Arquidiócesis de Xalapa

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Cuaresma Cívica

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Manuel Liaño Carrera 

Recientemente hemos iniciado la cuaresma, y con ella, una nueva oportunidad de reflexión, introspección y preparación para una nueva y mejor vida. El entorno en que vivimos, la situación que enfrentamos en nuestro país, estado y ciudad, nos debe llevar a intentar también, permítame la expresión, vivir una cuaresma colectiva. Durante este tiempo en que la Iglesia nos acompaña e invita a la conversión interior, en consecuencia de ella, debemos procurar provocar un cambio profundo, no solo en nuestra persona y familia, sino en nuestra comunidad.

Cada vez con mayor frecuencia y en muchos más ámbitos, padécenos en carne propia problemas cuya solución parece fuera de nuestro alcance: inseguridad, corrupción sin castigo, desabasto de medicinas, deficiente sistema de salud, desempleo, cierre de negocios, pobreza creciente y recientemente apagones de energía eléctrica, entre otros graves problemas.

He escuchado en conversaciones con conocidos y leído en varias publicaciones, sobre la preocupación de muchas personas, en el sentido de qué podemos hacer para resolver la grave situación que enfrentamos. Parecen problemas ajenos, pero que nos toca padecer de cerca. Asumimos que son los políticos y servidores públicos quienes tienen la responsabilidad de resolverlos, lo cual, si bien en buena parte es cierto, la realidad es que no pueden tener una carta en blanco para hacer lo que quieran. Están obligados a darnos resultados y cuentas.

El gobierno, los políticos y partidos son una extensión y de alguna manera, reflejo de la misma sociedad. Los políticos y partidos de México no vienen de otro planeta, no hablan otro idioma, ni nacieron en un país lejano. Por tener una sociedad indiferente, se asumió la idea de que la política era un espacio exclusivo para los políticos.

La solución es participar activamente. Los católicos estamos llamados a romper este paradigma e involucrarnos como ciudadanos en la “vida pública”. La Iglesia cada vez con mayor insistencia, nos llama a los Laicos para que asumamos el reto de llevar a la comunidad un mensaje de participación y compromiso social. Su Santidad el Papa Francisco nos alerta del riesgo de que estemos viviendo en una especie de mundo virtual, en una burbuja, desligados del mundo real, y principalmente del drama que viven los que menos tienen. Requerimos involucrarnos en el trabajo social, por ello intentemos que nuestra cuaresma personal, se convierta también en un tiempo de reflexión y conversión cívica.