciar a la gente de que todo lo que se
está haciendo en un museo acabará siendo objeto de una exposición, y eso convierte a la
gente en protagonistas de la historia.
Para Román la educación transforma a las personas, que son las que podrán
transformar la vida. Considera que el museo podría ser un punto de concienciación. Nos
relata su experiencia en el MUVIM cuando se planteó convertir el museo en parte de la
universidad como punto de reflexión, con ocasión del tricentenario de Kant, mediante un
convenio entre la facultad y el museo. Se planteó el reto, preocupándose por hacer una
buena difusión, y el éxito fue extraordinario.
339
Román nos comenta que el análisis, la comprensión, la flexibilidad, la reflexión, la
versatilidad, la diversidad… todo eso nos lo ofrece la visita a los museos. Al conocer la
historia, al ver las variaciones, estas se hacen comprensibles y nos pueden ayudar a no
encerrarnos en determinadas actitudes de la existencia. Las obras artísticas son las
herramientas más esenciales que puede tener el profesorado para mostrar que hay
identidades, pero hay diversidad; considera que entender las identidades y las
diversidades es clave en este aspecto.
Marcelo Falcón nos dice que las dos preguntas sobre actitudes y valores que aporta
el museo son muy difíciles, pero que están muy bien. Cree que dentro de la sociología
comprensiva es más importante la pregunta que la respuesta y cómo nosotros y nosotras
podemos generar nuevas preguntas.
Falcón opina que hay una forma que uno puede adoptar porque le es impuesta por
alguna fuerza del exterior; y hay una forma a generar a partir de un desarrollo de potencias
interiores. Entiende que las nuevas conformaciones de lo real son el eco, la resonancia de
estas dos fuerzas en pugna, de esta armonía tensional, de lo que impone determinada
realidad exterior y desde las potencias que desde la naturaleza humana se comienzan a
desarrollar. Cree que la conformación de los nuevos mapas de lo real está en esta
interacción de lo interior y lo exterior.
Los procesos educativos, desde la sociología comprensiva, son una fuerza que se
desarrolla desde lo interior y no desde una fuerza exterior impuesta. Considera que el
juego está desde lo interno, a partir de la experiencia, generando una temperatura
colectiva que los desarrolla.
Marcelo Falcón utiliza la palabra “germinar”, ligada a los procesos de la naturaleza,
para expresar cómo nosotros podemos desarrollar nuestro ser, siendo. Nos remite también
a la palabra “sein” en alemán, el hacer siendo, es un concepto de Hegel, cómo nosotros
podemos desarrollarnos juntos, ser, siendo junto al otro. Aquí está el desafío de la
educación y de los cambios que se pueden generar a partir de una invitación de nuestras
energías juntas. La experiencia educativa tiene que invitarlas y nosotros juntos, una vez
aceptada la invitación, tenemos que invocar estas potencias que se desarrollan desde el
interior. Nos dice que no podemos olvidar que también existen las fuerzas externas, no
hay que eliminarlas. Lo exterior y lo interior van generando la conformación como
trayecto y no como proyecto racional.
Nos aconseja, comprendiendo lo que la investigadora le plantea, crear una
experiencia que invite a esa actitud. Una experiencia que llene y que seduzca. Nos plantea
cómo decir las palabras menos falsas para decir aquello que estamos pensando.
Para Ricard Huerta es fundamental, como valor, la idea de respeto; reconoce que es
la más importante, coincidiendo en este valor con Roser Calaf. Considera que en un
museo lo que sí conseguimos es transmitir al alumnado es el concepto de respeto, respeto
a la otra persona que está en el museo, a las distancias para la observación. El esfuerzo
340
colectivo que se percibe en muchos museos en el que están todas las personas implicadas,
educa. Educa en ciudadanía.
Joan Vallés nos cuenta que existen experiencias de patrimonialización en nuestro
país muy interesantes donde la base está en que la gente interactúa y puede llegar a
entender todo lo que esta condensado en el museo. Para él el paradigma es la sociedad,
es decir el museo ha de cambiar. El museo está planteado para los objetos que tiene dentro,
y propone que habría de prescindir de los objetos que tiene dentro y plantearse qué se
quiere conseguir con las personas que tiene en su contexto. Es decir, aprovechar que
tenemos los objetos y de entrada hacer un tipo de contacto con la gente, pero si los objetos
no responden a las personas, debemos no ofuscarnos y ver las posibilidades que se pueden
desarrollar y que son interesantes.
Marisa Suárez considera que las personas deben saber que el museo les pertenece,
que es educación y bagaje para ellas para toda la vida. Su trabajo en el museo es un mundo
de interrelación constante con unas personas que están con unos aprendizajes, que vienen
al museo a aprender y lo que no saben es que los y las trabajadoras del museo aprenden
de la gente que entra en él.
Núria Serra coincide con Roser Calaf y Ricard Huerta y nos comenta que el valor
más representativo es el respeto. Respeto por las obras, por el espacio, por sus compañeros
y compañeras, por las educadoras.
Marisa nos comenta que tienen una palabra clave cuando comienzan las sesiones
en el MAMT y vienen los grupos escolares un poco alborotados, les dicen que se trabaja
a partir del respeto. No les interesa tanto el saber enciclopédico, de eso ya se encargan los
maestros y maestras, sino que trabajan a partir del respeto que tendremos entre el museo,
que es un espacio común de todos y todas, y las personas y entre ellos. Marisa nos
comenta que visitan el museo muchas escuelas con diferentes nacionalidades, ya que en
Tarragona existe muchísima inmigración, y por lo tanto, lo primero que se hace antes de
trabajar las obras es hablar con ellos y ellas. Reconoce que es necesario ese primer
contacto entre todos de respeto y de saber estar. Todo ello sin olvidar que el museo es un
espacio común, suyo y de todas las personas que entran en él, ya que ha sido pagado por
los ciudadanos con sus impuestos. Gracias a eso están las paredes, y los cuadros colgados,
y pagan la luz; y por eso los visitantes pueden y deben hacer uso de las instalaciones,
preguntar, hablar, disfrutar. Está claro que debe existir un especial cuidado con las obras
de arte pero hemos de facilitar la manera de poder interactuar.
341
10.9.1 Ideas fuerza de las entrevistas a personas expertas en relación con los
valores y actitudes que se fomentan en los museos (preguntas: 14 y 15)
VALORES Y ACTITUDES
La educación a través de/con el arte contemporáneo permite
trabajar con valores y actitudes
Experiencias transformadoras en el museo
Generar valor de pertenencia
Apertura hacia cusestiones de alteridad en un mundo global
La diversidad como potencia creativa y creadora
Hibridación de culturas, mestizajes
Museo en la vida
Museo como mediador para realizar choques cognitivos
Promover miradas de valorización de la propia cultura
El museo debe dar a conocer la diversidad cultural
Provocar las opiniones propias
Dar acceso a la información
Proporcionar alternativas, reforzar, presentar, permitir, estimular y
caminar juntos/as en dirección a los contextos de la vida
Fomentan el espíritu crítico
Incita a pensar, a ver, para situarse en la sociedad en la que vivimos
Conciencia de que todos los días se hace historia, se construye la historia,
somos protagonistas de la historia
Respeto, trabajo, cuidado, silencio, multiculturalidad
Museo como espacio de convivencia, un lugar de sabiduria, un lugar donde
el público aprende
La educación transforma a las personas que son las que pueden transformar la vida
El museo como punto de reflexión y concienciación
Ilustración 68. Valores y actitudes.
342
El museo nos ofrece el análisis, la comprensión, la flexibilidad,
la versatilidad, la diversidad...
Ayuda a no encerrarse en las actitudes de la existencia
Nos muestra las diferentes identidades
Nos ayuda a generar nuevas preguntas
Conformación de nuevos mapas de lo real
Interacción de lo interior con lo exterior
Jugar desde lo interno en el desarrollo de la experiencia
Ayuda a generar temperaturas colectivas
Permite a las personas desarrollarse juntas
Ser siendo junto a otros/as
Invoca a las potencias que se desarrollan desde el interior
Trayectos erráticos
Educar en ciudadanía
Evolucionar constantemente
Promover la observación
Provoca la actitud de estudio
Valores personales y democráticos
Interacción entre las personas
Ilustración 69. Valores y actitudes.
343
Relación entre
Museo, Escuela,
Universidad
Espacios
Valores
Motivar al
Público
Escolar
Escolarizar el
Museo
DocentesMuseos
Formación de
Maestros
Educadores de
Museos
Herramientas de
Investigación
Javier Martínez Abad
Lilian Amaral
Elena Ayuso
Roser Calaf
Román de la Calle
Glòria Jóver
Marcelo Falcón
Ricard Huerta
Luís Noguerol
Joán Vallés
Marta Viana
Chus, Carmen,
Cristina
Marisa, Núria, Albert
Tabla 10. Personas expertas y temas tratados en la entrevista
344
CAPÍTULO 11
CONCLUSIONES
DISCUSIÓN GENERAL, LIMITACIONES DEL ESTUDIO Y FUTURAS LÍNEAS
DE INVESTIGACIÓN
11.1 Discusión general
En esta investigación se ha determinado, desarrollado y valorado una propuesta de
vinculación entre escuela, museo y universidad desde un punto de vista pedagógico
implementada en Escuela 2 en colaboración con instituciones universitarias o museísticas
que presentamos como un modelo posible de cooperación y vinculación entre dichas
instituciones desde el arte contemporáneo. Por este motivo, hemos realizado un análisis
de dos estudios de caso que nos ayudan a hacer una radiografía de los proyectos llevados
a cabo examinando la posibilidad de plantear este tipo de prácticas con metodología de
trabajo por proyectos desarrollando la indagación a través de la investigación en acción,
estudiando sus fundamentos y contrastándola con las respuestas al cuestionario realizado
a las personas expertas y que nos han permitido abrir nuevos escenarios educativos en
una realidad compleja de vincular a las personas y las instituciones. Es el momento, por
tanto, de exponer el análisis reflexivo, mostrando las conclusiones oportunas sobre la
investigación, sus requisitos y futuras líneas de acción.
Los resultados que se muestran en esta investigación son el eje central. Es decir, los
procesos de valoración de este tipo de experiencias educativas se hacen indispensables
para descubrir cómo estas vinculaciones entre escuela, museo y universidad son posibles
a través del arte y si esta relación es significativa para las personas e instituciones
participantes. No obstante, la valoración de las experiencias didácticas y educativas
continúa siendo un tema pendiente tanto en los museos como en las escuelas y la
universidad.
Creemos que la investigación y la valoración han ser dos pautas que generen las
directrices de cualquier acción educativa desarrollada en la escuela, el museo o la
universidad, pero en cualquiera de ellas desde una perspectiva educativa, la valoración
desde la metodología de estudios de casos y de modo artográfico se presenta como
necesaria.
Con la finalidad de conformar la organización y estructura de esta investigación
alrededor de la temática planteada, en el cuerpo experimental planteamos una serie de
hipótesis y objetivos que planteaban modular todo el proceso de análisis de la
documentación conseguida. En relación a los objetivos de esta exploración entendemos,
en primer lugar, que es preciso probar si este tipo de acciones de carácter pedagógico
facilitan prácticas manifiestas de la vinculación entre el museo, la escuela y la
universidad. En segundo lugar, hemos de corroborar la capacidad de cooperación entre
345
las personas e instituciones vinculadas en los proyectos de carácter educativo realizados.
En tercer lugar, la investigación ha tratado de demostrar si la realización y la participación
en estas prácticas y contextos educativos logran transformar el conocimiento y la vivencia
que las personas integrantes de los equipos de trabajo obtienen de la educación a través
del arte y de prácticas artísticas contemporáneas, y si estos cambios son posibles y logran
trasformar sus prácticas profesionales. En último lugar, la investigación ha tratado de
conocer si los proyectos educativos realizados consiguen atender a la diversidad
institucional y personal en situaciones educativas y comunitarias complejas.
A partir de los objetivos de la investigación, hemos trazado una serie de hipótesis
que retomamos a continuación con la finalidad de conocer si se han confirmado o no, o
si lo han hecho en parte. De este modo, nos centraremos en estimar la autenticidad de
cada una de ellas:
Hipótesis 1ª:
La colaboración y cooperación conjunta tanto en el diseño de los
proyectos como en su conceptualización permite alcanzar sus fines.
Hemos comprobado que la colaboración entre docentes, alumnado, familias y
personas vinculadas a la universidad y a los museos, así como personas voluntarias que
han participado en los dos proyectos en los que hemos realizado el estudio de los casos
ha sido altamente satisfactoria, aunque no ha estado exenta de dificultades. En relación a
las primeras fases de los proyectos Falla SOS y Ser de Huevos el colectivo de profesorado
mostró su adaptación rápida a este tipo de prácticas educativas y de vinculaciones con
personas pertenecientes a la comunidad educativa como a otras personas e instituciones
participantes, interpretándolas de un modo idóneo. La colaboración entre todas las
personas participantes en los dos proyectos, aun siendo de contextos pedagógicos
diferentes, es significativa ya que han demostrado que poseen la capacidad de crear
equipos multidisciplinares e interdisciplinares, junto a otros y otras profesionales, en los
proyectos y su conceptualización y han logrado favorecer la concepción de otro tipo de
acciones educativas más significativas para todas las personas e instituciones
participantes. La comprensión de estos proyectos y sus estructuras de vinculación
comportaría el desarrollo de nuevas estrategias de enseñanza y aprendizaje y de gestión
para realizar conexiones institucionales en contextos de cooperación a través del arte
contemporáneo.
Creemos firmemente que existe un sorprendente desconocimiento de la labor
educativa cooperativa en el ámbito educativo formal e incluso no formal.
Tradicionalmente el rol docente obedece al acogimiento de un papel más observador que
participativo, representando un modelo educativo accesorio en determinadas prácticas
educativas habituales. Sin embargo la implicación del profesorado de Escuela 2 enriquece
significativamente los dos proyectos, pero consideramos que ha sido debido al
346
planteamiento de un diferente modelo que contempla la participación de éstos en las
decisiones planteadas por las personas que realizan la gestión y coordinación entre las
instituciones.
La investigación realizada en la tesis doctoral ha contemplado disponer de una
metodología cualitativa, mediante el estudio de casos y las entrevistas a personas
expertas, para estudiar los siguientes aspectos: la cooperación del profesorado para
encajar los cambios en la práctica docente y si estos proyectos transformadores han sido
percibidos por las y los estudiantes y el profesorado y cómo estas acciones reactivan el
contexto escolar, universitario y museístico. Para su estudio la investigación se nutre de
relatos e imágenes que evidencian las propuestas desarrolladas. En nuestro caso, la
investigación ha tenido primordialmente una doble vertiente, por un lado hemos indagado
sobre la capacidad de colaboración entre los agentes educativos implicados en los
proyectos y, por otro lado, si esta colaboración permite crear un modelo educativo
competente para crear en las personas participantes un aprendizaje significativo y en
contexto.
Lo que sí es necesario es apostar por un equipo de profesionales de la educación
que, con independencia del hecho de llevar a cabo su labor en universidades, escuelas o
museos, sean competentes para afrontar los procesos del aprendizaje en los museos, las
escuelas y las universidades y sus contextos complejos. Las tres instituciones deben creer
en un modelo de educación, a través del arte, global e inclusivo, en el que participen
educadores y educadoras y profesorado de diversos contextos e instituciones. Es
importante la introducción de diferentes voces y prácticas que nos ayuden a confluir los
planteamientos educativos con los institucionales y que ofrezcan la posibilidad a las
personas participantes de construir diferentes tipos de narrativas significativas en función
de sus experiencias, incertidumbres, historias de vida,…
En este sentido, la tesis doctoral propone unas prácticas educativas orientadas hacia
la vinculación de las instituciones, promoviendo una apertura de la comunidad escolar a
todo tipo de colaboraciones. Se centra en las estrategias educativas que deben ser capaces
de resolver cooperando los proyectos planteados. En los procesos educativos y en el
trabajo cooperativo lo que realmente importa es, en nuestra opinión, la relación y
creación entre los participantes, es ahí donde habita la auténtica labor educativa, ya que
seguir actuando con los modelos tradicionales educativos no hará más que reproducir el
estilo de las experiencias educativas en las instituciones elegidas, perpetuando los
planteamientos oficiales de cada una de ellas.
Indagamos en las posibles conexiones entre la educación museística y la enseñanza
formal, incidiendo en las contribuciones educativas que el museo y la universidad pueden
brindar a la comunidad escolar. Pensamos que esta línea de contribuciones nos ayuda a
percibir mejor los contextos de los diversos profesionales participantes en los dos
proyectos levantando cooperativamente un modelo de práctica que es idónea para
beneficiar la inclusión activa de los implicados en los conceptos trabajados.
347
Como hemos apuntado en diferentes momentos, la cooperación entre profesionales
de la educación debe tener una importancia central en dichas instituciones, aunque resulta
difícil establecer cómo y por qué hacerlo y sobre todo qué estrategias educativas se deben
implementar para poder conseguirlo. Los contextos del museo, la escuela y la universidad
son diferentes, pero debemos seguir intentando establecer equipos educativos que sean
inclusivos y que colaboren en la toma de decisiones institucionales en materia educativa.
Traemos aquí la idea de Ricard Huerta (2013) cuando reconoce la necesidad de
crear estos espacios de encuentro entre educadores y profesorado escolar y universitario,
ya que nos permitiría realizar y crear un cruce de intereses con el fin de desarrollar un
modelo educativo más eficaz. En el estudio de casos hemos indagado sobre el papel del
profesorado en los proyectos realizados incorporando testimonios de ellos. No se centra
únicamente en el desarrollo de actividades, sino en la construcción discursiva que facilite
otro tipo de experiencias y de relaciones significativas entre las personas implicadas.
Hipótesis 2ª:
La participación de profesionales internos y externos a la escuela en
la configuración y desarrollo de los proyectos favorece los vínculos entre
instituciones y por ende un espacio de aprendizaje colectivo.
La capacidad de comprensión del objetivo de la experiencia se encuentra tanto en
el aprendizaje como en relacionar los contenidos trabajados con aquellos que la persona
ya posee independientemente de la institución educativa de la que hablemos, creando a
partir de éstos otros nuevos.
En función de las metodologías de trabajo en los proyectos realizados se pueden
comprobar los aprendizajes y si las experiencias han sido significativas, siempre teniendo
en cuenta la multiplicidad de modos de construir los significados individualmente en
función de sus experiencias, contextos y conocimientos, según Hooper-Greenhill (1999).
El arte contemporáneo se presenta como un instrumento educativo capaz de abordar
cuestiones sobre el arte, pero también otros relativos a talantes sociales, políticos,
culturales, económicos,... Por este motivo, el desarrollo de proyectos a través del arte se
puede utilizar para la construcción de conocimientos y de nuevas narraciones en función
de los propios intereses, expectativas y experiencias de las personas e instituciones
participantes, con el objetivo de colaborar en el proceso de construcción personal y
colectiva. Por eso hemos incluido relatos de sus participantes en esta investigación, con
el fin de constatar la viabilidad y pertinencia de trabajar por proyectos en los dos estudios
de casos planteados.
348
Las instituciones y personas se organizan a menudo con otras para conseguir algún
propósito que, de otro modo no podrían alcanzar por sí solas. Los seres humanos necesitan
la ayuda de otros para obtener sus fines. No obstante, organizarse en equipos con
diferentes profesionales nunca es fácil. Lo más difícil es que estas asociaciones se
mantengan a lo largo del tiempo ya que son labores dificultosas y la tarea deviene más
compleja si colaboran más personas o grupos.
Los equipos que se han generado así como las personas y las estructuras que se han
implicado, han cooperado para lograr un fin que de otro modo sería inabordable, aunque
las dificultades también han estado presentes. Durante el transcurso del tiempo es muy
importante aclarar los intereses, ya que esto facilitará los principios que se dicten en la
organización y en el proceso de toma de decisiones para lograr el fin. Estos equipos y
colaboraciones se ayudan para realizar reflexiones sobre los valores, cultura, ideología,…
y plantear los que son comunes.
El número de personas que conforman los equipos y los intereses compartidos han
afectado a la formación y la sustentación del equipo. Las situaciones menos complejas se
han dado cuando sus integrantes comparten sus intereses. Ha sido importante ponerse de
acuerdo sobre el propósito planteado en el desarrollo de cada uno de los proyectos
realizados. Esto es fundamental para que el equipo logre el éxito, aunque como nos dice
Clausewitz: “Una [institución] puede apoyar la causa de otra institución, pero jamás la
tomará tan en serio como la suya propia” (Clausewitz, 1984: 608).
Uno de los vínculos más fuertes que un equipo puede crear es la voluntad de
mantener su propia existencia equipo para poder realizar su propósito o interés colectivo
principal. La formación de los equipos tiene una base común que es la de llevar a cabo
las metas a través del trabajo cooperativo y las acciones colectivas. Quien lidera el equipo
interinstitucional ha tenido presente que mantener el equipo era fundamental. El contar
con integrantes de equipo que tengan un objetivo o beneficio común no ha invalidado la
importancia de identificar y pretender satisfacer los intereses múltiples de las y los
integrantes individuales. Todos sus componentes han comprendido que unirse a un equipo
les ha posibilitado trabajar para lograr los intereses educativos comunes. Sin embargo
queremos remarcar que la líder del equipo interinstitucional ha intentado darse cuenta de
la presencia de múltiples intereses individuales y ha debido solucionar todas las
dificultades que se le han presentado durante la duración de la formación del equipo. Ha
sido muy importante considerar que las diferencias o divergencias en los equipos pueden
mermar sus esfuerzos y para ello ha sido necesario identificar las diferencias, respetarlas
y buscar los puntos de unión y los objetivos alcanzables. El hecho de que los intereses
específicos de los distintos objetivos educativos y de relación sean diferentes no ha
supuesto el colapso del equipo, se ha tratado de buscar las estrategias para adecuarlos.
Por eso ha sido importante, durante la realización de los dos proyectos, establecer
una adecuada comunicación para construir y mantener la unidad de esfuerzos y acciones
en coordinación. La incapacidad de comunicarse eficazmente con otros integrantes es el
349
principal enemigo del trabajo cooperativo del equipo, ya que limita el poder compartir la
información y las estrategias para lograr los intereses comunes.
Otra cuestión que queremos visibilizar y que consideramos muy significativa es que
en el tiempo de duración de la creación del equipo los intereses han cambiado, las
estrategias y acciones se han modificado, por lo que es muy importante que exista una
buena comunicación.
Este tipo de proyectos a través del arte permite organizar los equipos inter y
multidisciplinarmente, y les ayuda a compartir la información y a generar confianza entre
ellos.
Las características que hemos detectado que debe tener el equipo multidisciplinar
son:
Que sus miembros tengan las habilidades necesarias para poder identificar y
ejecutar todas las tareas que permiten proporcionar al desarrollo del proyecto
los objetivos y acciones para poder llevarlo a cabo.
Que dependan lo justo y necesario de las personas externas al equipo, de manera
que el compromiso que adquieren en cada acción ofrezca unos buenos
resultados educativos.
Que se creen sinergias que permitan que las derivaciones de los proyectos sean
más ricas al sustentarse con las diferentes experiencias, conocimientos y
habilidades de todos y todas las participantes, es decir colaboración creativa.
Los miembros del equipo han debido dedicarse al proyecto a tiempo completo para
evitar afectar a su creación y rendimiento y así poder mantener el compromiso que
adquieren en cada reunión.
Hay que destacar que todos los miembros de los equipos generados para ocuparse
de dichos proyectos trabajan en la misma localización física, en Escuela 2, para poder
maximizar la comunicación entre ellos a través de conversaciones dialógicas,
minimizando otros canales de comunicación menos eficaces, que hacen que algunos
trabajos se conviertan en una pérdida de tiempo hasta que se logra establecer la
comunicación.
Por otra parte, hemos comprobado que los equipos deben ser estables durante los
proyectos ya que es muy importante aprovechar el esfuerzo que ha costado construir las
relaciones interpersonales, acoplarse y establecer la organización del trabajo.
Stenhouse (1984), Kemmis (1988) y Magenzzo (1991), marcaron los beneficios de
la investigación en la labor docente, pues nos permite reflexionar sobre la práctica,
desplegar habilidades, ser autónomo y compartir su experiencia en contextos diversos.
Siendo la investigación una actividad social, la formación de docentes debe estar
contagiada por métodos que originen la interacción con la comunidad, por ello en estos
dos proyectos nos propusimos describirlos desde el punto de vista de las personas
350
involucradas, resaltando la importancia del aprendizaje cooperativo y el trabajo
interinstitucional en ellos. Y los resultados nos revelan la importancia de crear espacios
no convencionales de encuentro que permitan hacer interacciones con profesionales del
contexto educativo incluyendo las diferentes miradas.
El diseño desde el que se desarrollan los proyectos es la Investigación Acción, pues
como señala Sandín ésta pretende fundamentalmente: “propiciar el cambio social,
transformar la realidad y que las personas tomen conciencia de su papel en ese proceso
de transformación” (Sandín, 2003: 161).
Hipótesis 3ª:
La colaboración de artistas contemporáneos en el desarrollo de los
proyectos favorece la percepción de la educación a través del arte y rompe
el distanciamiento entre el arte y sus públicos.
Ha sido muy interesante recapacitar en torno al valor que supone introducir el arte
como instrumento educativo y la incorporación de artistas en el desarrollo de los
proyectos Ser de Huevos y Falla SOS. Consideramos que en el ámbito educativo existe
un espacio con una enorme cantidad de posibilidades de experimentación a través del
arte. La realización y el análisis de los dos casos propuestos nos han mostrado que es
posible realizar nuevas propuestas de acción y prácticas que en las usuales organizaciones
e instituciones se piensa que no serían capaces de llevarlas a cabo, lo que nos lleva a
argumentar que debemos explotar estos caminos y posibilitar nuevas estructuras. En los
dos casos hemos visto a lo largo de esta investigación cómo la percepción de la educación
a través del arte se ha utilizado para resolver problemáticas específicas desde un enfoque
creativo, participativo, y ha sido generadora de nuevos conocimientos. Y también nos ha
servido para representar de modo patente cómo determinados proyectos y problemáticas,
a partir de la actuación cooperativa con determinados artistas, pasan de la invisibilidad a
la implicación del resto de la comunidad y con extensiones institucionales. Asimismo
hemos comprobado que en los dos casos se produce el cambio esperado y en algunas
ocasiones también alguno inesperado.
Existen algunos museos y centros de arte contemporáneo, así como artistas, que han
puesto su atención en establecer nexos entre arte y educación. Por otra parte queremos
destacar que existen museos de arte contemporáneo, cuyos departamentos de educación
vienen desarrollando desde hace años distintas actividades educativas, bien de forma
autónoma o en colaboración con los centros educativos. Por otro lado hay artistas que han
mostrado su interés en la práctica educativa. En todo caso, hemos comprobado que el
hecho de conocer las prácticas artísticas contemporáneas influye positivamente a la hora
de realizar este tipo de actividades.
351
Por otra parte, las personas implicadas en los dos proyectos se han aproximado al
arte contemporáneo desde una vertiente más comprensiva y perceptible, de tal manera
que, año tras año, proyecto tras proyecto, se conseguirá reducir esa distancia existente
entre el arte más actual y transgresor y el colectivo implicado.
En estos dos proyectos hemos visto cómo reforzando la función pedagógica del arte
no como algo exterior al arte sino intrínseco a él se rompe el distanciamiento entre el arte
contemporáneo y las personas participantes. La clave está en que se construye con las
personas implicadas, y no es la institución contemporánea, a través de sus artistas, la que
atrae a su interior a un público que está afuera como preformado.
La educación a través del arte contemporáneo juega un papel principal en la
educación para mantener los nexos discursivos con la realidad. Debemos intentar
construir otros modelos educativos desde la revisión de las estructuras académicas ya que
supone un esfuerzo por concretar la educación con unos parámetros nuevos. La educación
como una práctica en la que las personas participantes asumen un punto de vista activo y
comprometido y con intersección con la realidad que les rodea, el contexto y los intereses
que implica.
Entender el arte también como un lugar de relación puede convertirse en una nueva
herramienta educativa que favorece que la experiencia y el hecho vivencial integren los
procesos de camino al hecho artístico, creando los equipos donde se establece el diálogo
y donde la idea de comunidad sirve para favorecer la construcción de espacios de
actuación.
En estos tipos de relación a través del arte cabe resaltar que la estructura de relación
de los equipos y entre las instituciones no ha sido jerárquica; surgen nuevas formas de
comprender la cooperación y el trabajo en equipo donde las estructuras son más libres e
independientes. Por tanto, cobra una fuerte importancia el contexto artístico, y no tanto
las instituciones implicadas, sino que el conjunto de elementos y personas que intervienen
han generado la capacidad suficiente para crear las estructuras de comunicación y de
metodología pedagógica para llevar a cabo los dos casos estudiados. En estos equipos han
participado desde estudiantes universitarios a artistas, y también familias, profesorado,
alumnado, representantes de las instituciones,… toda una comunidad con responsabilidad
para conseguir el desarrollo de los dos Proyectos planteados en esta investigación.
Nos encontramos con otros modos de entender la educación, hemos propuesto dos
proyectos en los que la colaboración de artistas ha supuesto convertir el trabajo colectivo
en un espacio de libertad para facilitar la cooperación. Dicha colaboración con artistas ha
hecho posible que todas las personas participantes tengan acceso a los hechos artísticos.
Se constituye un concepto, en los dos proyectos, que es que se accede a crear un trabajo
en común fundamentado en el diálogo y el intercambio, donde su desarrollo favorece el
fomento de relaciones más cercanas y horizontales. Escuela 2, como cooperativa de
enseñanza, plantea desde sus principios un modelo educativo menos jerárquico, donde el
352
alumnado tiene mucha capacidad y responsabilidad en la toma de decisiones sobre la
realidad.
Entendemos la educación como un diálogo multidireccional que necesita de los
distintos estamentos de la sociedad para construir colectivamente posibles modelos de
educación más vinculados a la realidad diaria. Se trata también de descentralizar los
procesos educativos al margen de los planteamientos pedagógicos habituales. La creación
de estos proyectos promueve otras fórmulas de construcción de conocimiento con la
colaboración de artistas, que ofrecen espacios de encuentro más próximos entre sus
creadores y participantes.
Hipótesis 4ª:
A través del desarrollo de proyectos cooperativos entre la universidad,
el museo de arte y la escuela educamos a través del arte.
El arte contemporáneo consigue favorecer significativamente una educación más
creativa, crítica, colaborativa, interactiva, participativa, cooperativa, democrática y
horizontal. Desde el llamado giro educativo15 se presta cada vez más atención a la labor
educativa tanto por los distintos colectivos artísticos, como por los museos a través de los
departamentos de educación, como en las escuelas. No obstante, las posibilidades de
prolongación de las prácticas artísticas en el procedimiento educativo estriban, en gran
parte, en el atrevimiento del profesorado por colaborar con museos y artistas. En los dos
casos presentados de esta investigación se analiza cómo ha sido posible la utilización del
arte contemporáneo como instrumento educativo, y más concretamente, cómo ha sido
posible llevarlo a cabo con el profesorado de infantil, primaria y secundaria en
coordinación con otros profesionales universitarios y con el museo.
Sin embargo, el atrevimiento de redefinición de las demarcaciones y las
capacidades de las instituciones artísticas hace que algunos museos y centros de arte
tomen la responsabilidad en los procesos de formación, y que apuesten por posturas
alternativas ante el inmovilismo de la pedagogía reglada. Nos encontramos en una época
en la que la enseñanza académica se ve cuestionada desde estructuras no-oficiales, el
museo de arte es un candidato a asumir un rol como lugar clave en los procesos de
aprendizaje y formación de las personas. Se convierte el museo en un contexto educativo
15
El giro educativo del campo del arte se ha pensado, en algunos casos, como compensación a una
educación excesivamente reglada en el resto de la sociedad, en la que la vertiente visual o plástica habría
sido progresivamente evacuada. A menudo, los museos e instituciones artísticas sienten que son ellos los
que deben rellenar ese vacío que se aprecia, cada vez con mayor claridad, en las escuelas de nuestro tiempo.
353
que, por su presencia en la trama social, programa una relación con la realidad más directa
que los ámbitos universitarios.
En nuestros proyectos ha sido determinante el papel del artista Adolfo Siurana que
ha entendido el arte como un espacio vital para la educación a través del intercambio y la
redefinición de los formatos educativos y que de algún modo obliga a la institución (Sala
Parpalló) a replantearse su modelo. A su vez la institución artística citada responde,
reacciona y participa del contexto artístico, interioriza ciertos comportamientos y los
tamiza a través de su maquinaria, no sin dificultades y con procesos de compromiso y
desarrollo lentos. Ofrecer la institución artística como el espacio para una educación
crítica serviría para generar un debate constructivo sobre los modelos educativos a partir
de sus opciones reales más allá de las bases de la educación clásica.
A modo de ejemplo queremos mencionar los proyectos Àlber y Educ-arte –
Educa(r)te (Jové et alt. 2012 y 2013) que se estructuran con la pasión, el propósito y la
política de cambio, afrontando la complejidad con planteamientos rizomáticos. El método
que se concreta en Educarte es la estrategia que permite la formación para todas las
personas implicadas en el proceso: desde la formación inicial de estudiantes de la Facultad
de Educación de Lleida a la formación continua del profesorado de la Facultad y la
escuela y las profesionales del servicio educativo del centro de arte La Panera.
Planteamientos enmarcados en modelos socioconstructivistas que valoran la cultura como
la base para la humanización y para la calidad de vida de las personas. Para ello utilizan
el arte contemporáneo como intermediario de aprendizajes y como herramienta de
formación y construcción de saberes.
Una red de aprendizaje debe permitir establecer colaboración y aprendizaje entre
instituciones culturales y educativas. Desde nuestra posición y tras el desarrollo de los
dos proyectos donde se implica a la universidad, el museo y la escuela convenimos en la
potencialidad de dicha relación y recapacitamos sobre la necesidad de pensar que la
relación de museos y docentes es un espacio de creación social donde es preciso concebir
una demanda de proyectos y objetivos acordes a los nuevos modelos de enseñanzaaprendizaje.
A partir de la investigación-acción concluimos que a la hora de comenzar una
colaboración entre instituciones hemos de explicitar y dialogar sobre intereses, motivos,
objetivos, expectativas, deseos, valores, problemas, necesidades, dudas, resultados,
significado de la colaboración, retos o dificultades que debe afrontar cada profesional
implicado. De esta manera pensamos que se ajustan los intereses y las expectativas a la
realidad y se permite promover la comprensión y confianza entre las culturas de cada
institución. Resulta mejor realizar la creación de los equipos y la programación a nivel
presencial ya que prefieren dialogar cara a cara por la rapidez e inmediatez de respuesta.
Aparte, cada vez que se planifican las acciones artísticas deben mediarse presencialmente
y aconsejamos que sea antes de empezar el proceso de enseñanza y aprendizaje, ya que
una planificación poco precisa provocará desconcierto entre las personas implicadas en
los equipos de las instituciones representadas. Nadie debe sentirse excluido.
354
Por tanto, consideramos que las razones para elaborar una planificación conjunta y
adaptada a cada proyecto de cooperación son las siguientes:
Para que posea una derivación satisfactoria para las partes implicadas.
Para aclarar lo que ofrece cada una de las instituciones, grupos y personas
implicadas.
Para evitar equivocaciones y restringir o salvar inexistentes posibilidades.
Para adaptarse a la institución o instituciones implicando otro modo de
desplegar los métodos de enseñanza y aprendizaje.
Para articular la demanda concreta, en un contexto concreto y así poder modular
el proceso educativo planificado.
Para saber cómo se desarrollará el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Para prever una educación en patrimonio tangible e intangible.
Los grupos cooperativos generados se han organizado y trabajado con el
microentorno pedagógico, con resultados muy positivos en el desarrollo de la enseñanza
del pensamiento. Se crean con el objetivo de un intercambio activo que genera
persistentemente ideas para corroborar, completar, explicar, progresar, desarrollar,
comparar e innovar distintas cuestiones en relación a los dos proyectos planteados,
favoreciendo así, una ideología activada por variadas y transversales relaciones y
composiciones que se despliegan en las personas implicadas en el proceso educativo, con
un pensamiento divergente y creativo, que brindan un rol protagonista en el aprendizaje
y que se estimulan de modo extraordinario desde el trabajo cooperativo.
El trabajo cooperativo posee una dinámica y un movimiento muy sencillo y
consecuentemente provechoso y muy adaptable a los procesos educativos. Su sencillez
figurada no permite imaginar la gran huella que ejerce en el avance del pensamiento, de
la creatividad y de la promoción de valores sociales que tiene como principio asombroso
y como lugar de nuevas ideas ofreciendo unas escapatorias pedagógicas ventajosas para
poder evolucionar las prácticas tradicionales y elevarse hacia espacios más prometedores
en el terreno metodológico y más gratificantes con las personas implicadas en los
proyectos y en su desarrollo pedagógico.
11.1.1 Confirmación de hipótesis de partida, objetivo general y específicos.
El tesón que tuvimos director e investigadora por generar una hipótesis de partida,
estimuló que esta apareciera aspirando a generalizar todos y cada uno de los objetivos
conscientes que en su momento teníamos. La hipótesis de partida era: ¿Conviene
establecer vínculos entre los museos de arte, la escuela y la universidad?
La hipótesis de partida se desplaza de hipótesis a conclusión exponiendo: Hemos
encontrado que es conveniente establecer vínculos entre los museos de arte, la escuela y
la universidad. Su justificación ha sido expuesta en el punto anterior tras la valoración de
las cuatro hipótesis explicadas.
355
En cuanto al objetivo general de la investigación, “Establecer conexiones
discursivas, prácticas, visuales y reflexivas entre las instituciones museo, escuela y
universidad”, hemos conseguido el objetivo general mediante la planificación y
desarrollo de dos proyectos educativos: Ser de Huevos y Falla SOS.
Y para finalizar exponemos los objetivos específicos y mostramos las evidencias
que justifican dichos objetivos:
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Mejorar la labor como docente.
EVIDENCIAS
La práctica reflexiva de la acción docente
de la investigadora ha evaluado su nivel de
desarrollo profesional, así como aquellos
aspectos que necesitan cambiarse.
Proceso de diálogo de comprensión y
mejora.
Sistematizar la práctica reflexiva a través
de la investigación en acción y el estudio
de casos.
Actualizar
creencias.
conocimientos
y desterrar
Rigor en el diseño.
Recurrir a la triangulación con personas
expertas.
Realización de proyectos viables y fiables.
Herramientas de autorreflexión.
Desarrollar un recorrido conceptual sobre la
temática de la educación en museos, escuelas
y universidad.
Desde las ciencias de la educación.
Desde el arte.
Inter y transdiciplinarmente.
Desde la investigación en acción y la
artografía.
356
Brindar elementos metodológicos que
permitan abordar la problemática de la
investigación museística y los espacios de
encuentro entre universidad, museo y
escuela.
Los aspectos metodológicos comprenden
la planificación y organización de los
procedimientos que se van a establecer
para desarrollar la investigación. Son los
siguientes:
Tipo de
explicativo
estudio:
Correlacional
y
Métodos de Investigación: Observación,
Inductivo, Deductivo, Análisis y Síntesis.
Técnicas para la Recolección de la
Información:
Entrevistas,
Diario,
Fotografías, Narraciones,…
Tratamiento de la información: Ideas
fuerza, triangulación de opinión y
narrativas.
Favorecer el desarrollo de competencias Información Primaria: Observación
profesionales vinculadas a la educación a participante y entrevistas.
través del arte.
Información Secundaria: Bibliotecas,
Organizaciones privadas y públicas,
Universidades, Internet,…
Propiciar un entorno apto para la Entorno educativo de Escuela 2, (espacios
discusión y el intercambio de experiencias, internos y externos), ciudad de Valencia,
avances y nuevos conocimientos en el Paterna, Sala Parpalló y Universitat de
ámbito de la vinculación de museos, València.
escuelas y universidad.
Diseñar y elaborar propuestas pedagógicas
y de comunicación enmarcadas en la
práctica profesional.
Modelo socioconstructivista
Desarrollar las bases que permitan
articular las propuestas conjuntas entre
las tres instituciones educativas.
Trabajo en equipo
Dos proyectos:
Ser de Huevos
Falla SOS
Metodología cooperativa
Aprendizaje en contexto
357
Plantear abiertamente las distintas líneas
de investigación basada en artes.
Investigación cualitativa
Investigación Acción
Estudio de Casos
A/R/Tografía
Abordar las complejidades de la Capacidad para describir, explorar y
investigación basada en artes (IBA) (Arts- descubrir, compartir y basarse en un
diseño de investigación inductivo
based research- ABR).
(múltiples significados).
Pilares básicos:
performativo.
Favorecer prácticas viviéndolas como
proceso artístico desde la escuela, de
manera que vinculen al museo y la
universidad.
Colaborar con artistas contemporáneos
como cooperantes en el proceso artístico y
creativo de la comunidad.
Mostrar y reflexionar los proyectos
realizados con el alumnado y demás
participantes a través de los cuales se
deriva la cooperación entre las tres
instituciones: museo, universidad y
escuela.
literario,
visual
y
A través de:
Caso 1: Proyecto Ser de Huevos
Caso 2: Proyecto Falla SOS
Ser de huevos: Adolfo Siurana y Loli Soto
Falla SOS: Adolfo Siurana, Manuel
Gamonal, Gemma Rupérez, María Santos,
Javier Carvajal,…
Estudio de Caso 1: Ser de Huevos
Estudio de Caso 2: Falla SOS
Imágenes
Publicación de Artículos
Comunicaciones en Congresos
Postgrado de Educación y Museos
Ser de Huevos: Adolfo Siurana – Sala
Parpalló – Comunidad educativa de
Establecer vínculos y suma de sinergias Escuela 2.
reales entre las diferentes instituciones
Falla SOS: Artistas – Universitat de
educativas.
València - Comunidad educativa de
Escuela 2 – Patrimonio cultural inmaterial,
Fallas Valencia.
358
Activismo creativo para plantear cambios
sociales. Hacer reflexionar e invitar a
Visibilizar una línea de acción docente
actuar. Cooperación educativa a través del
basada en artivismo.
arte. Romper normas y currículos
establecidos.
Proyectos artísticos – educativos.
Ecología humana y medioambiental.
Metodología por proyectos:
Favorecer, como profesora y gestora,
actitudes positivas y vínculos emocionales
a través de experiencias artísticas con el
contexto.
Teorías socioconstrucctivistas.
Generación de espacios de relación
y creación.
Producción artística horizontal y
democrática.
Aprendizaje dialógico y vivencias
compartidas.
Vivencia como forma de arte.
Investigación narrativa.
Arriesgar con un tipo de investigación más
artográfica
como
posicionamiento
metodológico de esta tesis doctoral
favoreciendo la consolidación de este
modelo de línea de investigación.
La acción artística activa el proceso de
reflexión.
Investigar en el mundo a través de un
proceso continuo de creación artística.
Prácticas interconectadas y tejidas para
crear significados.
Investigaciones y tesis consultadas.
Búsqueda, divulgación y visibilización de
pensamientos y teorías de expertos y
expertas, tanto los entrevistados como los
consultados.
Libros digitales y en papel.
Artículos y comunicaciones.
Entrevistas a personas expertas.
Entrevistas a profesorado y alumnado.
Cuerpo teórico de esta tesis.
Grupos cooperativos.
Tabla 11. Objetivos específicos y evidencias
11.1.2
El rastreo del quid de la cuestión. Pensar con personas expertas.
Estos pensamientos que hoy se transmiten emergen de lo que puede designarse
como un viaje de investigación hasta llegar a este texto serio acerca de una gestión o
dirección de las instituciones analizadas, museo, escuela y universidad. También son la
359
consecuencia de sintetizar varios años de gestión y reflexión, en gran medida gracias a
las personas que son significativas y participantes que me han ayudado a aclarar mis
opiniones y también por la trayectoria como profesora y en los puestos de dirección y
gestión.
La escucha y visualización de las entrevistas provoca en la investigadora la
necesidad de escribir sobre las experiencias en las instituciones educativas. Y rescata
preguntas que se formulaba desde que inició su rol de profesional vinculada a la
educación; preguntas acerca del contexto seleccionado por ella, en aquel tiempo, para ser
docente en el ámbito de la educación artística. Su interrogación apuntaba a investigar el
quid del beneficio científico de esta área disciplinar: el arte. Quid al que más adelante nos
referiremos.
El gran desafío de esta investigación reside en componer lo que recogemos
disgregado en la palabra de expertos y expertas de las tres instituciones, museo, escuela
y universidad, pertenecientes a puestos académicos y organizativos, así como entrelazar
los dos casos estudiados como dos proyectos que se vinculan con la investigación
propuesta.
Acabamos nuestro camino con el propósito de continuar indagando, en el cruce
entre práctica y teoría, nuevas perspectivas que nos permitan construir, en marcha, una
práctica escolar, museística y universitaria que logre dejar rastros, marcas, huellas y que
no se desperdicie en el sencillo recorrido.
En el encuadre de nuestro presente proyecto de investigación hemos encontrado
que en diversas escuelas, museos y universidades se están efectuando prácticas que
facilitan diferentes sentidos.
Los estudios de casos y el desarrollo de los dos proyectos dan sentido y respuesta a
las necesidades sociales y culturales de una nuestra época, planteando articulaciones con
el presente, con las instituciones, tomando como referencia la vida. Esto genera interés
en quienes participan de la actividad y los involucra en el trabajo. Otro elemento relevante
es la participación en la producción colectiva de una obra a partir de la interacción y
colaboración para promover nuevos aprendizajes. Numerosas investigaciones han
demostrado en los últimos años la importancia de las interacciones entre las personas
durante el proceso de aprendizaje. Entre los procesos que se desarrollan en estos contextos
de aprendizaje donde existen vinculación entre instituciones y que generan repercusiones
favorables en el aprendizaje se destacan los siguientes: comparación de puntos de vista,
colaboración, técnicas a compartir, solicitar, ofrecer y recibir ayuda, constituir junto a
otros y otras.
Retomando el tema del estudio de casos, la historia que relatan y sus vínculos
institucionales, expresan y hacen entender la preocupación sobre la identidad profesional
que ha tenido la ocasión de perfeccionar, analizar e indagar la investigadora a sí misma
junto a otros y otras. El reto en esta investigación consiste en crear un rol diferente sin
360
desconocer la formación y práctica existente hasta la actualidad, pero considerando lo
nuevo.
La conformación de grupos de trabajo con representación de las tres instituciones
también nos permitiría mantener imaginativamente, en tensión activa, dos términos, la
educación y el arte, para conseguir una síntesis: la educación a través del arte. Se trataría
de promover una gestión mixta con ocupaciones y compromisos distintos, lo que
implicaría escucharse, intercambiar y promover de manera vinculada desde tres
instituciones a favor de un mismo fin. Educar a través del arte.
De este vínculo ente organizaciones se desarrollará el método más eficaz para
perfeccionar y promover los principales contextos expresivos y científicos junto al
alumnado, un conjunto institucional donde los acuerdos aúnen las diferentes
transmisiones, talantes e inflexiones con un único fin, la formación de personas a través
del arte.
Las tres instituciones educativas deben estar al servicio de la función de
coordinación de un proyecto donde el arte y la educación se unifican. La función que
cumple esta coordinación nos ofrece la posibilidad de estar en un laboratorio activo de
interdisciplinariedad, de unión de diferentes discursos disciplinares, de realización de
experiencias diversas y de particulares intercambios que transitan por caminos de la
educación y el arte, la docencia y la investigación.
A su vez la investigadora aporta a esta investigación sus conocimientos y
experiencia sobre puestos de dirección y profesora en la escuela y en la universidad
trasladándolos desde el desempeño de su gestión, que aúna la comprensión teóricopráctica, conjugando lo académico y lo organizativo.
A su vez, la mirada institucional acerca de esta investigación nos permite, como en
un laboratorio natural, comprender los períodos futuros donde los paradigmas educativos
nos proporcionen un enfoque más amplio de las complicadas situaciones de las
instituciones.
Esta tríada, escuela-museo-universidad, está atravesada por áreas diferentes: el
saber y el arte, la formación y la profesión, el restablecimiento y la suspicacia, la práctica
y lo educacional, lo individual y lo colectivo. Exigiría renuncias a favor de lo diverso, lo
interdisciplinar, lo diferente.
Mezclas profesionales en donde se discute por las pequeñas presunciones, tras
ocultaciones fundadas a veces, y otras sin ellas.
Tradiciones, actos diarios, códigos diversos se entretejen en la vida habitual de
docentes, estudiantes y no docentes en el espacio físico. Uniones de subculturas en un
igual espacio y tiempo institucional con una actitud de acontecimiento de las leyendas
que sostienen las experiencias docentes, de estudiantes y de gestión. Demanda:
361
organización, revisión, abrir la puerta a la creatividad y promover estructuras de
prosperidad.
El objetivo es favorecer la creación de una cultura madura en la organización, con
las peculiaridades de cooperación ineludibles para la evolución y el progreso
continuamente coherente con el acatamiento por las reglas lógicas, eliminando la cultura
de dominación que provoca retrocesos infecundos e imposibilita la democratización y la
socialización.
Ello requiere pensar y proceder sobre la intersección de los múltiples cruces de las
tres instituciones, universidad, museo y escuela, considerando que la educación a través
del arte es una formación interdisciplinar que desarrolla una capacidad básicamente de
tipo humanista, que incluye una comprensión del ser humano en su perfil biológico,
psicológico y social y de la acción experiencial y profesional concreta.
Es fundamental reconocer la profesión de docente no como una cuestión
exclusivamente técnica por más que realicen su trabajo desempeñando un rol limitado en
el equipo interdisciplinar en el cual estén ubicados. El fin es que durante los períodos de
formación se fomente y propicie el sentido de ser ellos mismos y de ser con otros y otras.
En esta línea mostramos el reto creativo de favorecer el proyecto de las tres
instituciones y de crear equipos profesionales con perfiles diversificados.
¿Cómo hemos logrado este reto? Con un ideal unificado, cohesionado, que es la
educación a través del arte fundada por una convergencia intercultural de las distintas
instituciones de la investigación y encajada tanto en la práctica grupal de cada institución
como en la concordia profesional; apreciando el ineludible soporte institucional,
cooperando en el trabajo, con actitudes y sentimientos de respeto y poniendo en valor a
las y los compañeros de trabajo; asimismo disfrutando con los sentimientos de práctica
personal en cuanto al rol profesional de educadores y educadoras a través del arte.
11.1.3
Movimiento tras movimiento, rastro a rastro.
Poco a poco, lentamente, gradualmente... hemos desarrollado un camino trazado
evocando la correlación de proyectos, estudios de caso, encuentros, aportaciones,
acciones y experiencias que han ido dando forma progresiva a este trabajo de
investigación. Pero pretendemos establecer un lazo más en dicha investigación,
relacionándola con la acción que alcanza ir dejando rastros de modo consciente y
plásticamente, como recurso notable de los proyectos realizados, en la cual surge la
expresión de rastro a rastro. Esos movimientos (proyectos/casos) que han dispuesto que
aparezca el rastro de las personas e instituciones que participaron en su realización no son
otra cosa que la manifestación de un colectivo de personas capaces de dejar huella en la
relación que los proyectos establecen con su entorno por el hecho de ser y existir. Pero
las personas e instituciones que nos han acompañado en esta investigación no son solo
aquellas que han dejado su rastro plástico en cada contexto de acción, sino que además
362
hay multitud de personas que han ayudado en esta investigación, cuyos rastros surgen de
otro modo inseparable a lo largo de la escritura de esta tesis, en las contribuciones y
reseñas proporcionadas, e incluso en la reflexión que nos traslada a este lugar, en la cual
la expresión de las ideas y planteamientos también de las personas expertas entrevistadas,
rastro a rastro nos transporta despacio y gradualmente al encuentro de las conclusiones.
La diversidad de aportaciones ha sido uno de los aspectos más notables en el
recorrido de la investigación. La cooperación entre las personas e instituciones, como
hemos mostrado a lo largo de la extendida redacción, ha sido la energía que, en muchos
momentos, ha conducido y guiado desde el inicio hasta el fin de la investigación.
Cooperaciones como la forma, en que en muchas ocasiones, hemos conectado con cada
persona experta, con cada institución, con los colectivos, también es el descubrimiento de
un libro que contribuye con la idea o la propuesta a colación de un pensamiento en el que
estábamos inmersos. La visión y la intuición son las que nos han advertido del encuentro
de relatos en fuentes únicas. Son las que nos han auxiliado para hacer fluir las
concordancias que se han proporcionado durante el camino desarrollado a esta
investigadora como profesional del arte y de la educación, confiando en cada proyecto,
permitiendo la libertad de acción y gestión en los talleres estimando cada derivación.
Ampliar la visión es lo que nos ha permitido confiar en la investigación que estábamos
haciendo.
Hemos aprendido a apreciar, estimar, reflexionar, sobre las aperturas
metodológicas. Huecos, vacíos, meandros, curvas, giros, en los que se incorporan
cuestiones poco reconocidas en las enunciaciones de las diferentes metodologías
legítimas para producir una investigación, con dos estudios de caso, con entrevistas a
personas expertas, con un punto de vista artográfico, realizando un proyecto de
indagación pedagógica, social y artística.
Estados morales y de ánimo, prácticas acostumbradas, encuentros impensados, se
exteriorizan en esta tesis intrínsecamente a los metodologías manejadas en el momento
de crear, proyectar, desplegar y rematar la investigación, constituyendo parte de nuestro
modo de descubrir, a partir de nuestro modo de percibir y ver, y principalmente a partir
de donde nos situamos para constituir nuestra mirada. Finalmente, todo ello forma parte
de la metodología plasmada.
Es necesario descubrir la perspectiva pedagógica y el enfoque cooperativo de esta
tesis, entendiendo por perspectiva pedagógica la producción de identidades individuales
y colectivas. En esta dirección, la investigación que hemos desarrollado proyecta
experiencias lúdicas, artísticas, comunitarias y estéticas a partir de la cuales se consigue
promover relaciones personales e interpersonales, relaciones institucionales en las que
exploramos nuestras características y particularidades que nos hacen únicos y a la vez
más humanos. Un talante de acción artística cuya noción no transita en un único sentido,
lo hace bilateralmente y también multidisciplinarmente.
363
Por un lado, las personas participantes viven y cooperan en unas experiencias de las
que extraen un sentido determinado, que conecta con todo lo que se plantea y acuerda el
desarrollo de los proyectos. Y por otro lado, las reflexiones consecuencia de cada
experiencia, cada entrevista, cada colectivo, la visión de los resultados, su disposición a
lo largo de esta exposición y la elaboración de la forma de la misma, presumen la
comprensión y aprendizaje en primera persona como artógrafa y que por prolongación
deja rastro en todas las personas que han participado de modo activo de esta investigación
y también en aquellas que lo lean. Desde esta visión, nos atrevemos a decir que este
compromiso deriva en un modelo de acción artística pedagógica.
11.2 Se podría…
Pensamos que es muy importante, para el incremento de los espacios educativos en
los museos, investigar, publicar y compartir con los profesionales y las profesionales los
métodos y suscitar el análisis teórico y práctico. Tenemos la responsabilidad de difundir
los conocimientos generados en el ámbito universitario, escolar y museístico.
Consideramos que la universidad como institución tiene el cometido de
aproximarse a los valores fundamentales de la sociedad y el lugar al que pertenece, y
también debe tener las subsiguientes finalidades:
la educación integral de la persona.
la formación profesional y técnica, el desarrollo de la investigación, el
desarrollo de la cultura a un nivel elevado y libre y la seria integración de las
personas en la sociedad y comunidad en la que viven, dentro de una moderación
de independencia y de armonía democrática entre profesorado y estudiantes.
la propagación del saber privilegiado sobre las inseparables capas que conforman
la sociedad, a través de apropiados eventos de extensión cultural.
La Universidad como “morada de elevados saberes” se supone que genera cultura,
y que debe de transferir su saber a la comunidad no científica, para que esta se adapte a
ella. La sociedad tiene el derecho a esta cultura, es parte de sus derechos humanos y las
instituciones oficiales y públicas debemos crear los procesos y medios que aseguren el
camino.
“El contenido principal de estos derechos culturales es el reconocimiento
a todo ser humano a participar en la vida cultural de la comunidad”. (Bayardo
Rubens, 2008: 31).
Preocuparse en nuestra universidad es creer que está en el mundo, en el país y en
su territorio, contribuyendo a sus progresos, educando, promoviendo y trasladando
culturas e integrándose en la sociedad que la forma y de la que forma parte y se
sustenta, favoreciendo la reflexión crítica y propositiva, para incidir en los cambios
sociales necesarios mediante la enunciación de contestaciones alternativas. Es
imaginarla comprometida con los paradigmas del avance humano sostenible, la educación
continua, la cultura de la paz, el respeto, la actuación de los derechos humanos y la
democracia, la educación en valores y la tolerancia, con la perspectiva integral de la
364
inclusión, fundamental para el movimiento social; y comprometida con la elaboración
y la transferencia de conocimientos competentes para favorecer su progreso.
Consideramos que pensar en la universidad es reconocerla dotada de un carácter
científico/tecnológico progresista que permita construir una identidad planeada y
congruente con su época y las postulaciones del futuro, buscando permanentemente
consensos a partir del debate y la unificación de los diferentes enfoques.
Pensamos que es primordial que la cultura que se genere en la universidad y en la
escuela no permanezca enclavada en los claustros universitarios o escolares, debe
alcanzar a la mayor cantidad de público posible. Asimismo, es importante no limitar el
desarrollo y valoración por parte de las universidades de las experiencias
extracurriculares de colaboración entre equipos universitarios y comunidades y
organizaciones sociales. Sería posible la configuración de equipos multi e
interdisciplinares, constituidos por docentes y estudiantes de diversas disciplinas, en
diversos contextos sociales, desarrollando experiencias con la universidad las cuales,
según los casos, son conceptualizadas por sus protagonistas en términos de extensión,
vinculación social, aprendizaje-servicio, investigación-acción, o voluntariado.
Experiencias que se podrían realizar con el apoyo de programas de voluntariado
universitario.
La investigación nos permite añadir que estos tipos de experiencias no solo
contribuirían a mejorar la calidad de vida de determinados sectores sociales, sino que
también mejoraría la formación profesional ofrecida por las universidades, así como
posibilitaría la calidad de la investigación que realizarían dichos equipos. Es importante
que estos tipos de actividades cuenten con la correspondiente valoración institucional, por
lo que es necesario que las universidades y los organismos de evaluación incluyan estas
modalidades de trabajo como un elemento importante de los planes de estudio y se le
otorgue una mayor valoración en las políticas de investigación y de carrera docente.
Permitirnos esto posibilita un doble beneficio: para la comunidad que accede a
este conocimiento y para las y los académicos que podemos enriquecernos de la
interacción con la comunidad.
Los museos también son fundamentales para poder llevar adelante esta tarea. Para
conseguirlo de modo efectivo es primordial conocer a las personas visitantes, estar a la
escucha para satisfacer sus necesidades y ser sensibles a sus contestaciones. El museo es
un mediador fundamental para recapacitar sobre la responsabilidad y el rol social del
investigador. Las investigaciones que no se sitúan en considerar a la sociedad y
permanecen cerradas en los espacios sabios, apartan al intelectual de su comunidad y
restan sentido a su labor profesional.
Los roles de difusión y educación de los museos no se agotan en sí mismos, ya que
consideramos que dejan el lugar accesible para la discusión y la crítica que admite el
cambio firme de las premisas básicas de la antropología.
El departamento de educación del museo deberá valorar las actividades didácticas
y culturales de los proyectos concretos para las escuelas y otras entidades de la comunidad
educativa. Se responsabilizará de planificar y elaborar el material de soporte pedagógico
y de las salas de exposición. Para ello es muy importante la formación de un equipo y de
un procedimiento de trabajo para dar a conocer el museo y atraer visitantes.
365
Pensamos que la atención al público escolar es fundamental ya que de este modo se
puede llegar a una cantidad importante de niños, niñas y jóvenes. Si desarrollan una
práctica significativa de aprendizaje, eso atraerá en próximas ocasiones a miembros de su
familia al museo. La base de esta idea es poder cambiar la imagen del museo y poder
mostrar un museo accesible a la comunidad.
Consideramos que los centros escolares son un público fundamentalmente
significativo para el museo por muchas razones:
están muy motivados, convencidos del provecho inmediato del museo como
herramienta extraescolar que prepara el aprendizaje.
el profesorado piensa que la educación en los museos es un instrumento
importante para enriquecer su proyecto educativo.
la visita al museo puede brindar recursos para descubrir conocimientos, para
aprender a través del descubrimiento, o relativos a las condiciones espaciales.
la cultura y la tecnológica principalmente enraizada entre los más jóvenes a
menudo no sólo se genera en la escuela, sino además dentro de otros contextos.
Opinamos que una metodología eficaz en la transferencia de saberes debe basarse
tanto en la dimensión cultural y artística como en el aprendizaje participativo.
Uno de los fines fundamentales del museo es crear los vínculos con la comunidad,
con las escuelas y la universidad y fortalecer los que ya existan. Para acometer este fin se
deben generar propuestas educativas (proyectos, talleres, cursos, etc.), que cuenten con la
participación de personas externas al museo, quienes también coordinen y gestionen las
diferentes actividades. Eso permitirá aumentar la oferta de actividades teniendo en cuenta
las sugerencias de los y las maestras o profesorado universitario, incluso otras tipologías
de visitantes. Con este tipo de oportunidades nos permitiremos otro tipo de experiencias
de trabajo en equipo con el objetivo de formar equipos multidisciplinares. Pensamos que
la conformación de estos nuevos equipos posibilitará concebir nuevas propuestas que
reflejarán los diferentes saberes de sus componentes.
Estas cuestiones permitirán desarrollar una propuesta educativa que conducirá a
generar nuevas estrategias educativas que también se podrán ofrecer a docentes con el fin
de brindarles saberes sobre los temas posibles a abordar en el museo.
La didáctica del museo debe ofrecer actividades lúdicas recreativas y pedagógicas
al alumnado con el objetivo de complementar sus procesos de enseñanza y aprendizaje.
Para ello es fundamental desarrollar las actividades teniendo en cuenta las edades de sus
visitantes.
Con respecto a tender vínculos estables con las universidades, existe la posibilidad
de ofertar un mayor número de prácticas al futuro profesorado para conocer y participar
en las actividades del área o departamento educativo del museo. Concretamente en los
Grados de Maestro/a de Infantil y Primaria no está abierta la posibilidad de realización
de prácticas curriculares ni extracurriculares en estos ámbitos.
Entendemos que la vinculación de museos con las escuelas debería ser a través de
proyectos y de políticas educativas a través de las Consejerías de Educación. Tender
puentes entre el museo y la escuela con programas o proyectos específicos permitiría
trabajar en un encuentro mensual con el profesorado pudiendo así conocer y planificar la
366
visita al museo. Este espacio posibilita conocer los cambios curriculares, las
problemáticas de las escuelas y los intereses que muestran las y los docentes al traer a la
clase al museo.
En la indagación por fortalecer la relación con las y los docentes, debemos de
empezar por valorar las experiencias que nos ofrecen los museos, por lo que pensamos
que se deben incorporar la evaluación de la visita por parte del educador/a y del docente
compartiendo puntos de vista y así aportar nuevas estrategias para desarrollar
conjuntamente mejoras cara al futuro. Otro tema a reconsiderar es la mejora de la atención
de los docentes posibilitando trabajar de manera personalizada.
Es importante realizar propuestas bajo diferentes formatos: rincones, visitas y
talleres,… y dar continuidad a los encuentros. Es necesario reformular las propuestas.
Con respecto a la formación ofrecida, consideramos que esta serie de acciones
puede acortar distancias y brindar el espacio de formación presencial o virtual.
Hacemos una exposición a continuación de objetivos que consideramos deben
proponerse en sus programas educativos los museos:
Investigar sobre el público real para renovar los servicios educativos y atraer
nuevos y nuevas visitantes
Comunicar la importancia de conocer y proteger el arte y la cultura
Descubrir al visitante la diversidad cultural en el presente y el pasado
Capacitar y formar a los trabajadores de centros patrimoniales sobre educación
en museos
Cooperar con otras áreas del museo para crear proyectos
Estrechar vínculos con otras instituciones para pensar y diseñar el museo.
Pensamos que la idea de trabajar con otros profesionales es algo que nos permitiría
socializar los saberes investigados en el espacio académico universitario y resignificarlos
con el colectivo humano involucrado a partir de las expectativas, posibilidades y
búsquedas.
La educación museística y patrimonial favorece el desarrollo de las competencias
cognoscitivas, instrumentales y, sobre todo, de las competencias socio-emocionales,
esenciales para la construcción de la identidad personal y profesional. Las experiencias
artísticas provocan el desarrollo de capacidades emocionales, científicas, imaginativas,
estéticas, perceptivas y sociales. Estas funciones se adecuan a los fines pedagógicos de la
enseñanza como el desarrollo completo de la personalidad, del espíritu constructivo, del
sentido crítico, de la creatividad, del espíritu de cooperación, de la responsabilidad, de la
solidaridad y de la tolerancia. Es necesario concretar los modos para el desarrollo de las
competencias socioemocionales y comunicativas que favorecen la calidad de la acción
docente.
Para cumplir estos fines es oportuno desarrollar programas educativos que hagan
que la estancia en el museo del visitante escolar sea una experiencia de aprendizaje en
donde se posibilite que interactúen saberes cotidianos y conocimientos científicos, un
lugar donde sus visitantes puedan vivenciar, conocer y explorar la cultura material y el
367
patrimonio intangible de la sociedad actual, en diferentes tiempos y espacios de nuestro
mundo más próximo y más lejano.
Para dichos viajes de aprendizaje consideramos muy importante plantear algunos
ejes que nos ayuden a desarrollar las experiencias del museo. Estas temáticas deberán
estar orientadas a explorar las relaciones entre lo que aprenden en la escuela o la
universidad y los grupos humanos y su ambiente.
También deben existir propuestas que tengan por objetivo la posibilidad de brindar
espacios de recreación y de aprendizaje donde niñas y niños puedan realizar producciones
artísticas inspiradas en la temática tratada.
No podemos olvidar que también es necesario completar con actividades como
charlas a cargo de investigadores de la institución o de instituciones externas, talleres de
vacaciones, intervenciones callejeras, etc.
La extensión de los museos requiere de programas de articulación, en donde se
establecen vínculos entre el museo, la escuela, la universidad y otros espacios sociales y
actores de la comunidad. Estas bisagras pueden de surgir a partir de acciones que se
desarrollen en el museo, de contactos previos con el área. Este vínculo nos permitiría
desacralizar al museo y sus colecciones y aproximarlo a la comunidad. Es decir, el museo
va a la comunidad buscando reducir las distancias.
Un punto importante a tratar es la creciente demanda de capacitación y la necesidad
formativa del profesorado y profesionales en este ámbito con reconocimiento de las
Consejerías y servicios formativos de las universidades. Para ello es necesario generar
programas en los que consten los planes formativos y también planes de asesoramiento,
desarrollar cursos formativos en las instalaciones del propio museo y que estén
coordinados por profesionales especialistas en las temáticas a abordar.
Pensamos que es necesario desarrollar Proyectos como medio para crear itinerarios
por los bordes de un encuentro posible entre mundos diversos, planteando que un trabajo
conjunto y cooperativo pueda crear tendencia para que el profesorado y la comunidad
educativa se vinculen al museo como un espacio importante en la construcción del
conocimiento y los procesos de enseñanza y aprendizaje, lo que favorece a su vez el
encuentro entre la mochila cultural propia del alumnado y de sus comunidades y los
objetos y saberes específicos que les proporciona el museo.
Estos proyectos podrían crear una base de intercambio de conocimientos
especializados entre las instituciones con el fin de identificar una plataforma para el
trabajo común entre las escuelas, las universidades y los museos para favorecer la
trasmisión de los saberes en educación patrimonial. Además, los proyectos pueden
constituir un instrumento con el que fortalecer la importancia de los museos como
recursos educativos conducentes al aprendizaje del alumnado y al desarrollo profesional
del profesorado, y consecuentemente, están predestinados también a recalcar el rol de los
departamentos educativos existentes en los museos como una parte importante dentro de
dichas instituciones, y a subrayar la necesidad de formar personal docente especialista
entre las y los educadores de museo.
Necesitamos una transformación institucional y organizativa tanto de los museos
como de las universidades y de las escuelas para afrontar el cambio de época en el que
368
vivimos. Debemos identificar las estrategias necesarias para hacer de la vinculación de
estas tres instituciones un espacio con una enérgica orientación interactiva en la educación
y un escenario adecuado para un aprendizaje tanto formal como informal.
Para atender a los desafíos del mundo contemporáneo, los museos y centros
culturales deben poder ellos mismos convertirse en espacios plurales y abiertos a una
continua construcción de significados. Esta premisa se constituye como la tarea
fundamental de un área educativa en una institución cultural.
En esta dirección, las elaboraciones artísticas contemporáneas proporcionan y dan
lugar a espacios de participación y a incertidumbres más que a certezas. Para
aproximarnos a la comprensión de estas elaboraciones debemos apelar a una nueva
concepción de enseñanza con resultados no programados. Por otro lado, cada museo y
centro cultural tiene su propia política institucional y está inserto en un contexto social y
cultural específico. En este sentido, los modelos de gestión pueden ser múltiples, como
también pueden serlo los modelos pedagógicos así formulados a partir de la propia
práctica.
En la actualidad la cultura visual es uno de los componentes más importantes de la
memoria histórica (Navarro, 2011). La cultura museística se diferencia de la escolar y la
universitaria en muchos aspectos, en los ritmos de aprendizaje, la interactividad con la
obra, los espacios de trabajo, las actitudes desarrolladas, etc. Pero convergen en un punto
común: los servicios pedagógicos. La función de los museos está siendo reformulada,
desmitificando la idea de la vaca sagrada del arte, convirtiéndose no sólo en contenedores
y expositores de colecciones sino también en creadores artístico-culturales, siendo
auténticos dinamizadores y formadores del pensamiento crítico de la cultura visual. Se
busca la ruptura de la persona espectadora pasiva, dando paso a la constante participación
interactiva con la obra artística.
Los museos, centros culturales… espacios de educación no reglada, cada vez más,
están poniendo en marcha programas escolares y universitarios, que se adaptan, en la
medida de lo posible, al currículo y que intentan diseñar estrategias desde enfoques
dinámicos, innovadores y participativos.
El museo debe estar atento a las demandas presentadas por sus posibles socios,
escuelas y universidad, para posibilitar valorar nuestro patrimonio tanto tangible como
intangible a través de la realización de trabajos de investigación y rescate del valor
patrimonial de su comunidad. En este sentido, consideramos que desde un enfoque
multidisciplinar resultaría más fácil y atractivo conocer, conservar y difundir el
patrimonio local y global con el fin de dar soporte a la sociedad presente con su memoria
y su identidad.
La representación ramificada del proyecto de museo debe estar centrada en la idea
general de servicio, basada en:
la educación del patrimonio tanto tangible como intangible en relación directa
con las comunidades
la investigación
la difusión de sus resultados a la sociedad.
369
Esta idea de proyecto museístico propuesto se encuadra entre dos ámbitos que
potencian el desarrollo del museo: la investigación y la educación. Es así como los museos
se pueden plantear el objetivo de ser agentes de cambio social y desarrollo.
Cabe la posibilidad de crear un laboratorio de investigación museística y cultural
con el objetivo de organizar las fuentes de información y efectuar un estudio sistemático
de las políticas de cultura, la investigación y la programación del desarrollo cultural. Para
realizar este tipo de acciones es necesario que existan compromisos institucionales.
Desarrollando acciones de docencia e investigación desde esta perspectiva se pueden
seguir desplegando estrategias de acción conjunta que contribuyan a la formación de
profesionales incluidos los departamentos didácticos de los museos, el profesorado de los
museos y profesionales investigadores de las universidades.
Sería extraordinario poder conocer las perspectivas, peticiones, costumbres, valores
y usos atribuidos por los visitantes al museo, proporcionar al museo la información acerca
de sus visitantes para así poder mejorar la calidad de su gestión y servicio, así como
comparar las representaciones que tienen los visitantes antes y después de su observación
y participación.
Brindar al alumnado de los grados de áreas afines a la actividad que se desarrolla
en los museos, así como a los estudiantes de magisterio, o de titulaciones que puedan
aportar conocimiento didáctico, un espacio para la práctica profesional permitirá el marco
para que conozcan las políticas culturales, practiquen profesionalmente y se incorporen a
un espacio de cultura y futuro profesional.
Pensamos en los museos como espacios que deben ser accesibles a la confrontación
de opiniones, lugares para el aprendizaje, y sobre todo, espacios que permitan a los
investigadores mostrar los resultados y /o evoluciones de su trabajo y que posibiliten a la
sociedad el acceso a esa información para incorporarla, recapacitar sobre ella, criticarla y
crear lugares de cuestionamiento.
En estos tiempos de incertidumbre surgen nuevas demandas en los currículos
escolares y es muy probable que también sigan apareciendo nuevas demandas por el
avance de las nuevas tecnologías. Para dar respuesta a estos retos sería necesario la
constitución de equipos de trabajo estables con flexibilidad para nuevas incorporaciones.
Es preciso un cambio de paradigma en la educación del arte y la preparación de un
currículo diferente y adecuado a la situación. Haciendo un análisis de las teorías de la
postmodernidad, con su carácter apropiacionista y ecléctico, su nueva idea del tiempo,
sus nuevas epistemologías, su ruptura con el carácter centrado en la persona, la pérdida
de mitología del arte moderno, la entrada de la discordancia en el arte, la multiplicidad
de lecturas posibles, y sus vínculos con los perspectivas multiculturales del currículo se
deben identificar las características que debe tener el currículo postmoderno. Se trata de
extraer derivaciones prácticas para la enseñanza del arte, cuyo propósito es favorecer la
comprensión y recuperación del horizonte social y cultural.
La estabilidad del equipo de trabajo permitirá tener continuidad en los trabajos
comenzados, capitalizando la formación y los saberes generados con la experiencia diaria.
Asimismo facilitará profundizar y cimentar las reflexiones y preocupaciones sobre la
educación patrimonial y museística que podrán plasmarse en conferencias, ponencias,
370
publicaciones y exposiciones en congresos científicos. Todo esto consideramos que
provoca una alta calidad de los servicios y de las propuestas educativas que reciben los
visitantes del museo, y crea relaciones directas con la comunidad.
A modo de conclusión mostramos las claves que, tras la investigación,
consideramos más importantes para la realización de las visitas a museos:
Hace falta aprender de la realidad para innovar en el currículum y nuestra
percepción como profesorado debe aprovechar los potenciales integradores,
multiculturales e inclusivos de las áreas curriculares.
Los objetivos y contenidos que nos encontramos en los museos se superponen
y se interseccionan, es una perspectiva que tiñe cualquier área curricular o
proyecto interdisciplinar, cualquier actuación educativa.
Es una herramienta que nos hace posible sensibilizar al alumnado hacia la
comprensión de las distintas manifestaciones que adquiere un fenómeno, el arte.
Utilizamos el arte como un lenguaje, como un sistema de comunicación, como
práctica social, como ideología, incluso como necesidad, como mediación,
como experiencia, ...
Valoramos la experiencia como base en los descubrimientos felices e
inesperados, el encuentro fortuito, el paso de una exposición a otra, la
observación, el compartir comentarios ocasionalmente.
Nos permite trabajar con el mundo y con un vocabulario diferente
Consideramos que es un desafío moral, ético y social cuando el profesorado elije
una exposición a visitar. Deben plantearse la selección de temas y valorar qué transmiten
las visitas a museos. Se debe trabajar con diferentes patrones morales, cumplir con normas
éticas y responsabilidades específicas. Es importantísimo como profesora valorar los
comportamientos y prácticas.
Otra cuestión a tratar en estas conclusiones es que toda educación, sea del ámbito
museístico, escolar o universitario, es educación en valores. Toda educación es educación
crítica, toda educación es educación para vivir; para vivir mejor, más gente, más tiempo.
Con las visitas o vinculaciones a museos podemos conseguir:
Desarrollar una aproximación sensorial al patrimonio: educación de la mirada,
de la escucha, del tacto…
Incitar la interrogación y fomentar la curiosidad
Desarrollar una competencia comunicativa para transmitir las ideas a través de
la creación
Educar para la diversidad cultural, en la tolerancia, en el mutuo respeto
Estimular el descubrimiento de los medios y de las nuevas tecnologías de la
comunicación
Además permite poner en práctica todo tipo de procedimiento y destrezas, es decir,
una serie de ventajas educativas:
observación directa e indirecta
371
trabajo de campo
diseño y realización de producciones con materiales y técnicas distintas
estrategias de interpretación
capacidades de evaluación y comunicación
actitudes de reflexión, conservación, sensibilización, tolerancia, pluralismo y
valores de multiculturalidad
Consideramos que además desarrolla estrategias y capacidades como:
•
•
•
•
•
•
•
la expresión de las propias emociones
la toma de decisiones y opiniones
la interdisciplinariedad y transdisciplinariedad y el trabajo en equipo
la familiarización con oficios tradicionales y con las nuevas tecnologías
la conexión con la cultura, la función y la época del objeto patrimonial
el planteamiento del futuro a partir del significado que encarna hoy en día
la investigación
Todas estas estrategias y habilidades superan el marco estricto de la educación
artística, e incluso museística y patrimonial, y configuran en gran parte, los procesos de
la educación: de la EDUCACIÓN con mayúsculas. Educación para la vida enmarcándola
dentro de la educación de la sostenibilidad humana y ambiental.
11.3 La investigación en el futuro.
Desde que iniciamos la investigación en educación a través del arte y sus posibles
vinculaciones institucionales entre museo, escuela y universidad se han ido sucediendo
los proyectos y su posterior desarrollo de talleres que han contribuido a un trabajo de arte
comunitario, comenzando con un plan originario dado. En el desarrollo de la
investigación en acción y realizando el trabajo de campo se formalizaron otros proyectos
que continuaban encaminados a recoger rastros individuales y colectivos con la
pretensión y objetivo de que, a partir de esta investigación y labor personal y profesional,
se impulsara la interrelación con las personas, colectivos e instituciones para continuar
promoviendo nuevos proyectos.
Resaltamos que como rizoma de esta investigación y sus reflexiones hemos
concretado el deseo, la aspiración, la ambición de prolongar por diferentes vías proyectos
de acción artística cooperativa que emergen de este trabajo:
•
Por un lado, tratar de seguir desarrollando proyectos con la experiencia y
medios utilizados próximos a los manejados en la tesis para continuar
investigando sobre la mezcla institucional planteada, combinando el trabajo
individual y el colectivo a través de propuestas comunitarias que estampen el
rastro entre las personas y colectivos participantes, por supuesto a través del
arte.
372
•
Y por otro lado, proyectar la investigación y que posibilite sustentar premisas
didácticas que aporten ideas al cambio de paradigma educativo que estamos
viviendo, favoreciendo los contextos educativos reales y vividos que permitan
las relaciones personales, favoreciendo valores y actitudes de respeto y
cooperación, entre otros muchos, utilizando el arte, los procesos creativos y
todos los modelos de acción educativa posibles dejando así el rastro y la huella
humanizadora.
Estas conclusiones proyectan fundamentar la respuesta a la cuestión ¿y para qué?
Es esta una pregunta crucial de toda investigación cuya respuesta concentra en una
escueta narración las páginas que ha llevado meses e incluso años escribir, y que hasta
ahora no me había parado a pensar. En estos momentos, y después de la transformación
vivida y sentida y pasados los años desde la presentación del trabajo del Diploma de
Estudios Avanzados con el título “Espacios de encuentro entre escuelas, universidad y
museos” y dirigida por el Dr. Ricard Huerta probaremos a dar algunas respuestas.
Para descubrir un modelo de vinculación entre escuela, museo y universidad
partiendo de la elaboración y desarrollo de este trabajo de investigación a través de la
metodología cualitativa y artográfica en torno a las posibilidades existentes, hemos
encontrado en su desarrollo que los espacios son posibles mediante la generación de
proyectos pedagógicos a través de los cuales podemos vincular a las tres instituciones de
manera individual y/o colectivamente, en una correspondencia de alteridad y
complementariedad explicita e implícita. Unos pilotos que han permitido desarrollar su
influencia a partir de los siguientes ejes:
•
•
Un eje de temporalidad, en el que se exponen los proyectos realizados por la
investigadora implícitos en la historia profesional y de vida, en donde emerge
cada camino proporcionado a lo largo de la investigación paralelamente a las
vivencias y experiencias de la vida diaria de ésta, evidenciando el aprendizaje e
influencias que logra de modo decidido.
Un eje epistemológico en el cual, a la vez que se desarrolla la investigación del
estudio de casos implementando cada fase y la realización de la investigación a
personas expertas mediante entrevistas, acontecen los vínculos determinados a
través de las reflexiones y las relaciones personales y documentales,
consecuencia del trabajo de investigación realizado, inter y
transdisciplinarmente.
Queremos dejar claro lo complicado que ha resultado conseguir estas líneas,
quisiéramos especificar el hecho de que quizás no se descubra la contestación precisa y
concreta a dicha pregunta, pues la exploración de esa solución y de los procedimientos
exclusivos realizados se circunscribe a nuestros proyectos concretos y a la capacidad de
transportar el sentido de nuestras experiencias. Así pues, ahora hemos sintetizado estas
ideas expresadas como conclusiones pero en otro momento, mañana, cuando volvamos a
releerlas en su revisión, es muy posible que cambiemos o suprimamos palabras, y en la
lejanía, cuando retornemos volvamos a imaginarlo y pensarlo diferente también, y al
tercero, y al cuarto, y al quinto..., pero la esencia será la misma.
373
Hemos vivido la tesis como un desafío. La desafiante ha sido la investigadora, los
lectores os habéis planteado al principio alguna pregunta a la que todavía no sabéis
contestar. Se trata de encontrar la solución a un número finito de movimientos. Otras
veces ha existido el sentimiento de jugar una partida mano a mano y otras un solitario.
La verdad es que cuando se empieza la tesis se tiene en la mente cuándo acabarla,
se sueña con lo que se va a hacer una vez se finalice, pero también tiene otra vertiente y
es el fenómeno de más trabajo, de profundizar, ideas que han aparecido y que hemos
tenido que apartar, leer otros libros en relación a temas colindantes que se han
arrinconado, escribir artículos o quizás el sueño de un libro,… muestra de muchos
indicadores y evidencias que permiten hacernos pensar que hemos activado, como dice
Eco (2001), el metabolismo intelectual.
Haber hecho la tesis con gusto ha hecho que entren más ganas de seguir.
374
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