Nueva York sigue siendo la actual gran capital del jazz. Entre el asfalto y el humo de la gran urbe transitan creadores con el paso adelantado, y no por la velocidad, precisamente. Son artistas que tienen el mundo a los pies de sus calles, que para eso ya se sabe, la Gran Manzana es mucha Manzana... Allí se citan todas las culturas, las posibles y las imposibles, como un eco futurista de lo que todavía está por llegar. En los últimos años la escena neoyorquina del jazz goza de una extraordinaria salud, bien por la onda expansiva generada por artistas como el saxofonista John Zorn, bien por el latido excitado de colectivos como el M-Base.

Ahora, al calor de ese runrún creativo, surge un nuevo icono jazzístico más, el pianista estadounidense de origen hindú Vijay Iyer (Nueva York, 1971). Este prodigio de las blancas y las negras se ha convertido en una de las últimas sensaciones del género, compitiendo en liderazgo creativo con instrumentistas monumentales como Brad Mehldau, Fred Hersch o nuestro Agustí Fernández. El chico aparca sus proyectos junto al trompetista Wadada Leo Smith y el saxofonista Rudresh Mahanthappa para presentar este sábado en el Auditorio Nacional de Música, y junto a su trío, las audacias de su último disco, 'Accelerando' (ACT/Karonte). La actuación se enmarca dentro de la programación del segundo Ciclo de Jazz que impulsa el Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM)

La producción jazzística registrada en su actual sello discográfico, la compañía alemana ACT, resulta tan imprescindible como ilusionante, por cuanto nos hace pensar qué más fantasías se guarde Iyer en el petate. En esta casa fonográfica el pianista tiene efectivamente títulos fundamentales, caso de 'Historicity' (2009), calificado en la lista de 'The New York Times' como "Mejor disco de jazz del año"; 'Solo' (2010), su primera aventura discográfica en solitario; 'Thirta' (2011), junto al guitarrista Prasanna y el virtuoso de la tabla hindú Nitin Mitta; o el mencionado 'Accelerando' (2012). No extraña que en aquellas tierras centroeuropeas le hayan concedido el Premio Echo, el Grammy alemán.

El chico tiene una especial habilidad para desarrollar armonías extrañas, así como un especial sentido de la belleza del silencio, que devora por dentro. Luego, además, Iyer se reivindica como artista total al explotar sus recursos intelectuales y expresivos en composiciones para cine, radio, teatro y televisión, así como en aventuras literario-musicales junto al poeta y rapero Mike Ladd, con el que entrega dos maravillosos trabajos discográficos cargados de verdades improvisadas, 'In what Language?' (Pi, 2003) y 'Still life with commentator' (Savoy, 2007), además de compartir con él incalculables horas de charla y reflexión sobre la vida y el arte.

Así pues, la solemne tarima de la Sala de Cámara del Auditorio Nacional crujirá ante el paso adelantado de este prodigio del piano, el jazz y la música contemporánea e improvisada. Le acompañarán sus fieles gregarios el contrabajista Stephan Crump y el baterista Marcus Gilmore