El "roto" en el Bicentenario de Chile

  • Rodrigo Bustamante
  • Santiago de Chile
Foto: archivo fotográfico Museo Histórico Nacional
Pie de foto, La estatua que celebra al roto chileno en la Plaza Yungay. (Foto: archivo fotográfico Museo Histórico Nacional)

La imagen de Chile en el exterior suele ser la de un país ordenado en que destaca la solidez de sus instituciones. Pero en la interna de sus habitantes no todo es tan serio y hay un personaje histórico con el que aún muchos se identifican, especialmente cuando se cumplen 200 años de historia: el "roto" chileno.

A puertas del Bicentenario que se celebrará este 18 de septiembre, la imagen de este hombre libre, astuto y ganador adquiere especial renombre como ejemplo de lo que se podría llamar la "chilenidad" desde el punto de vista más autóctono.

Foto: archivo fotográfico Museo Histórico Nacional
Pie de foto, Una histórica imagen de un "roto" de principios del siglo XX. (Foto: archivo fotográfico Museo Histórico Nacional)

Según el fallecido investigador y folclorista Oreste Plath, los orígenes se remontan al período de la Conquista, cuando los españoles viajaban a Perú con distintos atavíos, "y los más vestidos iban extraña y estrafalariamente abigarrados, lo que hizo que se les denominara 'rotos' en el sentido español de la palabra, que es ir de cualquier modo".

El historiador Gabriel Salazar, quien le comenta a BBC Mundo que este personaje tuvo su apogeo desde principios del siglo XIX, cuando ante la crisis del campesinado ya no había medios para seguir viviendo con los padres, y un grupo etario entre los 15 y los 20 años decidió marcharse a buscar suerte.

"Se les llamó rotosos porque andaban con la ropa raída, andaban sucios, no eran conocidos puesto que siempre venían de otra parte. Además eran como muy atrevidos e insolentes, porque siempre estaban soñando que caminando iba a haber un cambio de suerte, que su destino iba a ser mejor", expresa.

El aporte a la historia

El "roto" adquirió notoriedad cuando el país se enfrentó en una guerra con la confederación Perú-Boliviana y se reclutó a gente con escasa preparación militar para estar en la primera línea de las tropas, ganando una crucial batalla en Yungay en 1839.

Desde entonces, cada 20 de enero se celebra el "Día del roto chileno" con epicentro en la plaza Yungay de Santiago, donde en 1888 se erigió un monumento a este personaje que también tuvo una destacada participación en la llamada guerra del Pacífico con Perú.

Foto: Memoriachilena.cl
Pie de foto, En 1907, reunidos en cualquier parte para pasar el tiempo. (Foto: Memoriachilena.cl)

Ese último enfrentamiento de 1879 terminó con Chile quedándose con territorio peruano, en un hecho que aún genera conflictos en el país vecino.

Gabriel Salazar, ganador del premio nacional de Historia en 2006, siente que los grandes perdedores de estas guerras fueron justamente los "rotos", usados como carne de cañón para el beneficio de otros.

"Por la rabia que contenían en sí mismos fueron soldados tremendos. Por eso que el roto chileno fue una mano de obra gigantesca que fue usada y abusada en el siglo XIX, y al mismo tiempo un soldado que también fue usado y abusado para guerras de las cuales no obtuvo ningún beneficio", sostuvo.

Del "roto" al "guachaca"

La Real Academia de la Lengua Española (RAE) señala que en Chile la palabra roto quiere decir "persona mal educada, de modales groseros".

Es esta acepción la que no deja conformes a quienes defienden la figura del "roto" como en 1939 la definió el escritor y poeta Juan Godoy: "No deja nada en el plato de la vida. Se lo come todo en un día. Come en exceso; bebe en exceso, ama en exceso, muere en exceso. Y de aquí su radical confianza en sí mismo".

Dióscoro Rojas, cantautor de los años 80 y hoy líder del movimiento denominado como "guachaca", estima que "hay una construcción de que es medio flojo, medio sucio, pero esa construcción no es desde lo popular sino desde el otro lado, y los mismos que construyeron el huaso o el patrón hicieron también su antítesis".

Foto: Carlos Martínez
Pie de foto, Y cualquier lugar sigue siendo bueno para juntarse. (Foto: Carlos Martínez)

El movimiento surgió en 1998 y buscó reunir a la gente seguidora de tradiciones y lugares populares, donde la cueca brava o las comidas y tragos más criollos están presentes a diario y no sólo en una fecha especial como las fiestas patrias.

Esta iniciativa fue tomando fuerza hasta transformarse en un referente para muchos jóvenes que han aprendido a valorar la cultura popular chilena, por lo que Rojas cree que los "guachacas" son justos representantes de la herencia del "roto".

"Nos sentimos como nietos e hijos del roto, porque es la construcción de un chileno que participa, que es humilde, que es cariñoso y republicano. Somos parte de la nueva chilenidad, más auténtica, y decimos que es el triunfo del corazón sobre la ideología, de la verdad sobre la caricatura que hay de lo popular", le dijo a BBC Mundo.