Tres astados fallecieron este fin de semana en las fiestas de «bous al carrer» de Museros y Puçol. En el caso del primer municipio, las dos muertes tuvieron lugar durante el sábado, uno por la tarde y otro por la noche, mientras que el otro animal falleció en la tarde del viernes , según confirmaron a Levante-EMV fuentes policiales de ambos pueblos.

En el caso de Puçol, las citadas fuentes no pudieron concretar cuáles fueron las causas que llevaron a que el toro perdiera la vida. En Museros, las fuentes consultadas explicaron que la muerte del astado de la tarde pudo deberse a un «sofoco», así que no se trató de un golpe ni una caída.

En al caso del toro embolado que murió por la noche, tanto la Policía Local, como los testigos señalaban que «se desnucó» al golpearse fuertemente contra una esquina del «cadafal». Las fiestas taurinas de Museros se celebraron en la Avenida de Museros. Además, varios aficionados y testigos consultados por este diario explicaron que la noche con una agresión a unos vecinos que habían filmado con una videocámara al animal muerto.

Según aseguraba uno de los vecinos de Museros, «cortaron la soga y animal se fue directo hacia los hierros, se golpeó y se quedó en el suelo. Luego taparon el animal. Lo cargaron y se lo llevaron».

Este hombre explicaba que «no dio tiempo para más fiestas porque eran cuatro toros y era el tercero. Se hizo tarde y se quedó sin salir el último embolado». Eran sobre las tres de la mañana. Un peñista del municipio también ratificaba esta versión, pues explicaba que «fue tal cual, se fue contra el "cadafal" y se quedó en el suelo». Otro de los vecinos consultados y que había visto los festejos indicaba que «el animal se quedó en el suelo y los festeros intentaron levantarlo, pero ya no se movió».

Insultos y golpes

El incidente lejos de quedar así fue a más. Varios testigos que se encontraban en la zona de fiestas explicaron que algunos participantes del «bou embolat» empezaron a increpar a una mujer porque estaba grabando con una cámara al animal muerto, si bien apuntaban que no era la única que estaba filmando, otros lo hacían con móviles y cámaras.

Todo empezó cuando una vecina le dijo que dejara de filmar. Ante la negativa de la mujer, quien al parecer también decía a los festeros que le quitaran las borlas al toro, la tensión fue a más y empezaron los insultos. Algunas personas exaltadas le rompieron el cristal del portal y hasta el lugar se trasladó una pareja de agentes de la Policía Local.

La mujer fue empujada por una vecina y su hijo recibió un golpe en la frente. Testigos presenciales también aseguran que alguien lanzó objetos a estas personas y que incluso los agentes llegaron a recibir algún golpe por parte de las personas que se comportaban de forma violenta.