La ONU reclama diálogo a Serbia y Kosovo

  • Redacción
  • BBC Mundo
Asamblea General de la ONU. Foto de archivo.
Pie de foto, La resolución de la ONU fue aprobada por unanimidad.

La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas adoptó este jueves por unanimidad una resolución que pide negociaciones directas entre Serbia y Kosovo.

Esta resolución podría abrir el camino a las primeras conversaciones cara a cara entre ambas partes desde que Kosovo -donde la mayor parte de la población es albanesa- declaró su independencia de Serbia en 2008.

Este texto sustituye a uno anterior en el que Serbia rechazaba la secesión de su antigua provincia, cuya independencia fue reconocida por la mayor parte de los miembros de la Unión Europea y por Estados Unidos.

Esa exigencia fue retirada después de que Serbia fuera advertida de que su posición podría poner en peligro sus ambiciones de incorporación a la Unión Europea.

El corresponsal de la BBC en Belgrado, la capital serbia, Mark Lowen, aseguró que con la adopción de esta resolución de la ONU, Serbia está empezando a dar por perdida la batalla diplomática por Kosovo.

A pesar de que Belgrado insiste en que nunca reconocerá la independencia de su ex provincia, el diálogo entre las dos partes podría comenzar en breve.

¿Principio del fin?

Mapa de los Balcanes.
Pie de foto, Kosovo es un pequeño territorio al sur de Serbia.

En este sentido, el ministro de Exteriores serbio, Vuk Jeremic, concluyó su discurso ante la ONU asegurando que su país está "mirando al futuro".

De acuerdo con Lowen, existe la sensación en medios diplomáticos de que este podría ser el principio del fin del problema de Kosovo, uno de los conflictos de más difícil solución en Europa.

El diálogo entre Serbia y Kosovo –cuyos gobiernos quieren formar parte de la Unión Europea- serán organizados desde Bruselas.

La resolución de este jueves llega poco después de que en julio, el Tribunal Penal Internacional concluyera que la declaración de independencia de Kosovo no violó el derecho internacional.

En 1999, el ejército serbio fue expulsado de su antigua provincia tras una intervención militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) encaminada a frenar la represión contra la población albano-kosovar, que constituye 90% de los dos millones de habitantes del país.