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Carta navideña a Font de Mora

Niños de cuatro años del colegio Max Aub de Valencia piden al consejero de Educación que les saque del barracón en el que estudian

"Han pasado dos años desde que nos pusieron un barracón en nuestro centro. Allí reciben clases nuestros amiguitos de cuatro años", explican los alumnos del colegio público Max Aub de Valencia en una especie de cuento navideño dirigido al consejero de Educación, Alejandro Font de Mora. Ellos saben que este aulario lo puso la Administración educativa porque desde hace años el "cole" se ha quedado pequeño. "Nos pusieron el barracón, porque éramos tantos que no cabíamos en las clases". El patio, con las lluvias del lunes pasado, acabó convertido en "una piscina". El agua les llegaba hasta las botas. El desagüe embozado, lleno de gravilla y piedras de obras recientes.

Los niños cuentan: "Somos tantos que en el comedor, que sólo caben 110 alumnos, comemos 330. ¿A qué no salen las cuentas?". A este pequeño colegio de un céntrico barrio de la capital le costó siete años conseguir un patio para los niños de Infantil. "Pero no es el patio que queríamos". Por eso, insisten: "Queremos que nos escuchéis, y no precisamente para cantar villancicos".

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A los ocho meses de estrenar el patio, la consejería le ha puesto un barracón en medio, con lo que los 175 alumnos de cuatro y cinco años no pueden jugar, explica la Asociación de Madres y Padres de Alumnos, que al terminar las clases hoy han cogido la escoba y el mocho y se han puesto a recoger el lodazal que quedaba de las lluvias. "Nos ponemos mascarillas (no por la gripe A), si no para evitar tragarnos la polvareda que se levanta", han criticado.

"El patio sigue cubierto de gravilla, con lo que cuando hace viento, como ayer mismo, el polvo lo cubre todo: pelo, ropa, cuerpo", explican los padres. "Deseábamos que cuando lloviera, este patio acogiera a los niños en sus zonas cubiertas. Pero no pueden porque tienen que salvar un charco, en un patio cuya pendiente hace que a ambos lados se formen verdaderas balsas", añaden.

Escolares del centro Max Aub de Valencia en el patio inundado por la lluvia.
Escolares del centro Max Aub de Valencia en el patio inundado por la lluvia.EL PAÍS

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