El Vaticano revisará caso de cura chileno

  • Rodrigo Bustamante
  • Santiago de Chile
Benedicto XVI
Pie de foto, El papa Benedicto XVI pidió por primera vez en público perdón por los abusos sexuales cometidos por sacerdotes contra menores de edad.

El Vaticano se hará cargo del caso del sacerdote chileno Fernando Karadima, contra quien pesan cuatro testimonios de ex colaboradores que lo acusan de abusos sexuales en la década de 1980 mientras era párroco de una importante iglesia de Santiago.

El cardenal y arzobispo de la capital chilena, Francisco Javier Errázuriz, anunció el pasado viernes que la Congregación para la Doctrina de la Fe decidirá si amerita abrir un juicio canónico contra el religioso de 80 años, mientras la justicia ordinaria también investiga las denuncias.

Los profesionales James Hamilton, José Murillo, Fernando Batlle y Juan Carlos Cruz acusan a Karadima de abusos mientras eran adolescentes y a juicio del abogado que los representa, Juan Pablo Hermosilla, el envío del caso a Roma es una buena medida.

"Es un paso adelante importante que confirma la verosimilitud y los numerosos antecedentes que respaldan la denuncia efectuada en contra del sacerdote Fernando Karadima y por lo tanto desde ese punto de vista es positivo", le dijo a BBC Mundo.

A su vez, la parte defensora del ex párroco estima que la decisión del cardenal Errázuriz permitirá que el proceso sea más claro y con mayor conocimiento de los cargos en su contra, lo que no ocurría hasta el momento con la investigación interna.

Francisco Costábal, vocero de la parroquia del Sagrado Corazón de El Bosque -donde ocurrieron los hechos denunciados por la parte querellante- destacó que ahora "se podrá establecer un juicio donde nos podremos defender en la forma del debido proceso, con derecho y proceso para ambas partes".

Justicia ordinaria

El envío de los antecedentes al Vaticano respondería a que la investigación administrativa llevada adelante por el promotor de justicia de la Iglesia, sacerdote Fermín Donoso, pudo establecer que hay hechos graves.

El arzobispo de Santiago explicó que la Congregación para la Doctrina de la Fe tiene la competencia exclusiva para "casos de delitos sexuales contra menores" y que este tribunal eclesiástico además puede eliminar la prescripción sobre estas "gravísimas faltas".

Así, si se decide abrir un juicio podrá haber una sentencia conforme al derecho canónico que será superior a lo que ocurriría en el caso de tratarse sólo de una investigación administrativa como la que existía.

Este hecho no tiene implicancias en el proceso que lleva adelante el fiscal Xavier Armendáriz en los tribunales ordinarios, donde debe definir si el caso seguirá dentro del nuevo sistema procesal penal chileno o se tiene que remitir a la justicia antigua, por tratarse de ilícitos anteriores a la reforma de 2005.

"Cualquiera de las dos alternativas nos parece bien porque ya se ha investigado lo suficiente. Lo que hoy día es muy relevante para las víctimas es que se ha podido comprobar la efectividad de los hechos", señaló el abogado Hermosilla.

"Lo que requerimos del estado chileno es que investigue los hechos y fije y determine si fueron efectivos o no", agregó, para recalcar que más que una condena contra el octogenario religioso buscan "una reparación simbólica que consista en fijar que los hechos efectivamente ocurrieron como señalan las víctimas".

Seguro de su inocencia

El vocero de la iglesia donde Fernando Karadima ofició como párroco durante 23 años antes de dejar el cargo en 2006 aseguró que el sacerdote tiene la plena disposición a dar su testimonio en los dos procesos, con el objetivo de superar las actuales dudas que persisten en el ambiente católico.

"El padre Fernando está seguro de su inocencia, y está colaborando con la justicia civil. Él mismo precisó declarar ante el fiscal para poder expresar su versión de los hechos, y en materia canónica también está ayudando. Son dos procesos absolutamente independientes y el padre está enfrentando los dos", le señaló a BBC Mundo Francisco Costábal.

El Vaticano.
Pie de foto, El Vaticano decidirá la suerte del sacerdote, acusado de abusar de cuatro jóvenes durante la década de 1980.

Este caso adquirió gran revuelo en Chile no sólo por el contexto internacional en que el propio papa Benedicto XVI pidió perdón a las víctimas y prometió perseguir estos delitos, sino porque se trata de un sacerdote que formó a varias figuras de relieve, entre ellas cinco obispos.

"Delante de Dios considero que mis actos no han podido ser fundamento de las graves acusaciones a las que se me ha sometido públicamente, con un daño ya irreparable", expresó Fernando Karadima a través de una carta en que se refirió por primera vez al caso.

En tanto, el cardenal Errázuriz le pidió "que se mantenga alejado de todo ministerio público" mientras se realiza el proceso, que espera termine en el segundo semestre de este año.