Una "guerra santa" en México

  • Julián Miglierini
  • BBC Mundo, México
Protestas en Guadalajara
Pie de foto, La declaración del cardenal contra los homosexuales levantó protestas y manifestaciones a favor.

Mezclar política, religión y derecho puede ser peligroso: si a eso se agrega el tema de los derechos homosexuales, la combinación es explosiva.

Esto es lo que ha sucedido en México, donde una disputa entre líderes de la Iglesia Católica y el alcalde de la capital ha involucrado hasta a los miembros de la Corte Suprema.

"No sé si a alguno de ustedes les gustaría que lo adoptaran un par de lesbianas o un par de maricones", dijo en una conferencia de prensa el cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval Iniguez.

Ésa era su reacción a un fallo de la Corte Suprema que decidió que es constitucional la ley de matrimonio homosexual aprobada en la asamblea del Distrito Federal, en la que se incluía el derecho a adoptar.

Y los siguientes comentarios de Sandoval Iniguez avivaron aún más las llamas de la disputa.

Aseguró que el alcalde de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard, había sobornado a los miembros de la Corte Suprema para apoyar los derechos homosexuales.

Tensión

Protestas contra la Iglesia en Guadalajara
Pie de foto, Defensores de los derechos de los homosexuales en Guadalajara salieron a protestar contra el cardenal.

Ebrard negó esas acusaciones con firmeza y demandó al cardenal Sandoval Iniguez por "daño moral".

Un vocero de la Iglesia sugirió a los mexicanos que castiguen al Partido de la Revolución Democrática de Ebrard en futuras elecciones.

A su vez, la Corte Suprema emitió un voto de censura contra los comentarios de Sandoval Iniguez.

Desde entonces, la pelea ha tomado nuevas aristas e involucrado nuevos actores, y ha sido seguida paso a paso por los medios mexicanos.

En el centro de la disputa está la frecuente tensión entre la Iglesia Católica y el Estado laico.

Los poderes de la Iglesia, que tenían sus raíces en la época colonial, fueron limitados a mediados del siglo XIX, y esas restricciones se mantuvieron en la constitución de 1917 que emergió de la revolución mexicana.

Estado laico

Un artículo específico en la constitución, el número 130, prohibía a los miembros de la Iglesia participar en actividades políticas, interferir en temas de gobierno, o hacer campaña a favor o en contra de cualquier candidato.

"Ese artículo no significaba sólo la separación de la Iglesia y el Estado, sino la subordinación de la Iglesia al Estado", asegura Francisco Ibarra Palafox, constitucionalista de la Universidad Autónoma de México (UNAM).

En la práctica, significaba que México sería uno de los estados más laicos de América Latina.

En 1992, el artículo 130 fue modificado pero se mantuvo la idea central de que la Iglesia debería mantenerse al margen de la política.

Pero ahora, en pleno debate por los derechos de los homosexuales, la Iglesia parece estar dispuesta a ignorar esa restricción.

"Guerra mediática"

"Si vemos que es algo injusto o contrario a la ley natural, aunque la constitución diga que no podemos, sí creemos que lo tenemos que hacer", Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis de Ciudad de México, dijo a la BBC.

Valdemar mismo está incluido en la demanda interpuesta por Ebrard.

"Los cardenales o prelados de la Iglesia Católica o de cualquier otra iglesia no gozan de fuero por encima de la ley", dijo Ebrard.

Pero Valdemar no parece dispuesto a retractarse.

"Ésta es una guerra mediática que está siendo empujada por un gobierno que le ha hecho mucho daño a la ciudad", aseguró Valdemar.

Considera que el artículo 130 de la constitución debería ser reformado nuevamente ya que, según él, hace de los miembros de la iglesia "ciudadanos de segunda" cuya libertad de expresión es limitada.

Diferencia

Sin embargo, algunos observadores aseguran que la polémica sobre los derechos de las parejas del mismo sexo demuestra cuán distante está la jerarquía de la Iglesia de partes significativas de la sociedad mexicana.

"Esto emerge de la desesperación de la jerarquía de la Iglesia Católica, que no ha podido movilizar a la población en contra de las reformas", asegura Roberto Blancarte, un profesor sobre relaciones Iglesia-Estado en el Colegio de México.

Un 90% de los mexicanos se considera católico, pero -según Blancarte- "las encuestas demuestran que en términos de derechos sexuales y reproductivos, lo que dice la jerarquía no es lo que piensan los católicos".

Según Blancarte, la disputa refleja un abismo entre la jerarquía y los fieles católicos

"Ésta no es una crisis de la relación entre Iglesia y Estado, sino una crisis de la Iglesia misma", asegura.

Con las demandas legales avanzando en los juzgados mexicanos, es poco probable que la polémica se acalle pronto.

Según Valdemar, los miembros de la Iglesia bajo acusación, incluidos él mismo y el cardenal Sandoval Iniguez, están listos para defender sus dichos en la justicia.