jueves, 9 de junio de 2011

Mi respuesta al "sano debate" sobre Consenso de Mínimos expuesto por #acampadasol a través de Carlos Taibo

Desde que empezó el debate sobre el consenso de mínimos, la aceptación de la idea y los apoyos no han hecho más que crecer. Muchos grupos conversan en internet y en las propias plazas con la convicción de que existe la necesidad clara de aunar a la sociedad en torno a las necesidades básicas de nuestra democracia, más allá de banderías y visiones programáticas de cualquier signo político. El objetivo: que la presión social sea tan abrumadora que consigamos de una manera efectiva esos cambios clave, que facilitarán que el resto de las exigencias se puedan debatir y votar en un marco más justo y equitativo.

Desde entonces, la línea oficial de #acampadasol no había mostrado ningún argumento en contra, sino que centró sus esfuerzos en posponer para debilitar, en efectuar cazas de brujas y purgas en grupos de trabajo y comisiones, desde la de Comunicación hasta la nonata de Dinamización de Objetivos, por poner sólo dos ejemplos notables, y en distraer el debate hacia otros aspectos, sabedores del tirón que el concepto tiene entre los indignados: evitaban así dar exposición y notoriedad a la idea, no fuese a prender. En eso han fracasado. El consenso de mínimos está en boca de todos: desde personalidades de la talla de Eduard Punset hasta grupos de trabajo, foros, y ahora también medios de comunicación.

Esto ha forzado que los mandatarios de la oligarquía que controla Sol hayan tenido que posicionarse y dar algún argumento. Y han tomado para ello el siguente artículo de Carlos Taibo en la página "Globalízate". Lo han difundido a través de sus vías de comunicación bajo el nombre de "argumentos para un sano debate sobre el consenso de mínimos". Es destacable que ese debate se hace en un blog que ni siquiera admite comentarios, y llama la atención la virulencia disfrazada de reflexión con la que se encadenan medias verdades y alteraciones de los hechos para intentar desmontar lo que ya no se puede parar. El objeto de este post que escribo no es otro sino dejar al descubierto la pobreza de los argumentos mostrados y las falsedades lanzadas para intentar confundir a aquellos indignados bienpensantes que no tuviesen una opinión forjada al respecto del consenso de mínimos.

En cursiva, el artículo original. Intercalo mis comentarios.

"Aunque pensé que con el paso de los días las aguas iban a bajar más calmadas, lo cierto es que no ha remitido la discusión relativa a un supuesto programa del movimiento 15-M que se concretaría en cuatro puntos: reforma del sistema electoral, lucha contra la corrupción, mejoras en materia de división de poderes y control sobre los responsables políticos."  

Comienza la exposición faltando a la verdad. Omitiendo puntos del consenso, banalizando y mintiendo en cuanto a su contenido no parece un buen punto de partida para ningún "sano debate". Hay muchos borradores y propuestas aprobadas sobre consenso de mínimos, pero coinciden prácticamente en todo con la excepción de la todavía en debate inclusión de un quinto punto económico. Este es un borrador muy parecido al de la comisión de Política a Corto Plazo de #acampadasol, y de su lectura se desprende que Taibo o no se los ha leído o bien, lo que es más probable, intencionadamente oculta su contenido pues teme su mera enunciación.


"Conviene dejar sentado desde ahora que el alcance de ese programa es limitado. Nació de una de las muchas comisiones que operan en la Puerta del Sol madrileña --la de política a corto plazo--, cabe suponer que debe mezclarse con las propuestas que surjan de otras comisiones, en modo alguno toma en consideración lo que hayan podido decidir l@s participantes en acampadas y asambleas en otros lugares..."  

Ninguna de las decisiones de la Asamblea de Sol toma en cuenta los consensos tomados en el resto de las plazas, no sólo las de Política a Corto Plazo. En cualquier caso, es necesario destacar que otras acampadas sí han aprobado el consenso de mínimos como consenso definitivo, no así Sol. Por ende, el debate ha trascendido a las propias acampadas conforme estas han ido perdiendo apoyos estrepitosamente por sus errores de comunicación y su confuso discurso. El movimiento 15M no son sólo las acampadas, sino especialemente las decenas de miles de personas que lo apoyaron en sus primeros días y que volverán a salir a la calle si la convocatoria les convence. También la aplastante mayoría de la sociedad española que según recientes encuestas apoyan los puntos básicos del movimiento. Es un contraste clamorosamente significativo el hecho de que sólo 1.000 personas acudiesen a la manifestación frente al Congreso de los Diputados el 8 de junio.

"...y, en suma, no ha sido refrendado como la propuesta del movimiento. Su eco mediático ha resultado ser, sin embargo, muy notable --aún ayer, sábado 4 de junio, Informe semanal se refería a esos puntos como si fueran el programa de todo un movimiento--, algo detrás de lo cual hay quien ha apreciado la influencia de alguna mano negra que apostaría, con malas artes, por una rápida y contundente anulación de cualquier horizonte de contestación abierta, desde el movimiento, del sistema que padecemos."

La acusación de que los mínimos los están “deslizando" los poderosos para boicotear el movimiento es del todo falsa y malintencionada. Somos muchos de los indignados que participamos en las movilizaciones masivas y en las mismas acampadas los que clamamos por la necesidad de su impulso, apelando a la oportunidad histórica única ante la que nos encontramos. Es precisamente esa posibilidad real de perder sus privilegios lo que pone nerviosos a los poderosos.
 
"Aunque el alcance de la propuesta mencionada es --parece-- escaso, creo que haremos bien en apreciar en ella un síntoma de algo que está ocurriendo y que puede reaparecer con fuerza aún mayor. Pienso, en primer lugar, en algunas de las consecuencias imprevistas, no precisamente saludables, del procedimiento de decisión que se está aplicando en tantos lugares: un método que, al desterrar el voto en provecho del consenso, permite prescindir, sin más, de un sinfín de propuestas que gozan de un amplísimo respaldo entre quienes las debaten. Al final, y de resultas, sólo salen adelante aquellas iniciativas que, por lógica, no suscitan controversia alguna. Nadie dirá, claro, que se opone a la instauración de medidas que castiguen la corrupción."  

Mi análisis es opuesto: el sistema de asambleas con el veto de minorías se ha probado ineficaz para llegar a consensos muy mayoritarios siempre que haya una o dos personas dispuestas a boicotear la iniciativa y este veto tenga el apoyo de la oligarquía que controla los puestos de poder en muchas acampadas. La eterna discusión sobre desmontar el campamento de Sol que ha desgastado a tantas personas y bloqueado el debate de ideas por semanas ha sido un claro ejemplo.  

"No es difícil iluminar la consecuencia mayor del despliegue de ese procedimiento: el movimiento pasa a vincularse con un consenso de mínimos que se reduce a acuerdos en materias muy generales, que no parece llamado a tener ninguna consecuencia práctica..."

Al contrario, buscar mínimos que unan a todos los españoles como punto de partida para que se puedan votar las demás reformas en un marco más justo es lo más práctico que se ha propuesto en el 15M 

"...--es curioso que los defensores de la fórmula que nos ocupa sostengan lo contrario-- y que deja manifiestamente descontent@s a much@s de l@s implicad@s."

Otra falacia: el consenso de mínimos no se presenta como el ideario completo del movimiento: es un punto de partida por el que luchar todos, independientemente de ideologías, para poder perseguir cada uno sus ideales sobre educación, medio ambiente, política internacional y un largo etcétera con más posibilidades de que las medidas que tengan apoyo suficiente prosperen. Eso es lo que se quiere fehacientemente ocultar por parte de la élite antisistema de acampadasol para acusarnos de conformistas. O ir incluso más allá y tildarnos de colaboracionistas, como en este artículo, que dicha élite ha tomado como único argumento público hasta el momento contra el CdM.
 

"Y es que, y por acudir directamente al ejemplo de las discusiones que con certeza se hicieron valer en la comisión madrileña de corto plazo, a buen seguro que en ellas se escucharon voces que, tras enunciar distancias con respecto a la democracia representativa y delegativa, defendieron orgullosamente el despliegue de fórmulas de democracia directa. El ascendiente de esas voces es nulo, sin embargo, en términos de una propuesta final que a la postre corre el riesgo de recoger un puñado de ideas que, bien que compartidas por tod@s, no prestan atención a percepciones muy extendidas entre acampad@s y asambleístas. En ese sentido, a la hora de analizar esa propuesta final tanto relieve tiene lo que dice como aquello que no dice. La ausencia, en paralelo, de unos principios programáticos que, mucho más amplios, recojan sensibilidades diversas se hace mucho más llamativa en un escenario en el que el consenso se traduce inequívocamente en una exquisita moderación que, ajena a cualquier suerte de pluralismo, deja inequívocamente descontent@s a much@s."

La idea del consenso de mínimos parte de la convicción de que estructurar un programa electoral con una visión y propuestas para todos los aspectos de la realidad que nos rodea nos convertiría, de facto, en otro partido político, alineado con una ideología muy concreta y por tanto minoritaria al proponer un bloque doctrinal. Eso impide ser partícipe del movimiento, no ya y por descontado a otras sensibilidades políticas, sino a personas que en términos generales serían afines a dicho programa pero que difieren de algunos puntos concretos. Si el descontento que el autor gratuitamente atribuye a “muchos”, tiene que ver con el descontento de no poder imponer una visión del mundo de una ideología muy minoritaria al resto de la sociedad, es un descontento que se debe asumir como necesario. Ese descontento no puede ser tal si se comparte la idea de mejorar y hacer más justo el sistema, y no se está a favor de la derogación del sistema democrático para susituirlo por otros modelos experimentales de incierta representatividad popular.

"De discusiones como la invocada depende, ni más ni menos, la imagen del movimiento como un todo. He sostenido en las últimas semanas que en el seno de ese movimiento hay como poco dos almas (bien es cierto que al calor de las recién creadas asambleas de barrio está asomando alguna más). Si la primera la aportan los movimientos sociales críticos --el caudal de activistas y de propuestas que nacen de los centros autogestionados y okupados, del ecologismo, el feminismo y las redes de solidaridad que mantienen encendida la llama de la contestación, y del sindicalismo alternativo--, la segunda nace de l@s jóvenes indignad@s con la ignominia del sistema político y económico que se nos ofrece, comúnmente en activo proceso de concienciación. Me limitaré a enunciar una obviedad: como quiera que no nos podemos permitir el lujo de divisiones en un momento como el presente, es muy importante que las declaraciones programáticas del movimiento, y con ellas sus concreciones en forma de propuestas precisas, dejen espacio suficiente para que nadie se sienta excluid@ y para que tod@s nos encontremos razonablemente representad@s. Creo firmemente que el programa que los medios de incomunicación han aireado los últimos días, interesadamente, como el propio del movimiento 15-M no satisface, siquiera mínimamente, esa premisa."

Las dos últimas frases del artículo resultan una contradicción en sí mismas. El papel no lo aguanta todo, aunque se disfrace de reflexión académica: para que nadie se sienta excluido, el camino óptimo es llegar al núcleo de lo que todos apoyan. Y no me refiero a todo el movimiento, que aunque es la demostración cívica más importante de las últimas décadas ha movilizado a una cantidad muy pequeña de la sociedad española, sino a la sociedad misma, al todo el pueblo que es donde reside la soberanía, y no en asambleas cada vez más sectorizadas y en declive de participación por el desencanto de muchos.

9 comentarios:

  1. Con lo cual se demuestra, una vez más, que el consenso de mínimos es una trampa que nos tendieron desde los Medios y que hemos pasado tres.., ¡cuatro semanas! haceindo la carta a los reyes magos cuando lo que teníamos que haber hecho son acciones reivindicativas.

    Tenemos que seguir con la protesta, tenemos razón, cada uno a su manera y con su opinión, pero tenemos razón para echarnos a la calle.

    Ánimo.

    ResponderEliminar
  2. Hola, Sorro. De acuerdo con la segunda parte. Respecto a la primera:

    La (larga) carta a los Reyes Magos que ha llevado todo ese tiempo y sigue en desarrollo sin ver un final no es otra que el programa de máximos que están llevando las mil y una comisiones de Sol. El Consenso de Mínimos estaba más o menos claro a partir de la segunda semana (y latente antes), y muchas acampadas y también asambleas de barrio lo han aprobado sin problemas. El funcionamiento y estructura de Sol y, según me ha podido llegar, de otras acampadas en grandes ciudades, es el que comentaba en el anterior post. Eso es lo que produce el bloqueo. Efectivamente es prioritario seguir actuando, seguir protestando, pero sin caer en graves errores que harán perder el apoyo de la opinión pública que nos pueda quedar. Tenemos razón, no la perdamos secundando acciones delictivas que empiezan a asomarse. A ese efecto conviene advertir de la presencia de grupos que quieren reventar los propósitos de regeneración democrática, se autodefinen contrarios a la democracia y defienden métodos violentos, aunque por estrategia han renunciado temporalemente a ella para conseguir visibilidad y apoyos en el entormo de las acampadas. Esta es una declaración de intenciones de uno de esos grupos. Es largo, pero merece la pena leerlo completo. http://info.nodo50.org/Los-anarquistas-y-el-15M.html

    Razones hay de sobra. Pero no todos los métodos valen.

    ResponderEliminar
  3. Buenas. El ser democrata es algo muy muy ambiguo, Botin es un democrata, Zapatero y Rajoy son democratas; si te refieres a eso, no, yo no soy "democrata", soy antiautoritario. La primera violencia parte siempre del sistema/gobierno/estado/capital como quieras llamarlo, imponen sus intereses y formulan sus normas, que estas obligado a acatar. Yo creo en la autodefensa, pero por supuesto todo tiene su lugar y su momento. Nunca jamas un cambio social relevante a venido sin algun tipo de violencia, ya sea desobediencia civil o disturbios callejeros. Mucha gente reclama a Ghandi o a Mandela pero obvian que en India existia el Ejercito de Nacional Indio y que Mandela era miembro activo de una organizacion calificada de "terrorista".
    Es lo que tiene la no memoria. La acampada de sol surgió POR y tras unos disturbios en el centro de madrid, se detuvo a muchos chavales y en solidaridad unos cuantos decidieron quedarse a acampar. Si no se hubieran dado esos disturbios, nada de lo que estamos viviendo ahora existiria.
    Me resulta gracioso cuando se mencionan "acciones delictivas" como algo peyorativo por parte de gente que ha participado en la acampada, cuando esta es ilegal. Hay actuaciones legitimas que no son legales, legalidad y legitimidad no siempre van de la mano; las leyes las hacen los de arriba y las hacen para sus intereses. De verdad podremos cambiar sustancialmente la situacion a traves de los cauces que ellos proponen?
    No quiero enrollarme mucho, lo siento.

    Sobre el consenso de minimos. Ya digo en mi blog que ese consenso de minimos a mi por lo menos me parece ridiculo, en tanto en cuanto varios partidos politicos lo llevan en su programa. Si tan convencido estas de esos 4 puntos, te lo digo de verdad, vota a Izquierda Unida. Pero de verdad sois muy ilusos, o muy poco ambiciosos, aquellos que os contentais con esos minimos. Si de verdad crees que la aplicacion de estos minimos van a cambiar de manera sustancial el sistema politico-economico es que no lo conoces demasiado bien, o que te gusta lo actualmente establecido.Podras reformar la ley electoral o crear "cauces de participacion", que todo seguira igual.

    Te puedo asegurar que las asambleas no estan dominadas por ningun tipo de "colectivo antisistema", las asambleas y sus decisiones las debaten, las formulan y las toman todos y cada uno de los miembros de ella, todos pueden proponer, debatir, rebatir y argumentar. Te puedo asegurar que los anarquistas no tienen como aspiracion el que la gente se vuelva anarquista, eso es mas de partidos politicos sobre todo los izquierdistas; la aspiracion mas inmediata de los anarquistas en este movimiento es que siga su propio desarrollo, que mantenga la horizontalidad y el asamblearismo, que no caiga en la institunalizacion y que se expanda a los barrios y pueblos y de ahi actuar en los problemas diarios de manera comunitaria. El anaruqista no te pide el voto, por lo que no quiere nada de ti, ni te pide nada a cambio de nada si no que quiere que te desarrolles tú como persona, que adquieras esa capacidad critica que desde pequeños nos aniquilan, que te cuestiones todo cuanto te rodea y que llegado el dia luches por lo que crees.

    ResponderEliminar
  4. ¡Hola! Mezclar a Gandhi con Mandela es una buena manera de confundir. Efectivamente Mandela usó métodos violentos en sus inicios. Gandhi no. La desobediencia civil es una forma de ilegalidad, pero, si me permites el matiz, para mí no es una forma de delincuencia. No se deben respetar leyes injustas por el mero hecho de ser leyes, si tu conciencia te dicta que no lo hagas. Pero yo no creo que todos los métodos sean válidos, y la violencia ha demostrado ser la caja de Pandora de todo movimiento o línea de pensamiento. Lo que hace que éste degenere, empezando por el anarquismo y el comunismo, pasando por la Iglesia en sus momentos más oscuros, por no poner ejemplos de más actualidad por todos conocidos.

    Despierta: nuestra situación es privilegiada: estamos en una democracia (imperfecta) con (pocos) cauces de participación, dentro del marco de la Unión Europea y amparados por el derecho internacional. Hay muchas cosas que no funcionan, pero algunas las tienen ya nuestros paises vecinos que comparten sistema.

    Por supuesto, yo sostengo, y ese es el sentido de estos últimos posts, que nuestro disenso tiene que ver con que nuestros objetivos son distintos, tal vez opuestos: los que queremos que la democracia mejore y reforme los aspectos que se han demostrado que no funcionan, pero valoramos todo lo bueno de nuestra Constitución, con lo matices necesarios y sabiendo que su desarrollo fue catastrófico. Y los que queréis sustituir este sistema por otro. Esos dos aspectos, democracia y no violencia, hacen muy difícil que nuestros puntos de vista se acerquen, porque significaría a alguno de los dos renunciar a un principio básico de su ideario. La buena noticia para mí es que la sociedad española, por lo que se ve en encuestas y resultados electorales (mira la distribución de voto quitando la ley D'Hont), está mayoritariamente con los planteamientos no rupturistas. En cambio, los grupos antisistema de diversas etiquetas cuyas posturas tú representas, siguen siendo una opción tan minoritaria que resulta anecdótica. La mala noticia (buena para ti) es que estos días estáis teniendo una notoriedad sobredimensionada. Eso de que no queréis convencer, de que no queréis nada de mí, no es realista. Una cosa es que no pidáis el voto, y otra que no queráis dejar de ser el segmento prácticamente imperceptible de la sociedad que ahora sois. Por supuesto que soñáis con que mañana más y más gente apoye vuestro ideario.

    Si seguís demostrando con palabras y hechos que eso lo queréis mediante la violencia, creo que tendréis poco recorrido. Espero. Por último, te agradezco de verdad que te hayas acercado a este blog para dialogar razonadamente, aunque difiera desde la base de tus planteamientos. Un saludo.

    ResponderEliminar
  5. Te recomiendo que leas acerca de la historia del movimiento obrero en España y acerca del anarquismo en particular. Sabes como se consiguió la jornada laboral de 8 horas?Las vacaciones pagadas?El paro?Los servicios publicos?
    Cuando has visto violencia por parte de nadie en las acampadas estos dias? Por que yo no he visto a nadie enfrentarse directamente con la policia, el movimiento tiene unas bases y estas se respetan por haber sido tomadas en asamblea.
    Te lo repito, el anarquismo, es antivanguardista, en este momento no pretende que la gente siga el ideal ni que se transformen y se vuelvan anarquistas; la incision esta ahora mas en el modelo organizativo, asamblearismo-horizontalidad.

    Tu despues de todo lo que esta pasando sigues creyendo en la democracia representativa parlamentaria, cuando esta ni es democratica ni es representativa. Un partido con el 25% de los votos se puede hacer con la mayoria absoluta y mandar y legislar a su antojo; y esto ningun cauce de participacion ciudadana lo podra impedir.
    Se puede funcionar sin partidos politicos y sin intermediarios, siendo nosotros mismos quienes tomemos las decisiones, sin delegar responsabilidades.

    ResponderEliminar
  6. Creo que la sola mención de la palabra "anarquismo" produce urticaria a mucha gente. Automáticamente la asocia a imágenes trasnochadas tales como barricadas en las calles, quema de iglesias y demás. Eso fue en el pasado, cuando existían dos Españas irreconciliables. Hoy en día también sigue existiendo más de una España, pero al menos estamos aquí, debatiendo sobre ello, discutiendo los asuntos de fondo y de forma, y no veo ninguna violencia ni atisbo de delincuencia en ello. ¿Todos debemos renunciar a una parte de nuestro ideario para lograr un consenso? Por supuesto, en eso se basa la convivencia, pero no sólo en un país, sino a cualquier nivel y en cualquier esfera de la vida cotidiana, ya sea la familia, los amigos, los vecinos, el trabajo... La cuestión es simple: renunciando a esos ciertos máximos, y quedándonos con este “consenso de mínimos”, ¿estamos realmente colaborando a solucionar la situación? Si la respuesta es sí, ningún problema, todos, yo el primero, tendremos paciencia y buscaremos la solución por otras vías, aunque tengamos que inventar algo nuevo que quizá ni siquiera tenga nombre aún. Si la respuesta es no, creo que es hora de que cada uno se vuelva por donde vino.

    Respecto a los anarquistas, creo que han sacrificado los símbolos visibles, el discurso petrificado de antaño (lo cual les ha venido bien, pues estaba plagado de lemas y eslóganes que a veces se repetían como mantras sin demasiado sentido a estas alturas de la historia), y se han quedado con la horizontalidad y asamblearismo como manera de llegar a la solución. Bien por ellos. La otra parte debe renunciar ahora a esa visión trasnochada de lo que antaño fue, debe dejar de buscar conspiranoias y manos manipuladoras donde realmente no las hay, e imaginar que ésto es otra cosa, que no tiene nada que ver con el pasado. No tiene sentido sentarse a debatir sobre lo que fue y cómo fue, ni andar perdiendo tiempo ni energías sobre si Mandela o Gandhi fueron o no partidarios de la violencia. Estoy seguro que para los ingleses, lo que hacía Gandhi también era delincuencia, aunque no fuese violenta, así que, como se ve, las palabras son un arma de doble filo. No nos dejemos arrastrar hacia esa trampa, porque, repito, lo único que vamos a conseguir es perder tiempo y energía. Todos debemos sacrificar algo, eso ya lo tenemos claro. Ahora vamos a lo concreto, al trabajo de campo.

    ResponderEliminar
  7. Y que conste que pienso que es muy cierto lo que dice Scooterboy, somos privilegiados. Si no fuese así, si nos hubiera tocado tragar mucha más mierda de la que hemos tragado, ya hubiéramos derrocado al gobierno, como ha pasado en muchos países del norte de África. Pero aún no hemos llegado a ese punto, y espero sinceramente que jamás lleguemos. No me gustaría ver tanques ni soldados armados delante de mi casa, como sin duda han tenido que verlos los tunecinos o los egipcios. Preferiría que las cosas fueran pacíficas, por supuesto. Pero ésto es una cosa, y no hacer nada es otra muy diferente. Y lo cierto es que, con tanto debate y discusión estéril, nos estamos perdiendo nosotros mismos, y estamos perdiendo todo el apoyo popular con que empezó todo ésto. En mi modesta y humilde opinión, creo que los demócratas, por llamarlos de algún modo, tienen razón en una cosa, y es que, para aglutinar a una cantidad de gente lo suficientemente importante como para que este movimiento sea tomado en cuenta, se debe hacer un consenso de mínimos que satisfaga a todos y todas, algo que nos una y no nos separe aún más, algo que incluya a todas esas Españas de las que hablaba, que no las haga irreconciliables, y los anarquistas tienen razón es que ese consenso de mínimos, por sí sólo, es completamente insuficiente. Ahora toca mover ficha, y comenzar a trabajar de manera efectiva. Ese consenso es la teoría. Ahora tenemos que ir a la práctica, e ir desde abajo, construyendo, o mejor dicho, reconstruyendo el poder de abajo hacia arriba, partiendo de una base horizontal y asamblearia, pero que apruebe medidas concretas acerca de cosas que se pueden hacer, que todos y todas podemos hacer. Y en eso, los anarquistas han sido clarividentes. Apoyemos a la gente de a pie en sus barrios, en sus trabajos, en sus asociaciones de vecinos, hagamos trabajo efectivo de apoyo a los desahuciados por los bancos, los expropiados, aquellos que trabajan en condiciones de precariedad extrema. Es hora de que unos y otros quitemos de las consignas los lemas grandilocuentes, y nos quedemos con las pequeñas verdades cotidianas, las que afectan de manera real a la gran mayoría de habitantes de este país. No nos quedemos tan sólo en frases muy bonitas y con las que todo el mundo se identifica pero que no llevan a ninguna parte efectiva. Porque, si esto es así, al final, efectivamente, se perderá toda la energía y todo ésto quedará en nada.

    ResponderEliminar
  8. ¿O creemos que por salir a la calle a manifestarnos un domingo por la tarde, cuando no hay ninguna repercusión en ello, la clase política nos hará algún caso? No creo que nadie sea tan ingenuo. Eso, aunque sea muy bonito y muy simbólico, no deja de ser un simple paseo dominical multitudinario. A veces hay que tomar otras medidas de presión, hacer algún acto que cause alguna molestia, y eso no significa ser un vándalo ni un delincuente. Sólo significa dar una nueva vuelta de tuerca a las reivindicaciones. Ya lo dije antes, la lucha de Gandhi fue no violenta, pero eso no significaba que no molestase, que no hiciera ruido, que no paralizara maquinarias e industria mediante huelgas. Y, sin duda alguna, para lo ingleses, Gandhi era un delincuente y hasta un terrorista, aunque no disparara jamás ni un sólo tiro ni predicara jamás la violencia. Sólo dio una vuelta más de tuerca a las reivindicaciones del pueblo. Y a nosotros nos toca hacer ahora algo parecido. Sin esa nueva vuelta de tuerca, podemos estar saliendo a la calle todos los domingos de aquí al 2050 que no seremos más tenidos en cuenta. Eso sí, ya vendrá algún político de turno que sacará provecho de todo esto, no lo dudo, e incluso llevará en su programa el consenso de mínimos, y lo presentará al congreso como propio, y a lo mejor incluso se aprueba. Pero dudo mucho que eso nos acerqué ni un milímetro al objetivo buscado, que es, en definitiva y en lo que todos y todas estamos de acuerdo, en construir una sociedad más justa.

    Ahora llega el pacto del euro. Ya veremos si la simple protesta ciudadana consigue que no se apruebe, o si, como ha venido pasando hasta ahora, la clase política, sea del color que sea, hace oídos sordos y al final lo aprueba (que será lo más probable). Y si, como me temo, resulta aprobada, ya veremos qué podemos hacer nosotros. Ese será nuestro punto de inflexión.

    Siento haberme extendido demasiado. Me he dejado llevar. Pero al menos, en mi defensa, he de decir que lo que he escrito lo he escrito con el corazón.

    ResponderEliminar
  9. Interesante: para empezar dos almas en 15M, antisistema y reformistas. Por tanto, una primera decisión y separación. En el campo del reformismo/regeneracionsmo en el que milito, habrá necesariamente que optar Partidos si/Partidos no.

    Entre los primeros, se producirán tantas escisiones como opciones poíticas haya (incluyendo formar un partido 15M). Los segundos deaparecerán o resultarán insignficantes, pues no podrán dar el paso entre teoría y acción política.

    Los que funden un partido tendrán que acordar un programa, lo que producirá una nueva decantación de personas, entusiasmos y fidelidades...

    Esto que digo va a ocurrir literalmente así..Y lo sabeis: solo estais retrasando el momento todo lo posible, volviendo al punto de origen una y otra vez; evitando cuidadosamente tomar decisiones, discutiendo el procedicimiento, los pasos intermedios, el "metaplan", en suma, ocupándoos de elegir los adjetivos en vez de modelando y concretando lo sustancial: sujeto + verbo + predicado.

    Estais en la fantasía de omnipotencia porque sois jóvenes, y creeis que podeis todo, que el tiempo no pasa y que os vais a ser fieles unos a otros, pues sois puros y distintos a los demás, los otros, los "políticos". Eso no dura, es solo apariencia. Es una fiebre juvenil que se repite cada dos o tres generaciones, cuando el sistema de los mayores hace crisis... las revoluciones, las comunas, el anarquismo, el comunismo libertario, los movimientos totalitarios fascistas y nazis, el mayo del 68, la revolución hippy... son reinterpretaciones de un intento necesario, digno, humano, pero abocado en suma a un fracaso, y a repetirse una y otra vez.

    Os animo a continuar el camino, empero. Hay que seguir, teneis que aprender como sois en realidad, cuál es la condición humana, marcada por el tiempo y la contigencia. sin duda alumbrareis cosas buenas, sueños dignos del hombre.

    Yo busco cosas más prácticas: controlar al poder. Enseñar a mis hijos, a los vuestros, y a vosotros la naturaleza perversa del poder, y que hemos de sospechar de quien nos proponga dejar estos asuntos en sus manos. En una sociedad de derecho, y donde todos sosmos ciudadanos (votamos y tenemos iguales derechos ante la ley) todos somos políticos. A todos nos incumbe la penosa tarea de ocuparnos de la cosa común. Penosa porque lo es la condición humana, y porque en lo común se manifiesta mejor la limitación humana. Necesaria porque si no lo sobrellevamos entre todos, el Tirano sabrá tomar las riendas y convertirnos en sus jumentos.

    Animo pues, y que no decaiga: pero id al grano.

    ResponderEliminar