Junto a la defensa de los derechos de los animales -razón primera de los promotores de la ILP- y las cuestiones nacionalistas que algunos partidos políticos sacaron a relucir durante el debate, la prohibición de las corridas de toros en Cataluña esconde un argumento económico. En concreto, según un estudio de la Plataforma de Promoción y Difusión de la Fiesta (PPDF), el veto a los toros costaría 57 euros a cada catalán en indemnizaciones al sector.

El documento, elaborado por el profesor de Economía de la Universitat de Barcelona (UV) Vicente Royuela -miembro de la plataforma-, establece que las arcas públicas deberán desembolsar entre 300 y 500 millones de euros si el Parlament finalmente aprueba este miércoles la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que veta las corridas de toros en Cataluña. El debate, que arrancará a las 10.00 de la mañana de este miércoles, cuenta con 33 votos -ERC e ICV- por la prohibición y 17 votos -PP y Grupo Mixto- en contra. El resto, los 85 diputados del PSC y CiU, con libertad de voto, está en el aire.

La licencia de La Monumental, con una vigencia de 99 años

Para obtener estos resultados, el informe realiza un cálculo que parte de la base de que, en 2007, la plaza de toros Monumental recibió a 111.060 espectadores. Multiplicados por una media de 40 euros la entrada -el texto afirma que esta plaza es una de las más caras de España-, da una facturación anual de más de cuatro millones de euros.

La prohibición de los toros afectaría a los derechos de licencia de actividad del propietario de la plaza, la familia de Pedro Balañá, que tiene una duración legal según el derecho civil catalán de 99 años. Esos cuatro millones por los 99 años dan los alrededor de 400 millones de euros que dejaría de ingresar la plaza en entradas. Calculados sobre este montante interés e inflación, el informe concluye que el "lucro cesante" sería de 253 millones de euros.

A esta pérdida por cese de actividad le suma el daño emergente, es decir, el coste de los bienes que ya no se podrán utilizar para el fin para el que fueron previstos. Según la misma argumentación, la Generalitat tendría que pagar entre 50 y 150 millones de euros para comprar las plazas de toros afectadas. Así, en total, el informe concluye que el veto a los toros costaría entre 300 y 500 millones de euros.

Sobre la cifra media de 400 millones de euros, el economista compara este gasto con el que supondría para la Generalitat la puesta en marcha de dos Sincrotrones Alba como el que se ha instalado en Cerdanyola del Vallès o la construcción de seis hospitales de unas 1.500 plazas como el de Rubí. El gasto, dividido entre los siete millones de catalanes, da los 57 euros por cabeza.

Barcelona, con tantas corridas como Vizcaya

El estudio, que ofrece datos de 2008, también desvela que en ese año La Monumental acogió 16 corridas, tantas como las que se celebraron en la provincia de Vizcaya y una cifra muy alejada de las 343 de Madrid.

Además, del texto se desprende que la única plaza de toros activa de Cataluña tuvo una entrada del 44,1% del aforo de promedio.

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