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La actriz, en el Oysho Gallery Art Crossing Party celebrado en Madrid.
Leonor Watling: «Comparto ideas con el PP y Podemos»

Leonor Watling: «Comparto ideas con el PP y Podemos»

La actriz y cantante no descarta la cirugía. «Si un día creo que dándome la vuelta a la piel voy a ser más feliz, lo haré; pero me pondré la cara de Ava Gardner», ironiza

ARANTZA FURUNDARENA

Lunes, 10 de noviembre 2014, 02:42

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Yo en persona pierdo muchos puntos», advierte Watling. No lo dice con pesar, sino entre risas. Gracias a eso, según ella, la gente cuando la ve por primera vez «se relaja enseguida» y no la trata como a una actriz famosa. En la discreta naturalidad de esta mujer que no se siente guapísima ni importantísima («Mido 1,70 por la mañana y 1,69 por la tarde») reside su principal encanto. A sus 39 años, en plena promoción de El Porvenir, el nuevo disco de Marlango, madre de dos criaturas y feliz pareja del oscarizado cantautor uruguayo Jorge Drexler, Leonor, chica Almodóvar a la que Pedro fichó en Hable con ella para que se hiciera la muerta (permanecía en coma profundo toda la película) está más viva que nunca. Además de actuar y cantar, estos días se la ha visto en un evento publicitario. Era un sarao con mensaje, el Oysho Gallery Art Crossing Party, un concurso para ilustradores que este año ha ganado Beatriz Ramo. «Me encanta que una marca apueste por las artes porque estamos muy necesitados de ellas», opina la cantante.

Esa marca confecciona entre otras prendas ropa para estar en casa. Y ahí Watling tiene una división clarísima: «Hay dos tipos de personas sentencia los que al llegar a su hogar se cambian y los que siguen con la ropa de la calle». Ella pertenece a los segundos. «Pero porque siempre tengo esa sensación como de poli, de estar de guardia, alerta, con la posibilidad de tener que salir en cualquier momento». Será porque es madre de dos hijos: Luca, un niño que ahora cumple seis años y Lea, una pequeña de tres. La actriz tiene muy interiorizado el concepto de que «para educar a un niño hace falta toda una tribu». Y lo lleva a rajatabla. «En casa somos un equipo. Yo no creo en el hombre hecho a sí mismo ni en la mujer hecha a sí misma. A mí me encanta estar con mis hijos porque para eso los he tenido. Pero contamos con una persona que vive en casa, así como con abuela, tíos No creo en el superpoder de una madre sola».

Watling, que en realidad de primero se apellida Ceballos, es británica por parte de madre y gaditana y segoviana por parte de padre. Eso la convierte, a su juicio, en alguien flemáticamente british, dialogante y nada sectaria. «Jamás discuto con gente que opina lo opuesto a mí, y hasta los entiendo. Comparto ideas tanto con el PP como con el PSOE o Podemos». Hasta que lo británico deja paso a la sangre castellana, «que es dura» y a Leonor, que además es Leo, le sale la sargento que lleva dentro. «Si yo mandara sería lo peor», bromea. Le enfada que algunos la encuadren dentro de una ideología. «Solo me he manifestado una vez políticamente y fue en el No a la guerra, cuando gobernaba Aznar». Pero la militancia no es lo suyo. «No creo que dar mis opiniones políticas ayude a nadie. Ni siquiera a mí».

«Con Jorge no compito»

Drexler, su compañero sentimental desde 2006, y padre de un hijo de una relación anterior, ha grabado con la ayuda del chaval una canción para su segundo hijo, Luca, titulada Noctiluca. A la pequeña Lea le dedica un tema que explica que con su llegada «la casa pasó a brillar con un amor de organdí». Ambos están incluidos en su disco Bailar en la cueva. «En casa bailamos todo lo que podemos», confiesa Watling. Ella también ha escrito canciones para sus hijos, «somos artesanos, si fuéramos carpinteros les habríamos hecho una cuna o si yo supiera coser les confeccionaría la ropa». Pero no compara su trabajo con el de su pareja. «Yo con Jorge no compito advierte. Perdería tanto... Es otra liga».

Poco dada a juzgar, a Leonor le cuesta valorar el cambio de rostro de Renée Zellweger. «Si ella es feliz, vale, pero está claro que ya no es Renée, es otra persona», concede. Watling se niega a pronosticar si algún día pasará o no por el quirófano. «No tengo ni idea. No me conozco tanto. Y prefiero no decir nada porque si un día creo que voy a ser más feliz dándome la vuelta a la piel lo haré». Eso sí, la actriz afirma irónica que «ya de hacerlo me pondría la cara de Ava Gardner». Si hay una frase que Watling detesta es la de No cambies nunca. «No cambiar me parece lo peor. Yo espero estar cambiando siempre». Y entre esos cambios, su gran proyecto inacabado es hacer más deporte. «En mi fantasía dice con humor inglés voy todos los días al gimnasio».

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