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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE CIENCIAS DIVULGACIÓN CIENTÍFICA Y MEDIOS: SEUDOCIENCIA, MALA CIENCIA Y POLÉMICAS EN LA DIVULGACIÓN DE LA ASTROBIOLOGÍA T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: BIÓLOGO P R E S E N T A: JORGE ARMANDO ROMO BONILLA DIRECTOR DE TESIS: Q.F.B. MARTÍN BONFIL OLIVERA MÉXICO, D.F., 2012 0 1. Datos del alumno Romo Bonilla Jorge Armando 46283833 Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Ciencias Biología 405027507 2. Datos del tutor Q.F.B. Martín Bonfil Olivera 3. Datos del sinodal 1 Dra. Antígona Segura Peralta 4. Datos del sinodal 2 Fís. Sergio Edgardo de Régules Ruiz Funes 5. Datos del sinodal 3 Dra. Clementina de los Ángeles Equihua Zamora 6. Datos del sinodal 4 Dra. Valeria Francisca Eugenia Leopoldina de María de Guadalupe Souza Saldívar 7. Datos del trabajo escrito Divulgación científica y medios: seudociencia, mala ciencia y polémicas en la divulgación de la astrobiología 96 p 2012 1 AGRADECIMIENTOS A mi madre, que fue madre y padre a la vez, por su lucha para sacar adelante a tres chamacos sin ayuda de nadie más. A mi hermana Mónica, que es mi inspiración y fue mi gran apoyo para sacar adelante la carrera. A Zoé, que es como mi hija. A Elizabeth, Amelie y Marcos, por ser parte de esta gran familia. A Brenda: por los consejos, enseñanzas, regaños y por ser mi gran amiga de la carrera. A Daxel: por estar ahí y escucharme, y por esa amistad tan calurosa. A Diana: por la revolución, los consejos, las verdades directas y por su admirable amistad. A mi hija Yared: por las terapeadas, los regaños, las discusiones, la epifanía y su gran amistad. A Martín Bonfil Olivera, por ser mi papá de la divulgación, por dirigir esta tesis, por su amistad, por las invitaciones a comer, por los aventones y por el window shopping. A Sergio de Régules, por ser mi sinodal, por ser mi tío de la divulgación, por su entusiasmo, por sus chistes y por ser una más de mis inspiraciones para ser divulgador. A Antígona Segura, por ser mi sinodal. No está de más decir que es como mi madrina de la divulgación. A Clementina Equihua y Valeria Souza: sinodales entusiastas, amigables y feroces críticas que con sus comentarios mejoraron con creces esta tesis. Al Monstruo de Espagueti Volador: por estar siempre conmigo, protegiéndome todo el tiempo gracias a su tallarinesca albongosidad. A todos aquellos buenos amigos que me han enseñado algo valioso en mi gran aventura intelectual durante esta licenciatura: Yamili, Manet (¡qué ricas nieves y crepas hemos comido!), César, Armando (tocayo), Caro, Mar Von Munchausen, Mariel (primiux), Adriana, Carlos (grandísimo gandul), Erika, Isabel, Paolo, Yunuen, Martha (comadre), Aryadna y Marielba (Marychan cuerpo de uva). 2 ÍNDICE Página I. RESUMEN 5 1.1 Objetivos 6 1.2 Justificación 6 1.3 Metodología 8 II. INTRODUCCIÓN 9 2.1 La Ciencia y su comunicación 9 2.1.1 ¿Qué es la ciencia? 9 2.1.2 ¿Cómo se comunica la ciencia? 12 2.1.3 Enseñanza de la ciencia 13 2.1.4 Comunicación pública de la ciencia 15 2.2 La divulgación científica 16 2.2.1 ¿Qué es la divulgación científica? 16 2.2.2 Los medios empleados por el divulgador 19 III. LA ASTROBIOLOGÍA 21 3.1 Definición de astrobiología 21 3.2 La astrobiología en los medios de comunicación masiva 25 IV. PROBLEMAS A LOS QUE SE ENFRENTA LA DIVULGACIÓN DE LA ASTROBIOLOGÍA 28 4.1 Seudociencia 28 4.1.1 Definición de seudociencia 28 4.1.2 Discusión de casos de seudociencia relacionados con la astrobiología en la prensa 30 4.1.2.1 La cara de Marte 30 4.1.2.2 La prensa ante la cara de Marte 34 4.1.2.3 Los OVNIs de Campeche 36 4.1.2.4 La prensa ante los OVNIs de Campeche 38 4.2 Mala ciencia 4.2.1 Definición de mala ciencia 41 41 4.2.2 Discusión de casos de mala ciencia relacionados con astrobiología en la prensa 42 4.2.2.1 La lluvia roja 42 4.2.2.2 La prensa ante la lluvia roja 46 4.2.2.3 Los microfósiles de Richard Hoover 48 4.2.2.4 La prensa frente a los microfósiles de Richard Hoover 50 4.3 Polémicas científicas 52 3 4.3.1 Definición de polémicas científicas 52 4.3.2 Discusión de casos de polémicas científicas relacionados con la astrobiología en la prensa 56 4.3.2.1 El meteorito ALH84001 56 4.3.2.2 La prensa frente al mateorito ALH84001 59 4.3.2.3 El origen de las emisiones de metano en Marte 62 4.3.2.4 La prensa frente a las emisiones de metano en Marte 64 4.3.2.4 Las bacterias del arsénico 67 4.3.2.5 La prensa frente a las bacterias del arsénico 69 V. ANÁLISIS DE LOS PROBLEMAS 5.1 Diagnóstico de los casos 5.1.1 Seudociencia: signos diagnósticos 5.1.1.1 La seudociencia vista por los medios 5.1.2 Mala ciencia: signos diagnósticos 5.1.2.1 La mala ciencia vista por los medios 5.1.3 Polémicas científicas: signos diagnósticos 5.1.3.1 Las polémicas científicas vistas por los medios 5.2 Propuestas 5.2.1 Para científicos 72 72 72 73 73 75 75 77 77 78 5.2.1.1 En el caso de las seudociencias 78 5.2.1.2 En el caso de mala ciencia 78 5.2.1.3 En el caso de polémicas científicas 79 5.2.2 Para divulgadores 79 5.2.2.1 En el caso de las seudociencias 79 5.2.2.2 En el caso de mala ciencia 79 5.2.2.3 En el caso de polémicas científicas 80 5.2.3 Para periodistas y medios de comunicación 80 5.2.3.1 En el caso de las seudociencias 80 5.2.3.2 En el caso de mala ciencia 81 5.2.3.3 En el caso de polémicas científicas 81 VI. CONCLUSIONES 82 VII. BIBLIOGRAFÍA 83 VIII. APÉNDICE 88 4 I. RESUMEN La divulgación científica es “una labor multidisciplinaria cuyo objetivo es comunicar, utilizando una diversidad de medios, el conocimiento científico a distintos públicos voluntarios, recreando ese conocimiento con fidelidad y contextualizándolo para hacerlo accesible. Esta definición resulta a primera vista muy práctica, pues es lo suficientemente amplia y ambigua como para abarcar todas las posibilidades sensatas” (Sánchez Mora, 2010). Asimismo, permite al público no experto acercarse a los conocimientos científicos a través de un lenguaje no especializado. El divulgador accede a las fuentes primarias (por ejemplo, artículos publicados en revistas especializadas) para obtener información que después recreará en distintos medios tales como radio, televisión, diarios de circulación nacional, revistas, etc. Así, la divulgación es importante debido a que el ciudadano promedio puede comprender la información científica y apreciar su importancia. Al abordar la producción de conocimiento, los científicos, los divulgadores científicos y los periodistas se enfrentan, entre otros, a tres grandes fuentes potenciales de problemas: las seudociencias, la mala ciencia y las polémicas científicas. Su discusión es importante debido a que el comunicador científico, en su labor cotidiana, puede encontrarse con ellas y como consecuencias cometer errores al presentar como ciencia información polémica, parcialmente incorrecta o no científica. A partir de esto se plantean las siguientes preguntas: ¿Cómo distinguir entre ciencia y seudociencia? ¿Cómo distinguir entre mala ciencia y “ciencia bien hecha” (la que está basada en los estándares de calidad aceptados por la comunidad científica)? ¿Qué debe ser divulgado: las polémicas en sí o solamente una de las posturas en disputa? Para tratar de aportar sugerencias para superar estas dificultades, en la presente tesis se analizaron y esbozaron propuestas para que científicos, divulgadores y periodistas las puedan enfrentar con mayor eficacia. Dada la multidisciplinariedad de la astrobiología, las propuestas que se generaron en esta tesis pueden aplicarse a otras disciplinas científicas. Los científicos, divulgadores y periodistas, sin importar si son del campo de la física, química, biología, 5 astronomía, etc., tienen a su alcance algunas recomendaciones para llevar a cabo su labor y enfrentar mejor tres grandes problemas que todo comunicador científico puede encontrarse al menos en algún momento de su carrera. Palabras clave: divulgación científica, seudociencia, mala ciencia, polémicas, astrobiología, periodismo científico. 1.1 Objetivos 1.1.1 Revisar y discutir los principales problemas que enfrenta la divulgación científica. 1.1.2 Realizar un análisis de los problemas que enfrenta la divulgación científica en el caso concreto de la astrobiología. 1.1.3 Proponer recomendaciones para científicos, divulgadores y periodistas que permitan una mejor divulgación científica y particularmente, de los temas relacionados con la astrobiología, abordando con rigor y eficacia los problemas mencionados. 1.2 Justificación La divulgación científica permite al público no experto acercarse a los conocimientos científicos a través de un lenguaje no especializado. El divulgador accede a las fuentes primarias (por ejemplo, artículos publicados en revistas especializadas) para obtener información que después recreará para contextualizarla y hacerla accesible. Así, la divulgación es importante debido a que el ciudadano promedio puede conocer la información científica y comprender su importancia. Las seudociencias incluyen información que pretende hacerse pasar por ciencia cuando no lo es. Los medios de comunicación bombardean día con día al público con ideas que vienen amparadas por un velo de autoridad presente en la ciencia. Así, se comenta que una cultura científica es suficiente para distinguirlas. Sin embargo, la gran variedad de éstas, así como las distintas apariencias que 6 llegan a presentar, pueden generar confusiones al grado de ser consideradas como un producto más de la labor científica. La mala ciencia se refiere a errores en la metodología llevada a cabo por los científicos. Estos errores están acompañados por una elaboración incorrecta de los experimentos o de una interpretación equivocada de sus resultados. Esto trae como consecuencia algunas dificultades en la labor del científico. Asimismo, esto representa un problema: se estaría comunicando conocimiento sobre la naturaleza en donde las conclusiones obtenidas presentarían sesgos importantes sobre el fenómeno que se describe. Las polémicas involucran a dos o más facciones de científicos que discuten, bajo distintas posturas, sobre los resultados y conclusiones obtenidas en la labor científica. Frente a los argumentos de las distintas partes, puede que surjan confusiones en torno a la interpretación real de los resultados obtenidos lo cual ocasionaría que se comunicara información parcial o errónea. En la astrobiología existen casos que ejemplifican los tres problemas antes mencionados: los rumores sobre el origen extraterrestre de la lluvia roja, la polémica en el caso de las bacterias basadas en arsénico y el debate sobre el origen biológico o geológico de las emisiones de metano en Marte, entre otros. Así, esta disciplina científica ofrece una variedad de ejemplos que pueden ser utilizados para abordar los problemas planteados. Para tratar de enfrentar más eficazmente estos problemas, en esta tesis se intentará brindar algunas propuestas y herramientas para científicos, divulgadores y periodistas. 7 1.3 Metodología - Se revisaron y discutieron los problemas que las seudociencias, la mala ciencia y las polémicas científicas plantean para la divulgación científica. - Se analizaron y discutieron ejemplos de cada problema tomando como estudios de caso trabajos de la astrobiología. - Se consultaron notas de diarios y revistas en línea, así como artículos de páginas web (si el caso lo ameritaba). - A partir del análisis de los casos, se realizaron propuestas para contribuir a que la comunicación de la ciencia sea más eficaz. 8 II. INTRODUCCIÓN 2.1 La Ciencia y su comunicación 2.1.1 ¿Qué es la ciencia? Existe una gran variedad de definiciones de lo que es la ciencia. Ruy Pérez Tamayo (1989, p. 7) ofrece una definición de trabajo: “la ciencia es una actividad humana creativa cuyo objetivo es la comprensión de la naturaleza y cuyo producto es el conocimiento, obtenido por medio de un método científico organizado en forma deductiva y que aspira a alcanzar el mayor consenso posible”. En esta definición, Pérez Tamayo considera la creatividad humana como el factor que permitirá comprender el mundo natural. Etimológicamente, “ciencia” significa conocimiento. La ciencia produce precisamente eso: conocimiento. Asimismo, tiene un fin preciso: resolver problemas científicos (Bonfil, 2004b, p. 45). Si se buscan resolver problemas sociales, humanísticos, morales, disputas personales, etc., se estará fuera de la jurisdicción científica. Pero la labor científica no es sólo un conjunto de conocimientos o una actividad: es una forma de pensar y de ver al mundo; una actitud (Bonfil, 2004b, p. 47). Para Mario Bunge (1960), la ciencia tiene quince características principales que la diferencian de otras disciplinas: 1.- El conocimiento científico es fáctico.- La ciencia parte de los hechos, busca respetarlos y elabora hipótesis provisionales para comprenderlos, y siempre vuelve a ellos para verificar la validez de la hipótesis planteada. 2.- El conocimiento científico trasciende los hechos.- En la labor científica se descartan y producen nuevos hechos; éstos son explicados mediante el uso de hipótesis provisionales. 3.- La ciencia es analítica.- Los problemas que la ciencia aborda son descompuestos en sus elementos, para entender cómo interaccionan y conforman el fenómeno estudiado. 9 4.- La investigación científica es especializada.- El científico debe estar especializado para analizar con mayor rigor y eficacia los problemas que se plantean a la ciencia. 5.- El conocimiento científico es claro y preciso. Los problemas abordados pueden ser complejos, pero cuando se analizan cuidadosamente y se describen los elementos que los integran, se producirán conocimientos precisos en un lenguaje que permitirá a otros científicos entender fácilmente el fenómeno en cuestión. 6.- El conocimiento científico es comunicable.- Como la ciencia un producto social, el científico no oculta sus resultados, sino que los comunica a sus colegas. Es decir, “no es inefable sino expresable, no es privado sino público”. 7.- El conocimiento científico es verificable.- Existe un “control de calidad” en el ámbito científico que verifica si alguna hipótesis es correcta, reproduciendo las observaciones y experimentos. 8.- La investigación científica es metódica.- La labor del científico no se caracteriza por ser una serie de actividades erráticas, sino planeadas. 9.- El conocimiento científico es sistemático.- La ciencia no es un agregado de teorías inconexas, sino un conjunto de informaciones interrelacionadas y conectadas lógicamente entre sí. 10.- El conocimiento científico es general.- Los hechos particulares son ubicados en pautas generales. 11.- La ciencia produce leyes.- En ocasiones, los científicos enuncian leyes a partir del estudio de naturaleza 12.- La ciencia es explicativa.- La ciencia intenta explicar los hechos a partir de las leyes, y las leyes a partir de principios. 13.- El conocimiento científico es predictivo.- El conjunto de teorías que integran a la ciencia pueden predecir y explicar fenómenos futuros. 14.- La ciencia es abierta.- No reconoce barreras que limiten el conocimiento. 15.- La ciencia es útil.- Permite solucionar problemas y crear aplicaciones tecnológicas. La ciencia no es un sacerdocio cerrado entre científicos, sino un conjunto de conocimientos que se encuentran sometidos a la libre discusión, a la crítica y al 10 debate. Una hipótesis que sea propuesta por un científico, sin importar las credenciales que presente, es sometida a una revisión rigurosa buscando establecer su validez al compararla con los hechos. La discusión y crítica de la comunidad son las encargadas de establecer si una explicación realmente se apega a lo observado. Carl Sagan comenta que muchas de las características que definen a la ciencia son también los grandes requisitos para la democracia: la libre discusión de ideas, la generación de diversas propuestas para atacar los problemas de una sociedad, el convencimiento de los demás por medio de las armas de la razón, etc. (Sagan, 1995, p. 37). Así, la ciencia sería una “meritocracia de ideas”: de manera similar a un proceso evolutivo, de las variadas hipótesis que se proponen para explicar un fenómeno, sólo aquellas que sobrevivan a la crítica se establecerán (Bonfil, 2004b, p. 46). Las herramientas de las que se vale el conocimiento científico son tres: la teoría, el método y los modelos (Pérez Tamayo, 1989). La teoría es la unidad explicativa de la ciencia. Una de sus funciones principales consiste en explicar de manera integral el problema científico que se aborda. La teoría, al igual que las hipótesis, es provisional y refutable, y contribuye al progreso de la ciencia. La ciencia trabaja a partir de un método: una serie variable de pasos con los cuales se aborda un problema determinado. Gracias a esta práctica sistemática, el conocimiento científico puede ser reproducido y generar información confiable. El método científico es una manera de pensar y procesar que siguen los científicos y que en gran medida los identifica como tales (Bonfil, 2004b, p. 54). Este método consiste en aplicar el pensamiento racional a nuestra diaria labor de interpretar el mundo (Bonfil, 2004b, p. 56). Existen varias clases de modelos: descriptivos, explicativos, predictivos, normativos, etc. Cada uno de estos modelos puede ser fáctico, es decir, puede describir algún hecho (Pérez Tamayo, 1989). Su aplicación en la resolución de los problemas científicos permite obtener una idea de las características que integran el fenómeno estudiado. 11 Así, la ciencia tiene como objetivo estudiar a la naturaleza y los fenómenos que ocurren en ésta. Siendo un conjunto de conocimientos interdisciplinarios, busca comprender la realidad externa ajena a nuestros sentidos a partir de diferentes herramientas racionales y sistemáticas. 2.1.2 ¿Cómo se comunica la ciencia? Herrero Solana (1996) define la palabra “comunicación” como el intercambio de información entre individuos que comparten un sistema de señales en común. Según Fernando del Río (1982), se pueden distinguir dos tipos de comunicación científica: la interna y la externa. La comunicación intracientífica se refiere a la comunicación entre los científicos; mientras tanto, la comunicación extracientífica se refiere de los medios de comunicación que hay entre el sistema de investigación científica y los sistemas gubernamental, productivo y el público en general. Dentro de la comunicación científica interna, la manera más eficaz que tienen los científicos para comunicarse entre sí es la individual: visitas mutuas, llamadas telefónicas, cartas personales, pláticas privadas en reuniones especializadas y circulación de preimpresos (copias mecanografiadas de los informes de investigación que a veces son publicados formalmente; Del Río, 1982). El avance de las nuevas tecnologías permite agregar a la lista anterior nuevos medios de comunicación. Entre ellos, Herrero Solana (1996) enumera los siguientes: correo electrónico, foros electrónicos de discusión, redes sociales, suscripción a listas electrónicas afines a las áreas de incumbencia de la unidad académica, etc. A estos medios de comunicación también se les puede llamar canales. Pero los medios principales por el cual la ciencia se comunica son las revistas especializadas. Su papel es ser un foro por medio del cual los científicos reclaman la prioridad de un descubrimiento. Asimismo, su importancia radica en ser un mecanismo que permita la publicación y la comunicación de trabajos y evitar la apropiación de ideas por parte de otros investigadores (Campanario, 1999). 12 Para Fernando del Río (1982), gracias a la comunicación extracientífica la ciencia se convierte en patrimonio de la humanidad para después ser vertida en las actividades tecnológicas, filosóficas, educativas, etc. Luis Estrada (1992) comenta que la difusión de la ciencia es a menudo sinónimo de divulgación, aunque se le suele utilizar cuando se habla de la comunicación entre científicos. En este sentido, difusión se refiere a la propagación de conocimiento entre especialistas, como cuando se publican los resultados de una investigación o se presentan trabajos en un congreso científico. 2.1.3 Enseñanza de la ciencia Según el Diccionario de la lengua española (vigésima segunda edición), la palabra educar se significa dirigir, encaminar, doctrinar. Educación se refiere al desarrollo o perfeccionamiento de las facultades intelectuales y morales del niño o del joven por medio de preceptos, ejercicios, ejemplos, etc. No debe confundirse con Enseñanza, la cual se refiere al ámbito escolar. Con respecto a esta última palabra, ésta se refiere al sistema y método de dar instrucción. Un ejemplo es la enseñanza primaria. Ana María Sánchez Mora y Carmen Sánchez Mora (2003) definen tres tipos de enseñanza: - Enseñanza formal.- Es la enseñanza escolarizada, jerárquica, basada en el currículum, evaluada sobre metas curriculares, y que se lleva normalmente a cabo en una institución reconocida. - Enseñanza no formal.- Es la enseñanza sistemática, planificada y evaluada, pero no jerárquica, que puede llevarse a cabo tanto en instituciones escolares como en ámbitos abiertos y rurales. - Enseñanza informal.- Es la enseñanza cotidiana, voluntaria o no, pero que puede ser encauzada en sitios como los museos. En este apartado nos referiremos exclusivamente a la enseñanza formal. La enseñanza de la ciencia constituye un cuerpo dinámico de conocimientos que, en la medida que se trabajan adecuadamente en el ámbito de la escuela, permitirán a los alumnos alcanzar una alfabetización científica necesaria para la inserción social en los tiempos que se viven, tanto a nivel de conocimientos como de actividades, en pro de una mejor calidad de vida (Ligouri y Noste, 2005). 13 Del Río (1982) enumera los medios a través de los cuales se enseña la ciencia: - Cursos.- Son los medios principales por los cuales se lleva a cabo la enseñanza de la ciencia. Mantienen el estatus escolarizado y jerárquico, están evaluados en metas curriculares y se imparten en instituciones dedicadas a la enseñanza (sean públicas o privadas). - Asesorías.- Se dan por parte de especialistas. Su función básica es orientar al estudiante sobre algún tópico de estudio en particular o en la realización de algún proyecto académico o de investigación. - Conferencias.- El alumno puede asistir a una conferencia relacionada con el tema de estudio para complementar la información adquirida en el aula. - Programas de TV y radio.- Los programas de televisión y radio de carácter pedagógico pueden complementar, de igual manera, los temas vistos en los cursos. - Publicaciones.- La información aparecida en revistas de educación y divulgación científica pueden servir de apoyo a los temas vistos en clase. En la época que vivimos, los museos interactivos, las páginas web y las redes sociales también desempeñan un papel en la enseñanza. Carmen Sánchez Mora (2001) comenta que en el aprendizaje de conceptos y teorías (una de las finalidades de la enseñanza de las ciencias) hay un problema: por la manera en que son presentados al estudiante, no pueden ser aplicados a nuevos problemas o transferidos a otros contextos distintos de los utilizados en la enseñanza. Ligouri y Noste (2005) aseguran que existen docentes que aún están aferrados al paradigma de enseñanza-aprendizaje por transmisión verbal del conocimiento científico, el cual se muestra como algo acabado o verdadero. Los alumnos tienen que repetir dicho conocimiento debido a la exigencia del profesor para obtener una nota aprobatoria sin siquiera haberlo comprendido. En este paradigma: - Se da una imagen un tanto distorsionada de la ciencia. - Se da a entender que hay un método científico de carácter universal. - Las teorías científicas se presentan como verdades absolutas. 14 - El conocimiento científico aparece como superior a otros tipos de conocimiento (cotidiano, escolar, profesional, etc.). - La ciencia siempre está orientada al bien común. - Toda investigación comienza con la observación. - La observación es objetiva. - En ciencia todo es experimentable. - La actividad científica es neutra o aséptica, y descontextualizada o ahistórica (no está influida por intereses individuales o grupales ni por el contexto histórico-social). - La ciencia siempre permite una mejor calidad de vida, resolviendo todos los problemas socioambientales que se le van presentando a la humanidad. - Los científicos trabajan en forma aislada, solitariamente en sus laboratorios. - Los científicos son genios, tienen una mente “privilegiada”. Frente a este problema, Ligouri y Noste (2005) mencionan que una alternativa que puede dar un enfoque distinto al paradigma mencionado es la llamada ilustración científica. Al parecer, no hay un consenso concreto en torno al término, mas es posible brindar una definición de trabajo: la alfabetización científica es el acceso a la cultura científica en forma amplia, dada a partir de la escuela para una mejor inserción práctica y cívica en el mundo que nos rodea. 2.1.4 Comunicación pública de la ciencia En esta tesis se propone que el término “comunicación pública de la ciencia” se refiere a las actividades de comunicación de contenidos científicos que están destinados a un público no especializado. En esta definición no se incluyen la comunicación intracientífica ni la enseñanza de la ciencia. Anaya (2002) afirma que la comunicación pública de la ciencia se lleva a cabo a través de los medios de comunicación masiva con tres objetivos: 1) informar al público sobre los avances científicos, 2) proporcionar el contexto político, social y cultural de esos nuevos conocimientos y sus posibles repercusiones y 3) contribuir a crear un pensamiento científico que aliente la conciencia crítica de la población para que pueda influir en la política científica con el propósito de lograr el desarrollo integral del país. 15 Cazaux (2010) comenta que de entre las estrategias utilizadas en la comunicación pública de la ciencia se encuentran la propaganda, el espectáculo, las relaciones públicas, la divulgación científica, el periodismo, etc. Cabe destacar que gracias a la revolución que ha representado internet, los blogs y las páginas web, se ha permitido un mayor acceso a la información científica desde la comodidad del hogar. Según Castellanos Pineda (2009), saber ciencia nos hace más libres, más críticos, más independientes y más firmes en la toma de decisiones. De ahí que la comunicación pública de la ciencia sea importante para con la sociedad de la información (que pese a los medios existentes, aún no se puede considerar como la sociedad del conocimiento). Uno de los objetivos de la comunicación pública de la ciencia es la reducción de barreras entre la ciencia y el público. Ya que la sociedad es la que dota la ciencia de recursos materiales y humanos, tiene derecho a contar con información científica cada vez más amplia y rigurosa sobre el sistema al que financia. Se busca cuál es el valor de la ciencia, sus aplicaciones, las posibilidades de desarrollo, los problemas sociales que puede ayudar a resolver, los nuevos problemas que pueden surgir como consecuencias del desarrollo científico, las opciones existentes en política científica, etc. Por otro lado, la comunicación pública de la ciencia no sólo satisface las demandas sociales, sino que beneficia al propio sistema en el que éstas se producen. Una sociedad que sea ilustrada en materia científica se encontrará más dispuesta a apoyar actividades científicas y estará mejor preparada para aprovechar las oportunidades de innovación y de mejoramiento del bienestar proporcionado por el desarrollo científico (Cazaux, 2010). 2.2 La divulgación científica 2.2.1 ¿Qué es la divulgación científica? La divulgación científica es la labor en la cual se comunican los conocimientos científicos al público en general. Ana María Sánchez Mora en Introducción a la comunicación escrita de la ciencia (2010, p. 22-23) ofrece algunas características 16 generales sobre la divulgación antes de brindar una definición práctica de la misma: • La divulgación no es una disciplina; es un quehacer, una artesanía, un área emergente. • Es una labor multidisciplinaria que involucra a las ciencias naturales y sociales, humanidades, artes y técnicas. • No hay consenso sobre sus fronteras: situación que la diferencia de otras disciplinas afines tales como la pedagogía, comunicología, uso de los medios, psicología, literatura, historia, sociología, filosofía, etc. Aunque sí existe consenso en cuanto a que: • La divulgación científica tiene que ver con la ciencia. • Es un acto de comunicación. Una vez considerados los puntos anteriores, Sánchez Mora (2010, p. 24) define la divulgación científica como “una labor multidisciplinaria cuyo objetivo es comunicar, utilizando una diversidad de medios, el conocimiento científico a distintos públicos voluntarios, recreando ese conocimiento con fidelidad y contextualizándolo para hacerlo accesible”. Según esta autora, la definición es suficientemente amplia y ambigua como para abarcar todas las posibilidades sensatas. El uso del término “contextualización” hace referencia a dos operaciones: extraer la información de su contenido original (científico) e insertarla en uno nuevo. Es posible que la definición práctica utilizada por Sánchez Mora (2010, p. 27) no brinde del todo un marco para englobar y distinguir a la divulgación científica de otras actividades similares. Para ello, conocer lo que no es la divulgación puede permitir una delimitación más concisa sobre esta área emergente. Para comenzar, se debe aclarar que la divulgación no es una traducción literal de los conocimientos científicos (Sánchez Mora, 2010, p. 30). Sabemos que la ciencia es una realidad inaccesible al vulgo debido principalmente a su lenguaje especializado, de ahí que el divulgador podría tener problemas si sólo tradujera la información científica sin utilizar otros recursos que permitieran una mayor comprensión de la información. 17 Otra de las aclaraciones necesarias es que la divulgación no es una actividad cuyos objetivos sean la diversión o la utilidad práctica inmediata (Sánchez Mora, 2010, p. 32). Para Sánchez Mora (2010, p. 43), la importancia de la divulgación científica ya no es materia de discusión, ya que se considera una actividad valiosa: muchos científicos, comunicadores, filósofos, historiadores, sociólogos y políticos, entre otros, y participantes de la amplia actividad científica, le asignan un papel de vital importancia en el desarrollo de una nación. Divulgar la ciencia es importante debido a que hace accesibles los conocimientos científicos a aquellas personas que no son especialistas. Pero hay otra razón: más allá de que la ciencia sea un cuerpo de conocimientos, es una forma de ver el mundo. Para algunos, la divulgación es importante para todos los ciudadanos debido a su trascendencia social, mientras que para otros satisface intelectualmente a quienes la hacen y a quienes la reciben. La divulgación nos permite entender que (Sánchez Mora, 2010, p. 43): • La ciencia es parte de la cultura universal. • La ciencia es una manera de conocer el mundo que ha resultado ser muy exitosa. • La ciencia y la tecnología desempeñan un papel crucial en las sociedades actuales. • La prosperidad de las naciones descansa en la ciencia y la tecnología. • La industria nacional será más competitiva si los administradores y tomadores de decisiones entienden mejor qué es la ciencia. • La ciencia debe ocupar más espacio en los medios. • Los científicos deben aprender a comunicarse con el público. • El público financia la ciencia y la tecnología con sus impuestos. • Los ciudadanos no pueden permanecer al margen de los debates. • La divulgación es necesaria para tener acceso a la información. • La divulgación es imprescindible para tomar decisiones democráticas relacionadas con la ciencia. • Comprender la naturaleza es una fuente de gozo personal. 18 La ciencia divulgada es reflejo directo de los criterios de selección empleados por los divulgadores, es decir, los temas que más atraen al público lego. Los temas más atractivos para el público son aquellos que tienen relación con la vida cotidiana y que pueden afectarle (medicina, tecnología, biología y astronomía), mientras tanto, aquellos temas que suenan totalmente ajenos (ciencias de la Tierra, física y química) son los menos propicios para ser noticia (Sánchez Mora, 2010, p. 87). Muchos de los temas más “noticiables” de la actividad científica no son avances, sino acontecimientos y tendencias del ambiente internacional o nacional, los cuales representan los intereses dentro del mundo científico. Algunos ejemplos son el fraude científico, los futuros avances que serán comunicados más tarde por la comunidad científica, los debates en torno a primacía en algún descubrimiento, etc. Muchos de estos casos tienen un trasfondo envuelto en intereses comerciales y políticos (Sánchez Mora, 2010, p. 88-89). Desde un punto de vista social y educativo, la divulgación científica es considerada en todo el mundo una actividad importante, necesaria y loable, aunque también es muy difícil de realizar (Sánchez Mora, 2010, p. 175). Por ejemplo, no toda persona que utilice metáforas y analogías para hacer divulgación conseguirá transmitir de manera completa su mensaje. Puede que en ocasiones el público reciba correctamente el mensaje, mientras que en otras entienda algo muy distinto a lo que se desea transmitir. Además, si el receptor adopta una postura de desconfianza hacia la ciencia o tiene creencias seudocientíficas, el mensaje simplemente será rechazado, sin importar la habilidad del divulgador. En este sentido, el comunicador se enfrenta a un ambiente cultural poco propicio y a una sociedad muy demandante. Por lo tanto, es preciso consolidar la divulgación profesionalmente fortaleciendo su calidad, pero sin perder de vista su componente artesanal (Sánchez Mora, 2010, p. 175). 2.2.2 Los medios empleados por el divulgador El divulgador científico emplea diferentes medios que le permiten comunicar su mensaje al público. Ana María Sánchez y Carmen Sánchez Mora (2003) afirman que los principales medios de comunicación a su alcance son las conferencias, los 19 escritos, audiovisuales, museográficos, teatrales, radiofónicos, entre otros. Asimismo, los divulgadores producen obras tangibles (artículos, libros, videos) llamados materiales o productos de divulgación. Los medios de comunicación empleados deben tener un discurso propio en función del tipo de público al que están dirigidos. Lo mismo sucede con los materiales de divulgación: en función de la edad, de los estudios y del sector se generará el tipo de material, la información y el lenguaje más adecuado para los mismos. Público en general Adulto Educadores Sector productivo Sector gubernamental y Político Infantil Conferencias Talleres Exposiciones Museos Diaporamas Vigeograbaciones Cine Radio Televisión Diarios Revistas Libros Fig. 1. Cuadro que representa los tipos de públicos y los medios de divulgación adecuados para éstos (Del Río, 1982). Los medios de divulgación más personales son las conferencias y los talleres. Mientras tanto, los medios colectivos (radio, cine, Televisión, etc.) son los más impersonales y costosos (Del Río, 1982). La figura 1 representa los tipos de públicos y los medios de divulgación adecuados para éstos, pero no toma en cuenta (por obvias razones) los medios de comunicación actuales derivados de internet: páginas web, videos en línea, blogs, podcasts, etc. Estos nuevos medios brindan más acceso al público y ahorran gastos. En internet se ven fácilmente conferencias, visitas virtuales a museos, videograbaciones, cine, radio, televisión, diarios, revistas y libros. 20 III. LA ASTROBIOLOGÍA 3.1 Definición de astrobiología Según The NASA Astrobiology Roadmap (Des Marais et al., 2003), la astrobiología se define como “el estudio del origen, evolución, distribución y futuro de la vida en el universo”. Asimismo, en esta disciplina científica emergente se plantean tres preguntas básicas: ¿Cómo surgió y evolucionó la vida? ¿Hay vida en otros lugares del universo? ¿Cuál es el futuro de la vida en la Tierra y más allá? En su edición de 2008, The NASA Astrobiology Roadmap ofrece siete metas que la astrobiología busca cumplir (Des Marais et al., 2008): 1. Comprender la naturaleza y los posibles ambientes habitables en el universo. Determinar el potencial de los planetas habitables más allá del sistema solar y describir aquellos que son observables. 2. Determinar si en nuestro sistema solar hay o hubo ambientes habitables, una química prebiótica y signos de vida. Determinar si hay cualquier ambiente que posea agua líquida, compuestos químicos y fuentes de energía suficientes para dar paso a la presencia de vida. 3. Entender cómo surgió la vida a partir de elementos presentes tanto en la Tierra como en el universo. Llevar a cabo investigaciones que permitan los principios químicos y físicos que permitieron la aparición de la vida. 4. Comprender cómo evolucionó la vida a través del tiempo geológico. Entender la relación de los seres vivos con su ambiente para entender cómo ha evolucionado la vida y cómo ha modificado las condiciones ambientales a escala planetaria. 5. Comprender los mecanismos evolutivos así como los límites que establece el ambiente a los seres vivos. Determinar los mecanismos moleculares, genéticos y bioquímicos que controlaron y limitaron los procesos evolutivos, la diversidad metabólica y la adaptación de la vida a su ambiente. 6. Entender cuál será el futuro de la vida tanto en la Tierra como fuera de ella. Elucidar los factores que participan en los ecosistemas microbianos para prever cuáles serán los posibles cambios que ocurrirán en los seres vivos. 21 Explorar el potencial de la vida microbiana para sobrevivir y evolucionar en ambientes fuera de la Tierra. 7. Determinar estrategias para reconocer las firmas de la vida en otros mundos y en la Tierra primitiva. Identificar biofirmas que ofrezcan información sobre la vida pasada y presente a partir de muestras geológicas antiguas provenientes de la Tierra, de fuentes extraterrestres y de mediciones remotas en atmósferas y superficies planetarias. Identificar biofirmas provenientes de tecnologías distantes (extraterrestres). Con respecto a la definición de astrobiología, el filósofo español Roberto Aretxaga (2008) afirma que hay cuatro posibles interpretaciones (o enfoques) de la anterior definición: - Enfoque exobiológico.- La astrobiología es sinónimo de exobiología. Cuando se dice que “estudia la vida en el universo”, se puede interpretar que su objeto de interés son las formas de vida posibles que pueden existir en otros lugares del universo distintos de la Tierra. Esta manera de abordar la astrobiología la dota de especificidad frente a otras disciplinas. Sin embargo, su énfasis en el prefijo exo, el cual relega o desatiende otros aspectos relacionados con la vida en la Tierra, la hace vulnerable a dos fuertes críticas: que fantasea acerca de las formas de vida extraterrestres posibles (no se tiene un referente conocido que permita alejarse de lo imaginativo), y que se encuentra más próxima a la metafísica que a la ciencia (ya que su objeto de estudio no constituye fenómeno alguno). - Enfoque biogeocentrista.- La vida terrestre es excepcional en el universo. Además, ya existen disciplinas que estudian el origen, evolución, distribución y futuro de la vida. Esto obliga a la emergente disciplina astrobiológica a justificar adecuadamente su especificidad frente a tales disciplinas o bien a desaparecer. La definición de astrobiología, según este enfoque, resulta muy general y ambigua, ya que en rigor, nada define; no suministra información suficiente para determinar el fenómeno de estudio. En este sentido, el 22 biogeocentrismo entiende que la definición de astrobiología elaborada por la NASA no resulta lo suficientemente buena, ya que no delimita un objeto de estudio ni una actividad concreta. Así, según esta postura, el término “astrobiología” resulta prescindible por innecesario. Además de ser redundante (no aporta nada nuevo a las ciencias de la vida), resulta engañoso, ya que el prefijo astro hace creer que se habla de algo que en realidad nunca se designa. El biogeocentrismo tiene a su favor la ausencia de evidencias de vida extraterrestre, aunque comete el error de interpretar la ausencia de pruebas como prueba de ausencia, y da por hecho que no hay vida fuera de la Tierra. En este sentido, no toma en cuenta un hecho muy simple: hasta el presente no se ha encontrado evidencia indiscutible alguna de la no existencia de vida fuera de la Tierra. - Enfoque metodológico.- El sentido y la especificidad de la astrobiología deben buscarse no tanto en su objeto de estudio, que no sería otro que la vida en nuestro mundo (esto le permitiría ser considerada como ciencia), sino en la forma de abordar el tema: la transdisciplinariedad. Este enfoque (también llamado transdisciplinar) admite que la astrobiología utilice el término vida en el mismo sentido que lo hacen las ciencias biológicas; además acepta que hay ciencias que ya se ocupan del estudio del origen, evolución, distribución y futuro de ésta. Sin embargo, considera que la superespecialización de tales conocimientos e investigaciones puede resultar un problema cuando se afronta la creciente complejidad que el fenómeno de la vida puede presentar bajo la mirada de las nuevas técnicas. Esto exige una mayor y más estrecha colaboración entre científicos de campos distintos. La especificidad de la astrobiología consiste en aportar a las ciencias de la vida una mirada transdisciplinar para mejorar la comprensión de su objeto de estudio. Pero este enfoque se enfrenta a una fuerte objeción: si la única especificidad de la astrobiología es la transdisciplinariedad aportada al estudio de la vida en la Tierra, ¿por qué mantener el prefijo astro y seguir 23 hablando de astrobiología en lugar de buscar un nombre más adecuado? Para contestar esta pregunta, se requiere un cuarto enfoque, más crítico, radical y comprometido con el objeto de estudio original de la astrobiología: la vida extraterrestre. - Enfoque exobiológico crítico.- Admite de manera parcial la tesis del enfoque metodológico. El aspecto transdisciplinar de dicho enfoque tiene su origen en las aportaciones hechas de las ciencias de la vida, la exploración y las ciencias espaciales y planetarias en la década de los 50, cuyos datos y descubrimientos permitieron tener una nueva perspectiva de lo que es la vida. El aspecto crítico de este enfoque consiste en la manera peculiar en que se considera la relación entre los elementos vida y universo. Mientras que los enfoques exobiológico y biogeocentrista coinciden en la separación de ambos elementos, el enfoque exobiológico crítico asume una conexión esencial entre ellos, procediendo a cargar el peso de la definición en dicha conexión. En consecuencia, siguiendo este enfoque, lo propio y peculiar de esta disciplina científica estriba en su interés por el fenómeno de la vida terrestre como caso único de vida conocido en el universo, y por tanto el único ejemplo con el que cuenta la astrobiología para sus investigaciones. Así, cuando se afirma que el objeto de estudio de la astrobiología es la vida extraterrestre, esto debe entenderse la vida terrestre como modelo metodológicamente extrapolable al universo. La astrobiología presenta dos objetos de estudio complementarios: la vida en la Tierra y la vida extraterrestre. Sólo éste último merece la consideración como objeto de estudio de esta disciplina. Pero debido a que no hay evidencia que confirme la existencia del mismo, ni ésta puede inferirse a partir de los conocimientos científicos que se tienen, la astrobiología no tiene objeto (fenómeno) de estudio como tal, sino un objetivo, una expectativa racional, una posibilidad fundamentada en suposiciones plausibles, datos y conocimientos científicos, la cual es susceptible de contrastación experimental. 24 3.2 La astrobiología en los medios de comunicación masiva Los científicos buscan a veces medios masivos no académicos para dar a conocer nuevos conceptos, como en el caso de un campo nuevo como la astrobiología. Esta estrategia puede permitir la aceptación del público y las autoridades (e inclusive de las mismas instituciones científicas) de ese nuevo conjunto de conocimientos. De esta manera, los medios de comunicación masiva pueden ser un nicho en el cual la ciencia puede abrirse camino. Esto es en parte lo que ha sucedido con las incipientes investigaciones astrobiológicas que surgieron en la década de los 60 (Alcíbar, 2006). La astrobiología es un modelo ideal para la divulgación científica: resulta ser una fascinante y ambiciosa disciplina científica que enlaza la biología, la física, la química, la astronomía, las ingenierías, etc., de tal manera que el público pueda tener acceso a las distintas facetas de la ciencia de una manera integral (Alcíbar, 2005). ¿Ha sido siempre esta la línea a seguir? ¿Es para los distintos medios de comunicación un tema atractivo? Y algo muy importante, ¿es abordado con el debido rigor científico? Algunos escritores desearon en su momento escribir sobre vida extraterrestre. En 1937, el escritor estadounidense John W. Campbell, Jr. publicó un artículo en la revista Astounding stories sobre la posibilidad de vida en Júpiter. Pese a los intentos de Campbell para redactar un texto de divulgación científica, el escrito se convierte en un ejercicio imaginativo sobre las posibles características de los seres vivos que podrían habitar aquel gigantesco planeta gaseoso, muy poco explorado en esa época. En sus inicios, la astrobiología fue comunicada al público mediante titulares y caricaturas que combinaban argumentos científicos con ideas provenientes de la ciencia-ficción. Un ejemplo son dos noticias aparecidas en el diario Times, una en 1961 y otra en 1963, que iniciaban especulando sobre cómo sería la vida extraterrestre para después hablar sobre microbiología o la incipiente biología molecular. Sin embargo, fue de esta manera como el público se interesó por estos temas, y a su vez se legitimó la investigación científica dedicada a esta nueva disciplina (Alcíbar, 2006). 25 Pero el miedo también estuvo involucrado en la aceptación de los estudios astrobiológicos. En algún momento los virus y las bacterias se representaron como invasores terroríficos que podrían dañar a la humanidad. Fue hasta tiempo después que los artículos que se publicaban en la prensa mostraron a los científicos como los especialistas capacitados para entender estas posibles amenazas, y así comprender las posibles invasiones alienígenas que podrían azotar al mundo. En este sentido, este temor fue también parte de los argumentos que ayudaron a justificar la astrobiología (Alcíbar, 2006). Con todo lo anterior, la astrobiología presenta una serie de características que la convierten en una disciplina que atrae el interés del público hacia la ciencia. Tal atracción se debe a varios factores. Uno de ellos es que la exploración planetaria, así como la detección de vida pasada o presente en el sistema solar, y el origen del universo o de la vida, plantean problemas ubicados en las fronteras de la ciencia y con cuestiones humanas fundamentales como nuestro origen y lugar en el universo. Las metas y dilemas científicos que ofrece la astrobiología generan curiosidad y fascinación. Asimismo, la aventura y los riesgos que representan las misiones espaciales hacen de la astrobiología una de las disciplinas más apreciadas por el público y por los divulgadores científicos. Un ejemplo de ello son las primeras imágenes arrojadas por la sonda Viking: éstas fueron reproducidas por los medios, de tal manera que se contribuyó a incrementar en el público el interés en la habilidad del ser humano como especie inteligente (Alcíbar, 2006). Según Alcíbar (2006), el interés de los medios decayó de manera importante cuando los experimentos de las Viking para detectar vida en Marte resultaron ser negativos. Los nuevos descubrimientos de relevancia astrobiológica son medianamente comentados por los medios. Pero en 1996 el papel de los medios cambió drásticamente. Tratando de incrementar el presupuesto para las misiones a Marte después de que éstas quedaran estancadas desde las Viking, el gabinete de prensa de la NASA diseñó una estrategia mediática para tratar de reactivar el programa de exploración marciano. Parte de la estrategia consistió en utilizar los medios de comunicación de manera que realizaran propaganda para 26 tratar de convencer al gobierno del presidente Bill Clinton y a la opinión pública de que era necesario reanudar las misiones al planeta rojo (el caso fue el meteorito ALH84001, véase sección 4.3.2). Los medios de comunicación pueden servir para que la sociedad tenga acceso e incorpore nuevos conocimientos, pero también pueden utilizarse para conseguir financiamiento. 27 IV. PROBLEMAS A LOS QUE SE ENFRENTA LA DIVULGACIÓN DE LA ASTROBIOLOGÍA 4.1 Seudociencia 4.1.1 Definición de seudociencia “Las seudociencias son una serie de actividades que pretenden presentar conocimientos y formas de saber diferentes de los presentados por la ciencia. El problema con éstos es que los postulados de donde parten sus deducciones son irracionales, dogmáticos, y no se produce un estudio crítico para contrastarlos a través de sus consecuencias con la realidad” (Schulz, 2005). Algunos ejemplos son la alquimia, astrología, creacionismo científico, grafología, ovnilogía, parapsicología, etc. Pero desde el punto de vista etimológico, la palabra “seudociencia” equivale a falsa ciencia: son conjuntos de ideas que se amparan bajo el manto de la ciencia cuando en realidad no tienen relación con ésta (Armentia, 2002). Para el filósofo argentino Mario Bunge (2001), se pueden establecer algunos rasgos prácticos de las seudociencias para poder distinguirlas de la ciencia: - Las seudociencias invocan seres sobrenaturales o fuerzas inmateriales inaccesibles al análisis empírico, tales como la supuesta existencia de una “fuerza vital”, creación divina, destino o memoria colectiva. - Son crédulas: no someten sus argumentos a prueba alguna. - Son dogmáticas: no cambian sus principios cuando fallan ni ante la presencia de nuevos hallazgos. No presentan novedades y siguen atadas a un cuerpo invariable de creencias. - Rechazan la crítica (aspecto elemental en el mundo científico), argumentando que ésta es producida por el dogmatismo o la resistencia psicológica. - No cuentan con ni utilizan leyes generales. En cambio, mucho del conocimiento científico sí cuenta con ellas. - Sus principios son incompatibles con muchos de los principios más seguros y confiables de la ciencia. Por ejemplo, la telequinesis contradice el principio de la conservación de la energía, mientras que la memoria 28 colectiva contradice la idea de que sólo un cerebro individual puede recordar los sucesos que ha vivido. - En general, no interactúan con ninguna disciplina científica. Por ejemplo, los parapsicólogos no tienen tratos con la psicología experimental o con las neurociencias. - Son fáciles: no requieren de un largo aprendizaje. Esto se debe a que no están amparadas por un conjunto de conocimientos auténticos. - Todo lo que proponen sólo tiene uso práctico: no hay cabida para la investigación básica. Tienen explicaciones para todo, pero sus procedimientos y recetas no funcionan, ya que no se basan en información científica confiable. - Se mantienen al margen de la comunidad científica. Desde el punto de vista epistemológico, ¿es posible diferenciar ciencia de seudociencia? Esta pregunta nos lleva a otra pregunta similar: ¿cómo distinguir entre lo científico y lo no científico? Desde hace muchos años, la filosofía y la historia de la ciencia han realizado intentos para establecer criterios de demarcación entre ciencia y seudociencia, es decir, intentos para proponer condiciones necesarias y suficientes para determinar si un tipo de conocimiento, una teoría o una actividad son científicas o no (Olivé, 2000, p. 45). Lamentablemente, esto ha resultado infructuoso: siendo la ciencia un ente flexible y en constante cambio, no ha sido posible establecer un conjunto de lineamientos que delimiten de manera tajante lo científico de lo no científico (Armentia, 2002). Según el filósofo mexicano León Olivé (2000), sí se puede hacer una diferenciación entre lo científico y lo seudocientífico, al menos en un contexto determinado. Su propuesta consiste en afirmar que la ciencia posee tradiciones. Ciertas prácticas, hipótesis y teorías pueden considerarse como científicas si se establece un vínculo conceptual o metodológico con una tradición científica. En este sentido, el creacionismo no es científico no porque a primera vista deje de satisfacer ciertos criterios de cientificidad, sino porque simplemente no pertenece a ninguna tradición científica ni ha surgido a partir de una (Olivé, 2000). 29 Javier Armentia (2002) asegura que quienes trafican con las seudociencias regularmente son reacios a la evaluación y al escrutinio público. Un ejemplo concreto es la parapsicología: un psíquico (persona que afirma tener poderes mentales no convencionales) pierde rápidamente sus facultades cuando se diseña un experimento en donde se eviten las posibilidades de fraude, es decir, que se realicen trucos similares a los de ilusionistas y mentalistas. Lo mismo sucede con videntes y astrólogos. A pesar de que muchos de ellos se ganan la vida con sus supuestas habilidades, pocas veces permiten que se realicen pruebas sobre sus poderes. Armentia (2002) afirma que las seudociencias pueden clasificarse de acuerdo a su inocuidad o peligrosidad, es decir, con base en el grado de “alarma social” que puedan causar; un ejemplo son los horóscopos y las consultas con adivinos. Lo máximo que se puede perder con estas seudociencias es el dinero y a veces hasta el patrimonio familiar y la tranquilidad (Armentia, 2002). ¿Qué hacer ante la saturación de seudociencias en la sociedad actual? Una propuesta consiste en crear programas de combate contra las seudociencias que cumplan los siguientes objetivos (González de la Fe, 2004): - El aumento de las actividades de divulgación científica por parte de instituciones científicas y educativas con la ayuda de los medios de comunicación. - El mejoramiento de la enseñanza de las ciencias y el fomento de las vocaciones científicas. - La combinación de divulgación científica y de pensamiento crítico para que el público en general no sólo conozca cómo funciona la ciencia, sino también para que sepa detectar los contenidos seudocientíficos. 4.1.2 Discusión de casos de seudociencia relacionados con la astrobiología en la prensa 4.1.2.1 La cara de Marte El 25 de julio de 1976 el orbitador de la Viking 1 (una de las dos sondas espaciales de exploración de la NASA que arribaron a Marte en aquel año), captó una imagen 30 (figura 2) que daba la impresión de ser una cara humana que observa el cielo en la región de Cydonia (ubicada en el hemisferio norte de Marte). Este parecido hizo que los responsables de prensa de la NASA dieran a conocer la imagen a los medios el 31 de julio de 1976, buscando dar mayor popularidad a la misión (Armentia, 1998). Fig. 2. La cara de Marte, imagen tomada por el orbitador Viking 1 en 1976 (Crédito: NASA/JPL) Tres años después de que se diera a conocer la imagen, Vincent Di Pietro, ingeniero eléctrico, y Gregory Molenaar, analista de cómputo, dos técnicos que trabajaban para un contratista de la NASA en el Goddard Spaceflight Center en Greenbelt, Maryland, encontraron varias imágenes similares en los archivos fotográficos de la misión Viking. Al someterlas a varios programas de mejoramiento de imagen, concluyeron que la estructura observada era de origen artificial: a partir de aquí surgió la creencia de que Marte alberga vestigios de una civilización extraterrestre (Ruiz Noguez, 2005). Durante la década de los 80 varias personas siguieron nutriendo la versión del origen artificial de la “cara” de Marte. Uno de ellos fue Richard C. Hoagland, periodista especializado en temas científicos, quien tomó el tema como real y publicó varios libros y artículos y apareció en diversos programas de radio y televisión. Hoagland afirmaba que en las imágenes de la Viking también se 31 pueden observar una fortaleza, una ciudad, un desfiladero y varias pirámides (Armentia, 1998; Ruiz Noguez, 2005). Con el tiempo también se llegó a afirmar que los supuestos monumentos tienen una orientación astronómica particular y que fueron erigidos hace medio millón de años (Sagan, 1995). Una de las primeras críticas vino del astrónomo y divulgador científico Carl Sagan en un artículo publicado en la revista Parade, en el que explicaba por qué el asunto no tenía mayor relevancia (Armentia, 1998). La cara de Marte puede explicarse a través del fenómeno de la pareidolia: la tendencia del cerebro humano a identificar patrones conocidos a partir de imágenes con formas vagas o ambiguas. El paisaje alrededor de la cara tiene muchas colinas moldeadas con todo tipo de formas extrañas que se deben posiblemente a la erosión de antiguos torrentes de barro ocasionada por el viento. Ambos factores propiciaron que se esculpieran pequeños montes irregulares que dan la impresión de ser pirámides perfectamente simétricas. En este sentido, la cara en realidad es “media cara” y la explicación más probable es que haya sido formada por procesos geológicos lentos (Sagan, 1995). En 1993, la astronave Mars Observer fracasó en su misión por alcanzar el planeta Marte. Ante tal hecho, quienes defienden el origen artificial del rostro de Cydonia acusaron a la NASA de simular un contratiempo para estudiar la cara con mucho detalle sin tener la obligación de publicar las imágenes. Al respecto, en septiembre de aquel año el diario Weekly World News publicó el titular “¡Nueva fotografía de la NASA demuestra que los humanos vivieron en Marte!”, donde un “importante científico” comentaba que los marcianos colonizaron la Tierra hace doscientos mil años y que la información era ocultada para impedir el “pánico mundial” (Sagan, 1995). En 1996, con el descubrimiento de supuestos microfósiles en el meteorito marciano ALH84001 (que se discutirá en la sección 4.3.2), quienes se inclinaron por el carácter artificial de la cara de Marte encontraron en este suceso una prueba más de la existencia de vida en aquel planeta (Armentia, 1998). 32 Fig. 3. Imagen de la “cara de Marte” obtenida por la astronave Mars Global Surveyor en 2001 (Crédito: NASA/JPL) A partir de 1998, la sonda Mars Global Surveyor ha fotografiado la cara con una cámara de mayor resolución que la que traía el orbitador Viking, mostrando que se trata de una simple formación montañosa (Jakosky, 1998, p. 185). La imagen obtenida por la misma astronave en 2001 (figura 3) es una de las más nítidas que hay sobre esa estructura geológica. Sin embargo, lejos de cerrar el debate, el suceso intensificó las especulaciones sobre una conspiración de la NASA para ocultar la verdad a través de la manipulación de las imágenes mostradas (Armentia, 1998). Mark Carlotto, una de las personas que afirma que el rostro es una pirámide construida por extraterrestres, anunció que las nuevas imágenes de la NASA mostraban mayores detalles de la cara. Armentia (1998) señala algunos de sus argumentos: - La imagen confirma los detalles faciales que no pudieron ser observados con todo detalle por la Viking. - Se observa un alto grado de simetría bilateral en la cara. - Se pueden apreciar detalles sobre orificios nasales y características lineales de la corona en la cabeza, junto a la línea central media de la cara. 33 En 2006, la astronave Mars Express tomó nuevas imágenes con una resolución todavía mayor que muestran una vez más que la cara es una simple formación montañosa y no una construcción artificial. 4.1.2.2 La prensa frente a la cara de Marte En esta sección sobre los medios se hará un comentarán las notas periodísticas en línea que fueron consultadas. Se busca entender qué visión dan al público sobre cada uno de los casos mencionados. Para una relación completa de cada nota, así como el link de descarga, consúltese el apéndice. En los últimos años, la mayoría de las notas periodísticas se han concentrado en dos puntos: informar sobre las nuevas imágenes obtenidas con cada vez mayor resolución, y descartar la idea del origen artificial de esa estructura geológica. La página web de la BBC (“Nasa: no face – honest”, David Whitehouse, 25 de mayo de 2001) cuenta la historia de las imágenes obtenidas por la astronave Mars Global Surveyor (MGS) en 2000: “El 8 de abril del año 2000, un día de verano despejado en Cydonia, MGS realizó una de sus tomas… Un observador dijo: ‘Vaya, a mi no me parece una cara’”. De igual manera, la página web de CNN (“Face on Mars gets makeover”, Robert Roy Britt, 22 de septiembre de 2006) remató al decir que “la gente ve caras que no están ahí (en Marte o en las nubes), debido hemos nacido con la tendencia a reconocer caras humanas por doquier”. La página web Science Daily (“Cydonia – Face on Mars?”, 22 de septiembre de 2006) también concluyó una nota afirmando que “la interpretación científica formal nunca ha cambiado: la cara sigue siendo un producto de la imaginación humana en una superficie altamente erosionada”. En la página web de la revista Muy Interesante (“¿A qué se le llama la cara marciana?”, 1 de junio de 2006) ofreció a sus lectores una nota breve aunque en un tono contundente: “En 1998 y 2001, la nave Mars Global Surveyor volvió a fotografiar la zona a sólo 400 kilómetros de altitud, y acabó definitivamente con las hipótesis ‘conspiranoicas’: los supuestos ojos, nariz y labios no eran sino picos y depresiones”. 34 ¿Cuál ha sido la información que han brindado los medios de comunicación nacionales? El diario El Universal (“Sonda toma fotos de la cara de Marte”, 22 de septiembre de 2006) se concentró en la relevancia geológica de las imágenes: “El jefe científico de la misión Mars Express, el español Agustín Chicharro, comentó que “estas imágenes de la región de Cydonia son verdaderamente espectaculares ya que muestran una cercanía impresionante sobre una región de gran interés para los geólogos planetarios”. Mientras tanto, Milenio Diario (“¿Un cráneo en Marte?”, 2 de mayo de 2009) comenta un caso en el que supuestamente se encontró una calavera marciana. El asunto se compara con la cara de Marte: “Seguidores del fenómeno OVNI afirman haber descubierto un cráneo alienígena en Marte después de que la NASA enviara imágenes tomadas del planeta, informa el diario londinense The Daily Telegraph… Imágenes previas, de un supuesto cráneo encontrado en Marte en 2006, se cree han sido el resultado de una manipulación indebida. [Al igual que este caso] la famosa cara de Marte facilitada por la nave Viking 1 en 1976, la cual mostraba la sombra de un rostro humano, se encontró que era un truco de luz cuando se volvió a fotografiar la zona en 1998”. La crítica más fuerte y detallada ha venido directamente de una página web. Con respecto a la primera, la página astronómica Perspectivas (“La cara de Marte y otras ilusiones de óptica”, Luis Ruiz Noguez, 11 de julio de 2006) muestra un análisis completo del caso mostrando una gran cantidad de ejemplos: “El efecto es una ilusión de óptica debida al ángulo de iluminación muy bajo. En ningún momento la NASA trató de ocultar la fotografía, como pretendieron y afirmaron algunos ufólogos, ya que tan solo seis días después la dieron a conocer a la opinión pública emitiendo un comunicado de prensa”. Como puede verse en este caso, las notas periodísticas están basadas en información brindada por investigadores científicos. Se les consulta a ellos, ya que son quienes envían las astronaves, y son ellos quienes tienen el interés en las formaciones geológicas de Marte y quienes han aprovechado la oportunidad para dar a conocer sus observaciones, y a su vez son ellos a quiénes se les reconoce la autoridad para descartar el origen artificial de la cara. 35 4.1.2.3 Los OVNIs de Campeche El 5 de marzo de 2004, un avión de la Fuerza Aérea Mexicana grabó varias imágenes de OVNIs con forma de esfera luminosa en el estado de Campeche (fig. 4), al sur de México (Méndez Acosta, 2006). Todo sucedió cuando el avión en cuestión, equipado con un radar y una cámara infrarroja, patrullaba el cielo en busca de vehículos de contrabandistas. Los objetos permanecieron invisibles todo el tiempo y fue a través del equipo del avión que los pilotos se percataron de que eran aparentemente seguidos de cerca por las esferas (Bonfil, 2004a). Fig. 4. OVNIs grabados por la Fuerza Aérea en el Estado de Campeche, al sur de México (Crédito: Fuerza Aérea Mexicana, 5 de marzo de 2004). La Secretaría de la Defensa Nacional, haciendo uso de un criterio por lo menos cuestionable, recurrió al especialista en OVNIs Jaime Maussán como experto para analizar las imágenes captadas. Al respecto, el periodista mexicano Mario Méndez Acosta (2006) consideró que esto fue un error, ya que las imágenes pudieron enviarse a la Universidad Nacional Autónoma de México o al Servicio Meteorológico Nacional para realizar un análisis más detallado y confiable. El 11 de mayo de 2004, Maussán convocó a una rueda de prensa para presentar el video como un “enigma extraordinario”. La primicia del caso fue dada a conocer en el Noticiero con Joaquín López Dóriga ese día. De la misma manera, la historia se expandió rápidamente por medios como Associated Press, CNN, Reuters, MSNBC, USA Today y Fox News. De igual forma, Maussán presentó el caso en su programa de televisión y su sitio web. Uno de sus argumentos fue que 36 los “halos” emanados por los objetos evidenciaban “un intenso campo magnético”, y habló de la presencia de “frecuencias” y “vórtices” que “violaban la entropía”, entre otros argumentos claramente seudocientíficos (Sheaffer, 2004). Como respuesta, la comunidad científica de la UNAM convocó a una rueda de prensa para aclarar la situación. El principal señalamiento fue que la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) debió haber consultado a científicos legítimos para recibir posibles explicaciones más razonables del fenómeno observado (Bonfil, 2004a). ¿Cuál fue la razón por la que la SEDENA no consultó desde un inicio a los investigadores científicos? Esos días, el general Clemente Vega García, secretario de la Defensa Nacional, fue entrevistado en W Radio por el periodista Carlos Loret de Mola, quien al preguntarle por qué no se había entregado la información a alguna institución científica, respondió: “Nosotros no sabemos quiénes eran (los científicos), no los conocemos” (Méndez Acosta, 2006). La comunidad científica propuso varias teorías para explicar el fenómeno. El 13 de mayo varios miembros de la Sociedad Astronómica Urania del Estado de Morelos comentaron al diario El Universal que los objetos filmados eran tal vez globos meteorológicos. El Dr. Julio Herrera, investigador de la UNAM, comentó a la Associated Press que posiblemente los ovnis eran “destellos eléctricos en la atmósfera”. Días después, el mismo investigador comentó que era posible que fueran rayos de bola: “masas globulares que avanzan horizontalmente, relativamente pequeñas, persistentes, luminosas, ocasionalmente observadas en la atmósfera y asociadas a tormentas y rayos ordinarios” (Errasti y Ezkurra, 2003). El Dr. Rafael Navarro González, también investigador de la UNAM, comentó el 14 de mayo en conferencia de prensa que quizá los objetos eran “chispas luminosas formadas por plasma”. Mientras tanto, el divulgador científico José de la Herrán dijo que podía tratarse de fragmentos de un meteorito (Sheaffer, 2004). El 26 de mayo el capitán Alejandro Franz realizó un análisis a partir del video original e identificó la fuente probable de los supuestos OVNIs: las flamas del complejo petrolero en la Bahía de Campeche. Éstas, observadas en el infrarrojo, junto con las nubes cuando el avión se mueve, produjeron una ilusión óptica conocida como paralaje: la desviación angular de la posición aparente de 37 un objeto, dependiendo del punto de vista del observador (Sheaffer, 2004). En palabras de Méndez Acosta (2006), el fenómeno observado no fue evidencia de visitas extraterrestres. 4.1.2.4 La prensa frente a los OVNIs de Campeche Después de que Joaquín López Dóriga dio a conocer en cadena nacional el caso de los OVNIs de Campeche, muchos diarios hicieron eco de la nota. El Siglo de Torreón (“Detecta la fuerza aérea 16 ovnis en Campeche”, México, 11 de mayo de 2004) fue uno de los muchos medios que comentaron el caso: “La Fuerza Aérea los avistó [a los OVNIs] cuando realizaba un vuelo de inspección en Campeche, para detectar aeronaves con cargamentos de droga”. Otros medios como la cadena Univisión (“Oleada de ovnis en el sur de México”, 11 de mayo de 2004), a través de su página web, reprodujo parte de la conversación de los pilotos: Una formación de Ovnis fue detectada y filmada en video por pilotos del Escuadrón 501 de la Fuerza Aérea Mexicana el pasado 5 de marzo, informó un noticiario de la cadena Televisa… …Ésta es la conversación de los pilotos: -“Juárez qué es?...” - Un punto, ahí está, exactamente atrás de nosotros, es correcto, ahora está a las siete de nuestra posición con 10.5 millas, llevar rumbo 8, 2, 3 y 334 de velocidad. Algunos de los medios analizados sólo comentaron que la fuerza aérea captó los objetos, y omitieron detalles técnicos que podrían haber brindado más elementos para que el público tratara de entender el fenómeno observado. Al respecto, el diario El Universal (“Avistan pilotos de la fuerza aérea 11 ovnis”, 11 de mayo de 2004) ofreció una nota en la que se decía: “Pilotos de la Fuerza Aérea Mexicana registraron una aeronave que volaba sobre Campeche, a través de una cámara infrarroja, la trayectoria de 11 objetos voladores no identificados (ovnis), según un video transmitido por el Noticiero de Joaquín López Dóriga”. En la página web de Noticieros Televisa (“Capta OVNIS la Fuerza Aérea mexicana”, 11 de mayo de 2004) se lee: “En un vuelo sobre Campeche el pasado 5 de marzo un 38 avión militar logra grabar 11 OVNIS; la SEDENA no tiene ninguna explicación del avistamiento”. El diario La Crónica (“Avión de la Fuerza Aérea Mexicana grabó a 16 supuestos OVNIS durante su vuelo en Campeche”, 11 de mayo de 2004) afirma que los objetos fueron registrados por radares del avión mientras realizaban fuertes aceleraciones y desaceleraciones: “El radar de una aeronave de la Fuerza Aérea Mexicana detectó 16 objetos voladores no identificados. La trayectoria de los ovnis fue registrada por el radar durante algunos minutos, en los que se percibieron cambios drásticos de velocidad. El avión de la Fuerza Aérea Mexicana no sólo registró algunos objetos, sino con una cámara infrarroja grabó a los 16 ovnis”. De la misma manera, El Sol de Durango (“Fuerza aérea mexicana detecta 16 OVNI en el cielo de Campeche”, 12 de mayo de 2004) iniciaba así: “Según las versiones periodísticas, los objetos voladores no fueron detectados solo por los pilotos de la aeronave, sino por los radares de tierra”. Como ya se mencionó, la explicación para el fenómeno consistió en una ilusión óptica de paralaje, por lo que las afirmaciones sobre “cambios bruscos en la velocidad” de los objetos detectados por los radares es muy probablemente un rumor que se filtró en las notas periodísticas. El diario español El País (“Pilotos mexicanos graban presuntos ovnis”, 11 de mayo de 2004) cita una crítica del diario La Jornada: “Sobre el revuelo que han causado las escenas televisadas, el martes el diario La Jornada comentó que se trata de un espectáculo circense”. ¿Alguno de los medios consultó inmediatamente a investigadores científicos para explicar el fenómeno observado? Con base en las noticias seleccionadas, ninguno de los medios entrevistó a estos expertos para aclarar el suceso. Los investigadores científicos tuvieron que llamar a una conferencia de prensa para dar a conocer explicaciones alternativas al avistamiento. La Crónica (“Científicos afirman que los OVNIs captados en Campeche podrían ser fragmentos de un meteorito”, Mariana Viayra Ramírez, 12 de mayo de 2011) fue uno de los medios presentes en esta rueda de prensa: “Científicos mexicanos consideraron la posibilidad de que los supuestos Objetos Voladores No Identificados (OVNIS) grabados por pilotos de la Fuerza Aérea Mexicana en el cielo de Campeche no son naves extraterrestres, al sostener que 39 no hay ninguna evidencia que compruebe ‘la visita’. …el astrónomo mexicano José de la Herrán dio sus argumentos científicos sobre la imposibilidad de que se trate de naves espaciales, como se ha especulado, pues aseguró que pudo tratarse de fragmentos de meteoro”. Dos de las críticas más fuertes no vinieron directamente de los diarios, sino de una publicación seriada universitaria y una revista dedicada al análisis de las seudociencias. En el periódico universitario Humanidades de la UNAM (“Los ovnis de mi señor general: un golpe para la credibilidad científica”, Martín Bonfil Olivera, 2 de junio de 2004) comentó de esta manera las circunstancias del caso: …al menos eso es lo que puede deducirse de la actitud del Secretario de la Defensa Nacional [refiriéndose a que la comunidad científica mexicana no ha logrado adquirir la más mínima credibilidad], general Clemente Ricardo Vega García, cuando decidió entregar los videos de unos ovnis observados por un avión de la fuerza aérea mexicana en el cielo de Campeche a Jaime Maussán, el conocido charlatán que se gana la vida como ‘experto’ en el llamado fenómeno ovni. Por su parte, Mario Méndez Acosta, conocido analista y crítico de seudociencias, criticó en la revista Pensar (“Ovnis infrarrojos de Campeche: una explicación viable”, volumen 1, núm. 4, 2006,), con el mismo tono, los hechos principales del caso: “La Secretaría de la Defensa Nacional, responsable de evaluar la información, en lugar de someterlos a la consideración de la Universidad Nacional Autónoma de México o del Servicio Meteorológico Nacional, prefirió entregárselos a un locutor sensacionalista de la TV mexicana, Jaime Maussán, quien ha hecho grandes negocios vendiendo en supermercados videos de supuestos ovnis”. La mayoría de medios consultados se dedicaron a informar sobre el caso tomando como “autoridad” a Jaime Maussán. En la búsqueda de notas, ningún medio cubrió la explicación más certera propuesta por el capitán Alejandro Franz, por lo que se puede afirmar que la mayoría del público se quedó con la idea de que el caso está relacionado con visitas extraterrestres. 40 4.2 Mala ciencia 4.2.1 Definición de mala ciencia El concepto de “mala ciencia” (bad science) se refiere al trabajo científico de mala calidad y a los errores realizados por los científicos en su trabajo. Según Ben Goldacre, existen cuatro tipos de mala ciencia (citado por Willmott, 2009): - Sobreinterpretación de datos - Confusión de variables - Selección de sólo los resultados que encajan con la hipótesis - Uso de referencias que no han sido publicadas en alguna revista arbitrada Goldacre considera que la mala ciencia se refiere exclusivamente a los errores en la metodología llevada a cabo por los científicos. Dichos errores vienen acompañados por una realización incorrecta de los experimentos, de las pruebas estadísticas o de una interpretación equivocada de los mismos (Goldacre, 2009, citado en Willmott, 2009). Para diferenciarla de temas como la seudociencia o el fraude científico, en esta tesis se proponen dos subdivisiones generales de la mala ciencia: - Ciencia deficiente. Presenta errores, falta de preparación e incluso incompetencia por parte de los científicos. Se caracteriza porque la intención del científico generalmente es realizar investigación bien hecha, es decir, con el rigor necesario y sin intentar falsificar datos buscando llevar a cabo intereses particulares. - Ciencia adulterada.- Hace referencia a trabajos científicos que introducen en sus metodologías recetas y argumentos seudocientíficos. En este caso ya no puede hablarse propiamente de “ciencia”, sino de una mezcla de ella con alguna disciplina seudocientífica o no científica. Un ejemplo sería mezclar biotecnología con acupuntura (véase García-Vivas et al., 2010). Las siguientes características dar una idea más detallada de lo que es la mala ciencia (tomado de Salinas, 2005): 1. Invención de datos 2. Plagio 3. Manipulación de datos 41 4. Autoría ficticia 5. Errores en la recolección activa de datos 6. Errores en la preparación del documento 7. Errores en el proceso de publicación 8. Incluir información falsa en el Curriculum Vitae 9. Sensacionalismo 10. Errores en la metodología 11. Cualquier conducta que se desvíe de los estándares éticos Algunos de los puntos que menciona Salinas (2005) demarcan con mayor precisión a la mala ciencia: - Errores en la recolección activa de datos: Ocurren cuando no se realiza una búsqueda en la literatura científica global, como es usual en cualquier investigación científica legítima. No se reconocen los predecesores intelectuales. No se evalúan correctamente los experimentos. No se asegura la exactitud del análisis numérico. No se interpretan las pruebas adecuadamente. - Errores de preparación del documento: Se dejan fuera las referencias que indican investigaciones previas. Se omiten citas relevantes. Se copian listas de citas sin consultarlas. Hay exceso de autocitas. - Errores en la metodología: Incluye a) errores de juicio, b) diseño inadecuado del estudio, c) sesgo en el caso de que se publiquen resultados positivos o estadísticamente significativos, d) autoengaño, cuando el autor incluye datos u otro tipo de información errónea creyendo que es información verídica, e) descuido y g) análisis estadístico inadecuado. 4.2.2 Discusión de casos de mala ciencia relacionados con la astrobiología en la prensa 4.2.2.1 La lluvia roja En la mañana del 25 de julio de 2001, en el estado de Kerala, India, ocurrió uno de los más extraños fenómenos meteorológicos: cayeron del cielo lluvia y granizo de color rojizo. El agua de lluvia cubrió un área geográfica de 450 x 150 km. Un sonido estruendoso se escuchó unas cuantas horas antes de la lluvia, o al menos 42 eso indicaron los testimonios. Los reportes aislado de la lluvia roja continuaron durante los siguientes dos meses (DiGregorio, 2007). La relación de este caso con la astrobiología surge a partir de los primeros estudios llevados a cabo por Godfrey Louis, físico de la Universidad de Cochin de Ciencia y Tecnología de la India (DiGregorio, 2007). En esta tesis se propone el nombre de panespermistas radicales para referirse a aquellos científicos que sin evidencia contundente afirman que es un hecho que hay transferencia de vida desde la Tierra al espacio o viceversa. A partir de la década de los 80, Fred Hoyle y Chandra Wickramasinghe han tratado de llevar la hipótesis de la panespermia hasta sus últimas consecuencias. Han afirmado sin bases que bacterias y virus abundan en cuerpos extraterrestres como cometas, asteroides, meteoritos y polvo estelar. Una de sus teorías más controvertidas y desacreditadas, que rayan francamente en lo ridículo, consiste en que el VIH (Virus de Inmunodeficiencia Adquirida, causante del sida) fue traído por un cometa (Hoyle y Wickramasinghe, 1988). Fig. 5. Vista microscópoca de las estructuras de la lluvia roja (Louis y Santhosh Kumar, 2006) Regresando a la lluvia roja, cuando se tuvieron las primeras muestras se pudo constatar a través del microscopio que son partículas que tienen la apariencia de células rojas y cafés de 4 a 10 µm, y que son “similares a eritrocitos” (fig. 5). El análisis de rayos X reveló que las supuestas células estaban constituidas principalmente por oxígeno y carbono. No se detectó material 43 genético (DiGregorio, 2007). Se descartó que la causa de la lluvia hubiera sido el polvo proveniente de áreas desérticas de Asia occidental, y se puso sobre la mesa una idea atractiva: podía haber relación entre la caída de un meteorito y la lluvia roja, lo que permitía relacionar el caso con un origen extraterrestre de las partículas (Louis y Santhosh Kumar, 2006). En 2003, los físicos Godfrey Louis y Santhosh Kumar (2003) subieron un artículo a arXiv, el archivo en internet para borradores electrónicos de artículos científicos especializados, donde tratan el caso bajo su propio criterio. Afirman que se trata de bacterias hipertermófilas quimiosintéticas que crecen de manera óptima a 300°C en ambientes hidrotermales y que pueden metabolizar compuestos orgánicos e inorgánicos. Pero Louis y Santhosh fueron más allá: propusieron que las partículas rojizas son los primeros organismos aparecidos durante el origen de la vida, y que representan un dominio de seres vivos que antecede a los tres dominios actuales: arqueas (Archaea), bacterias (Bacteria) y eucariontes (Eukarya). Al final concluyeron que este nuevo dominio habita planetas que orbitan alrededor de estrellas gigantes rojas y que abundan en el medio interestelar. Todo ello lo propusieron a partir únicamente del hecho de que el espectro de absorción de las partículas rojas es muy similar al que se ha registrado en este medio (Louis y Santhosh Kumar, 2003). En enero de 2006, los mismos autores consiguieron publicar un estudio en la revista Astrophysics and Space Science, en el que continuaron especulando sobre el origen extraterrestre de la lluvia roja, y propusieron que ésta se formó a partir de la desintegración de un pequeño cometa o meteorito que habría entrado en la atmósfera de la Tierra (Louis y Santhosh Kumar, 2006; DiGregorio, 2007). Mientras Louis y Santhosh Kumar hacían este tipo de especulaciones aventuradas, docenas de científicos ya habían analizado la lluvia roja y habían reportado sus propios hallazgos. Los investigadores que estudian meteoritos realizan frecuentemente análisis isotópicos para determinar si las muestras provienen de algún asteroide, de la Luna, de otro planeta o de la propia Tierra. En el caso de nuestro mundo, la variabilidad isotópica del carbono y nitrógeno se conocen bien, así que si se analizan muestras de origen extraterrestre se 44 esperaría que las mediciones isotópicas alcanzaran valores fuera de lo esperado (DiGregorio, 2007). Thomas Brenna, de la Universidad de Cornell, analizó también las partículas. Los valores isotópicos que encontró coincidieron con los valores medidos en la Tierra. Asimismo, hidrolizó una muestra para liberar compuestos orgánicos y encontró siete aminoácidos: fenilalanina, ácido glutámico, glutamina, serina, ácido aspártico, treonina y arginina. Su conclusión fue que las mediciones isotópicas de las partículas son consistentes con un origen terrestre, y que son de origen orgánico, no mineral (DiGregorio, 2007). Louis no aceptó los análisis isotópicos de Brenna, y se ha declarado ansioso por conocer cuánto fósforo hay en “las células extraterrestres”, ya que esto implicaría la presencia de material genético: sin embargo, sus mismos estudios no han mostrado evidencia de este elemento (DiGregorio, 2007). En 2010, Gangappa y colaboradores (Wickramasinghe entre ellos) reportan que las “células” crecen y se reproducen si son incubadas a 121° durante dos horas o más. Al mismo tiempo se les ha relacionado con bacterias de los géneros Bacillus y Clostridium (Gangappa et al., 2010). Sin embargo, el problema radica en que a partir de estos resultados, los autores han sugerido que estas pequeñas estructuras abundan en el espacio exterior, y que esto apoya indiscutiblemente la hipótesis de la panespermia. Tomando en cuenta los datos antes expuestos, y en concordancia con el consenso de los expertos científicos en el campo, puede afirmarse que la evidencia sobre la lluvia roja de Kerala apunta a un origen terrestre. Es cierto que no se sabe exactamente qué son esas partículas, aunque se sospecha que son esporas, pero antes de recurrir a la hipótesis de su naturaleza viva y su origen extraterrestre, habría que agotar las alternativas más parsimoniosas. ¿Por qué sucedió sólo en aquella localidad de la India? ¿Por qué no se ha vuelto a repetir? (DiGregorio, 2007). Las dudas permanecen, y sólo más estudios permitirán conocer el verdadero origen de la lluvia roja. Hasta que eso suceda, los estudios de los panespermistas desbocados continuarán y serán un caso de mala ciencia: conclusiones exageradas y mal fundamentadas, artículos de dudosa calidad que 45 no se han publicado en revistas arbitradas y un fuerte sesgo por relacionarlo todo con la vida extraterrestre. 4.2.2.2 La prensa frente a la lluvia roja Como se verá a continuación, los medios de comunicación analizados hablan de la lluvia roja como un fenómeno poco usual que ha causado interés. La mayoría de los diarios que comentaron el caso son ingleses o de la India. Asimismo, se ha informado al público sobre los dos posibles orígenes del fenómeno: terrestre o extraterrestre. Varios medios han reproducido las versiones de las partes involucradas, aunque dándole cierto énfasis a los argumentos de los panespermistas radicales. La página web de noticias de la BBC (“Coloured rain falls on Kerala”, Venkitesh Ramakrishnan, 30 de julio de 2001) hace alusión al origen terrestre de la lluvia: “Los expertos afirman que la explicación más probable es la presencia de polvo en la atmósfera, lo que le dio el color al agua”. Y aclara que el evento no es nuevo: “Ha habido con anterioridad reportes de lluvia de color en otras parte del mundo”. El periódico Times of India (“Now Wells form spontaneously”, 5 de agosto de 2001) hace énfasis en el misterio: “Mientras que los científicos aún no han llegado a una conclusión definitiva sobre lo que causó la ‘lluvia roja’… se han reportado un extraños fenómenos como la formación repentina de pozos con agua de esta lluvia, y la caída inusual de las hojas en árboles y plantas”. El diario Indian Express (“Red rain was fungus, not meteor”, Kamal Gopinath, 5 de agosto de 2001) publicó una nota donde se apoya el origen biológico y terrestre de la lluvia: “Un comunicado de prensa informó que el análisis químico de las muestras de agua indica un posible origen biológico. Los estudios han identificado material orgánico como esporas de hongos”. Pese a lo exótico de las explicaciones de los panespermistas radicales, los medios también hicieron eco de los críticos a las mismas (The observer, “Red rain could prove that aliens have landed”, Amelia Gentleman y Robin McKie, 5 de marzo de 2006): “…Pero la mayoría de los investigadores afirman que Godfrey Louis está exagerando al relacionar la lluvia [roja] con microorganismos provenientes de un cometa”. 46 De nueva cuenta, el 7 de agosto de 2001, el diario Times of India (“Mistery of the scarlet rains and other tales, P. K. Surendran) siguió atento a los comunicados que emitían los investigadores científicos sobre el fenómeno, centrándose en tres preguntas: “¿El sonido explosivo que se escuchó está relacionado con la lluvia roja? ¿Qué produjo la gran cantidad de esporas encontradas (las que se cree que tornaron de color rojo al agua)? ¿Cómo es que estas esporas llegaron hasta las nubes?”. La página web de World Science (“Claim of alien cells in rain may fit historical accounts: study”, 22 de enero de 2008) habla sobre los comentarios de Chandra Wickramasinghe, uno de los principales expositores cuyo punto de vista es la panespermia radical: “Algunos investigadores, incluyendo Wickramasinghe, director del Centro de Astrobiolgía de la Universidad de Cardiff, en el Reino Unido, han dicho que las ideas de Louis y Kumar pueden ser correctas. Él y otros partidarios de estas ideas han relacionado la hipótesis de las células extraterrestres con la teoría popular de la ‘panspermia’, la cual sostiene que los meteoritos y cometas pudieron haber sembrado la vida en muchos mundos”. El problema que presenta la nota es que no se han consultado otros especialistas que difieran de esta posición, y que son la mayoría. El diario ABC Madrid (“El extraordinario caso de la lluvia roja sobre la India”, 1 de septiembre de 2010) se muestra un artículo más moderado: “Aunque este comportamiento [se refiere a la reproducción de las supuestas células extraterrestres a 121° C] no implica, desde luego, el origen extraterrestre de estas células, Wickramasinghe y compañía no pueden resistirse a señalar una explicación tan exótica”. Años después, algunos medios (entre los que apenas un diario mexicano, según la búsqueda de noticias realizada para esta tesis, mencionó el caso de la lluvia roja - El Universal, “Células extraterrestres se reproducen”, 3 de septiembre de 2010) hablan del tema a partir de las declaraciones de los panespermistas desbocados, aunque con cierta reserva. Sobre la reproducción de las supuestas células a altas temperaturas, informa: “Según el MIT en su revista Technology Review, estos investigadores aseguran que las células rojas se están 47 reproduciendo a temperaturas de 121 grados centígrados, y a temperatura ambiente son inertes. Con esto, el caso se torna extremadamente raro y la vez como un fascinante misterio”. Las visiones que los medios informaron al público son variadas. Las que dan exclusivamente la voz a los panespermistas radicales acarrean un problema: pueden dar al público la sensación de que el caso está inevitablemente relacionado con vida extraterrestre, lo cual daría a entender que ya es un hecho comprobado que hay vida en otros lugares fuera de la Tierra. 4.2.2.3 Los microfósiles de Richard Hoover En 2011, el Dr. Richard Hoover, investigador del Centro Espacial Marshall de la NASA, publicó un artículo en el Journal of Cosmology en el que argumentaba que había descubierto evidencia de fósiles de cianobacterias extraterrestres en un meteorito (fig. 6). Todo inició cuando Hoover obtuvo varias imágenes por microscopía electrónica de estructuras presentes en el meteorito cuya forma era muy similar a microfósiles (Hoover, 2011). Fig. 6. Los microfósiles en el meteorito de Richard Hoover (Hoover, 2011) Hoover afirmó en su artículo que en la superficie interna de algunos meteoritos carbonosos tipo CI1 existen largos filamentos que se han observado al fracturar la roca. El autor infirió la presencia de fósiles de cianobacterias y bacterias del azufre a partir del tamaño de las estructuras observadas y su posición en la roca (Hoover, 2011). Según Hoover, los filamentos muestran similitud con estructuras que utilizan las cianobacterias para la reproducción, la movilidad y la fijación del nitrógeno. La 48 espectroscopía de rayos X indica que los filamentos son ricos en carbono, magnesio, silicio, azufre y otros elementos y moléculas presentes en las nebulosas interestelares (Hoover, 2011). Pero, con respecto a la fijación del nitrógeno, el análisis de Hoover no revela la presencia de este elemento. Hoover (2011) también ha comparado el tamaño de los microfósiles con microorganismos terrestres. Pero es más el parecido con microorganismos eucariontes (protistas) que con procariontes como E. coli. Asimismo, cabe preguntarse: ¿el proceso de conservación fue en una roca espacial? ¿Los meteoritos son un buen medio de conservación de microfósiles? Según la microbióloga estadounidense Rosie Redfield (2011), Hoover hace mucha insistencia en la presencia de hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) y su abundancia en el meteorito como evidencia de actividad biológica, mas se sabe que estas moléculas pueden formarse en condiciones abióticas. Hoover concluye que los filamentos encontrados son microfósiles de organismos que surgieron en los meteoritos, y descarta que sean contaminantes biológicos terrestres. Además, señala que estos supuestos restos de cianobacterias tienen importantes similitudes con estructuras detectadas no sólo en cometas, sino también en lunas como Europa y Encélado, lo cual sugiere la presencia de vida microbiana en esos lugares (Hoover, 2011). Sin embargo, Rosie Redfield afirma que la parte final del artículo de Hoover es una simple compilación que busca afirmar que la vida abunda en otros lugares fuera de la Tierra; las imágenes mostradas son muy coloridas y sólo se utilizan para lanzar una especulación aventurada (Redfield, 2011). Es importante comentar que el Journal of Cosmology, medio en el que apareció el trabajo de Hoover, es una publicación científica poco ortodoxa. No se trata de una publicación arbitrada y de prestigio como Nature o Science, sino de una página web fundada en los 90 que publica todo tipo de textos sin mayores restricciones editoriales (Dobbs, 2011; Myers, 2011). Sus editores parecen estar obsesionados con la vida extraterrestre al grado en que esta “revista” se ha convertido en el nuevo medio de comunicación de los panespermistas radicales (El Journal of Cosmology no debe confundirse con ArXiv: un archivo de borradores 49 electrónicos de artículos científicos especializados en espera de ser publicados. Si estos artículos no son publicados en una revista arbitrada en un periodo mayor a dos años, pierden confiabilidad, aunque siguen estando disponibles). En resumen, el caso de Hoover también puede ser clasificado como mala ciencia: muestra una investigación cuyas conclusiones son aventuradas y poco fundamentadas, por lo que han sido rechazadas por el grueso de la comunidad científica. 4.2.2.4 La prensa frente a los microfósiles de Richard Hoover Los medios analizados para este apartado dieron mucho espacio a Richard Hoover, mientras que las réplicas y el desmarque de la NASA con respecto al caso fueron apenas cubiertos por dos medios. El artículo publicado en la página web de Fox News (“Exclusive: NASA scientis claims evidence of alien life on meteorite”, Garrett Tenney, 5 de marzo de 2011) fue el medio más contundente en afirmar que el caso de Hoover era inequívocamente correcto: “No estamos solos en el universo: las formas de vida extraterrestre pueden tener mucho más en común con la vida en la Tierra de lo que creíamos”. Otros medios como The Guardian (“Nasa scientist claims evidence of extraterrestrial life”, Ian Sample, 6 de marzo de 2011) fueron más moderados al hablar del debate producido por el caso: “Un científico de la NASA ha despertado un renovado debate sobre la vida en otros lugares del universo después de afirmar que ha encontrado fósiles de bichos extraterrestres dentro de meteoritos que cayeron a la Tierra”. Los diarios que reportaron de manera similar el caso fueron La Crónica (“Astrobiólogo de la NASA afirma haber encontrado evidencia de vida extraterrestre”, 7 de marzo de 2011) y dos diarios digitales: La Primera Plana (“Encuentran meteorito con fósil de vida extraterrestre”, 7 de marzo de 2011), y Diario Crítico (“Descubren nuevas formas de vida en el interior de tres meteoritos”, 7 de marzo de 2011). A diferencia del caso anterior, varios medios nacionales cubrieron la nota oportunamente, aunque citando solamente la versión de Hoover. El diario Uno 50 mas uno (“Halla evidencias de vida científico de la NASA”, 5 de marzo de 2011) fue uno de los primeros medios en dar a conocer la noticia: “El doctor Richard B. Hoover, del Centro Espacial Marshall, de la agencia espacial estadounidense, encontró evidencias fósiles de bacterias en una extraña clase de meteoritos, publicó hoy la revista científica Journal of Cosmology”. Los diarios en cuestión también reportaron algunos detalles de la metodología utilizada en el estudio. Un ejemplo es El Economista (“Hallan vida extraterrestre en restos de meteorito”, 6 de marzo de 2011): “Hoover estudió fragmentos de varios tipos de meteoritos condritos carbonáceos, que pueden contener niveles importantes de agua y material orgánico. Allí encontró criaturas con aspecto de bacteria que llamó ‘fósiles indígenas’, que se cree se originaron fuera de la Tierra y no una vez que aterrizaron en ella”. Milenio Diario (“Científico de la NASA halla vida extraterrestre”, 6 de marzo de 2011) comentó que ha habido casos similares al de las bacterias en el meteorito de Hoover: “Los estudios que afirman que los meteoritos pueden contener microbios extraterrestres no son nuevos y despertaron grandes debates sobre si podría existir vida en el espacio y cómo y dónde ésta pudo haberse originado en el universo”. Otros diarios, al notificar el caso, utilizaron párrafos como el siguiente, que pudieron generar confusión en el público al dar la idea de que realmente se trata de microorganismos extraterrestres. Un ejemplo es la página web de Noticieros Televisa (6 de marzo de 2011, “Científico de la NASA halla bacteria extraterrestre en meteorito”): “Hoover indicó que estos raros especímenes [los supuestos microfósiles] se los ha enseñado a otros expertos y ‘también se han mostrado perplejos’”. La mayoría de los títulos de las notas consultadas sobre este caso dieron una idea equivocada al público: que está totalmente confirmado que las estructuras observadas son microfósiles, que son evidencia de vida extraterrestre, y por tanto, que la existencia de vida extraterrestre es ya un hecho científico establecido. Si se toman dos ejemplos seleccionados de la tabla del apéndice (sección VIII) se leerá: “Hallan vida extraterrestre en restos de meteorito” (El Economista, 6 de marzo de 2011) y “Científico de la NASA halla bacteria extraterrestre en meteorito” (Noticieros Televisa, 6 de marzo de 2011). 51 De los medios consultados, sólo tres notas hablan seriamente del debate y de los problemas que representa el caso. La página web de CBS News (Charles Cooper, 5 de marzo de 2011, Nasa scientist: evidence alien life on meteorite): “…Los cuestionamientos de los escépticos también tienen peso [en el debate]… [aunque] algunos científicos han sugerido que los meteoritos y los cometas que se han estrellado contra la Tierra trajeron los elementos de la vida, incluyendo el agua y una importante cantidad de químicos orgánicos complejos”. Milenio Diario ofreció también texto en los que se hacen cuestionamientos al caso. En el primero de ellos (“¿Otra vez vida extraterrestre?”, Martín Bonfil Olivera, 9 de marzo de 2011), su autor inició con una versión distinta a la de la mayoría de medios consultados: “Si usted se emocionó al ver titulares como ‘Científico de la NASA halla vida extraterrestre’, lamento desilusionarlo. No es cierto… La agencia espacial no puede apoyar la investigación hasta que sea confirmada por otros científicos”. El primer problema con las notas mencionadas es que la mayoría hicieron eco en forma acrítica del estudio de Hoover. Una vez que la NASA informó su posición, pocos medios comentaron el giro inesperado en el caso. La noticia del descubrimiento de posibles microfósiles fue demasiado atractiva y se explotó de varias formas, mientras que las críticas, que eliminaban parte de la espectacularidad del estudio, apenas fueron reportadas. 4.3 Polémicas científicas 4.3.1 Definición de polémicas científicas El filósofo israelí Marcelo Dascal afirma que las polémicas científicas son controversias académicas que surgen entre los investigadores científicos durante su tarea de realizar experimentos, observaciones y teorías. Juegan un papel fundamental en el desarrollo de la investigación científica, son parte del proceso de construcción de la ciencia e indispensables para la formación, evolución y evaluación de las teorías. A través de una polémica científica se ejercen críticas que permiten engendrar, mejorar y controlar la buena estructuración y el contenido empírico de las teorías científicas (Dascal, 1995). 52 En su libro Science in action, el sociólogo de la ciencia Bruno Latour (1987) comenta que los escenarios en los que ocurren las polémicas son la literatura científica y el laboratorio. En cuanto al primero de ellos, una vez que se analiza la literatura científica, se puede conocer cómo se plantean las polémicas, cómo se resuelven y cuáles son los argumentos de los investigadores científicos al tratar de convencer a sus colegas para establecer su propia teoría (Latour, 1987, pp. 2162). Mientras tanto, el trabajo en el laboratorio se convertirá en hechos para sostener las afirmaciones científicas. Según Latour, cuando surge una polémica, aparece un contralaboratorio: un laboratorio en el que hay afirmaciones científicas que contradicen los hechos del primer laboratorio. En este sentido, surge un conflicto que se puede llamar como de “laboratorio contra laboratorio”. En el trabajo de los laboratorios se recurre a la naturaleza “como causa final de todas las controversias”. Gracias a esto, las polémicas son fundamentales para que la ciencia opere (Latour, 1987, pp. 63-100). En su libro La estructura de las revoluciones científicas, el filósofo e historiador estadounidense Thomas S. Kuhn ofrece la expresión ciencia normal para referirse a los logros que una comunidad científica en particular reconoce como fundamento de su práctica (Kuhn, 1962, p. 37). Al mismo tiempo, un paradigma involucra las leyes, teorías, aplicaciones e instrumentaciones aceptados y utilizados en dicha práctica científica (Kuhn, 1962, p. 38). El paso de un paradigma a otro constituye las revoluciones científicas, mientras que el periodo de transición entre uno y otro es lo que denomina la tensión esencial (Kuhn, 1962, p. 40 y 144). El autor de esta tesis propone que es en este intervalo entre paradigmas donde surgen las polémicas: quienes proponen nuevas teorías para explicar un fenómeno natural (los encargados de establecer el nuevo paradigma) tienen que defenderlas frente a las críticas (generalmente, quienes forman parte del paradigma imperante). Según el filósofo catalán Jordi Vallverdú (2005), los cambios en la ciencia se deben a la suma de cantidades considerables de polémicas que orientan las disciplinas hacia nuevos ámbitos de conocimiento, y que en algún momento crítico conducen a nuevos paradigmas. La mayor parte de polémicas no implican un 53 cambio de paradigma, sino a un replanteamiento de los aspectos menores del mismo. Pero su existencia permite explicar el cambio en ciencia. En este sentido, este Vallverdú (2005) propone el análisis de las polémicas a partir de dos subniveles de análisis: - Macrodinámica científica.- Es la situación de cambio radical en la ciencia, es decir, es una transición entre un paradigma y otro. - Microdinámica científica.- Son las transformaciones menores de la ciencia en las que se producen pequeños cambios y discusiones que en momentos críticos pueden llevar a una macrodinámica científica. En esta pueden estar involucrados decenas de agentes. Durante las polémicas, los críticos pueden citar la preponderancia de los resultados negativos como fundamento para rechazar una teoría o fenómeno específico. A su vez, pueden afirmar que cualquier resultado debe atribuirse a la incompetencia, al autoengaño o incluso al fraude. Por el otro lado, los defensores explican los resultados negativos mediante la inexactitud con la que los correspondientes experimentos se reprodujeron para obtener resultados positivos. En muchas ocasiones, los experimentos solos no bastan para zanjar una cuestión particular del debate (Collins y Pinch, 1993, p. 89). Una polémica puede comenzar con algún problema específico y rápidamente expandirse a otros problemas. En muchas ocasiones involucra actitudes y preferencias opuestas como desacuerdos sobre los métodos que son validados por la comunidad científica. Las polémicas pueden prolongarse y ser recurrentes en el mundo de la ciencia, mas no se reducen a conflictos irresolubles de preferencias. Los contendientes acumulan argumentos que creen que incrementarán el peso de sus posiciones frente a los adversarios, lo cual no necesariamente decide las cuestiones en disputa, pero sí puede inclinar la balanza a su favor (Dascal, 1995). La lucha entre quienes abogan una idea y por quienes la critican siempre es una lucha por la credibilidad (Collins y Pinch, 1993, p. 92). En algunos casos se pone en tela de juicio la competencia de los científicos. (Collins y Pinch, 1993, p. 136). Ocurre a menudo que detalles pasados por alto entre los bandos se vuelven de pronto muy importantes y se debate 54 acaloradamente sobre ellos. Los investigadores científicos que contienden intentan sembrar dudas sobre los argumentos del otro (Collins y Pinch, 1993, p. 140). La resolución de las polémicas puede ir por diferentes caminos. Uno de ellos es que los bandos (los contendientes o su comunidad) reconozcan que se ha acumulado suficiente peso en favor de una de las posiciones. Por otro lado, en las polémicas a veces aparecen posiciones modificadas (gracias a la misma polémica) que son aceptadas por ambos bandos. En otros casos, se llega a una aclaración recíproca sobre las divergencias de los bandos (Dascal, 1995). Resumiendo lo anterior, Dascal (1995) brinda una serie de características básicas para entender el desarrollo de las polémicas científicas: - Las polémicas científicas no quedan confinadas a los problemas iniciales que las motivaron, sino que se amplían rápidamente tanto en extensión como en profundidad. - En el curso de la expansión del problema, los contendientes cuestionan los presupuestos básicos de sus adversarios, ya sean éstos fácticos, metodológicos o conceptuales. - Se plantea a cada momento la cuestión de la interpretación correcta de los datos, lenguajes, teorías, métodos, etc. Conforme continúa la polémica, es típico que los contendientes se acusen mutuamente de interpretar incorrectamente la tesis del otro, de emplear un lenguaje ambiguo, de no contestar las objeciones, y de no centrarse en el verdadero problema que hay que resolver. - El carácter dinámico de las polémicas y el cuestionamiento sobre los presupuestos, entre otras posturas tomadas por los contendientes, llevan a Dascal (2005) a la apertura. Esta se caracteriza por los siguientes puntos: 1. Cuando comienza una polémica, no se sabe por dónde irá su dinámica propia. 2. Difícilmente se confinará a una sola disciplina, en el caso de polémicas de grandes dimensiones. 55 3. Se revela la existencia de divergencias profundas respecto al significado de conceptos, métodos y hechos hasta entonces aceptados. 4. No es posible anticipar la totalidad de objeciones de los adversarios. 5. Las grandes polémicas preparan el terreno para las innovaciones radicales. Asimismo, invitan al surgimiento de ideas, métodos, técnicas e interpretaciones no convencionales. - El aspecto de la clausura de la polémica puede tomar varios rumbos. La negociación y el consenso se pueden dar dependiendo del acuerdo de los contendientes (esto es una especie de “cerrar sin clausura”). Pero también pueden terminar sin acuerdo. A pesar de ello, las polémicas pueden ser percibidas por los participantes y analistas como productivas. Aún cuando no se inclina la balanza en favor de una de las posiciones, las polémicas contribuyen de varias maneras al conocimiento científico: aclaran el problema en cuestión, se reconocen las dificultades o divergencias conceptuales o metodológicas, se reorienta el esfuerzo de la investigación o simplemente permiten una mayor comprensión del problema tratado. - Las polémicas no son anárquicas, es decir, no se discute a golpes o con malas palabras. Manifiestan en cierta forma un orden o sistematicidad. 4.3.2 Discusión de casos de polémicas científicas relacionados con la astrobiología en la prensa 4.3.2.1 El meteorito ALH84001 EL 27 de diciembre de 1984, una expedición del Instituto Smithsoniano encontró en la región Allan Hills, en la Antárdida, el meteorito conocido como ALH84001. Dicho meteorito es un fragmento de roca compuesto por ortopiroxina (un silicato) con inclusiones de vidrio feldespático, olivina, cromita, pirita, carbonatos y filosilicatos. Pesa 1.9 kg y fue arrancado de la superficie de Marte hace 16 millones de años, según los análisis isotópicos. Cayó en la Tierra hace unos 13 mil años, a finales del paleolítico (McKay et al., 1996). 56 El estimado que se tenía de la edad del meteorito era de entre 4,000 y 4,500 millones de años, en una época en la que Marte posiblemente mantenía un clima propicio para la vida (McKay et al., 1996). Estudios recientes, basados en los isótopos lutecio y hafnio, han mostrado con más exactitud que su edad podría ser de 4,091 millones de años (Lapen et al., 2010). El 7 de febrero de 1996 se celebró una rueda de prensa en la sede central de la NASA, en la ciudad de Washington, para anunciar el hallazgo como “evidencia de posible vida fósil en el meteorito ALH84001” (Jakosky, 1999, p. 156). En un artículo publicado en la revista Science aquel año, David McKay, Everett Gibson y colaboradores, todos ellos investigadores científicos del Centro Espacial Johnson de la NASA, emprendieron un estudio detallado en busca de rastros biológicos en este meteorito, investigación que culminó con las conclusiones expuestas en la rueda de prensa (Jakosky, 1999, p. 159). Fig. 7. Estructuras observadas en el meteorito ALH84001 (McKay et al., 1996) En los fragmentos del meteorito se encontraron estructuras microscópicas ovoides (fig. 7), de entre 40 y 80 nm., y otras tubulares, alargadas o curvas, que oscilan entre los 30 y los 700 nm. Todos los casos, según McKay, son morfológicamente similares a varios grupos bacterianos terrestres muy antiguos (McKay et al. 1996). Desde su descubrimiento, en agosto de 1996, se han presentado pruebas y análisis tanto a favor como en contra del origen biológico de tales estructuras 57 Aunque estos posibles indicios de vida son ambiguos y se hallen sujetos a fuertes cuestionamientos, la respuesta de los medios de comunicación y del público ha sido clamorosa, desencadenando una polémica encendida en la comunidad científica (Jakosky, 1999, p. 156). Continuando con el artículo de McKay et al. (1996), uno de los argumentos a favor del origen biológico se refiere a que no hay caras cristalinas en las estructuras tubulares del meteorito, lo que lleva a proponer que se trata de fósiles de bacterias. Las estructuras tubulares tienen un volumen similar al de nanobacterias fósiles que se encuentran en formaciones geológicas a unos 400 metros de profundidad aquí en la Tierra. Asimismo, las estructuras ovoides que se han encontrado en el meteorito son muy pequeñas, y no se parecen ni a la más diminuta bacteria terrestre conocida, aunque esto no es definitivo para descartar la postura biológica, ya que puede tratarse de fragmentos o partes de estructuras más grandes. McKay ha sugerido que los microfósiles observados en el meteorito fueron producidos por un fenómeno conocido como biomineralización: la formación de estructuras geológicas por parte de seres vivos. Sin embargo, Cisar et al. (2000) han ofrecido una explicación alternativa: las estructuras observadas fueron moldeadas a partir de reacciones químicas producidas por minerales como la apatita. El mismo año, Gibson et al. (2000) aportaron más detalles técnicos a la propuesta original de McKay: las cadenas de magnetita poseen características físicas y químicas que indican que formaron parte de bacterias magnetotácticas en el Marte primitivo. Jimenez-Lopez et al. (2008) han ofrecido un origen alternativo de la magnetita presente en los discos de carbonato del meteorito: la descomposición termal, es decir, la descomposición química causada por el calor. Sin embargo, autores como Thomas-Keprta et al. (2009) han sugerido que es poco probable que este o algún otro proceso geológico sea el causante de las cadenas de magnetita, y que la explicación más probable se halla en algún proceso biológico. 58 Como frecuentemente ocurre en las polémicas científicas, David McKay y colaboradores también han utilizado ideas filosóficas para tratar de ganar el debate. Apelando a la Navaja de Ockham, que exige preferir, en igualdad de condiciones la hipótesis que requiera menos supuestos, sostienen que la actividad biológica ofrece la explicación más sencilla porque impone menos requisitos al entorno. En cambio, la mayoría de los científicos comentan que ante el dilema de elegir entre procesos geológicos y biológicos, los primeros son más simples y, por ello, deben ser preferidos (Jakosky, 1999, p. 172). La polémica continúa hasta nuestros días. Martel et al. (2012) comentan que los principales argumentos a favor del origen biológico de las estructuras observadas en el meteorito ALH84001 son la presencia de hidrocarburos aromáticos policíclicos, cadenas de magnetita, glóbulos de carbonato cuyo origen se sabe que se dio en Marte, y la presencia de estructuras que recuerdan a bacterias. Mientras tanto, los principales críticos argumentan que cualquiera de estas estructuras puede tener un origen no biológico. Además, minerales como el carbonato tienen propiedades biomiméticas, es decir, que producen formas similares a bacterias. ¿Quién tiene la razón? Lo más seguro es que se necesitan más datos y muestras obtenidas directamente del planeta Marte (Martel et al., 2012). 4.3.2.2 La prensa frente al meteorito ALH84001 El caso del meteorito ALH84001 fue reportado oportunamente por distintos medios. En el medio español consultado para este apartado se lee (El País, “Expertos en vida extraterrestre afrontan la ratificación de los indicios sobre Marte”, Alicia Rivera, 16 de agosto de 1996): “Los nueve investigadores norteamericanos [entre ellos, David McKay] que afirman haber encontrado trazas de vida del pasado en un meteorito originario de Marte, publican hoy su trabajo científico en la prestigiosa revista Science, con todos los detalles de su investigación y conclusiones. Mientras tanto, ha empezado un debate sobre el alcance de los ‘indicios’ y de las ‘pruebas’ en una investigación que se anuncia muy difícil tanto de ratificar como de descartar por la imposibilidad, por ahora, de contrastar los resultados”. 59 Por su parte, la página web de ABC Noticias (“Científicos desmienten que una famosa roca marciana contenga rastros de vida”, 6 de diciembre de 2010) también se reporta el escepticismo que generó el estudio de David McKay: “A pesar de todo, en enero de 1998, la revista Science publicó un artículo en el que se cuestionaba el estudio de la NASA, argumentando que existían claras evidencias de la contaminación del meteorito por el hielo antártico en el que permaneció atrapado durante milenios. La controversia se extendió hasta nuestros días…”. Pero el asunto principal del que se han ocupado los medios se han ocupado es el posible origen de las cadenas de magnetita y el debate que ello ha generado. La página web de la BBC News (“Finding hint at life on Mars”, David Whitehouse, 14 de diciembre de 2000,) comenta al respecto: “Investigadores afirman que los diminutos granos magnéticos encontrados en el meteorito marciano son idénticos a los que se producen por algunas cepas bacterianas en la Tierra… Los nuevos hallazgos reabrirán el debate sobre si la roca contiene evidencia fósil de vida antigua en el planeta rojo”. Varios medios consultados han reportado las investigaciones que apoyan un origen biológico de las estructuras encontradas en el meteorito. Tribuna Complutense (“Nuevo estudio sobre la vida en Marte”, 24 de enero de 2006), en órgano informativo de la Universidad Complutense en España, ofreció un artículo informando sobre un nuevo estudio: “Un equipo de investigación formado por científicos de la Universidad de Granada, el Savannah River Ecology Laboratory de la Universidad de Georgia, y el Johnson Space Center de la NASA, están estudiando el origen de los cristales de magnetita descubiertos en los restos de un meteorito procedente de Marte hallado en la Antártida… El meteorito marciano podría contener restos de actividad biológica en su interior”. La página web de la revista Muy interesante (“Un meteorito con restos de vida microbiana”, Elena Sanz, 26 de noviembre de 2009) también hizo lo propio: “El hallazgo parece confirmar la existencia primitiva de vida en la superficie de Marte o en sus aguas subterráneas”. 60 En cambio, la nota del diario español El País (“Detección de vida actual o pasada”, Carmen Ascaso Ciria y Jacek Wierzchos, 8 de noviembre de 2010) ofrece de primera mano la opinión de científicos a favor de la postura biológica: “Puede haber equipos de investigación que piensen que las cadenas de magnetita del meteorito ALH84001 podrían tener un origen no biológico. En este caso, sería muy conveniente, dentro de las reglas del buen hacer científico, que dichos equipos sean capaces de presentar sus propias imágenes de cadenas de magnetita en el meteorito, de la misma manera a como nosotros lo hemos hecho, y que sobre dichas imágenes traten de explicar qué procesos inorgánicos creen implicados en la formación de las citadas cadenas. Desde ahora no se va a poder ignorar que las cadenas están ahí, y esto debe ser un estímulo para las futuras investigaciones en el ALH84001”. El debate sobre los distintos aspectos del meteorito se ha mantenido. Con respecto a las notas nacionales, el diario El Universal (“¿Hay vida extraterrestre?”, 20 de marzo de 2006), se habló de ello: Algunos especialistas afirman que el ALH84001 se formó hace 4 mil 500 millones de años y que agua líquida, rica en dióxido de carbono, se filtró en su interior hace unos 3 mil 600 millones de años. A partir de estudios realizados en ciertas formaciones semejantes a las bacterianas en su interior, el 6 de agosto de 1996 la NASA anunció al mundo la posible existencia de una primitiva forma de vida microscópica en ese planeta. Sin embargo, dos años más tarde, el 16 de enero de 1998, a partir de evidencias proporcionadas por el Instituto Scripps de Oceanografía de la Universidad de California, la revista Science publicó un artículo en el que se puso en duda dicha posibilidad, dado que existían “pruebas claras de contaminación del hielo antártico circundante en el meteorito”, mismas que podrían haber contenido los presuntos restos de vida. La Crónica (“Meteorito revela que Marte tuvo las condiciones para albergar vida”, 17 de abril de 2010) cita un estudio en el que el análisis geológico apoya el 61 origen microbiano de las estructuras observadas: “Un nuevo análisis de un meteorito que cayó en los hielos antárticos procedente de Marte reveló que data de un periodo en que ese planeta tuvo un campo magnético y agua, unas condiciones favorables para la vida, según estudio de Science”. Llama la atención la ausencia de notas sobre los estudios que apoyan un origen geológico de las cadenas de magnetita. De nueva cuenta, los mayoría de los medios han explotado preferentemente la posibilidad de vida extraterrestre, y sólo unos cuantos ofrecen cierta mesura o posiblemente ignoran los estudios sobre el origen geológico, debido a lo poco atractivo de los mismos. 4.3.2.3 El origen de las emisiones de metano en Marte En el año 2003, M. J. Mumma y colaboradores, miembros del NASA Goddard Space Flight Center, detectaron gas metano (CH4) en la atmósfera de Marte. Para este descubrimiento fueron empleados tres telescopios terrestres y una técnica conocida como espectroscopía infrarroja de alta dispersión (Mumma et al., 2009). Debido a que este gas está muchas veces (aunque no siempre) asociado con los seres vivos, podría tratarse de una bioseñal potencial de vida microbiana (Atreya et al., 2006; Atreya, 2007; Mumma et al., 2009). Pese a que el caso ha revivido la posibilidad de vida pasada o presente en aquel planeta, según Lefèvre y Forget (2009), un origen abiótico del metano es igualmente probable. A partir de aquí, una nueva polémica ha surgido: ¿cuál es el origen de las emisiones detectadas? ¿La fuente es de origen biológico o geológico? Krasnopolsky et al. (2004) afirman que no existe ningún proceso aparente que permita la formación de metano en la atmósfera de Marte. De igual manera, y según sus cálculos, tampoco es probable que haya una fuente magmática o termal. Ni siquiera los impactos cometarios producen el suficiente metano para explicar las cantidades que se han detectado. Así, su propuesta apunta a un origen biológico: podría haber organismos metanogénicos subterráneos. La estimación de la producción de biomasa muestra que las posibles bacterias 62 marcianas podrían escasear. Marte sería un mundo estéril en su mayor parte pero con algunos pequeños oasis de vida (Krasnopolsky et al., 2004). En marzo de 2003, la sonda Mars Express realizó mediciones de metano mediante un espectrómetro Fourier (instrumento que analiza con detalle la radiación infrarroja). Los resultados confirmaron que el gas está ahí, pero, al contrario de lo que mencionaron Krasnopolsky y colaboradores, sus fuentes podrían ser tanto abióticas como bióticas: microorganismos debajo de la superficie, actividad hidrotermal o impactos cometarios (Formisano et al., 2004). Oze y Mukul (2005) apuestan por el origen geológico. Según estos autores, la detección de metano en Marte sugiere la presencia de fuentes específicas debajo de la superficie: es posible que la liberación actual de metano sea impulsada por alguna fuente geotérmica (Oze y Mukul, 2005). En 2009 se realizaron nuevas observaciones que revelaron que las concentraciones de metano cambian a través de las estaciones. Lefèvre y Forget (2009) crearon un modelo climático para simular las condiciones este gas en Marte. Encontraron que los procesos fotoquímicos no producen variaciones importantes en las concentraciones de metano. Al contrario, se encontró que el ciclo de condensación y sublimación del dióxido de carbono en Marte (gas que compone más del 95% de la atmósfera) puede afectar las variaciones del metano (Lefèvre y Forget, 2009). Actualmente, el metano se sigue detectando en algunas pequeñas regiones del planeta. Gases como este son extraños en Marte. Su producción por la química atmosférica es nula, y su promedio de vida disminuiría si algún oxidante como el peróxido estuviera presente en la superficie o en los granos de polvo dispersos en el aire. Esto es lo que se sabe del caso, y la polémica continúa hasta el día de hoy. Al igual que en el apartado anterior, se requieren más datos para entender si la fuente es abiótica o biótica (Mumma et al., 2009). Será hasta el año 2016 que la astronave ESA/NASA Exomars/Trace Gas Orbiter sea enviada para aclarar el origen de las emisiones. Los detalles de esta misión pueden consultarse en la siguiente dirección: http://mepag.jpl.nasa.gov/meeting/jun-11/13- EMTGO_MEPAG_June2011_presentation-rev2.pdf 63 4.3.2.3 La prensa frente a las emisiones de metano en Marte Como se expuso anteriormente, el caso se ha dividido en dos posturas sobre el origen de las emisiones de metano: biológica y geológica. Al respecto, la página web de CNN (“Mars methane from biology or geology?”, Tariq Malik, 30 de marzo de 2004) comentó de una manera más moderada que “algunos científicos han dicho que el escenario más tentador, aunque poco probable, estriba en la posibilidad de que el metano pueda ser producto de cierta forma de vida microbiana. Sin embargo, una apuesta más segura, dicen, es que la actividad geológica en Marte producto de la actividad volcánica o el impacto de algún cometa haya liberado el metano en la atmósfera”. Mientras tanto, el diario británico The Telegraph (“Life on Mars: new mission needed say scientist”, Stephen Adams, 16 de enero de 2009) fue un medio cuidadoso al hablar del caso: “Los científicos han dicho que se necesita una nueva misión a Marte para determinar de una vez por todas si hay vida en el planeta rojo”. Hubo medios que dieron como un hecho comprobado que las emisiones de Marte han sido producidas por la actividad bacteriana. En función de algunos científicos de la NASA, el diario británico The Daily Mail (“There is life on Mars… but not as we know it, say Nasa scientist”, David Berbyshire y Claire Bates, 19 de enero de 2009) afirmó de manera contundente que “Marte está vivo, acorde con los científicos de la Nasa, quienes revelaron la primera ‘prueba definitiva’ de las emisiones de gas metano que se filtran hasta la superficie”. Siguiendo con esta tendencia, el diario argentino La Nación (“Un hallazgo reaviva la posibilidad de que exista vida en Marte”, Nora Bär, 16 de enero de 2009) comentó: “El 90% del gas metano que existe en la Tierra es producto de la actividad biológica. Proviene de microorganismos unicelulares, de la digestión del ganado y de materia orgánica en descomposición, como las hojas muertas”. La Crónica (“Gas metano en Marte puede ser señal de vida, según científicos”, 29 de marzo de 2004) inició su nota así: “En la atmósfera de Marte se ha detectado gas metano, lo que puede ser señal de vida, según creen los científicos, informa hoy la BBC en u portal de internet”. Un año después, el mismo diario (“Hallazgo de metano en atmósfera marciana abre esperanzas de vida”, 26 64 de febrero de 2005), frente a los nuevos estudios que validaron el hallazgo, informó: Este es uno de los temas que ha ocupado durante esta semana a más de doscientos investigadores que participaron en la primera conferencia sobre la misión Mars Express, una sonda espacial que desde hace un año se encarga de recoger datos sobre la superficie, la atmósfera, la geografía o los vientos marcianos. Ayer durante la presentación de las principales conclusiones de la conferencia, el investigador italiano Victorio Formisano, explicó que ‘hemos encontrado metano en grandes cantidades en la atmósfera de Marte. De la misma forma, Milenio Diario (16 de enero de 2009, Metano alienta teoría de vida en Marte) informó: “Expertos detectaron grandes cantidades [de metano] en ese planeta; falta esclarecer su origen… El gas fue detectado en 60% de la superficie marciana. Por otro lado, una entrevista realizada por La Crónica (“Detectan en Marte gas metano, señal de vida y de petróleo”, Mariana Viayra, 30 de marzo de 2004) a José de la Herrán, astrónomo y divulgador científico mexicano, se inclina hacia el origen biológico: De acuerdo al científico mexicano, José de la Herrán, el gas metano es resultado de la descomposición de materia vegetal a lo largo de muchos años. Asimismo, dijo a Crónica que esta sustancia en el aire puede indicar la existencia de petróleo. La otra explicación es: a través de microbios, ya que en la Tierra las bacterias producen gas metano del hidrógeno y el dióxido de carbono, y no necesitan oxígeno para desarrollarse. Si fuera a través de la actividad volcánica, la lava depositada en la superficie produciría el gas, pero hasta ahora no se han localizado zonas volcánicas en Marte. La mayoría de los medios consultados se inclinan, al igual que en el caso de los microfósiles marcianos en el ALH84001, por la explicación biológica del fenómeno. El Sol de México (“Metano descubierto en Marte podría ser signo de microorganismos”, 15 de enero de 2009) reproduce las opiniones que especulan 65 sobre la explicación biológica: “Los científicos dijeron que si el metano proviene de microbios, seguramente viven muy lejos de la helada superficie, en profundidades lo suficientemente cálidas para permitir la existencia de agua”. Para rematar, aunque con cierta incoherencia, en una columna de opinión de El Sol de León (“Metano en Marte, indicio de vida”, Edmundo Domínguez Aragonés, 31 de enero de 2009) se lee: “Entretanto el descubrimiento en Marte de gas metano en su atmósfera significa que aún existe vida, ya sea biológica o geológica”. Este último enunciado, producto quizá de un error de redacción, pudo hacer entender al lector que ambas posturas implican la presencia de vida en Marte. Al igual que el caso anterior, la mayoría de los medios consultados hace énfasis en el posible origen biológico de las emisiones de metano en Marte. Como se mencionó en el apartado anterior, al parecer la postura geológica resulta poco atractiva para los medios y sólo se consulta a quienes apoyan una explicación biológica (que es la más atractiva para el caso). 4.3.2.4 Las bacterias del arsénico El lunes 29 de noviembre de 2010, la NASA envió un comunicado convocando a una conferencia de prensa online para el jueves 2 de diciembre de 2010, para discutir un “hallazgo astrobiológico que impactará en la búsqueda de evidencia de vida extraterrestre”. Las especulaciones se dispararon principalmente en internet durante los tres días posteriores: inclusive se mencionó que quizás se podría anunciar que se había descubierto vida en Titán, luna de Saturno (Zimmer, 2010). 66 Fig. 8. Microfotografía electrónica de barrido de la bacteria GFAJ-1 (Wolfe-Simon et al., 2011) El día acordado se hizo público un artículo en la versión online de la revista Science en el que Felisa Wolfe-Simon, microbióloga y astrobióloga de la NASA, reportaba que una proteobacteria denominada GFAJ-1 (fig. 8) de la familia Halomonadaceae, hallada en el lago Mono en California, era capaz de vivir en un medio con altas concentraciones de arsénico y, además, podía sustituir el fósforo por este elemento en su DNA (Wolfe-Simon et al., 2011). Esto traía varias implicaciones: podría existir una bioquímica distinta a la que conocemos, y esto podría ocurrir en organismos extremófilos tanto aquí en la Tierra como en otros mundos (Katsnelson, 2010). ¿Qué fue lo que hicieron Wolfe-Simon y colaboradores? Una vez que tomaron muestras bacterianas del Lago Mono, pusieron a las bacterias en un medio de cultivo salino, y fueron reduciendo las cantidades de fosfato y reemplazándolas por arsenato hasta que el microorganismo se adaptara a ese ambiente artificial y comenzara a crecer con normalidad. Al aislar al organismo, observaron que cuando lo cultivaban en una solución de arsenato crecía 60% más rápido que en un medio con fosfato; no hubo crecimiento si no había arsenato ni fosfato. (Katsnelson, 2010). Los investigadores examinaron el DNA y afirmaron que contenía arsénico (Wolfe-Simon et al., 2011). ¿Cómo es que se llegó a esta conclusión? Una vez que se agregó arsenato marcado radiactivamente para observar su distribución, 67 las cantidades de este compuesto que se detectaron fueron similares a las esperadas para el fosfato en la bioquímica celular, lo que sugirió que el arsenato se utilizó de la misma manera que el fosfato. Finalmente se utilizaron distintas técnicas de espectrometría para confirmar que en el DNA hubiese arsénico, implicando, aunque no de manera directa, que el elemento había tomado el rol del fosfato para constituir el material genético (Katsnelson, 2010). La mayoría de los críticos no cuestionaron el concepto de la vida basada en el arsénico, pues en 2007 la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (NAS por sus siglas en inglés) había hecho un reporte sobre esta cuestión como uno de los ejes rectores de la búsqueda de vida extraterrestre. El problema estuvo en afirmar que el arsénico sustituía al fósforo en el DNA (Zimmer, 2010). La crítica de Redfield fue clara: el estudio estaba mal hecho, no había pruebas contundentes de la sustitución fósforo-arsénico en el DNA y la presencia del arsénico podía ser una impureza en la muestra (Gasque, 2011). Frente a la multitud de críticas, algunas formuladas en diarios o internet, los autores se negaron a contestar en estos “medios informales” argumentando que “toda réplica se debería hacer en las revistas especializadas”. Sin embargo, ellos mismos habían dado a conocer el estudio a través de una conferencia de prensa, por lo que el argumento resultaba contradictorio (Zimmer, 2010). También se cuestionó que la NASA se hubiera prestado a difundir con tanta amplitud un artículo que presentaba graves problemas en su metodología y sus conclusiones. Al respecto, John Roth, investigador de la Universidad de California en Davis, dijo: “Sospecho que la NASA está un poco desesperada por tener una historia positiva al grado que no aplicaron una mirada crítica al asunto del DNA…”. (Zimmer, 2010). Ante la gran cantidad de críticas de especialistas incrédulos, Wolfe-Simon no tuvo más remedio que ofrecer una entrevista publicada, en Science el 20 de diciembre de 2010, en la que pidió paciencia para realizar una serie de nuevas mediciones, aunque en esta ocasión sería apoyada por investigadores que han ofrecido su saber y dinero para contribuir a aclarar la controversia (Zimmer, 2010; Gasque, 2011). 68 Según un artículo de divulgación científica escrito por Gasque (2011), el 11 de enero de 2011, la revista Chemical Biology informó que está bien documentado que los enlaces fósforo-oxígeno en el DNA se hallan entre los más estables que se conocen (tienen una vida media de 30 millones de años), mientras que los enlaces arsénico-oxígeno se rompen fácilmente en medio acuoso y a temperatura ambiente (su vida media es de apenas 0.06 segundos). Dicho de otro modo, una molécula de DNA con arsénico en lugar de fósforo sería sumamente inestable. En el número 1,149 de la revista Science de junio de 2011, apareció publicado un artículo titulado Response to Comments on “A bacterium that can grow using Arsenic Instead of Phosphorus”, en el que Wolfe-Simon y colaboradores respondieron los principales cuestionamientos planteados en ocho artículos de diversos especialistas, entre ellos Rosie Redfield, quien ya había publicado sus objeciones y críticas al trabajo de Wolfe-Simon en su propio blog (http://rrresearch.fieldofscience.com/), que también se publicaron en ese mismo número. Los planteamientos del artículo de Wolfe-Simon aparecidos en la revista Science se han mantenido en discusión. Pese a las justificaciones que la autora principal del estudio ha ofrecido, diversos autores han señalado insuficiencias en la metodología, aunque un número similar de éstos han opinado que el artículo, fuera del aspecto de la sustitución del fósforo por el arsénico, tiene algunos puntos importantes que pueden ser rescatados. 4.3.2.5 La prensa frente a las bacterias del arsénico De nueva cuenta, la gran mayoría de los medios consultados dieron sólo parte de los detalles de la investigación. Una vez que el debate comenzó, muy pocos medios informaron de los problemas con la metodología o la polémica que surgió tras el estudio. Innumerables blogs, páginas web y diarios especularon sobre el llamado a la rueda de prensa el 2 de diciembre de 2010 por parte de la NASA. Un ejemplo de lo que se leyó fue (El Universal, “NASA alista anuncio sobre nueva forma de 69 vida” 2 de diciembre de 2010): “La Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio (NASA) de Estados Unidos dará a conocer hoy un descubrimiento astrobiológico, que podría probar la teoría de que sí existe vida extraterrestre”. Una vez que se dio a conocer el descubrimiento, la página web de National Geographic News (“NASA Life Discovery: new bacteria makes DNA with arsenic”, Richard A. Lovett, 2 de diciembre de 2010,) fueron uno de los numerosos medios que dieron a conocer el estudio: “Científicos anunciaron hoy que una nueva especie de bacteria encontrada en el Lago Mono, en California, es la primera forma de vida conocida que utiliza el arsénico para hacer ADN y proteínas”. Otro fue la página web de la BBC News (“Arsenic-loving bacteria may help in hunt for alien life”, Jason Palmer, 2 de diciembre de 2002) ofrece un texto con la siguiente reflexión: “…¿quién sabe qué más hay? Sólo hemos escarbado la superficie de la esfera microbiana”. La página web de la revista Muy Interesante (“La NASA descubre vida en arsénico”, Elena Sanz, 3 de diciembre de 2010) comentó que “el hallazgo sugiere la existencia de una bioquímica totalmente diferente a la que conocíamos hasta ahora, que podría haber sido utilizada por microorganismos en ambientes extremos de la Tierra o incluso de otros planetas”. Otros medios que dieron detalles similares de la conferencia de prensa fueron el periódico mexicano Milenio Diario (“Descubre la NASA vida en el arsénico; impactará en la búsqueda de vida exterior”, 2 de diciembre de 2010), la agencia de noticias Reuters (“El nuevo hallazgo de la NASA: bacterias que viven en arsénico”, 2 de diciembre de 2010), y medios extranjeros como The Daily Mail (“Is this lake that provides the clue to extraterrestrial life?”, Fiona Macrae, 3 de diciembre de 2010). De la consulta de notas que se hizo en esta tesis sobre las bacterias del arsénico, sólo dos informaron del debate y las críticas. La Jornada (“Arsénico: la revolución en la química de la vida”, 7 de diciembre de 2010) fue cuidadosa al hablar del estudio: “Las reacciones ante estos hallazgos han sido muy diversas. La NASA ha echado las campanas a vuelo afirmando, a través de algunas de sus publicaciones de difusión científica, que a partir de este trabajo será necesario rescribir la definición de la vida en la Tierra. Otros son más cautelosos, como 70 puede leerse en la reseña que hace la revista inglesa Nature. Algunos expertos señalan que aún no hay una demostración directa de la incorporación del arsénico en las Biomoléculas señaladas, y mucho menos que éstas sean activas y funcionales”. Cuando el debate se encontraba en su cúspide, en otro texto de Milenio Diario (“¿Y las bacterias marcianas?”, Martín Bonfil Olivera, 15 de diciembre de 2010) se leyó: Todo empeoró cuando arreciaron las críticas a los métodos y la evidencia que sustentaba las conclusiones la NASA y Wolfe-Simon, en vez de defender la investigación, se limitaron a afirmar que “no discutirían el asunto fuera de las revistas arbitradas”. El divulgador Martin Robbins resume así esta comedia de enredos: “El sistema de revistas especializadas impidió que el público tuviera acceso al artículo. La revisión por pares (el control de calidad de las revistas científicas) falló. La investigación se exageró en el boletín críptico de la NASA. Se forzó un embargo en información que ya se había filtrado al dominio público, y aunque la especulación aumentaba, se impidió que los medios tuvieran acceso a los hechos. Y cuando la investigación finalmente fue pública, y los científicos comenzaron a criticarla, la gente de prensa de la NASA emitió una respuesta espectacularmente desatenta y arrogante. Una vez que se dio a conocer el estudio, los medios informaron sobre el caso limitándose a dar detalles. De la misma manera que en el apartado anterior, cuando el caso perdió fuerza frente a las críticas, las notas sobre el mismo disminuyeron considerablemente: ¿una nota recién salida sobre una investigación científica es más atractiva que una nota sobre el posterior desarrollo? 71 V. ANÁLISIS DE LOS PROBLEMAS 5.1 Diagnóstico de los casos Después del análisis realizado, y a partir de las notas periodísticas consultadas, los casos muestran que los medios transmiten una visión sesgada del quehacer de la astrobiología particularmente sobre los casos planteados. La mayoría de los periodistas encargados de las notas informativas no se molestaron en mencionar cómo funciona la ciencia o si puede haber casos que no sean del todo científicos. A continuación, se ofrecen algunos signos diagnósticos para que científicos, divulgadores y periodistas tenga herramientas para reconocer si se está enfrentando a un caso de seudociencia, mala ciencia o polémicas científicas. 5.1.1 Seudociencia: signos diagnósticos La figura 9 muestra una representación de cómo funcionan las seudociencias y cuál es la imagen que los medios transmiten de las mismas al público. La seudociencia se presenta por los medios regularmente como conocimiento irrefutable. Cualquier cuestionamiento en torno a su validez se deshecha de inmediato (rechazo de la crítica). Esta postura nos lleva al dogmatismo: no importa cuánto se critique tal o cual caso, la única explicación válida es la propia (véase el caso de quienes divulgan que la cara de Marte tiene un origen artificial, sección 4.1.2.1) En la ciencia es común la autocorrección: algunas teorías son sustituidas por otras que explican mejor algún fenómeno observado. En las seudociencia no ocurre nada de ello, lo cual provoca una especie de conocimiento estático que no se replantea. En las seudociencias también se plantean las cosas con un halo de misterio en el que la información se presenta como científica. En ciencia, cualquier estudio es enviado a una revista arbitrada en la que debe pasar por un control de calidad para ser publicado; en cambio, las seudociencias utilizan los medios de comunicación masiva (los medios sustituyen las revistas arbitradas) como el espacio en el que se da a conocer la información. 72 Figura 9. Signos diagnósticos propuestos en esta tesis sobre las seudociencias y la visión que los medios ofrecen sobre las mismas. 5.1.1.1 La seudociencia vista por los medios ¿Cuál es la imagen que dan los medios analizados sobre las seudociencias? En primera instancia, se da a entender al público que son importantes al igual que otros temas. De la misma forma, este tipo de información, si tiene que ver con “frecuencias” y “vórtices”, como en el caso de Los OVNIs de Campeche (sección 4.1.2.3) seguramente tiene un componente científico. 5.1.2 Mala ciencia: signos diagnósticos La figura 10 ofrece un panorama de la mala ciencia y la visión de la astrobiología que los medios trasmiten al público. En el quehacer científico se cometen equivocaciones que pueden afectar el resultado final del estudio, lo que lleva a los errores en la recopilación de datos: esto puede provocar que se obtengan, por ejemplo, gráficas que indiquen tal o cual tendencia de un fenómeno observado muy distintas a si el estudio hubiese sido elaborado con mayor cuidado. 73 Figura 10. Signos diagnósticos propuestos en esta tesis sobre la mala ciencia y la visión que los medios transmiten de ésta al público. Si un estudio está bien hecho, pero con errores en la redacción del artículo (por ejemplo, que la información a transmitir sea confusa), de nada servirá haber realizado la investigación: ningún investigador científico podrá reproducir el experimento, ya que el ocasionalmente el artículo no será aceptado por una revista arbitrada. Gracias a la crítica de los investigadores científicos del mismo campo, sale a la luz que algún estudio estuvo mal hecho. Los errores principales pueden estar en la metodología. El que un experimento esté mal diseñado o ejecutado puede ser el principal argumento en contra de todas las propuestas de un nuevo estudio. El autoengaño o el descuido también pueden estar presentes en la labor de los investigadores científicos. Un investigador que desee obtener algún resultado específico puede interpretar a su favor tal o cual imagen sin que ésta necesariamente señale el resultado esperado (véase en la sección 4.2.2.3 el caso 74 de Los microfósiles de Richard Hoover, en el que este autor insistía en que los hidrocarburos aromáticos policíclicos eran evidencia de actividad biológica, pese a que estas moléculas también pueden formarse en condiciones abióticas). En otras ocasiones, un error al transcribir los datos obtenidos puede variar completamente los resultados en un estudio cualquiera, lo cual lleva a la estadística incorrecta. Aunque un estudio se haya llevado al pie de la letra, puede ocurrir una malinterpretación de datos, en las que las conclusiones obtenidas pueden ser distintas a lo que se hubiera obtenido en el caso de una interpretación más cuidadosa. En las conclusiones no derivadas del estudio, los investigadores pueden haber realizado de manera correcta sus experimentos, pero si al final las conclusiones no se derivan de toda la investigación, entonces el estudio generará dudas. Como se vio en el caso de La lluvia roja (sección 4.2.2.1), a partir del análisis de las partículas rojizas se han hecho algunas afirmaciones aventuradas, como que las partículas rojizas en realidad son organismos hipertermófilos quimiosintéticos, que fueron las primeras formas de vida en la Tierra, que anteceden a los tres dominios actuales de la biología, y que abundan en el medio interestelar (Louis y Santhosh Kumar, 2003). 5.1.2.1 La mala ciencia vista por los medios Como se señala en la figura, la mayoría de los medios ofrece al público una visión de la ciencia como una fuente de notas curiosas y sin mayor relevancia. La ciencia se muestra como una verdad absoluta en la que no hay cabida para errores por parte de los investigadores científicos. El quehacer científico también es visto como algo absolutamente riguroso y objetivo, mientras que los argumentos de cualquier investigador se toman como algo indiscutible. 5.1.3 Polémicas científicas: signos diagnósticos La figura 11 ofrece un panorama de las polémicas científicas y la visión que los medios transmiten al público. Dos laboratorios pueden obtener resultados y conclusiones distintas. Un grupo de investigadores A que trabajan en un laboratorio pueden realizar un estudio que afirma X; en cambio, un grupo de 75 investigadores B que trabajan en un “Contralaboratorio” pueden haber realizado un estudio que afirma Y. A partir de aquí se entablará una polémica en la que cada grupo defenderá su punto de vista. Dos ejemplos están en esta tesis: El meteorito ALH84001 y El origen de las emisiones de metano en Marte (secciones 4.3.2.1 y 4.3.2.3). Ambos casos tienen como eje central del debate si el fenómeno observado tiene un origen biológico o geológico. Figura 11. Signos diagnósticos propuestos en esta tesis sobre las polémicas científicas y la visión que transmiten los medios sobre éstas. Frente a un fenómeno observado, dos grupos de investigación científica utilizarán todos los recursos posibles para ganar la contienda. En algunos casos, se duda de la fiabilidad del estudio. De nueva cuenta, un grupo de investigación científica A afirma que el estudio está bien hecho. El grupo de investigación científica B ha obtenido un resultado distinto, por lo que puede lanzar un ataque al grupo A y afirmar que el estudio de A está mal hecho, en cambio mi estudio está bien hecho. 76 Un tercer caso ocurre cuando en el debate se utilizan argumentos en contra de la preparación y la honestidad de los contrincantes. A primera vista se da por sentado que los investigadores científicos son competentes, objetivos y honestos, mas cuando se está dentro de la polémica, el grupo contrincante puede servirse de ataques, descalificaciones y acusaciones como eres incompetente, te autoengañas o cometes fraude para ganar la controversia. Un ejemplo es el caso de las bacterias del arsénico (sección 4.3.2.4): las críticas de Rosie Redfield al trabajo y prestigio de Felisa Wolfe-Simon. 5.1.3.1 Las polémicas científicas vistas por los medios Por lo general, los medios analizados dan una visión de la ciencia al público como si no ocurrieran polémicas (no se considera que los científicos pueden estar en desacuerdo con sus colegas). En el caso de que lo mencionen, se concentran en pequeños aspectos de los mismos o en la postura más atractiva. De nueva cuenta, los nuevos descubrimientos se presentan como algo absoluto. En ciencia no hay explicaciones alternas, sólo la que tal o cual especialista haya dado sobre algún fenómeno en particular. 5.2 Propuestas En esta tesis se considera que no hay reglas generales para determinar si algún caso en particular pertenece a la categoría de seudociencia, mala ciencia o polémicas científicas (los tres problemas propuestos que pueden obstaculizar la divulgación científica). Cada caso debe analizarse por separado para poder ser clasificado. En este sentido, se proponen una serie de preguntas que permitan distinguir si cada caso si pertenece a un tema en particular. Los tres actores de la comunicación de la ciencia (investigadores científicos, divulgadores científicos y periodistas) pueden plantearse estas interrogantes de tal manera que puedan enfrentar de una manera más efectiva los tres problemas 77 5.2.1 Para científicos Para que el investigador científico pueda tener un mayor contacto con los medios y que éstos brinden una información más fidedigna, las preguntas que puede plantearse y pueden permitirle tomar acciones son: 5.2.1.1 En el caso de las seudociencias ¿Tengo el suficiente contacto con los medios y entiendo su forma de trabajar y de elegir las noticias que publican? ¿Estoy enterado de que existen las seudociencias? ¿Sé distinguir entre ciencia y seudociencia y comunicar de manera simple y clara en qué consiste tal diferencia? ¿He aclarado los límites entre mi disciplina y aquello que conforma la información seudocientífica y soy capaz de comunicar claramente estos límites? ¿Le están dando los medios demasiado espacio a un tema seudocientífico? ¿Le dan más espacio a la visión seudocientífica de un tema que a la visión científica? ¿Puedo ofrecerles información más confiable sobre el tema que están presentando? 5.2.1.2 En el caso de mala ciencia ¿Están enterados los medios de que un estudio dentro de mi campo está mal hecho? ¿Los medios están conscientes de la importancia que tiene mi labor y de que no es sólo algo curioso? ¿Saben los medios que la ciencia no da verdades absolutas, sino estudios que tienen limitaciones? ¿Estoy capacitado para explicar este hecho? ¿Saben los medios que los científicos podemos equivocarnos en nuestras investigaciones? ¿Puedo mostrar que este hecho debe ser tomado en cuenta con los periodistas, sin al mismo tiempo dar la impresión de que la ciencia carece de confiabilidad? 78 5.2.1.3 En el caso de polémicas científicas ¿Saben los medios que los científicos podemos estar en desacuerdo y entrar en debates? ¿Puedo ayudar a que entiendan que estos debates son parte importante del avance de la ciencia? ¿Saben los medios que mis investigaciones no son indiscutibles ni definitivas, sin por ello perder confiabilidad? ¿Saben los medios que puede haber teorías alternativas a las que he propuesto? ¿Los medios han cubierto sólo mi postura, la postura contraria de un colega o han intentado dar espacio a ambas? 5.2.2 Para divulgadores En el caso de los divulgadores científicos, su relación con los medios es esencial para llevar a cabo su labor. Cuando el divulgador tenga información, por ejemplo, sobre astrobiología, que desee comunicar a su público y para dar una visión más precisa de la misma, las preguntas que puede hacerse son: 5.2.2.1 En el caso de las seudociencias ¿El tema que voy a divulgar realmente tiene que ver con la ciencia? ¿El estudio o descubrimiento que voy a divulgar está hecho por investigadores científicos de renombre? ¿El estudio ha sido publicado en alguna revista científica arbitrada? ¿Tengo nociones sobre cómo funcionan las seudociencias y tengo el criterio para distinguirlas de la ciencia legítima? ¿Mi público sabe distinguir entre ciencia y seudociencia? 5.2.2.2 En el caso de mala ciencia ¿Estoy divulgando los detalles principales del tema científico? ¿Estoy consciente de que en la ciencia no hay verdades absolutas? ¿Estoy mostrando que los científicos son humanos y por lo tanto pueden equivocarse? ¿Le estoy dando seguimiento al estudio que divulgué? 79 ¿Estoy consciente de que otros científicos pueden señalar (o han señalado) errores en el estudio que divulgué y que pueden llevar a concluir que está mal hecho? ¿Estoy cuestionando los métodos empleados por los científicos, preguntándome cómo se descubrió lo que se sabe, y mostrándoselo a mi público? 5.2.2.3 En el caso de polémicas científicas ¿Estoy consciente de que en ciencia no hay estudios irrefutables? ¿Estoy consciente de que entre científicos puede haber desacuerdos? ¿Estoy consciente de que en ciencia puede haber polémicas que se extiendan durante mucho tiempo? Cuándo voy a divulgar un estudio que propone algo, ¿estoy consciente de que puede haber explicaciones alternativas para el fenómeno descrito? Cuándo hay un debate entre científicos, ¿estoy hablando de ambas posturas o sólo una de ellas? ¿Estoy dando todos los detalles principales de la polémica? 5.2.3 Para periodistas y medios de comunicación Para el caso de los periodistas, las preguntas que se proponen tienen como objetivo que la nota que se redacte brinde la mayor cantidad de información confiable sobre tal o cual aspecto científico que se informe: 5.2.3.1 En el caso de seudociencias ¿Tengo nociones sobre cómo funciona la ciencia y soy capaz de comunicarla a mi público? ¿Tengo el espacio necesario para transmitir algo de ello a mi público? ¿La información para mi nota viene de una fuente científica confiable: investigadores científicos o revistas arbitradas? ¿Sé lo que son las seudociencias? ¿Sé diferenciar entre ciencia y seudociencia? ¿Estoy consciente de que hay personas que ofrecen información como científica que en realidad no lo es? 80 5.2.3.2 En el caso de mala ciencia ¿Por qué estoy haciendo una nota sobre un estudio o descubrimiento científico? ¿Estoy enterado de que en la ciencia no hay verdades absolutas? ¿Estoy enterado de que los científicos pueden equivocarse? ¿Estoy enterado de que lo que afirma un investigador científico no es indiscutible? ¿Estoy enterado que en ciencia puede haber estudios mal hechos? ¿Y que otros científicos pueden señalarlos? ¿Estoy ofreciendo información suficiente en mi nota sobre los aspectos de los estudios científicos, limitaciones y posibles errores? ¿Estoy cuestionando los métodos empleados por los científicos, preguntándome cómo se descubrió lo que se sabe, y mostrándoselo a mi público? 5.2.3.3 En el caso de polémicas científicas ¿Estoy enterado de que la ciencia se autocorrige? ¿Estoy enterado de que dentro del quehacer científico puede haber desacuerdos? ¿Estoy enterado que en la ciencia puede haber controversias? ¿Estoy enterado de que en la ciencia no hay estudios absolutos e irrefutables? Cuando elaboro una nota, ¿estoy tomando en cuenta que en ciencia puede haber explicaciones alternativas a un fenómeno estudiado? En la redacción de una nota, ¿estoy cubriendo el debate entre científicos? ¿Estoy brindando información suficiente sobre el asunto? ¿Estoy cubriendo las posturas del debate o sólo un punto de vista? 81 VI. CONCLUSIONES • Los medios analizados muestran una visión de la astrobiología en la que los investigadores científicos son profesionales que nunca se equivocan, las teorías son verdades absolutas o nunca hay desacuerdos entre investigadores. • Los medios consultados, al igual que en la enseñanza de la ciencia, ofrecen una visión de la labor científica como una actividad sin errores, totalmente objetiva y sin fallas de ningún tipo. • Las nociones básicas en el comunicador (sea científico, divulgador o periodista) sobre qué son y cómo funcionan las seudociencias son de gran importancia, ya que aunque no evitan la difusión de éstas, al poderlas identificar, refuerzan la comunicación de conocimientos que sí son científicos. • El comunicador debe estar consciente de que los científicos pueden equivocarse en sus investigaciones (mala ciencia), lo que permite transmitir una visión de la ciencia como una actividad en la que también hay errores, pero que se encuentra en constante revisión y por lo tanto es útil y confiable. • El comunicador debe tener presente que hay polémicas entre los investigadores, de tal manera que al comunicar los conocimientos científicos, se informe al público que los argumentos de un científico no son irrefutables, y que en la ciencia puede haber varias explicaciones para un mismo fenómeno observado. • Los signos diagnósticos de cada uno de los tres problemas ofrecen una representación de cómo funcionan las seudociencias, la mala ciencia y las polémicas científicas, en la que científicos, divulgadores y periodistas pueden basarse para mejorar la imagen que dan al público de la labor científica. • El planteamiento de las series de preguntas puede ser una guía útil para que científicos, divulgadores, periodistas y medios puedan ofrecer una visión más realista del quehacer científico frente a un caso en particular. 82 VII. 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No se muestra nombre del autor La cara de Marte y otras ilusiones de óptica Luis Ruiz Noguez BBC http://news.bbc.co.u k/2/hi/science/nature /1351319.stm CNN http://edition.cnn.co m/2006/TECH/space /09/22/mars.face/ind ex.html 25 de mayo 2001 Science Daily http://www.scienced aily.com/releases/20 06/09/06092120421 8.htm Muy Interesante http://www.muyinter esante.es/ia-que-sellama-la-caramarciana El Universal www.eluniversal.co m.mx/cultura/49944. html Milenio Diario http://www.milenio.c om/cdb/doc/impreso/ 8568969 Perspectivas http://www.anomalia. org/perspectivas/in/c ara_marte.htm 22 de septiembre de 2006 El Siglo de Torreón http://www.elsiglodet orreon.com.mx/notici a/87988.detectafuerza-aerea-16ovnis.html 11 de mayo de 2004 22 de septiembre de 2006 1 de junio de 2006 22 de septiembre de 2006 2 de mayo de 2009 11 de julio de 2006 Los OVNIs de Campeche Detecta la fuerza aérea 16 ovnis en Campeche No se muestra el nombre del autor 88 Oleada de ovnis en el sur de México No se muestra el nombre del autor Avistan pilotos de la fuerza aérea 11 ovnis No se muestra el nombre del autor Capta OVNIS la Fuerza Aérea mexicana Santos Mondragón Avión de la Fuerza Aérea Mexicana grabó a 16 supuestos OVNIS durante su vuelo en Campeche Fuerza aérea mexicana detecta 16 OVNI en el cielo de Campeche No se muestra el nombre del autor Pilotos mexicanos graban presuntos ovnis No se muestra el nombre del autor Científicos afirman que los OVNIs captados en Campeche podrían ser fragmentos de un meteorito Los ovnis de mi señor general: un golpe para la credibilidad científica Mariana Viayra Ramírez Ovnis infrarrojos de Campeche: una explicación viable Mario Méndez Acosta No se muestra el nombre del autor Martín Bonfil Olivera Univisión http://www.univision. com/content/content. jhtml?cid=380711 El Universal http://www.eluniversal.com.mx/pl s/impreso/noticia.ht ml?id_nota=221866 &tabla=notas Noticieros Televisa http://www.esmas.co m/noticierostelevisa/ mexico/363086.html La Crónica www.cronica.com.m x/nota.php?id_nota= 124228 11 de mayo de 2004 El Sol de Durango http://www.elsiglode durango.com.mx/not icia/36346.fuerzaaerea-detecta-16ovni-en-el-cielo-dec.html El País http://elpaiscali.terra.com.co/pai sonline/notas/Mayo1 12004/curiosa.html La Crónica www.cronica.com.m x/nota.php?id_nota= 124341 12 de mayo de 2004 Humanidades http://2culturas.blogs pot.mx/2009/09/losovnis-de-mi-senorgeneral-ungolpe.html Pensar http://www.pensar.or g/2004-04-pastillas02.html 2 de junio de 2004 11 de mayo de 2004 11 de mayo de 2004 11 de mayo de 2004 11 de mayo de 2004 12 de mayo de 2011 Volumen 1, núm. 4, 2006 89 Tabla 2. Mala ciencia. Notas consultadas Título Autor Medio Fecha Coloured rain falls on Kerala Venkitesh Ramakrishnan 30 de julio de 2001 Now wells form spontaneously in Kerala No se muestra autor BBC News http://news.bbc.co.u k/2/hi/south_asia/14 65036.stm Times of India http://articles.timesof india.indiatimes.com /2001-0805/thiruvananthapur am/27245260_1_wel ls-kasargodetremors Red rain was fungus, not meteor Kamal Gopinath 5 de agosto de 2001 Red rain could prove that that aliens have landed Amelia Gentleman y Robin McKie Mistery of the scarlet rains and other tales P. K. Surendran Claim of alien cells in rain may fit historical accounts: study No se muestra autor Indian Express http://www.indianexp ress.com/res/web/pI e/ie20010806/nat10. html The observer http://www.guardian. co.uk/science/2006/ mar/05/spaceexplor ation.theobserver Times of India http://articles.timesof india.indiatimes.com /2001-0807/india/27249102_ 1_rains-cessthunder-andlightning World Science http://www.worldscience.net/exclusiv es/080122_redrain.htm El extraordinario caso de la lluvia roja sobre India No se muestra autor 1 de septiembre de 2010 Células No se muestra autor ABC Madrid http://www.abc.es/20 100901/ciencia/extra ordinario-caso-lluviaroja201009011237.html El Universal La lluvia roja 5 de agosto de 2001 5 de marzo de 2006 7 de agosto de 2001 22 de enero de 2008 3 de septiembre de 90 extraterrestre se reproducen http://www.elunivers al.com.mx/articulos/ 60540.html 2010 Los microfósiles de Richard Hoover Exclusive: NASA scientist claims evidence of alien life on meteorite Garrett Tenney Foxnews http://www.foxnews. com/scitech/2011/03 /05/exclusive-nasascientists-claimsevidence-alien-lifemeteorite/ 5 de marzo 2011 Nasa scientist claims evidence of extraterrestrial life Ian Sample 6 de marzo de 2011 Astrobiólogo de la NASA afirma haber encontrado evidencia de vida extraterrestre Encuentran meteorito con fósil de vida extraterrestre No se muestra autor The Guardian http://www.guardian. co.uk/science/2011/ mar/06/nasascientist-evidenceextraterrestrial-life La Crónica http://www.cronica.c om.mx/nota.php?id_ nota=564544 7 de marzo de 2011 Descubren nuevas formas de vida en el interior de tres meteoritos No se muestra autor Halla evidencias de vida científico de la NASA No se muestra autor Hallan vida extraterrestre en restos de meteorito No se muestra autor La primera plana http://laprimeraplana .com.mx/2011/03/07 /encuentranmeteorito-con-fosilde-vidaextraterrestre/ Diario Crítico http://www.diariocriti co.com/ocio/2011/M arzo/ciencia/257850/ vida-alienigenameteoritobacterias.html Uno más uno http://www.unomasu no.com.mx/ciencia/u niverso/12376-hallaevidencias-de-vidacientifico-de-lanasa.html El Economista http://eleconomista.c om.mx/tecnociencia/ 2011/03/06/hallan- No se muestra autor 7 de marzo de 2011 7 de marzo 2011 5 de marzo de 2011 6 de marzo de 2011 91 Científico de la NASA halla vida extraterrestre No se muestra autor Científico de la NASA halla bacteria extraterrestre en meteorito No se muestra autor Nasa scientist: evidence of alien life on meteorite Charles Cooper ¿Otra vez vida extraterrestre? Martín Bonfil Olivera vida-extraterrestrerestos-meteorito Milenio http://impreso.mileni o.com/node/892245 3 Web Noticieros Televisa http://noticierostelevi sa.esmas.com/espe ciales/266369/cientifi co-nasa-hallabacteriaextraterrestremeteorito Web CBS News http://www.cbsnews. com/8301501465_16220039658501465.html Milenio http://impreso.mileni o.com/node/892400 3 6 de marzo de 2011 6 de marzo de 2011 5 de marzo de 2011 9 de marzo de 2011 92 Tabla 3. Polémicas científicas. Notas consultadas Título Autor Medio Fecha El meteorito ALH84001 Expertos en vida extraterrestre afrontan la ratificación de los indicios sobre Marte Alicia Rivera El País http://elpais.com/diar io/1996/08/16/socied ad/840146401_8502 15.html 16 de agosto de 1996 Científicos desmienten que una famosa roca marciana contenga rastros de vida No se muestra al autor ABC Noticias http://www.abc.es/20 101206/ciencia/cient ificos-desmientenfamosa-roca201012060939.html 6 de diciembre de 2010 Findings hint at life on Mars Davir Whitehouse 14 de diciembre de 2000 Nuevo estudio sobre la vida en Marte No se muestra al autor Un meteorito con restos de vida marciana Elena Sanz Detección de vida actual o pasada Carmen Ascaso Ciria y Jacek Wierzchos ¿Hay vida extraterrestre? No se muestra al autor Meteorito revela que No se muestra al BBC News http://news.bbc.co.u k/2/hi/science/nature /1070229.stm Tribuna Complutense www.ucm.es/cont/de scargas/prensa/tribu na528.pdf Muy Interesante http://www.muyinter esante.es/unmeteorito-conrestos-de-vidamarciana El País http://www.elpais.co m/articulo/sociedad/ ESTADOS_UNIDOS /NASA/MARTE/Dete ccion/vida/actual/pas ada/elpepisoc/20000 112elpepisoc_19/Te s El Universal http://www2.eluniver sal.com.mx/pls/impr eso/noticia.html?id_ nota=48182&tabla= CULTURA La Crónica 24 de enero de 2006 26 de noviembre 2009 8 de noviembre de 2010 20 de marzo 2006 17 de abril de 2010 93 Marte tuvo las condiciones para albergar vida autor http://www.cronica.c om.mx/nota.php?id_ nota=500911 El origen de las emisiones de metano en Marte Mars methane from biology or geology? Tariq Malik Life on Mars: new mission needed say scientists Stephen Adams There is life on Mars… but not as we know it, say Nasa scientists David Berbyshire y Claire Bates Un hallazgo reaviva la posibilidad de que exista vida en Marte Nora Bär Gas metano en Marte puede ser señal de vida, según científicos Hallazgo de metano en atmósfera marciana abre esperanzas a vida Metano alienta teoría de vida en Marte No se menciona autor No se menciona autor Nora Bär CNN News http://articles.cnn.co m/2004-0330/tech/mars.metha ne_1_methanemars-expressmartiansurface?_s=PM:TEC H The Telegraph http://www.telegraph .co.uk/science/scien cenews/4269451/Lifeon-Mars-newmission-needed-sayscientists.html The Daily Mail http://www.dailymail. co.uk/sciencetech/ar ticle-1116766/ThereIS-life-Mars--knowsay-Nasascientists.html La Nación http://www.lanacion. com.ar/1090363-unhallazgo-reaviva-laposibilidad-de-queexista-vida-en-marte La Crónica http://www.cronica.c om.mx/nota.php?id_ nota=117221 La Crónica http://www.cronica.c om.mx/nota.php?id_ nota=168922 Milenio http://www.milenio.c om/cdb/doc/noticias 2011/0040b737a39d c5ab49b345a8c146 3cc9 30 de marzo 2004 16 de enero de 2009 19 de enero de 2009 16 de enero de 2009 29 de marzo de 2004 26 de febrero 2005 16 de enero de 2009 94 Detectan en Marte Mariana Viayra gas metano, señal de vida y de petróleo Metano descubierto en Marte podría ser signo de microorganismos Metano en Marte, indicio de vida No se menciona autor Edmundo Domínguez Aragonés La Crónica http://www.cronica.c om.mx/nota.php?id_ nota=117276 El Sol de México http://www.oem.com .mx/esto/notas/n100 7867.htm El Sol de León http://www.oem.com .mx/elsoldeleon/nota s/n1028425.htm 30 de marzo 2004 15 de enero de 2009 31 de enero de 2009 Las bacterias del arsénico NASA alista anuncio sobre nueva forma de vida No se muestra autor El Universal http://www.elunivers al.com.mx/articulos/ 61796.html 2 de diciembre 2010 NASA Life Discovery: new bacteria makes DNA with arsenic Richard A. Lovett 2 de diciembre 2010 Arsenic-loving bacteria may hepl in hunt for alien life Jason Palmer La NASA descubre vida en arsénico Elena Sanz Descubre la NASA vida en el arsénico; impactará en la búsqueda de vida exterior No se muestra autor Is this the lake that provides the clue to extraterrestrial life? Fiona Macrae Web National Geographic News http://news.nationalg eographic.com/news /2010/12/101202nasaannouncementarsenic-life-monolake-science-space/ BBC News http://www.bbc.co.uk /news/scienceenvironment11886943 Revista Muy Interesante http://www.muyinter esante.es/la-nasadescubre-vida-enarsenico Milenio Diario http://www.milenio.c om/cdb/doc/noticias 2011/75b72844da80 89d57a31be8af175a 375 The Daily Mail http://www.dailymail. co.uk/sciencetech/ar ticle- 2 de diciembre 2010 3 de diciembre 2010 2 de diciembre 2010 3 de diciembre 2010 95 El nuevo hallazgo de No se muestra autor la NASA: Bacterias que viven en arsénico Arsénico: la revolución en la química de la vida No se muestra ¿Y las bacterias marcianas? Martín Bonfil Olivera 1334628/NASAastrobiology-Is-lakeprovides-clue-extraterrestrial-life.html Reuters/Nasa/Scien ce http://www.cubadeb ate.cu/noticias/2010/ 12/02/el-nuevohallazgo-de-la-nasabacterias-que-vivenen-arsenico/ La Jornada http://www.jornada.u nam.mx/archivo_opi nion/autor/front/115/ 20204/y/Bacteriasarsnico Milenio Diario http://monterrey.mile nio.com/cdb/doc/imp reso/8881720 2 de diciembre 2010 7 de diciembre de 2010 15 de diciembre de 2010 96