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      El puerto de Rosario sigue paralizado pero Massa dijo que el conflicto “se va destrabar”

      Lleva más de un mes, cuando la concesionaria despidió 25 trabajadores en medio de un reclamo salarial del gremio SUPA. El ministro de Economía intervino luego de que el Gobierno dictó la conciliación obligatoria y no fue acatada.

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      El puerto de Rosario sigue paralizado pero Massa dijo que el conflicto "se va destrabar"La protesta a la entrada del puerto de Rosario, a mediados de diciembre. El conflicto lleva más de un mes, con la actividad de la terminal portuaria paralizada. Foto: JUAN JOSE GARCIA
      Redacción Clarín
      05/01/2023 19:45

      El ministro de Economía, Sergio Massa, intervino en el prolongado conflicto que mantiene paralizado el puerto de Rosario y dijo a un grupo de empresarios que la solución va a llegar "rápido". Fue al final de un largo jueves, durante el cual no hubo avances en las negociaciones entre la empresa concesionaria y los trabajadores, ni tampoco desde el el Ministerio de Trabajo.

      Al cierre de la jornada, durante un encuentro con la conducción de la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA), Massa conversó con los representantes de las automotrices sobre el conflicto de Rosario y les dijo que la solución era inminente.

      "Massa aseguró que ésto (por el conflicto) se va a destrabar rápido, así que estamos esperando novedades", dijo uno de los participantes del encuentro, que se desarrolló en el Palacio de Hacienda. Además de la automotriz General Motors, cuya planta está ubicada a las puertas de Rosario, varias autopartistas de esa provincia y de Córdoba también utilizan los servicios de ese puerto.   

      Se trata de un conflicto que lleva más de un mes, sin una solución concreta a la vista, y ya está al tope de la agenda en las preocupaciones de las cámaras empresarias, donde el temor es que el conflicto termine extendiéndose a otras terminales portuarias.

      El miércoles la Unión Industrial (UIA) difundió una carta que había dirigido a la ministra de Trabajo de la Nación, Raquel “Kelly” Olmos, en la cual le solicitó declarar al puerto rosarino como de “actividad esencial”, para poder avanzar en una tregua y reiniciar las actividades.

      La cartera laboral había dictaminado la conciliación obligatoria el 28 de diciembre y ordenó a las partes que retrotrajeran todo a la situación previa al conflicto, cuando la empresa concesionaria cesanteó a 25 operarios.

      Sin embargo, las partes desoyeron la orden del Ministerio de Trabajo, ya que la concesionaria se negó a reincorporar a cinco de esos trabajadores.

      Este jueves, el nudo de ese conflicto se intensificó: uno de los cinco trabajadores no reincorporados se encadenó a un portón de acceso al puerto, munido de una botella con combustible, y amenazó con prenderse fuego.

      Casi al mismo tiempo el gerente general de la concesionaria TPR, a cargo del puerto, confirmó que no van a reincorporar a esos cinco trabajadores. “No lo vemos como una opción”, dijo.

      Fuentes oficiales responsabilizaron a la concesionaria Terminal Puerto Rosario (TPR), que pertenece al grupo Vicentín y la operadora chilena Ultramar, de no haber cumplido con la conciliación obligatoria.

      “La parte empresarial no está cumpliendo con la Conciliación y quedan 5 días para que termine y con posibilidades que el conflicto se extienda a otros puertos”, dijeron las fuentes.

      Agregaron que, tal como está planteado el conflicto, no se puede avanzar con una solución como la que se aplicó en septiembre con Exolgan en el puerto de Buenos Aires, cuando se lo declaró "actividad esencial".

      “La Unión Industrial solicitó convocar a la Comisión de Garantías, pero ésta actúa cuando es la parte gremial la que no acata o no levanta la medida de fuerza”, dijeron las fuentes oficiales. “Acá es el sector empresarial quien no está acatando ni volviendo atrás la situación al momento del dictado de la conciliación”, aseguraron.

      El inicio del conflicto, hace un mes, fue cuando el Sindicato Unidos Portuarios (SUPA) exigió reabrir las paritarias, con una recomposición salarial de 100%, tras lo cual TPR despidió a 25 empleados.

      A lo largo de las semanas se sucedieron negociaciones en las cuales la concesionaria reincorporó a 20 de los operarios y se negoció con el SUPA, cuyo secretario general es César Aybar, el pago de indemnizaciones para los otros cinco.

      Sin embargo, esa negociación fue rechazada por un sector del propio gremio, que desconoció la negociación de la cúpula gremial del SUPA y planteó que la reincorporación debía abarcar a todos los despedidos. Fue en ese punto que el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria, que tampoco fue acatada.

      Del lado empresario, la cara visible del conflicto es el gerente general de TPR, Leonardo Feltrinelli, quien este jueves planteó que la concesionaria no va a reincorporar a cinco de los trabajadores despedidos.

      “El conflicto hoy está centrado en cinco personas que fueron despedidas con justa causa, y a las que a pesar de que no corresponde indemnizarlas se decidió pagarles de todas maneras”, dijo Feltrinelli a CNN Radio Rosario.

      "Quiero aclarar que fueron despedidas por violencia, ya que hubo violencia física directa, de lo que hay evidencia; agresiones verbales con amenazas de muerte, hacia mi persona y hacia nuestro gerente de recursos humanos; y ni hablar de todo lo que ha sido la vandalización de propiedad de la compañía”, dijo el directivo.

      Por tal motivo, añadió Feltrinelli, la concesionaria rechaza la reincorporación de esas cinco personas. “Reincorporar a estos pocos violentos, que es lo que se nos está exigiendo, no lo vemos como una opción”, aseguró.


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