Antifascismo a primera división: St. Pauli ascendió a liga de honor del fútbol alemán

El lema «Kein Fussball den Faschisten» (Ningún fútbol para fascistas) del Millerntor-Stadion donde el St. Pauli hace de local, estará en la división de honor del fútbol alemán luego que el cuadro de Hamburgo consiguiera este domingo su asenso al derrotar por 3-1 al VfL Osnabrück quedando aun una fecha para el fin del campeonato, con la cancha llena de fanáticos tras el pitazo final. El equipo de hinchada comunista, anarquista y antifascista (y uno de los clubes con más seguidores fuera de su país a nivel mundial) vuelve a la Bundesliga luego de 13 años en un periodo caracterizado por el crecimiento de grupos de extrema derecha en Alemania.

El St. Pauli regresa a lo grande a la Bundesliga después de 13 temporadas en la 2. Bundesliga (segunda división) quedando todavía un partido por jugar. Los festejos iniciaron en el momento exacto en del pitazo con que el árbitro puso fin al partido y una marea de hinchas inundó la chancha del Millerntor-Stadion.

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Los festejos no sólo se limitaron al estadio, sino que también se dieron en las calles de Hamburgo y fueron celebrados en más de los 280 clubes de fans que tiene por todo el mundo.

 

Un club de fútbol como símbolo internacional de la izquierda

Si bien el club fue fundado en 1910 por trabajadores portuarios y estibadores, fue a mediados de la década de los 80 cuando el bloque negro de su hinchada fue asumiendo cada vez más hegemonía y transformando totalmente la identidad del club para asumir una postura totalmente punk, el época del peak del gran movimiento ocupa de Alemania Federal que tuvo una gran presencia en los alrededores del estadio, lo que sin duda influyó en su perfilamiento. En un periodo en que abundaron por Europa los grupos de hooligan de corte nacionalista o de extrema derecha, el St. Pauli se convirtió en un refugio para las y los fanáticos del fútbol que querían mantenerse alejados de esa posición política, por lo que al final de la década ya se había convertido en el espacio de anarquistas, comunistas y, sobre todo, antifascistas.

En este periodo su máxima figura, el arquero Volker Ippig, visitó la Nicaragua sandinista para realizar proyectos comunitarios, como construcción de hospitales. A su vuelta a Alemania volvió muy politizado y saludaba cada ingreso al estadio haciendo el saludo revolucionario del puño izquierdo en alto.

En 1991, fue el primer equipo en Alemania en incorporar posturas antirracistas y antihomofóbicas en sus estatutos, y el primero en el mundo en prohibir cánticos xenófobos en su estadio.

Tiene dos clásicos, el FC Hamburg por una rivalidad por ser ambos de la misma ciudad, y el FC Hansa Rostock, club caracterizado por su afición fascista y pro nazi.

En 2005 realizaron una gira por Cuba donde incluso jugaron un amistoso con la selección de la isla.

Su hinchada agrupada en el Fanladen ha promovido campañas contra el racismo o la violencia en el fútbol y promovido que niños y jóvenes de ambos sexos en riesgo de exclusión o con problemas económicos pudieran jugar gratis. En 2005, el jugador Benjamin Adrion impulsó junto con el club el proyecto «Viva con Agua» para suministrar agua potable a Cuba y luego a países africanos.​ También han colaborado en campañas por la integración de refugiados en Europa.

Se caracteriza por usar símbolos asociados a la izquierda como la imagen del Che, Fidel o Allende,  la hoz y el martillo para los comunistas o la A para los anarquistas, movimientos revolucionarios como las YPG, el IRA y otros, así como promover el apoyo a las disidencias sexuales, usando la bandera de la diversidad como jineta para el capitán en cancha.

En 2020 lograron conseguir no usar marcas en la camiseta y le preguntaron a los socios del club qué slogan usar, quedando la consigna fcknzs (fuck nazis).

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Sin embargo, a fines de 2023 vivió la primera gran pelea interna en su hinchada cuando la directiva del club manifestó su apoyo a Israel tras los atentados del 07 de octubre, lo que provocó un quiebre en la barra principal y el repudio de los aficionados fuera de Alemania, causando incluso la disolución o desafiliación. La disputa interna ante este tema todavía no se soluciona, dividiendo completamente a la hinchada en Hamburgo y causando una gran desilusión en sus fans fuera de Alemania que no tienen el trauma histórico del nazismo.

De todas formas, será interesante ver cómo se comportarán los hinchas del St. Pauli en primera división en un año marcado por el crecimiento de la ultraderecha en el país germánico.

 

Fotografía principal obtenida de https://nuso.org/articulo/club-atletico-revolucion-sankt-pauli-el-equipo-anticapitalista/

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