Revista Ecos de Asia

Shûeisha Manga-Art Heritage y la génesis del manga como obra de arte

El manga es un lenguaje artístico contemporáneo que poco a poco va gozando de una mayor presencia y consideración dentro de los círculos de arte japoneses y sus instituciones, como también de un mayor reconocimiento tanto nacional como internacional. Dentro de estos procesos, una nueva cuestión que se lleva planteando en los últimos años es la propia conservación del manga como patrimonio cultural y artístico, una consideración que busca concebir las ilustraciones originales de las series manga y otro tipo de manuscritos como obras de arte por sí mismas. En el presente artículo os presentamos y analizamos Manga-Art Heritage, una propuesta patrimonial, curatorial y comercial iniciada por la editorial Shûeisha a principios de este mismo año 2021.

Bajo el ideal de manga heritage, Manga-Art Heritage es un proyecto que se encarga de la conservación y catalogación de ilustraciones y páginas originales de manga mediante su digitalización y reproducción en alta gama, en copias limitadas para su puesta en venta mediante subasta o sorteo, o bien la confección de todo tipo de exposiciones. La editorial Shûeisha lleva desde 2008 escaneando, digitalizando y catalogando en alta calidad originales de manga en lo conocido hasta ahora como Comics Digital Archives (CDA), de manera que Manga-Art se sitúa como una evolución y expansión de esta labor añadiéndole fines comerciales y curatoriales, donde colaboran  museos, universidades y también coleccionistas e investigadores de todo el mundo.

Reproducción en alta calidad de una ilustración de Eiichirô Oda (One Piece) por parte de Manga-Art Heritage.

La visión detrás de Manga-Art Heritage y sus labores absorbe el estatus que el manga como lenguaje artístico ha ido adquiriendo (tanto en Japón como en el resto del mundo), y se fundamenta en valorar la calidad artística de sus dibujos originales más allá de su formato de medio de masas y entretenimiento, con la finalidad de preservar este legado cultural y artístico en la historia. Su perspectiva parte también de romper la idea de las “grandes bellas artes” (como la pintura o la escultura), introduciendo lenguajes artísticos más propios de la cultura de masas y por tanto la contemporaneidad mediante los nuevos métodos de digitalización. En este sentido, Manga-Art se siente pionera a la par que continuadora de una misión que aún trata una cuestión en desarrollo, siguiendo el modelo de otras instituciones dedicadas a ello como el Museo del Manga de Kioto o el Manga Genga Archive Center, entre otras.

Sin embargo, y paradójicamente, desde Manga-Art Heritage consideran que la calidad artística del manga y sus dibujos no quedan plasmadas fielmente en sus publicaciones impresas (ya sea en las revistas o en su formato de volumen compilatorio tankôbon), que si bien son el formato característico del manga como medio, suponen un soporte muy maleable y vulnerable al paso del tiempo debido a la mala calidad de los papeles, la tinta y su condición de producto de usar y tirar. Básicamente, se expone que para la adecuada  conservación y contemplación del manga como obra de arte debemos dejar atrás los aspectos que denotan su condición de medio de masas y recurrir a sus ilustraciones originales como si fueran obras de arte únicas y singulares, o bien, a una reproducción en alta calidad y detalle de las mismas. En este sentido, las labores de Manga Art como organismo de conservación del manga se congregan en una gama de productos dividida en tres tipologías (o “colecciones”) distintas:[1]

– “Real Color Collection”: usando la tecnología Phase One’s Cultural Heritage del escáner iXG100MP  (que ofrece una gran veracidad y detallismo de digitalización y reproducción), se imprimen las ilustraciones y páginas en tinta y pigmento Epson (resistentes a la luz) en soportes de lienzo, aumentando también sus dimensiones (A-1 o A-2, aunque también hacen reproducciones en el formato original (B4) como si de una gran pintura se tratase.

– “The Press Collection”: copias en blanco y negro creadas con una imprenta Heidelberg de 1960, obteniendo reproducciones de gran calidad (haciendo táctil la tinta) utilizando tecnología tipográfica propia de la prensa escrita (y por tanto de la técnica a través de la cual se reproduce y distribuye comúnmente el manga).

– “The Originals”: las ilustraciones originales manuscritas, en esencia la “obra única” a partir de la cual se reproducen los anteriores productos. También están a la venta.

Todos estos productos (tantos los originales como las reproducciones) vienen además registrados bajo un certificado de autenticidad expedido por la compañía Startbahn Cert., que también valida la autoría y posesión de los mismos de manera permanente, como también establece una cadena de registro que indica el cambio de manos de las obras y una ficha técnica con todas sus especificaciones. Además, la entrega de copias y originales viene autorizada y supervisada por los propios artistas, y protegida dentro de un cofre original diseñado por Misuzudo. Por si todos estos procesos y materiales no reflejaran lo suficiente el verismo de estos productos, las reproducciones de ambas colecciones están limitadas a una veintena de copias por ilustración para preservar la exclusividad y originalidad de la reproducción como obra de arte, como también se debe aplicar a un sorteo previo registro a través de su página web para optar a la compra de una de ellas. Como podemos comprobar, detrás de las labores de conservación y catalogación de manga se esconde también una cierta alienación del manga como lenguaje artístico serial y universal, reconvirtiendo sus ilustraciones en obras de arte singulares y producto de lujo exclusivo solo al alcance de unos pocos. En este sentido, Manga-Art se puede entender también como una iniciativa que busca adentrarse en el ámbito de las subastas y mercado de material original de series manga pero desde la perspectiva de una propia editorial, siendo por tanto un movimiento que aspira a adquirir un mayor control de estas dinámicas.

Pese a la exclusividad y nivel de ostentación de estas reproducciones, cabe destacar también que muchas de ellas van orientadas a su adquisición por parte de las colecciones de museos y otras instituciones de arte para el desarrollo de exposiciones sobre manga. Como hemos comentado previamente, Manga-Art Heritage también se dedica a la configuración de exposiciones sobre series manga y mangaka, que siguen el modelo de otras instituciones como el Museo del Manga de Kioto y la vocación de seguir promocionando el manga como arte y patrimonio cultural. Sin embargo, estas exposiciones poseen un formato cuanto menos peculiar, que prioriza el formato digital en línea con todo tipo de contenido multimedia y la galería de obras (disponibles también para su compra como si se tratara de un mercado) bajo registro en su web, un formato que se adapta a los tiempos actuales de pandemia global (que, como bien sabemos, ha afectado sustancialmente la celebración de todo de tipo de eventos presenciales como también al sector cultural en general) de manera bastante certera y sofisticada.

Detalle de los cofres Misuzudo con el logo de Manga Art Heritage.

Hasta ahora se han llevado a cabo cerca de una decena de muestras que duran entre un par de semanas y un mes, y se centran principalmente en mangaka activos y de gran renombre, como por ejemplo Eiichirô Oda (One Piece), Riyoko Ikeda (La Rosa de Versalles) o Shinichi Sakamoto (Innocent), entre otros. En este sentido, las exposiciones tienen un enfoque monográfico centrado en el autor o serie en cuestión, aunque también encontramos exposiciones que hacen retrospectivas de diferentes demografías y géneros, o bien se centran en aspectos temáticos o estéticos concretos. Cabe destacar que la mayoría de los proyectos y exposiciones llevados a cabo por Manga-Art Heritage tratan series y autores de la editorial Shûeisha ya que, como principal inversora y creadora del proyecto, busca también promocionar su propio producto (del cual al mismo tiempo también se nutre para realizar las exposiciones) como la envergadura de su historia editorial.

En definitiva, en Manga-Art Heritage encontramos un interesante organismo privado dedicado no sólo a la conservación y catalogación del manga sino también a la promoción y alta consideración del mismo como arte. Sin embargo, y más allá de la labor histórica y de conservación propuesta, dentro de esta vocación entra también una cierta desvirtualización del manga como lenguaje y los fundamentos que lo definen como medio de masas, alzando sus ilustraciones originales a bien cultural de lujo que se nutre de las dinámicas más materialistas del mundo del arte como puede ser, por ejemplo, su mercado.

Para saber más:

  • Vision – Shueisha Manga-Art. Disponible aquí.

 

Notas:

[1]     Para más información de las reproducciones encontraréis un enlace a su página web en la sección “Para saber más”.

avatar Óscar García Aranda (9 Posts)

Historiador del Arte por la Universidad de Barcelona (UB) y graduado del Máster Oficial de Estudios de Asia-Pacífico en un Contexto Global por la Universidad Pompeu Fabra (UPF). Actualmente es estudiante del programa doctoral de Traducción y Estudios Interculturales por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), focalizando su línea de investigación en el manga y el anime como lenguajes artísticos contemporáneos de Japón.


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