Dibujo. La “sarasa” de Guzmán en el presupuesto: para 2021 prometió una inflación del 29 % y llegará casi al 50 %

El año pasado el ministro de Economía, Martín Guzmán, incluyó en el presupuesto de este año una meta de inflación del 29 %. Por varios meses defendió este incremento y sugirió que las paritarias de este año se acuerden a ese porcentaje, varias organizaciones gremiales firmaron alrededor de ese valor como La Bancaria.

Parafraseando a Guzmán, la proyección fue sarasa. En julio de este año la inflación acumulada superó la proyección oficial y alcanzó el 29,1 %. Este martes el Indec dio a conocer la inflación de noviembre que acumuló en lo que va del año un 45,4 %. Si la inflación de diciembre se ubica en 2,5 % (como el valor de noviembre), la suba de precios del año será del 49 %.

Este lunes Guzmán defendió ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados el Presupuesto 2022. Durante su presentación, el funcionario reconoció que la inflación fue mayor a la proyectada, pero para el año próximo volvió a incluir un dibujo para la inflación y estima que alcanzará el 33 %. Las consultoras privadas calculan una inflación mayor para el año próximo, por ejemplo el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) realizado por el Banco Central prevé un 52,1 %.

Al proyectar una menor inflación en el presupuesto, cuando la suba de precios es superior hay un ajuste mayor en términos reales de las partidas. Eso ocurrió este año con partidas claves como prestaciones sociales que cayeron un 14 % en términos reales en los primeros diez meses del año en relación al mismo período del 2020.

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Esto no ocurre únicamente con la inflación, también se cuestionan las proyecciones de crecimiento de la economía y el tipo de cambio. Como explica la economista Lucía Ortega “lo que aparecen como “errores de pronóstico”, como centralmente ocurre con la inflación, son mecanismos que permiten un mayor margen de maniobra en el uso de los recursos, al definir deliberadamente partidas del Gasto por debajo de la inflación efectiva. Es un mecanismo que usan todos los gobiernos (como admitió el ex ministro de Macri, Nicolás Dujovne) que permite tanto poner el pie en el acelerador de la reducción del déficit fiscal como utilizar en forma discrecional el excedente de recaudación respecto al gasto previsto”.

Por su parte, Nicolás del Caño, diputado del PTS-Frente de Izquierda, denunció los dibujos del presupuesto que ocurren con todos los gobiernos. El diputado recordó que "en el 2017 el ex ministro de Economía Nicolás Dujovne había venido al Congreso a defender su Presupuesto con una estimación inflacionaria del 15 % o 16 % para el 2018. Pero ese año la inflación fue finalmente del 47 %. Es decir que insultó la inteligencia de los diputados, las diputadas y de todo el pueblo argentino”.

Del Caño afirmó que “no queremos que nos mientan más en la cara cuando presentan un presupuesto. Esto no es privativo de este Gobierno. En los gobiernos anteriores, como señalé recién, también se dibujan los presupuestos para después utilizarlo para distintos objetivos. Uno, por ejemplo, es el tema de las paritarias de las trabajadoras y los trabajadores, para buscar que sean a la baja. De fondo hay un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional- valga la redundancia- y este presupuesto no está exento de esas exigencias". La “sarasa” de Guzmán esconde la intención de profundizar el ajuste que exige el FMI.

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