Los errores de Minsalud

José Roberto Acosta
14 de julio de 2018 - 02:00 a. m.

Se conoció esta semana un juicioso y certero informe de la Contraloría General que detalló detrimento del patrimonio público por $80.631 millones por parte del Agente Interventor de Saludcoop, señor Guillermo Grosso. Tan valiosa herramienta para combatir la corrupción en el sector salud se fundamentó, entre otros elementos, en la propia Revisoría Fiscal de Saludcoop y en aclaraciones contables de la propia Superintendencia de Salud.

Sin embargo, en menos de 24 horas, el Ministro de Salud desestimó estos hallazgos fiscales, calificándolos de “una confusión contable” ¿tal vez recordando que Al Capone cayó en la cárcel por culpa de la contabilidad? Además, sin el más mínimo respeto por el ente de control, afirmó categóricamente que “No hay evidencia de corrupción”, tal y como precipitadamente hizo el Fiscal General de la Nación, al “descartar corrupción en el consorcio Navelena”, teniendo que retractarse posteriormente.

Al cuestionado Guillermo Grosso lo nombró el Superintendente de Salud y posteriormente el Ministro lo nombró en Cafesalud, donde continuaron las irregularidades. Actualmente, varios protagonistas de esas dos películas continúan la zaga con Medimás EPS. Cabe recordar que el Revisor Fiscal de Cafesalud, testigo de primera mano de las manipulaciones contables, fue encontrado muerto en su apartamento.

Desde su nombramiento, en 2012, la legislación del Ministerio y la Superintendencia de Salud han sido muy coquetas con las EPS: Con la Resolución 4385 de 2015 se “autohabilitó” al Ministro para tomar recursos de la salud y fungir de banquero prestándole $200.000 millones a la quebrada Cafesalud EPS. Con la Resolución 412 del 2015 se aumentó el tope del 10 % en provisiones contables para facilitar el saneamiento contable de las EPS y, recientemente, con el Decreto 682 de este año, se bajaron y flexibilizaron los requisitos de la Ley 1122 del 2007 que EPS como Medimás no cumplían y así aparentar que se están “alineando” con las exigencias financieras y de servicio. Solo por nombrar algunas de las normas emitidas en una filigrana legislativa cada vez más compleja para despistar las investigaciones y aparentar mejoras inexistentes en la gestión. Muy “tecnócrata”.

Este gobierno entrega un sistema de salud más endeudado con hospitales y clínicas, y que replica las mismas prácticas de integración vertical y anticipos con recursos públicos que fue condenada. Corrupción creciente que Contraloría ya tiene detectada. Después hablamos de poesía.

@jrobertoacosta1jrobertoacostaopinion@gmail.com

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