Procesan por homicidio a dos ex militares uruguayos

Manifestación en recuerdo de los "desaparecidos" durante el régimen militar uruguayo.
Pie de foto, La ley amnistió a militares que cometieron violaciones a los derechos humanos entre 1973 y 1985.
  • Autor, Verónica Psetizki
  • Título del autor, Montevideo

Los ex militares José Nino Gavazzo y Juan Carlos Gómez fueron procesados con prisión preventiva este viernes por la Justicia uruguaya, acusados de matar mediante torturas a Roberto Gomensoro en 1973.

Se trata del primer caso que el presidente José Mujica excluyó de la Ley de Caducidad al asumir su cargo en marzo pasado, ya que la desaparición y asesinato del militante de izquierda de 24 años de edad había ocurrido meses antes del comienzo del régimen militar.

La ley amnistió a militares que cometieron violaciones a los derechos humanos durante el régimen que gobernó al país entre 1973 y 1985.

Gomensoro había sido detenido el 12 de marzo de 1973 con el argumento de que se trataba de un operativo de protección ya que su vida supuestamente corría peligro. Seis días más tarde encontraron su cuerpo, atado de pies y manos con alambres, flotando en un lago.

Arnaldo Gomensoro, hermano de la víctima, dijo que los procesados son "asesinos por mano propia. No se trata de que hayan mandado a otros a realizar la ejecución. A mi hermano lo mataron Gavazzo y Gómez con sus propias manos".

Testimonios clave

La jueza a cargo del caso procesó a Gavazzo por "homicidio muy especialmente agravado" y a Gómez como coautor del hecho.

Las declaraciones de un testigo que fue torturado junto a Gomensoro, y que según dijo, vio cómo lo torturaron y mataron durante un interrogatorio, fue clave para el procesamiento.

Varios policías también dieron testimonio sobre los comentarios que solía hacer un suboficial ya fallecido, que bajo el efecto del alcohol habría contado con detalle cómo habían matado a Gomensoro.

Marta Gomensoro, hermana de la víctima, dijo que "independientemente de mi sentimiento individual, pienso que lo importante es la repercusión pública. Aunque hayan pasado 37 años, no continúan impunes, alguno está viviendo en el barrio como si no pasara nada. Creo que esto da fuerzas para seguir".