Las dificultades del oficialismo para activar el Congreso durante el período de sesiones extraordinarias que convocó el presidente Alberto Fernández para este verano, dejó en segundo plano los planes que estudia el panperonismo legislativo para este año. En esa lista está el interés de retomar el tratamiento de una nueva ley de envases, pero a partir del hilo que dejaron las negociaciones con los representantes empresarios durante el año pasado. La norma original no pudo llegar al recinto a fines de diciembre de 2021, pero durante 2022 surgieron algunas señales que alimentan la posibilidad de un nuevo intento para este año.

El texto inicial llevó la firma del diputado nacional Máximo Kirchner, que estuvo al frente del bloque del Frente de Todos hasta el 31 de enero del año pasado. Pocos meses antes la iniciativa alcanzó a tener dictamen de mayoría de la Comisión de Ambiente y Recursos Naturales, pero no sumó los respaldos suficientes para poder ser aprobada en el recinto. 

La batalla principal giró en torno a la implementación de una tasa ambiental del 3% sobre el valor de venta del envase para construir un fondo que financie su reciclado. Ese punto originalmente fue rechazado por las cámaras empresarias alimenticias, que advirtieron que ese porcentaje se trasladaría al precio final de los productos. Los defensores del proyecto aseguraron que la tasa no era un impuesto, sino una forma de que los fabricantes de los envases contaminantes se hicieran cargo del impacto ambiental y aportaran para facilitar su reciclado. No hubo caso: el lobby de las principales marcas y de los grupos de cabildeo se encargaron de evitar su avance. 

Sin embargo, el gobierno abrió una discreta negociación para encontrar una salida. Fue acompañado por la diputada nacional Natalia Zaracho, que a fines del año pasado presentó un nuevo proyecto. Buscó sacar del naufragio al anterior cuando ya iba camino a perder estado parlamentario.

Un verano diferente

Como sucede en todos los años electorales, la actividad de las dos cámaras disminuye, aunque será un verano distinto, marcado por la dinámica de la Comisión de Juicio Político que comenzó esta semana. Si el interbloque de Juntos por el Cambio no modifica su postura y sigue negándose a dar quórum para  tratar en el recinto alguno de los 27 proyectos que incluyó el Ejecutivo en el temario de extraordinarias, es posible que no hayan sesiones durante los próximos meses, hasta que concluya el trámite del pedido de enjuiciamiento a la Corte. 

Antes de finalizar el 2023, el oficialismo retomó la iniciativa con la ley de envases y realizó una nueva reunión de la Comisión de Ambiente y Recursos Naturales que preside Leonardo Grosso. La idea fue convocar a los distintos sectores y también al Gobierno. Según contó Zaracho, como nueva impulsora del proyecto, el viceministro de ambiente Sergio Federovisky se mostró dispuesto a incluir los principales pedidos de las empresas. "La propuesta en cuestión contempla modificaciones en 14 de los 44 artículos que contiene el proyecto enviado por el Poder Ejecutivo originalmente. Las más significativas son: a) la posibilidad de las empresas de organizar Sistemas Privados de Gestión de sus envases como alternativa al pago de la tasa ambiental. b) mayor participación en el consejo consultivo y c) mayor jerarquía a las metas y sistemas de trazabilidad", detalló la diputada en una columna de opinión publicada en el portal EldiarioAr. 

El gobierno ofreció rediscutir 30 artículos del proyecto que no pudo llegar al recinto y fue presentado nuevamente

De acuerdo a la nueva hoja de ruta "las empresas tendrán tres alternativas para asumir la responsabilidad por lo que sucede con los envases una vez consumido el producto: implementar Sistemas Retornables, implementar sistemas de recolección a su cargo o abonar la Tasa Ambiental para solventar los programas de reciclado en cada municipio", detalló la legisladora aunque reconoció que "el tema que hace más ruido es el pago de la tasa por parte de los productores, en los casos que decidan no implementar sus propios sistemas de gestión", aunque "esa tasa es para costear la gestión de los envases en cada municipio y evitar que esos envases contaminen. Cabe aclarar que no se trata de un impuestazo general del 3% como escuché decir. Por el contrario, el valor de la tasa está relacionado al costo de recuperar los residuos y tiene en cuenta cuatro criterios que determinan que se pague más o menos según las características de cada envase: si contiene o no material reciclado; si es fácilmente reciclable; si es amigable con el medio ambiente (uso de recursos renovables) y el eco diseño".

Foco en la ecología

 De esta forma se incentiva a la industria a producir envases más ecológicos. Según los cálculos del Ministerio de Ambiente en la mayoría de los envases la incidencia de la tasa en relación al precio del producto envasado no supera el 0,6%. Estamos hablando de centavos", remarcó, 

Se refiere a uno de sus principales puntos del proyecto, que es la creación de una tasa ambiental para las empresas y productores que coloquen envases en el mercado llamada "Tasa Ambiental de Responsabilidad Extendida del Productor (TAREP)". De acuerdo al proyecto, su monto no puede ser superior al 3% del valor de venta del producto envasado y premia a las firmas que fabriquen sus envases con materiales reciclables y que sean fáciles de reutilizar.

Una reformulación de esos ejes podría tener otro impacto en la negociación parlamentaria. En 2021 cuando buscaron llevar al recinto el texto anterior, el interbloque de Juntos por el Cambio exigió sacar la tasa variable. Como no hubo respuesta los principales referentes de ese interbloque demolieron la propuesta por la tasa y multiplicaron sospechas sobre el destino de su recaudación. Aseguraron que impacta en los costos, golpea al bolsillo de los consumidores y perjudica a las empresas. 

Sobre ese punto trabaja la nueva propuesta. "¿De dónde sale esto del 3% entonces? El proyecto prevé un tope máximo. En ningún caso el costo de la tasa podrá superar el 3% del valor del producto envasado. Es un mecanismo de resguardo para que no se generen distorsiones en casos de productos muy económicos, con envases poco ecológicos", sostuvo Zaracho. 

La batalla principal giró en torno a la implementación de una tasa ambiental del 3% sobre el valor de venta del envase para construir un fondo que financie su reciclado

El impacto en los precios

Un informe elaborado por la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) sobre el impacto en el precio de los productos alcanzados sostiene que "si se obtiene una buena calificación por material reciclado contenido y ecodiseño" la tasa puede tener un impacto del 0,24% promedio en el precio, con un valor que varía entre los tres y los 50 centavos por envase. 

Por ahora los argumentos de las empresas no han registrado cambios. Durante los debates, Claudio Terrés, presidente del Departamento de Ambiente de la Unión Industrial Argentina (UIA) había advertido que actualmente "en la Argentina, se reciclan un millón de toneladas de papel y cartón y se podría reciclar el doble, hay capacidad para poder crecer" y remarcó que la tasa "va a encarecer los productos". La incógnita de este año es si esas valoraciones tendrán cambios a partir de la nueva negociación que abrió el gobierno.