Europa justifica relación con Honduras

  • Inder Bugarin
  • BBC Mundo, Bruselas
Porfirio Lobo
Pie de foto, La UE apoya los esfuerzos del presidente Lobo hacia la reconciliación en Honduras.

La activación de las relaciones bilaterales con el nuevo Gobierno de Honduras no puede considerarse un reconocimiento al golpe de estado, ni tampoco es contradictoria a la condena emitida en su momento por la Unión Europea por la ruptura del orden constitucional, afirma el Jefe de la Unidad para América Central de la Comisión Europea, Petros Mavromichalis.

El funcionario dio las declaraciones a BBC Mundo después de que la Unión Europea estableciera los vínculos con el país centroamericano, aunque los críticos opinan que la medida avala el golpe del año pasado que destituyó un gobernante constitucional para reemplazarlo tras unas polémicas elecciones.

"En todos los países en donde ha habido una interrupción de la democracia, alguien debe poner orden e iniciar la transición, por lo que no nos parece que el reanudar los contactos signifique legitimar el golpe de Estado", declaró Mavromichalis.

"Las elecciones nos parecieron más o menos satisfactorias y pensamos que la mejor manera de ayudar a uno de los países más pobres del hemisferio es reanudando nuestra cooperación".

Desde la perspectiva comunitaria, el Presidente Porfirio Lobo, quien asumió el cargo el 27 de enero pasado, además ha cumplido con los compromisos asumidos.

"El presidente Lobo ha iniciado el proceso de reconciliación, ofreció una salida honorable a Zelaya y está tomando las medidas adecuadas para garantizar el buen funcionamiento de la Comisión de la Verdad".

Castigo a medias

La Unión Europea respondió al derrocamiento del Presidente democráticamente electo, Manuel Zelaya, con un paquete de sanciones que difícilmente encuentran un antecedente en los archivos de la diplomacia comunitaria.

Bruselas suspendió las negociaciones para un acuerdo de libre comercio con Centroamérica, bloqueó los fondos de cooperación, evitó todo contacto con las autoridades del gobierno de facto y los Estados miembros convocaron a sus Embajadores.

Pero tras los resultados de las elecciones derivadas del acto golpista, Bruselas ha determinado que ha llegado la hora de dar vuelta a la página.

El bloque ha reanudado negociaciones comerciales con Centroamérica con el objetivo de firmar el acuerdo en la cumbre entre la UE y América Latina que se celebrará en mayo en Madrid.

Los Embajadores regresan paulatinamente a territorio hondureño, la cooperación bilateral comienza a tomar su cause y la Comisión Europea evalúa inyectar recursos a la Comisión de la Verdad, pese a las denuncias emitidas por diversas ONG de que está formada por personajes que estuvieron involucrados en el golpe.

"Las relaciones con Honduras se han normalizado", dice el representante del Ejecutivo comunitario Mavromichalis.

¿Golpe gratuito?

Pero no todos comparten con la postura de la UE, que ha decidido normalizar relaciones con Honduras aún cuando países como México y Brasil no reconocen al nuevo Gobierno.

Manuel Zelaya
Pie de foto, La normalización avala el golpe contra Zelaya, dicen los críticos.

"La UE no está haciendo otra cosa que avalar el golpe militar y crear un precedente peligroso para la región", dice a BBC Mundo, la eurodiputada portuguesa Ilda Figueiredo, Vicepresidente de la Delegación para las relaciones con Centroamérica del Parlamento Europeo.

"Nos parece una postura incoherente con la respuesta europea inicial al golpe de Estado, así como equivocada, más aún cuando los grandes de Latinoamérica mantienen una postura contraria".

La actitud comunitaria además es contraria a los posicionamientos regionales, sostiene Lautaro Sandino Montes, Encargado de Negocios de la Embajada de Nicaragua ante la UE.

"La participación de Honduras en la Organización de Estados Americanos sigue suspendida, y el Grupo de Río a la fecha no ha modificado su postura de condena por el golpe de Estado, por lo que hubiera sido más correcto que la UE escuchara los posicionamientos de los grupos regionales antes de adoptar una decisión", sostiene el diplomático.